Zero no Tsukaima - Spanish Version: Volumen 6 Capítulo 7

From Baka-Tsuki
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Capítulo Siete: La ilusión en Dartanes[edit]


A las 8 en punto una campana resonó por todo el buque acorazado Redoubtable, significaba el inicio de la mañana. (Comentario traductora: Redoubtable significa "temible" pero me pareció adecuado dejar el nombre en ingles)

La mañana en que los destinos de dos países y otro se decidían.

Malicorne, que estaba de pie encima de la torre de vigilancia, dio un largo y profundo bostezo, antes miró preocupadamente a su izquierda y a su derecha. Si un oficial cadete como el bostezaba y un oficial de puente le veía, un castigo cruel, sin duda, le esperaría... El cuerpo de Malicorne hizo bien al recordarlo durante los dos días que había estado allí.

Malicorne era el centinela de guardia.

El sonido de la campana por la mañana... debían ser las 8 en punto de la mañana de su turno... ¡finalmente había terminado! Todo lo que tenía que hacer era cambiar el turno con el siguiente grupo de cadetes a oficial, entonces él podría finalmente volver al camarote para ocho horas de sueño, a la hora de la campana por la mañana hacía un frío que se sentía como un infierno... Malicorne sólo tenía que esperar un rato hasta que el próximo cadete subiese a la torre. Y la persona que subió a la torre era su compañero de una clase superior en la Academia de Magia, Styx.

Malicorne recordo cómo él había dicho que iba matar a Bowood, pero por el momento, nada era más importante para él que el regreso a su cálida y acogedora habitación y disfrutar de una agradable caliente taza de té de orquídeas.

Al verse uno al otro, sonrieron y se saludaron ambos.

- "Bueno, parece que voy a congelarme en este helado páramo, gordito."

- "Pero yo te envidio Styx, quiero decir, al menos el sol ya brilla."

- "¿Aún lo recuerdas, Malicorne?"

- "¿Que recuerde qué?"

- "¿Cómo dije que me ocuparía del tipo de Albión?"

- "Por supuesto que me acuerdo."

- "Creo que lo mejor es proceder en el calor de la batalla."

- "Creo lo mismo."

- "¿Quién sabe cuánto tiempo pasara, antes de que comience finalmente la lucha?"

Con el fin de demostrar su valor los jóvenes cadetes, decían que casi no podían esperar más. Malicorne miraba las nubes distraidamente... y señaló hacia el cielo con una exclamación repentina.

- "¿Te sucede algo malo, Malicorne?"

- "... No parece que vayas a tener que esperar demasiado tiempo."

- "¿Eh?"

Styx se volvió y miró hacia donde Malicorne señalaba, su rostro palideció inmediatamente.

- "¡Buque enemigo avistado!"

Cinco minutos después de las ocho de la mañana. La división de la comandancia a bordo del Varsenda, en el que Saito y el resto se encontraban a bordo, acababa de recibir informes del avistamiento de una nave enemiga.

- "Esto es algo antes de lo que habíamos previsto" Murmuró suavemente el General de Poitiers.

Habían previsto inicialmente hacer contacto con la flota de Albión alrededor de las diez.

- "Son un grupo de impacientes bastardos" Comentó uno de los oficiales del Estado Mayor.

- "¿Qué hay de la usuaria del Vacio?"

- "Estuvo decidiendo el hechizo la noche pasada. El plan procederá en consecuencia."

- "¿Qué clase de hechizo es?" Preguntó el General De Poitiers en voz baja mientras miraba los planes de batalla. Un oficial se inclinó hacia el General, y le susurró en la oreja los detalles del hechizo del que había informado Louise.

- "¡Interesante... Será un triunfo si lo consigue! ¡Mensajero!"

Un mensajero corrió rápidamente hasta allí.

- "Ordene a la usuaria del Vacio a desplegarse. El objetivo de su misión: <<Dartanes>>, tiene plena libertad de movimientos. El segundo escuadrón de Caballeros Dragón les escoltará. ¡Repita de nuevo!"

- "¡Que la usuaria del Vacio se despliegue! ¡La Misión objetivo es <<Dartanes>>, tiene plena libertad de movimientos! ¡El segundo escuadrón de Caballeros Dragón serán su escolta!"

- "¡Bien, ahora páseles el mensaje!"

El mensajero de inmediato se dirigió hacia el piso superior del transporte donde se encontraban Saito y el resto.

- "Con esto, ahora podemos dirigirnos hacia la ciudad de Rosais sin preocupaciones."

- "Hecho."

De Poitiers tenía bajo su mando a los subordinados responsables de ocuparse de la flota enemiga.

- "¡Transmitan a los capitanes de los buques acorazados. Una vez comprometidos con el enemigo, no deben dejar que ni uno solo de sus buque se acerque a los buques de transporte del ejercito!"

Encima del puente, Saito, en el asiento del piloto del Zero Fighter, se apresuró a iniciar las operaciones del avión. Sentado en el asiento trasero, Louise había cerrado sus ojos, concentrándose.

Sólo anoche, Louise, había encontrado el hechizo adecuado a utilizar, informó directamente al alto mando.

Tras la recepción de su informe, el alto mando había decidido un plan de acción, y prepararon la batalla de acuerdo a este. Era este plan de batalla el que Saito tenía entre sus manos.

Esa misma mañana, el plan de batalla comenzaría.

En ese momento, un oficial de puente, de pie a las alas del Zero Fighter, estaba dando instrucciones a Saito, señalaba un pergamino que llevaba en la mano.

- "¿No me entiende? ¡No puedo leer escritos de este mundo!"

- "¡Mira aquí, en el mapa! ¡Esto es Dartanes! ¡Esta aquí! ¡De todas formas, todo lo que debes hacer es simplemente llevar a la usuaria del Vacío allí! Deje todo lo demás en manos de la Maestra del Vacío, ella lo manejará!" Gritó el oficial de puente en la parte superior. (Comentario traductora: El oficial se refiere a que Saito es simplemente un familiar, por cierto, en este mismo parrafo, donde puse "llevar a la usuaria del Vacío alli" deberia ser "Maestro del Vacio"... pero no se porque... me gusto mas poner lo otro... :P)

¿Que... Qué "Maestra" del Vacío? Saito no podía comprender. ¿Qué tipo de rara orden era esa? Sólo escucharlo le hizo incomodarse.

El trozo de pergamino tenía dibujado un mapa de todo el continente de Albión. Para alguien como Saito que nunca había aprendido algo sobre navegación, estaba completamente perdido sobre la forma en que iba a navegar a través de un cielo lleno de nubes sin ninguna marca de referencia. En comparación a cuando podía usar las referencias en tierra para encontrar su camino hacia la ciudad de La Rochelle, se trataba de una historia completamente diferente.

- "¡Los Caballeros Dragón les escoltarán. Sólo asegúrese de no perderlos!" Comentó el oficial de puente, al ver el malestar de Saito.

Vale, vale, entiendo... Asintió Saito varias veces.

Cierto, la velocidad de un Dragón de Viento podía incluso rivalizar con la del Caza Zero. La experiencia anterior con Wardes persiguiéndole todavía permanecía clara en su mente.

De repente.

¡Boom! ¡Boom! Un fuerte golpe resonó alrededor. El ruido llegaba desde atrás.

Saito giró y miró hacia el cielo.

En ese instante, un escuadrón de buques acorazados que parecían completamente diferentes a los suyos apareció de entre las nubes en la distancia, avanzaban rápidamente hacia su posición.

La armada, cuyo numero rondaba aproximadamente sesenta buques de combate si se incluía el Varsenda, rápidamente cambiaron la dirección y empezaron a ascender poco a poco, preparándose para encararse con la flota enemiga que se aproximaba. Por supuesto, Saito obviaba el hecho de que a bordo de uno de los buques de batalla estaba Malicorne.

Las ordenes llegaron en ese momento.

- "¡Que se despliegue la usuaria del "Vacío"! ¡Misión objetivo Dartanes! ¡Plena libertad de movimientos! El Segundo Escuadrón de Caballeros Dragón serán su escolta!"

¿Desplegarnos ahora? ¿No es demasiado pronto? No... ¿es debido a la inesperada aparición del enemigo que quieren desplegarnos tan de repente?

Saito avisó señalando a un mago cercano, para que le ayudase a poner en marcha el avión.

Sin embargo, el mago, probablemente desconocía los procedimientos de arranque, se mantuvo inexpresivamente quieto. Para poner en marcha el avión, la hélice debía ser primero girada... Pero parecía totalmente perdido en cuanto a cómo conseguir que la hélice girase. Si Colbert estuviera aquí, habría entendido lo que Saito enseñaba inmediatamente, y podría ayudarle.

- "¿No se lo he dicho ya? ¡Eso! ¡Sólo tiene que girar eso!"

- "¿Eh? ¿Esto? No entiendo lo que está diciendo. ¿Puede explicarse de forma mas clara?"

Estaban ocupados jugueteando con la hélice, cuando de en medio de la flota enemiga, tres buques de repente aparecieron, partiendo rápidamente hacia su dirección.

- "¡Un barco incendiario!" Gritó alguien al momento.

Saito se dio la vuelta y miró. Los barcos prendieron con fuego. Destinados a ser enviados directamente hacia una flota enemiga, se trataba de embarcaciones sin piloto cargados hasta el tope con potentes explosivos.

Antes de que pudiesen responder, los buques ya habían disparado camino al frente de la flota. Un buque explotó cerca del Varsenda.

La onda expansiva de la explosión sacudió el Varsenda, zarandeándolo violentamente.

Antes de que Saito pudiese gritar por ayuda, el Caza Zero comenzó a deslizarse hacia un lado de la nave... cayendo por el borde de cubierta poco después.

- "¡Ahhhhhhhh!" Gritó Saito.

El Caza Zero, todavía con el motor sin marcha, iba en picada hacia la tierra.

- "¡Vamos a chocar! ¡Vamos a chocar! ¡Vamos a chocar!" Saito solo podía gritar frenéticamente. Justo entonces, Delfinger intervino:

- "Compañero."

- "¿Qué pasa?"

- "Bueno, tengo buenas noticias para ti."

- "¡Este realmente no es el momento ni el lugar! Maldición, nunca pensé que moriría así... Que cruel."

- "La hélice está girando, ¿no?"

¿Eh? Saito inmediatamente levantó la cabeza para mirar. Por supuesto, el viento de la caída era suficiente para iniciar la hélice, aunque algo vacilante. Recuperando la compostura, Saito activó el interruptor de encendido. La hélice comenzó a arrancar con un quejido, antes de que comenzase a girar rápidamente con un fuerte rugido. Saito tiró de la palanca de mando, y recuperó el control del avión.

- "¡Uf... Qué alivio!"

Saito se relajó mientras limpiaba unas gotas de sudor frío de su frente. Giró la cabeza y miró detrás de él, Louise seguía ocupada concentrándose. Esta chica que normalmente era inquieta y agitada; sólo cuando llegaba el período de arrojar un hechizo en algún lugar ella era capaz de concentrarse, siendo completamente ajena al mundo exterior.

- "Compañero."

- "¿Qué pasa?"

- "Siempre puedes alabarme un poco más, sabes... " Comentó Derflinger con tono desanimado.

- "Eres genial."

- "Sólo un poco más, sólo un poco, Socio. Me dejaste de lado tanto tiempo... no estaría mal que lo hagas ahora, ¿no te parece que sólo un poco no estaría mal?"

- "Oh... eres tan brillante, tan magnífico."

¿¡Por qué de todas las personas estoy enganchado con esta, tan cabezota e insegura!? Pensó Saito, ignorando completamente el hecho de que él mismo no era diferente.

Antes de que se dieran cuenta, el Segundo Escuadrón de Caballeros Dragón ya volaban a su alrededor. Había diez de ellos.

Ajustando la velocidad de la hélice y el acelerador, Saito redujo la velocidad de crucero a aproximadamente 110 kilómetros por hora.

Incomparables en términos de velocidad, los dragones de viento se mantenían a la par con el Caza Zero fácilmente. Saito saludó a los miembros del Segundo Escuadrón de Caballeros Dragón, que había sido formado el día anterior.

Ellos saludaron también. Sentada en el asiento trasero con el Libro de la Oración del Fundador abierto en su regazo, Louise, estaba profundamente sumida en sí misma como en un trance, les prestaba poca atención.

Parecía como si el trabajo fuese simplemente acompañar a la usuaria del "Vacío" a la meta objetivo.

Era esta la razón por la que el recientemente formado Escuadrón de diez Caballeros Dragón y un simple avión se dirigían en dirección a Dartanes.

Uno de los Caballeros Dragón voló hacia la cabeza de la formación, mientras la cola de su Dragón se sacudía de izquierda y derecha. Parecía que era el líder.

El Caballero Dragón había dicho que lo esperaban con cariño en su aldea de vuelta a casa. Un simple chico de diecisiete años de edad, y pelo rubio, era de la misma edad que Saito.

A su izquierda estaba un Caballero Dragón de dieciocho años de edad. Habia logrado su sueño de convertirse en Caballero Dragón, su rostro era luminoso y alegre. Como tercer hijo de una familia noble que se habia venido abajo, esperaba probarse a sí mismo ganando gloria en la guerra. A su derecha habia una pareja de hermanos gemelos de dieciséis años de edad.

Las personas allí presentes eran todos amigos y camaradas que habían estado bebiendo durante toda la noche hasta el amanecer. Los Caballeros Dragón eran muy cálidos y acogedores, aunque todos fuesen nobles. Su filosofía era: "Cuando usted está volando a través de los cielos, ¿qué diferencia hay entre nobles y plebeyos?" Significaba que todos consideraban a Saito como un compañero y amigo.

El rugido de los innumerables disparos de los cañones de los buques se oía en la distancia.

Parecia que la flota combinada de Tristain y Germania y la de Albion habian empezado a dispararse. El épico enfrentamiento entre los más de cien buques se habia puesto en marcha.

El olor de la pólvora se podía sentir a través de la cabina del avión sin ni siquiera abrir. Mirando la inmensa pantalla de humo y llamas, Saito estaba cautivado por aquella vista, pero...

Saito giro su cabeza apartando los ojos. Dentro de todas y cada una de las explosiones, también estarian los carbonizados restos de decenas y decenas de marineros que estaban siendo hechos pedazos por los ataques. Ese pensamiento envió un escalofrío por su columna.

Incluso antes de que pudiera simpatizar con esas muertes, una sensación de alivio se deslizo hasta el, llegaba como socorro la idea de que no tenía que estar allí. En un instante, Saito, para prevenir que ese tipo de avergonzantes pensamientos cruzasen su mente, comenzó a concentrarse en lo que tenia delante. El tampoco seria capaz de protegerse de algo asi, él no debia pensar en esas cosas.

En medio de la cubierta de cielos azules y nubes blancas, Saito volaba hacia Albion en el Caza Zero, bajo la protección de los Caballeros Dragón.

En un rápido movimiento, la flota de combate de Tristain y Germania abrieron sus filas y, desarrollando una formación en línea, rodeaban la triple línea de formación de la flota de Albion que se aproximaba. Dado que la flota de Albion intentaba violar el bloqueo, la flota combinada se reforzo con prisas, previniendo las brechas.

Si tenian éxito, podrían tal vez terminar de un solo golpe... Pero, la distancia a cerrar era demasiada. Con las dos flotas tan cerca una de la otra, la batalla se rompió rápidamente en un caos que encerro en esta confusión a cada buque contra otro buque en combate. A bordo de la cubierta superior de uno de esos buques, el Redoubtable, estaba la temblorosa figura de Malicorne. Pegado junto a él, inestable, estaba tambien Styx.

Sus dientes no podían dejar de temblar. Incluso cuando se trataron de poner de pie, se encontraron con que eran incapaces de ejercer el más mínimo de fuerza en las piernas para levantarse.

Aparte de las espesas bocanadas de humo de la pólvora, y los rayos del enemigo disparando los cañones, no podían ver nada a su alrededor. El casco de su buque se estrelló contra la proa de un buque enemigo, produciendo un gran ruido de trituración, seguido de un igualmente fuerte crujido.

Arrastrado de repente a ese campo de batalla, el mundo de Malicorne se había vuelto del revés en un instante, era incapaz de entender lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Ellos, estaban con tal caos a su alrededor en ese momento, que ya no se preocupaban por hacer frente a Bowood. Ya no tenian la voluntad de hacerlo.

Todo lo que podian comprender era que su buque, así como el del enemigo se enfrentaban, aquello marcaba el comienzo de un cuerpo a cuerpo despiadado en el que no habria diferencias entre los espadachines, era asesinar o ser asesinado.

En algunos momentos entre el polvo y el humo, se podia vislumbrar el buque enemigo... En ese instante se escuchó la orden de abrir fuego de las cubiertas por encima y por debajo de ellos.

Un atronador rugido se hizo eco del fuego de los cañones. Numerosos agujeros perforaron el buque enemigo, volando en pedazos tanto la madera y los hombres por igual. El enemigo hizo lo mismo, respondio con el fuego de sus cañones.

La cubierta que estaba sobre ellos explotó en pedazos, enviando astillas volando por el aire. Las Cuerdas bailaron en el aire, quebradas, y vertidos de hidrocarburos fluían por la cubierta.

Alguien gritó que soltasen la arena.

Caos. Gritos. Humo. Sangre. El olor de la pólvora...

El sonido de las balas de cañón de metal haciendose pedazos contra los cascos de los buques.

La interminable repetición del fuego de los cañónes... y el humo... un humo tan denso que no podías ni ver por delante de tu nariz.

Este era el campo de batalla que Malicorne presenciaba.

Incapaz de soportar el horror más, Styx corrio hacia la escotilla de cubierta. Probablemente escapaba hacia la relativa seguridad de cubierta. Sin embargo, un oficial hacia guardia, con una varita en la mano, preparado para evitar que alguno de los soldados abandonasen sus puestos. Styx sólo pudo agacharse, se apiño en el suelo con la cabeza oculta entre sus brazos. El oficial de puente se dirigió hacia ellos y gritó:

- "¡Ustedes dos! ¡Qué estas haciendo! ¡Levántate! ¡He dicho que te pongas de pie! ¡Muéstrame tu valentía! ¿No supone que son nobles? ¡De pie y hagan su trabajo! ¡Si no tienen ninguno, entonces usen magia! ¡Son todo enemigos lo que tenemos alrededor! ¡No importa dónde disparen, golpeen al enemigo!"

Malicorne mordiendo un poco sus labios, y apoyando sus manos sobre la cubierta, obligó a su cuerpo a levantarse con las cuatro extremidades.

En cuanto él finalmente se levanto, uno de sus pies le volvio a hace caer.

¡Yo no soy capaz de ponerme en pie! ¡Esto... esto es todo lo que soy capaz con mi mayor esfuerzo! Mumuraba Malicorne.

Pero, incluso antes de que pudiera sufrir la humillación por aquello, el oficial de puente volvio a gritarle.

- "¡Tú! ¡El que tiene grasa de cerdo en la cabeza! ¡Sí, estoy hablando contigo! ¡Levántate y lucha! ¡No quiero cobardes, con temor a morir entre cadetes que no luchan!"

Malicorne cambio su rostro.

¿No era el motivo que no quería ser llamado cerdo con temor a la morir por el cual se ofrecio voluntario en el ejército? ¡Si sigo así, todo lo que sere es un cobarde!

- "¡Tú! ¡Cerdo! ¿Por qué todavía estas perdiendo el tiempo?"

El oficial, al terminar estas palabras, le atravesaron rapidamente con una flecha mágica.

Más allá del humo estaba el enemigo. Tan cerca estaba el enemigo, que su rostro podia verse claramente. A bordo de la cubierta del buque enemigo habia un hombre joven, con una varita mágica apuntando en su dirección. Incluso su edad era prácticamente la misma que la de Malicorne. El oponente tampoco podía dejar de temblar.

La palidez de su rostro, el temblor de todo su cuerpo.

Malicorne miraba como se contorsionaba el cuerpo del oficial de puente, atravesandole la flecha magica a través del pecho, su cuerpo se retorcio como resultado de las convulsiones que se acabaron finalmente, antes de que la muerte se lo llevase. Respirando agitadamente, Malicorne gritó. Si realmente grito, o si solo abrio su boca mucho, era imposible de decir por la interminable rafaga de disparos de cañón. El elevo su varita mágica hacia las oscuras nubes sobre el buque enemigo, Malicorne comenzó a cantar un hechizo.

Al igual que la cubierta de nubes se rompió para revelar el continente de Albion, la presencia de Saito y compañía fue revelada al ser advertidos por los cuervos. Usando la capacidad de muchos familiares cuervos estos actuaban como un pantalla de alerta rapida, podria informarse de cualquier intruso inmediatamente a las guarniciones de caballeros dragón a través de los familiares del Maestro.

En tal situación, la visión del familiar se convertiría en la visión del maestro.

Preparados para seguir a Saito y compañía, una escuadrilla de caballeros dragón despegó de su base.

Con el peligro incrementandose, Saito y compañía aumentaron su velocidad.

Los dragones de viento de los Caballeros dragón volando por delante sacudieron violentamente la cola.

Los caballeros de delante señalaron sobre sus cabezas.

Diez caballeros dragón habían visto a Saito y al resto, y se dirigían directamente hacia ellos. Chocarian de frente en caso de no hacer nada.

- "¡Maldita sea! ¿Qué hacemos?"

Sentado en el asiento del piloto en el Caza Zero, Saito gritó.

Si el oponente lograba caer sobre ellos desde arriba, serian vulnerables a los ataques.

Sin embargo, el Caballero dragón que lideraba el grupo no cambio de dirección. Independientemente de si eran atacados o no, habían decidido continuar recto.

- "¿No estamos invitandoles a que nos ataquen actuando de esta manera?"

Saito preparó frenéticamente la ametralladora para el combate... antes de recordar que se había quedado sin municiones.

- "Esto es perfecto, creo que nos quedamos sin balas..."

En la ametralladora del avión , debia haber alrededor de doscientas balas en el ala izquierda como mucho. Sin embargo, con las pocas que habia en la izquierda, era como si no tuviesen ninguna.

Saito recordo de repente lo que Colbert le había dicho.

- "¡Louise! ¡La nueva arma de Colbert! ¿No existe un manual de instrucciones?"

Pero Louise, atrapada en su trance, no escucho una sola palabra de lo que Saito dijo.

Saito agarró las piernas de Louise y la sacudió frenéticamente.

- "¡Hey! ¡Louise! ¡Louise! ¡Ahora no es tiempo para concentrarte! ¡Antes de que puedas usar el Vacio, vamos a ser derribados por el enemigo!"

- "¿Eh? ¡¿Que... Qué es esto?! ¡¿Que... Qué estás haciendo?!"

- "¡No me importa lo que vayas a decir, sólo dame el maldito manual! ¡Esta bajo el asiento!"

Louise busco frenéticamente bajo el asiento, y encontro el manual que Colbert había escrito en un pergamino.

- "¡Lo encontré!"

- "¡Leelo!"

- "Um, esto... "Secreto de la Serpiente de fuego"."

Que mal gusto.

¿No podía haber elegido un título mejor?

- "Um... Estimado Saito, ya que estas leyendo esto, asumo que tu ingenio llego a su final. No obstante, asegúrese de leerlo correctamente."

- "¡No te molestes en leer el prólogo!"

Los caballeros dragón de Albion se acercaban rápidamente.

Demasiado rápido.

¡Los enemigos montaban dragones de viento tambien! ¡Maldición!

- "Um... En primer lugar, calmate y, a continuación, tira de la palanca que esta al lado de la que controla la velocidad de la "máquina en movimiento"."

- "¿Esta?"

Saito miro al lado del control del acelerador, habia una palanca que nunca noto antes.

- "¡Vamos a tirar de ella!"

En el momento que en la mira del objetivo se situaron los caballeros dragón enemigos, Saito tira de la palanca.

Cajas ocultas a la vista, surgieron abriendose en al objetivo, y de ellas surgió la cabeza de una serpiente de juguete. Viendo abrir y cerrar su boca, sólo dijo:

- "¡Vamos Saito! ¡Vamos Saito! ¡Vamos Señorita Vallière!"

- "¿Qué diablos es esto?"

La serpiente de juguete emitio esa voz mediante magia.

Parecía que era todo lo que hacia.

Para cuando ataco el enemigo...

Como eran dragones de viento, no respiraban fuego. Sin embargo, las flechas mágicas volaron desde los caballeros golpeandoles, agitando la nave. Un agujero del tamaño de un puño traspasaba el ala.

Afortunadamente, un agujero asi no afectaría mucho su rendimiento, al menos temporalmente.

Louise continuó la lectura del manual de instrucciones.

- "¿Usted ya tiró la palanca derecha? ¡Sí, La Feliz Pequeña Serpiente le da coraje! ¡Vamos! ¡No importa el obstáculo, debe perseverar! ¡No importa nada, yo siempre le protegere!"

- "¡Ese maldito calvo!"

Maldijo Saito, mientras miraba con incredulidad a la "Feliz Pequeña Serpiente" recordo ver en la clase surgir alguna parecida. Louise, pensando que las groseras palabras estaban dirigidas a ella, no podía dejar de gritar:

- "¡¿Quién diablos eres para llamarme maldito calvo?! ¡¿No fuiste tu quien me pidió leerlo?!"

Los Caballeros dragón enemigos se elevaron en el aire de nuevo.

Al avanzar hacia el frente ambas partes de combatientes de jinetes dragón volando rapidamente, significaba que se pasarian en un parpadear de ojos, lo que dejaba muy pocas oportunidades para un ataque.

Por lo tanto, el enemigo decidió comenzar el asalto desde detrás.

Mientras tanto, por su parte... su objetivo era llegar a la meta de destino a toda prisa, para usar el hechizo del "Vacio", y por eso sólo pensaban en mantenerse por delante en el vuelo.

Si se enfrentasen a los Caballeros dragón enemigos, rápidamente enviarian refuerzos, y la esperanza para todo el ejército se perdería.

Zambullendose para ganar velocidad, los Caballeros dragón enemigos recuperaban terreno lentamente detrás de ellos.

- "¡Louise! ¿No hay algo más?"

Louise continuó la lectura del manual.

- "Um... A continuación, dice algo acerca de un arma secreta para utilizar cuando estemos siendo perseguidos por el enemigo."

- "¡Eso! ¡Es eso!"

- "Jala la lengua que sale fuera de la Pequeña Serpiente Feliz. ¡Recuerda prestar atención! Si hay aliados cerca, asegurate que se queden pegados cerca de ti."

- "¿Por qué?"

- "¿Cómo lo voy a saber?"

Saito cogio de debajo del asiento un tablero, y una tiza. Era sorprendente que esas cosas estuviesen en el Zero Fighter. Parecía que el anterior piloto las usaba para comunicarse. Saito se las paso a Louise.

Louise escribió las palabras, "Vengan aquí", en ella, y, la puso fuera de la cabina, avisandoles un par de veces.

Los Caballeros dragón asintieron con la cabeza y se acercaron al Zero Fighter; formando un grupo compacto, continuaron volando hacia delante. Entonces los ataques serian mas efectivos, los magos tendrian un objetivo demasiado claro.

Saito cerro los ojos y dijo:

- "Por favor, que no sea algo como la Pequeña Serpiente Feliz ahora..."

Saito se giro y, viendo la proximidad del Escuadron enemigo de Caballeros dragón, tiro de la lengua de la Pequeña Serpiente Feliz.

No pasó nada.

¡Maldición! ¡La próxima vez que vea a Colbert, voy a golpearle hasta el cansancio! ¡No me importa si es profesor o no, ya me preocupare despues de eso!¡Claro que solo sera si sobrevivo y regreso, pero te golpeare! Penso Saito, cerrando su puño con rabia.

En ese momento...

Salieron Volando diversos objetos de las alas del Zero Fighter.

Eran los objetos circulares que vio flotando en una caja de metal cuando se fueron.

El sonido de los objetos iluminandose, se entremezclo con la explicación de Louise que seguia leyendo el manual:

- "¡Realmente creo que mi talento es demasiado aterrador! ¡Cohetes de metal alimentados por combustible y equipados con artefactos cargados de polvos mágicos encantados con "Detectar magia"! ¡Puedes llamarlos... Pequeñas Serpientes Voladoras! ¡Reaccionan a la magia del enemigo, si tienes aliados en la zona, asegurate de que esten reunidos a tu alrededor! ¡Para evitar dañar a tus aliados, no reaccionan a nada dentro de un radio de veinte metros!"

Emitian un claro sonido de vibración, los cerca de una decena de cohetes lanzados hacia atrás, se dirigieron hacia la búsqueda de los Caballeros dragón.

Varios de los grandes, los cohetes potenciados colisionaron con los Caballeros dragón de Albion, y explotaron con grandes estallidos.

Cuando la nube de humo se disipó, sólo continuaban la mitad de los perseguidores.

El resto de los Caballeros dragón, como sus dragones de viento habian perdido su voluntad de lucha, detuvieron la caza.

- "¡Sí!"

Vitorearon Saito y Louise abrazandose el uno al otro.

Cuando el grupo de Caballeros dragón se separaron de ellos la vista que tenian delante era de nuevo ominosa.

Saito miro al frente...

La sonrisa en su rostro se perdió en un instante.

Al ver esto, la sonrisa de Louise también desaparecio.

- "¿Qué pasa?"

Louise fue girando poco a poco hacia donde Saito miraba.

Apareciendo delante de ellos habia una multitud de jinetes de dragón, mas de cien.

Los Caballeros dragón de Albion eran inigualables.

No se trataba solamente de sus habilidades naturales, incluso su número no tenia rival.

Los Caballeros dragón que tenian alrededor aceleraron su velocidad.

No obstante, sólo podian cargar hacia adelante.

Parecía que lo habían aceptado.

Pero... habia un sinnúmero de enemigos ante sus ojos.

Innumerables flechas magicas comenzaron a volar desde los Caballeros dragón enemigos, todas dirigidas al Caza Zero de Saito.

Para resistir un ataque de esa cantidad de proyectiles... no podria eludirlo, pero aun asi lo intentó.

¡Estan a punto de impactar!

De repente, Saito fue testigo de algo que le conmocionó profundamente...

Un Caballero dragón se interpuso inesperadamente delante del Caza Zero, y el usando su dragón de viento, bloqueo las flechas mágicas.

Después de golpearles las flechas mágicas, el dragón y su jinete cayeron del cielo.

- "¿Qué... Qué está pasando?"

El primero en darse cuenta de lo que estaba pasando frente a ellos fue Delfinger.

- "Parece que se estan utilizando a si mismos como escudos."

- "¿Escudos?"

- "Sí. Mientras vosotros consigais llegar a Dartanes, la misión será un éxito. Probablemente recibieron la orden de sacrificarse si era necesario."

La innumerable horda de Caballeros dragón continuaba aproximandose.

Una enorme bola de fuego llegó después. Una vez más, aparecio un Caballero dragón y les protegio del ataque, antes de caer hacia abajo.

- "¡Hey! ¡Eh! ¡Dejad de hacer eso!" Exclamó Saito.

Delfinger se dirigio a Louise:

- "Hey, señorita, cuando de la señal, simplemente tira de la palanca que hay debajo del asiento. Es la última arma que instalo ese tipo."

El legendario Delfinger parecia tener un conocimiento inigualable en el ámbito de la armas. Louise asintió mientras temblaba.

- "Mi compañero está en un estado mental un poco desordenado en este momento, por lo que parece que tendrás que hacerlo tu. ¿Entiendes?"

En ese instante, el escuadron de Saito y la horda de Caballeros dragón se rozaban finalmente entre sí.

Los Caballeros dragón enemigos al igual que antes, se elevaron de inmediato, y les empezaron a perseguir desde atrás. Los otros ocho Caballeros dragón comenzaron a separarse del Zero Fighter de Saito.

- "¡Hey! ¡Eh! ¡¿Qué tipo de plan están pensando?!"

Uno de los jinetes a la cabeza del grupo sonrió a Saito y saludó con las manos. De la misma manera que dirias adiós una vez terminan las clases en la escuela, realmente era demasiado simple esa manera de decir adiós.

Él era siempre el más amigable con Saito, el capitán del Segundo Escuadrón de Caballeros Dragón. Un poco gordito, un chico de pelo rubio que una vez había ganado la apuesta de si el "Caza Zero era un dragón o no". Al igual que Saito, tenia diecisiete años de edad, le esperaban con una calurosa acogida en su aldea... sus padres esperaban su regreso... él le había dicho que convertirse en un Caballero dragón era su sueño.

Saito recordo de repente, que él ni siquiera le había preguntado su nombre.

Los ocho Caballeros dragón dieron la vuelta juntos.

Siguiendo la iniciativa del chico de diecisiete años, de pelo rubio, los caballeros que había tenido como amigos solo desde ayer se lanzaron de cabeza juntos a perseguir al grupo de Caballeros dragón.

Para permitir que Saito y Louise escaparan...

Todo por ese objetivo y nada más.

- "¡Gira de nuevo! ¡ Vuelvan atrás ya!" Gritó Saito frenéticamente desde sus pulmones.

- "¡Ahora!" Dijo Delfinger de instrucción en voz alta.

Al escuchar la orden, Louise tiro de la palanca que estaba bajo el asiento.

Swoosh. El sonido de diversos objetos al separse podía ser escuchado detrás.

De debajo de la cola, surgió un objeto oculto.

Se trataba de un barril de metal más grande que los cohetes.

El cohete, inventado por el mago de tipo fuego Colbert, salio y se puso en marcha.

¡Phooooom! Todo lo habia era un humo de color azul claro, antes de que el Zero Fighter aumentase rápidamente la velocidad, como si hubiese sido golpeado por algo.

Al mismo tiempo, los Caballeros dragón fueron absorbidos entre la gigantesca masa del escuadrón enemigo... y ya no pudieron ser vistos.

Louise entro en pánico una vez que ella se dio cuenta de que Saito tenia previsto dar la vuelta y miro con la cabeza hacia atrás. Delfinger adivinando también el plan de Saito, advirtió en voz alta:

- "¡Compañero! ¡No tires de la palanca! ¡Si giramos a esta velocidad, esto va a hacerse trizas!"

La brusca advertencia hizo que Saito comenzara a tensarse en el asiento, gritando.

- "¡Nos conocimos ayer! ¡Esos chicos muertos en realidad son como nosotros! ¡A pesar de que sólo nos acabamos de conocer ayer! ¿Es que estamos perdiendo la cabeza?"

- "¡También lo se! ¡Pero...! ¡Pero...! ¡Nuestra misión es utilizar el hechizo del Vacio en Dartanes! ¡Fueron enviados para protegernos y asegurar que el objetivo sea alcanzado! ¡Si vamos a dar marcha atrás ahora, y como resultado dejar el plan...! ¿No hariamos que su sacrificio no tenga sentido?"

Saito se froto los ojos y mirando hacia adelante, murmuró.

- "¡Yo... yo ni siquiera sabía sus nombres!"

Ser salvado por alguien del que ni siquiera conocía el nombre, o ser asesinado por alguien del que no se el nombre, ¿Esto es la guerra?

- "¡No bromen! ¿Cómo puedo aceptar una cosa así! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!"

Exclamó Saito. Grito y grito como si nada tuviese sentido; lo sabía, pero no pudo parar de gritar.

El Caza Zero, volando a unos 450 kilómetros por hora segun el velocimetro, volaron hacia delante.

A pesar de estar sacudiendose violentamente el avion, Saito temblaba pero por otra razón.

Después de librarse del enemigo, ¿cuánto tiempo y como de lejos habian volado desde alli?, no lo sabia.

Después de lo que pareció una eternidad, apareció un puerto en el horizonte ante sus ojos. En una extension abierta en medio de una montaña, en la que estaban situadas numerosas torres de acero utilizadas para fijar los buques que flotaban en el cielo... Se asemejaba en bastantes similitudes a la bahía de algun embarcadero si mirabas.

- "Ese es el puerto de Dartanes..."

- "Elevemonos."

Dijo Louise suavemente en la oreja de Saito.

Saito dirigio el Caza Zero hacia el cielo.

Al utilizar la aceleración para impulsarse, el Caza Zero perdio lentamente velocidad.

Una vez alcanzada una altura conveniente, Louise se puso de pie, y abrió la cabina.

Ráfagas de viento.

Louise se apoyo en el hombro de Saito y comenzó a cantar el hechizo. El Libro de la Oración del Fundador que sostenia entre sus manos comenzó a brillar. Era fundamental para la magia.

"Ilusión" Uno tiene que imaginar con plena concentración en su mentes la imagen que desea evocar.

- "Ilusión" Uno tiene que imaginar con plena concentración en su mentes la imagen que desea evocar.

De esta manera, el lanzador podía incluso duplicar el cielo mismo. El canto que Louise estaba utilizando era un hechizo del Vacio que podía evocar ilusiones. El Caza Zero daba circulos lentamente sobre el cielo de Dartanes.

La aparentemente ilimitada capa de nubes se paralizo en el cielo, formando en su lugar una ilusión.

Habia una enorme flota de buques... una flota supuestamente formada por cientos de miles en la distancia, un espejo que formaba la imagen de la flota invasora de Tristain.

Que apareciese una gran flota de repente en el cielo de Dartanes tuvo un gran impacto; la vista conmocionó a todos los que la vieron.

- "¡¿Qué?! ¡¿Dartanes?!", Exclamó el General Hawking, al recibir un informe urgente de Dartanes. Estaba encabezando a treinta mil hombres de la fuerza del ejercito de Albion en dirección a Rosais. Según sus previsiones, el punto de aterrizaje del ejército de Tristain seria allí. Y, sin embargo, el lugar donde el enemigo habia aparecido de repente, era al norte de la capital Londonium, en Dartanes.

- "¡Que todo el ejército de media vuelta!"

Tomaria algún tiempo antes de que la orden fuera propagada a todo el ejército. Ojalá podamos comenzar la marcha rápidamente... Pensó Hawking mientras volvió a mirar hacia el cielo.

El cielo era una cubierta de color azul puro, completamente desprovisto de cualquier nube, lejos de la caótica guerra que asolaria pronto aquellas tierras.

Tenía la sensación de que esa guerra se convertiría en algo confuso...

(Agradecimientos al usuario con el nick dark_xex de http://www.mcanime.net por sus increibles aportes y que siempre sabe indicar correctamente a quien se debe el trabajo realizado... otra cosa... a ver si aciertas quien hizo esta traducción XD)



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