Maru-MA Volumen 02 Capítulo 10

From Baka-Tsuki
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—¡Que perspicaz es Su Majestad, haber visto esta escritura tan pequeña! —exclama Günter asombrado mirando a Mörgif en su estante. Hoy mi tutor viste un atuendo similar al de un sacerdote color blanco crudo y unos anteojos de borde estrecho, su cabello grisáceo está atado hacia atrás en un moño. De verdad es hermoso.

Las mujeres probablemente harían fila en tumulto fuera de la organización maligna que lo tiene contratado, sin importarles si van a ser convertidas en cyborgs si es que lo hace un científico como él. Pero han sido mal informadas, señoritas. Si se dan cuenta del hecho de que tiene más de ciento cincuenta años verían que esos anteojos de seguro no son solo de decoración.

—Sí, ciertamente hay algunas frases grabadas en la parte trasera de la guarda. Llama mi nombre y cruzare el mundo hacia ti. Mi nombre es Willem Dussollier Eli de Mörgif. Incluso si la piedra en mi frente se pierde y me veo reducida a una mera espada, permítame acompañarlo al campo de batalla como su leal sirviente, oh Maou, y juntos destazaremos a quien se nos oponga. —¿A-así es como se supone que había que leerlo?

Guau, realmente estoy al nivel de comprensión de un niño.

—Pero estoy muy interesado en el hecho de que a pesar de que Su Majestad no puede leer las palabras recorrieron su mente al tocarlas. Como sospeché, no solo es un mazoku, sino que le ha sido otorgado un don extraordinario.

—¡Tal vez es psicometría! Ese superpoder de conocer algo solo con tocarlo.

—¿Psicometría? ¿No es eso donde le hacen muchas preguntas e intentan describir su personalidad?

Luego de nuestro regreso en el crucero de lujo le mostré a Günter a Mörgif, que ha sido degradada al nivel de una espada completamente normal. Él y Gwendal vinieron a darnos la bienvenida a casa, Günter saludaba tan fuerte que parecía que su brazo iba a salir volando, y Gwendal tenía ojeras y parecía haber perdido algo de peso. Me pregunto qué les habrá pasado durante estos días que no estaba.

Josak, cargando la obsidiana, el corazón de la espada supongo, se fue hacia Schildkraut. Él no nos dijo a mí o a Conrart hacia qué lugar se encaminaba.

Hablando de eso, Lady Cherie se llevó al chico herido por la flecha, Rick, en vez de a Mörgif y partió hacia otro viaje. Una vez que complete el tratamiento del guapo esteticista de mediana edad, entonces estará un paso más cerca de convertirse en marinero. Va a ser un aprendiz en el crucero de lujo junto a Chevalier para enderezarlo y enseñarle lo básico.

Lo siento Rick, no pude ponerte a bordo de una gran navío mercante. Pero creo que es mejor que una nave pirata, ¿verdad?

Aunque el arma definitiva que tanto trabajo nos costó conseguir ya no es tan definitiva que digamos, Günter nunca dijo una palabra de reproche. Solo lloró lagrimas perladas, diciendo: “es suficiente que Su Majestad haya vuelto a salvo… es suficiente para ser feliz”. Ya tenía esta imagen de él como la de una madre sobreprotectora, la cual se ha confirmado.

Simplemente parece una abuela que me adora.

Pero él es perfecto cuando se trata de sus deberes como asesor del rey.

Luego de que le conté sobre el viaje y mis pensamientos, él ha tomado acciones inmediatamente.

Ha hecho filtrar noticias sobre que los mazokus fueron incapaces de conseguir el maken. Si fueras a anunciarlo públicamente, las personas entrarían en sospechas y pensarían que es un truco, pero si lo dejamos filtrar como si no quisiéramos que la gente sepa de ello entonces van a creerlo realmente. Los asesores son más listos que la persona en la cima. Así es como se organiza la pirámide.

El cocinero en jefe del castillo Voltaire me ha dejado atónito con el despliegue de talento durante la cena de bienvenida, y he terminado con la cabeza en mis manos sobre la mesa pensando que hacer.

—¿…Y que se supone que haga con esto?

—Me han dicho, Su Majestad, que deseaba comer algo llamado sushi en bote.

—Sí, claro, un bote de sushi, pero…

Un bote blanco ha sido dispuesto frente a mí, lleno de una montaña de pescados grandes y chicos. Y todos están agitando las colas energéticamente. Si, muy energéticamente.

—Pero dijo pescado fresco.

—¡Pero no dije pescados vivos!

Y luego está Cavalcade.

Cavalcade, quienes parecían estar a punto de declararnos la guerra y por los cuales desencadenamos todos estos eventos. Como ya no tenemos esperanzas en el poder de la maken para detenerlos, tenemos que encontrar otra solución.

Me preocupé sobre el problema, pensando seriamente si debería ir hasta allí y agachar la cabeza ante ellos proponiendo que mejoremos nuestras relaciones.

Pero aunque parecía que no teníamos esperanzas de una solución diplomática, ellos fueron los primeros en encontrar la solución.

—Su Majestad… hemos recibido una consulta de Cavalcade sobre una visita de estado y una audiencia… en orden de expresar su gratitud a los mazokus viajeros que derrotaron a la banda de piratas que amenazaba su nave, además de salvar las vidas del anterior príncipe de la corona, su esposa y su hija… ¿Ha hecho algo como eso?

—Suena como si los piratas realmente pasaron un mal rato. Bueno, como siempre, no tengo idea. ¿Podrías preguntar a Conrad o Wolf?

—Aparentemente es un caballero llamado Hyscliff…

—Hyscliff…?!

¿No es ese el Sr. Brillante y su familia?

—Hyscliff, el hijo mayor del actual rey de Cavalcade, que aparentemente se embarcó en un amorío ilícito con una mercader de Hildyard, tras lo cual se fugó de la familia real y abandono el servicio oficial. Pero el segundo hijo del actual rey ha muerto debido a una enfermedad dejándolo sin heredero, así que la familia real de Cavalcade tuvo que prescribir una ley para avalar a la hija de Hyscliff el derecho a heredar el trono, y han sido convocados al país recientemente…

—¡Oh por dios! ¡Entonces Beatrice es una princesa de verdad!

Hyscliff es el arriesgado en el amor, no yo.

Conrad me pincha en un lado con una expresión triunfal en su rostro.

—¡Lo que significa que Su Majestad bailo con una posible reina en su fiesta de noche debut! ¿Qué respondería si ella se ha enamorado a primera vista y recibiera una propuesta matrimonial de la familia real de Cavalcade?

—Conrart, ¿cómo puedes pronunciar tales palabras de mal augurio? ¿Cómo podríamos permitir a una humana robar los labios de nuestro rey?

¿Así que los labios son el problema?

—Oh, pero deberíamos estar siendo interrogados por Shimaron ahora mismo… al menos debido a nuestros muñecos dobles.

—Debe de ser un caso de ingratitud a escala internacional… con Cavalcade viniendo al rescate… ah, ¿nuestros muñecos dobles?

Es gracioso de solo pensarlo, e incluso más gracioso si esos Sr. Salvavidas se desinflaron. Incluso Günter, que usualmente es muy serio, tiene que esforzarse por contener la sonrisa traicionado por las arrugas a los lados de sus ojos.

En todo caso, parece que hemos podido evitar esta guerra. Me hundo en mi silla y doy un gran suspiro mientras miro el techo del castillo Voltaire.

—Las casualidades son algo increible.

—¿Cómo?

—Es decir, estábamos en el mismo barco de casualidad, fuimos atacados por piratas de casualidad, terminé salvando a Beatrice de casualidad… y así es como llegamos a una resolución pacífica, ¿verdad?

—No todo se debe a las casualidades.

Él estira la mano y arregla mi cuello.

—Habría hecho lo mismo sin importar quién hubiera estado en ese barco. Eso era inevitable, y no fue casualidad. Si alguien concibiera todo esto como un plan, las chances de que fuera exitoso serían muy altas.

—¡¿Plan?! ¡¿De verdad existe alguien capaz de planear algo como esto?! —Probablemente no… al menos no en este mundo.

Mi impulso de seguir preguntando se desvanece al ver su amable sonrisa natural. Hay un montón de cosas que me gustaría preguntarle, pero lo único que digo es: —Conrad, ¿cuál crees que es más fuerte: el tigre o el león?

—¿…El león supongo?

—Sí, yo también.

Yo también pienso lo mismo. No hay nada más fuerte que un león.



Finalmente llego a la habitación preparada para mí, donde luego de un largo tiempo encuentro una cama que no se mecerá mientras duermo. Es bastante más pequeña que mi cama en el castillo del rey, pero la de aquí también es tamaño King. No, es tamaño Mazoku King. Puedo meter a cien personas sin problema.

Hecho a los sirvientes fuera así puedo tomarme mi tiempo.

Confirmo que la habitación tiene su propio baño y abro el agua caliente, sale de la boca de una vaca con cinco cuernos. Planeado estirar un poco mis piernas mientras se llena vuelvo hacia la cama a sacarme la ropa.

—…Aaah, que cansancio… ¡¿qu-quién está ahí?!

Alguien está oculto bajo las sabanas.

Lo destapo rápidamente con valentía, y…

—¡¿Wolf… que estás haciendo aquí?!

—¿Qué quieres decir con que qué hago?

Wolfram patalea con los pies recostado sobre su estómago y vestido como una señora después del baño.

—Me he escabullido para una visita nocturna[1].

—¡¿Visita nocturna?! C-como, como cuando un h-h-h-hombre se mete a hurtadillas a la cama…

—¿Para un encuentro?

—Sí, un encuentro… No, no no no, ¡eso no es lo que quería decir! ¡El hombre se mete a la cama de una mujer…!

Ya me tiene siguiéndole el juego.

Wolfram se medió levanta ceñudo con una mano puesta autoritariamente en su cadera. Luce como un chico lindo que ha golpeado la colchoneta luego de un knockdown, para quien tenga esos gustos.

—Si tengo que esperarte nunca vas a tomar una decisión.

—Um, de casualidad, ¿qué clase de decisión estas esperando…? —mi voz se apaga a su vez que sus caderas se balancean más cerca.

La cara del ex Príncipe mazoku se ilumina y me jala hacia abajo del brazo.

—¡Uah!

—¿Ya estamos más cerca de una decisión?

—¡No!

Estoy aterrorizado de pensar en qué clase de decisión seria. No voy a perder la vida o algo parecido, pero siento que hay algo más que si voy a perder. Desesperadamente me salgo y vuelo hacia el baño trabando la puerta.

—¡Yuuri!

—¡Espera, espera, espera! ¡Me tengo que bañar primero, ¿ok?! No querrías hacerlo con un tipo todo sudado igualmente, ¿verdad?

¿Hacerlo…? Palidezco ante mis propias palabras.

Mi cabeza y mi nariz pinchan, me tambaleo al sentirme mareado de repente.

—¡Yuuri! ¡Ey, abre la puerta!

—¡No!

Incapaz de mantenerme en pie más tiempo me siento en el borde de la bañadera.

—Bloblop.

Caigo de espaldas como un buzo y me sumerjo hasta arriba de la cabeza. Incluso la bañadera es tamaño King así que toma un tiempo llegar hasta el fondo… si claro, ¡como si pudiera!

—Guah, egtaba muy sorgrendido, sig iba ag ser arragstrado agsí… off.

Estoy en un remolino de realidad virtual. Aunque se siente más real que virtual. Maldigo mi propia estupidez mientras me arrastra la corriente de agua caliente.

Aún estoy usando ropa interior. De todas las cosas, esa ropa interior.

Lloro durante el tan familiar Tour de las Estrellas mientras pienso:

Esto es mejor. Antes que tomar una decisión como esa (o tal vez ser tomada por mi), volver a Japón es mucho mejor, incluso en esta ropa interior.

Se está poniendo un poco fresco con el aire golpeando mi cuerpo mojado.

El celeste llena mi campo de visión nublado.

Celeste, celeste, celeste… ese era el color del cuello de los piratas.

—¡¿Uniforme de marinero?! —la sombra agachada a mi lado murmura con desconfianza mirando mi cara. —¿Uniforme de marinero? ¡¿Eso es lo que dice apenas se despierta…?!

De hecho, sus ropas son azul marino. Como he sido el que reservó asientos para el juego, fui yo el que le recordó que viniera con el color del equipo.

—Estaba pensando que tardabas demasiado tiempo así que vine a buscarte. Ahí es cuando te encontré durmiendo en la tina boca abajo. ¿No me escuchaste? Estaba gritando a todo pulmón que nos íbamos a perder el comienzo.

Miro alrededor para encontrarme de nuevo en los baños públicos de mi barrio con el sonriente Hakone Hachiri no Hanjirou en la pared. La tina donde me estaba volviendo una pasa de uva está vacía. Pero no puedo encontrar un agujero en ningún lado.

—Y yo también iba a ser el héroe de Holanda.

—¿El héroe de Holanda? ¿Cuál? Kluivert? ¿El Vagabundo Duthchman?

—Dah, nerd del futbol… ¡digo, olvida el futbol! Murata, ¿qué hora es? ¡¿Ya empezó el partido?!

—No creo, pero… Estoy pensando en saltármelo esta vez.

—¡No puedes no ir! Es el día del Entrenador… ¡Ito-sama va a estar en el inicio! ¡Tienes que ir a apoyarlo!

Levanto mi cuerpo dolorido y me quedo sin palabras ante la vista de mi parte baja.

—…Oh maldición.

—Shibuya, no voy a decirle nada a la gente de la casa de baños esta vez, pero la próxima tienes que quitarte la ropa interior antes de entrar, ¿ok? Es una de las reglas de las casas de baños públicos, incluso si es una tanga y no mucha gente la usa.

Murata Ken saca la vista de mi tanga negra.

—Um, sabes, hay un porque detrás de esto. Es una larga historia, pero es normal usarlo en mi país.

—¿Tu país? ¿Una historia de dónde?

—Una historia de mi país…

—¿De qué estás hablando, Shibuya? Eres japonés. ¿Tienes otro país?

Pienso vagamente: el partido ya está comenzando en el estadio.

Recuerdo una lucha a muerte con un chico en un coliseo rodeado de clamores. Recuerdo la empuñadura de Mörgif encajando perfectamente en mis manos. Todas las razones convergen como en un abanico plegable.

DNA japonés y el alma del nuevo Maou.

—…Me he decidido por el eterno pacifismo.

Cualquiera hubiera dado un paso atrás para alejarse de mí.

Pero Murata Ken solo sonríe vagamente y dice: —¿Qué te pasa de repente? Haciendo comentarios tan masculinos…

Bueno, hay que darlo por hecho.

El Maou tiene que ser varonil, ¿verdad?


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Referencias

  1. La palabra utilizada en japonés para esto es Yobai, la cual tiene un significado muy específico ya que es una antigua costumbre de entrar a hurtadillas a una casa a tener sexo con una mujer. El hombre entra cual ninja hasta la cama y si la mujer consiente se queda hasta el amanecer cuando se va de la misma forma que llegó. Otra traducción acertada podría ser “intrusión nocturna”.