Boku wa Tomodachi ga Sukunai Español: Volumen 3 Prólogo

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Prólogo: Despedida.[edit]

Cuando estaba en segundo grado, mi padre me dijo que nos estabamos llendo a un lugar lejano en dos semanas.

Esa fue la primera vez que me mudé de casa, y desde esa vez me he mudado más veces de las que puedo contar.

Mi padre era un arqueólogo, y como tal, tenía que movilizarse a través del país haciendo su trabajo, asi que nuestra casa estaba más vacía de lo que no.

Poco después de que nació Kobato nuestra madre murió, y ahí fue cuando nuestro padre dejo de su trabajo de forma inmediata, y se dedicó a criarnos a Kobato y a mí.

Puedo ser parcial, ya que soy su hijo después de todo, pero yo si creo que él se preocupa por su familia.

O sea, cuando mamá estaba embarazada de mí, él estaba conciente de que no estaba presente muy seguido, y partió el culo trabajando para comprar "una buena casa donde mi amorosa esposa pueda criar a nuestros niños en una ciudad donde comoda". (Nota: 'worked his ass off', tal vez exagere con la traducción, pero significa con MUCHO ESFUERZO)

Luce bastante descuidado y tiene una personalidad incierta, pero es habilodo y un conocedor experto, y había gente que venía a nuestra casa a verlo bastante seguido.

Realmente me agradaba ver a mi padre hablando sobre un montón de cosas complicadas con los extraños y personas bastante mayores que él, los cuales venían a verlo.

Solía tener pensamientos infantiles sobre él también. Cosas como estar en casa todo el tiempo debieron haber sido difíciles y no le iba bien.

Supongo que es por eso, que cada vez que nos decía que nos mudabamos, pensaba "Entonces, otra vez llego el tiempo de mudarse huh" y nada más.

"Tendrás que cambiarte de colegio, lo siento Kodaka" es lo que me dijo con una mirada de disculpas en su cara.

Estoy bastante seguro que un tímido "¿Oh?" o "Huh" era lo máximo que reaccionaba al escuchar eso.

No es que me estuviera conteniendo por el bien de mi padre, simplemente no me importaba si tenía que cambiar de colegio o no.

No es como si tuviera amigos de todas formas.

...Pero.

Aunque no me pudo haber importado menos el hecho de cambiar de colegio, tener que abandonar a mi amigo era doloroso.

En ese entonces, sólo tenía a una persona que podía llamar amigo.

Incluso podría llamarlo mi mejor amigo.

El me ayudó cuando el resto de mi clase me estaba molestando, y aunque por algún motivo, luego tuvimos una pequeña pelea, al final nos volvimos amigos.

Todo fue como, "No eres tan malo", "Tampoco tú".

Cada día, apenas terminaban las clases, salía corriendo y me juntaba con un chicho que supuse que iba a otro colegio.

Hablabamos, jugabamos, pretendiamos ser superhéroes y a hacer exploraciones, comíamos dulces, dibujabamos, y un día peleamos con dos de los matones de antes que volvieron por venganza.

Gastar mi tiempo con él valía mucho más que por ejemplo tener 100 amigos en la escuela.

Estoy seguro que el se sentía de la misma forma.

Y esa era exactamente la razón por la cual no podía decirlo.

Pasó un día, luego tres, luego una semana, pero aún no podía decirle que estaba dejando la ciudad.

Permanecí asi, incapaz de decirle que me estaba mudando de ciudad.

De todas formas, creo que fue dos dias antes de dejar la ciudad que le dije "Tengo algo importante que decirte mañana, así que será mejor que estes aquí".

El asintió, y mientras no estoy seguro porqué, me dijo con una seria expresión "En ese caso, también tengo algo importante que decirte mañana, Taka".

Los dos nos prometimos decirnos "algo importante" y nos fuimos a casa por el día.

Al día siguiente.

Abrí la puerta de mi clase y tuve una 'Fiesta de despedida Hasegawa' que a nadie le pudo importar menos. Terminó rápido y salí corriendo del colegio como siempre, dirigiendome a nuestro lugar de reunión en el parque.

Nunca lo ví. Esperé una hora, dos horas, pero él nunca llegó. Esperé hasta que el Sol estaba listo para esconder, pero aún asi él nunca llegó.


...Y así dejé la ciudad, sin decirle una palabra sobre ello a mi único y mejor amigo.


Aún ahora, diez años después, es una amarga memoria para mí.

El día que recordé esa despedida fue el primero de Septiembre en mi segundo año de Enseñanza Media.

El día después del termino de mis vacaciones de verano.


Atrás - Ilustraciones Regresar a la Página Principal Siguiente - La Alimentación de la Pequeña