Maru-MA Volumen 07 Capítulo 8

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capítulo 8[edit]

Las ovejas han viajado muy lejos hasta un desierto.

Canto mi propia parodia tonta de una canción en voz baja para no despertar a nadie. La luna es pálida y está alta en el cielo. ¿Faltarán unos cuatro días para la luna llena?

El camino hacia la final en la capital real de Dai Shimaron, Lambert, es de hecho un desierto. Es un paisaje irregular con tierra dura amarilla y poco pasto. Hay un camino cubierto de marcas de ruedas hechas por carruajes, pero como hay piedras, surcos profundos e incluso vegetación cubriéndolo dependiendo del área, no es una ruta por la que puedas circular sin cuidado. Un momento de negligencia resultaría en una rueda salida u otro accidente. La líder de Equipo “Opeja”, T-zou, es audaz, pero los que montan están bajo mas estrés que los que corren.

Murata llegó al limite del cansancio gracias a nuestra forzosa marcha y colapsó en el porta equipaje de “Tan Ligero Que Es Como un Sueño” envuelto en una sabana tirante. Oigo su sistemática respiración. Parece que es cálido y cómodo en ese lugar. Luego de ofrecerse voluntario para ser el primer vigilante, Wolfram se echó contra mi hombro y ahora está roncando. Su cabello rubio brilla cobre a la luz de las llamas.

Las ovejas tienen ciclos de sueño cortos y se agrupan juntas de a cuatro y cinco para echarse.

Observo sin pensar las llamas que danzan sosteniendo un trozo de leña en mi mano. La noche en tierra salvaje es aun mas seca y fría que durante el día. El aliento de todos es blanco. Mi cabeza aun se siente pesada, pero mis nauseas han disminuido de alguna manera. Al menos soy capaz de comer las raciones militares que tenemos para la cena.

—Parece que ninguno de nuestros camaradas está cerca —dice Josak al volver junto al fuego y sentarse en el lado opuesto a mi. Hace tan solo treinta minutos que tomó su turno como vigilante. Es un soldado experimentado así que puede mantener nuestros alrededores vigilados por su cuenta. Los novatos pueden irse a dormir.

—¿No puede dormir?

—No, solo he estado pensando sobre lo que pasará luego. En todo caso, nunca imaginé que las ovejas no tuvieran sentido de la orientación. Aunque, todas están durmiendo contentas ahora.

—Ustedes Señoritos fueron todos criados en castillos, así que debe ser difícil acampar afuera en la naturaleza.

Su cabello naranja, echado hacia atrás sin cuidado, se ve rojo brillante a la luz del fuego.

—Murata y yo no crecimos demasiado protegidos. Wolfram es un príncipe, así que debe haber crecido en un castillo con un montón de sirvientes.

—Es verdad, pero Su Excelencia también es considerado un soldado. Debe haber sido puesto mayormente a cargo del apoyo logístico, pero tiene algo de experiencia acampando en el exterior. Estoy mas preocupado por Su Majestad y Su Alteza. Si algo le pasa a alguno de ustedes, puede que termine quemado en la hoguera o siendo desmembrado.

Josak coloca sus manos a los lados de su rostro bromeando. Se supone que debería complementar su tono burlón, pero hay algo en sus ojos que hace que no pueda reír y dejarlo pasar.

—Los conejos venenosos de orejas rosadas aparecen en estas tierras. Los miras y piensas “¡Oh! ¡Son tan rosados y bonitos!” y estiras la mano hacia ellos y entonces te dan un mordisco con sus enormes bocas.

—Mordisco...

La Shimaron Quest finalmente ha comenzado. Parece que la razón de que sus orejas y bocas sean rosas es para que “puedan oír y comer un montón”. Eso es bueno y todo, pero no dejen fuera el “-ra”[1].

—¿Qué tanta mala suerte tengo como para quedar a cargo de los dos al mismo tiempo? En la víspera de su honorable y segura repatriación, le pido humildemente que considere otorgar un premio especial al gran trabajador Josak Gurrier.

—Lo tendré en consideración.

Naturalmente, el Capitán Sizemore, Dacascos y un número de soldados de Dougard están yendo hacia Lambert mientras hablamos. Pero aun siendo así, contactar con ellos durante la carrera seria una seria violación a las reglas respecto a los suministros. Ellos fueron forzados a mantener el paso con nosotros en carreteras aledañas mientras hacen lo posible por adivinar nuestra posición. Para ser directo, todo lo que tienen para basarse es la intuición.

—Pero sabe, esos Dougard no tienen rival en el mar, pero cuando los tiras a la tierra se convierten en amateurs. Sizemore aun puede arreglárselas en el campo, pero... de verdad, ¿por que Su Excelencia el Amante de los Animales envío a estos tipos a buscar a Su Majestad? ¿De verdad no tiene fe en mi?

—¿Amante de los Animales? ¿Hablas de Gwen?

—Así es. Me ha estado enviando palomas desde que me puse en contacto con usted. Si fuera mi Comandante el que estuviera aquí y no yo, Su Excelencia el Tejedor probablemente confiaría más, ¿no? Bueno, por el momento es mejor tener la mayor cantidad de guardias posibles. Estamos hablando sobre Su Majestad, Su Alteza y el otro Señorito después de todo.

—Lo siento por ser un trió.

—Debería estarlo~

Gurrier Josak no ha cambiado mucho desde la primera vez que lo conocí. Estamos literalmente en una relación de rey y subordinado, pero hace chistes sin dudarlo. Si prestas atención a la forma en que habla, no solo no es respetuosa, sino que a veces puede ser grosera. Aun así, es un hombre que merece confianza y creo que hoy en día me reconoce. Aunque pienso eso arbitrariamente. Por sobre todo, Josak es el amigo de la infancia de Conrad y está plenamente respaldado por Lord Weller.

No hay mejor reconocimiento que ese.

—Y para colmo, esta vez está pretendiendo ser el representante de un país extranjero y participa en un torneo en un país enemigo. No puedo creerlo. ¡Alguien, ayuda! ¡Detengan al rey terco como una oveja!

Y ahí lo tienes, una expresión solo usada en Shin Makoku. Normalmente cualquiera diría terco como una mula[2].

Josak usa una rama seca para mover el fuego antes de partirla en dos y tirarla dentro. Sus labios, teñidos de rojo escarlata, se tuercen divertidos.

—...Bueno, he decidido tolerar cualquier cosa rara en la que se meta.

—¿Te dijo Conrad que lo hicieras?

—Mi Comandante... ¿Lord Weller? No, no, para nada. Aunque no se nos lo indique, la mayoría de los mazokus nos sentimos de ese modo.

—”Mi Comandante”.

Quiero algo caliente así que me sirvo agua de la pava en una taza. Cuando voy a beberla, Josak saca una bolsa de té para mi del equipaje donde está la comida.

—Dices eso muy a menudo, “Mi Comandante”... Gracias, puedo hacerlo yo mismo. ¿Estás hablando de Conrad? Lo del Comandante.

—Bueno, si. Aunque ahora él tiene una personalidad más tranquila y es relativamente inofensivo. Hace mucho tiempo era un hombre intimidante y aterrador.

—¿Cuando era el León de Ruttenberg?

Josak luce sorprendido mientras me quita la taza. —Lo ha oído. Es verdad, el Joven León de Ruttenberg. Su padre se asentó ahí después de todo. O tal vez debería decir que ese área era una región donde muchos humanos vivían cerca de la frontera oeste de Shin Makoku. Es el nombre de ese lugar. Originalmente la gente que vivía ahí... Me pregunto si está bien hablar sobre esto. Su hermana mayor realmente odiaría meterse en problemas luego~.

Josak cambia repentinamente a su voz de hermana mayor y actúa un poco. Es una señal de que podemos parar ahora mismo. Estamos justo en la linea donde puedo pretender que no he oído nada.

—Me gustaría oírlo de ser posible. Si te metes en problemas, puedo pretender que lo escuché de Wolf.

—Vaya, eso es amable de su parte. Pero no me importaría que diga que fui yo quien se lo dijo. Es la culpa de Lord Weller por no estar aquí.

Mientras me entrega la taza ahora llena de té negro, el hombre de cabello naranja observa hacia la oscuridad que se expande.

—...Fue justo por aquí, uh. No, puede que sea un poco mas hacia el oeste. Hace muchas décadas, había gente que vivía aquí. Puede que sea mejor decir que eran retenidos antes que vivir aquí. Estaban rodeados de vallas en todas las direcciones y habían guardias que se aseguraban de que nadie se fuera.

—¿Retenidos? ¿Cómo, era alguna clase de instalación?

—Bueno, supongo que se le podría llamar instalación. Al menos era llamada “aldea”. Los residentes eran todos humanos que se se acostaron con mazokus y los hijos mestizos nacidos como resultado. Shimaron y... en aquella época no se había dividido en Dai y Shou y este lugar no era un territorio ocupado. Alrededor de aquella época es cuando las relaciones entre Shin Makoku y Shimaron se volvieron turbulentas, todos aquellos relacionados con los mazoku fueron cazados y se construyó una aldea en este páramo. Ciertamente no hay nada en este lugar, y la mayoría de las personas eran mujeres desconocidas. Mi madre era una humana que estuvo con un mazoku por un tiempo, pero tan pronto como él se fue a otro lado ella se mudó a una casa con un hombre humano. No dijo una palabra sobre tener un hijo con un mazoku. Se me dejó al cuidado de una iglesia, templo, o algo así, pero mi crecimiento era mas lento de lo normal. Comparado a un humano de diez años yo aun tenía el cuerpo de uno de cinco... No se preocupe Su Majestad. En dos años sufriría un estirón y no solo me pondría a la par, sino que al día de hoy tengo estos enormes pechos. Pero dejando eso de lado, resultaba obvio que era en parte mazoku. Así que fui llevado a la aldea. —Josak coloca su propia taza de té en el piso y alza el rostro iluminado por las llamas—. Su Alteza, pensé que se había ido a dormir.

—Pensé que seria injusto si soy el único que no toma un turno como vigilante.

Aun envuelto firmemente en su gruesa frazada, Murata se sienta a mi derecha. Wolfram se revuelve y cambia de posición apretando su cabeza aun más contra mi hombro. Está bien, duerme.

—¿Estabas hablando de un campo de concentración?

—Es una historia aburrida.

—No, quiero oírla. Los dueños de mi alma no han vivido en este mundo por mucho tiempo. Shibuya, hubieron situaciones similares en América durante la Segunda Guerra Mundial. Estoy seguro de que ya lo sabes, pero la gente de descendencia japonesa fue reunida y mantenida cautiva en condiciones severas. Se dijo que era por su seguridad, pero francamente era porque nadie sabia cuando iban a traicionar al país.

No sabia sobre eso. Cuando se trata de la discriminación durante la Segunda Guerra Mundial, solo he oído sobre los ejemplos mas famosos y horripilantes.

Josak coloca más hojas de té en la tetera para preparar más para Murata también. Las costumbres nacionales de mi reino deben ser algo refinadas si es que hay un juego de té en un tanque militar extremadamente ligero.

—Era una vida donde no teníamos el lujo de tomar una taza de té todos los días. Era increíble si conseguíamos agua y apenas se podía. Comparado a esos días, estar en el ejercito fue como el paraíso. Viví en esa aldea hasta los doce. Una noche de verano cuando estaba a punto de cumplir trece, varios humanos llegaron de encubierto por la noche y nos liberaron a todos. Nunca olvidaré esas sombras negras cabalgando delineadas por la luna. “Aquellos que quieran quedarse pueden hacerlo, pero los que decidan vivir de acuerdo a la otra sangre en sus venas pueden venir con nosotros mas allá del océano”...eso es lo que dijo Dunheely Weller. Él tenia un hijo de mas o menos diez años que parecía aun no poder viajar solo.

—Ya veo, ese era Lord Weller —dice Murata.

—Así es. Nunca hubiera imaginado que era el hijo de la realeza. Dunheely Weller rápidamente nos subió a un barco, nos llevo de vuelta a Shin Makoku y nos acomodó en un modesto lote de tierra que le habían dado. De acuerdo a los rumores, había comenzado una relación amorosa con la reina de los mazokus y le fueron otorgadas parte de sus tierras. Eso era Ruttenberg. Es increíble si lo piensas. Un hombre con el tatuaje de un exiliado en su brazo izquierdo se casó con la reina de las tierras a las que naufragó.

—¡¿Un exiliado?! —Wolfram, apoyado en mi hombro, reacciona a mi voz y casi se despierta. Aunque su adormecimiento gana enseguida e instantáneamente cierra los ojos—. Uuups... ¿El padre de Conrad era un exiliado? En otras palabras, ¿es alguien que cometió un crimen atroz?

—¿Quién sabe? Nunca pregunté. Parece que venia de un largo linaje famoso por sus espadachines. De todos modos, Shin Makoku era muy diferente a Shimaron. No teníamos restricciones y eramos libres de viajar por el lugar hasta cierto punto. A diferencia del páramo, la tierra era fértil y hubo algunos que cultivaron y se asentaron, y otros que hicieron uso de su experiencia en Shimaron y se volvieron artesanos. Si uno lo deseaba, podía mudarse a otras áreas y encontrar trabajo adecuado. Hubo ancianos que se unieron al ejercito e incluso mujeres que encontraron nuevas familias. Todo esto fue gracias a la doctrina del amor libre de Lady Cherie.

¡Viva el amor libre! El resultado de ese maravilloso amor susurra cosas ininteligibles en voz baja mientras duerme.

—Lord Weller... oh, Conrad es el único llamado “Lord”. Aunque tenía sangre humana, su madre era el Maou despues de todo. Era simplemente natural que su hijo recibiera un estatus social alto. Aunque durante esa época era tratado como de clase baja y ni siquiera tenia el nivel de un noble de clase alta. Si solo hubiera tomado el apellido de su madre, se hubiera convertido en un miembro de las diez familias nobles. Son esa clase de cosas sobre él las que no comprendo. De haber sido yo, hubiera tomado el nombre Spitzberg sin dudarlo ni un segundo. Pero de todos modos, Lord Weller y yo teníamos casi la misma edad, así que tuvimos nuestra ceremonia de mayoría de edad más o menos al mismo tiempo y nos fuimos de la capital para enlistarnos en el ejercito. Bueno, como soldado de bajo rango, solo tenía que ir con la corriente y lo tuve bastante fácil, pudiéndome quejar de que “el sargento es molesto” y “entrenar es difícil”. Pero al parecer él tuvo que ir a la academia naval y al entrenamiento para oficiales, rodeado de jóvenes nobles, y tuvo que lidiar con mucha clase de cosas.

—Es una sociedad que no puedo imaginar en el Japón moderno... aunque allá definitivamente hay algunas celebridades hipócritas —dice Murata mientras entorna los ojos y gime. Supongo que está recordando algo de algún lado en sus distantes memorias de una sociedad de castas.

—Bueno, debido a eso hubieron altas y bajas, pero fuimos asignados a la misma unidad... Por supuesto que eramos un soldado común y un cadete militar, así que yo era el subordinado de Lord Weller. Luego de eso terminamos siendo indeseablemente inseparables por un golpe de la suerte y nos convertimos en camaradas que sorbían caldo de la misma olla.

En japonés le llamaríamos “comer del mismo tazón”.

—Ya veo, así que eso era la división de Ruttenberg--

—¡No Su Majestad, no era! —niega Josak con insistencia interrumpiendo mi admiración. Es raro que él se ponga tan serio. Sin embargo, cuando repite esas palabras hay otra emoción mezclada en ellas—. No lo era en absoluto.

—Es difícil hablar de eso —dice Murata.

—...Si, definitivamente. Porque en cierto modo, fue una desgracia para el reino.

El Daikenja que ha reencarnado últimamente en la Tierra y parece desear llevar adelante una columna en una revista de ocultismo se ha estado concentrando únicamente en recavar información. Es como una enfermedad que te contagias cuando hablas de ella. Sin ser capaz de resistir la demanda silenciosa, Josak da un pequeño suspiro.

—Sabe que los mazokus estuvieron en guerra hasta el cese de hostilidades hace alrededor de veinte años, ¿verdad? Ha oído eso del Maestro GüGüGü o del ex Príncipe, ¿verdad?

—GüGüGü... ¿Quieres decir Günter? Si, he escuchado sobre eso.

—¿Y sobre el peligro de perder la guerra?

—Parecía que ustedes estaban a punto de perder, ¿no es así?

No he pensado sobre eso. Desde la primera vez que vine a este mundo he estado gritando que estoy contra la guerra. Abandonar la guerra, pacifismo, constantemente he enfatizado esos pensamientos ideológicos. Pero la guerra no es algo que haya experimentado y nunca he conocido su dolor. La crueldad, la falta de corazón, la tragedia, no he llegado a conocer todas esas maldades con mi propio cuerpo. Solo se me ha enseñado a través de lecciones y libros de texto que la guerra es mala. Padres, maestros, los diarios, la televisión, las películas, los libros, los video juegos, los comentarios de las celebridades, las historias de los abuelos, los monumentos de piedra que no notas al pasar caminando, los museos, los archivos, las pinturas, las fotos. Solo se me ha enseñado que la gente no debe luchar y matarse los unos a los otros a través de muchas cosas a mi alrededor.

Creo que eso es correcto. Por supuesto, estoy seguro de ello.

Pero en mis dieciséis años de vida, nunca he estado yo mismo en un campo de batalla y tomado la vida de alguien. Nunca me he deleitado en la alegría de la victoria ni experimentado la humillación de una derrota. Aunque no tengo intenciones de experimentar ninguna de esas cosas, jamas...

—¿Eso significa que parecía que estaban a punto de perder? ¿Shin Makoku?

—Parecía así, no importa como lo vieras.

Hay un ganador y vencedor en casi todas las guerras. Por supuesto que Japón también sufrió derrotas. Pero de algún modo, es difícil ponerlo en palabras, no puedo verme aceptando la realidad de que mi país —y el país que gobierno, por sobre todo— estuviera a punto de perder.

Ni siquiera puedo imaginar por lo que pasaría el perdedor.

Y aun así, el hombre frente a mi ha sobrevivido a un verdadero campo de batalla. No, no solo él. Muchos de los mazokus que he conocido desde que llegué a este mundo han vivido ese periodo. Günter, Gwendal, la señorita Anissina y Conrad que no está aquí.

Incluso Wolfram, apoyado sobre mi mientras duerme, ha experimentado situaciones de vida o muerte.

—Ni siquiera puedo imaginarlo... solo fue hace veinte años, ¿verdad? No había nacido aun, pero mi hermano mayor estaba en la panza de mi mamá. Es tan reciente, pero... pensar que mi propio país estaba a punto de perder.

—En esa época, el ejercito de Shimaron descendió en la parte sudoeste del continente y avanzaba rápidamente hacia el norte conquistando dos pequeños países débiles. Luego de una ciudad más, si Arnold caía, el ejercito de Shimaron hubiera logrado penetrar fácilmente nuestra frontera y una batalla decisiva hubiera sido luchada inevitablemente dentro del país. Sin embargo, nuestras fuerzas principales estaban dispersas en el territorio Grantz al norte y en el territorio Karbelnikoff en la costa. Incluso si se pedían refuerzos de soldados de Arnold, aun así hubiera sido una batallada defensiva y nos hubiéramos quedado cortos en ambos lados. En todo caso, las fuerzas militares no eran las mismas. Shimaron conquistó casi todo el continente así que el número de sus soldados era inmensurablemente mayor. Por otro lado, no teníamos aliados en otros países. No teníamos un plan, así que pensamos que sería mejor abandonar Arnold y encontrarnos con en enemigo en el país.

Josak mira fijo el ahora frío contenido de su taza. La imagen de la luna flota en la superficie.

—Su ex Majestad dejo todo a su hermano mayor Stuffel con la excusa de que era inexperta en la política. Lady Cherie ciertamente tenía una gran carga sobre sus hombros, pero no debería haberle dejado todo a un regente. Debería haber tomado algunas decisiones ella misma y escuchado la opinión de otros, pero... para cuando se hizo el pedido de refuerzos para contener al enemigo en Arnold... todos pensaron que era demasiado tarde. Fue justo más o menos en ese momento que Ge--... una persona le dio malos consejos a Stuffel. Los consejos de un cobarde sin ningún fundamento. Lord von Voltaire se encontraba fuera, más allá del territorio Grantz, así que era la oportunidad perfecta.

Hay un gran odio mezclado con sus palabras. La imagen de la luna se ondea en la superficie del liquido rojo.

Murata hace la pregunta en mi lugar.

—¿Qué dijo?

—...Qué tenia dudas sobre su lealtad.

No soy bueno con las palabras que no escucho a menudo. ¿Lealtad? ¿Es eso algo importante para la vida cotidiana? Esta no es la era feudal. La voz de Josak es baja, amarga.

—Tenía dudas sobre la lealtad de aquellos con sangre humana hacia el reino, Shinou y el Maou.

—...Eso es... como Shimaron.

—Si, era lo mismo. Era igual. Pensaron que como la mitad de la sangre del enemigo corría por sus venas, había la posibilidad de que pudieran traicionar... ¡Maldita sea!

La taza se rompe.

—¡¿Y qué si tenemos sangre humana?! ¡¿Así que nuestro juramento de vivir como mazokus puede verse influenciado por algo como eso?! ¡¿Así que traicionaremos a nuestro país, la tierra que amamos, a nuestros compañeros compatriotas y nuestros leales camaradas solo porque tenemos la sangre del enemigo?! Pero Stuffel usó esas palabras. Era la oportunidad perfecta para él también. Podía reducir el numero de gente que era capaz de quitarle parte de su estatus y autoridad en al menos uno... Me disculpo, Su Majestad, Su Alteza. Perdí la compostura.

—Esta bien. No necesitas disculparte por eso.

Cuando Josak continua, su voz se vuelve a calmar.

—...Nosotros... Especialmente él... no podíamos quedarnos sin hacer nada. No podíamos dejar las cosas de esa manera. Si nos quedábamos en silencio y aguantábamos la humillación, las cosas eventualmente volvería a ser como antes. No queríamos volver a experimentar que nos trataran igual en Shin Makoku a como tuvimos que soportarlo en Shimaron. Habían mujeres, niños y nuevas familias, e incluso aquellos que habían nacido en el reino. No podíamos dejar que todos ellos sufrieran eso. Dunheely Weller, quien nos ayudo a cruzar el océano, tampoco hubiera querido eso. Para Conrad... Para Lord Weller, solo quedaba una opción. Probar nuestra lealtad. Al reino, a Shinou, a todos los ciudadanos. Él probaría nuestra absoluta lealtad con su vida.


MaruMaNovel707.jpeg


—Eso es...

—Si, esa era la división de Ruttenberg. Todos los soldados mestizos de todas partes del reino se reunieron. Entre ellos habían novatos que ni siquiera habían terminado el entrenamiento y jóvenes amateurs. Todos se juntaron para dar sus vidas en pos de salvar el reino. Si podíamos ganar la confianza peleando con valentía, los débiles no tendrían que sufrir. Creíamos que así no tendrían que ser el objeto del prejuicio y la discriminación. Era una división especial compuesta por aquellos con sangre humana... Partimos hacia el campo de batalla más importante pero a su vez con menos esperanzas... Arnold, al borde de la derrota. Piénsenlo, a pesar de no haberse convertido en un noble de alto estatus, aun era el legítimo hijo de la reina. No había necesidad de que él eligiera la muerte. No habían precedentes para que Su Alteza fuera a una batalla sin esperanzas de sobrevivir. Stuffel le dio la orden y Lord Weller dijo que seria un honor... El resultado de la batalla se decidió en el momento en que llegamos. Incluso con los nuevos reclutas, éramos apenas más de cuatro mil y el enemigo tenia más de treinta mil... fue un infierno.

Desesperadamente intento calmar el temblor de mi cuerpo para no despertar a Wolfram.

—Arnold fue el infierno. El ejercito de Shimaron tenía usuarios de houjutsu, pero no tenían mucho potencial de guerra en tierras mazoku. También se nos envío soldados que podían usar majutsu, pero gracias al catastrófico estado de la guerra, no quedaban muchos soldados que fueran hábiles con majutsu poderoso. Apenas podían sanar. No tenían uso en el combate. Al final se torno una lucha de espadas. Los soldados que usaban espadas ligeras se encontraban conque estas se volvían inservibles luego de cortar varios cuerpos. Las hojas se desafilaban por la grasa. Aquellos que usaban hachas y espadas pesadas, se les rompían los mangos y ya no podían sostenerlas. Cuando eso sucedía, tiraban sus armas y tomaban otra que llevaba el grabado el escudo de armas de Shimaron de cualquier soldado que hayan matado. Cuando esas se volvía inservibles, tomaban otra. Al final nadie estaba usando armas mazoku. Irónicamente, una gran cantidad de enemigos fueron vencidos por las armas que ellos mismos forjaron. Y eso no es todo. La peor parte fue que sucedió de las manos de gente que tenia la misma sangre humana que ellos... Ellos... Existe la posibilidad de que si miraras los arboles genealógicos, puede que hubiera familiares lejanos entre en enemigo. Puede que haya matado al hijo, nieto o sobrino de la nueva familia de mi madre sin siquiera saberlo.

Con una expresión que parece como si fuera a sonreír gentilmente, las pestañas color fuego de Josak se presionan juntas.

—...Aun así, no dudamos. Enemigos y aliados cayeron uno sobre otro y habían tantos cuerpos que no se podía ver el piso. El pasto brillaba rojo y, en los lugares que llegabas a verlo, el suelo era completamente negro. No había tiempo de esquivar piernas o brazos, e incluso si aun estaban vivos tenías que pisar sobre los caídos para avanzar. Arnold fue el infierno, pero al mismo tiempo fue imparcial. Cualquiera fuera la sangre que fluyera en sus cuerpos, ni una sola persona dudó de sus aliados y los soldados que apenas se habían conocido la noche anterior encomendaron sus espaldas los unos a los otros. Eso era lo que deseábamos. Igualdad, confianza. Al final, masacramos al enemigo hasta que su numero fue menos de mil y los forzamos a que milagrosamente se retiraran. Pero muchos de nuestros camaradas también murieron. Incluso si sobrevivimos, la mayoría de nosotros estábamos débiles y heridos.

—Lo que fue especialmente trágico fue que los nuevos reclutas que intentamos proteger ordenándoles que se retiraran antes se vieron envueltos en otra escaramuza, pero... De todos modos, casi no había nadie en el batallón que pudiera regresar con buena salud... Incluso Lord Weller recibió heridas tan severas que no se podía mover y se había dado medio por vencido en vivir, ordenando a un par de sobrevivientes que volvieran sin él.

De todas las cicatrices que me mostró, la peor es la que tiene a un lado del torso. La persona en cuestión se río y dijo que siguió caminando mientras sostenía dentro sus tripas. Solo de recordar la piel retorcida, mi cuerpo duele en el mismo lugar.

—Perdimos a muchos, pero defendimos Arnold en el sudeste hasta las ultimas y previmos que el enemigo avanzara. Usando esta oportunidad, Shin Makoku atacó en respuesta y se voltearon las tornas en los territorios de Grantz y Karbelnikoff. No perseguimos al enemigo en su territorio, pero las batallas navales de las flotas de barcos de guerra imposibles de hundir de la familia Dougard y Roberski usaron su poder para arrinconar a las fuerzas de Shimaron. La razón de que eventualmente llegáramos al cese de hostilidades fue porque ganamos en Arnold. Creemos eso. De hecho, con el puro honor ganado con ese logro militar, Lord Weller obtuvo un estatus social igual al de las diez familias nobles. Esto era lo que Stuffel no quería y fue aprobado con una aceptación unánime en una conferencia especial. Había planeado deshacerse de la amenaza hacia su poder político, pero en vez de eso le concedió una posición inamovible. Sin embargo, parece que mi Comandante no tiene interés en la clase social. No es que le haya preguntado personalmente, pero parece que había pasado algo mucho mas importante.

—Para cuando Conrart volvió...

El peso sobre mi hombro disminuye. Cuando volteo la cabeza, la inteligencia y la fuerza brillan en los ojos de Wolfram.

Mi hombro izquierdo se pone frío de repente.

—...Julia había muerto. Y desde entonces, Conrart nunca intento volver al servicio militar.

—Oh, ¿te despertamos?

—Por supuesto. No hay forma de que pueda dormir en paz con todos esos temblequeos de miedo. De verdad eres un cobarde si una historia te asusta.

Con Julia él debe referirse a Lady von Wincott Susanna Julia. ¿Era una mujer que ni siquiera fue su amante tan importante para Conrad? Puede que haya sido adulterio... me trago la pregunta que dudo si preguntar.

Estando frente al hermano menor de la persona envuelta en todo esto, la expresión de Josak se suaviza. Ahora de verdad que tiene que prestar atención a lo que puede y no puede decir.

—Es verdad, finalmente ganó el estatus social con el que debería haber comenzado, pero entonces Lord Weller abandono su exitosa carrera en la milicia. No solo eso, volvió a su anterior estatus y ahora... —por un momento él duda—...decidió que no hay mejor vida que proteger a Su Majestad. Y aquí estoy yo, sin tener nada más en que respaldarme sin mi superior directo. Ahora sirvo a Lord von Voltaire, por falta de opciones. Incluso hoy aun hay personas que quieren ver a Lord Weller reinstalado. La cantidad de gente que quiere trabajar bajo su mando es interminable... Bueno, tiene sentido. Lideraba ataques para cortar las lineas enemigas rugiendo un grito de guerra, era fuerte incluso herido, la forma en que sacaba la espada de un cadáver enemigo. Su decidida mirada que solo mira hacia adelante. Él sabia a quién debía proteger, aunque su figura salpicada en sangre era feroz. Si uno viera esa parte de él, fácilmente lo confundiría con un monstruo de guerra, y querría abalanzarse hacia el borde de la vida y la muerte por ese hombre.

Como en la escena de una película, viene a mi mente una imagen teñida de rojo. Un héroe nacional enfrentando al peligro genera la imagen de llamas y el olor de la sangre. Gurrier Josak contiene su tono con una expresión de auto burla.

—Ni una sola persona allí dudo en lo mas mínimo dar su vida. Es de entender que Lord Weller Conrart es el orgullo de Ruttenberg. —Para siempre.

Casi puedes oír en su voz las palabras que no dijo.

—Pero... —sin pensar en la situación, murmuro hacia el fuego—. No me gusta ese Conrad.

Luego de decir esto, noto que ambos mazokus me observan pasmados.

—¡Ug, ¿dije algo inapropiado?!

Josak sonríe vagamente y Wolfram dice “maldito novato” hacia el cielo. No se si está asombrado o si está de acuerdo conmigo, pero Murata a mi derecha aplaude dos veces.

—¿Uh?

Algo frió toca mi nariz solo por un instante. Se derrite inmediatamente y se vuelve una gota de agua. Me quito mi guante de cuero liso y extiendo mi mano hacia el cielo. Pequeños y livianos objetos se balancean como plumas hacia atrás y hacia adelante mientras caen.

—Es nieve.

—¡¿Nieve?! La nieve genera otro problema. Era difícil correr por esta tierra como estaba, ahora el clima está en nuestra contra.

—Mm, sería difícil para los caballos correr en la nieve. Las ovejas parecen fuertes contra el frío, pero espero que no se apile en el camino.

Observo hacia el cielo ultramar. Es como si los copos más puros cayeran directamente desde la luna.

Sucede cuando todos nos paramos lentamente para subir al vehículo y no mojarnos.

—¡Nmokin!

—¡Ay!

Ese extraño sonido viaja a través de las dieciséis ovejas. ¡Nmokin, nmokin, nmokin, nmokin! Tal vez solo deba preguntar quien es el monkey. Las ovejas se levantan una a una con los ojos bien abiertos. Sus ojos brillan rojo fuego y demuestran que es una mala situación.

—¡Miren, ¿están como cambiando de forma?!

Su lana esponjosa pierde la forma y se aplasta sobre sus cuerpos. Los pompones de 100% lana se convierten en lo que parece el cabello grasoso echado hacia atrás de un viejo. La nieve que cae sobre ellas se desliza al instante y va directo al piso.

—¡Transformación! ¡Snow Mode! ¿Es eso? Woa, sus ojos, sus globos oculares están rojos.

—Así que las ovejas son fuertes contra el mal tiempo. Y además la hora. ¿Son nocturnas? —pregunta Murata mientras mira hacia el cielo. Revisa la posición de las estrellas y entonces toma mi brazo para ver mi reloj digital y asegurarse. Ya casi son las tres de la mañana.

—O tal vez son animales que madrugan súper temprano... ¿Pero no parece estar listas como para salir corriendo? Ir solo con la luz de luna es un tanto preocupante, pero la estrategia de ganar tanta distancia como podamos antes de que se apile la nieve puede que sea buena. ¿Deberíamos comenzar a movernos?

—¿En que lugar estamos ahora mismo? —pregunta Josak.

Recibimos la estampa del cuarto lugar en el punto que pasamos antes por la tarde. A esa hora, la distancia entre nosotros y el que va a la cabeza era apenas de más de doce mil patas de caballo. No es una distancia que no podamos alcanzar. Sabemos donde está nuestro oponente.

—Shibuya, ¿sabes como viajar por la noche?

—Nop.

Muraemon[3] escarba en el porta equipajes del tanque y saca un tubo del tamaño de su puño. ¡Taran!

—¡Un telescopio a base de maryoku! Si tiras de esta juntura, se extiende para convertirse en un telescopio de mano. Es pequeño pero funciona perfectamente, aquí y aquí, el origen del maryoku está justo aquí. De esa manera puedes usarlo no importan donde estés en el planeta. Si estás viajando con niños en Shimaron y quieres mirar el paisaje pero dices “Oh, rayos, aquí no hay majutsu”, entonces no tienes que preocuparte de que tus hijos digan “¡Papi, eres el peor!”. Ademas, cuando quieres observar animales salvajes o usarlo de noche, mira aquí. La visión nocturna está incluida en la versión estándar, así que no te vas a perder nada. Si te decides ahora, además puedes obtener esta atractiva caja, el limpiador de lentes y esta correa muy fashion, ¡todo por el módico precio de 24,000 pesos! ¡Por supuesto que incluimos los gastos de envío!

Número gratuito: 0800 - Los soldados de Shimaron tienen el cabello largo.

¡¿Me estás intentando vender esto?!



Página principal Anterior Siguiente

Referencias[edit]

  1. Referencias a los RPG, especialmente Dragon Quest, donde existen varios enemigos que son conejos. Lo del “ra” es porque en japonés muchos de los nombres de poderes especiales llevan agregada esta silaba al final del nombre original para un power up.
  2. El chiste original es similar, pero el adjetivo era temerario/imprudente.
  3. Murata + Doraemon, el gato alienigena azul que saca artefactos de su bolsillo mágico interminable.