Zero no Tsukaima Español:Volumen11 Capítulo3

From Baka-Tsuki
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Capítulo Tres: Karin el Viento Fuerte[edit]

Era la mañana del segundo día desde que dejaron Tristain cuando el carruaje de la Reina cruzó el puente de entrada a la residencia La Valliere. Como era una visita de bajo perfil, solo habian cinco mosqueteros guardando el carruaje ademas de Colbert y Agnes.

Al tiempo que cruzaban el puente y la puerta principal los sirvientes se regocijaban. La bandera del frente tenía el emblema de los lirios, el escudo de armas de la familia real de Tristain; una pequeña cortesía para la reina incognita.

Agnes se bajo de su caballo y abrió la puerta del carruaje.

La armadura de un caballero mágico se notaba en el centro de las escaleras que daban al castillo. Agnes entrecerro los ojos con precaucion.

-"¿Cual es el problema comandante?"

En ese momento Henrietta vio al caballero en el centro de las escaleras y tragó saliva por la sorpresa.

"Esa es la armadura del Escuadron de Mantícoras".

Efectivamente, la armadura tenía un gran manto obscuro con el emblema del Escuadron de Manticoras cosido a el.

-"Pero el Escuadron de Manticoras debería estar ahora en el castillo; además esa decoración.... esa pertenece a un comandante."

-"Parece ser muy delgado para ser De Cesaire"

-"Quizá no le pertenezca para empezar"

El caballero comenzó a bajar las escaleras lentamente. Los mosqueteros que rodeaban a la Reina le miraron intensamente con sus manos en sus armas.

En ese momento Agnes dió un paso hacia adelante bloqueando su camino. La parte baja de su cara debajo del casco decorado con plumas estaba cubierta con una mascara de hierro.

Sintiendo la intensa presión que ejercía, Agnes alcanzó el mango de su espada.

-"¿Eres un amigo del Duque de La Valliere? Salir a recibir a su majestad de esta manera; esta broma ha ido demasiado lejos. ¡Identifícate!"

Pero el caballero se limito a ignorar a Agnes y doblegó una de sus rodillas en señal de respeto.

-"Ha pasado mucho tiempo Su Majestad. Aunque quizas no me recuerde ya que han pasado unos buenos 30 años desde la ultima vez que serví en el castillo."

-"Umm..."

Henrietta miraba al caballero con la boca abierta. En verdad, aunque los colores del manto se habían desgastado mucho con el tiempo, estaba perfectamente cuidado; ninguna mancha o cortadura se notaba.

-"Soy Karin, antiguo comandante del Escuadrón de Mantícoras. Sin embargo, aún cuando me presentaba con un nombre diferente en aquel entonces, mi lealtad por la familia real no ha cambiado."

Henrietta habia escuchado del antiguo comandante del Escuadrón de Mantícoras, por lo que su cara se puso palida.

-"Entonces usted es Karin del Viento Fuerte!?"

"Sí, me honra que conozca mi nombre "

"¡Por supuesto que lo conzco; usted es muy famosa! ¡Agnes, esta es Karin del viento fuerte, el legendario comandante de caballeros magicos! ¡Crecí escuchando acerca de su heróicas aventuras!"

Henrietta tenía la cara llena de credulidad mientras sostenia la mano de Karin.

-"Siempre ha sido mi sueño desde niña el poder conocerle! Exterminacion de dragones de fuego! Rescate de ciudades atacadas por orcos... soberbio uso de las armas! Una presencia masiva como una montaña! Tiempos cuando los nobles eran nobles y verdaderos caballeros. ¡Un montón de caballeros te respetan y aspiran a ser como tu!"

-"Es un poco embarazoso"

-"¡¿Qué es lo que dice?! ¡Conozco todas sus aventuras de memoria! ¿Eres es una mujer, verdad? Después de que se retirase desapareció como el viento, pero estaba con los La Valliere. ¿A que se dedicas hoy día?"

Karin se despojo de su mascara y al mirar su rostro a Henrietta casi se le salen los ojos de la sorpresa.

-"D-Duquesa!, ¡Usted es la Duquesa!"

Agnes tambien estaba sorprendida.

-"Entonces, esto significa..."

-"En pocas palabra, soy la Duqesa de La Valliere; y la madre de Louise."

-"Tomé la oportunidad de casarme asi que me quité la armadura, pero ha pasado mucho desde entonces asi que disculpeme"

-"Ya comprendo pero, porqué..."

Henrietta quizo preguntarle porque se habia vuelto a poner la armadura que una vez habia dejado.

Karin se paró firme.

-"Por el dia de hoy, no soy la Duquesa Karin. Soy Karin, el antiguo comandante del Escuadron de Mantícoras quien respeta la regla de hierro. Y planeo dar castigo a esa convicta de mi hija. Esto sera tambie para demostrar nuestra lealtad a Su majestad."

-"¿Castigo? ¡¿El castigo del Viento Fuerte sobre Louise?!"

Henrietta miró a Karin con gran sorpresa y moviendo su cabeza de un lado a otro. Su cara perdió su color.

Había ido hasta allí con la determinación de castigar a Louise, así tuvo sentimientos encontrados por un momento; pero esta persona le habria de dar un castigo mucho mas severo que el que ella tenía previsto. Si fuera el castigo a entrar en efecto, Louise de seguro moriría!

-"¡No debe ser violenta! Vine aqui a dar castigo a Louise yo misma. Por ser muy joven en un principio estaba resentida. Pero he pensado mucho sobre el tema. Aunque ciertamente Louise salió de las fronteras nacionales sin permiso... estoy preocupada tambien como su amiga. Un regaño enérgico deberia ser suficiente, no tengo intencion de dar ninguna penalizacion violenta"

-"Las palabras de Su Majestad son amables, pero aún llevan duda. Sin embargo, la prerrogativa de Su Majestad es por el método sagrado de la no agresion dado por el Fundador. Así pues, usted se ve en la necesidad de proteger las leyes del país promulgadas en su nombre también."

Karin rapidamente levanto su mano derecha y desde la sombra del castillo una enorme y oscura sombra voló y una fuerte tolvanera se levanto en cuanto tuvo contacto con el suelo. Era una vieja y enorme bestia mítica, la mantícora.

-"Si las leyes de este país que han de ser respetada, fueran pasadas por alto, es deber de Su Majestad conservar sus principios. Pero por ser mi hija la convicta, cuanto y más, no he de perdonarla."

Sin ningún esfuerzo, Karin salto cincuenta metros para aterrizar en la mantícora.

-"¡K-Karin dono!"

La mantícora aleteó sus enormes alas y con una velocidad impresionante la bestia mitica voló hacia el cielo junto a su maestro.



El castillo de La Valliere estaba mas cerca a la frontera con Germania que de la capital de Tristain. Después de pasar las fronteras de la nación a las tres en punto, ya se podian ver los altos campanarios del castillo.

-"¿Oye Louise... tu madre realmente es el viento fuerte del Escuadón de Mantícoras?"

Dijo Saito rompiendo el largo silencio. Pero Louise no respondió. Esos dias, Louise estaba ocupada temblando y mirando al techo.

-"Han pasado ya treinta años; a lo mejor ha cambiado, ¿no? No es posible que el terrible caballero en un pasado remoto mantenga su filo con los años. Aún si dices "castigo" no creo que pase de que te prohiban salir a lo mucho."

"... Tu no comprendes."

Dijo Louise, al igual que un preso en el camino al patíbulo.

-"La violencia es parte de la juventud; no hay humano que pueda mantener esa violencia con los años" agregó Montmorency.

-"... tú en verdad que no entiendes"

-"No te preocupes tanto."

-"... en pocas palabras, mi madre, es esa clase de persona."

Despues de oír esas palabras, todo mundo en el vagon se puso nervioso. Se le hizo imposible a Saito soportar la presión, así que se rió en voz alta. Mera bravuconería.

-"¡Ja, ja, ja! ¡Te preocupas mucho!"

-"¡Ya hablando en serio! El "legendario" Viento fuerte, seguro que para este momento no es mas que una simple y refinada Duquesa de la alta sociedad, ¡quizás incluso se le ha olvidado el sabor del polvo y la suciedad del campo de batalla!"

En ese momento Tabitha señaló a la ventana del carruaje.

-"Un caballero montado en una mantícora"

Intempestivamente Louise salto por la ventana como si estuviera poseída por un gran pánico.

-¡Fuuuuuuum!, un enorme tornado apareció y siguió el camino de Louise.

-"¡¿Que es eso?!"

En ese momento Saito estaba anonadado, el tornado se hizo mas grande hasta golpear el carruaje con una enorme fuerza. El violento poder rompió los arneses que ataban los caballos al carruaje, succionando a los caballos, mandándolos a volar por los aires.

-"¡¿Que demonios es esooooo?!", gritó Saito.

-"¡Giyaaaaaaaaa!", lloró Guiche

-"¡Uwaaaaaaaaa!", entonó Malicorne

-"¡Noooooooooooooooo!", lloró Montmorency.

-"Me doy por vencida... ", se quejó Kirche.

-"...", Tabitha era simplemente Tabitha y no dijo nada.

Era como si una enorme mano de viento tomara el carruaje y lo levantara. Seis personas en el carruaje fueron agitadas igual que si estuvieran en una licuadora.

-"¡haahhh!, ¡giyaaaa!, ¡waaaa!"

Los seis se golpeaban contra las paredes, los asientos y unos con otros. Entonces el tornado se detuvo abruptamente y el carruaje cayó al suelo.

"¡Caemos!, ¡caemos!, ¡caeeemooos!"

¿Será así como se siente estar en un elevador cuyo cable ha sido cortado? pensó Saito idiotamente mientras el carruaje flotaba en el aire.

...El caballero habia puesto el hechizo de levitacion sobre ellos.

Aunque el carruaje aterrizó despacio, el grupo estaba desparramado y cansado por todo el lugar. Pensando desesperadamente, Saito salió del carruaje y entonces vió a Louise tirada y temblando en el suelo raso.

-"¡Lo-u-ise!"

Trató de gritar y correr hacia ella pero no le era posible moverse satisfactoriamente.

Montado en una enorme mantícora apareció un caballero que vestía un mantel negro. Esa debí ser la mama de Louise; sin embargo ella daba miedo. Parado alli parecía como si "severo" fuera la esencia del caballero y "terror" estuviera profundamente arraigado a esta armadura con forma de muñeca.

En ese momento se detuvo frente a una malograda Louise y entonces llamó a su hija.

-"¡Levántate Louise!"

Louise se levantó.

-"¡Madre mía!"

Estaba temblando descontroladamente, al igual que si tuviera un grave resfrío. Como un perro pequeño siendo amenazado por un enorme labrador alemán. Aunque Louise podía ser aterradora cuando se enojaba, esto estaba en un nivel totalmente distinto; era como comparar a una rata con un oso.

-"¡Tu! ¡Confiesa los delitos que has cometido frente a tu madre!"

-"A-atravesar la f-frontera sin permiso ¡glup...!"

-"¡No puedo escucharte!"

-"¡Crucé la frontera sin permiso!"

El tornado voló. Devoró a Louise y la lanzó doscientos metros hacia el cielo y una vez que comenzo a caer, el mismo viento comenzo a darle vueltas como si fuese una pequeña hoja.

-"¿Acaso es esto lo que tu madre te enseñó?"

Su preciosa cabellera color rosa melocotón estaba toda alborotada y su falda voló a algun lugar dejando expuesta su ropa interior en toda su gloria, pero no era el lugar para que Louise se sintiera avergonzada por ello.

-"¡Me disculpo por romper las leyes del país! Pero estabamos en circunstancia especiales, que lo justificaban!"

El caballero extendió su varita sin inmutarse.

-"Tus pequeñas buenas acciones no cuentan respecto a esto. No importa cuales fueron las circunstancias, la ley ha sido rota. Esto podría dar como resultado que mucha gente fuera infeliz."

La tormenta golpeó fuertemente a Louise.

Incapáz de seguir mirando, Saito corrió y se paró delante de Louise.

"¡Detengase por favor!"

"¿Y tu quien eres?"

Preguntó Karin del Viento Fuerte a Saito. Vistiendo su manto negro y con media cara cubierta por una máscara de hierro.

-"B-bueno, soy el familiar de Louise"

-"¡Ahhh!" asintió Karin.

-"¡Tu eres el chico que acompañaba a Louise el otro día! Bien, con que eras su familiar."

En ese momento Saito se hincó en el piso y tomó a Louise en sus brazos tratando de despertarla.

-"¡Oye! ¿Te encuentras bien?!, ¡¿Sigues con vida?!"

-“Fhn… mou, no… fhn”

Los ojos de Louise aun estaban dando vueltas y se le notaba que estaba en pésimas condiciones. No podría haber sido de otra forma. Era como si hubiese sido lanzada dentro de una enorme lavadora; lavada, exprimida y puesta a secar, hasta la mujer mas hermosa del país estaría hecha un desastre después de tal viaje.

Karin levanto su varita de nuevo.

-"¡E..espere! ¡Pare de una buena vez! ¡Louise esta en su límite!"

Guiche llamó a Saito al verlo actuar de esta forma.

-"Detente Saito; ¿Acaso ya te cansaste de vivir? ¡este es un problema familiar!"

Karin miro fijamente a Saito y dijo fríamente:

-"Un familiar es el escudo de su maestro, por tal motivo el escudo ha de ser destruido. ¿No es nada personal, me entiendes?"

Un enorme tornado casi tan grande como el que azotó el carruaje apareció frente a Karin. Al momento Saito sostuvo a Derflinger y las runas de su mano comenzaron a brillar.

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-"Oye, Derf"

"¿Qué?"

"¿Es tan malo como se mira?"

Saito apunto hacia el enorme tornado.

-"Estamos acabados; este no es solo un tornado salvaje. La capa de vació se comprime a su alrededor, por lo que nos hará cortes profundo si lo tocamos. Un aterrador hechizo de clase cuadrada..."

No hubo tiempo para escuchar la explicacion.

Avanzo directamente hacia Saito, él apuntó su espada hacia el frente y lo recibió de lleno.

-"¡Detente!, ¡Apártate!"

El grito de Derflinger no tuvo tiempo de ser escuchado. Largos y profundos cortes aparecieron en el cuerpo de Saito como si hubieran sido hechos con filosas e innumerables navajas.

-"¡Dueleeeee!"

-"¡Te lo dije!; este amigo es un "Tornado acuchillador" ¡Seras cortado en pedazos antes de que pueda absorverlo!"

Saito estaba bañado en sangre pero aún en esas condiciones no se movió ni un centimetro.

confundida y paralizada por el miedo, la mirada de Louise se posó sobre el muy lastimado Saito. En un instante, su mente, hasta ahora en blanco, presa del más absoluto miedo, ahora ardía de ira como un fuego que lo devoraba todo.

Normalmente Louise nunca se rebelaría contra su madre. Así había sido educada.

Sin pensarlo, Louise levantó su varita y recitó un hechizo de vacio.

En el momento que los canticos del hechizo llegaron a oidos de Karin, alzo un poco sus cejas. Ella nunca habia escuchado de ese hechizo. No era fuego, no era viento, no era agua; no era ni siquiera de tierra.

Louise movió su varita y despues la bajó. El poderoso tornado acuchillador que atacaba a Saito comenzó a brillar.

No estando acostumbrada a esa luz, Karin se estremeció por un momento.

¿Qué demonios era ese hechizo que su hija utilizó?

Aunque el tiempo de preparación fue corto, tuvo suficiente poder para cancelar su propio hechizo.

La magia de disipación de Louise hizo desaparecer el tornado de su madre...

Cuando Karin finalmente se repuso de la sorpresa y comenzó a encantar un nuevo hechizo, algo la empujo desde la espalda.

-"¡Por favor detengase! ¡Es suficiente! Por favor, deténgase"

Era Henrietta que había montado a caballo todo el camino desde el castillo de La Valliere. Agnes estaba justo detrás.

-"¡No voy a tolerar más peleas en mi presencia! ¡Más que nada, son madre e hija! ¡Si planea continuar tendrá que levantar su varita en mi contra!"

Siguiendo las ordenes de la reina, Karin bajó su varita. Louise y Saito que habian llegado al limite de su resistencia fisica y mental, se desmoronaron al suelo.

Henritta corrió hacia el herido y maltrecho de Saito.

-"Estas muy mal herido!"

Ya en pánico, comenzó a recitar un hechizo de recuperacion de agua. Las heridas de Saito fueron curadas por el hechizo de sanación de la reina. Alzó su cara ensangrentada.

-"Princesa..."

-"¡No hables; estas severamente lastimado!"

Henrietta recitó otro hechizo de curación de agua enseguida.

-"¡Louise...!"

Las mejillas de Henrietta temblaron un poco. (N/T: Esto quizás porque en el fondo siente celos de que Saito guarde esa preocupación por Louise, los japoneses usan mucho las sutilezas de este tipo, que en las traducciones pueden perderse)

-"E-esta bien; ella esta bien. Su amiga se esta ocupando de ella ahora."

Era Montmorency, quien habia dejado el carruaje y estaba atendiendo a Louise.

-"Ya veo...." murmuró Saito y perdió la conciencia.

A un lado de la ocupada Henrietta se incó Karin.

-"Su Majestad, he castigado a mi pecadora hija. Espero que usted muestre un castigo superior al mio".

Henrietta dejo escapar un largo suspiro.

-"¡Por el Fundador! ¿Qué se supone que es todo esto! ¡Escúcheme! ¡Cuando un hijo y un padre apuntan sus varitas hacia el otro, hacen que el Fundador de Brimir sienta pena! ¿Acaso no dije que no tenía intenciones de dar castigo alguno desde el principio?"

-"Resolver todo con sus varitas; es el camino de los antiguos nobles.", dijo Karin.

-"¡Los derramamientos innecesarios de sangre es lo que mas odio! ¡Ustedes allá! ¡Lleven rápidamente al castillo a estas dos personas heridas!"

Siguiendo las ordenes de Henrietta, Guiche y los otros usaron "Levitacion" en Louise y Saito y comenzaron a llevarlos al castillo.


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