Fate/Zero:Epílogo Medio Año Después

From Baka-Tsuki
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Medio año después[edit]

"- Yo sé que mi Redentor vive, y que al final se levantará sobre la tierra."

Un cortejo fúnebre avanzaba solo, bajo la lluvia helada.

Una jovencita era la persona quien dirigía el funeral.

Ninguna expresión de tristeza o ansiedad estaba escrita en ella, sino, sólo iba sin sentimientos, de acuerdo al procedimiento del funeral. Aunque esta expresión hizo que esos quienes llegaron a llorar, sientan su fuerza, ninguno de ellos tenía ningún sentimiento de lastima hacia ella.

Era un funeral para un clan de nacimiento aristocrático. Para los ancianos, los niños quienes crecieron bajo tan estricta educación, deberían ser capaces de soportar cualquier cosa. Los dolientes sentados aquí, todos tenían la misma creencia.


"Y después de que mi piel haya sido destruida, sin embargo, en mi carne veré a Dios; yo mismo lo veré con mis propios ojos - yo, y no otro. Como mi corazón lo anhela dentro de mí... Amén. "

Entonces, el ataúd fue enterrado en la tierra. Con algunas palabras de oración de los otros, los dolientes se fueron, uno por uno. En la lluvia que una vez más recuperaba su silencio, solo la jovencita quien se hizo cargo del funeral y el sacerdote que dirigió las ceremonias fueron dejados atrás.

"Buen trabajo. Ya era muy espléndido como el debut de la próxima cabeza de la familia. Creo que tu padre se sentiría orgulloso también. "

Rin simplemente asintió en silencio al oír esas palabras de elogio hacia ella. Su muñeca izquierda ya había sido tallada con la Cresta Mágica de la familia Tōsaka. Su cuerpo aún no estaba acostumbrado a la Cresta que había recientemente sido injertado y le seguía infligiendo dolor. Pero no había señales de agonía mostradas en el rostro de la jovencita, y soportó el funeral hasta el último minuto. De hecho, esta voluntad de ella, no coincide con su edad.

La carta que escribió Tokiomi, la cual confiaba todo a la Asociación después de su muerte, fue casi perfecta; fue realmente un verdadero retrato del hombre mismo. La transferencia del cuerpo y la extracción de la Cresta fueron confiadas a la sede de la Asociación en Londres por Kotomine Kirei, guardián de Rin. La Cresta fue entregada a los amigos de Tokiomi para ser bien protegida, para asegurar que sería impecablemente trasplantada en el cuerpo de Rin en el futuro.

Trasplantar una Cresta en alguien, causará una gran carga para el cuerpo, por lo tanto, era mejor trasplantarla al sucesor de la familia antes de que sus características sexuales secundarias se hayan desarrollado completamente. Sin embargo, cuando la anterior Cabeza repentinamente fallece, muchas dificultades impensadas a menudo ocurrirían. Pero Tokiomi había superado esto e hizo preparativos impecables. Había pasado la esencia de la magia que la casa Tōsaka había cumplido sobre las generaciones a Rin, sin omitir una sola cosa.

Sin embargo, debido a los numerosos procedimientos involucrados con el transporte del cuerpo y la extracción de la Cresta, más de seis meses pasaron antes de que el cuerpo de Tokiomi fuera regresado a casa. Como resultado, las personas que asistieron al cortejo fúnebre de hoy, fueron sólo los pocos que conocían la verdad de su muerte, completamente sin relación con el prestigio y los logros que la familia había logrado en su tierra natal. Un funeral solitario como este, es probablemente un pecado que uno como mago debe soportar.

Kirei miró alrededor del cementerio, el cual repentinamente se convirtió en desolado, y se dio la vuelta para encontrarse con el taxi que había esperado en la parte posterior.

"Ya es hora de dejar que Madre salga, ¿verdad?"

"- Mm, ya es hora."

Tōsaka Aoi, quien se suponía que organizaría el funeral como la viuda, era incapaz de aparecer delante de los invitados debido a su condición de salud, que le requería permanecer en cama. Aunque reacia a dejarla que entre en contacto con el exterior, Rin aún quería que su madre se encuentre con su padre una última vez antes que el ataúd fuese enterrado bajo la tierra.

Rin había estado esperando la llegada de su madre desde antes de que los otros dolientes llegaran. Ella caminó hacia el automóvil, ayudó a su madre en la silla de ruedas, y la empujó hacia la tumba de Tokiomi. En la silla de ruedas, aunque la viuda aún parecía muy joven y hermosa, no había ninguna expresión grabada en su rostro; sólo una mirada vaga y soñadora que veía al vacío.

"Mamá, aquí, di un último adiós a padre."

Escuchando el sonido exhortante de Rin, los ojos soñadores de Aoi finalmente se reunieron lentamente en un punto en el suelo.

Sus ojos lentamente recorrieron alrededor de las lápidas que la rodeaban, y abrió bien sus ojos como si se hubiese finalmente dado cuenta de algo.

"Ah - ¿Qué, Rin? ¿Es hoy el funeral de alguien? "

"Sí. Porque padre falleció. "

"¡Oh Dios mío! Tendré que darme prisa y sacar la ropa de funeral de Tokiomi - Rin, ve a ayudar a Sakura a vestirse. Ahhh qué hacer, que hacer. No he preparado nada... "

Aoi, quien estaba sentada en una silla de ruedas, se hundió en un breve pánico. Luego, repentinamente se inclinó como una marioneta con sus cuerdas rotas. Además, cuando finalmente levantó su cabeza otra vez, mostró una dulce sonrisa hacia el aire vacío ante ella, y extendió sus dedos al frente.

"Mira, querido, tu corbata está torcida de nuevo. Y hay un hilo pegado a tu hombro. Jaja, trata de alegrarte un poco. Después de todo, tú eres el padre del que Rin y Sakura están orgullosas... "

Aoi parloteaba sin cesar al esposo que solo ella podía ver. Mientras tanto, Rin simplemente se quedó al lado de su madre, vigilándola en silencio.

Tōsaka Aoi, quien había recibido daño cerebral como resultado de la privación de oxígeno, ya no era capaz de comunicarse correctamente con Kirei y Rin. Indudablemente para Rin, Aoi había sido una inocente víctima arrastrada hacia el Cuarto Toque del Cielo, justo como su padre.

Sin embargo, para Aoi quien ya no era capaz de comprender correctamente la realidad, quizás esto era más feliz para ella. Su corazón había permanecido en ese momento cuando Sakura aún estaba en la casa y Tokiomi aún estaba vivo. Vagaba en la espaciosa mansión Tōsaka, conversaba y se reía con el esposo y la hija menor en sus recuerdos, y siguió para siempre en el hermoso sueño de una familia feliz.

Sólo Rin fue dejada atrás en el mundo real por sí misma. Ella se hizo cargo de tal madre, pero sólo podía mirarla en silencio y era incapaz de mover un solo paso a esa foto feliz. Escondió la tristeza que nadie más podía sentir, asumía la pesada carga de ser la cabeza de un clan mágico sobre su joven cuerpo, y soportaba el dolor de la Cresta. Era realmente un destino demasiado cruel para una jovencita quien era solo una estudiante de escuela primaria.

Kotomine Kirei, sin embargo, pensó que era un incomparable golpe de suerte, que se hizo el guardián de tan trágica niña.

Él sólo podía sentir alegría a través del dolor y sufrimiento de los otros. Para Kirei, quien había conocido sus retorcidos colores verdaderos hace mucho tiempo, los aprietos actuales de Rin eran, indudablemente, el mejor ambiente para hacerla crecer como una chica sentimental. Ya que Kirei sería capaz de evaluar todo, desde la distancia más cercana, era indudablemente un placer comparable a la cata del vino más destacado.

Sin embargo - lo que lo enojaba, era el hecho de que nunca había recibido tales recompensas.

A pesar de que ella estaba cargada con este trágico destino, la jovencita no derramó ni una sola lágrima. Ni siquiera una palabra débil fue dicha por ella.

Incluso ahora, ante su lastimosa madre quien no podía comprender la muerte de su padre, Rin aún mantenía una cara tranquila. Forzosamente suprimió su profunda pena y dolor dentro de su corazón, y esperó a que su madre se calmara. Esta habría sido una situación donde otros niños de su edad, quienes fueron mimados hasta la muerte por sus padres, nunca habrían sido capaces de soportar.

Rin ya había reconocido y aceptado su destino, y era lo suficientemente valerosa como para hacerle frente audazmente. Tal raro orgullo y autocontrol eran las mayores virtudes poseídas por la jovencita llamada Tōsaka Rin, pero era la cosa que más enfurecía a Kirei.

Después de haber tenido su completa amargura y dolor, esta joya llamada Rin comenzó a tomar forma a partir del mineral en bruto sin forma. Él había pensado originalmente que al ver el vergonzoso comportamiento de su querida madre, heriría su alma, pero no esperaba que ella acepte la debilidad de su madre de volverse cautiva en los sueños con un corazón misericordioso y acogedor.

Esta jovencita estaba avanzando paso a paso hacia el camino herético llamado magia. Quizás algún día, ella se convertiría justo como su padre, y desecharía toda la maldad retorcida de un mago y formaría una personalidad más justa y equilibrada. Por supuesto, ese sería el desarrollo más aburrido para Kirei. Él había esperado mucho originalmente para ver qué tipo de flor retorcida florecería de la hija de Tokiomi.

Manteniendo todos los secretos en su corazón, Kirei puso su mano sobre los hombros de Rin como si alentándola.

"Me quedaré en Japón por algún tiempo... ¿Hay algo más por lo que estés preocupada para el futuro?"

"... No mucho. He sido demasiada molestia para ti, pero ahora está bien. "

La jovencita respondió con un tono fuerte, ni siquiera mirando a Kirei.

Rin obedeció las últimas palabras de su padre, y no objetó teniendo a Kotomine Kirei convertido en su guardián. Sin embargo, le resultaba difícil ocultar su rencor hacia él. Fue asistente de Tokiomi y se dirigió hacia el mismo campo de batalla, pero al final aún falló en proteger a Tokiomi. El corazón de Rin aún estaba lleno de ira y desconfianza hacia el hombre llamado Kirei hasta el día de hoy.

Kirei sólo sentía, que el odio inexperimentado de Rin, era de risa. ¿Cuál sería la expresión en el rostro de esta chica, cuando un día llegue a saber la verdad? Estaría bastante expectante para verla.

"Nos reuniremos de nuevo después de seis meses. Entonces, el segundo proceso del trasplante de la Cresta puede ser realizado. Por favor cuida de ti misma. "

"... No tienes que decir nada. Ya se de eso. "

"Creo que estaré trabajando principalmente en el extranjero en el futuro. Lo siento mucho en decir esto, pero creo que no puedo vivir en Japón. Soy realmente inadecuado para ser un guardián... "

"Si estás ocupado, entonces no se puede evitar. Yo, obviamente, cuidaré bien de madre y la familia Tōsaka mientras estés fuera. Puedes ir de cruzada contra los herejes o hacer lo que quieras, siempre y cuando no nos traigas problemas. "

Hah, ¿incluso Rin puede fingir de esta manera? Su tono de hoy era más agudo que lo usual. Quizás hoy realmente era más doloroso que nunca para esta chica.

Una idea algo repugnante repentinamente destelló a través de la mente de Kirei.

"- Rin, tú serás la verdadera Cabeza de la casa Tōsaka a partir de hoy en adelante. Con el fin de celebrar esta ocasión especial, te doy un regalo. "

Mientras dijo eso, Kirei sacó una daga desde el interior de su abrigo junto con su vaina.

Esta era la misma espada Azoth que le fue dada por Tokiomi como un símbolo de amistad. El funeral de hoy también le hizo recordar a Kirei, al hombre quien había fallecido, por eso trajo con sigo esta daga. Era también una pequeña compensación para el hombre quien había muerto por su mano.

"Esto es lo que recibí de Tokiomi-sensei en el pasado, cuando reconoció los logros de mis estudios mágicos - Pienso que es mejor que cuides de ella a partir de ahora."

Rin tomó la daga, sacó la daga de su vaina, y la estudió cuidadosamente. Acarició el cuero de la empuñadura y las runas mágicas en la hoja, casi con veneración, como si pudiera sentir el calor de los dedos de su padre en su interior.

"... Padre..."

Una pequeña onda repentinamente apareció en la daga que la chica sostenía en sus manos - una sola gota de lágrima repentinamente estropeó la inmaculada hoja.

Esta era la primera vez que Rin había derramado lágrimas en frente de Kirei.

Como si habiendo catado el vino que había estado esperando durante mucho, el corazón de Kirei se sacudió con alegría.

Rin no sabía nada. La daga que sostenía en su mano y recibió sus lágrimas, una vez fue totalmente manchada con la sangre fresca que se vertió del corazón de Tokiomi. Quizás incluso consideraría a esta daga como un recuerdo de su memorable padre, y respetuosamente lo atesoraría en el futuro. Por supuesto, el pre-requisito era que no supiera que ésta era el arma homicida que mató a su padre.

Esta extrema ironía y el placer de violar un corazón puro, le hizo a Kotomine Kirei recibir una satisfacción insuperable.

Rin, quien estaba llorando con la cabeza baja, era completamente ignorante del sacerdote a su lado, quien estaba floreciendo con una sonrisa silenciosa. Ella solo se aferraba fuertemente a la daga del destino en sus manos.


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