Zero no Tsukaima Español:Volumen12 Capítulo2c

From Baka-Tsuki
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El Derecho de usar a Saito por un día. Parte 2

Siesta estaba siendo bombardeada constantemente por sus compañeras de trabajo mientras estaba en la cocina de la servidumbre.

— ¡Espera! ¿No te digo que estoy ocupada?

— ¡Hey Siesta, prueba estas especias! ¡Sin duda estará encantado!

Era un mundo sin televisión, por lo que el amor de los demás era la mejor forma de entretenimiento. Las señoras, que no sabían cómo deshacerse de su tiempo libre en las noches largas, iban en busca del amor.

— Hey, estás decidiendo que... ¿Escuche bien?

Ellas le preguntaban a Siesta con entusiasmo y vigor, siendo nada mas una molestia. Siesta momentáneamente detenía su cocción y le gritaba a sus amigas para que se quitaran del camino o porque estaban molestándola.

— Pero acerca de Saito-sama, ¿No se trata de un noble ahora? Siesta, eres increíble... ¡Les pegaste al gordo!

Su compañera de habitación, Lola, estaba rebosante de curiosidad a medida que se acercaba.

Siesta sacudió la cabeza.

— En realidad no. No es porque sea un noble que lo amo.

— Eso es correcto. Los Nobles son mojigatos. Incluso si estas con ellos, son tan rígidos a su lado. En ese sentido, Saito-sama es muy grande. Es un noble, pero que solía ser un plebeyo. ¡Casarse con él, sería lo mejor!

— Te estoy diciendo que su condición no importa —. La Expresión de Siesta se puso un poco triste, agitando el caldo en la olla. Lola pareció detectar algo de esa expresión facial de su ex compañera de cuarto, ya que la miraba directamente.

— Ya veo. Entonces él es un caballero con muchos logros. Últimamente su popularidad parece haber caído debido aquel incidente con la brigada aérea. Aun así, sigue siendo maravilloso. Las damas nobles simplemente no lo dejan en paz.

Siesta entristeció y continuó en silencio cocinando.

— Sin embargo, Siesta, no te has rendido, ¿verdad?

— ¡Eso es exactamente correcto!

Las otras chicas estuvieron de acuerdo.

— Sí, de todas formas, voy a llevarle la comida, por lo que, ¡salgan del camino!

Lola parecía ser la más experimentada. Con un guiño a las otras chicas, Siesta estaba rodeada por completo.

— ¿Q-qué?

— ¡Ahora! —. De un solo golpe, las chicas agarraron a Siesta y empezaron a desnudarla.

— ¿Q-qué están haciendo? ¡Hey! —. En poco tiempo, Siesta fue despojada completamente de sus ropas. — Hey, ¡Devuélvanme mi ropa! —. Siesta gritó al tiempo que protegía los lugares más importantes de su cuerpo. Lola le hizo entrega de un delantal.

— ... ¿Qué es esto?

— Un delantal.

— ¿Y el resto?

— Sólo eso.

Siesta se puso toda roja de la cara.

— N-no importa cómo se mire, es indecente.

— Ya te has bañado con él, ¿Por qué todavía dudas? —. Siendo la compañera de cuarto de Siesta, Lola sabía exactamente cómo persuadirla. Siesta se ruborizó. — Vas a estar bien. Ya sabes que solo hay chicas en este edificio. No te va a ver nadie más

— Q-que ese no es el problema...

— ¿No es tu rival, un noble? No vas a ganar si no te esfuerzas. Aparte tienes tu propia arma secreta.

— ¿Mi arma secreta?

— Sí —. Lola miraba hacia arriba y hacia abajo en el pecho y el estómago de Siesta con una sonrisa pícara.

— Ese cuerpo. Un cuerpo que siempre tiene una textura increíblemente impresionante. Un cuerpo que no puede perder ante un noble. Si no se usa ese cuerpo, ¿No sería un desperdicio?

— ¡Exacto! ¡Además de eso, una mujer recién casada, debe esperar a su marido con tan sólo un delantal!

Obviamente, exagerando las cosas, las chicas mantenían su parloteo. Siesta se cubrió con el delantal lo más que pudo. Bueno, si se mira desde el frente, su cuerpo fue tapado por el delantal... Aunque si lo ves desde el lado, es bastante sospechoso.

Con la cabeza todavía humeante, Siesta llevo la comida en una bandeja. Sin embargo, el postre no estaba a la vista.

— ¿Dónde puse el bollo de crema?

Después de preguntar, de inmediato sonrió maliciosamente Lola.

— El postre eres tu Siesta.

Una bolsa de hojaldra rellena de crema pastelera estaba en la mano de Lola.


¿Cuánto tiempo he estado esperando? Tengo hambre... pensó Saito apoyando los codos sobre la mesa. Entonces, la puerta se abrió y entró Siesta, Al verla, Saito con impaciencia salió de su silla.

El aspecto actual de Siesta era imposible de olvidar, no importa cómo se mire

— S-Siesta..., eso es... el legendario desnudo con delantal...

El único lugar en el cual lo había visto, era en el mundo de la pornografía, el famoso desnudo con solo un delantal puesto. Al verlo en la vida real y frente a él... podía caer muerto de felicidad. Sin embargo, apenas podía contener la sensación de felicidad inexplicable de este momento.

Combinado con las calcetas hasta la rodillas, que se extienden un poco por las piernas y la cinta de doncella colocada correctamente en su cabeza, su forma era impresionante.

— ¿Por qué... esas... estas así?

Pregunto Saito con lágrimas corriendo por sus ojos llenos de alegría y descaro. Con confianza Siesta contestó.

— Debido a que estaba caliente.

— Ah, no hace demasiado calor... Es todavía primavera, ¿no es así...?

— Hace calor —, dijo Siesta claramente. No queriendo insultarla Saito mejor se calló. Todavía estaba muy nervioso, se sentó de nuevo y Siesta comenzó a preparar la mesa para la cena. Cada vez que ella extendía sus brazos, su pecho era apenas visible en el espacio bajo el delantal. Al mismo tiempo, comida sencilla pero sabrosa, se colocaba delante de él.

Siesta buscando una silla para también sentarse a cenar, se alejó de Saito, dándole un sabor de la tentación del infierno. ¡Lo veo, lo veo! Que trasero tan blanco y deslumbrante, pero suave, creo que puedo ver más. Saito se dio cuenta que ya no había marcha atrás después de pensar eso. Solo buscaba una oportunidad para darle a Siesta.

Siesta se sentó a la mesa con Saito.

— Yo-Yo creo que te va a gustar. Por favor, deja te ayudo —. Esa frase tenía un doble significado para él, mientras le ponían la comida en su boca. Si era carne, pescado o verduras, no tenía idea de lo que era. Sus ojos se centraron únicamente en Siesta.

— Yo-Yo también voy a comer —, dijo Siesta casualmente tomando a la comida. A partir de ese simple gesto, su delantal volteó, como si los melones por debajo trataran de liberarse. Si estuviera a su lado, sin duda sería capaz de verlos. La imaginación de Saito se volvió más salvaje y de repente Siesta le dijo algo increíble.

— ... ¿Te gustaría sentarte, a mi lado?

Sin pensarlo, Saito asintió con la cabeza, pero luego... La cortina detrás de Siesta se sacudió y una silueta paso por ahí

— ¿Huh?

Entonces, la silueta regreso lentamente de nuevo. Eran Louise y Tabitha montadas sobre Sylphid. Los ojos de Louise ardían con un fuego indescriptible de ira mientras Tabitha estaba leyendo su libro, como de costumbre.

Saito estaba preocupado de verdad. Sylphid y Louise pasaron varias veces, pudo ver su boca algunas palabras cada vez pasaba.

[Si te]

[Acercas más]

[Te voy a matar]

aito temblaba. Siesta sólo vestida con un delantal era una tentación que tendrá que soportar toda la noche. Era una tortura. Era una tortura sin igual.

¡Tengo que salir de aquí ahora mismo!

Siesta, que no tenía idea de lo que estaba pasando detrás de ella, se limitó a sonreír y le sirvió un poco de vino a Saito. Por último, su rostro se puso de color rojo brillante y dijo,

— Se me cayó la cuchara. ¿Podrías recogerla?

Ese Acto fue para... Me la aplico, pensó. No podía tomar la cuchara. Si lo hiciera, no había manera de que pudiera seguir siendo un humano digno. Sin embargo, dijo “gracias”. febrilmente entre dientes.

— Tengo que ir al baño —. Saito, finalmente se levantó y salió de la habitación. Sentía que no podía continuar sin enfriar su cabeza.

Siesta que se quedó atrás en la habitación se dio cuenta de que su tiempo se estaba acabando. Ella sacó la poción de amor que Jessica le dio.

El frasco en forma de corazón contiene un líquido de color púrpura. Con la mano temblorosa, abrió la tapa. Como la tapa salió con un pop ligero, el aroma peculiar y amargo de la poción flotaban en el aire.

Ella acerco la poción a la copa de vino de Saito, con una mano temblorosa

¿Qué estás haciendo, Siesta?

¡Date prisa y ponlo en su copa! Si lo haces, Saito será todo tuyo.

Siesta miró el espejo junto a la mesa que reflejaba su apariencia. Su figura sólo en delantal, ¿Qué no tienes ya un gran atractivo sexual?

Ella lo sabía... la poción era injusta. Si ella no ganaba con sus propios encantos... entonces sería inexcusable la victoria de la señorita Vallière.

Mirando hacia arriba, Siesta puso la tapa en la botella.

Pero... ¿Saito-san realmente me estaba mirando? Estoy solo con esto, si no se siente atraído por mí, yo sería como una tonta sin esperanza.

Las preocupaciones de Siesta siguieron creciendo.

En ese momento, la puerta se abrió con un estallido. Saito, quien había ido al baño, estaba de vuelta.

— ¡Kyaa! —. Siesta, instintivamente, tiro la botella por la ventana.

— ... ¿Qué pasa? —. Saito, quien tenía papel en forma de taco en las fosas nasales, le preguntó.

— No, nada... vi a una de mis amigas fuera de la ventana de nuevo... Ha Ha ♪ —. Siesta en secreto dio un suspiro de alivio. Sí, la poción de amor era realmente injusta.



Montmorency que estaba en el patio Suðri, iba caminado muy enfadada.

— Ese imbécil de Guiche... —, murmuró para sí misma. — ¡No puedo creer que estuviera espiando en el baño!

Después de ese incidente, los muchachos del Cuerpo de Caballeros del Espíritu del Agua fueron golpeados a palos por las chicas furiosas

Las golpiza y heridas recibidas por las chicas fueron mucho peor que su enfrentamiento contra la brigada aérea. Una vez más, habían sido enviados a la atención médica. Sin embargo, esta vez nadie se molestó en visitarlos.

En este momento, el Cuerpo de Caballeros de la Espíritu del Agua eran simplemente un grupo de pervertidos. En verdad, su fama se convirtió en polvo.

Hubo peticiones a los instructores para expulsarlos. Sin embargo, debido a diversas excusas, como “el vapor de agua es demasiado grueso para ver algo” o “Que todavía son los guardias imperiales”, o la de “la reina no debería estar involucrada en esto”, se las arreglaron para evadir expulsión. Al final, los dejaron con un solo establecimiento para un período de entrenamiento y haciendo un servicio comunitario una vez al mes.

La ira de Montmorency todavía no estaba resuelta, sin embargo.

Hoy en día, ella le daría al Cuerpo de Caballeros una probada de su propia medicina. Pensó mientras se paseaba... Delante de sus ojos, una botella con forma de corazón se dejó caer con un tintineo.

Montmorency recogió la botella.

— Esta es una poción mágica, ¿no?

Como ustedes sabrán, la manía de Montmorency, es la síntesis de pociones. En este momento, no podía evitar sentirse intrigada por la naturaleza de esta poción que cayó del cielo.

Ella olió el aroma de la poción. Con sólo eso, inmediatamente reconoció lo que era.

E-e-esta fragancia es...

En ese momento, Sylphid, que había estado volando varias veces para investigar la habitación de Siesta, barrio con Montmorency y accidentalmente la punta de la botella fue directo a su boca.

— ¡Geh! —. El líquido de color púrpura fluía por su garganta, mientras Montmorency se estaba ahogado. ¡Oh, no!... me la tomé.

Sylphid voló delante de Montmorency.

— Lo sentimos Montmorency, ¿Estás bien? —Era Louise quien se había dejado caer.

Montmorency miró hacia abajo. Uh oh, si mi intuición es correcta, entonces esta poción es...

— Esa cosa que se cayó, ¿Qué era? —. Louise le preguntó.

— ¡V-vete! —. Montmorency gritó. Pero sin hacerle caso de su grito, Louise se acercó y tomó la botella de la mano de Montmorency.

Montmorency pronto cerró los ojos, pero ya era demasiado tarde. El pelo rosado-rubio de Louise y la cara muy bien formada ya había sido captado por su vista.

— ¿Qué es esto? ¿Por qué esa chica arroja algo como esto por la ventana? Hey, Montmorency, ¿Qué crees que sea esto? ... ¿Eh? —. Louise se dio cuenta de que Montmorency la había estado mirando con una expresión inusual. Con las mejillas encendidas y los ojos llorosos, estaba aparentemente en busca de ella.

— ¿Qué te pasa...? —. Louise tuvo un escalofrío que le recorrió la espalda mientras se alejaba de Montmorency.

— ... Louise —. Montmorency se acercó a ella con una mirada febril. — Bueno, hasta luego. Bye —. Louise se voltio para irse, pero fue detenida por la mano de Montmorency que firmemente la agarraba.

— Lo he sabido desde hace un tiempo..., pero eres muy linda. Haces latir mi corazón...

Montmorency se tambaleó y cayó sobre Louise con un abrazo envolvente. Esto hizo temblar todo el cuerpo de Louise con escalofríos.

— ¡D-déjame ir! ¡Eso es asqueroso! ¡He dicho que es asqueroso!

— No digas eso. Mira, ¿Puede escuchar el latido de mi corazón? Cuando pienso en ti, mi corazón hace eco de esta manera. Cada fibra de mi ser está fluyendo hacia una única declaración que quiero decirte...

— ¡Basta! ¡Basta ya!

— Te quiero... Montmorency beso los labios de Louise, Louise luchaba ferozmente para liberarse del abrazo de Montmorency que tenía una estatura mayor. Haciendo que la lucha de Louise sea en vano, como una mariposa atrapada en una nube, fue llevada a unos arbustos.

— ¡Nooo! ¡Montmorency! ¡Por favor! ¡Tu sabes, las dos somos chicas! ¡Esto está mal- gah! —. Louise saco la cabeza de los arbustos y llamó a Tabitha, que había estado sentada en un banquillo, quién sabe por cuánto tiempo.

—¡Hey! ¡Tabitha! ¡Ayúdame, por favor! ¡A este ritmo, yo...!

Sin embargo, Tabitha ni siquiera se inmutó en su dirección.

— Te ayudó con la exploración. El resto no es asunto mío —, Ella le dijo indirectamente que preferiría no meter la nariz en los asuntos amorosos de otras personas.

— ¡Hey! ¡Montmorency! ¡No lo agás! ¡No me toques ahí de esas manera! ¡Nooo! ¡Noo! ¡Noooooooooo! —. Louise fue arrastrada lentamente hacia los arbustos más altos.

Después de que pasara bastante tiempo, una Louise muy jodida salió de los arbustos. Sin soltar la falda de Louise, había una Montmorency inconsciente tirada en el suelo. Parecía como si un huracán las hubiese golpeado. Sus ropas estaban rotas aquí y allá, y sus cabellos dorados y rosas estaban por todo el lugar.

— ¿¡En qué diablos estabas pensando!? —, Gritó de nuevo hacia los arbustos. Con el fin de proteger su decencia, Louise hizo todo lo posible para resistir, pero un tanto de su capacidad de agarre era más o menos igual al de ella. Su falta de fuerza, la trato de compensar haciendo ejercicio, por si un día Saito quisiera hacerle algo.

Sin embargo, El día de hoy la suerte de Louise, parecía estar cada vez peor.

Kirche se les acercó. Kirche notado el mal estado de Louise y de Montmorency, fue capaz de deducir lo que había sucedido.

— Oigan chicas... ¿Qué estaban haciendo juntas? ¿Cómo han podido llegar tan lejos? No importa lo difícil que es encontrar a un buen amante... ¿Finalmente decidieron tirarle al otro bando? ¡No puedo creer esto!

Bueno, la poción de amor que recibió Siesta de Jessica era bastante pobre de calidad. Ya que se vendía en el mercado negro, era un tema discutible. La duración del efecto es de un corto tiempo, pero también tenía otro error fatal.

El error es que era..."contagiosa"

Los efectos de la poción de amor se habían trasladado ahora a los labios de Louise, que había sido capturada por Montmorency. Sin darse cuenta de eso, ella no podía dejar de mirar directamente a Kirche que estaba de pie delante de ella.

Las mejillas de Louise se pusieron gradualmente rojas.

Kirche se ha incrustado en su visión, mientras que ella señaló a Louise y predicó sobre el amor.

— ¿Me estas escuchado? La cosa más importante para tu pareja es la pasión. Una pasión como el fuego que se derretiría en el corazón. Los dos están... ¿murh? —, Kirche se sorprendió. De repente, sus labios habían sido cerrados por algo.

Con una mirada de incredulidad, Kirche miró a la chica de pelo rosa en frente de ella. Louise había presionado con éxtasis sus labios contra los de Kirche.

Lejos de sus expectativas, Kirche dejó de funcionar poniéndose de rodillas. A medida que se hundía, ella trató de separase de la piel de Louise.

— ¿L-Louise? Hey, ¿Cuál es el significado de esto...?

— Kirche. ¡Detesto a la gente como tú!

— Yo-yo lo sé.

— ¡No entiendes! ¡C-cuando te miro a la cara, mi corazón se acelera como loco!

— E-¿¡Eh!?

— Así que asume la responsabilidad. ¿¡Me enseñaras acerca de la pasión!?

— Hey. Louise, hey... — Kirche intentaba hacer a Louise a un lado.

Sin embargo, su pánico le impedía hacerlo bien. Durante la lucha, Louise deslizó su mano pequeña en la abertura de la camisa de Kirche.

— ¿Qué diablos...? , hay un montón aquí de pecho femenino, no puedo perdonarte por eso. Aah, no te puedo perdonar. Aah, flamante Kirche...

La mano de Louise estaba jugando con su orgulloso busto. Kirche tenía la piel de gallina en todo el cuerpo.

— Es St-stop, ¡he dicho que te detengas! —. Curiosamente, un lindo gemido femenino escapó de la garganta de Kirche.

— Louise..., míralo de esta manera. Piensa con cuidado acerca de quién es la persona más importante para ti.

Montmorency, que se había desmayado, parecía estar despierta y se unió, lo que hizo la situación más caótica.

— ¡Vamos! ¡¿Quién necesita un perro callejero como ese?! ¡Me gusta las chicas grandes como Kirche!

— ¿De qué estás hablando? Un pecho pequeño tiene mucho más encanto. Me encanta el pecho de tabla para lavar que tienes...

¿Qué pasa con eso? No pueden llegar a un acuerdo. Mientras que Montmorency y Louise peleaban, Kirche se dejó caer y arrastrarse lo más rápidamente posible. Entonces, vio a Tabitha cerca.

— ¡Tabitha! ¡Ayúdame!

Tabitha estaba sentada en el banco, con el rostro en las nubes mientras leía su libro. Un suspiro que sonó en su oído le devolvió a la realidad.

¿Era Sylpid? No, su familiar le había dicho que tenía hambre y había volado a algún lugar después de dejar caer a Louise.

— ... Tabitha. Mi Tabitha.

Tabitha se dio la vuelta.

Su mejor amiga, Kirche, estaba allí de pie.

— ¿? —. Las manos de Kirche estaban en los hombros de Tabitha. En sus ojos también había un destello de algo travieso.

— Tú eres mi que-ri-da a-mi-ga.

No pude haberse confundido... Algo estaba definitivamente mal aquí.

No era la típica Kirche.

Como si confirmara sus sospechas, Kirche de repente metió la mano bajo la falda de Tabitha.

— ? —. Tabitha vio pasar la mano de su amiga sin expresión alguna. Poco a poco, la mano de Kirche subió de su muslo. Era como si Kirche estuviera tratando de llamar su atención.

Debe haber alguna razón para este comportamiento, pensaba Tabitha mientras ella ladeaba la cabeza. ¿Hay un error o algo en mi falda?

A continuación, Kirche suavemente mordisqueaba el lóbulo de su oreja.

— ¿¿¿???

— Eres realmente linda..., mi pequeña Tabitha. Creo que todavía hay mucho más cosas para que enseñar. Vamos a ir paso a paso, de modo que puedas convertirte en un adulto...

Como Kirche empezó a quitarle la ropa interior bajo la falda de Tabitha, Tabitha se puso de pie. En ese momento, Tabitha al instante comprendió el peligro innegable. A pesar de que trató de hacer su escape, Kirche fue estrechando sus movimientos, lo que hizo caer a Tabitha al suelo. Poco después, un beso le fue robado. La técnica de la lengua de Kirche no dejo escapar sus labios. Todo el cuerpo de Tabitha perdió su energía. Tabitha con la varita mágica que nunca deja de lado, no importa cuándo lanzo un hechizo.

— Martillo neumático.

Una masa de aire golpeo el cuerpo de Kirche, mandándola lejos. Kirche chocó contra Louise y Montmorency abatiéndolas también.

No tenía idea de lo que había sucedido. Tabitha hizo su salida. Delante de ella estaban los cuartos de las criadas. Por el momento, tenía que esconderse.

Tabitha estaba envuelta en un tipo de miedo que no había sentido antes. Curiosamente, la frente de Tabitha estaba brillando por el sudor.


— ¿Qué será ese ruido? —. Al oír el ruido de la planta baja, Siesta inclinó la cabeza.

Es muy fuerte.

Poco tiempo después, un grito se escuchó. Sonaba como si hubiera un montón de caos. Luego, otro grito, seguido de otro.

— ¿Debería ir a echar un vistazo? —. Cuando Saito se levantó, alguien voló dentro de la habitación.

— ¿Lola? —. Al parecer era la compañera de cuarto de Siesta. Con la espalda aún de espaldas a Siesta y Saito, Lola estaba murmurando algo que no podía entender.

— Stop... por favor. Todas somos todas chicas, ¿no?

Automáticamente percibiendo el peligro, Siesta agarró la mano de Saito y se escondieron bajo las sábanas de la cama.

Al mismo tiempo, una línea de niñas en estampida entro en la habitación. Lo que ocurrió después fue una pesadilla para cualquier chica normal. Pero para los hombres, era la materia de sus sueños.... En cualquier caso, no fue algo que se ve todos los días.

— ¡Louise! ¡Mi hermosa Louise! ¡Cuando miro a tu cabello de color rosa, de alguna manera quiero ser como tú!

— ¡Kirche! ¡Espera! ¡Me tienes a mí, ¿no?!

— ¡Tabitha! ¡Mi pequeña Tabitha! ¡Déjame que te enseñan todo, desde el principio!

— ... Lindo.

— Ah, ¡Kamille! ¡Mi Kamille!

— ¡Dominique! ¡Yo no te dejaré ir esta noche! ¡Dominique!

— ¡Oh Lola, tu pelo rubio hace volverme loca!

De Montmorency a Louise, de Louise a Kirche y de Kirche a Tabitha. Entonces la mayoría de las muchachas de la servidumbre fueron contagiadas, convirtiendo la sala en un estado de caos

Saito y Siesta se ocultaban bajo las sábanas temblando ante la escena delante de ellos.

Tan de repente como la conmoción comenzó, terminó.

La poción de amor que Jessica había obtenido era de hecho algo barato y cutre. El efecto fue crudo y, además, la duración del efecto fue algo de que quejarse, con que apenas una hora.

Pero dentro de esa hora, a las chicas que estaban tendidas en el suelo, se les fue implantado un trauma suficiente para toda su vida.

Como una resaca del día siguiente, Montmorency tenía un dolor de cabeza intenso. Al darse cuenta de su camisa desgarrada, se cubrió el cuerpo y luego miró a la cara de una todavía medio dormida Louise, quien cubría el bostezo que se escapó de su boca.

Con el pelo y la ropa que estaban en mal estado, también miró a la piel oscura de Kirche y su pecho, que estaba cubierto de marcas de besos. La cara de Louise palideció y luego se puso roja.

Kirche miró a Louise. Después de haber de alguna manera regresado a la normalidad, Kirche le susurró al oído.

— Eres muy apasionada ¿Verdad?.

En la habitación donde todas las chicas se habían reunido, comenzaron a preguntarse quién había hecho esto. Montmorency sacó la botella en forma de corazón de su bolsillo.

— Una poción de amor. Algo muy vulgar.

— ¿Quién en el mundo haría tal cosa... —. Las chicas se miraron entre sí. En ese momento..., Siesta asomó la cabeza fuera de las sabanas.

— Se me fue... lo siento.

— ¿¡Siesta!? —. Todos en la sala se volvieron hacia el culpable de pronto revelado.



— Ya veo. Es algo que recibiste de Jessica —, dijo Louise, mezclado con un suspiro.

Frente a ella, Siesta y Saito estaban sentados en la cama. Siesta, que estaba envuelta con las sabanas, les dijo todo. Que Jessica le había dado la poción de amor y sobre cómo se supone que lo tendría que poner en el vino de Saito...

— Yo te di el permiso para usar a Saito por un día, yo no dije que podías hacer algo así.

Siesta, al escuchar esto, las lágrimas empezaron a correr por su rostro.

— Lo siento mucho... yo no tenía la intención de causar tantos problemas para todos. No sólo eso, es ilegal... te pido disculpas a ti también, Saito. Yo no merezco ser amada por ti.

La sala de repente se convirtió en silencio.

Pero Saito fue el que rompió el silencio.

— Siesta, no es tu culpa. No las usaste después de todo. ¿No la tiraste fuera porque no tenías la intención de usarla?

— Saito-san...

— De todas formas, fue Monmon quien la recogió y se la bebió. Ella hizo algo tan estúpido a pesar de ser un noble.

La cara de Montmorency fue quemada por la ira.

— ¿Por qué es mi culpa? ¡Sí se debió principalmente a Louise, que fue con un dragón y me empujo, haciendo que me la tomara!

Las chicas comenzaron a señalarse con el dedo y a maldecirse unas a otras. Saito movió sus brazos como diciéndoles que se callaran.

— No pasa nada. Además, parecía que todas pasaron un buen rato de todos modos... —. Saito se detuvo allí. Todas las chicas en la sala lo miraron llenas de ira.

— Ah —. Por qué tengo que decir que..., pensó sus próximas palabras, pero antes de decir algo recibió una descarga mágica, lo que le hizo perder el conocimiento.

Después de eso, las chicas se fueron, dejando atrás a un inconsciente Saito, a Louise y a Siesta en la habitación.

— Lo lamento de veras —. Siesta le dijo a Louise con lágrimas en los ojos. — Yo... estaba siendo injusta. Por un momento, yo realmente no sabía qué hacer, ya sea utilizarla o no. Entonces, de repente regreso Saito a la habitación...Y sin pensarlo, la arroje por la ventana.

Louise estaba mirando fijamente a Siesta ... Entonces, ella asintió con la cabeza.

— Está bien —. Louise busco en su bolsillo y le entregó algo a Siesta.

Se trataba de una nota.

— ¿Qué... es esto?

— Léelo y veras

La nota fue escrita por Saito en el camino de regreso de Albion. Al parecer fue una entrada de su diario secreto, que parece habla sólo de Louise.

Era acerca de cómo era tan fría con él, sobre cómo le lastimó su orgullo. Sus pensamientos se prolongaban en el texto escrito.

Después de que siesta lo leyera, levantó la vista hacia Louise.

— Miss Vallière...

— ¿Entiendes? Esto demuestra que es el rey de los tontos. Así que si quieres contar con una poción extraña, al menos debes saber algo de sus sentimientos en primer lugar.

Siesta asintió con la cabeza. Después de eso, Louise le dijo con voz airada.

— Si quieres darte por vencida tan fácilmente, ¿Que supone que voy a decir? Sería decepcionante.

Siesta abrazo fuertemente a Louise.

— Ah, señorita Vallière... Si Saito-san va desaparecer algún día, creo que estaría bien dedicarle el resto de mi vida a usted.

— Bien dicho, pero siento que lo nuestro debe ser mas como una amistad.

— Ser reconocida como una amiga de una persona de la nobleza... me hace la persona más feliz de todos en Tristain.

Con una sonrisa en su cara, Louise tomó la botella de la mesa y vertió su contenido en dos vasos.

— Vamos a brindar con un poco de vino.

— Sí.

— Siesta asintió con la cabeza mientras tomaba el vaso.

— Por la amistad.

Chocaron las copas y se bebieron la bebida de las copas.

— Hey, señorita Vallière.

— ¿Qué?

— Ahora que lo pienso, la comida y el vino de la mesa debieron haber sido esparcidos en el suelo durante el escándalo.

— ¿De qué estás hablando? —. Louise sostenía la botella en forma de corazón. La luz de las lunas gemelas inundaban la habitación desde la ventana, dándole al líquido en la botella un brillo sospechoso.

Como Siesta vio la botella, sus ojos se volvieron lujuriosos.

— ... Creo que sí era lo que pensé que era. Por cierto, señorita Vallière.

— ... ¿Qué?

Los ojos de Louise también habían ganado un toque extraño de lujuria. Sus rostros poco a poco estaban cada vez más cerca.

— Miss Vallière es niña más linda del mundo. No me lo puedo creer. Es como si un ángel haya bajado sólo para mí, como en una pintura.

— Eh, bien dicho. Pero también estás bien linda.... S-sólo un poquito linda. Sólo un poco. Sólo un poco, pero viéndote bien, haces latir mi corazón.

Sus labios se acercaron. Sus labios fueron apretados con firmeza. A medida que sus respiraciones se volvían mas andrajosas.

La camisa de Louise y el delantal de Siesta cayeron encima de Saito que se todavía estaba en el suelo.

Siesta agarró la bolsa de los pasteles de crema que estaba en el suelo.

— Hey, señorita Vallière.

— ¿Qué pasa?

— ¿No quieres comer algo de postre? —. Que había sido originalmente de Saito. Era la última arma secreta de Lola. Siesta comenzó a acribillar a su propio cuerpo con la crema.

— El postre soy yo... Tengo un buen sabor y por favor, disfruta de cada pedacito.

Louise abrazó fuertemente Siesta.

— ¡Siesta, este tipo de postre es imperdonable! ¡Imperdonable! ¡Voy a comérmelo todo, pero no creo que me gusta ni nada!

— Ah, estoy tan feliz, señorita Vallière!

Mientras las dos estaban abrazadas, se desplomaron sobre la cama.

Saito se despertó con una balada de gemidos salvajes y dulces.

Bajo la luz de la luna, la manta de la cama tenía una forma sospechosa. Viendo de cerca las sabanas, los ojos de Saito se abrieron.

Siesta y Louise estaban desnudas como el día en que nacieron. Las dos estaban abrazadas con fuerza y fiereza.

Saito no podía creer la escena delante de él.

Estas dos hadas están confirmando su amor, pero ¿Qué diablos sucedió? Rápidamente, se dio cuenta de qué se trataba. Ah, es un sueño. Tiene que ser un sueño.

Es un sueño maravilloso... Si era un sueño, no podía verlo todos los días. Ya que de todos modos era un sueño... también se uniría a la fiesta, Si no podía encontrar una manera de unirse antes de que él se despertara, lo lamentaría por el resto de su vida.

Las dos amantes enredadas en la cama, pronto notaron la presencia del intruso sin vergüenza. Sus ojos se encendieron de enojo.

Por desgracia, los efectos de la poción no fueron contagiados a Saito. La naturaleza infecciosa de los efectos de la poción de amor sólo se aplica a los que habían sido besados por los que bebieron la poción. Y puesto que las se la tomaron al mismo tiempo, sólo tenían ojos la una a la otra

— Es el mayor pedido en mi vida. Por favor déjenme...

Saito, quien estaba sentado en el suelo, fue cubierto rápidamente por la manta. Antes de que tuviera tiempo de respirar, las dos chicas se bajaron de la cama y le dieron una patada. — ¡¿Qué estás mirando?!

— ¡Por favor, vete!

Saito recibió unas patas limpiamente puestas que lo mandaron a volar por la ventana. Saito pensó si su vida fuera a terminar cuando se estrellara contra el suelo...

La escena que vio.

Era el arte puro y maravilloso.

Que seguirá consolando su alma durante mucho tiempo después.