Maru-MA Gaiden 01 Capítulo 2

From Baka-Tsuki
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Día Dos

Necesito un GPS para pasear en mi propio y bizarro castillo.

Incluso si eso no puede existir porque no hay ningún satélite que orbite este planeta, por lo menos podría descubrir donde estoy y cómo escapar si tuviera un mapa decente.

—Incluso sería capaz de encontrar los atajos durante las horas pico.

Quiero un Tadataka Inou[1] para Shin Makoku.

—Sabes donde estamos. Caímos mientras intentábamos escapar de Mickey, así que esta es obviamente la planta baja del ala para invitados.

—Y la madriguera de unos monstruos.

Wolfram y yo estamos sentados en un rincón de la habitación abrazando nuestras rodillas. Logramos pasar la tensa noche, y la luz de la madrugada brilla a través del hoyo sobre nuestras cabezas. Una pila de huesos humanos brillan de un blanco azulado en las sombras a nuestro lado.

Aunque llegamos a la guarida de la criatura tal como queríamos, incluso el coraje para atrapar una bola lanzada por Terahara[2] desapareció porque los monstruos son muy aterradores. Luego de que las larvas se apoyaran sobre nosotros, los dos chillamos de una manera que no se puede describir con palabras y nos rendimos por completo.

Ya sea porque los sonidos extraños que hicimos los asustaron o porque están planeando dejarnos secar para volvernos comida de reserva, no intentaron comernos de inmediato y simplemente nos dejaron solos después de bloquear nuestra ruta de escape.

—Eres un novato hasta la médula si terminas varado patéticamente en tu propio castillo.

—…See, see… pero, sabes, me olieron de arriba a abajo y lamieron mi ropa…

—A mí también. —Wolf frunce el ceño descontento.

—Me pregunto si se estaban fijando si somos deliciosos.

—Quién sabe.

—Me pregunto si están planeando comernos durante su fiesta de graduación cuando se vuelvan adultos.

—Quién sabe.

—Me pregunto si debería cambiar mi nombre a Yuuri Hors D’oeuvre[3].

—Basta.

La razón por la que Wolfram se muestra tan calmado es que las larvas escupieron hilos y se envolvieron como capullos a media noche. Las extrañas cápsulas con rayas blancas, amarillas y marrones son casi del tamaño de una camioneta. Alrededor de doce se encuentran distribuidas horizontal y verticalmente en este espacio apretado. Mientras estamos sentados distraídamente en el suelo como en la clase de educación física, ni siquiera podemos decir dónde están las paredes de esta habitación.

Además de eso, hay ojos rojos brillantes que resplandecen desde adentro de los capullos. Todos ellos nos observan con sus ojos centellando como si dijeran “los estamos mirando”.

—Solo un escalador de roca podría subir por estas paredes, pero si solo esperamos aquí sentados terminaremos como esos tipos.

El cráneo que está en la cima de la montaña de huesos como la estrella en la punta de un árbol navideño, nos observa con pena desde las profundidades de sus cuencas vacías. La última vez que un cráneo sintió lástima por mí fue durante un desafío en preescolar.

Esa vez me asusté tanto que mojé un poco mis pantalones, ¡pero ahora tengo 16, así que las situaciones como esa no son nada!

—¿Estás fanfarroneando?

—Nada de eso. Es porque les dijiste que no le informaran a Conrart que anoche nadie vino a buscarnos.

—Si no hubieras dicho que querías derrotar al monstruo del ala para invitados yo no estaría aquí.

—No, incluso antes que eso… ya paremos. Nunca terminaríamos. Fue mi error no buscar información sobre nuestro enemigo de antemano.

Es verdad. Juntar información es importante en cualquier situación. Fue estúpido salir de aventura a la caza de un monstruo sin juntar ningún dato. Y ahora hay una brillante constelación de Antares frente a nosotros, formada con brillantes ojos rojos dentro de capullos.

—Tal vez deberíamos intentar gritar de nuevo.

—Ya no nos quedan cosas que gritar.

Ya canté todas las canciones de equipos de béisbol. Incluso canté las canciones de los equipos enemigos Daiei, Osaka, Kintetsu e incluso Rokkou Oroshi[4]. Me raspa tanto la garganta que estoy a punto de rogar “agua, por favor, agua...”.

—Tengo sed.

—¡Ah, mierda! ¡Estaba intentando olvidarlo!

Las opciones que tenemos son: convertirnos en comida deshidratara, ser comidos por insectos después de la eclosión, o nuestro objetivo original, derrotarlos mientras están inmovilizados.

—…Tal vez… mientras están envueltos…

Me pongo de pie inestablemente, giro a Garganta N°1 y saco la espada. Camino hacia la cápsula más cercana e intento balancearla contra ella con cuidado de no encontrar su mirada.

La hoja se astilla al tercer golpe.

—…Es duro.

—Algo siempre sale mal con todo lo que haces.

Eso no es asunto tuyo.

Pensando que tal vez podría alcanzar el hoyo en el techo si escalo un capullo vertical, intento trepar la capsula con rayas más alta.

Caigo veinte veces.

—…Es resbaloso.

—Puedes darte cuenta con solo mirarlo.

—¡Vamos, Wolf! ¡Ya deja de estar sentado ahí soñando despierto y piensa un plan maestro! ¿No quieres salir de aquí? ¡¿Te parece bien morir aquí?!

—Firma esto antes de nuestra muerte.

Él saca una hoja de papel doblada color verde claro del bolsillo de su chaqueta y extiende su pluma favorita. Es un documento que no puedo entender con mi limitada habilidad del idioma. Sin embargo, puedo entender la breve frase de la parte superior.

—Cer… tificado… de… Matrimo… ¡Oye! ¡Esta es una situación de vida o muerte!

—Es exactamente por eso que esto es importante.

Toda la fuerza se drena fuera de mi cuerpo debido a esta ridiculez y me deslizo hacia el piso. Por supuesto que la habitación aun está ocupada por todos los capullos y no hay un lugar en el que pueda sentarme correctamente. Al principio quise estar tan lejos como fuera posible de los monstruos y abracé mis piernas hacia mi cuerpo. Sin embargo, los nervios humanos son una cosa extraña y pueden adaptarse a cualquier situación. Luego de que pasara medio día y que no hubiera cambio en los capullos, me acostumbré a mis alrededores y terminé apoyándome calmadamente contra las capsulas blancas, amarillas y marrones. Es decir, son pesados, no se moverán y sus superficies son lisas y frías, así que son inesperadamente agradables al tacto.

Por otro lado, me canso de estar hecho un ovillo y asustado. Sin nada más que hacer, termino jugando un ridículo juego de palabras con mi compañero. Aunque estamos jugado un juego totalmente normal, termino diciendo un montón de términos de béisbol y las palabras que me llegan de vuelta son extraños nombres de animales que nunca antes había escuchado. Al final, continuamos jugando este juego incomprensible con el mutuo entendimiento de que es absolutamente ridículo[5].

—Base running.

—Gujibokigodral.

—Lions Express[6].

—Sugabaniyacop.

—¿P? ¿Qué clase de animal es ese? ¿P, em? Poten… oye, espera. Este capullo se está moviendo.

Escucho el sonido del aire escapando de la capsula en la que estoy apoyado. Cuando me dirijo apresuradamente alrededor de ella hacia el frente, los ojos claramente están pestañeando.

—Esto es malo. Su Color Timer[7] está parpadeando. ¡Ah! ¡Aquí hay un hoyo! Que raro. No se le hizo ni un rasguño al otro cuando intenté cortarlo. Oye, ¿tienes algo con que tapar esto? Como plastilina, chicle, o un poco de arroz[8].

Wolfram grita histéricamente y se cubre las orejas con las manos.

—¡¿Eh?! Debo estar escuchando cosas. No hay forma de que estés tratando de salvar lo que hay dentro de ese capullo.

—Oíste bien. Dije: “tapemos este hoyo”.

—¡¿Para qué?! Viniste aquí hasta el ala de invitados para deshacerte de estas cosas, ¿no es así? A pesar de eso, tu plan falló y terminamos en una situación peligrosa. Un enemigo menos es mejor. La probabilidad que sobrevivamos aumentará.

—Pero…

No quiero admitirlo, pero esta vez el príncipe mimado tiene razón. Para que no nos convirtamos en hors d’oeuvres en una fiesta de maduración y salir de este cuarto con vida, tenemos que matar a cada uno de los ¿insectos? en el instante en que emerjan de sus duros capullos. Mientras no sepamos que clase de insecto saldrá de los capullos, deshacernos de todos los que podamos de antemano es una buena idea.

Noventa es mejor que cien. Once es mejor que doce…

—¡Hombre, incluso si doce se convierte en once no cambia el hecho de que estamos en desventaja! No quiero usar ese plan egoísta de deshacernos de uno mientras podamos. Quiero decir, se las arregló para llegar a la etapa de capullo. Sería injusto si fuera el único que no completara todo su ciclo, ¿verdad? Bueno, no sabemos que clase de bicho va a ser, pero tal vez sea de una especie que zumbará en el aire y que un día viajará a algún país lejano.

La parte profunda de mi cerebro con el IQ alto sabe que eso no va a ocurrir. Siempre termino mal cuando me dejo llevar por mis sentimientos. Incluso dejar el béisbol cuando estaba en secundaria fue a causa de mis sentimientos más que por mi racionalidad.

A pesar de eso.

—Sería demasiado cruel si él fuera el único que no pudiera volar en el cielo azul y ver un mundo lejano. Puede que las leyes de la naturaleza sean así de crueles, pero si alguien ayuda un poco ahora tal vez se podría lograr algo. ¡Es por eso que voy a ayudar! ¿Qué pasa con este hoyo? Me pregunto si será como cubrir una pequeña calva.

Levanto un poco del moco amarillo que hay por aquí e intento tapar de alguna manera el agujero. Una película delgada lo cubre por unos pocos segundos, pero se escurre rápidamente. Los ojos brillantes se vuelven cada vez más débiles y hay pausas en las sacudidas del capullo.

—Oye, oye, solo espera un poco más. Te arrepentirás por el resto de tu vida si mueres antes de ver los rostros de tus hors d’oeuvre.

Mirando las puntas de mis dejos, Wolfram deja escapar un suspiro exasperado que siento que he escuchado antes en algún lado.

—Nunca había conocido a un novato tan novato como tú.

—No me llames novato.

—Pero…

Parece que decide no continuar esa frase.

Él rompe el papel que tiene en las manos en varios pedazos y levanta un gran puñado de moco y lo frota sobre el agujero. Luego de asegurarse cuidadosamente de que no hay burbujas, sigue amontonando algunos más. Eventualmente el agujero queda tapado de manera segura y el aire deja de escapar.

—¡Si! ¡Incluso el Color Timer luce más saludable! Pensar rápido vale la pena, Wolfram… pero, ¿por qué tan de repente…?

—Dicen que los novatos tienen almas de cinco minutos.

—Nadie dice eso.

Ambos miramos en otra dirección para ocultar nuestras sonrisas vergonzosas.

Golpeo el cascarón del capullo cinco veces y le digo que se asegure de salir. No sé de qué especie son estos chicos, pero eso no significa que nos harán algo malo después de que les hemos hecho un favor.





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Referencias

  1. Tadataka Inou fue un cartógrafo famoso por haber creado el primer mapa de Japón basado en técnicas modernas de recolección de datos.
  2. Hayato Terahara era un jugador de los Daiei Hawks.
  3. O también llamado primer curso, es el plato servido antes de los platos principales.
  4. La canción del equipo Hanshin Tigers.
  5. Este juego es bastante común en japón, se dice una palabra y se toma la última silaba para decir la siguiente. En este caso se adaptó a la ultima letra solamente, los japoneses usan silabas completas porque no tienen un abecedario propiamente dicho. Las palabras que dice Yuuri se mantuvieron en inglés a propósito.
  6. Nombre de una línea de buses de alta velocidad que al parecer transporta equipos de béisbol. Y, cómo no, entre ellos a los Leones de Seibu.
  7. El Color Timer de Ultraman es una luz que parpadea cuando se le está acabando la energía.
  8. No es común para nosotros, pero el arroz cuando se pegotea se puede usar como pegamento.