Fate/Zero:Epílogo Al Día Siguiente

From Baka-Tsuki
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Al Día Siguiente[edit]

Epílogo.

Cada canal de noticias en la televisión estaba reportando sobre el gran incendio que tuvo lugar en Shinto ayer por la noche.

Pero aparte de eso, aún había tristeza sobre el desayuno de hoy en los MacKenzies.

La mesa parecía un poco vacía con una persona menos. El invitado masculino, quien había estado hospedándose en la casa durante algún tiempo, se había ido a su país de origen el día anterior, debido a algún asunto urgente. Él había pedido a Waver, agradecer a los Mackenzie por su hospitalidad y atención en los últimos días, y se disculpó mucho, por no despedirse de ellos de cara a su repentina partida.

"Alex-san debe haber regresado sano y salvo al Reino Unido, ¿verdad?"

Martha MacKenzie murmuró con una apariencia preocupada. Waver asintió para calmarla.

"Él me llamó desde el aeropuerto esta mañana. Ese tipo, ¿acaso no sabe nada sobre las diferencias de tiempo locales? "

Waver dijo esta masiva mentira con una cara indiferente. Él mismo, sin embargo, estaba bastante sorprendido de que podía mentir tan fácil y simple como eso.

"¿Él te llamó? Realmente no me di cuenta. Ah, pero ese tipo de estilo realmente va con él."

Con un asentimiento y una sonrisa en su rostro, Martha volvió la mirada hacia la pantalla del televisor y luego, parecía triste de nuevo.

"... Eso aún es bastante lamentable, pero por otra parte, han habido de hecho, una gran cantidad de disturbios últimamente. Pero tal vez eso no es algo malo tampoco. Al menos esos visitantes insinceros pueden cambiar su itinerario ahora. "

"..."

Mirando a la pantalla, el totalmente quemado y árido campo que mostraba, Waver no podía evitar sentirse profundamente avergonzado.

El fuego que había ocurrido cerca del Ayuntamiento, fue causado indudablemente por la Guerra del Santo Grial. Aunque no sabía cuál de los tres Maestros y Sirvientes restantes había creado esta trágica escena, él y Rider podrían haber prevenido este incidente de haber estado presentes. Ese era el por qué, le resultaba difícil reprimir su profundo pesar.

Esta tragedia no ocurriría en el futuro. Aunque terminó de la peor manera posible, los extraños eventos que amenazaron a Fuyuki, no ocurrirían de nuevo. La cuarta Guerra del Santo Grial, la cual había sacrificado a innumerables vidas inocentes, había sido llevada a un completo final ayer por la noche.

Recordando toda la tragedia que había ocurrido ahí - sintió que ya podría considerarse un milagro, que aún estuviese vivo.

"Umm, Abuelo, Abuela, ¿puedo hablar algo contigo?"

Escuchando la voz de Waver, la cual sonaba diferente a la habitual, la pareja de ancianos puso sus tazas de café abajo.

"¿Qué es?"

"Ah, en realidad... quiero tomar un descanso de la escuela por un tiempo. Esta es una decisión que tomé después de discutirlo con padre allá en Toronto. En lugar de ir a la escuela, en este momento me gustaría hacer otra cosa primero. "

"Oh."

"Ahhh."

Escuchando esta sorprendente declaración de su nieto, la pareja de ancianos no podía evitar mirarse fijamente el uno al otro y a él.

"Pero por qué de repente... no odias ir a la escuela, ¿verdad?"

"No, para nada... Es solo que hasta el momento, no he tenido ningún interés en nada en absoluto además de estudiar, lo cual me hace lamentar. Así que... Ah, quiero viajar. Quiero visitar el mundo exterior, así puedo entender más cosas antes de decidir qué hacer con mi vida. "

"¿En serio?"

Martha parecía estar muy contenta, y sonrió, mientras aplaudía sus manos.

"¿Escuchaste eso, Glen? Waver-chan realmente dijo algo que suena como lo que Alex-san diría. "

Escuchando esta evaluación, con un poco de alivio y un poco de remordimiento solitario, Waver sonrió amargamente.

"De todos modos, hay muchas cosas que deberías preparar de antemano. Es vital hacer tu tarea primero. ¿Quieres empezar por encontrar un trabajo?... Ah, pero aquí hay un problema. No puedes conseguir un trabajo en Fuyuki si no puedes hablar japonés, ¿verdad? "

Hmm... Glen cruzó los brazos delante de su pecho y parecía absorto en pensamiento.

"También hay muchos extranjeros en este pueblo. Si se lo pido a algunos de mis conocidos, tal vez puedan encontrarte una solución. "

"Entonces Waver, ¿te quedaras en Japón por un tiempo?"

Mirando a Marta, quien llevaba tan feliz expresión, Waver asintió.

"Ah, sí está bien... ¿Si no es demasiado problema para ti?"

"Por supuesto que no."

Martha estaba tan feliz que casi saltaba de alegría, y no pudo resistirse aplaudir mientras respondía. Su esposo, Glen, sólo se sentó en silencio junto a ella, pero le dio a Waver una mirada de confianza y expectación. El chico también se sentó con su espalda erguida y devolvió una mirada solemne.


※※※※※


Waver regresó a su habitación a solas, y examinó esta habitación, la cual estaba bañada por la luz del amanecer.

Once días---fue tan poco tiempo, pero esta habitación ya estaba teñida con el color de la persona quien había vivido ahí.

Habían viejas revistas, bolsas de papel de la cena, que él había tirado por todas partes, y una botella de whisky vacía que había rodado a la esquina.

Todos ellos eran rastros de la otra persona, quien había comido, bebido y descansado en esta habitación. Este era un color que no pertenecía a Waver.

¿Fue él un fantasma? ¿O un familiar? Pensando en toda esa tontería, Waver se preguntó. Esto no era una broma. Si sólo fue un “alma”, ¿cómo fue posible que tan vivido “color” aún permaneciera en la habitación?

Sin embargo, esta habitación ya no sería teñida por este “color”.

De ahora en adelante, sólo habría una persona viviendo aquí, y ese era Waver. Solo sería manchado con la personalidad de Waver y su presencia. El color anterior sería eventualmente borrado. Era inevitable.

Aunque se sentía lamentable y solitario, una certeza era, que el color repintando la habitación debe ser extraordinariamente vívido. Sólo así podría cubrir el color de "esa persona", el cual era más brillante que el de cualquier otro.

Waver se sentó en la cama y sacó la edición de coleccionista de La Ilíada de su mochila.

Sólo habían sido once días cortos, pero las páginas ya se estaban haciendo oscuras con repetidas lecturas. El rostro de aquel hombre eternamente sonriente, parecía emerger ante él cuando veía este libro, el cual sentía difícil de entender, no importa cuántas veces lo leyera. Aquel hombre quien se había empujado hacia adelante con las aventuras del héroe Aquiles, quien había desafiado a sus propios límites y, finalmente, hizo su propia vida una leyenda.

Y tal hombre había una vez estado al lado de Waver, había vivido y luchado con él.

Esos sueños como escenas que él había descrito a Waver, se sentían casi como mentiras. Sin embargo, al final, Waver aún estaba atraído a su felicidad---

No podía negar que lo envidiaba. Había incluso pensado en ir junto con él.

Pero había dejado a Waver atrás después de todo. Él hizo esa decisión el momento en que invitó a Waver a convertirse en su subordinado y recibido la respuesta de Waver. ¿Hizo aquel hombre una decisión equivocada, por la respuesta equivocada de Waver en aquel entonces?

"¡Por qué estás hablando tonterías como "subordinado"! ¿No somos amigos? Si vas a la batalla, ¡por supuesto, te acompañare! "

Si sólo en aquel entonces, Waver hubiese sido capaz de decir esas palabras en el viento, decir esas palabras como si fueran iguales...

Entonces aquel hombre definitivamente habría sonreído a sabiendas, y quizás le habría permitido a Waver montar su caballo de guerra en el final.

"Pero... La cosa importante es, que al final, nunca le mostré mi "falta de voluntad”... "

Waver no podía evitar suspirar. Aún estaba lejos de pararse en igualdad de condiciones con aquel hombre. Sus propias debilidades aún estaban todas expuestas al final. Se lamentó, y lo pensó una lástima. Quizás sólo estaba demasiado orgulloso.

Pero no estaba ansioso. Después de todo, Waver todavía no había alcanzado la edad en la cual aquel hombre había comenzado su viaje, y las marcas de las aventuras hierve-sangre y sorprendentes que aquel hombre, aún podían verse en cada rincón de este mundo. Waver iría a buscar todo eso. Quizás, un día, encontraría las huellas de aquel hombre en algún lugar más allá de ese mar lejano.

Repentinamente, los ojos de Waver aterrizaron en la bolsa de papel al lado de la televisión.

Pensando en ello, aquel tipo había comprado esta cosa con alegría, pero se había ido sin siquiera sacarlo de su empaque.

Waver abrió la bolsa y removió la consola de juegos y el disco en su interior. Había comprado incluso un joystick. Sintiendo sus ojos repentinamente volverse calientes con lágrimas, Waver las forzó a no salir.

"... No voy a jugar esta cosa tonta".

Pero justamente había decidido probar cosas nuevas, y una estaba justo en frente de él. Aunque era tonta, la idea valía la pena de intentar.

Sin embargo, ¿era este tipo de cosa, realmente así de interesante?

Waver frunció el ceño mientras miraba la bolsa. Luego, comenzó a seguir las instrucciones para conectar el juego de vídeo con el televisor.


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