Maru-MA Volumen 05 Capítulo 9

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capítulo 9

No son las palabra que estaba esperando.

—¡¿Pero por qué no puedo ir?!

Wolfram cree haber escuchado mal.

—Los equipos de búsqueda ya han sido definidos. Se han dividido en varias líneas de exploración: dentro del país, las regiones autónomas, los territorios ocupados, las islas, etc. Gracias a los resultados del análisis que incluye la nueva información y los reportes, se decidió que las naves partirán hacia Shimaron esta tarde.

Lord von Voltaire desenrosca un mapa donde las lineas de exploración están marcadas. Por el rabillo del ojo le echa una mirada con expresión malhumorada a la muñeca sentada cómodamente en una silla.

—Usualmente iría yo mismo, pero la persona que suelo dejar a cargo del castillo cuando me voy está así.

Okiku mira ausente la nada con su boca cuadrada abierta descuidadamente. Sus ojos y cejas están dibujados en un arco como si sonrieran, pero no sonríe par nada. Para ser honestos, es bastante aterrador.

—No puedo confiarle el castillo real a una muñeca e irme de la capital.

—¡Entonces, yo--!

—Si vas, tendré que transferirte el mando de un equipo de búsqueda. Seria desperdiciar tiempo lo que se tarda en elegir los miembros. Si atrasamos la salida un dia, tomara mucho mas tiempo llegar a destino. En momentos como este, el tiempo es oro.

—¡No hace falta cambiar nada! Incluso si no puedes conseguir a alguien que me acompañe, iré independientemente. Elegiré subordinados y haré los planes--

—No lo voy a permitir.

—¡¿Hermano?!

—Si tomas parte en la expedición, hay ciertas precauciones que se deben tomar. Incluso si fueras por tu cuenta, te prohíbo salir a ayudar en la búsqueda o tomar parte en el rescate bajo ninguna circunstancia. No me generes mas trabajo. Especialmente si haces esto por Yuuri.

Y entonces comienza a darle más ordenes a sus hombres.

—Oigan, no hay nadie apuntado para la posición de asistente en el secundo grupo. ¿A quién recomendó Makalhin? Ademas, la distribución del cuarto grupo no es 5:3:1. Toma algunos de los subordinados de Weller aunque sea para rellenar esos números en uno. Todos son conocedores de la cultura humana. No hay razón para que se mantengan en posición de firmes. Corran.

Los jóvenes soldados se apresuran en volver a las áreas que les corresponden. Con los ojos rojos, Wolfram observa a su hermano mayor revisar los detalles uno a uno y encargarse de todo. No ha podido pegar el ojo desde ayer, pero no siente el cansancio al estar tan excitado.

—¿Estamos a tiempo con el tercer y quinto equipo que parten de Gyllenhaal? Lo ultimo que escuché es que Hyscliff pretende reclutar a una agencia de detectives civil en Hildyard, y un equipo extraoficial saldrá desde Cavalcade. Las cartas con la información de relevo se enviaran en este orden: blanco, amarillo y rojo. Recuérdenlo para que no se cometan errores. ¿Lord von Bielefeld?

—¡Si! —al ser llamado por su apellido, Wolfram responde sorprendido y levanta la cabeza de golpe.

—¿Entiendes por que no quiero que vayas?

—¿...Porque me irrito fácilmente y soy caprichoso?

—Esas también son algunas de las razones.

Los bordes del calado en forma de ostra de la mancuernilla se clavan en sus dedos mientras Wolfram aprieta los puños con fuerza.

—Porque carezco de cautela, soy demasiado emocional y no me puedo desplazar sin llamar la atención en territorio enemigo? —pregunta secamente.

—Mm, te has analizado muy bien, pero ninguna de esas es la razón principal.

—¿Entonces por qué?

Gwendal abre un botón de su cuello, saca una silla y finalmente se sienta. Las sombras que caen sobre sus ojos azules son mas oscuras de lo normal.

—Tendrás que usar la cabeza y pensar en eso mientras me das una mano en el castillo.




Es ya entrada la tarde, luego de no haber podido pasar demasiada comida por su garganta, cuando Wolfram ve a Gisela guiando un caballo por las riendas.

Wolfram intentó otras opciones y habló con algunos soldados de confianza para lograr ir a Shimaron a pesar de que se lo prohibieron. Todos los apoyaron y varios pidieron acompañarlo.

Pero pensando calmadamente sobre la situación, las tropas Bielefeld son en primer lugar soldados de Shin Makoku. Era de esperarse que en ausencia del rey siguieran las ordenes de su representante, Lord von Voltaire. Si se diera a conocer que deliberadamente desobedecieron sus ordenes, su caballerosidad seria entendida como traición.

Wolfram no podría permitir que esos hombres fueran destituidos a causa de sus caprichos egoístas, algunos de ellos habiendo recibido honores y otros teniendo familia.

Caminaba por el camino de piedra que desemboca en el patio pensando que su única opción era ir solo.

Posiblemente yendo al campo para montar, ella acaricia el cuello de su querido caballo mientras avanza junto a varios hombres.

—Oh, Su Excelencia, gracias por lo de antes.

Hay una hebilla plateada brillando tenuemente en su cabello verde oscuro que se encuentra atado en un rodete a baja altura tras su cabeza.

—Si buscas a Günter, está con mi hermano. Está sentado en una banqueta y murmura para si mismo.

De vez en cuando lanza rayos de color rojo fuego de sus ojos. Gisela apoya un dedo en sus labios y pone cara preocupada.

—...De verdad lamento que sea tan aterrador.

—No es algo por lo que tú debas disculparte.

—Bueno, pero sigue siendo mi padre del que de igual modo estoy muy orgullosa. A pesar de eso, Okiku no se moverá del cuartel general del rey y Lady Anissina está pegada a Günter Nieve. Ni siquiera me deja cuidar de él. Así que por eso... ¿cierto? —Gisela pregunta a los cuatro hombres detrás de ella con una sonrisa—. Decidimos tomar la oportunidad para ir de vacaciones. Hemos hecho muchas horas extras últimamente y no nos hemos tomado ninguna licencia extendida en los últimos años.

—Ya veo. Günter no hará un escándalo gracias a eso por el momento.

—Si, así que, estos subordinados de mi padre adoptivo a los cuales siempre está causando problemas y yo planeamos un viaje de placer para conocernos mejor[1]. A todos nos encantan las termas después de todo.

Wolfram conoce a dos de los cuatro hombres. Particularmente al hombre de la cabeza calva que ha visto por el castillo todo el año. ¿Su nombre era Dacascos?

La mayor parte de los soldados que sirven bajo el mando de Lord von Christ fueron despachados desde varias unidades. El consejero del rey solo puede darle ordenes directas a los guardias de élite y un pequeño numero de guardias del castillo. Todos los otros soldados actúan solo bajo las ordenes del rey.

Estos cuatro hombres pertenecen al pequeño número de guardias del castillo y parece que no recibieron ordenes durante esta emergencia.

Se les considera mas como trabajadores que soldados y sus trabajos consisten en tareas menores en vez de pelear.

Wolfram deja ir su vista sobre Gisela de la cabeza a los pies mientras examina su ropa y su equipaje. Usa un uniforme simple para montar color verde musgo y blanco, sin oro o gemas en ningún lugar de su persona. Su equipaje consiste solo en una mochila mas o menos grande y una cartera de cuero que cuelga de la silla de montar, probablemente llena de provisiones.

—¿Dijeron que van a las termas? ¿Con tan poco equipaje?

—Ah, Su Excelencia está acostumbrado a ir de viaje con la nobleza, así que le resulta raro que una mujer viaje sin un baúl de ropa. Pero como he pasado muchos años en la milicia, no uso ropa que me preocupe que pudiera ensuciarse. Es incomodo moverse con ellas, ¿verdad?

Ella presenta a sus cuatro compañeros que se mantienen en posición de firmes y lo saludan. Solo el ultimo agacha la cabeza en silencio y escrutinia al ex príncipe con ojos sanpaku[2] poco amigables.

Gisela toma con gentileza la mano de Wolfram.

—Planeamos viajar de Hildyard hacia las tres islas Via. Desafortunadamente, ahora no es la época del Festival del Fuego, pero puede que viajemos un poco mas lejos si nos sentimos a gusto con la idea. En caso de que nuestras vacaciones tomen mas de lo esperado, por favor cuida a mi padre. Hazle saber que me pondré triste si se preocupa por mi.

—Esta bien, se lo diré a Okiku.

Como está hablando como si nunca se fueran a volver a ver, Wolfram comienza a sospechar que se está fugando con uno de esos hombres. Pero cuando Wolfram se encontró con ella esta mañana en el templo de Shinou, había pensado que estaba perdidamente enamorada de Conrart...

—¡Gisela! —la llama Wolfram a sus espaldas, finalmente dándose cuenta de lo que pasa.

El grupo detiene sus caballos y voltea hacia él, iluminados por el sol desde atrás. La luz se esparce sobre la pálida piel de Gisela, una característica especial de su tribu, y la torna de un pálido anaranjado.

—¿Pasa algo?

—¿Puedo ir? —pregunta Wolfram.

—¿Eh?

—A su viaje de placer.

Wolfram busca en los bolsillos de su ropa. La yema de sus dedos encuentra un fajo de billetes. Es el dinero que había llevado como soborno al templo, con esta cantidad seria capaz de comprar algo de ropa. Pro supuesto, estas serian de la mayor calidad. Si pudiera arreglárselas sin comprarlas, esta suma fácilmente le permitiría viajar por varios meses.

—Quiero ir contigo en tu viaje de placer.

—Si, por supuesto.

Como si hubiera predicho su pedido, Gisela extiende hacia él la mano derecha que usa para curar.

El soldado de mediana edad con la cabeza brillante dice: —Este es un viaje barato~ —con tono exasperado y el hombre de los ojos sanpaku poco amigables ríe disimuladamente escondido por la luz a sus espaldas.

Las tres islas Via están situadas del lado Oeste del extremo del territorio gobernado por Shimaron. Las naves parten de Noh dan Via hacia el país central. Wolfram no pregunta que tan lejos piensan ir, pero sus metas son la misma.

Pensando que Gisela debe necesitar esto más que él, Wolfram finalmente abre su puño derecho. Dentro se encuentra la transpirada y medio quemada mancuernilla en forma de ostra.

—Esta mancuernilla era de Conrart.

—¿De su brazo izquierdo?

—Si. Si la necesitas...

Gisela la toma con la punta de sus dedos y la levanta para examinarla a la luz. Luego la coloca de nuevo en la mano del hermano mas joven ríe por primera ves en un tiempo.

—Creo que está sacando conclusiones basado en un malentendido, Su Excelencia.

—No estoy malentendiendo--

—No, ¿al parecer piensa que tengo sentimiento especiales por su Excelencia Conrart, verdad?

—¿No es así?

Ella se sube con facilidad a la silla de montar y comienza a cabalgar.

—Solo quiero honrar una promesa que le hice a un amigo.

¿Quién es ese amigo? ¿Y qué clase de promesa? De seguro no se refiere a Yuuri[3]. Wolfram le quita el caballo a un soldado que iba hacia los establos y monta tras “el grupo del viaje de placer”.

Para conseguir una respuesta a la pregunta que no llegó a hacer, absolutamente conseguirá traer de regreso a Yuuri.




Página principal Anterior Siguiente

Referencias

  1. Se refiere explicitamente a un viaje con compañeros de trabajo en japonés.
  2. No existe traducción para este término tan específico, se refiere a cuando el iris del ojo se mantiene arriba y deja un espacio blanco a los lados y por debajo del ojo. Significa literalmente “tres blancos”.
  3. Dudé si aclararlo o no, pero en japonés no existen los géneros para las palabras. Puede ser tanto un amigo como una amiga. En estos casos siempre intento mantener palabras neutrales, pero no quise cambiar mucho la definición de Gisela, “alguien cercano” no tiene el mismo significado por más que fuera una buena opción neutra.