Suzumiya Haruhi:Volumen6 Enamorado a Primera Vista AMANTE

From Baka-Tsuki
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Todo comenzó con una molesta llamada telefónica.

Siempre es así todos los años. Una vez que pasa la Navidad, todo ese ambiente de fiesta simplemente desaparece sin dejar rastro. Mientras nos acercábamos al fin de año, momento en el que Haruhi comenzaría con las actividades pensadas para el año nuevo, tuve un breve periodo de vacaciones en el cual pude respirar tranquilo.

En ese momento, estaba ocupado en mi cuarto con toda la limpieza del año nuevo, mientras luchaba con Shamisen:

"Quédate quieto. Sé un gato bueno, todo terminará muy pronto."

"Miauu~"

Ignoré sus protestas y levanté del piso aquella bola de pelos, con su nuevo pelaje para el invierno, y lo sostuve bajo mi brazo.

La imagen de aquella vez en que Shamisen convirtió mi querida chaqueta de mezclilla en un jirón inútil, me servía como un doloroso incentivo para cortarle las uñas con regularidad. Shamisen también parecía tener muy buena memoria para ser un gato, porque cada vez que me veía caminando hacia él con el la pinza de cortar las uñas en mi mano, trataba de escapar a la mayor velocidad posible.

Atraparlo cuando escapaba era un pesadilla, porque tenía que inmovilizar un gato que arañaba, pateaba y mordía sin parar, mientras trataba de enderezar sus garras para poder cortar aquellas uñas a una longitud razonable, una por una. Aunque mis manos siempre quedaba cubiertas de rasguños cuando todo terminaba, no me atrevía a descuidarme en ningún momento: las heridas del cuerpo pueden sanar, pero el tejido de mi chaqueta de mezclilla nunca volverá a ser el mismo. Cómo extrañaba los días en que podía hablar con esa voz tenebrosa y entender el lenguaje humano. ¿Qué pasó con el gato que hablaba?

Mejor lo olvido, si hubiese comenzado a hablar otra vez, querría decir que algo grave había pasado. Un gato debe comportarse como un gato, y limitarse a maullar de vez en cuando.

Justo cuando terminaba con la pata derecha de Shamisen y estaba a punto de agarrar la izquierda...

"¡Kyon-kun! ¡Tienes una llamada!"

Mi hermanita entró corriendo en mi cuarto sin llamar a la puerta, con el teléfono inalámbrico en su mano izquierda. Cuando vio a Shamisen luchando en aquella batalla de dignidad y autoridad contra un ser humano, sonrió.

"¿Ah, Shami, necesitas que te ayudemos a cortarte la uñas? Déjame ayudarte."

Shamisen volteó la cabeza en otra dirección, como si no fuera asunto suyo, y gruñó como un ser humano. Una vez le pedí a mi hermana que me ayudara con las uñas. En esa ocasión, yo estaba a cargo de sostener sus patas, mientras que ella cortaba. El problema es que una niña de quinto grado y apenas once años, no se daba cuenta de cuándo cortaba demasiado y tampoco tenía mucho talento para hacerlo. Al final terminó lastimando las patas de Shamisen, y él entró en huelga de hambre por toda una semana. Comparada con la de ella, mi habilidad para cortar uñas era claramente superior, pero igual él comenzaba a correr y a arañar en todas direcciones. ¿Qué tan inteligente es un gato en realidad?

"¿Quién es?"

Dejé la pinza a un lado y tomé el auricular. Viendo una oportunidad para escapar, Shamisen se sacudió al instante y me pateó en la rodilla antes de salir corriendo de mi cuarto.

Mi hermanita tomó la pinza antes de responder:

"Eh... es un tipo. ¡No lo reconozco, pero dice que es amigo tuyo!"

Luego salió corriendo detrás de Shamisen y desapareció por el pasillo. Me quedé mirando el teléfono y pensé:

¿Quién puede ser? Si es un hombre, claramente no pueden ser ni Haruhi ni Asahina-san. Si se tratase de Koizumi, mi hermana lo habría reconocido. Taniguchi, Kunikida y mis otros compañeros, siempre me llaman al celular, no al teléfono de mi casa. Si se trata de alguna encuesta o quieren venderme algo, pueden irse al infierno... Entonces presioné el botón para hablar.

"¿Aló?"

"¿Hola, habla Kyon? Soy yo, ha pasado bastante tiempo."

Cuando la gruesa voz pronunció esa frase, unas arrugas aparecieron en mi frente.

¿Quién diablos es este tipo? Nunca antes había escuchado esa voz.

"¡Soy yo! Estábamos en la misma clase en secundaria, ¿recuerdas? ¿Tienes idea de cuánto he suspirado en estos últimos meses mientras pensaba en llamarte?"

¡¿Qué…?! ¡Eso no está bien!

"Identifícate. ¿Quién eres?"

"Soy Nakagawa. Estudiábamos juntos hasta el año pasado, ¿te olvidaste sólo en un año? ¿O acaso ya has conocido a tantos amigos en preparatoria que te olvidaste de tus compañeros de secundaria? ¡Qué cruel!"

La voz en el teléfono se escuchaba muy triste, pero...

"Por supuesto que no."

Busqué en mis archivos mentales aquellos recuerdos del tercer año de secundaria. Nakagawa, veamos... Creí recordar a alguien llamado así en mi clase. Era un tipo de cabeza grande, hombros anchos, y una constitución atlética y musculosa. Creo que era miembro del Club de Rugby. Pero... Miré perplejo el auricular del teléfono.

Sólo estuvimos en la misma clase durante el tercer año, y no éramos ni siquiera amigos. Hablábamos con personas diferentes en la clase. Aunque lo saludaba cuando pasaba cerca, no recordaba haber tenido nunca una conversación con él. Después de la graduación, el nombre y la imagen de Nakagawa no habían pasado por mi cabeza ni siquiera una vez.

Recogí los trozos de las uñas de Shamisen que estaban en el piso, y le dije:

"¿Nakagawa, verdad? Así que eres Nakagawa, de verdad que ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo has estado? Recuerdo que entraste a una preparatoria sólo para hombres. ¿Y bien? ¿Por qué se te ocurrió llamarme ahora? ¿Te nombraron Secretario de la Asociación de Bienestar Estudiantil?"

"Ese cargo se lo dieron a Sudou, de la Preparatoria Municipal, pero eso no importa, te estoy llamando por una razón. Escucha con atención, porque es algo muy importante."

¿Me llamaste de repente para decirme algo muy importante? Después de una explicación tan vaga, no alcanzaba ni a imaginar lo que trataba de decirme.

"Kyon, tienes que escuchar lo que tengo que decirte. Eres el único con el que puedo hablar de esto, eres mi única esperanza."


¿No estás exagerando un poco? Muy bien, dilo de una vez. Quiero ver qué es lo que tienes para decirle a un tipo que ni siquiera era amigo tuyo en la escuela, y que no se acordaba de ti después de la graduación.

"Creo que estoy enamorado"

"..."

"Es en serio. No he tenido un minuto de paz por eso. En los últimos meses, sin importar si estoy dormido o despierto, sólo puedo pensar en eso."

"..."

"He llegado hasta el punto en que no puedo concentrarme en hacer nada más. No, no es cierto. He logrado dedicarme a los estudios y las actividades de mi club. Gracias a eso, mis notas han mejorado mucho, y sólo me tardé medio año en convertirme en jugador titular de mi equipo."

"..."

"Todo esto fue posible gracias al amor que siento. ¿Lo entiendes, verdad Kyon? Estoy muy confundido. Después de buscar tu número de teléfono en el anuario escolar, ¿sabes por cuánto tiempo vacilé antes de poder llamarte? Incluso ahora estoy temblando de pies a cabeza. Esto es amor, es el maravilloso poder del amor que me obligó por fin a llamarte. Espero que lo entiendas."


"Pero, Nakagawa..."

Mis labios estaban secos. Un sudor frío bajaba por mi frente. Dios, no debí contestar esta llamada...

"Lo siento mucho, pero no puedo aceptar tu amor... Sólo puedo decirte que lo siento mucho. En serio, no puedo prometerte nada más…"

Mis labios estaban secos. Un sudor frío bajaba por mi frente. Dios, no debí contestar esta llamada...


Creo que un escalofrío me recorrió toda la espalda. Vamos a dejar las cosas en claro: Soy un hombre completamente normal y heterosexual. Mis gustos por "el mismo equipo" pesan menos en mi cabeza que un colibrí, es decir, absolutamente nada. Tanto consciente como inconscientemente, mis preferencias siempre han sido "hetero". ¿Ven? ¿No es cierto? Siento calor tan sólo al pensar en Asahina-san. Si hubiese sido Koizumi el que llamara a decir esas cosas, ya le habría colgado. Por cierto, tampoco soy bisexual. ¿Quedó claro?

Mi cabeza estaba llena de explicaciones pero no sabía como decirlas, así que continué hablando: "Bueno, Nakagawa, podemos seguir siendo amigos, pero..."

Aunque antes no éramos precisamente buenos amigos.

"…no creo que pueda involucrarme ahora en una relación romántica, Lo siento. Eso es todo. Si quieres involucrarte con alguien, inténtalo mejor con los tipos de la escuela en la que estudias, porque yo quiero tener una vida normal. De todos modos me alegra poder escuchar de tí después de tanto tiempo. Si alguna vez nos vemos en una reunión de alumnos, haré como que no te conozco y te saludaré con el debido respeto. No voy a decirle nada a nadie sobre esto, hasta luego..."

"¡Un momento, Kyon!"

Nakagawa exclamó, con un tono confuso.

"¿De qué estás hablando? No has entendido. Tú no eres la persona de la que estoy enamorado. ¿De dónde sacaste esa idea? ¡Qué asco!"

¿Entonces para qué estabas diciéndome todas esas estupideces románticas? ¿Si no me lo decías a mí, entonces de quién hablabas?

"En realidad no sé cómo se llama. Sólo sé que es una chica de la Preparatoria Norte..."

Aunque todavía no entendía bien de qué me estaba hablando, dejé salir un suspiro de alivio, como un soldado en las trincheras al escuchar que se ha declarado la paz. No había nada más aterrador que escuchar una confesión de amor de un tipo... para mí, claro está.

"¿Podrías explicármelo con más detalle? ¿De quién estás enamorado exactamente?"

Tengo un límite para esas conversaciones tan ambiguas, y estoy así de cerca de ponerte en mi lista de ignorados, ¿entiendes?

Y por cierto, ¿Qué pasa con este tipo? Ya hablando de estar enamorado cuando apenas estamos en el primer año de preparatoria. Aunque sea amor de verdad, sigue siendo algo muy difícil de confesar.

"Fue durante la primavera... en el mes de Mayo…"

Nakagawa comenzó a buscar entre sus recuerdos, se escuchaba muy nostálgico.

"Ella estaba caminando a tu lado. Tan sólo tengo que cerrar los ojos, y su imagen vuelve a aparecer en mi mente. Ah... se ve tan adorable, es absolutamente hermosa. No es solo eso, es como si tuviera un aura de luz a su alrededor. No fue una ilusión, era tan pura e inocente como una luz Celestial brillando en la tierra..."

Su descripción se escuchaba como una de esas alucinaciones producidas por drogas.

"Me sentí completamente abrumado. Era algo que nunca antes había sentido en mi vida, como si una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo... ¡No! Fue como haber sido alcanzado por un rayo que me dejó inmóvil allí mismo. Me pareció que estuve allí parado por horas, y perdí toda noción del tiempo. Cuando por fin pude reaccionar, ya era de noche. ¡Entonces me di cuenta de que eso era amor puro!"

Vamos a organizar lo que pude entender entre todos los desvaríos de Nakagawa, tan absurdos que parecían producidos por el virus de Andrómeda. Según lo que él dijo, me vió caminando en el parque con alguien en Mayo y quedó muy impresionado con esa persona, que era además una estudiante de la Preparatoria Norte... en ese caso, la lista de sospechosas es bastante corta.

Nos son muchas las chicas que han caminado a mi lado por la calle, y no lo estoy inventando. Si nos limitamos a las estudiantes de la Preparatoria Norte, quiere decir que mi hermanita no está en esa lista, así que sólo nos quedan las tres de la Brigada SOS.

Eso quiere decir que...

"Todo esto es cosa del destino."

Nakagawa siguió con su monólogo.

"¿Sabes, Kyon? Nunca había creído en esas ideas románticas como el amor a primera vista. Yo creía ser una persona más bien materialista. Pero el amor llegó de repente y me abrió los ojos. En realidad sí existe el amor a primera vista, Kyon~"

¿Por qué tengo que seguir escuchándote hablar sin parar? ¿Amor a primera vista? Yo creo que algo te está nublando la visión entonces.

"¡N, no... eso no es verdad!"

Parece que este tipo está muy seguro de lo que dice.

"No soy de esa clase de tipos que se fijan sólo en la apariencia y en el cuerpo, lo más importante es la personalidad. Pude saber cómo era su personalidad con sólo mirarla, y eso fue suficiente. Fue una impresión tan fuerte que ya es imposible de olvidar. Desafortunadamente no encuentro las palabras para expresarlo con exactitud, y sólo puedo decir que me he enamorado. No, todavía me estoy enamorando... ¿Tú me entiendes, no Kyon?"


Eso es precisamente lo que no entiendo. "Olvídalo, dejemos eso de lado."

Decidí poner fin a la interminable y estúpida retahíla de Nakagawa.

"¿Dices que fuiste alcanzado por un rayo al ver a esa chica en Mayo, verdad? Pero ya estamos en invierno. Ya ha pasado más de medio año, ¿qué estuviste haciendo todo este tiempo?"

"Así es, Kyon. Ahora que tú lo mencionas, me siento mucho más deprimido. He estado muy confundido durante estos últimos meses. Mi mente no ha tenido un segundo de descanso desde entonces, porque mis sentimientos no podían encontrar cómo salir. Estuve pensando todo el tiempo si acaso yo podría ser una buena pareja para esa chica. Voy a serte sincero, Kyon; sólo se me ocurrió recurrir a ti hace muy poco, sólo me acordé de ti porque te ví caminando a su lado y por eso busqué tu número de teléfono en el anuario escolar. Su belleza es inigualable, nunca antes me había puesto así por una mujer."

Perder completamente la razón por una chica que ni siquiera sabes cómo se llama, y sufrir de esa manera por más de medio año, ¿acaso no ves que tu obsesión es muy aterradora?

Asahina-san, Haruhi y Nagato – sus caras aparecieron en ese orden en mi cabeza. Decidí ir al grano. Para ser sincero, tenía ganas de colgarle el teléfono desde hacía mucho rato, pero a juzgar por lo increíblemente obsesionado que se escuchaba Nakagawa, lo más seguro es que tendría que enfrentar un infinito bombardeo de llamabas si llegaba a colgarle.

"Dime cómo es la chica de la que te enamoraste."

Nakagawa se quedó en silencio por un rato...

"Tiene el cabello corto…"

Dijo como si estuviera luchando por recordar.

"Y llevaba unos anteojos…"

Ah.

"El uniforme de la Preparatoria Norte parecía hecho a la medida para ella. Se veía hermosa con él puesto…"

Ajá.

"Y estaba completamente rodeada por esta hermosa aura…"

Bueno, yo no estaría tan seguro de eso, pero...

"¿Te refieres a Nagato?"

De verdad me sorprendió. Al principio pensaba que la chica que había enloquecido a Nakagawa tendría que ser Haruhi o Asahina-san, pero nunca pensé que sería Nagato. En realidad Taniguchi sí que sabía cómo calificar a las chicas. La primera vez que la ví, pensé que era solo una antigua y extraña muñeca abandonada en el salón del club, y no creí que hubiese muchas personas con ese gusto. Por supuesto, mi opinión de Nagato ha cambiado mucho desde entonces, en especial durante los últimos meses.

"¿Entonces se llama Nagato, eh?"

La voz de Nakagawa se escuchaba muy emocionada.

"¿Cómo de escribe? ¿Podrías decirme su nombre completo?"

Nagato Yuki. Nagato como en el “Acorazado Nagato”, y Yuki como en "esperanza".

"...Es un buen nombre. Te hace pensar en el impresionante Acorazado Nagato, mientras que Yuki representa una gran esperanza... Nagato Yuki-san... tal y como lo pensaba, un nombre hermoso, lleno de posibilidades. Elegante, pero no exagerado, y no suena presuntuoso. ¡Es justo como imaginé que sería!"

¿Cómo podías imaginar eso? ¿Acaso puedes tener ideas tan raras sólo con ver a alguien una vez? Dices que lo que más te importa es la personalidad, ¿entonces puedo preguntarte qué tiene que ver la personalidad de alguien en el amor a primera vista?

"Simplemente lo sabía"

Lo dijo como si fuera razón suficiente. Su confianza empezaba a sonar muy irritante.

"No es ninguna idea rara. Estoy seguro estoy seguro de que sin importar cómo se vea o cuál sea su personalidad, ella tiene una gran belleza interior. Pude ver una sabiduría y una inteligencia que sólo podría encontrarse en una Diosa. Ella tiene un aire de distinción que no encontraré nunca en ninguna otra mujer."

Decidí ir a buscar en un diccionario la palabra “distinción” luego, en ese momento todavía tenía muchas preguntas que necesitaban respuesta.

"Eso el lo que no entiendo. ¿Cómo puedes saber si alguien es noble y sabio, sólo al mirarlo una vez? Ni siquiera has hablado con ella, apenas la viste desde lejos."

"¡Simplemente lo sé, por eso es que estoy perdidamente enamorado de ella!"

¡¿Por qué tengo que escucharte gritando así?!

"Le doy gracias a Dios, y me avergüenzo por no haber creído en Él en el pasado. Desde ese entonces, he asistido a un Templo cercano a rezar todos los días, y ocasionalmente voy también a las Iglesias, tanto Católicas como Protestantes"

Rezar indiscriminadamente es tan herético como no creer en nada en absoluto. Además, no vas a tener un mejor resultado sólo porque le reces a alguien más. Escoge una sola deidad y rézale solo a ella.

"Sí, tienes razón…"

Nakagawa respondió de pronto.

"Te lo agradezco, Kyon. Estoy mucho más decidido ahora, gracias a tí. De ahora en adelante, mis oraciones serán para una sola Diosa, para Nagato Yuki. Ella será mi única Diosa, y tendrá mi amor incondicional..."

"Nakagawa…"

Viendo que nunca pararía de hablar, lo interrumpí rápidamente. En parte porque sonaba extremadamente estúpido, y en parte porque me estaba sintiendo un poco molesto por alguna razón.

"¿Entonces qué es lo que quieres? Ya sé para qué me llamaste, ¿pero qué más quieres? Estás perdiendo tu tiempo si sólo vas a hablarme de cuánto amas a Nagato."

"Necesito que le entregues un mensaje por mí."

Dijo Nakagawa.

"Espero que puedan entregarle un mensaje a Nagato-san. Por favor, eres el único que puede ayudarme. Puesto que estabas caminado a su lado el otro día, debes ser un amigo bastante cercano, ¿verdad?"

En eso tenía más o menos razón. Los dos éramos miembros de de la Brigada SOS, y todavía estábamos orbitando como pequeños satélites alrededor de Haruhi. Además, la Nagato que él vió caminando a mi lado tenía anteojos. Ya veo, así que fue en ese entonces, durante la búsqueda de fenómenos misteriosos de la Brigada SOS, cuando fui a la biblioteca con Nagato. Es curioso, comparado con ese entonces, lo que conocía de Nagato había aumentado cientos de veces, tanto que había empezado a preguntarme si acaso no sabía demasiado para mi propio bien.

Con aquellos recuerdos rondando mi cabeza, le pregunté a Nakagawa:

"Ah sí, dices que me viste caminando con Nagato..."

Para ser sincero, me sentí un poco raro al preguntar lo siguiente:

"¿Pero por qué pensaste que sólo era su amigo? ¿No se te ocurrió que quizá podría estar saliendo con ella?"

"Claro que no."

Nakagawa ni siquiera lo pensó.

"A ti siempre te han gustado las mujeres raras. Como ésa del tercer año... ¿Cómo se llamaba? ¿No seguiste saliendo con esa chica rara?"

Tú, el tipo obsesionado con Nagato, eres la persona menos indicada para criticar mis preferencias. Claro que tengo que aclarar que estaba equivocado en lo que acababa de decir. Ah, sí, Kunikida también se había equivocado acerca de ella. Yo sólo era un buen amigo de esa chica, ahora que lo pienso, ni siquiera la he visto desde que nos graduamos de la secundaria. De vez en cuando la recuerdo y pienso en ella por unos días, me pregunto si debería enviarle una tarjeta de año nuevo...

Por alguna razón, me sentí como si estuviese cavando mi propia tumba, y me pareció que era mejor cambiar de tema.

"¿Entonces, cuál es el mensaje que quieres que yo le lleve? ¿Una invitación a una cita? ¿O quieres que le pregunte a Nagato su número de teléfono? Eso sería fácil."

"No."

La respuesta de Nakagawa fue muy apresurada.

"Aún soy un don nadie, ¿Cómo podría presentarme frente a Nagato-san de esa manera? Todavía no soy digno, y por eso..."

Hizo una pausa que duró casi medio segundo.

"¿Podrías decirle, por favor... que espere?"

"¿Que espere a qué?" le respondí.

"Que espere hasta que yo le declare mi amor. ¿Está bien? Porque en este momento soy sólo un estudiante de primer año de preparatoria sin ninguna experiencia."

Bueno, yo no soy tan diferente.

"Eso no servirá. Escúchame, Kyon. A partir de hoy voy a trabajar muy duro. No, en realidad ya he estado trabajando muy duro desde hace tiempo, si sigo así, voy a ser aceptado en una universidad estatal por mis calificaciones."

Bueno, qué bueno que tengas un objetivo a largo plazo.

"Voy a hacer una carrera profesional en Economía. Seguiré estudiando muy duro cuando esté en la universidad, y trataré de ser el mejor estudiante de mi promoción. Una vez que esté trabajando, no voy a unirme a ninguna compañía grande, sino que voy a buscar trabajo con una firma mediana o pequeña."

Me impresionó la manera como hablaba, y se escuchaba como si todo eso fuese a ocurrir de verdad. Si un fantasma hubiera escuchado todas esas estupideces, se habría reído tanto que terminaría con una úlcera.

"Pero no voy a estar satisfecho con ser sólo un empleado común. Voy a necesitar tres años... no, sólo dos años, para aprender todo lo necesario para fundar mi propio negocio."

No voy a detenerte, inténtalo si quieres. ¿Si para entonces no he tenido suerte con mi carrera, te importaría que trabajare para tí?

"Después de eso, la compañía que fundaré necesitará cinco años... no, voy a organizarlo en tres años, para aparecer en al menos en la segunda plana de Topix. Su crecimiento anual será de por lo menos diez por ciento, y estoy hablando de ganancia neta."

Tuve que luchar para seguir el proceso de pensamiento de Nakagawa, y parecía animarse entre más hablaba.

"Para entonces, podré tomarme unas cortas vacaciones, y todos los preparativos estarán listos…"

"¿Preparativos para qué?"

"Los preparativos para mi declaración ante Nagato-san,"

Me quedé callado como una almeja, y las palabras de Nakagawa se sintieron como una oleada que me golpeaba.

"Todavía me quedan dos años antes de graduarme de la preparatoria, y cuatro años de universidad. Voy a trabajar como subordinado por dos años, y me tomará tres años fundar una compañía y hacerla conocer entre el público. Es un total de once años. No, dejémoslo en diez años. En diez años voy a ser un empresario formidable..."

"¿Estás loco?"

Estoy seguro de que todos entienden por qué fui tan agresivo. ¿Qué clase de chica esperaría a un tipo por diez años? Por no mencionar que es alguien que nunca antes había visto. Para que alguien le pida a una chica que lo espere por diez años, y que ella acepte, tendría que tratarse de alguien que no es de este mundo. Desafortunadamente, Nagato es alguien que no es de este mundo, literalmente.

Me mordí la lengua y esperé su respuesta.

"Hablo en serio."

Lo peor es que en realidad se escuchaba muy serio.

"Estoy dispuesto a apostarme la vida en esto, porque lo creo firmemente."

Si los sonidos fuesen cuchillas, su voz habría podido cortar varios cables de una sola vez. ¿Ahora qué voy a hacer para acabar con esta estupidez?

"Bueno... Nakagawa…"

La imagen de Nagato leyendo en silencio apareció de pronto en mi cabeza.

"Esto es sólo mi opinión, pero Nagato tiene muchos admiradores secretos. Tantos que ya se siente un poco harta de ellos. Te felicito por tu buen gusto al elegir a Nagato, pero por el momento ella quiere seguir sola, y la posibilidad de que ella te espere por diez años, es prácticamente ninguna."

En realidad todo eso me lo inventé, ¿cómo podía saber lo que pasaría con ella en diez años? Ni siquiera estaba muy seguro de lo que haría yo.

"Además, algo tan importante como esto deberías decírselo en persona. Aunque no tengo muchas ganas, puedo ayudarte a acordar un encuentro con ella. Estamos en las vacaciones de invierno, así que no será mucho problema pedirle que hable contigo por un par de horas."

"No puedo."

La voz de Nakagawa se ablandó de repente.

"En este momento, no creo que sea capaz de darle la cara. Cada vez que veo el rostro de Nagato-san, siento que voy a desmayarme. En realidad, la ví desde lejos hace poco tiempo. En esa ocasión, estaba justo afuera del supermercado que queda junto a la estación... Aunque estaba de noche, pude reconocerla de espaldas, y me quedé congelado, parado allí hasta que el supermercado cerró. Si la viera frente a frente... ¡las consecuencias serían inimaginables!"

Vaya, Nakagawa estaba completamente enfermo de amor. Ya hasta tenía planes para los próximos diez años, y esa era la prueba de cuán grave era su enfermedad. Aunque existía una cura, sólo funcionaría después de encontrarse frente a frente con aquella extraterrestre, ser rechazado por ella y salir corriendo de allí.

Además, estaba tan desesperado como para llamar a alguien al que apenas conocía, sólo para ventilar su sufrimiento. Lo más aterrador era que no podía imaginarme lo que sería capaz de decir. Ya tenía más que suficiente con Haruhi, pero ahora Nagato había atraído a otra persona insoportable, y me tocaba soportarla a mí.

Suspiré fuerte e intencionalmente, para que Nakagawa pudiese escucharlo.

"Bueno, digamos que te entiendo. Sólo dime qué quieres que le diga a Nagato."

"Gracias, Kyon."

Nakagawa se escuchaba sinceramente agradecido.

"Serás el primer invitado a nuestro matrimonio. Te pediré que prepares un discurso, y por supuesto serás el primero en hablar. No voy a olvidarte en lo que me resta de vida. Si alguna vez deseas trabajar conmigo, me aseguraré de que siempre haya lugar en mi compañía para recibirte."


"¡No, gracias, mejor habla de una vez!" Seguí escuchando la voz irritante y ansiosa de Nakagawa mientras ponía el auricular en mi hombro y tomaba nota en un trozo de papel.

Al día siguiente, después del mediodía, subí en silencio la colina que lleva a la Preparatoria Norte. Mientras más subía, la nube de vapor que salía de mi boca se hacía mucho más visible. La razón por la que caminaba hacia la escuela durante las vacaciones de invierno, era porque la Brigada SOS seguía con sus reuniones normalmente.

También era el día en que limpiaríamos el salón del club. A pesar de que Asahina-san barría el piso de vez en cuando, de acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, la entropía total de un sistema termodinámico aislado tiende a aumentar con el tiempo, lo cual se aplicaba también a nuestro salón del club. Una gran cantidad de basura se había acumulado gradualmente allí para formar algo así como un caos organizado, y la culpable de todo aquello era nada menos que Haruhi, que se apoderaba de cualquier cosa que se le antojase. Eso sin mencionar a Koizumi que acumulaba un juego de mesa tras otro, a Nagato que traía más y más libros y los leía tan rápido como una flecha, y también Asahina-san, tratando todos los días de preparar el mejor té... En otras palabras, todos eran culpables, menos yo. Se volvería imposible de organizar si las cosas continuaban así, así que sugerí que ya era hora de que cada uno regresara algunas de esas cosas a su casa, exceptuando el guardarropas con los disfraces de Asahina-san, al menos eso sí se quedaría.

"Diablos, para qué abrí la boca."

Simplemente no podía estar tranquilo, y todo por un trozo de papel en el bolsillo de mi chaqueta. Aquella nota contenía palabra por palabra, la declaración de amor que Nakagawa me dictó para Nagato. Era tan estúpida que varias veces tuve que contener las ganas de arrojar a un lado el lápiz mientras la escribía. Las únicas personas que podían decir tales estupideces en este mundo sin sentir vergüenza, eran quizá los cómicos profesionales, además de ellos no se me ocurre nadie más. "¿Espérame diez años?" ¡Por favor!

Caminando contra la brisa que bajaba de la montaña, llegué hasta el conocido complejo escolar. Cuando llegué al edificio en donde estaba el salón del club, todavía faltaba una hora para empezar la reunión.

No lo hice por aquella regla que obligaba al último en llegar a invitar a todos a comer. Esa regla sólo se aplicaba a las actividades por fuera del salón.

Al teléfono, la noche anterior, Nakagawa había dicho antes de colgar:

"No le entregues la nota así sin más, en ese caso sólo serías un simple correo. ¿Quién sabe si llegará a leerla? Tienes que leérsela en voz alta, usando el mismo tono apasionado que yo acabo de usar..."

Esa era la solicitud más ridícula que había escuchado en mi vida. No tenía ninguna razón para hacerlo, ni era tan estúpido como para dejarme convencer por ese idiota. Pero después de pedírmelo con tanta sinceridad, y sumando el hecho de que soy una buna persona, no pude encontrar una buena forma de negarme. Por lo tanto, tuve que buscar una situación en la que no hubiese nadie más aparte de Nagato. Al llegar una hora más temprano, los demás miembros del club no estarían allí, excepto por la habitual, confiable y siempre presente interfaz humanoide creada por extraterrestres: Nagato Yuki.

Después de golpear en la puerta y recibir sólo silencio como respuesta, la abrí.

"¡Hola!"

¿Acaso eso se escuchó muy poco natural? Mi mente insistió en corregir aquel saludo.

"Hey, Nagato. Sabía que estarías aquí."

Dentro del salón del club, en aquel frío invernal, Nagato se veía como una muñeca de tamaño real incapaz de producir calor, estaba sentada leyendo en silencio un grueso libro sobre alguna enfermedad extraña.

"..."

Me miró con siempre, sin mostrar ninguna expresión. Levantó su brazo en un gesto como para tocar su frente, pero lo dejó caer de inmediato.

Ese movimiento era el mismo que usaba para acomodar sus anteojos, pero Nagato ya no los usaba. Fui yo el que le dijo que se veía mejor sin ellos, y ella decidió seguir así. ¿Para qué hizo ese movimiento? ¿Acaso había regresado una vieja costumbre de seis meses atrás?

"¿Los otros no han llegado?"

"Aún no."

Nagato respondió con brevedad y regresó su mirada a aquella página con tantas palabras que casi no se veía espacio entre ellas. ¿Acaso era de esas personas que se sentía inútil si no estaba haciendo algo en todo momento?

Caminé torpemente hacia la ventana y observé el patio central mucho más abajo, que se podía ver claramente desde allí. Como era un día de vacaciones, la escuela estaba vacía casi del todo. Algunos de los miembros más resistentes de los clubes deportivos podían escucharse cantando a través del vidrio.

Me quedé de pié frente a Nagato. Era la Nagato de siempre, con su piel clara, y su expresión en blanco como de costumbre.

Ahora que lo pienso, llevamos bastante tiempo sin una chica de anteojos en el club. ¿Acaso Haruhi va a conseguir otra chica de anteojos como parte de una reorganización administrativa? Me pude a pensar en esas estupideces mientras sacaba en trozo de papel doblado de mi bolsillo.

"Nagato, hay algo que necesito decirte."

"¿Qué es?"

Nagato pasó una página con la punta de sus dedos. Yo di un profundo respiro y dije:

"Un idiota me dijo que le gustas, y yo acepté ayudarle en lo que pudiera para que escucharas su declaración. ¿Entonces? ¿Quieres escucharla?"

De acuerdo con mi plan, en el momento en que Nagato dijera "no", yo haría pedazos aquel papel. Pero Nagato se quedó mirándome sin decir nada. De repente, sus ojos fríos como el hielo parecieron cálidos, como si se hubiesen derretido, ¿acaso mi primera línea había sido tan contundente?

"..."

Nagato cerró su boca con fuerza y me miró como un cirujano que examina a su paciente.

"¿Sí?"

Lentamente pronunció aquella palabra, y siguió mirándome sin parpadear. Como parecía estar esperando a que yo continuara, no tuve otra alternativa más que desdoblar el papel y comenzar a leer la confesión de Nakagawa.

"Oh, mi gran Diosa Nagato, como tu más fiel seguidor, me entristece el sólo ser capaz de expresar mi adoración hacia ti de esta manera. Espero que puedas perdonar mi insolencia, pero desde el momento en que puse mis ojos sobre Su Alteza..."

Nagato mantuvo su vista fija en mí mientras me escuchaba en silencio, y fui yo el que se sentí cada vez más incómodo. A medida que leía la asombrosa confesión de amor de Nakagawa, todo aquello parecía más y más estúpido. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¡¿Acaso me había vuelto loco?!

El plan de Nakagawa terminaba cuando ya habían comprado una gran casa en los suburbios y vivían una vida maravillosa con dos hijos y un perro blanco. Mientras leía aquel diario del futuro, sentía la mirada silenciosa de Nagato. De pronto tuve la sensación de estar haciendo algo completamente estúpido.

¡¿Por qué acepté hacer esto?!

Me detuve. Si hubiese tenido que seguir leyendo aquella idiotez, incluso yo me habría vuelto loco. Era improbable que alguna ves terminara siendo amigo de Nakagawa, porque nunca podría estar con alguien al que se le ocurren líneas tan exageradas. Me di cuenta de por qué nunca fuimos buenos amigos en la secundaria: Después de enamorarse de alguien a primera vista, estuvo pensándolo por casi medio año antes de pedirme que fuera su mensajero, y su mensaje resultó ser una confesión de amor totalmente ridícula. Sí, el tipo no tenía remedio.

"Olvídalo. Bueno, el resto es más o menos igual. Estoy seguro de que ya entendiste, ¿no?"

Nagato sólo respondió:

"Entiendo."

Y asintió con la cabeza.

¿Entiendo?

Miré a Nagato, y ella me devolvió la mirada fijamente.

El tiempo pasó y parecía que el silencio hubiese cobrado alas y estuviera volando a nuestro alrededor...

"..."

Nagato inclinó su cabeza levemente, pero aparte de eso no hizo nada más, excepto continuar mirándome con atención. ¿Eh... ahora qué? ¿Debería decir algo, no?

Mientras buscaba en mi diccionario algo para decir...

"He recibido el mensaje que me has transmitido."

Su mirada no se desvió ni un momento.

"Pero no puedo satisfacer esa solicitud."

Lo dijo con su tono de calma habitual.

"No puedo garantizar que mi mecanismo de autocontrol seguirá siendo estable durante los próximos diez años."

Después de terminar esa frase, cerró firmemente sus labios otra vez. Ni por un instante cambió su expresión ni me quitó los ojos de encima.

"No..."

El primero en vacilar fui yo, sacudiendo mi cabeza para poder alejar mi vista de aquellos ojos oscuros que parecían estar a punto de tragarme.

"Tienes razón. Diez años es demasiado tiempo."

Aunque el problema de aquella confesión no era únicamente el largo tiempo de espera, dejé salir un suspiro de alivio. La fuente de aquel alivio era, simplemente, que no quería ver a Nagato involucrándose con Nakagawa o con ningún otro idiota como él. No voy a negar que aún tengo un vivo recuerdo de aquella Nagato que ví cuando Haruhi desapareció. Nakagawa no era un mal tipo, incluso podría decirse que es una buena persona, pero no puedo borrar de mi cabeza esa imagen de Nagato, con esa expresión desesperada mientras tiraba de la manga de mi chaqueta. "Lo siento, Nagato,"

Arrugué el trozo de papel haciendo una bola.

"Es mi culpa. No debí haberte leído esta cosa palabra por palabra, y debí rechazar la solicitud de Nakagawa cuando me llamó. Por favor olvida que esto sucedió. Voy a hablar con ese idiota. No te preocupes, no creo que sea del tipo de persona que se convierte en un acechador."

Pero si Asahina-san resultara de pronto con un novio, sería yo el que lo acecharía todo el día... ¿Eh? Así que es por eso, así son las cosas.

Ya sabía la causa de esa incómoda sensación.

Ya fuese por Asahina-san o por Nagato, ¡No podía tolerar la idea de algún tipo interponiéndose entre ellas y yo! Era así de simple. Por eso me sentí tan aliviado antes, supongo que soy un tipo bastante básico en esos asuntos.

¿Y qué hay de Haruhi? Ah, si es por ella, no me preocupa en absoluto. Haruhi ignoraría a cualquier tipo que se atreviera a perseguirla. Si algún día se congela el infierno y Haruhi decide comenzar a salir con alguien, entonces no tendrá tiempo de andar por ahí buscando extraterrestres y viajeros en el tiempo. Esas serían muy buenas noticias para todo el mundo, y estoy seguro de que Koizumi se sentiría complacido por no tener que trabajar tanto.

Después de eso, esta parte surrealista y compleja de mi vida llegaría por fin a su final. Quizá alguna vez llegue ese día, pero estoy seguro de que no será pronto.

Abrí la ventana del salón. La brisa invernal que entró, tan fría que habría sido capaz de herir a alguien, chocó contra el tibio aire del interior, que casi tenía ya la temperatura de nuestros cuerpos. Con un movimiento de mi brazo, arrojé aquella bola de papel tan lejos como fui capaz. El trozo de papel flotó suavemente en el viento y aterrizó en silencio en el campo de césped a un lado del pasillo que une el edificio principal de la escuela y el edificio de los clubes. Supuse que terminaría siendo arrastrado a un canal de desagüe cerca del edificio, y se descompondría junto con las hojas para volver a ser uno con la tierra...

¡Pero me equivoqué!

"¡Maldita sea!"

Había una persona caminando por aquel pasillo, y de repente cambió de dirección dirigiéndose hacia el césped. Aquella chica se volteó para mirarme fijamente, como si acabase de arrojar una colilla de cigarrillo, y procedió a recoger la bola de papel que acababa de lanzar.

"¡Hey! ¡No recojas eso! ¡Tampoco vayas a leerlo!"

Ignorando mis inútiles protestas, tomó aquel pedazo de basura que nadie le había pedido recoger, lo desdobló y comenzó a leerlo en silencio.

"..."

Nagato seguía mirándome sin decir nada.

Tomémonos un momento para responder el siguiente cuestionario:

 P1. ¿Qué estaba escrito en aquel pedazo de papel?
 R1. Una declaración de amor hacia Nagato.
 
 P2. ¿De quién era la caligrafía de aquel papel?
 R2. Mía.
 
 P3. ¿Qué pensaría una persona que leyera la nota?
 R3. Probablemente interpretaría muy mal la situación.
 
 P4. ¿Entonces, qué estaba pensando Haruhi al leer todo aquello?
 R4. No quiero ni imaginarlo.


Y así, Haruhi leyó atentamente el trozo de papel por un par de minutos, y luego levantó la cabeza para mirarme fijamente mientras revelaba una siniestra y maligna sonrisa, como si estuviese tramando algo.

...¡Tal y como lo pensé, aquel no era un buen día!

Diez segundos más tarde y con la velocidad más aterradora imaginable, ya había llegado corriendo hasta el salón del club y me tenía agarrado por el cuello de mi camisa…

"¡¿En qué diablos estabas pensando?! ¡¿Acaso eres estúpido?! ¡Voy a tener que lanzarte por esa ventana a ver si reaccionas!"

Gritó todo esto sosteniendo una sonrisa en su cara, sólo que aquella sonrisa se veía bastante falsa. Si la fuerza que usó para arrastrarme hasta la ventana hubiese sido convertida en energía, hubiese sido suficiente para alimentar la calefacción de la escuela por todo un día. Ni siquiera mi nervioso intento de explicar la situación parecía controlar aquella fuerza.

"¡No, espera, puedo explicártelo! Estaba haciéndole un favor a un antiguo compañero de preparatoria llamado Nakagawa..."

"¡¿Qué?! ¡¿Estás tratando de culpar de esto a alguien más?! ¿Esta es tu caligrafía, no?"

Haruhi pregunto amenazante mientras me empujaba hacia atrás, y luego se quedó mirándome con los ojos bien abiertos desde una distancia de apenas diez centímetros.

"Vas a tener que soltarme primero, no puedo hablar normalmente si me estás arrastrando así…"

Mientras forcejeaba y luchaba con Haruhi, una cuarta persona llegó en el peor momento posible. "¡¿Eh…?!"

Los ojos de Asahina-san estaban tan grandes como platos mientras nos miraba desde la puerta. Con un gesto muy elegante, se cubrió la boca y dijo:

"...Ah... ¿están en medio de algo? Si hace falta, puedo volver más tarde..."

Aunque de hecho sí estábamos en medio de algo, no era nada importante. No tenía nada de divertido luchar y forcejear con Haruhi, aunque sería algo muy distinto si se tratase de Asahina-san... En todo caso, claro que podía entrar. Ni en el pasado, ni en ese momento, le habría negado a Asahina-san el derecho a entrar, y no pensaba comenzar a hacerlo.

Además, Nagato estaba allí sentada como si nada estuviese pasando, así que no había razón para que Asahina-san no pudiese entrar también. Si además podía ayudarme a salir de aquel enredo, era más que bienvenida.

Mientras le sonreía a Asahina-san y empujaba a Haruhi al mismo tiempo...

"Oh, vaya."

El último miembro llegó, asomando su cabeza por la espalda de Asahina-san.

"¿Acaso llegué muy temprano?"

El tipo dejó ver una alegre sonrisa, e hizo un lado un mechón de cabello de su frente.

"Asahina-san, parece que hemos llegado en un momento inoportuno. Quizá deberíamos regresar más tarde, cuando hayan solucionado esta disputa doméstica. Te puedo invitar a un café mientras tanto…"

Un momento, Koizumi. Si crees que todo aquel forcejeo es una pelea común de pareja, te recomiendo que vayas a que te examinan la vista. Ah, y no trates de aprovechar esta oportunidad para llevarte a Asahina-san. Asahina-san, esto no es nada, no tiene por qué preocuparte, y no vayas a asentir aceptando su invitación.

En ese momento Haruhi estaba agarrada de mi camisa con toda la fuerza que tenía, y yo la sostenía firmemente por las muñecas. De seguir así, mis ligamentos comenzarían a dolerme en un instante, así que opté por llamar refuerzos…

"¡Hey! ¡Koizumi! ¿A dónde crees que vas? ¡Ven aquí y ayúdame!"

"Hmm… ¿a quién debería apoyar?"

Koizumi decidió hacerse el tonto, mientras que Asahina-san se quedo inmóvil y parpadeando sin parar, como un conejito aterrorizado. Ni siquiera se dio cuenta de que Koizumi puso la mano en su hombro, tratando de hacer el papel del caballero en armadura que salva a la doncella en peligro.

¿Y qué estaba haciendo Nagato en todo ese tiempo? Di un rápido vistazo y noté que Nagato exactamente lo que pensé que estaría haciendo, no parecía estar interesada y seguía leyendo su libro. Oh, por favor, es precisamente por ti que estoy metido en todo este problema, ¿por qué no puedes al menos decir algo?

De pronto, las garras de Haruhi me apretaron mucho más fuerte.

"¡¿Cómo pude ser tan ciega?! ¡No puedo creer que recluté en mi brigada a alguien tan idiota como para escribir una estúpida carta de amor! ¡Eso sí me molesta! ¡Tendrás que renunciar de inmediato! ¡Qué desagradable, es peor que meter el pié descalzo en un zapato lleno de cucarachas!"

¡Primero, tendrás que subir sobre un muro con un pescado seco en la boca y pelear con los gatos callejeros! ¡Y vas a tener que usar unas orejas de gato todo el tiempo!

A pesar de estar furiosa, Haruhi seguía mostrando aquella aterradora sonrisa. Era como si no supiera qué expresión debía usar en una situación como ésa.

"¡Mientras subía, tuve tiempo de pensar en trece castigos diferentes para esto! ¡Primero, tendrás que subir sobre un muro con un pescado seco en la boca y pelear con los gatos callejeros! ¡Y vas a tener que usar unas orejas de gato todo el tiempo!"

Si Asahina-san tuviese que hacer eso llevando puesto su uniforme de mucama, estoy seguro de que sería algo digno de verse; si lo hiciera yo, en cambio, lo próximo que verían sería mi cuerpo en la parte trasera de una ambulancia.

"Claro que no tenemos orejas de gato."

Me acerqué a la ventana y respiré profundamente.

Lo siento Nakagawa, si no le digo la verdad, yo seré la próxima cosa que salga volando por esta ventana además de ese trozo de papel. Su hubiese sido posible, no les habría dicho nada acerca de tí, pero si Haruhi sigue malinterpretando todo esto, hasta la Madre Naturaleza estará en peligro.

Miré fijamente los ojos bien abiertos de la Reina de la Brigada, y con el mismo tono suave que uso para calmar a Shamisen cuando le corto las uñas, le dije:

"Escúchame, es que... vas a tener que soltarme primero, Haruhi. Voy a explicártelo todo hasta que te entre en esa dura cabeza tuya."

Diez minutos después.

Haruhi estaba sentada en su silla de metal, con las piernas cruzadas mientras bebía una taza de té verde.

"Ese amigo tuyo sí que es raro. Entiendo que se haya enamorado a primera vista, pero su obsesión ya se está pasando de la raya. Qué imbécil."

Ella pensaba que el amor no sólo te vuelve ciego, sino que también provoca daño cerebral. Bueno, igual no estaba en desacuerdo con esa última declaración.

Haruhi sacudió la arrugada carta.

"Al principio, pensé que te habías puesto de acuerdo con el idiota de Taniguchi para burlarte de Yuki. Es el tipo de cosa que él haría, por no mencionar que Yuki es una chica callada y obediente que se dejaría engañar fácilmente."

No creía que pudiese encontrar a alguien en esta galaxia más difícil de engañar que Nagato. Pero preferí quedarme callado y escucharla con atención. Quizá sintiendo que tenía ganas de decir algo, Haruhi me dirigió una breve y amenazante mirada, para luego volver a la expresión relajada de antes.

"Olvídalo, tú no serías capaz de hacer algo así. No tienes ni la inteligencia ni la astucia necesarias."

No estaba muy seguro si aquello era algo bueno o malo, pero era cierto que yo no haría algo tan infantil como eso. Además, no importaba lo malo que fuese Taniguchi para expresar lo que sentía, él tampoco haría algo así.

"Pero..."

La persona que encendió aquella mecha, fue nada menos que el ángel de la Brigada SOS.

"Yo creo que es muy romántico."

Asahina-san dijo con indulgencia.

"Si alguna persona llegase a sentirse así por mí, creo que me haría muy feliz... ¿Diez años, verdad? Me gustaría mucho conocer a alguien dispuesto a esperar diez años sólo por mí. Es tan romántico..."

Juntó los dedos de las manos mientras sus ojos brillaban con fuerza.

Aunque no estaba muy seguro de que Asahina-san entendiese por romántico lo mismo que yo entendía, imaginé que era cuestión de interpretaciones. Quizá el vocabulario había cambiado un poco en el futuro. Después de todo, ella era alguien que no entendía cómo un simple barco podía flotar en el agua si no se lo explicaban primero.

Ah sí, el vestido de Asahina-san de ese día era de lo más normal, sólo traía puesto el uniforme de marinero. Esto se debía a que su uniforme de mucama, el de enfermera, y todos los demás disfraces habían sido enviados a la lavandería, incluyendo también el disfraz de rana. Cuando Haruhi y yo habíamos llevado a lavar toda aquella pila de disfraces impregnados con el aroma de Asahina-san, el dueño de la lavandería no había dejado de mirar maliciosamente a Haruhi y luego a mí, y el sólo pensar qué se estaba imaginado me dejó un trauma de por vida.

"Nakagawa y el romance son dos conceptos que están totalmente aislados."

Tragué rápidamente el té que quedaba en mi taza, y seguí hablando:

"Además, creo que reencarnó en el cuerpo equivocado. Él es un tipo de esos fuertes, gruesos y musculosos que nunca será el protagonista de esas novelas para adolescentes. Su horóscopo animal seguramente tendría que estar representado por el oso negro Japonés."

Traté de imaginar cómo se vería, según lo que recordaba de él en la secundaria.

"¿En serio? Se escucha como un tipo grande y muy amable."

Aunque la impresión que daba podía corresponder a esas dos interpretaciones, ya que era un tipo con muy buen estado físico, lo que yo había imaginado no se parecía a lo que pensó Asahina-san. En realidad, pensé en disculparme con él por describirlo de esa manera, y antes de que pudiese destruir toda evidencia sobre la declaración de amor de Nakagawa – también debería disculparme por esto, pero ya no me siento capaz - Haruhi la había leído apasionadamente y en voz alta para que todos la escucharan. La reacción de Koizumi fue muy diferente de la de Asahina-san:

"Qué discurso tan impresionante."

Lo dijo como siempre, con esa pretenciosa sonrisa.

"Esa carta permite tener una buena idea de cómo es el autor. Aunque su idealismo es un poco exagerado, hay que reconocer que es muy serio y está bien plantado en la realidad. Aunque el autor se perdió un poco como resultado de un frenesí de inspiración, por sus palabras uno puede reconocer su pasión y ambición. Si Nakagawa-san puede trabajar tan duro como lo dice ahí, entonces será una formidable persona en el futuro."

Aquel análisis se escuchaba como lo que haría un psicoanalista principiante. ¿Acaso es tan simple opinar sobre la sida de otras personas? Si una crítica tan irresponsable como la tuya es válida, entonces la mía también lo es. ¿De todos modos, a quién estás tratando de convencer? "Sin embargo..."

Koizumi me dirigió una sonrisa.

"Se requiere de gran valor para escribir una carta de amor en esos términos. Y tú has demostrado ser una persona muy amable al aceptar entregarla. De estar yo en tu lugar, no habría podido ni siquiera escribirla por lo mucho que me habrían temblado las manos."

¿Qué se supone que significa eso? ¿Acaso me estás criticando entre líneas? A diferencia de ti, yo sí valoro a los amigos. Yo sí me tomo la molestia de hacer el papel de Cupido, aún cuando sea una pérdida de tiempo.

Me encogí de hombros, y le dije a Koizumi lo que había sucedido después.

"Nagato ya me había dado una respuesta antes de que ustedes llegaran."

Hablé en lugar de Nagato, que le estaba prestando a Haruhi y a Koizumi la misma cantidad de atención.

"Dijo que diez años era demasiado tiempo. Bueno, era de esperarse. Yo habría dicho lo mismo"

En ese momento, Nagato, que había estado en silencio todo el tiempo, habló:

"A ver."

Extendió sus delgados dedos.

Eso me sorprendió, y supongo que también sorprendió a Haruhi.

"Supongo que tienes curiosidad."

Haruhi dijo, como tratando de leer la expresión que se ocultaba bajo los mechones de cabello del único miembro del Club de Literatura.

"Aunque Kyon sólo escribió lo que otra persona le dictó, podrías llevártela como un recuerdo. Después de todo, es una carta muy ambigua o muy sincera, pero igual, una confesión como esa es muy rara en ésta época."

"Ahí tienes."

Koizumi recibió el pedazo arrugado de papel de manos de Haruhi, y se lo pasó a Nagato.

"..."

Nagato bajó la mirada y comenzó a leer mi caligrafía. Por momentos, sus ojos parecían quedarse fijos en un solo sitio, como tratando de comprender todo el significado de cada una de las líneas.

"No puedo esperar."

Bueno, eso era de esperarse.

Pero entonces, Nagato añadió...

"Pero puedo ir a verlo."

Esa frase hizo que todos en el cuarto nos quedáramos asombrados, y luego dijo otra frase, que casi hizo que mi mandíbula cayera hasta el suelo.

"Tengo curiosidad."

Tras decir eso, me miró con una expresión poco habitual.

Era una expresión que conocía muy bien – una mirada de determinación, tan clara como una pieza perfecta de cristal hecho a mano.

La limpieza del salón del club no terminó como era de esperarse. Cuando sugerí deshacernos de algunos de los libros en los estantes, Nagato no dijo ni "sí" ni "no", sino que se me quedó mirando en silencio. Al ver aquellos ojos que apenas si alcanzaban a ocultar una profunda tristeza, fui incapaz de sacar los libros. En único juego de mesa de la colección de Koizumi que terminó en la basura, fue un tablero de Backgammon hecho de papel, que originalmente había sido recortado de una revista, y sólo habíamos jugado una vez.

Las únicas posesiones personales de Asahina-san entre todo aquello eran las bolsas de té. Por otro lado, por cada uno de los objetos de Haruhi que tratábamos de sacar, ella respondía con un contundente, "¡No puedes arrojar eso!"

"Escúchame bien, Kyon. Es un desperdicio echar algo a la basura sin haberlo utilizado primero. Yo no voy a hacer algo así. Las cosas que sean útiles, deben ser reutilizadas una y otra vez, hasta que se desgasten por completo, de lo contrario no podemos desecharlas. Hay que pensar en el medio ambiente."

En un futuro, este cuarto se convertirá en un enorme basurero gracias a esa chica. Si de verdad te preocupa tanto el ambiente, no deberías preocuparte por un montón de cosas sin vida, al menos es lo que yo pienso.

Haruhi ató un pañuelo triangular alrededor de su cabeza, les entregó a Nagato y a Asahina-san un trapero y una escoba, y nos entregó a Koizumi y a mí un cubo y un trapo, y nos ordenó limpiar las ventanas.

"Ésta será la última vez que estaremos en este cuarto por este año, así que tenemos que dejarlo reluciente antes de irnos a casa. Sólo así podremos estar tranquilos al comenzar el Año Nuevo." Después de recibir esa orden, Koizumi y yo empezamos a limpiar las ventanas. Le dirigí una que otra mirada a aquel trío de chicas de la Preparatoria Norte, preguntándome si lo que estaban haciendo era limpiar el cuarto, o si sólo cambiaban el polvo de lugar. Entonces mi compañero me dijo en voz baja:

"Que esto quede sólo entre nosotros. Aparte de la 'Organización', existen muchas otras agencias que quieren acercarse a Nagato-san, porque ahora ella es tan importante como Suzumiya-san y como tú. Entre todos los agentes de la Entidad de Pensamientos para la Integración de Datos, la existencia de Nagato-san es particularmente extraordinaria, sobre todo últimamente…"

Me senté en el borde de la ventana y exhalé algo de aire caliente entre mis manos, tratando de alejar aquel viento helado que estaba bajando mi temperatura corporal con facilidad, mientras seguí limpiando la ventana con el trapo húmedo.

"¿De qué diablos estás hablando?"

En realidad fue bastante fácil hacerme el tonto. Hacía muy poco tiempo, había vivido algo con Nagato y con Asahina-san que no tenía nada que ver con éste Koizumi y con ésta Haruhi, y el “yo” de la actualidad estaba vivo como resultado. Por supuesto, no podía quedarme callado tras escuchar todo eso.

"Ya pensaré en algo."

Respondí tratando de permanecer en calma.

Todo ese incidente había empezado por mi culpa, así que yo mismo me haría cargo.

Koizumi limpió el interior de la ventana sin dejar de sonreír.

"Claro, esta vez cuento contigo. Organizar el viaje de fin de año de la Brigada SOS a las montañas es más que suficiente para mantenerme ocupado. Además, siempre puedes provocar un poco a Suzumiya-san para reducir su estrés. Desafortunadamente, yo no me puedo dar ese lujo."

"¿Entonces quiénes dices tú que son los malos?"

La sonrisa en la cara de Koizumi se volvió retorcida.

"¿No crees que ya es hora de que me quite esta máscara de inocencia y cambie esta imagen que ya ni me acuerdo cuándo creé para mí mismo? Después de todo, es agotador tener que ser tan educado todo el tiempo."

Si te sientes tan cansado, entonces para ya con eso. No me sentía con ánimo de interrumpir su discurso.

"Pero no funcionaría. Mi imagen actual concuerda perfectamente con lo que piensa Suzumiya-san de mí. Después de todo, soy un experto en entender sus estados mentales."

Koizumi suspiró exageradamente.

"Sólo por eso, siento mucha envidia de Asahina-san. Ella no tiene que fingir nada, sólo tiene que ser ella misma."

"¿Acaso no dijiste alguna vez que Asahina-san podría estar fingiendo también?"

"¿Oh, en serio creíste en eso que dije? Si logré ganarme tu confianza, entonces todo mi trabajo ha valido la pena."

Tan pretencioso como siempre. Ya casi ha pasado un año, y su afectada forma de hablar no ha cambiado en lo más mínimo. Incluso Nagato ha sufrido algunos cambios en lo profundo de su corazón, pero tú eres tan falso como el primer día. Asahina-san no tiene por qué cambiar, es mejor si sigue siendo igual. Yo ya he conocido a la otra Asahina-san, y sé que está predestinada a crecer y madurar, física y mentalmente.

"Si llegase a provocar algunos cambios..."

Koizumi comenzó a limpiar con más fuerza.

"…no sería una buena señal. Mi misión es mantener el status-quo. Estoy seguro de que no te gustaría si tengo que volverme más serio."

"Seguro, nada de eso. Como tú estás sonriendo como un idiota a todas horas, eres el más indicado para estar siempre al lado de Haruhi y ayudar a limpiar su desorden y planear las cosas que quiere. Ya quiero ver qué juego de misterio estás preparando para el viaje a las montañas. ¿Eso es lo que quieres oír, no?"

"Es el mejor cumplido que he escuchado, permíteme aceptarlo en su totalidad."

No sabía si lo había dicho en serio o no, porque cualquier cosa que saliese de la boca de Koizumi era como el vapor que se desvanecía en un cristal.

Más tarde, esa noche...

Estaba mirando la cara durmiente de Shamisen, que se había enrollado en una bola sobre mi cama, y disfrutando de cierta tibieza en el aire. Ya que estaba pensando de dónde podría haber salido esa corriente cálida, decidí que igual podría pensar en dónde está al límite entre el amor y el deseo. Pero justo en el momento en que un pensamiento iluminó mi cabeza con un decisivo ¡Ya lo sé!...

"¡Kyon-kun! Es el teléfono... es la misma persona que llamó ayer..."

Mi hermanita abrió la puerta de mi cuarto una vez más, con el auricular en la mano.

Después de entregarme el auricular, el cual estaba tocando una canción pop como tono de espera, mi hermanita se sentó en mi cama y comenzó a jugar con los bigotes de Shamisen.

"Shami, Shami~ Shami peludo, gato lanudo~"

Miré a mi hermana con su alegre expresión, luego a Shamisen con su expresión indiferente, y luego una vez más a mi hermana que seguía cantando, antes de llevar el auricular junto a mi oído. ¿Qué era lo que estaba pensando antes de que ella llegara?

"¿Aló?"

"Soy yo."

Nakagawa, mi compañero de clase de la secundaria, no pudo reprimir la ansiedad que lo invadía, y me preguntó de inmediato.

"¿Cómo salió todo? ¿Qué te dijo mi Diosa Nagato? Dímelo por favor, no importa cuál sea su respuesta, ya estoy preparado para oírla. ¡Date prisa, Kyon...!'

Sonaba como un candidato a una posición en el Concejo, preguntando por los resultados de las últimas encuestas.

"Lo siento, pero las cosas no salieron como estaban planeadas." Le hice una señal a mi hermana para que saliera del cuarto, mientras trataba de sonar condescendiente.

"Ella dijo que no te esperaría. Ella no puede imaginar y no puede garantizarte que esperará hasta dentro de diez años... Eso fue lo que respondió."

Mi boca dejó salir aquella información. "Pero puedo ir a verlo"... Pensé detenidamente en cómo reaccionaría Nakagawa ante esa frase de Nagato...

"¿Ah, sí?"

Nakagawa se escuchaba sorprendentemente tranquilo.

"Yo también lo imaginé. No podría haber aceptado así de fácil."

Seguí haciéndole señas a mi hermana con la mano. Ella no tuvo más opción que agarrar a un inconforme Shamisen y salir de mi cuarto mientras tarareaba una curiosa canción. Seguramente quería dormir con él en su propio cuarto. En más o menos una hora, Shamisen entraría corriendo de vuelta en mi cuarto, con la cola entre las patas. Es típico de los gatos sentir aversión hacia los humanos que les dan demasiado afecto.

Después de que salió mi hermana, tomé nuevamente el teléfono y comencé mi interrogatorio:

"¡Oye! ¿Eso es lo único que tienes para decir después de hacerme leer una declaración tan vergonzosa?"

¡¿Si ha sabías que ibas a fracasar, entonces por qué me pediste que fuera tu mensajero?!

"Todo tiene que hacerse de acuerdo con ciertos procedimientos."

Eres el menos indicado para decir eso, porque te saltaste toda la parte de conocerla y te declaraste de buenas a primeras. Ni siquiera respetas las reglas básicas del Shogi, ¿Quién esperaría lograr un jaque-mate en su primer movimiento?

"Debe ser confuso escuchar que un completo extraño te declara su amor."

Si sabías eso, entonces debiste quedarte callado en primer lugar. Sólo un miembro del escuadrón anti-bombas, o alguien muy estúpido, pondría su pié voluntariamente sobre una mina terrestre. "Pero con esto, mi Diosa Nagato estará interesada en mí al menos un poco."

Eso era parte de un elaborado plan maligno de Nakagawa. Él era, de hecho, la primera persona por la que Nagato había sentido "curiosidad". Ese era el verdadero poder tras las acciones de Nakagawa. Me atrevo a asegurar que, por lo menos en este momento, su desparpajo no tiene rival en nuestro planeta.

"Kyon, es por eso que necesito pedirte otro favor."

¿Ahora qué quería? Mi espíritu bondadoso estaba punto de desaparecer por completo.

"¿Sabías que me uní al equipo de fútbol americano cuando entré a la preparatoria?"

"No, es la primera vez que lo mencionas."

"¿En serio? Bueno, te juro que aparte de esto no voy a pedirte nada más. Vamos a jugar un encuentro amistoso contra el equipo de otra escuela para hombres. Por favor, lleva a mi Diosa Nagato a ver el juego. Por supuesto, yo estaré en la formación principal."

"¿Cuándo es el juego?"

"Mañana."

¿Acaso no lo había explicado antes? Ya tengo las manos llenas con tener que ocuparme de una sola persona caprichosa como Haruhi. ¿Por qué siempre tienen que anunciar todo con tan poco tiempo?

"No hay nada que pueda hacer si mi Diosa Nagato no quiere esperarme por diez años. Sin embargo, espero poder conmoverla con mi valentía."

Qué razonamiento tan extraño. Al menos deberías considerar mi situación. Incluso si no te importo yo, deberías considerar cuán ocupados vamos a estar todos por el fin de año.

"¿Tienes algún inconveniente?"

No es precisamente que yo no pudiese. Estaba libre como un ave al día siguiente, y probablemente Nagato también. Así que no es para nada inconveniente. Con las cosas así, seguramente me vería obligado a ir y ser testigo yo también de su “valentía”.

"Genial, por favor, vayan. Aunque es un juego amistoso, no deja de ser un duelo a muerte. El partido de mañana es el juego anual entre los equipos de fútbol americano de mi escuela y la preparatoria vecina. El resultado del partido decidirá cómo vamos a pasar el año nuevo. Si perdemos, vamos a tener unas vacaciones de invierno verdaderamente infernales: No tendremos descanso ni en la víspera ni en el día año nuevo, todos los días vamos a tener que asistir a entrenamiento y luego a más entrenamiento."

Nakagawa hablaba muy en serio, se oía incluso trágico, pero a mí no me importaba en absoluto. Tenía un montón de cosas y asuntos de los cuales ocuparme antes del fin del año, y sólo faltaban unos cuantos días para nuestra excursión a las montañas.

"Kyon, no hay problema si estás ocupado. Todo lo que tienes que hacer es invitar a mi Diosa Nagato para que asista. Es lo único que pido. Si ella se niega, entonces me daré por vencido. Pero mientras exista una oportunidad entre mil de que me vea, estoy dispuesto a tomarla. Si uno no hace lo posible por convertirlo realidad, un sueño nunca dejará de ser más que un sueño."

¡De verdad que puedes hablar idioteces! Sin embargo, mi gran debilidad es que no soy capaz de ser cruel con nadie.

"Está bien."

Me acosté en mi cama, y traté de dejar salir un suspiro que nunca llegó.

"Llamaré a Nagato más tarde."

Tenía el presentimiento de que Nagato no diría que no.

"¿En dónde queda tu preparatoria? Si Nagato acepta, la llevaré hasta allí."

Quizá tenga que llevar a alguien más... ¿No hay problema si llevo otras personas, verdad?

"Gracias, Kyon. Siempre estaré en deuda contigo por esto."

Nakagawa me dijo, muy animado, cómo llegar hasta su escuela, y a qué hora comenzaría el juego.

"¡De verdad eres un casamentero innato! ¡Voy a contratarte como organizador de nuestra boda! ¡No! Nuestro primer hijo tendrá tu nombre, se llamará..."

"Adiós."

Después de una fría despedida, colgué el teléfono. Si dejaba que Nakagawa siguiera hablando sin parar, quizá comenzaría a sufrir daños cardíacos.

Dejé el auricular del teléfono sobre mi cama y tomé mi celular, tratando de encontrar el número de Nagato en mi lista de contactos.

Y así, el día siguiente llegó demasiado pronto.

"¡Qué demora! ¿Cómo es que la persona que nos citó es la última que llega? ¡¿Al menos tienes ganas de ir?!"

Haruhi me señaló con una sonrisa en el rostro. Estábamos frente a la conocida estación del tren, que se había convertido en el punto de encuentro oficial de la Brigada SOS. Los otros tres, Nagato, Koizumi y Asahina-san, estaban esperándome allí también.

Al principio, había pensado en ir solamente con la silenciosa Interfaz Humanoide, pero como lo dije antes, no era posible que fuéramos ver el juego nosotros dos solos. Si importar qué tan fino sea el tejido de una red, siempre tendrá muchos agujeros, y si la comandante de la Brigada se llegase a enterar de que fuimos a ver un juego si ella, sólo Dios sabe qué clase de castigo absurdo nos haría cumplir. De sólo pensarlo me dieron escalofríos. Después de eso, daba igual llevar a todos los demás, así que después de llamar a Nagato, procedí a llamar a los otros tres. Ahora bien, la razón por la que todos aceptaron podía ser porque todos tenían el día libre, o porque todos sentían curiosidad por conocer a un tipo que se había enamorado de Nagato a primera vista.

Como estábamos a mitad del frío invierno, todos traían ropa muy abrigada. El vestido de Asahina-san era especialmente digno de mencionar. Traía puesto un abrigo de piel artificial, de esa que se vé peluda y suave, y se veía tan hermosa y tierna que parecía un conejito blanco. Si alguien se enamorase a primera vista hoy, el objetivo sería Asahina-san en vez de Nagato.

En cambio Nagato traía solamente un abrigo con capucha sobre su uniforme escolar de siempre, y tenía la cabeza cubierta. Era de esperarse que una muñeca creada por extraterrestres fuese capaz de soportar las temperaturas heladas de La Tierra.

Como estábamos a mitad del frío invierno, todos traían ropa muy abrigada.

"..."

Aunque estaba a punto de conocer a la persona que le había confesado su amor, ella seguía completamente impasible.

"Muy bien, vamos. Ya no puedo esperar a ver cómo es ese tipo, además, esta es la primera vez que voy a ver un partido de fútbol americano."

Haruhi no era la única persona que iba de muy buen humor, como si se tratase de un día de campo. Asahina-san también iba sonriendo alegremente y Koizumi conservaba su maligna sonrisa, pero yo me veía aburrido y nuestro personaje del día, Nagato, no dejaba ver ninguna expresión.

"Yo ya pregunté cuáles son las rutas de autobús que pasan por este parque. Nos tardaremos media hora en llegar a la escuela de ese tipo. Podemos tomar el autobús aquí."

Koizumi nos indicó el camino, hablando como un guía turístico mientras que a mí se me escapaba el aliento.

Daba igual mientras todos estuviesen felices, ya se tratase de él, de Haruhi, o de Asahina-san. Mientras Koizumi caminaba, se acercó gradualmente a mi lado, y me susurró al oído:

"De verdad que tienes unos amigos extraordinarios."

Esperé a que continuase hablando, pero Koizumi sólo me dirigió una sonrisa y regreesó a su labor de guía turístico.

¿Nakagawa era alguien extraordinario? ¿Quién sabe? Para haberse sentido paralizado y alcanzado por un rayo sólo con ver a Nagato, no debe de ser una persona común y corriente. Mientras caminábamos hasta la parada del autobús, sentí que algo no estaba bien.

Por alguna razón, no me sentía a gusto.

Después de viajar en el autobús por cerca de media hora, tuvimos que caminar unos cuantos minutos para llegar a la preparatoria masculina. El juego ya había empezado.

Como me levanté tarde, perdimos un par de autobuses, así que para cuando llegamos, el juego ya llevaba unos quince minutos.

Al parecer, no podíamos entrar en las instalaciones de la escuela, así que caminamos un rato alrededor del lugar hasta que llegamos a una cancha rodeada por una cerca. El juego amistoso de fútbol americano se jugaba en aquel lugar.

"¡Vaya~ Qué cancha tan grande!"

Estaba totalmente de acuerdo con el comentario asombrado de Asahina-san. A diferencia del campo de juegos de la Preparatoria Norte, que era básicamente un pedazo de terreno nivelado en la cima de una colina y nada más, el terreno de juegos de ésta escuela privada había sido construido con una gran inversión de dinero. El lugar en el que estábamos parados estaba situado casi a un piso de altura sobre el campo de juego, dándonos un gran punto de vista. Además de nosotros cinco, pasaban por allí algunos ancianos de vez en cuando, y había un grupo de colegialas, seguramente fanáticas de algunos de los jugadores, con sus rostros apretados contra la cerca y animando con sus voces chillonas a cada una de las dos escuelas.

Mientras escuchábamos el choque de los cascos y de los uniformes blancos y azules, los cinco buscamos un lugar vacío en el cual pararnos juntos en fila.

Nagato permaneció en silencio y no reaccionó de ninguna manera.

Seguía en silencio...

Yo no sabía absolutamente nada de fútbol americano. Recuerdo que tras ganar un juego en el campeonato de béisbol, Haruhi nos había llevado las solicitudes de inscripción para el campeonato de fútbol americano y de fútbol soccer. Al final no participamos en ninguno de los dos torneos (claro que eso fue después de muchas discusiones y sufrimiento), pero sólo para estar seguro, había ido a echar un vistazo a las reglas del juego. Parecía simple, pero era en realidad un juego bastante complicado: Aunque no era difícil de jugar, no era un deporte en el que pudiésemos entrar sólo por capricho.

De hecho, la imagen de la fuerte lucha que se desarrollaba al otro lado de la cerca bastó para probar que nuestra decisión de no participar había sido la correcta.

El equipo que estaba a la ofensiva llevaba un pequeño balón ovalado, similar pero no igual a uno de rugby. Para avanzar apenas unos centímetros por el campo, los jugadores tenían que lanzar, hacer pases, bloquear y cargar de frente todos al mismo tiempo. Para evitar que el balón avanzara un solo centímetro en su territorio, el equipo a la defensa tenía que atacar al jugador que llevaba el balón, luchar para arrancárselo y detener su formación de ataque. El ruido de su equipo de protección siendo golpeado nunca se detenía.

En general, era un deporte típico de los norteamericanos.

"Hmm..."

Haruhi se aferró a la cerca y miró con interés a los jugadores, que en ese momento se encontraban amontonados en una pila.

"¿Bueno, y cuál es Nakagawa?"

"Es el que tiene el número 82 en la espalda, del equipo blanco."

Lo dije según la descripción que Nakagawa me había dado. Nakagawa era el pilar trasero del equipo, ubicado a un lado de la línea del equipo ofensivo, y responsable tanto de bloquear la defensa como de atrapar pases. Aunque Nakagawa era in tipo muy grande, también era rápido y ágil. En realidad lo habían puesto en el lugar adecuado.

"¿Eh? Parece que están cambiando de posiciones, ¿por qué hacen eso?"

"Porque los jugadores pueden estar a la defensiva o a la ofensiva según el equipo que tenga el balón. Nakagawa está a la ofensiva en este momento."

"Todos usan cascos. ¿Pueden atacar con ellos? ¿Qué tan fuerte pueden golpearse entre ellos? ¿Pueden hacer lanzamientos de Judo, o usar alguna otra técnica de combate?"

"No pueden usar nada de eso. En las reglas no se permite nada de eso, y tampoco pueden golpear con los cascos."

"¿Eh~?"

Haruhi estaba mirando fijamente el juego. En la Preparatoria Norte no había equipo de fútbol americano, de haberlo, esa chica ya habría encontrado la manera de entrar y hacer de las suyas allí. ¿Quién sabe? Quizá hasta habría podido ganar usando su velocidad y toda esa energía que guardaba.

"Es un deporte muy animado y emocionante. Es muy adecuado para el invierno."

Escuché el comentario de Haruhi mientras miraba en silencio a Nagato. Seguía con la misma expresión en blanco y se limitaba a seguir la bola con la mirada. A mi modo de ver, no le estaba prestando atención a Nakagawa, sólo estaba soñando despierta.

Los cinco nos quedamos allí parados, viendo por un rato a los tipos de las dos escuelas golpeándose entre ellos.

"Eh... ¿Les gustaría tomar un poco de té?"

Asahina-san sacó de su bolso un termo y unos vasos de papel.

"Pensé que haría frío, así que traje una bebida caliente"

¡La sonrisa de Asahina-san la hacía ver como un ángel! ¡Muchas gracias! En verdad estaba comenzando a sentir mucho frío por estar parado allí viendo el juego.

Y así, bebimos aquel excelente té preparado por Asahina-san, y observamos el juego de fútbol americano en medio de una brisa helada.

Cuando ya comenzábamos a disfrutar del juego al calor del té, el segundo tiempo terminó y comenzó el descanso de mitad del juego. Con el uniforme blanco, el equipo de Nakagawa se reunió en el extremo opuesto del campo. Allí se encontraba un hombre musculoso que parecía ser el entrenador, y no paraba de gritarles muy fuerte. Aunque no lo veíamos claramente, sí pudimos entrever a alguien con el número 82 en su camiseta.

En cuanto al partido, si de verdad quieren mi opinión, me pareció bastante aburrido. No hubo elegantes pases largos, ni carreras de treinta yardas para atrapar un lanzamiento. Ambos equipos habían marcado anotaciones continuamente, y el puntaje de ambos estaba más o menos al mismo nivel, así que ninguno tenía una ventaja significativa sobre su oponente.

Y nosotros estábamos justamente con alguien que odia las cosas normales y aburridas, y se llama Suzumiya Haruhi.

"Yo pienso que esto no tiene sentido."

De pié en el mismo lugar de antes, Haruhi comenzó a quejarse murmurando. Ella no era la única que exhalaba un blanco vapor al hablar, todos estábamos en las mismas condiciones.

"Esos jugadores llevan la mejor parte aquí, al menos ellos se están moviendo."

Haruhi dijo eso mientras se abrazaba así misma para mantenerse caliente.

"Pero nosotros estamos aquí quietos, y hace demasiado frío ¿No hay una cafetería por aquí cerca?"

El espíritu de día de campo parecía haber sido ahuyentado por la helada. Debido a que el té de Asahina-san no era infinito, se nos había acabado hacía mucho rato. Incluso antes de acabarse, la mitad de aquel Té del Amor preparado por Asahina-san había sido enfriado por el viento, y no sirvió más para calentar nuestros cuerpos. Eso por no mencionar que aquel día habíamos presenciado la llegada de la primera gran oleada de tormentas invernales. Haruhi no era la única que temblaba del frío, tanto Asahina-san como yo nos estábamos congelando. Nagato era quizá la única que no sufría por el invierno, ya que no parecían afectarle ni el frío ni el calor.

"Como era de esperarse, uno no se divierte siendo un simple espectador. Quizá debería unirme para ver si me divierto un poco, podría encargarme de lanzar el balón."

Los enormes ojos de Haruhi estaban reducidos a apenas un par de ranuras, debido a los fuertes vientos que nos golpeaban de frente.

"En serio, voy a morir congelada si dejo de moverme. ¿Kyon, trajiste algo que sirva? ¿Quizá una bolsa de dormir térmica?"

¿Si hubiese traído algo así, no crees que ya la estaría usando? ¿Si quieres entrar en calor, por qué no corres una vuelta alrededor de la escuela o haces lagartijas? Sería económico y saludable al mismo tiempo.

"¡Hmpf! Está bien, yo sí tengo una bolsa térmica para mí, y es de muy buen tamaño."

Haruhi envolvió lentamente sus brazos alrededor de Asahina-san y se aferró firmemente a su delgado cuello, que parecía estar a punto de romperse.

"¡Kyaa! ¡Ahh! ¿Q... qué estás haciendo?"

Ese grito provino, por supuesto, de la muy avergonzada Asahina-san.

"Mikuru-chan, estás muy calientita. Y también se siente muy suave."

Con su mentón clavado en el abrigo blanco de piel artificial de Asahina-san, Haruhi parecía haberse fijado con pegamento a su espalda, y abrazaba el menudo cuerpo de nuestra sempai precisamente por su zona más voluptuosa.

"Sólo déjame calentarme por un ratito. ¿Je, je, Kyon, no te da envidia?"

Por supuesto que sí. Claro que si abrazara a alguien tan suave y tan tibia, preferiría abrazarla de frente.

"¿Eh?"

Haruhi me dirigió una mirada burlona.

"¿Entonces eso quiere decir...?"

Parecía querer decir algo, pero se quedó en silencio por un rato, y respiró profundamente. "¿Quieres hacer esto mismo con Mikuru-chan?"

Miré la expresión maligna en su rostro, y luego miré los ojos bien abiertos de Asahina-san, que sufría presa del abrazo de hierro de Haruhi. Comencé a pensar en una respuesta adecuada, y mientras me abrumaban una infinidad de pensamientos, mi salvación llegó desde mucho más atrás.

"¿Si no les molesta, por qué no nos abrazamos entre todos?"

Quizá tratando de unirse a nuestra conversación, Koizumi apareció con una sonrisa vulgar y dejó salir aquella desagradable sugerencia.

"Aunque correr un poco estaría bien, no tiene nada de malo que dos hombres se abracen para mantenerse calientes, ¿eh?"

Pero a mí si me importa. Ya lo dije muchas veces, no estoy interesado en "el mismo equipo". Koizumi, tú sólo tienes que quedarte en silencio y desempeñar el papel que te corresponde. Todo éste asunto es sólo entre Nagato, Nakagawa y yo. Tu presencia aquí es más o menos irrelevante. Ahora que pienso en eso, la presencia de Haruhi y de Asahina-san tampoco tiene relevancia. Eché un vistazo hacia el otro lado.

"Eso no importa..."

La única persona que importaba en aquel lugar, Nagato, seguía tan silenciosa como siempre y miraba hacia el campo con atención. No había movido ni un solo músculo. Parecía estar siguiendo a Nakagawa con la mirada, pero ni siquiera yo estaba muy seguro de qué estaba mirando exactamente.

Por otro lado, Nakagawa seguía igual que antes. Como parte del equipo ofensivo, ya fuese en medio del campo o descansando en los laterales, nunca desvió su mirada hacia nosotros. Yo había tenido que tomarme tantas molestias para llevar a Nagato, y él nos estaba ignorando por completo. Incluso en ese momento, durante el intermedio del partido, él estaba reunido con los otros jugadores discutiendo estrategias. ¿Acaso su pasión por el juego y su deseo de ganar habían superado su búsqueda del amor?

¿O acaso lo estaba haciendo a propósito? Si lo que Nakagawa había dicho era cierto, el sólo hecho de darle una rápida mirada a Nagato sería suficiente para hacerle perder el sentido. Aunque todavía creo que estaba exagerando las cosas, si lo que dijo era verdad, sería algo muy malo para el juego.

"Bueno, cómo sea."

Murmuré para mí mismo, y observé la parte de atrás de la cabeza de Nagato, cuyos cortos mechones de cabello se mecían con el viento.

Supongo que será mejor esperar hasta que el partido termine y Nakagawa salga de la escuela para presentarle a Nagato. Si la segunda mitad del partido sigue tan bien, y el equipo de Nakagawa gana, será libre como el viento.

El día anterior, Nagato había dicho "puedo ir a verlo", por lo que no habría problema en pedirle que fuera a conocerlo. Aunque yo no quería que se encontrasen, tampoco quería que me tomasen por alguien sin corazón que niega a los demás sus deseos y solicitudes. Al menos de esa forma aseguraría un poco de paz y tranquilidad para mis oídos.

¡Sin embargo...!

Las cosas, desafortunadamente, no siempre resultan como uno espera. No habían pasado ni siquiera cinco minutos después de que el silbato anunciase en inicio del tercer tiempo, cuando...

Nakagawa tuvo que salir de allí en una ambulancia.

Déjenme que les describa cómo salió herido, las cosas sucedieron más o menos así:

La segunda mitad del juego comenzó con el equipo oponente a la ofensiva. Su corredor de fondo apenas logró adelantar veinte yardas antes de perder el balón. Ahora era el turno del equipo de Nakagawa para tomar la ofensiva.

Nakagawa estaba ubicado en un costado de la fila delantera, y estaba siendo vigilado por ambos lados. Justo detrás de la fila del centro, el mariscal del equipo blanco estaba haciendo algunas señales a sus jugadores. De inmediato, Nakagawa se movió de la línea frontal hacia un lado, y en ese preciso momento, con la bola en la mano, el mariscal había retrocedido dos o tres pasos. Los guardas de la defensa, los laterales y los zagueros arremetieron hacia delante como bestias salvajes.

Nakagawa aceleró el paso y comenzó a ganar terreno, giró e hizo un amague como si estuviese a punto de recibir un pase, pero el mariscal lanzó el balón con mucha fuerza más allá de donde estaba Nakagawa, hacia un receptor que corría más adelante.

"¡Ah!"

No estoy muy seguro si fue Haruhi o Asahina-san la que lanzó aquel grito.

Girando como una bala, el balón no siguió la trayectoria que todos esperábamos. Uno de los defensas del equipo contrario saltó para agarrarlo en el aire, pero no pudo interceptarlo. El receptor de medio campo apenas pudo evitar que se lo quitaran al desviarlo con la punta de sus dedos, pero ahora su movimiento había cambiado tras haber perdido velocidad, y estaba cayendo hacia un lugar que nadie había pensado.

¡Fue en ese momento!

Ví que Nagato, tan quieta como una estatua budista, comenzó a moverse.

"..."

Tomó con los dedos el borde de su capucha, y tiró de ella cubriendo su rostro. Pero la capucha no alcanzaba a cubrir su boca, y la imagen de sus labios moviéndose a gran velocidad no escapó a mi atención.

"..."

Nagato estaba recitando un encantamiento.

Sólo alcancé a verlo de reojo, ya que casi toda mi atención estaba centrada en la intensa batalla del campo de juego.

"¡Hey!"

Instintivamente me incliné hacia el frente, con los ojos muy abiertos.

Hice eso porque ví cómo la bola cambiaba de dirección, y estaba a punto de caer en el lugar hacia el que Nakagawa corría con una velocidad asombrosa. Justo en el centro de mi campo visual, Nakagawa dio in impresionante salto y agarró el balón en el aire, tratando luego de aterrizar bien...

...y falló.

Al mismo tiempo que Nakagawa saltó, el mediocampo enemigo que lo estaba cubriendo dio un salto igual de asombroso. Sólo tenía un objetivo en mente, y era recuperar aquel balón que para todos en el equipo valía casi tanto como sus vidas.

Como si fuese un atleta de salto largo, el mediocampo salió proyectado en el aire tras correr una corta distancia, justo en el momento en que Nakagawa agarraba el balón. Debido a que los humanos no tienen alas, no pueden moverse en el aire tan ágilmente como lo desearían, así que después de alcanzar la máxima altura posible, la energía cinética del mediocampo cayó instantáneamente a cero, y bajó en caída libre sobre Nakagawa. Ya que ambos jugadores salieron despedidos en direcciones opuestas por el impacto, sólo puedo imaginarme lo fuerte que fue aquel golpe.

El mediocampo enemigo giró 90 grados en el aire y cayó de espaldas al césped; por el contrario, el indefenso Nakagawa dio un increíble giro hacia delante y aterrizó de cabeza.

"¿Eh?"

Aquella exclamación provino de Asahina-san, que se quedó paralizada.

Yo también grité, ya que Nakagawa había caído en la peor posición posible para un ser humano. Al igual que las víctimas de un lanzamiento de lucha libre, o las víctimas de “El Clan Inugami”, había aterrizado de lleno sobre la cabeza. Sin embargo, a diferencia del luchador que es recibido por la lona del cuadrilátero, y de la víctima de la novela que fue encontrada en un pantano, a Nakagawa sólo lo recibió un suelo frío y duro.

El sonido que más temíamos escuchar llegó a nuestros oídos un instante después de que aquella imagen fuese transmitida a nuestros cerebros.

"¡Crack!"

Por lo menos tenía puesto su casco, de lo contrario, y a juzgar por aquel ruido seco, podría apostar a que su cráneo se habría partido en pedazos.

El árbitro hizo sonar su silbato y detuvo el partido. Nakagawa yacía inmóvil, agarrando la bola firmemente como si se tratase de una valiosa reliquia familiar y estuviese a punto de escapar con ella... pero no se movió ni un centímetro. La atmósfera era tan tensa que aquello había perdido toda la gracia.

"¿Está bien?"

Haruhi preguntó a alguien al otro lado de la cerca, con una mirada seria.

"¡Aah~~!"

Como un niño viendo una escena sangrienta en una película de terror, Asahina-san ocultó su rostro detrás del hombro de Haruhi.

"Ah, ahí vienen con la camilla."

Lo dijo en un tono preocupado.

Rodeado por sus compañeros de equipo, Nakagawa fue asegurado en la camilla de emergencias y sacado del campo de juego. A pesar de todo, sus dedos todavía se aferraban firmemente al balón con una admirable actitud de perseverancia. Si esta baja no inspira a los compañeros de Nakagawa para ganar, no creo que nada más pueda lograrlo.

Una vez que lo tuvieron en la camilla y le quitaron el casco, la situación de Nakagawa resultó no ser tan grave como todos creíamos. Reaccionó a todos los gritos a su alrededor, y respondió a todas las preguntas que le hicieron. Aunque trató de sentarse y cayó nuevamente de espaldas, al menos estábamos seguros de que sobreviviría.

"Supongo que sólo fue una contusión menor."

Koizumi trató de explicar la situación.

"Entonces creo que no debemos preocuparnos mucho. Éste tipo de accidente es muy común en éste deporte."

Tú no eres médico, y estabas muy lejos, así que no actúes como si fueras un experto. Ojalá tengas la razón, pero la cabeza es una zona muy delicada. El entrenador y el profesor a cargo parecían estar tan preocupados como lo estaba yo. El ruido de una sirena que se acercaba pudo escucharse un instante después.

"Tu amigo sí que tuvo mala suerte."

Dijo Haruhi con un suspiro.

"Quería dar una buena impresión frente a Yuki, pero en vez de eso tuvo un accidente. Supongo que tenía demasiada confianza y nunca esperó que las cosas salieran mal."

Haruhi parecía muy comprensiva con la situación de Nakagawa. ¿En realidad no le molestaba que Nakagawa y Nagato estuviesen juntos? ¿Entonces por qué sí rechazó la solicitud del presidente de la Sociedad para el Estudio de la Informática cuando quiso llevarse a Nagato prestada por un tiempo?

Después de escucharme decir eso, Haruhi respondió:

"Kyon, aunque yo creo que el amor es como una enfermedad, no soy del tipo de persona que se entromete en la vida romántica de otros sólo por diversión. Después de todo, la idea de la felicidad es diferente para cada persona."

Me pregunto si Nagato debería considerarse afortunada por tener el amor de Nakagawa.

"Aunque uno pueda pensar que otra persona no es feliz con alguien, si esa persona cree que es feliz, entonces lo será."

Me encogí de hombros y dejé que aquella filosofía romántica de Haruhi me entrase por un oído y saliera por el otro. Lo siento mucho, pero si el novio de Asahina-san resulta ser un completo idiota, incluso si Asahina-san es feliz con él, yo no sería capaz de desearles la mejor de las suertes. De hecho, trataría de impedir que esa relación avanzara mucho más. Pero estoy seguro de que nadie me culparía por ello.

"Espero que tu amigo esté bien."

Asahina-san dijo esto y juntó las palmas de las manos frente a su abrigo. Su plegaria se escuchaba genuina y desinteresada. Así es ella, una buena persona. Con las plegarias de Asahina-san de su lado, incluso si alguien sufriese de fracturas por todo el cuerpo, sanaría en menos de treinta minutos, así que Nakagawa va a estar bien.

Finalmente, llegaron los paramédicos y subieron a Nakagawa en una ambulancia. Tuvieron tanto cuidado al mover su camilla como si estuviesen moviendo una caja con la etiqueta "Frágil – Manéjese con Cuidado".

Después de subir a Nakagawa y cerrar las puertas de la ambulancia, la sirena comenzó a sonar una vez más. La ambulancia se alejó y el faro rojo sobre ella se desvaneció lentamente en la distancia.

Nagato, que aquel día estaba cinco veces más silenciosa de lo normal, se quedó mirando la ambulancia que se alejaba con sus ojos negros, como si estuviese tratando de comprobar el desvanecimiento al rojo sólo con su mirada.

¿Y ahora qué?

Aquel espectáculo de afecto hacia Nagato organizado por Nakagawa había sido cancelado debido al la ausencia inesperada del actor principal, y ya no nos interesaba observar el resto del partido. Ya que el clima empeoraba, y el objetivo principal de nuestra presencia allí ya no estaba, no teníamos motivos para permanecer allí por más tiempo, porque nuestro motivo de interés había sido enviado al hospital.

"Podríamos ir al hospital."

Haruhi hizo aquella sugerencia.

"Ahora que nuestro objetivo ha sido enviado al hospital, si lo seguimos, podríamos ver cómo sigue esta historia de amor. Después de todo, sería perfectamente normal que Yuki se sintiese preocupada y lo visitara. Tu amigo también lo agradecería. Además, el hospital tiene calefacción, ¿no? ¿Qué opinan de esa idea?"

Para ser sincero, el plan improvisado de Haruhi no era tan mala idea, pero no quería entrar en un hospital otra vez. Desde que había conocido a Haruhi, mis cicatrices emocionales no habían hecho otra cosa que crecer.

"¿No te importa lo que le pase a tu amigo? Escúchame bien, cuando a tí te llevaron en esa ambulancia, yo me estaba muriendo de la preocupación. Porque somos amigos."

Haruhi me agarró de la mano y tiró de mí con fuerza mientras decía:

"Además, ésta vez fuiste tú el que nos metió en esto."

Cuando ya salíamos del campo, Haruhi se detuvo.

"¿Ah sí, a cuál hospital se dirigía esa ambulancia?"

¿Cómo diablos voy a saberlo?

"Déjame ver…"

Levantando su mano, Koizumi sonrió y aceptó la misión.

"Espérenme un momento, por favor. Sólo me tomará uno o dos minutos…"

Después de darnos la espalda y alejarse unos cuantos pasos, Koizumi presionó algunos botones en su celular y habló en voz baja, luego escuchó lo que le respondían al otro lado. Casi un minuto después, colgó la llamada y caminó hacia nosotros sonriendo.

"Ya sé a cuál hospital lo llevaron."

No tengo idea de a cuál número llamó para preguntar, pero estoy seguro de que no era el 119.

"Es un hospital que ya todos conocemos. Estoy seguro de que podrán llegar sin que les indique el camino."

Una ola premonitoria me golpeó de repente, y mi mente recordó de inmediato el diálogo monótono, las manzanas rojas y la sonrisa despreocupada de Koizumi.

"Sí, es ése. El hospital general en el que tú estuviste internado."

¿El mismo en el que el director es amigo de tu tío? Me quedé mirando a Koizumi. Tenía que ser una coincidencia, o si no...

"Es una simple coincidencia."

Al ver mis ojos de cocodrilo, comenzó a reír.

"No, es cierto, de verdad es sólo una coincidencia. Yo también me sorprendí, lo juro…"

No tienes que reír de esa manera. Eso no cambia el hecho de que aún no confío en tí.

"¡Entonces, vamos a ese hospital! ¡Podríamos llamar un taxi! Como somos cinco personas, si lo dividimos entre todos, es pasaje nos resultará barato."

Haruhi se hizo cargo de la situación rápidamente.

"Suzumiya-san, creo que es una buena hora para reunirnos a planear el viaje a las montañas. Ellos dos pueden ir a visitarlo, mientras que tú, Asahina-san y yo nos quedamos a organizar el viaje, ¿qué te parece? Todavía tenemos que decidir la fecha de salida, el equipaje que necesitaremos y otros detalles. No tendremos mucho tiempo para pensarlo si no lo hacemos pronto."

Sin embargo, tras escuchar la sugerencia de Koizumi, Haruhi seguí dudando.

"¿Eh? ¿En serio?"

"Sí."

Koizumi siguió tratando de convencerla.

"Es casi víspera del año nuevo. La actividad de año nuevo en las montañas es un evento importante. Quería reunir a la Brigada SOS para planear el viaje hoy, pero no contaba con esta actividad extra en nuestro itinerario."

Bueno, lo siento mucho.

"Ah no, no es mi intención culparte por esto. Por el contrario, yo debería disculparme contigo. Voy a dejar a Nagato-san en tus manos, así que por favor vayan a ver a Nakagawa-san al hospital pronto. Ustedes decidirán qué es lo más apropiado para hacer. Podría esperarlos en la cafetería de siempre con Suzumiya-san y Asahina-san, para que vayan allí después de la visita... ¿Te parece bien, Suzumiya-san?"

Haruhi permaneció en silencio por un rato, y luego dijo frunciendo el ceño:

"Ehh, tienes razón. Si fuese al hospital, no sería de ninguna ayuda. De todos modos al amigo de Kyon sólo le interesa Yuki."

Se veía extremadamente inconforme.

"Muy bien Kyon, puedes ir a visitar a tu amigo con Yuki. Si fue capaz de escribir una carta de amor como ésa, seguramente comenzará a bailar de la felicidad al ver a Yuki por cinco segundos."

Después, Haruhi me señaló y dijo con una mueca:

"¡Pero acuérdate de reportarme cada detalle después! ¿Escuchaste?"

Y así, tomamos un autobús ara regresar a nuestro punto de partida. Allí nos dividimos en dos grupos: Nagato y yo tomamos otro autobús hacia el hospital, mientras que los tres restantes se quedaron en la cafetería del lugar.

Nagato no volteó a mirar hacia atrás ni una sola vez, yo sentí la necesidad de hacerlo, y ví que Haruhi y los demás también nos estaban mirando, y ella estaba haciendo unos gestos extraños con las manos a medida que nos alejábamos. No quise pensar en qué estaría queriendo decir con ese extraño lenguaje corporal, y volteé a mirar a mi compañera de autobús, que se había cubierto con su grueso abrigo y su capucha.

¿Cómo decir esto...?

Para decirlo sin rodeos, tenía un montón de preguntas aferradas a mi corazón como los percebes al casco de un barco. La primera pregunta tenía que ver con Nakagawa, que se había enamorado a primera vista de Nagato. ¿Por qué había sido precisamente él quien se había lastimado en el juego? La segunda era por algo que Koizumi me había dicho cuando nos habíamos encontrado: "de verdad que tienes unos amigos extraordinarios". Me molestaba en particular la palabra "extraordinarios". Tengo que admitir que no tengo ningún amigo con características especiales, de haber alguien así, sería precisamente Koizumi. ¿Qué había querido decir con eso de que Nakagawa era "extraordinario"?

Otro detalle que no podía ser ignorado era el misterioso encantamiento de Nagato. El accidente de Nakagawa había sucedido justo después de que Nagato había recitado aquel hechizo. Incluso un idiota, tras haber visto esos dos hechos, los habría relacionado de alguna manera. Nagato había conseguido que un bateador improvisado como yo anotara tres cuadrangulares, así que también era capaz de algo así.

"..."

Nagato ocultó su rostro entre la capucha de su abrigo y no dijo nada, pero la respuesta sería revelada muy pronto.

Después de preguntar en la recepción, nos enteramos de que Nakagawa ya había sido tratado en urgencias y había sido transferido a una habitación. Aunque su lesión era menor, tenía que permanecer hospitalizado para ser observado. Caminé frente a Nagato, que me seguía como un fantasma sigue a un cuerpo poseído, y nos dirigimos por el pasillo hacia el pabellón que la recepcionista nos había indicado. Nakagawa estaba alojado en un cuarto para seis pacientes.

"¿Nakagawa, estás bien?"

"¡Hey Kyon!"

Mi antiguo compañero de clases llevaba una bata de hospital de color azul claro, y estaba acostado en una cama. El rostro de Nakagawa me parecía sólo un poco familiar, todavía tenía el mismo corte de cabello que antes, y se sentí lentamente como un panda que despierta de su sueño.

"Llegaron justo a tiempo, acaban de terminar de tratarme. El doctor dice que tengo que quedarme un noche más en observación, sólo para estar seguros. Probablemente me torcí el cuello cuando caí, y por eso sentí náuseas, pero por fortuna parece sólo una contusión leve. También llamé al entrenador, y le dije que saldría para mañana, y que no tenían que venir hasta aquí a visitarme..."

En medio de todo aquel interminable discurso, Nakagawa se fijó de pronto en le fantasma que estaba parado atrás de mí, sus ojos se abrieron de inmediato.

"Yo, ella es... s… será posible..."

No es posible, es con seguridad.

"Ella es Nagato. Nagato Yuki. Pensé que te animaría, así que la traje conmigo."

"¡Ahhhh...!"

"¡Yo soy Nakagawa!"

Su presentación fue como un rugido.

"¡Se escribe “Naka” como en Nakahara Chuya, y “Gawa” como en Kawamura! ¡Me llamo Nakagawa! ¡Y deseo ser amigo tuyo!"

Lo dijo con gran ceremonia, como un daimyo que se entrevista con el Shogun por primera vez en su vida.

"Nagato Yuki."

Sin ningún tipo de ánimo en la voz, ella simplemente pronunció su nombre. Ni siquiera se quitó la capucha que le cubría la cabeza. No pude soportarlo, así que rápidamente tiré de ella. Después de venir hasta aquí para visitarlo, sería una lástima que ni siquiera pudiese verla a la cara.

Nagato permaneció en silencio, y simplemente se quedó mirando a Nakagawa, que parecía estar asombrado. Después de unos diez segundos:

"¿Eh? ...Ah~"

Nakagawa fue el primero en cambiar de expresión, y parecía sorprendido.

"¿Tú eres... Nagato-san, verdad?"

"Sí." Respondió Nagato.

"¿Tú eres la misma con la que Kyon iba caminando en la primavera...?"

"Correcto."

"¿La que va siempre al supermercado frente a la estación...?"

"Correcto."

"Claro... es cierto..."

El rostro de Nakagawa se oscureció. Yo creí que lloraría de la emoción o se desmayaría, pero no ocurrió ninguna de las dos cosas. En vez de eso, la atmósfera se había puesto increíblemente tensa.

Nagato estaba mirando a Nakagawa como si se tratase de un lenguado inmóvil en el fondo de un acuario; Al mismo tiempo, noté que Nakagawa miraba a Nagato como si no fuese más que una tapa de alcantarilla en medio de la calle.

Los dos habían comenzado una guerra de miradas de un momento a otro. Pronto, uno de los dos mostró signos de rendirse, como era de esperarse, Nakagawa fue el primero en desviar la mirada.

"...Kyon,"

Aunque Nakagawa lo dijo suavemente, creo que todos los demás pacientes del cuarto lo escucharon con claridad, sin embargo, no pude ignorar el movimiento discreto de sus dedos, indicándome que me acercara a él.

"¿Qué pasa?"

"Hay algo... eh, necesito hablar contigo a solas. Así que... por favor... ¿podrías pedirle que...?"

Al ver cómo miraba a Nagato, le entendí inmediatamente. Quería decirme algo, pero no quería que Nagato lo escuchase.

Volteé a mirar a Nagato...

"¿Eh…?"

No era posible que los dos estuviesen conectados telepáticamente, pero Nagato ya se había dado la vuelta, y caminó elegantemente fuera del cuarto, con la velocidad de una banda transportadora de equipaje.

Una vez que la puerta se cerró, Nakagawa dejó salir un suspiro de alivio.

"Ésa chica... ¿de verdad es Nagato-san? ¿Es ella?"

No creo que haya tenido la suerte de encontrar a una imitadora de Nagato. Una vez la había visto comportarse de una manera completamente diferente, pero eso ya era algo del pasado.

"Deberías sentirte feliz," le dije, "La que será tu esposa dentro de diez años ha venido a visitarte, ¿no podrías mostrarte un poco más animado?"

"Umm... ehmmm,"

Nakagawa murmuraba y sacudía la cabeza.

"Ella es Nagato-san... es cierto. No hay duda. No era una hermana gemela, ni una imitadora."

¿Qué diablos estás tratando de decir? No vengas a decirme que ésa no es Nagato sólo porque ya no usa anteojos. ¿No la habías visto recientemente? Nagato hizo caso a mi sugerencia y dejó de usar esos lentes desde hace tiempo. No voy a aceptar una estúpida excusa, como el que tengas un fetiche por las chicas de anteojos, para que vengas a rechazar a Nagato ahora, te lo advierto...

"¡No, no es eso!"

Nakagawa levantó la cabeza, se veía muy preocupado.

"No sé cómo decir esto... déjame pensarlo un momento, Kyon. Lo siento..."

Nakagawa se sentó en la cama y comenzó a gruñir. ¿Después de todo sí había sufrido una lesión cerebral? Su reacción fue totalmente inesperada. No servía de nada el hablar con él, no importaba lo que le dijera, él sólo respondía con un "hmm", como si estuviese pensando en algo. Al final, se llevó las manos a la cabeza como si tuviese migraña. No tenía tanta paciencia como para soportar eso indefinidamente, así que salí de la habitación.

"Nakagawa, te preguntaré por más detalles después. No puedo tener una conversación razonable contigo en estas condiciones..."

Mi reporte para Haruhi tendría que esperar también. Si le dijera lo que había pasado, me ganaría una de sus miradas de desprecio.

Al salir de la habitación, encontré a Nagato esperándome, apoyada contra la pared. Sus ojos grandes y oscuros voltearon para mirarme, y luego miraron al suelo.

Al salir de la habitación, encontré a Nagato esperándome, apoyada contra la pared.

"Vamos."

Asintiendo levemente con la cabeza, Nagato retomó su papel como mi fantasma personal y me siguió obedientemente.

¿Qué estaba pasando?

Con la velocidad de un escarabajo tigre, caminé frente a Nagato, que permaneció en silencio mientras nos dirigíamos hacia la parada del autobús.

La escena que tuvo lugar después en la cafetería es una que ya todos conocen muy bien. Haruhi expuso sus planes para las vacaciones de invierno y no dejó de hablar, Koizumi asintió con una eficiencia mecánica, Asahina-san bebió lentamente su té, yo mantuve una expresión de estar completamente perdido, mientras que Nagato desempeñó su papel de escucha silenciosa, sin dar ni una sola opinión de principio a fin.

Al final, la cuenta fue dividida en partes iguales y se dio por terminada la actividad de la Brigada SOS de aquel día. Cuando llegué a mi casa, lo que me estaba esperando era...

"¡Kyon-kun! Llegaste justo a tiempo, tienes una llamada..."

Mi hermanita traía el teléfono inalámbrico en una mano, y sostenía a Shamisen con la otra mientras me sonreía. Tomé tanto el teléfono como el gato, y me dirigí a mi cuarto.

Como era de esperarse, la llamada era de Nakagawa.

"En verdad no sé cómo decir esto..."

Sólo para aclarar, la llamada la hizo desde el teléfono público del hospital. La voz de Nakagawa sí se escuchaba como si tratase de decir algo muy difícil.

"¿Por favor podrías entregarle un mensaje, diciendo que deseo cancelar nuestro compromiso de bodas?"

Se escuchaba como el presidente de una de esas empresas pequeñas, rogando por un plazo para pagar una inmensa deuda.

"¿Te importaría decirme por qué?"

Y yo sonaba como un acreedor de muy mal humor, hablando con un pobre empresario arruinado. "¿Te tomaste todas esas molestias para describir el sueño que tenías de vivir juntos y felices, y ahora me dices que vas a renunciar a él después de un solo día? ¿Entonces de qué sirvió todo ese sufrimiento durante los últimos meses? ¿Cambiaste de opinión tras conocer personalmente a Nagato? Si no me das una buena razón, no cuentes con mi ayuda para entregar ese mensaje."

"Lo siento. No estoy muy seguro de entenderlo yo mismo..."

La disculpa de Nakagawa se escuchaba muy sincera...

"Cuando ella fue hasta el hospital a verme, me sentí feliz y agradecido. Pero a diferencia de antes, Nagato-san ya no tenía esa luz y esa aura que la rodeaban. Se veía como una chica normal, de las que uno vé a diario en la calle. No, no importaba cómo la mirara, se veía completamente normal. No puedo explicar por qué sucedió esto."

En mi mente apareció la imagen de Nagato con una expresión que mostraba lo impredecible de la vida.

"Kyon, desde entonces lo he estado pensando mucho, y he llegado por fin a una conclusión. Estuve enamorado profundamente de Nagato-san en el pasado, pero ahora no siento ningún afecto por ella. Eso quiere decir que me equivoqué en primer lugar…"

¿Qué quieres decir con que te equivocaste?

"Cometí un error. No fue amor a primera vista. Ahora que lo pienso, no puede existir algo como el amor a primera vista. Fue mi error pensar que lo era…"

Bueno. ¿Entonces de dónde salieron todas esas afirmaciones de haber visto a Nagato envuelta en un aura angelical, y de sentirte como alcanzado por un rayo? ¿Cómo explicas el asombroso hecho de quedarte paralizado tan sólo con ver a Nagato?

"En realidad no lo sé."

La voz de Nakagawa era tan lastimera, que parecía estar rogando por algo tan imposible como el pronóstico del clima de los próximos cien años.

"No tengo ni idea. La única explicación que se me ocurre, es que se tratase una alucinación..." "¿En serio?"

Aunque se escuchó muy poco cortés, no puedo culpar a Nakagawa por ello. De hecho, no me sorprendió en absoluto, porque las cosas no fueron más allá de lo que yo me había esperado. La primera vez que escuché a Nakagawa hablar sobre sus extrañas ideas, ya me había imaginado que se trataba de algo así.

"Muy bien, Nakagawa. Le llevaré tu mensaje a Nagato. Estoy seguro de que no se sentirá muy decepcionada, ya que ella no estaba interesada en tí en primer lugar. Probablemente se olvidará de todo esto en un instante."

Pude escuchar un suspiro de alivio al otro lado de la línea.

"¿En serio? Si eso es cierto, es una suerte. De lo contrario no sabría cómo disculparme con ella. Mi cerebro debió estar funcionando mal en ese entonces."

Tiene que ser así. No existe la menor duda, la cabeza de Nakagawa no estaba funcionando como debía. Claro que ya todo estaba normal otra vez. ¿Quizá alguien había usado un hechizo de curación en él?

Me quedé hablando un momento más con Nakagawa, hasta que su tarjeta telefónica comenzó a quedarse sin crédito, momento en que nos despedimos. Eso estuvo bien, porque así podríamos encontrarnos en buenos términos algún otro día.

Después de colgar, llamé rápidamente a otro número.

"¿Puedes salir ahora?"

Acordé un sitio y una hora con la persona al otro lado de la línea, y luego tomé mi abrigo y mi bufanda. Shamisen, que estaba acostado sobre mi abrigo, salió rodando como una bola sobre la alfombra y me miró con una mueca de desprecio.

El día anterior había estado muy ocupado, y el día de hoy, que había sido igual de extraño, ya casi llegaba a su final.

Salí pedaleando en mi bicicleta y me dirigí a nuestro refugio particular para gente rara, el parque frente a la estación que quedaba cerca del edificio de apartamentos de Nagato. Ella me había llamado y me había citado allí a principios de Mayo. Cuando retrocedí en el tiempo en compañía de Asahina-san hasta el Tanabata de tres años atrás, también desperté en aquel mismo lugar. Y recientemente, cuando viajé en el tiempo por segunda vez, estuve allí sentado con la versión adulta de Asahina-san. Todos estos recuerdos del pasado llenaron mi mente al mismo tiempo. Llegué hasta una de las entradas del parque y dejé mi bicicleta allí, luego seguí a pié hacia el centro.

Sentada en una silla del parque, que para mí estaba llena de recuerdos, me estaba esperando una figura envuelta en un abrigo con capucha como un jawa. Iluminada solamente por los faroles de la calle, parecía que hubiese surgido de la misma oscuridad.

"Nagato."

Saludé a la pequeña figura que estaba observándome.

"Siento mucho haberte llamado así de pronto. Es tal y como te dije en el teléfono, Nakagawa cambió de parecer."

Nagato se puso de pié y asintió levemente, y luego dijo:

"Ya veo."

Me quedé observando los profundos ojos negros de Nagato.

"¿No crees que ya es hora de que me digas la verdad?"

Como había venido pedaleando en mi bicicleta a la mayor velocidad posible, mi cuerpo todavía estaba caliente, así que podía quedarme allí parado en el frío de la noche por otro rato.

"Puedo entender que Nakagawa se haya enamorado de ti a primera vista, porque cada quien tiene sus gustos particulares. Pero la forma en que cambió de parecer el día de hoy no es normal. Y eso sin mencionar lo del juego... después del accidente que envió a Nakagawa al hospital, todo el afecto que sentía por tí desapareció, así que supongo que su lesión no fue una coincidencia."

"..."

"¿Estuviste controlando algo? Sé que hiciste algo durante el partido. ¿Tú hiciste que Nakagawa se lesionara, verdad?"

"Sí."

Después de responder de inmediato, Nagato levantó su cabeza para mirarme, y dijo:

"Él no estaba enamorado de mí."

Su tono era tan neutro, que parecía estar leyendo un ensayo.

"Lo que él vió hace tiempo no era yo, sino la Entidad de Pensamientos para la Integración de Datos."

Yo escuché en silencio, mientras Nagato seguía hablando con el mismo tono sin emociones: "Él tiene la habilidad extra-sensorial de interactuar con la Entidad de Pensamientos para la Integración de datos, usándome a mí como interfaz."

Sentía el viento helado como un dolor punzante el los oídos.

"Sin embargo, él no pudo entender lo que estaba viendo. Después de todo, los humanos son formas de vida orgánicas, y existen en un nivel de cognición diferente al de la Entidad de Pensamientos para la Integración de Datos."

..."Un aura de luz a su alrededor... tan pura e inocente como una luz Celestial brillando en la tierra..." Eso era lo que Nakagawa había dicho.

Nagato continuó su explicación sin revelar ninguna emoción.

"Lo que él vió fue un conocimiento acumulado de millones de años que ha trascendido el tiempo y el espacio. Aunque la cantidad de datos que logró extraer de la interfaz fue insignificante, era suficiente para abrumarlo."

¿Y fue por eso que se equivocó... verdad? Miré el cabello desordenado de Nagato y suspiré. La "belleza interior" que Nakagawa había sentido no era más que una porción de la Entidad de Pensamientos. Aunque no lo entendía por completo, sabía que el jefe de Nagato era una entidad muy poderosa, con un conocimiento y una historia mucho más allá de la comprensión de la humanidad. Ahora entendía por qué Nakagawa, que se había tropezado accidentalmente con semejante conocimiento, había quedado tan confundido. Era como haber abierto por accidente un correo con un virus adjunto, provocando una invasión al sistema que no había podido detenerse de ninguna manera.

"¿Entonces fue por eso que Nakagawa pensaba que se había enamorado?"

"Correcto."

"¿Entonces... decidiste eliminar ese sentimiento durante el partido de fútbol?"

En lugar de una respuesta, aquella chica de cabello corto y desordenado asintió y luego dijo:

"Analicé los poderes que poseía, y luego hice que fueran borrados."

Nagato continuó:

"La capacidad del cerebro humano es demasiado limitada como para conectarse con la Entidad de Pensamientos para la Integración de Datos. Anticipé que seguiría comportándose de esa manera si no se hacía algo para impedirlo."

Eso lo entendía. Aún si no tenemos en cuenta la reacción de Nakagawa de quedar en trance sólo con ver a Nagato, el hecho de que esperase casi medio año para contarme sus planes para los diez años siguientes era prueba suficiente de que los circuitos en su cerebro habían hecho corto. Si se le permitía seguir así, quién sabe qué tan loco habría terminado. Me estremecí de sólo pensarlo.

Pero había una cosa más que no comprendía.

"¿Por qué Nakagawa tenía ese poder? ¿Nació con la habilidad de ver la Entidad de Pensamientos a través de ti?"

"Probablemente comenzó a tener ese poder hace tres años."

¿Otra vez lo de los tres años? La razón por la que Nagato, Asahina-san y Koizumi estaban allí, era por algo que había pasado tres años atrás. O para ser más exactos, algo que Haruhi había ocasionado...

En ese momento, me di cuenta de una cosa.

La habilidad extra-sensorial que Nagato había mencionado. Si era exactamente eso... ya lo entendía. Quién sabe, quizá Nakagawa era como un apoyo con poderes sobrenaturales para Koizumi. Tres años antes, en primavera, Haruhi había hecho algo. Había causado la aparición de una línea de falla temporal, había ocasionado una explosión de información, y había hecho aparecer gente con poderes por todo el mundo. Si ése era el caso, no me sorprendería que Nakagawa pudiese haber llegado a reemplazar a Koizumi a su lado. La misteriosa frase de Koizumi ahora tenía sentido. Aunque ya lo supiese de antemano, o sólo se hubiese dado cuenta en los últimos dos días, él debió notar que Nakagawa poseía algún tipo de poder mental. Seguramente fue por eso que hizo ese comentario sobre mis amigos “extraordinarios”.

"Es posible", dijo Nagato.

O podría ser que... Sentí un escalofrío que no tenía nada que ver con el invierno. No todas las cosas extrañas que pasaban tenían su origen en ese incidente de tres años atrás. Quizá Haruhi todavía tenía la capacidad de afectar a las personas de forma sobrenatural en aquel preciso momento. De la misma manera en que había hecho florecer los cerezos en otoño, o había blanqueado las plumas de las palomas del Templo de un día para otro, su influencia podía estar cambiando a las personas incluso hasta ese mismo día.

"..."

Nagato no me respondió, o quizá ya había dicho todo lo que tenía por decir, y comenzó a caminar lentamente. Pasó a mi lado, y mientras yo me quedaba allí parado, ella se fue desvaneciendo en la oscuridad, como un fantasma que al fin está a punto de partir al reino de los espíritus...

"Espera, ¿puedo hacerte una última pregunta?"

La silueta de Nagato me hizo sentir algo que era difícil de describir, instintivamente la llamé y ella se detuvo.

Diciendo que se había enamorado de Nagato a primera vista y dictándome aquella vergonzosa carta de amor, Nakagawa había sido, hasta donde yo sabía, la única persona que le había declarado su amor a Nagato hasta el momento. ¿Qué podía estar sintiendo ella después de escuchar toda aquella declaración el día anterior? Alguien había llegado a declararle sinceramente su amor, diciéndole "te amo, construyamos un futuro feliz los dos juntos", pero al día siguiente todo había resultado ser sólo un error. ¿Cómo se sentía con eso?

Las preguntas en mi corazón pudieron al fin encontrar las palabras para salir de mi boca:

"¿No es una lástima?"

En los meses anteriores, desde que nos conocimos, había compartido muchos momentos con Nagato. Aunque también había vivido muchas cosas con Haruhi, Asahina-san y Koizumi, me di cuenta de que tenía muchos más experiancias con Nagato en particular. De hecho, cada situación que vivíamos parecía involucrarla a ella de alguna manera. Tengo que admitir que ella era quizá la única persona que lograba mover una especie de alarma en mi interior, y lo hacía con una fuerza increíble. Sin importar lo que pudiese pasar, Haruhi siempre encontraría una forma de salir bien, Asahina-san sólo tenía que ser ella misma, y Koizumi podía irse al infierno si le daba la gana, pero con ella...

Finalmente no pude resistirme, y le pregunté algo que me moría por saber:

"¿Cuando te diste cuenta de que su declaración era sólo un malentendido, no sentiste lástima de que no fuera verdad?"

"..."

Nagato se detuvo y giró un poco la cabeza para mirarme. Un viento repentino cubrió su rostro con los mechones de su cabello.

El aire de la noche era tan frío que casi podía cortar la piel. Después de un momento de silencio, una débil voz viajó a través del viento y llegó hasta mis oídos:

"...Sí, un poco."




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