Zero no Tsukaima - Spanish Version: Volumen 6 Capítulo 8

From Baka-Tsuki
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Capítulo Ocho: La Expiación de la Llama[edit]


Temprano para la mañana, a las cuatro. El sol no salido todavía, el cielo estaba oscuro.

Por encima de la Academia de Magia en el cielo apareció una pequeña fragata de guerra.

Menvil se encontraba en la cubierta, mirando el cielo alrededor. Wardes, con pasos inaudibles, se acercó a Menvil por detrás.

El viento del lugar indicaba que estaban en el mismo cielo.

Wardes puso a prueba a Menvil.

¿Podría lograr este hombre que un plan tan complicado tuviese éxito? Tenía sus dudas.

Sin embargo, las dudas de Wardes parecian ser infundadas.

Sin siquiera notar ningún cambio en sus ojos, Menvil llamó a Wardes desde lejos.

- "¿Qué intenta ahora, vizconde?"

Wardes se sorprendió.

Menvil ni siquiera se giro.

Incluso si uno se daba la vuelta... estaba demasiado oscuro. No podrias distinguir una silueta acercandose.

Pero... ¿qué tipo de habilidades tendria para notar la presencia de Wardes a una distancia tan grande?

- "Esta todo bien, ya casi estamos allí."

Murmuró Menvil sin volverse. Wardes, sintiendo admiración, se acercó con cuidado a Menvil.

- "Tenemos suerte. Oh cielos, como atacantes, no debemos permitir que sepan por donde les atacaremos."

Se las habian arreglado para evitar los familiares de los magos que patrullaban el cielo... fue una casualidad conseguir llegar hasta allí sin ser vistos.

- "Para expresar nuestra gratitud, cuando volvamos a Albion, por favor, déjeme compensarte, vizconde."

- "No pienses demasiado en eso, piensa primero en cómo sobrevivir." Dijo Wardes. Menvil de repente sacó un bastón y apuntó a la piel del cuello de Wardes.

- "Cuida las palabras que salen de tu boca. ¿O quieres que te convierta en cenizas aquí y ahora?"

Wardes miró inexpresivamente a Menvil.

- "Estoy bromeando, vizconde. No me mire así."

Riendo, Menvil saltó desde la cubierta al aire.

Uno tras otro, los demás miembros, envueltos en telas negras, siguieron a Menvil.

Una gran cantidad de personas desaparecieron de la cubierta con una rapidez sorprendente.

Fouquet, llegó hasta allí, murmurando con voz desagradable.

- "Un tipo horripilante. Y terrorifico."

- "Pero tiene las habilidades necesarias. No podemos esperar más."

- "¿Es más hábil que tú?"

Fouquet se echó a reír, al preguntarle a Wardes maliciosamente.

- "Tal vez."

El Cuerpo de mosqueteros asigno dos miembros a la torre de artillería para custodiar el cañón.

Ese era el mayor número de soldados que el ejército podía permitirse usar como centinelas.

Algo se movió bajo la luz de la luna.

El miembro más experimentado de los dos estaba agachado en silencio, densenvolvio la pólvora y las balas de pequeñas bolsas de papel.

La otra mosquetero, siguiendo los movimientos de su compañera, también cargo la escopeta con pólvora.

Y cuando miró detenidamente... vio algo moviéndose en la oscuridad.

Pero antes de que pudieran abrir la boca, las gargantas de ambas fueron cortadas por magia de viento.

Los dos cuerpos fueron recogidos antes de golpear en el suelo. Sin hacer ruido, Menvil coloco a las mosqueteros en el suelo.

- "Mujeres. Aún son jovenes. Lamentable." Informo uno de los asesinos a Menvil con una sonrisa.

- "No hay lugar para cortesías, sea cual sea su edad, hombres y mujeres serán tratados igual."

Dijo Menvil, sonriendo avidamente.

- "Igual que la muerte."

- "Sólo no debemos matar a los niños nobles. Seran rehenes."

- "Aparte de ellos, ¿podemos matar a todos los demás?"

Murmuró Menvil, mientras jugueteaba con su bastón, alegremente.

Un miembro sacó un mapa.

Era un mapa de la escuela elaborado por Fouquet. Estaba cubierto con una tela especial que no filtraba la luz, pero iluminaba un poco el mapa.

Fijandose en los cadáveres de los guardias, uno de los miembros murmuró.

- "Los Guardias contaban unicamente con armas de fuego."

- "¿Cuantos magos tendran? Sin contar a los mosqueteros."

El miembro que estaba estudiando el mapa informó a Menvil.

- "Comandante, hay tres objetivos. Esta torre, la torre de los dormitorios y la torre de las clases."

Menvil dicto las órdenes rápidamente.

- "Voy a tomar la torre de los dormitorios. Jean, Ludwig, Germain, Attas... ustedes cuatro, junto con Giovanni iran a esta torre. Celestin y el resto a la última."

Los magos asintieron.


Tabitha se despertó.

Habia ruidos extraños proviniendo del patio.

Después de pensarlo un momento, finalmente decidió que la raíz de estos ruidos era Kirche. Salió de su habitación y se dirigió a la habitación de Kirche en la planta baja. Después de llamar a la puerta, Kirche, vestida sólo con un fino camisón sobre la piel desnuda y frotandose los ojos, apareció.

- "Oye... es demasiado pronto... el sol no ha salido todavía."

- "Sonidos extraños" Fue todo lo que dijo.

Kirche cerró los ojos.

- "Uwaaa." Kirche noto a su salamandra, Flame, golpeando la ventana.

- "¿Tu también?"

En el momento que Kirche volvio a abrir sus ojos, se había ido su somnolencia.

Kirche rápidamente se comenzó a vestir.

En el momento en que cogio su varita, el sonido de una puerta al romper se hizo eco.

Kirche y Tabitha se miraron.

- "Retirada" Murmuró Tabitha.

- "De acuerdo."

Sin saber el número de enemigos o su ubicación, tienes que hacer una retirada para recuperarte. Es básico en la guerra.

Kirche y Tabitha saltaron por la ventana y se escondieron entre los arbustos y desde allí observaban lo que estaba pasando alrededor.

Cada vez más brillante... el sol comenzó a elevarse.

En ese momento Agnes se despertó en su habitación y tomó la espada colgada en la cabecera de su cama.

Saco la espada de su vaina, y esperó junto a la puerta.

Estaba en el segundo piso de la torre de artillería. La habitación siempre se habia utilizado como almacén de armas y sólo recientemente la transformaron en dormitorio.

En total, doce miembros vivian allí.

Todos residían en la habitación de al lado.

Agnes noto el espejo colocado en el centro de la habitación. Era el "Espejo del mentiroso". Convertia lo feo en hermoso, lo bello en feo... en el espejo todo estaba patas arriba. Agnes intento no mirar el espejo mientras colocaba la trampa.

Cuatro personas lideradas por el mago mercenario Celestin subieron la escalera en espiral hacia el segundo piso de la torre de artillería. Tomaron posiciones en dos puertas.

Se colocaron dos hombres por cada puerta, mientras otro esperaba en el pasillo.

Abrieron las puertas de una patada.

En el centro de la habitación un imponente mago sostenia su varita.

Alarmados, los magos comenzaron a realizar sus conjuros.

- "Bam..."

Sin embargo, fueron golpeados por magia. Con el corazón atravesado por una lanza de hielo, Celestin cayó en el suelo.

Agnes, que estaba escondida detrás de la puerta , se dio cuenta del éxito de su plan.

Celestin confundió su propio reflejo en el Espejo del Mentiroso, colocado alli por Agnes, con un enemigo y lanzó un hechizo que se reflejo en el espejo y le atravesó el corazón.

Agnes sintio gratitud a Celestin por ser tan tonto como para dispararse a sí mismo con su propio hechizo reflejadolo en el espejo.

Otro asesino, entro a toda prisa en la habitación.

Pero la espada de Agnes le hizo un profundo corte en la garganta, y cayó.

Luego, sus mosqueteros salieron de la habitación.

- "¡Comandante Agnes! ¿Está bien?"

Ella asintió respondiendo su pregunta.

- "Estoy bien."

- "Dos personas se colaron en nuestra habitación. Ya hemos terminado con ellos..."

Dos personas en mi habitación. Dos personas en la siguiente. Cuatro en total...

Al parecer, esos ladrones se deslizaron en la torre de artillería para matarlas...

- "Perros de Albión."

Murmuró Agnes, rápidamente comprendio de dónde venían. El equipo estaba formado únicamente por magos. Era imposible confundirlos con simples ladrones. Eran mercenarios al servicio de Albion...

Agnes se preocupó por la situación del resto.

En ese momento, sólo quedaban chicas estudiando en la academia.

- "En dos minutos quiero que esteis completamente armadas y siguiendome" Ordenó Agnes a sus subordinadas.

Menvil se hizo cargo de los dormitorios femeninos sin ningún problema.

Las jovenes nobles estaban tan asustadas por su invasión que no mostraron ninguna resistencia. Tomo a todas las alumnas, sus varitas y las ato, aún vestidas con sus camisones de dormir, las llevo hasta el comedor donde las confino. Habia cerca de noventa personas.

Durante eso, sus compañeros de la otra torre se unieron a él.

Ver al director de la academia el Viejo Osman entre los secuestrados puso una sonrisa en la cara de Menvil.

Menvil tenia ahora a todos los cautivos reunidos en el comedor y con las manos atadas a la espalda.

Gracias a la magia del hechizo que alguien recito, las cuerdas se ataron en torno a sus muñecas por sí mismas.

Todos los profesores y estudiantes eran mujeres y estaban temblando.

Menvil murmuró dulcemente a todos.

- "Cálmense, si nadie intenta hacerse el heroe o no hacen ruido, y si ustedes hacen lo que se les dice nadie saldra herido."

Alguien empezó a llorar.

- "¡Silencio!"

Sin embargo, la alumna no dejo de llorar. Menvil se acercó y la señaló con su bastón.

- "¿Te gustaria convertirte en cenizas?"

Las palabras no eran una amenaza directa, pero podian ser entendidas como tal. La alumna dejó de llorar.

Osman abrió la boca.

- "Hey tu."

- "¿Qué?"

- "No use la violencia contra mujeres. Albion nos quiere de rehenes, ¿no? Para utilizarnos como moneda de cambio en negociaciones, ¿cierto?"

- "¿Cómo lo sabes?"

- "La experiencia me dice que vendrian a hacer desde tan lejos... Es facil ver el motivo por el cual estan aqui. Con seguridad no vinieron por riquezas. Por tanto, sea más paciente."

- "¿Y que valor puedes tener tu Viejo?"

Los mercenarios se rieron en voz alta.

- "¿Como de importante es un viejo para el país? Considerelo."

Cuando Osman agacho la cabeza, los intrusos comenzaron a comprobar los alrededores del comedor Alvíss.

Se podia leer claramente, "No quiero estar aquí", en las caras de los magos.

Fuuun, Osman comenzo a pensar. Puede que todavía tengan una oportunidad.

- "Viejo, ¿estas son todas las personas que habia en la academia?"

Osman asintió.

- "Si. Son todos los que hay."

A continuación, los mercenarios observaron que sus compañeros no habían regresado de la torre de artillería. ¿Están tomandose su tiempo? No, sacudió la cabeza. Cuanto más tiempo tarde, más posibilidades tiene el enemigo de conseguir refuerzos. Ya deben ser conscientes de esto. Penso Menvil.

Desde fuera de la sala se oyó una voz.

- "¡Los que estan encerrados en el comedor! ¡Escuchen! ¡Somos mosqueteros de Su Majestad!"

Menvil y los otros se miraron entre sí. Aparentemente Celestin fallo. Sin embargo, ninguno de los mercenarios cambio su postura. Uno de los mercenarios hecho una mirada glacial a Osman.

- "Hey hey. ¿No dijiste que eran todos?"

- "Los Mosqueteros no forman parte del personal" Dijo Osman calmadamente.

Con una sonrisa en sus labios, Menvil se acerco a las puertas para negociar con los mosqueteros que estaban fuera del comedor.

Agnes estaba escondida detrás de la escalera de la torre de astrologia. Ella llevó un grupo del personal plebeyo fuera del patio para que no involucrasen demasiado en el incidente.

El sol del amanecer no había salido todavía.

En la puerta de la sala apareció un mago de aspecto fuerte. La luz de la luna como una laguna entre las nubes iluminaba su figura.

Agnes apoyo su dedo sobre el gatillo, mientras que con el objetivo de su pistola apuntaba al mago.

- "¡Escucha! ¡Ladrón! ¡somos mosqueteros de Su Majestad! ¡Un batallón de nuestras tropas os tenemos a ti y a tus malditos cómplices rodeados! ¡Liberad a los rehenes!"

El "batallón de tropas" de Agnes era un engaño. En realidad, sólo había unas diez personas.

Desde el comedor llegaron unas fuertes risotadas.

- "¡No hemos podido pasar por alto un batallón de mosqueteros!"

- "Estos mosqueteros han matado a cuatro de vuestros compañeros ya. Si os entregais pacíficamente respetaremos vuestras vidas."

- "¿Renunciar? ¿No acabamos de iniciar las negociaciones ahora? Bueno, llamen a Henrietta aquí."

- "¿Su Majestad?"

- "En efecto. Y por el momento, queremos la promesa de que retiraran sus soldados de Albion. Mi cliente parece odiar que sus soldados ensucien la superficie del país con sus zapatos."

Por lo general, el ejército no iba a dar marcha atrás por un rehén. Sin embargo... al ser noventa hijas de nobles las que habian sido tomadas como rehenes, sería una cuestión diferente. La retirada de las tropas de invasión era una posibilidad real.

Es mi responsabilidad. Agnes mordio un poco su labio inferior.

Ella trató de concentrarse... Un error es un error. Las personas de La Corte... Ellas son mi responsabilidad.

Un mosquetero susurró a Agnes en el oído.

- "...Se podría enviar un correo a Tristain y pedir refuerzos."

- "Es inútil. No importa cuántos soldados tenemos, siempre y cuando ellos tengan a los rehenes."

Viendo como se consultaban, Menvil gritó.

- "Hey, recuerda. Siempre que llames un nuevo soldado, morira un rehén. A las únicas personas que puede invitar aqui son el cardenal o Henrietta. Comportate bien. ¿De acuerdo?"

Agnes no dijo nada.

A continuación, Menvil gritó de nuevo.

- "Decidimos que en cinco minutos. Segun se llamase a Henrietta o no. Si no hay respuesta al cabo de cinco minutos, un rehén morira cada minuto que pase."

Otro mosquetero llamo la atención de Agnes.

- "Comandante Agnes..."

Agnes apretaba dolorosamente sus labios.

En ese momento...

Una voz sonó desde atrás.

- "Comandante."

En cuanto miro alrededor vio a Colbert de pie y mirando con sorpresa hacia el Salón Comedor Alvíss.

- "No se involucre" Dijo Agnes, tratando de interponerse en el camino de Colbert.

- "Usted seria capturado."

- "Mi laboratorio está en la torre. ¿Qué sucedio?"

Agnes se molesto con la despreocupada actitud de Colbert.

- "¿No lo ve? Sus estudiantes han sido capturadas por secuaces de Albion."

Colbert miró sobre su hombro y, una vez se dio cuenta del mago que estaba de pie delante del comedor, su rostro empalidecio.

- "Basta ya. Alejese."

Molesta, alejo a Colbert.

- "¡Chisst, Señorita mosquetero."

Estaban llamadola de nuevo detrás. Esta vez eran Kirche y Tabitha, que estaban situadas en el sombras sonriendo.

- "¿No son estudiantes? Gracias a Dios que están bien."

- "Oye, tenemos un buen plan..."

- "¿Plan?"

- "Si. Ahora no puede rechazar ninguna ayuda."

- "¿Y cuál es ese plan?"

Kirche y Tabitha explicaron su plan a Agnes.

Agnes, después de escucharlo, se rió.

- "Suena divertido."

- "¿Qué te parece? Es el único plan que tenemos."

Colbert, al escuchar el plan se opuso a ella.

- "Es demasiado peligroso. Los enemigos son mercenarios. No puedes pensar en serio que esos trucos baratos funcionaran."

- "Nadie se preocupa por su opinión, maestro."

Dijo Kirche, que no trataba de ocultar su desprecio.

Agnes dejó de prestar atención a Colbert completamente.

- "Ellos no saben de nosotros. La clave aquí es la sorpresa."

Susurró mientras señalaba con el dedo a Kirche, Tabitha y a si misma.

Menvil estaba sentado en una silla mirando un reloj de bolsillo que estaba sobre la mesa.

Tick tick... la aguja del reloj se movía.

- "Pasaron los cinco minutos."

Al oír esto, las estudiantes se estremecieron. Si no habia noticias sobre que Agnes hubiese llamado a Henrietta después de los cinco minutos, Menvil dijo que mataria a alguien.

- "No guarden rencor contra mí" Dijo Menvil, sacando su bastón.

- "Cogeme a mí."

Murmuró Osman, pero Menvil sacudió la cabeza.

- "Son necesarias como clave en la negociación. Hey, ¿quién será? Tu eliges."

Era una pregunta indescriptiblemente cruel. Nadie respondió por el shock.

- "Entendido. Entonces escogere yo. No me guarden rencor."

Sin embargo, en el momento en que Menvil dijo eso...

Un pequeño globo de papel voló por el comedor.

Y una vez que todos los ojos se centraron en el...

El globo de papel estalló con una explosión muy fuerte.

Con esto, cegando la visión un amarillento polvo de fosforo salió volando del globo.

Fue dirigido expandiendose por el comedor con el viento de Tabitha y se iluminó con la magia de Kirche de fuego.

Las alumnas gritaron.

Los magos que miraron directamente estaban ahora tapando sus caras.

Kirche, Tabitha, y los mosqueteros con las armas a punto irrumpieron en la habitación.

La estrategia parecía ser un éxito.

Pero...

Una gran cantidad de proyectiles de fuego volaron dirgiendose hacia Kirche.

Kirche, que habia bajado la guardia creyendo que tuvieron exito, disparo sus propias bombas de fuego.

Entre una llamarada tan violenta, la pólvora de la pistola de un mosquetero cercano explotó.

Varios de sus dedos fueron cercenados, y el mosquetero rodo por el suelo sosteniendo su mano.

Kirche intentó levantarse pero no se dio cuenta del hechizo que iba destinado a ella.

Una bomba de fuego explotó delante de su vientre, y ella recibió toda la fuerza de la onda de choque desde una distancia demasiado cercana, grito.

Envolver en llamas, era un ataque eficaz. Aunque se necesitaba tiempo para que la llama quemase... pero una explosión provocaba un impacto instantáneo. Al contrario que incendiar lentamente.

Vio a Tabitha tambaleante tratando de ponerse de pie.

Pero entonces otra onda de choque le golpeó en la cabeza... y ella cayó al suelo de nuevo.

Menvil apareció entre un humo blanco.

Menvil apareció entre un humo blanco.

¡Un hechizo! Pero no tenia ninguna varita mágica.

Entonces se dio cuenta de que había una tirada en el suelo.

Intento acercarse, tratando de cogerla pero alguien puso un pie encima.

Menvil destacaba sobre Kirche, mirandole hacia abajo ella.

-"Penoso... bombas de luz sólo para cegar la vista..."

Dijo Menvil mientras sonreía.

En ese momento Kirche lo noto.

Los ojos de Menvil no se movían en absoluto.

- "Sus ojos..."

Menvil extendio sus dedos hacia uno de sus ojos.

Y lo sacó. Un ojo artificial.

- "No sólo mis párpados se quemaron, mis ojos también. No puedo ver la luz."

- "Cómo... cómo..."

Menvil se movía como si fuese capaz de ver.

- "Una serpiente encuentra a su presa por la temperatura."

Menvil rió.

- "Soy un usuario de magia de fuego, por lo tanto soy muy sensible a la temperatura. La distancia, la posición... se pueden saber todos estos detalles por conocer cuán alta o baja es la temperatura. Puedes incluso reconocer a personas diferentes si sabes su temperatura."

El pelo de Kirche se erizo por el miedo.

¿Quién es este hombre...?

- "¿Tienes miedo? ¿Asustada?"

Menvil rió.

- "Cuando los sentimientos de alguien se vuelven un caos, también cambia su temperatura. Los cambios de temperatura pueden decir muchas cosas sobre lo que piesas."

Las fosas nasales de Menvil se dilataron al inhalar.

- "Yo quiero oler."

- "¿Eh?"

- "Tu aroma a quemado, lo quiero oler."

Kirche temblaba.

Por primera vez en su vida sentia autentico miedo.

Temia que la reina de fuego susurrase "no..." como una niña pequeña. Sin embargo, Menvil forzo una sonrisa ansiosa y dijo.

- "¿Cómo te gustaría ser quemada? Hay muchas maneras diferentes de incendiar a alguien. Sera a ti a la que queme."

Sin estar preparada por lo que pudiese venir, Kirche cerró los ojos.

Menvil saco su vara, pero en el momento en que las llamas se comenzaron a reunir alrededor de Kirche...

El fuego fue repelido por otra llama.

Cuando Kirche abrio levemente los ojos, vio...

A Colbert de pie junto a ella, con una varita en la mano.

- "¿... Maestro?"

Con rostro frío como el hielo, Colbert murmuró.

- "¡Aléjate de mis alumnos."

Como si hubiera dado cuenta de algo, Menvil miró.

- "¡Oh, tu...! ¡Tú! ¡Tú!"

Con una alegre expresión en su rostro, Menvil exclamo.

- "¿Mi sentido de la temperatura me engaña?! ¡Tú! ¡Eres Colbert! ¡Yo perdi contra ti! ¡Es la voz de Colbert!"

La expresión de Colbert no habia cambiado. Él miraba obstinadamente a Menvil.

- "¡Soy yo! ¿Lo has olvidado? ¡El Comandante Menvil! ¡Aaah! ¡Hace tanto tiempo!"

Menvil extendio sus brazos y gritó feliz.

Colbert frunció sus cejas.

Ese rostro tenía algo oscuro en el.

- "Tú..."

- "¿Cuántos años han transcurrido desde nuestra última reunión? ¡Haaa! ¡Capitán! ¡Veinte años! ¡Eso es demasiado!"

¿Capitán?

¿Qué significaba eso? Las estudiantes comenzaron a susurrar.

- "¿Qué? ¡Capitán! ¿Usted es ahora profesor? ¿No es gracioso? ¡Tu... eres profesor! ¿Qué enseñas precisamente? El hombre al que llamaban "La Serpiente de Fuego"... ¡Ja, ja, ja! ¡Hahahahahahahahahahahaha!"

Menvil gritó riendose.

- "Voy a explicaros. Este hombre es un usuario de la magia de fuego anteriormente llamado "La Serpiente de Fuego! Era el Comandante de las tropas especiales... Fuesen mujeres o niños... no le importaba, el quemaba completamente a todos ellos."

Kirche miraba a Colbert.

- "¡Y él fue el hombre que destrozo... mis ojos!"

Colbert tenia algo que emanaba miedo.

El aura en torno a él se sentia muy diferente de lo normal.

Quemando a su propia gente, aun siendo Kirche del linaje Zerbst, nunca participo en atrocidades asi.

Después de todo, los nobles tenian duelos.

Sin embargo, el aura que Colbert emanaba hoy era diferente.

Si le tocases... te quemarias.

Te quemarias y moririas.

El olor de la carne quemada, el olor de la muerte.

Impulsandose desde la punta de la varita mágica de Colbert, una enorme serpiente de fuego, aunque parecía demasiado grande para la delicada varita, surgió. La serpiente mordio la varita de un mago, que había silenciosamente empezado a cantar un hechizo.

La varita mágica se convirtió en cenizas en un instante.

Colbert sonrió.

Una sonrisa fría carente de sentimientos, como un reptil.

Colbert preguntó a Kirche que le miraba en estado de shock.

- "Señorita Zerbst. ¿Te acuerdas de las características del elemento fuego?"

Desde el borde de su labio mordido, se escurría un chorro de sangre.

Sangre roja, como el fuego, como el manto de Colbert.

- "... Las características del fuego son pasión y destrucción."

- "El propósito de la pasión en el Fuego es unicamente destrucción. Eso es lo que piensas. Hace veinte años yo pensaba lo mismo."

Murmuró Colbert con una voz inusual.

- "Sin embargo, es como dices."

La luna se escondió detrás de una nube de nuevo.

Su figura se volvió negra como si hubiese sido pintada con un pincel oscuro.

Una lucha en la oscuridad era difícil para un hombre común. Porque no puedes ver a tu oponente.

Sin embargo, para un usuario de magia de fuego que esta ciego no hay luz desde un principio, con lo que la oscuridad no es una desventaja en absoluto.

Eso pensaba Menvil mientras agarraba su bastón y preparaba un hechizo.

Hace 20 años mi fuego fue derrotado.

Fue debido a mi inmadurez.

Sin embargo, ahora es diferente.

Con el tiempo me he hecho mucho más fuerte.

Perdi la luz, pero a cambio mi fuego gano fuerza.

Los sentidos internos de mi cuerpo se agudizaron y los nervios son el doble de fuertes.

Ahora puedo detectar incluso los cambios más sutiles en el aire.

La temperatura de una persona, colorea una sombra en el flujo del aire y el efecto se proyectaba en la mente de Menvil.

- "Llevate a tu amiga y escapa de aquí."

Kirche asintió con la cabeza, y apoyandose en Tabitha, trataron de huir. Sin embargo, un mago escondído en el comedor, disparó una flecha de hielo hacia sus espaldas.

Una fina llama salio de la vara de Colbert entrelazandose con la flecha.

La flecha de hielo se derritio y cayó.

Colbert, una vez desató la llama, la llama de Menvil voló.

Bola de fuego.

Una bola de fuego que seguia los movimientos de Colbert...

Sin embargo, se quemo al instante por la llama que Colbert saco de la varita mágica.

- "Fufu, no."

Una bola de fuego que seguia los movimientos de Colbert... Sin embargo, se quemo al instante por la llama que Colbert saco de la varita mágica.

Menvil lanzó una llama tras otra, dirigiendolas hacia Colbert.

De repente acorralo la defensa de Colbert.

En la oscuridad escapaba de un lado a otro tratando de escapar de ellas.

Incluso si queria atacar, en la abrumadora oscuridad en la que estaba Menvil no era algo fácil de hacer.

- "¿Le pasa algo malo? ¿No esta bien capitán? ¡No se limite a correr alrededor!"

Menvil disparó una bola de fuego tras otra. El borde del manto de Colbert estaba chamuscado.

- "¡Muy mal! ¡Sólo consegui chamuscar tu manto! ¡Lo siguiente sera tu cuerpo! ¡Quiero oler tu cuerpo quemado! ¡Este soy yo! ¡Uwaha! ¡Uha! ¡Hahahahahahahaha!"

Usando una sonrisa teñida de locura, Menvil lanzó sus llamas.

- "Kuu..."

Colbert disparó su propia llama magica hacia la fuente de las llamas de Menvil.

Sin embargo, no hubo respuesta.

Menvil se movio a la vez cuando el hechizo fue lanzado y desapareció en la oscuridad, no dio a Colbert la posibilidad de un contraataque.

Uno no puede atacar a un oponente que no puede ver. Colbert, frunció el ceño.

- "¡Aquí! ¡Capitán!"

Sin embargo, su posición era demasiado clara para Menvil ya que podía "ver" en la oscuridad.

Colbert se escondio en los arbustos, y luego trató de ocultarse en la sombra de la torre. Sin embargo, no era posible escapar de Menvil, podía rastrear la temperatura con gran exactitud.

Colbert, corriendo y tratando de escapar al mismo tiempo, pronto se encontró en el centro de la plaza. No tenia lugar donde ocultarse.

- "El mejor escenario que podia preparar, Capitán. No puedes huir. No puedes ocultarte en ningun sitio. Rindete."

Colbert respiro profundamente.

Y le habló a Menvil dirigiendose hacia la oscuridad.

- "Jóven Menvil, tengo que pedirte un favor."

- "¿Qué? ¿Quieres quemarte sin sufrir? Por los buenos viejos tiempos, te quemare en un instante."

Con una voz perfectamente tranquila, Colbert comento.

- "Quiero que te rindas. Decidi no matar a nadie con magia."

- "Hey hey, ¿Perdiste el juicio? ¿No puedes entender la situación en la que te encuentras? No puedes verme. Pero yo si puedo ver perfectamente. ¿Dónde ves la oportunidad de ganar?"

- "Aún así, te lo suplico. De verdad."

Colbert, cayó de rodillas y se inclinó. La voz de Menvil estaba llena de disgusto.

- "Yo... yo he estado persiguiendo a un cobarde durante veinte años... no sirves para nada... no puedo permitir esto... No puedo permitir que me hagas esto. Te quemare poco a poco, tomandome mi tiempo, sin ningun tipo de compasión, de la cabeza a los pies."

Menvil comenzó a pronunciar un conjuro.

- "Incluso si te lo pido, no escuchas."

Continuo Colbert.

- "No soy lo suficientemente persistente."

Colbert, sacudió la cabeza con tristeza y señaló con su varita mágica hacia el cielo.

Disparo una pequeña bola de fuego.

- "¿Qué? ¿Planea iluminar todo? Lamentablemente, esa cantidad de fuego no es suficiente para iluminar todo el área de alrededor."

Como Menvil dijo. La pequeña bola de fuego sólo ilumino ligeramente su entorno. No podia sustituir al sol.

En el momento en que Menvil terminaba su hechizo...

La pequeña bola de fuego que colgaba en el cielo exploto.

La pequeña explosión aumento en un instante.

Fuego, fuego, tierra. Una tierra y dos fuegos.

Usando "Alquimia" el vapor de agua en el aire se convirtió en petróleo.

Con una chispa se convirtió en un enorme incendio...

La combustión del enorme incendio consumia todo el oxígeno alrededor, causando la asfixia y la muerte a los seres vivos que permanecian dentro de su rango.

Era una incomparable "bomba de fuego."

Menvil, al abrir su boca para cantar el hechizo, sintió como robaban el oxígeno de sus pulmones y se ahogó en un instante.

Si el enemigo se esconde en la oscuridad... enviale a la oscuridad.

Como ese hechizo mataba a todas las personas cercanas. Colbert no lo habia utilizado hasta que llego al centro de la plaza.

Colbert se dio la vuelta y, manteniendo la boca cerrada, se acercó al inerte Menvil.

- "No te has podido convertir en una serpiente completa, teniente."

Susurró Colbert, mientras miraba friamente la cara de Menvil dibujada en el dolor.

Las noticias sobre la derrota de Menvil sacudieron la moral de sus mercenarios.

Kirche, Tabitha y los mosqueteros que no estaban heridos no perdieron tiempo y se lanzaron de nuevo a la batalla.

Dentro, los gritos de las alumnas se extendian por el colegio, un mago que hacia de barricada en el comedor fue derribado.

Agnes apuñalo al último mago con su espada.

- "¡Kuu!"

Sin embargo, la espada no salió.

El último mago lanzó un hechizo dirigido hacia Agnes...

Volaron muchas flechas mágicas.

Kirche, Tabitha y los otros mosqueteros no fueron capaces de reaccionar a tiempo.

Una sombra negra se interpuso en su camino.

Bloqueando las flechas antes de que alcanzasen a Agnes con su propio cuerpo. Pronunció un hechizo y una serpiente de fuego voló de la punta de la varita mágica quemando la varita que utilizaba el otro mago.

Agnes miraba blanca de sorpresa a Colbert.

Colbert abrió los ojos ampliamente.

La voz que escapó de su boca estaba llena de preocupación por Agnes.

- "¿... Estás bien?"

Mecánicamente, Agnes asintió.

Al momento siguiente Colbert se derrumbo en el suelo, tosiendo sangre.

Las estudiantes corrieron asustadas y comenzaron a proferir hechizos de recuperación en Colbert.

Sin embargo... la lesión era grave.

Interna...

Agnes una vez recuperada apunto con su espada a Colbert.

Conmocionados, las estudiantes miraban a Agnes.

- "¡Espera! ¿Qué estás haciendo?" Gritó Kirche.

Colbert, debilmente miro a la cara a Agnes.

- "Tú... ¿Tú eres el líder del Grupo Experimental de Investigación Mágico? ¿Usted rompió la lista del almacen de material militar?"

Colbert asintió.

- "Entonces tengo que algo decirte. Soy la unica superviviente de D'Angleterre."

- "...Ya veo."

- "¿Por qué se destruyo mi ciudad natal? Responde."

- "¡Para! ¡Esta herido! ¡Mal herido! ¡No hables!"

Gritó Montmorency, que desesperadamente trataba de realizar un hechizo curativo magico de agua.

- "¡Responde!"

Colbert respondió mirando hacia abajo.

- "... Fue una orden."

- "¿Orden?"

- "... Se informó de una epidemia allí. Para evitar su propagación se nos dijo que lo incendiaramos. Lo quemamos a regañadientes."

- "Idiota... Eso era una mentira."

- "... Después, yo tambien lo averigÜe, resumiendo, todo fue culpa de "La Caza a la Nueva Religión". La culpa me atormenta todos los días. Es... como Menvil dijo. Mujeres, niños... queme todo. No estaba permitido. Pero el recuerdo todavía me persigue. Dejé el ejército. Juré... no utilizar el fuego para destruir nunca mas."

- "¿... Pero los sentimientos no detuvieron tu mano?"

Colbert, sacudió la cabeza.

Después de eso... poco a poco cerró los ojos. A pesar de que Montmorency desesperadamente intentaba mantener el conjuro... su fuerza de voluntad se fue drenado al pasar el tiempo... se desmayó y cayó al suelo. Para que el hechizo de "curación" sanase una herida tan grave, era necesaria una medicina especial... pero allí y en ese momento no había ninguna.

Por lo que, aunque su fuerza de voluntad tratase de sustituir ese medicamento... tenía sus límites.

Después otras usuarias de magia de agua se quedaron sin fuerza de voluntad una tras otra y se desmayaron. Con muchos magos desmayados en torno a Colbert, Agnes levantó la espada.

Sin embargo, protegieron a Colbert... Kirche lo cubrió con su cuerpo. Su eternamente presente tonta sonrisa había desaparecido de sus labios. Con seriedad, Kirche, dijo.

- "¡Por favor, basta!"

- "¡Fuera! ¡Yo viví esperando este día! ¡Veinte años! ¡Veinte años he esperado este día!"

- "Por favor. Por favor."

- "¡Fuera!"

Agnes y Kirche se miraron.

En el momento en que la tensión en el aire estaba a punto de cortarse...

Kirche agarró la muñeca de Colbert.

- "¡He dicho fuera!"

Kirche respondió con una voz firme como una piedra.

- "Por favor, baje la espada."

- "¡Deja de bromear!"

Kirche sacudió la cabeza y murmuró.

- "Está muerto."

Con estas palabras, la muñeca de Agnes perdio su fuerza.

Impresionada, Agnes cayó de rodillas. Su cuerpo comenzó a temblar poco a poco.

- "... Mantenga su rencor si lo desea. Sin embargo, al menos reze. Puede que el Maestro Colbert fuese su enemigo... pero la salvo. La protegio con su cuerpo y la salvo."

Dijo Kirche, con voz entrecortada.

Agnes se levantó de nuevo sin fuerzas, y dijo dos palabras, tres palabras, palabras que no pudieron llegar a ser oidas. Entonces levantó la espada y la bajó. Las estudiantes evitaron mirar, sólo Kirche no cerró los ojos y miró.

La espada golpeo en el suelo, junto a Colbert.

Girando sobre sus talones, Agnes comenzó a alejarse lentamente.

Después de que Agnes desapareciese... Kirche trato de cargar el cuerpo de Colbert, un rubí rojo brillaba en su dedo.

Un rubí rojo, como el fuego ardiendo.

Mientras miraba el rubí... lágrimas escaparon de los ojos de Kirche.

Era el anillo que me dio.

Él le habia dicho: "Le entrego esto a mis estudiantes", y le dio el anillo, cuando estaba actuando como una niña malcriada. Recordandolo, Kirche comenzó a llorar.


En la cubierta del Redoubtable Malicorne y Styx se sentaron con palidas caras de sorpresa...

El número de buques de guerra había sido reducido a dos tercios mientras se iba la flota de Albión.

La flota de Tristain ganó la batalla. De alguna manera fueron capaces de repeler a la flota de Albión. La flota de Albión habia perdido más de la mitad de sus barcos y se apresuraron a escapar.

Fue una gran victoria.

Pero... Pensaba Malicorne.

¿Es esto una victoria?

Estaba vivo sólo para ver devastación. Era como un cuadro del infierno. La cubierta estaba ardiendo como leña en una chimenea, tenian demasiadas pérdidas en todas partes. El número de armas navales de babor se redujo a la mitad, la de estribor... perdieron completamente todas las baterías en cada cubierta.

Después de recibir cinco impactos directos, la bateria estribor del Redoubtable fue aniquilada.

200 personas de las 600 de la tripulación estaban muertos o heridos.

Sin embargo, el Redoubtable todavía surcaba el cielo.

Malicorne también estaba vivo.

Sobrevivir a los hechizos de aire, los disparos y las balas de cañón... Supongo que debe ser suerte. Siempre que pasaba un nuevo barco enemigo, Malicorne creaba una nube oscura mientras gritaba. De lo contrario, se habría desmayado del miedo. No tenía ni idea de si era eficaz o no.

- "Styx."

Dijo Malicorne con voz agonizante.

- "¿Qué?"

Respondió Styx con una voz agotada.

- "La vida es una cosa extraña, ¿no te parece?"

- "Estoy totalmente de acuerdo contigo."

En la cubierta, Bowood y el comandante de un buque de guerra caminaban. Hablaban sobre el progreso de la batalla.

El cadete a oficial que guiaba a ambos, vio a dos personas sentadas en la cubierta y gritó.

- "¡Hey! ¡Tú! ¡No hay tiempo para sentarse! ¡Levántense! ¡Levántense ahora!"

A toda prisa Malicorne y Styx se pusieron de pie.

- "Empezad a prepararse. Esperen con los comandantes y los cadetes dentro."

Malicorne y Styx se miraron. Acababan de sobrevivir a una batalla mortal. ¿Cómo pueden comenzar a prepararse tan enérgicamente para otra?

- "¡Muévanse! ¡No hagan esperar a los oficiales!"

Entonces... Bowood aconsejo al oficial con una sonrisa.

- "¡Ah, Mayor, acaban de experimentar su primera batalla en esta campaña. Deberia dejar que tomen un descanso hoy!

- "¡Ah! Pero, sin embargo..."

- "Creo que esta es la primera vez que huelen el humo de la pólvora ¿Verdad? También tuve una primera vez."

Oyendo al oficial de Albion hablar así, el oficial Mayor asintió.

- "Muy bien, pueden tomar un descanso esta noche."

Aliviados, Malicorne y Styx saludaron. Malicorne los vio irse y murmuró.

- "Irónicamente, fuimos salvados por una persona de Albion."

- "Cierto."

Mumuró Styx débilmente y ambos se dejaron caer sobre la cubierta de nuevo.

En la sala de planificaciones estratégicas del Varsenda, el General Poitiers recibio el informe.

Venía de Rosais, de un explorador dragón de la primera unidad. El General Poitiers sonrió gozoso.

El Jefe del Estado Mayor Wimpffen, observo el rostro de su oficial superior.

- "Las noticias deben ser buenas" Murmuró.

- "Dice que las tropas en la zona de Rosais se han ido. La usuaria del Vacío ha logrado atraer al enemigo a Dartanes."

- "Esto es sólo el primer obstáculo."

Poitiers, confirmo con la cabeza y dio una orden.

- "Que todos los buques de la flota pongan rumbo a Rosais. Tenemos que tomar decisiones para el aterrizaje. Reúnanse todos los comandantes."

El mensajero tras recibir las instrucciones del general, salió corriendo.

Poitiers asintió.

- "Ahora bien, me pregunto si podre llegar a ser mariscal de campo ahora o no, no quiero esperar una semana más."

Incluso si el aterrizaje tenia éxito, esperaba probablemente una lucha dura.

Albion todavía tenía 50.000 soldados descansados.

En el cielo de Dartanes, el avión de Saito se dirigió hacia el punto de encuentro con la flota de Tristain.

El plan consistía en unirse a la flota en el límite de Albión.

Saito, sentado en el asiento del piloto, permanecio en silencio durante un largo tiempo.

Cualquier intento de Louise de hablar, él no respondió.

Sólo una vez Saito abrió la boca.

- "Ellos..."

- "Sí."

Sin embargo, Saito no dijo nada desde entonces.

Louise encontró una carta dentro del manual de Colbert. Pero debido a la locura a su alrededor ella no le habia prestado atención.

- "Una Carta."

Esto llamo la atención de Saito.

- "¿Una Carta"?

- "Sí. Del profesor Colbert. ¿La leo?"

Saito asintió.

Louise abrió la carta y empezó a leer en voz alta.

Saito-kun, ¿fue mi invento útil?

Si es así, entonces me alegro. Por ti... no, para todos los estudiantes, no sólo como maestro, me haria feliz saber si he sido de alguna utilidad para ti. Muy feliz.

Ahora... ¿Por qué me he decido a escribir esta carta hoy...? Tengo una petición. No, nada raro. Y no se trata de dinero.

En cuanto al discurso, es sobre un sueño que tengo.

Si las cosas que uno sólo puede hacer con magia, se pudieran hacer con tecnología que todo el mundo pudiese utilizar.

¿La viste? A la Feliz Pequeña Serpiente.

Bueno, ciertamente no es sólo un juguete...

Espero que algun dia se use esa espléndida tecnología.

Ese es mi sueño.

Estamos llegando a el, aunque todavía estoy preocupado si en decirte una cosa o no...

En el pasado, cometi un pecado.

Un crimen demasiado grande.

Es tan grande que nunca será perdonado.

Para intentar redimir este crimen me he dedicado a la investigación...

He estado pensando recientemente.

No, mi crimen nunca será perdonado.

Incluso si mis inventos son útiles... No borran el pecado cometido.

Por lo tanto, quiero que me prometas una cosa.

Mira, te enfrentaras a gran cantidad de situaciones difíciles.

Vas a ir a la guerra, y verás mucha gente morir.

Pero...

No te acostumbres a ella.

No te acostumbres a la muerte de personas.

No pienses que es natural.

En el momento que lo hagas... algo se rompera.

No quiero que te conviertas en alguien como yo.

Por lo tanto, te pido repetidamente.

No te acostumbres a la guerra.

No te acostumbres a matar.

No te acostumbres a la muerte.

Detrás de las nubes... se podia ver las flotas unidas de Tristain y Germania a la salida de Rosais.

Su número había disminuido mucho.

Sin embargo... la mayoría de los buques estaban todavía intactos, probablemente ganaron la batalla.

A pesar de que ganaron, los que sobrevivieron parecían agotados. Muchos de los cascos de los barcos estaban dañados, se rompieron los mástiles. Habia barcos que perdieron los cañones también.

Louise siguió leyendo la carta en voz alta.

Louise siguió leyendo la carta en voz alta.

Bueno, mi petición está llegando a su fin.

¿Recuerdas lo que me dijiste una vez?

Que venías de un mundo diferente.

En ese mundo tuyo, las máquinas voladoras que utilizais para navegar por el cielo, y la tecnología esta mucho mas desarrollada que en Halkeginia, ¿verdad?

Esto es lo que me gustaría ver.

Podría usarlo en mi investigación.

Por lo tanto, cuando vayas al este... quiero ir contigo.

No, no estoy bromeando. Es en serio.

Por lo tanto, no mueras.

Regresa con vida.

Incluso si no puedo ir al este contigo.

P.S.(Posdata)

En ese mundo, ¿los "coches" pueden ser utilizados por todo el mundo y conducir en las carreteras?

¿Hay cajas pequeñas con las que uno puede comunicarse entre largas distancias?

¿Ha llegado realmente una persona a la luna?

Poder hacerlo sin magia, debe ser realmente maravilloso.

Quiero ver ese mundo.

- "Eso es todo. Que persona tan curiosa. Realmente quiere ir a tu mundo."

Saito, mientras respiraba, se lo agradeció a Louise.

- "Gracias."

Louise abrazó suavemente el cuello de Saito. Y murmuró:

- "Idiota. ¿Por qué lloras?"

- "... Tenía ganas de llorar."

- "... Han ocurrido muchas cosas hoy, estás cansado. Una vez volvamos al barco, descansaremos un poco."

Louise cerró los ojos, y le besó el cuello a Saito.

Una vez apareció el Varsenda, Saito dirigio la nariz del avión hacia el.

En el soleado día, la flota llena de hollín parecía que estaba teñida de una hermosa pintura negra.


capitulo 7 Volver a la Página Principal volumen 7