Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 7 Capítulo 7

From Baka-Tsuki
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La Razón para Pelear[edit]

Los fuegos artificiales subían llenando de luz el cielo nocturno.

Desde debajo de las muchas tiendas colocadas en la plaza principal de Saxe-Gotha, la gente gritaba de alegría.

Debido a que las fuerzas aliadas estaban colocadas aquí, la ciudad se llenó con casi el doble de las tiendas. Había un solo número limitado de casas de alojamiento que los soldados podian alquilar. Los comerciantes vinieron de diversos lugares para venderle a los soldados una gran variedad de cosas. La ciudad de Saxe-Gotha fue envuelta con un vigor sin precedentes.

Y, anunciando el comienzo del mes de Yara, hoy fue el doble de fuerte que el primer día de la primera semana.

El mayor festival en Halkeginia, el Festival de Advenimiento, comenzó. Durante diez días a partir de hoy, se puede beber, cantar, y causar escándalo cada día.

Louise y Saito bebían alcohol en la gran carpa de la "Las hadas encantadoras", que fue inaugurada en la plaza.

Alrededor de René, estaban todos, los del 2° escuadrón de caballeros Dragón. Todos los oficiales principales, incluyendo a Guiche, podian ser vistos aquí también. Ambos, altos oficiales militares y soldados tenían prohibido comer y beber en las posadas de Saxe-Gotha. Se emborrachaban, y causaban molestia a los residentes locales - lo que era más fácil de controlar si todos se mantienen unidos. Por eso, la posada, que hizo un viaje de negocios de Tristain, estaba llena.

Después de ser vista en el traje de gato negro, Louise no hablaba en lo absoluto, excepto cuando era necesario. Estaba muy avergonzada. Bebió en silencio su copa.

Debido a que Louise era débil al alcohol, sólo un poco de vino estaba servido en su vaso. El resto de su bebida consistía en jugos de frutas, miel y agua. Ella no dejaba de beber poco a poco. Sin embargo, su rostro ya estaba rojo.

Estaba mirando a Saito a través del rabillo de sus ojos.

Saito estaba bebiendo con René, así como Guiche, quien se reunió de nuevo hace un rato. A diferencia de ese momento con Louise, era relativamente feliz. Viendo eso, Louise se sirvió más vino.

Con la vista nublada Louise levantó su copa.

- "Segundo!"

Louise vio a una camarera corriendo a ella, volvió la cara, y trató de llamar a otra.

- "Alguien que me sirva. Alguien”.

- "Tomare tu pedido," Siesta llamó a Louise, con una expresión de calma.

- "no te llamé".

Louise miró a Siesta. Y entonces, murmuró:

- "Correr alrededor... como un idiota."

Siesta, manteniendo una cara alegre, dijo:

- "Lo haré más, si se viste con un disfraz de gato” . Louise se ruborizó. Siesta tranquilamente señaló a la cara de Louise, y murmuró, mientras sonreía,

- "Tú eres mi ama por hoy".

Luisa se levantó, temblando.

Pero luego tuvo un segundo pensamiento. No hay tiempo para bromear con la criada. Además, sé el resultado de esta guerra de todos modos. Le diré eso. Se rió en su mente. Louise puso cara avergonzada y murmuró:

- "Se me declaro."

Las cejas de Siesta se levantaron. Louise no dejo de observar la reacción de su rival en el amor. Eso es porque Louise es una chica. Ella no tiene lo que yo. Después de todo he ganado, Louise se sintió feliz, y para endulzar su victoria, presiono a Siesta.


"Así es. Me dijo que me prefería. "¿Qué debo hacer? Me pregunto, no puedo dejar de pensar en ti, “dijo”. En verdad que familiar impertinente".

Siesta escucho con una sonrisa.

- "Heee. Me alegra oír eso ", dijo, aunque sus ojos no sonreían del todos.

- "Además, me tumbo. Por supuesto, no se lo permiti! Quiero decir, no me gustan ese tipo de cosas. No es natural! "

- "Coquetear, sin ceder es repugnante".

Dijo Siesta,. Louise dio un vistazo a su frente y le contestó.

- "No tú."

Las dos se siguieron mirando una a la otra.

En ese momento... un sonido sordo de algo golpeando la tienda de campaña se hoyo.

- "Mmm?"

- "Mira la nieve! nieve!" resonaron Voces afuera.

En efecto, a través de la entrada de la tienda, uno podía ver nevar ..

- "Festival de Advenimiento con nieve..." murmuro Louise.

- "Yo soñaba con un Festival de Adviento de nieve..." murmuro Siesta con una expresión encantada.

- ¿De veras?

- “Sí. En Tarbes, es cálido, incluso durante el invierno. Sin mucha nieve... "

Con los ojos brillándole como a un niño, Siesta vio la nieve, fuera de la carpa. Entonces Siesta se dio cuenta de que Louise la miraba. Las dos se miraron, sonrojándose. Luego regresaron a ver la nieve.

Louise dijo, ocultando su torpeza,

- "... Es relajante de alguna forma. Tal vez también deberíamos hacer una tregua durante el Festival de Adviento”.

- "Correcto".

- "Siéntate aquí".

Louise le dijo a Siesta que se sentara. Sí, Siesta se sentó modestamente junto a Louise, con un gesto.

Aceptando la bebida que le ofreció antes a Louise, Siesta se inclino.

- "¡Salud!"

Aceptando la bebida que le ofreció antes a Louise, Siesta se inclino. - "¡Salud!"

Una sensación extraña, la pareja dejaron tintinear los vasos.

- "bien", dijo Siesta, con un rubor por el alcohol en las mejillas.

- "Se siente como si fuera realmente una noble."

Vieron la nieve que caía a través de la entrada de la tienda.

- "Hermosa... nieve que cubre los edificios... como el azúcar," murmuro Siesta.

- "Bien..."

- "Aunque es una tierra tan hermosa, ¿por qué hay guerra...?"

Dijo Siesta, mientras miraba a Louise.

- "L-lo siento... no estoy culpándola señorita Vallière... sé que trabaja duro por el país".

Louise bajó los ojos.

Siesta murmuró, mientra miraba el vino en la parte inferior de la copa,

- "... Si te digo la verdad, odio esta guerra. Muchas personas mueren. ¿Por qué razón? "

- "¿Por qué razón?"

- "¿Por qué pelean? Mi padre... dijo que la razón era el dinero. La Captura de un país enemigo también puede ser beneficioso para un gobernante, para establecer así mismo. ¿Es eso? ¿Matan a otros por ese motivo? "

Louise pensó. Que podría ser cierto si se considera a los ministros que la rodean. Sin embargo, Henrietta era diferente. Debido al tiempo que ambas pasaron juntas en su infancia, Louise entendía bien. Por Henrietta, esta guerra era la venganza. Para derrotar a un enemigo odiado, que había matado a una persona amada. Esta era sólo la intención en la mente de Henrietta.

Siesta preguntó a Louise, que se había perdido en sus pensamientos,

- "¿Por qué pelea señorita Vallière?"

- "¿Yo?"

- "Así es."

¿Es porque quería ayudar a Henrietta? Un poco. Pero no era realmente eso.

Para Louise, esta lucha...

Louise ya en silencio, Siesta miró hacia abajo.

- "Lo siento. No es algo por lo que deba preguntar, pero... "

En ese momento... un fuerte grito que provenía de la mesa de Saito se oía.

- "¡De verdad! No seas tonto! "

Louise y Siesta, sorprendidas por la voz, se dieron la vuelta.

- "¡Ja! ¿Quién es un tonto?! ¿Qué es tan tonto al respecto? "

Guiche rugió, mientras se ponía de pie.

Saito también se levantó y señaló con el dedo a Guiche.

- "¿Qué estás diciendo?! Sólo lo hacías para conseguir algunos puntos ante los ojos de Montmorency. Tonto! Si fueras a morir, Monmon estaría muy triste!"

- "E-estás insultando mis acciones?"

Guiche blandió su rosa artificial.

Parece que era una pelea. René, que estaba bebiendo con ellos, dijo, - "Sí, porque eres un plebeyo, el orgullo no te importa, pero es diferente para nosotros."

Saito miró a René y le dijo:

"Honor esto, honor aquello - es una tontería. No tu unidad de caballeros Dragón murieron ya una vez? No tienen miedo! Es extraño! ¿No tiene miedo de morir por el honor? Eso es estúpido. Sólo los tontos piensan de esa manera. Honor? No vale la pena morir por ello. La cosa que están haciendo - Creo que es una tontería”.

- "Saito!"

En ese momento... Gritaron el nombre de Saito. No fue René ni Guiche. Era Louise, que estaba allí, temblando de ira.

Saito se volvió lentamente hacia Louise.

- "¿Qué?"

- "discúlpate. Discúlpate con Guiche y René!"

- "Quee?"

- "Insultar "el honor" no te lo puedo permitir".

Louise dijo mientras temblaba.

Y Saito era la razón detrás de eso.

No me comprenden... Las cosas que ella piensa que son importantes, estaba por completo sin importancia a Saito, lo cual que la molesto.

Debido a la pelea de Saito... se había olvidó por completo de su mal humor. Sólo Saito "Fallo una misión, ¿y qué?" ese recuerdo le vino a la mente.

Saito le contestó con voz airada,

- "Por que los defiendes a ellos y no a mi?"

- "Defender, ¿de qué estás hablando? Para mí, el honor es más importante que la vida. Si fuera a perder, no sería más un noble. Y si no soy noble, no soy yo. Es por eso que no puedo soportar a cualquiera que niegue el derecho de honor frente a mí. "

Dijo claramente Louise.

Por otra parte, Saito también lo notó.

Saito sabía de la mirada en los ojos de Louise. Cuando estaba a punto de que la aplastara el Golem de Fouquet, Louise también mostró la misma expresión.

En ese momento, Louise gritó: "No voy a huir del enemigo, porque soy un noble!"

En ese momento, pensó que esa Louise era maravillosa, pero ahora era diferente.

Aah, Saito entendió.

Recordó las recientes palabras de Louise.

"Una muerte es triste, sin embargo... Ellos murieron con honor... Honor... Ellos murieron por una gran victoria. Por eso, no deberías sentirte mal por ellos."

Saito entiende la verdadera razón del por qué estaba de mal humor. Julio no era la razón que los separaba.

Para Louise, era su deber... la palabra "honor" realmente es importante? Porque se sentía así, se deprimió mucho.

- Por eso, hizo esos comentarios acerca de Guiche hace un rato.

¿Qué es eso?

¿Es este honor tan importante?

- "Entonces, tu..."

Saito miró a Louise.

- “¿Tú?“

"Si se te ordena morir, ¿quieres morir como estos chicos irrazonables?"

Dijo Saito, señalando a René y a los otros.

Louise apretó los labios.

- "¿No son irrazonables? Tal impertinencia... " Louise interrumpió antes de que pudiera terminar,

- "Morir. Lo haría."

Su voz temblaba.

- "Tú..."

Saito se sorprendió. Louise, completamente calmada, dijo,

- "P-por la princesa y la madre patria. Si se me ordena, le haría con placer”.

Esta Louise hizo tintinear a Saito.

Ella dijo que estaría dispuesta a morir sin pensarlo.

¿Y qué decir de su maestro, Colbert, carta. Para estar acostumbrado a la muerte a causa de la guerra! Ver a la gente morir, esas palabras resonaron.

Todo volvió ahora. En realidad, es el honor más importante que nosotros?

Saito presiono a Louise.

- "Entonces, ¿qué hay de mí?"

- "Eh?"

- "Si se te ordenó morir, entonces debería morir así?"

Louise, mirándolo perpleja, murmuró, malentendiendo,

- "¿Q-qué... tienes tanto miedo de morir?"

- "¿Qué esta..."

- ¡Cobarde! Todo el mundo está dispuesto a morir, cuando vienen aquí! "

- "Estoy determinado? ¿No fui traído aquí por la fuerza como tu asistente? "

- “Entonces, ¿por qué no dijiste eso? "

- "No he tenido tiempo para pensarlo! Solo a sido - ve aquí, ve allá, todo el tiempo! "

Las dos personas que se gritaban el uno al otro enojados. La gente, que comía y bebía dentro de la tienda, pasmados, observaban el intercambio de palabras entre ellos.

- "Eso... ¿podrías calmarte un poco ahora?" de pie René junto a Guiche trajeron de vuelta a Louise a sus sentidos.

Sacudió la cabeza, y con calma le dijo a Saito.

- "Bueno... es vergonzoso. Ahora, Saito, regresar a tu habitación y descansa un poco. Después de eso, tranquilamente aclararemos las cosas... Este tipo de ira no va a resolver nada”.

- ¿Qué... la conversación no ha terminado, y a pesar de todo, todavía te sientes incómoda frente a los demás?

En el momento en que Saito pensaba así... se dio cuenta de una cosa más.

No quería pensar en ello durante mucho tiempo... Sentía que la verdadera razón de la distancia entre él y Louise, era la incompatibilidad ...

¿Podría ser lo que Louise piensa de mí?

Pensaba que esta cuestión y el sentido de la distancia entre ellos estaban relacionados.

Con los Generales que utilizaban... el “vacío” de Louise como una herramienta de...

Yo soy sólo una "herramienta" para Louise también.

El legendario familiar, Gandálfr.

El propósito de su existencia era sólo para defender a su amo, mientras que él o ella recitaban un hechizo...

En otras palabras, soy un instrumento importante en su camino de defender el honor...

Entonces, necesito tener cuidado con su estado de ánimo. Dejándolo tocarme de vez en cuando, como una recompensa.

- “Entonces, ¿Eres igual que los generales ".

Murmuro Saito.

- "¡Ha! Eso, ¿qué estás diciendo ... "

- "Yo soy sólo una"herramienta", ¿verdad? Un familiar”.

Luego de empujar a Louise a un lado salió de la tienda.

- "Hey, espera!", Gritó, pero Saito no se detuvo.

Siesta, que estaba sentada cercas, se levantó y corrió detrás de Saito. Entonces Louise enojada agarró la jarra llena y la derramo, en ves de miel y jugo de frutas, bebió solo vino de un solo trago

Saito serpenteaba a través de la ciudad nevada. Aunque la llamaban una vieja ciudad, las piedras estaban en una forma perfecta, sin grietas o sin cachos. Aunque era difícil de creer, la ciudad se mantuvo igual durante miles de años, porque el hechizo "fijación" se colocó en él hace mucho tiempo.

Era una ciudad blanca, a causa de la nieve. Las paredes de la ciudad y las murallas estaban todas cubiertas de blanca nieve y las que se dispersaba bailando en el cielo.

Y así pasó por esa adornada, calle blanca, cuando fue llamado por la espalda.

- "Saito-san."

Al darse la vuelta, vio a una triste Siesta allí. Llevaba ropa de color negro y un delantal diseñado diferente de la que se veía en la Academia de Magia. El diseño de su vestido también tenía un escote un poco revelador. Esta podría ser la preferencia de la "posada de las Hadas encantadoras".

- "Siesta".

Siesta corrió así Saito y estrechó su mano.

- "N-n..."

Con un rubor en las mejillas, ella vacilante trató de decir algo.

- "N?"

"N-nieve, pescaras un resfrío..."

- "¿Resfrio? En verdad no... "

Cuando lo dijo, Siesta comenzó a llorar.

- "Es malo. Cojeras un mal resfriado... "

Los que pasaban cerca de ellos, eran vistos con expresiones curiosas. Saito entró en pánico.

- "S-Siesta... eso..."

- "Hacer llorar a una chica! Casanova! "

- "¿Qué, tras una chica de campo?"

La gente en la calle empezó a aullar.

Saito estaba avergonzado.

- "Siesta, por ahora, sigamos..."

Comenzó a caminar mientras sujetaba el hombro de una sollozante Siesta.

Como no podían volver, a la habitación porque Louise la había alquilado, ni a la "Hadas encantadoras", Saito y Siesta tuvieron que alquilar una habitación en una posada en un lugar lejano. En la ciudad que estaba repleta de soldados y mercaderes, era muy difícil encontrar una habitación vacía, pero de alguna forma, en el sótano de una taberna, fueron capaces de encontrar una habitación y entraron.

- "un ecu por una habitación tan miserable".

Saito se quejó al tomar asiento en la cama. Era débil porque la habitación no tenía ventanas. Aunque Siesta seguía llorando, se detuvo, Saito suavemente le acarició la cabeza.

- "Lo siento",

Siesta, dijo mientras se mordía el labio.

- "¿Qué pasa?"

Pregunto Saito.

- "Pobre Saito-san... Aunque trabajo duro, obtiene tan frías palabras... Es muy triste..."

- "Tienes razón".

Dijo Saito, con la esperanza de tranquilizar el estado de ánimo por un momento.

Siesta empezó a temblar.

La habitación sin calefacción se enfriaba. Saito se levantó y lanzó algunos trozos de leña en la chimenea. Se les dio como una reserva de la habitación. No se habían inventado todavía otras comodidades para calentarse en Halkeginia. Sopla para que la leña se quemara más... y fue abrazado por Siesta en silencio por detrás. Instintivamente, contuvo la respiración.

- "Lo siento..." dijo Siesta, con voz llorosa.

- "¿Eh? No, está bien... no tenía ningún uso para el dinero de todos modos... "

Pensó que estaba agradecida por lo de la habitación, pero estaba equivocado.

- "Correr hacia un lugar así... es problemático."

Siesta apretó el abrazo.

El fuego se extendía a la leña... llamas brillantes. La habitación estaba a la mitad de camino subterráneo, por lo que la ventana se iluminaba siempre por la luz de arriba. Mirando hacia la calle, se podían ver los pies de los transeúntes.

- "¿Soy una molestia?"

- "No, en absoluto. Se siente muy bien”.

Siesta murmuró con voz llorosa otra vez,

- "Aun así, no es esta una guerra? Si algo le sucediera a Saito-san, yo, yo... yo odiaba no ser capaz de verte de nuevo, así que decidí venir. Así, me encontré con Jessica y el tío de en Albión... "

Mientras hablaba, movió sus emociones.

Siesta comenzó a llorar de nuevo entrecortadamente.

- "quería tanto verte. Y estoy feliz de verte, pero no pude expresarme. Cuando te hablaba, solo estuve parloteando sobre diversas cosas, no de las cosas importantes. Terrible.”

Siesta apretó la mejilla, húmeda de las lágrimas, contra su espalda.

- "Bueno..."

"... Lo siento. Lo siento. Lo siento por llorar. "Siesta murmuró una y otra vez.

Saito se dio la vuelta, tomando la mano de Siesta y acariciando su cabeza con la otra mano y secándose las lágrimas con los dedos de la derecha.

-"Pobre Saito-san. Traído de otro mundo, sin embargo, sigue trabajando tan duro sin quejase. Cruel. Es tan cruel. M-mi persona importante, utilizado como una herramienta"

Diciendo eso, en medio de llantos, Siesta miró a la cara de Saito. Entonces, de repente, Siesta tratado de llevar sus labios a su... pero una vez que se dio cuenta de lo que estaba tratando de hacer, trató de retirarse.

Pero Saito no podía quitar la mano de su mejilla. No me quiero separarme, pensó.

Siesta, dándose cuenta de la vacilación de la mano de Saito, rodeó a Saito con sus brazos alrededor de su cuello y rápidamente le dio un beso.

Siendo la primera vez que Siesta le daba un beso, sus labios se sentían calientes. Como todo acerca de Siesta - cálido y suave. Al igual que el pan que me ha permitido comer en la cocina.

Siesta se apartó por un momento y miró a la cara de Saito a través de sus ojos húmedos.

Y entonces, ella junto sus labios fuertemente de nuevo. Valiéndose de su peso corporal, Siesta cubrió a Saito en el suelo.

Y entonces, ella junto sus labios fuertemente de nuevo. Valiéndose de su peso corporal, Siesta cubrió a Saito en el suelo.

El pelo negro de Siesta parecía ligeramente rojo por la chimenea. Sus mejillas también brillaban.

Era una dulce chica que siempre estaba cerca.

Siesta, con una mirada determinada en sus ojos, echó hacia atrás el capuchón negro y trató de quitarse la bata por completo.

El quiso decir, "E-espera", pero fue silenciado por un beso.

El beso fue suave y fuerte al mismo tiempo. Mientras sonrojada, Siesta puso una mano sobre su pecho. Inclinada en sí misma sobre él, Siesta trazado los labios de Saito como suyo otra vez.

Separados muy poco sus labios, murmuró.

- "Te amo".

Todo iluminado por las ardientes llamas, Siesta se veía hermosa y salvajes, era muy tentador. Incluso cuando tomaron un baño juntos, ella no parecía tan tentadora.

El amor y los besos deberían ser lo que la hacía tan tentadora.

Como una flama atrapada la hacia ver una mejor chica.

Siesta por si misma no era consciente de sus encantos.

Sin embargo, sin darse cuenta de que Saito estaba rígido, Siesta apretó sus labios.

"Jessica dijo - que cuando conociera a un chico que me gustara, haría todo por él. Creo que puede ser verdad, como ahora estoy dispuesta a hacer todo”.

- "E-E-eso no..."

Saito trataba de sacar las palabras de su garganta, aparentemente seca.

- "Así que por favor tócame."

Debido a la forma en que junto sus manos, el valle de sus pechos sobresalía de su vestido negro era claramente visible, Saito volvió la cara. Siesta le dio una mirada confusa.

- "¿No te gusta?"

Preguntó ella, Saito, sacudió la cabeza.

- "No es así. No se por qué”.

Saito, lo dijo con voz tensa. Era un chico saludable. Era difícil de soportar. Casi mortalmente-dificil. Tal hermosa Siesta abrazándolo con fuerza... quería hacerla suya. Pero, al mismo tiempo... pensaba que era una mentira. El estaria mintiendo sobre algo importante.

Por eso, Saito movió la cabeza.

- "... Diciendo que, esto se sentía como una mentira”.

- "Una mentira?"

- “Sí. Debido a que Siesta es una persona importante para mí... Es por eso que... no estoy diciendo que...” empezó a tartamudear incoherencias.

Lo hizo llegar a su, lo que quería decir?

Siesta pensó por un momento... y luego sonrió.

- "Saito-san, ¿recuerdas?"

- "... ¿Eh?"

- "En Tarbes... hace un tiempo. Me prometiste llevarme al otro mundo de donde vienes”.

- "... Sí".

- "Lo que dijiste en aquel tiempo no era una mentira, por eso sigo creyendo".

- "Siesta".

- "Entonces esperare. No será una mentira cuando los sentimientos crezcan... A pesar de que nunca podría suceder... Voy a esperar. Entonces... yo... "

Decir eso, Siesta era tan amable que Saito no pudo contenerse y la abrazó con fuerza.

Siesta miraba con ojos de cachorro a Saito y le dijo:

- "Solamente por esta noche. Abrázame con fuerza... y dame un beso. ¿Está bien? ¿Sería también una mentira? "

- "Acerca del B-beso..."

- "Solo omite la parte del beso."

Debido a que no había necesidad de contenerse, ahora de nuevo, la abrazó.

Esas palabras de siesta, no se deberían decir al ser rechazada. Cuando Siesta misma estaba reposada en la cama, Saito la miró. No había ninguna señal de lágrimas en su rostro. Sólo una simple melancolía.

Entonces Saito abrazó a la chica, quien dijo que lo ama.

Siesta tenía un aura muy agradable a su alrededor. A diferencia de Louise, que era difícil, que era el aura de una chica difícil. Saito, sosteniéndola con firmeza, habló de todo y nada.

Acerca de estar perdido en un bosque como un niño.

Acerca de su jarabe favorito para sus panqueques.

Acerca de dormir durante todo el día en los días de vacaciones.

Cuando se le acabaron los temas, Siesta junto sus labios.

Entonces... Siesta le pasó un pequeño frasco a Saito.

- "¿Qué es?"

- "Una medicina mágica. Lo compré con mi dinero ahorrado. "pastillas para dormir".

- "pastillas para dormir?"

- "Así es, si la fueras a dar a beber a una persona con vino, caería en un profundo sueño"

- "puedo dormir sin esas cosas".

Él dijo, pero Siesta sacudió la cabeza.

- "no las compré para Saito-san."

- “Entonces, ¿para qué? "

Siesta bajó la voz.

- "son para, la señorita Vallière... si ella le pidiera a Saito-san hacer algo peligroso... hazla bebérselas con su bebida y escapa, mientras ella duerme."

Saito se echó a reír de forma espontánea.

- "Muuu... dejar de reírte... ¡estoy hablando en serio!"

- "Bueno, yo no creo que sea peligroso", dijo Saito.

La guerra es una batalla que hay ganar. Asustar a la fuerza principal del enemigo y hacerlos encerrarse en la capital sin salir... se dice que también hay un montón de soldados que podrían revelarse, también. Fue una victoria fácil para los generales, los oficiales, los soldados - para todos.

- "Se dice, que después de perder Londinium, la moral del enemigo también cayo".

Aunque Louise había sido extrañamente enviada a un peligroso destino... puesto que fallamos el otro día, Además... Louise tampoco espera mucho de mí. Por lo tanto, no creo que los generales nos confíen una importante misión de nuevo.

-"Pero estoy preocupada. Mi hermano menor... mi hermano menor también irá a la guerra pronto. Mi hermano también dijo que no me preocupara. Pero estoy preocupada. Y si me pongo a pensar en Saito-san, me preocupa demasiado. No puedo dejar de estar tan preocupada... "

Siesta parecía que estaba a punto de llorar de nuevo

- "Todo estará bien."

- "...Tengo un mal presentimiento. Si no es algo bueno lo que le sucederá a Saito-san, yo, yo... "

Saito cerró las ideas de Siesta.

- "Saito-san..."

- "Siesta, cálmate. Está bien. Todo estará bien. Cuando regrese a la escuela, por favor, haz ese guiso para mí otra vez. "

Siesta asintió con la cabeza "Sí" y sonrió.

La llama de la chimenea tembló suavemente.

La nieve caía fuera, y se reflejaba con la luz de la luna que cubría a todo el mundo con una luz de color de plata

-"... Un Festival de Adviento plateado," dijo Siesta.

- "¿Qué consagra este festival?"

- "Al fundador Brimir - el festival celebra el día en que llego a estas tierras".

- "Pero lo que marca hoy... el inicio del nuevo año. ¿También consagra al año nuevo este festival? "

- "Así es. El día en que el fundador Brimir llego a estas tierras, también se convirtió en el Día del nuevo Año."

Recordó a Louise.

El elemento que usaba el Fundador "Vacío”...

¿Por qué ese gran poder mágico fue dada a un ser humano... fue una bendición o una maldición? pensó Saito.



En su cuarto alquilado, con una manta sobre su cabeza, Louise estaba esperando el regreso de su familiar. Aunque era la mitad de la noche... Saito no volvía.

Fuera de la ventana... la nieve había dejado de caer desde hace un rato...

Las capas gruesas de nieve, iluminadas por las dos lunas, teñían de color de plata toda la ciudad.

La idea de los dos juntos estuvieran mirando este hermoso paisaje hizo que su cuerpo ardiera de celos.

- "Muuu..., no quiero saber", murmuró, abrazando sus rodillas.

No puedo permitir que Saito me lastime tanto.

Knock knock * alguien llamó a las puertas de la habitaciones. Volvió, levantó la cabeza. Su rostro se había suavizado.

Sin embargo... no era la voz de Saito la que provenía desde el otro lado de la puerta.

- "Soy yo, señorita Vallière. ¿Puedo entrar? "

Era el sacerdote de Romalia, la voz de Julio.

- "¿Pasó algo? Ya es medianoche"

- "Tengo que hablar con usted acerca de algo."

Una vez que se abrió la puerta, el guapo Julio estaba allí con una sonrisa en su rostro.

Al entrar en el cuarto, Julio hizo una reverencia con gracia.

- "¿Algo de qué hablar?"

Julio en silencio, tomó la mano de Louise. Su cuerpo empezó a temblar de forma espontánea.

-"Relájese. No voy a hacer nada extraño. El anillo real es lo que me interesa”.

Louise lo miró dudosa... pero, decidió no rechazarlo, le mostró su dedo.

En el dedo anular de su mano derecha, el Rubí de agua, de Henrietta, comenzó a brillar. Un anillo legendario, que sirve para leer el libro de las Oración del Fundador...

- "Un azul hermoso... ¿Te has preguntado?"

Louise inclinó la cabeza. ¿Qué esta diciendo?

- "¿Por qué es un rubí azul?"

- "Eso..." Louise vaciló. Una vez se preguntó sobre eso, de hecho era misterioso.

-"Se llama 'El Rubí de Agua' una gema, lo sé."

Sorprendida, Louise miró a Julio.

- "Julio, tú..."

- "El Rubí de agua es de un azul intenso, el Rubí de viento es transparente, el Rubí de la Tierra es de color marrón..."

Louise levantó su varita.

- "¿Quién eres?"

- "Soy un sacerdote. En verdad, sólo un sacerdote de Romalia. El mensajero del Papa. Bueno, voy a seguir la plática. Las gemas legendarias son llamadas rubíes... a pesar de que en realidad no son rojos. Es porque se dice que fueron formadas con la sangre del Fundador. Sin embargo, no se sabe si es verdad o no. "

- "Es muy detallado".

- "¡Ah! He estudiado un montón de cosas para los propósitos de Dios en Romalia. Uno con la naturaleza y el aprendizaje. Esto me hace ser yo. Las joyas fueron dadas a Halkeginia hace mucho, mucho tiempo atrás... El agua a Tristain, El Viento a Albión, la Tierra a Galia... y el fuego para Romalia”.

- “¿Eh?”

- "Estoy buscando el Rubí de fuego de Romalia. Como el nombre lo sugiere, es una gema roja que se ve como el fuego. Hay una extraña historia acerca de este rubí. Fue robado de Romalia... y los rumores dijeron que Tristán tenía una mano en él. ¿Has oído hablar de ello? "

Louise sacudió la cabeza. Ella nunca había oído ni visto tal cosa.

- "¿No estás mintiendo?"

- “No, no soporto las mentiras."

- "Entonces supongo que así es."

Julio se puso de pie de repente y se sentó en la cama.

- "¿Hay más noticias para contar?"

- "Su historia".

- "¿Mi historia?"

- "Estoy muy interesado."

Le dio una sonrisa encantadora. Una sonrisa que haría que cada chica estuviera indefensa. Sin embargo, Louise no estaba de ánimos y no quería ver esa hermosa sonrisa en lo absoluto.

- "Es tarde. Tengo sueño. "

- "Podemos dormir juntos".

Esa actitud de confianza molestó a Louise.

- "Es arrogante."

- "Julio César no es mi verdadero nombre. Es el nombre de un gran rey de la antigua Romalia”.

- "¿Por qué tomó ese nombre?"

- "Fui abandonado. Me crié en un orfanato. Era un líder entre los otros niños, por lo tanto, después me apodaron Julio Cesar el gran rey. Debido a que era un problema, También me llamé de esa manera. La arrogancia es innata”.

- "¿Ya te vas a ir?"

Julio se puso de pie.

- "Sin duda, tarde o temprano... estarás interesada en mí. Te lo prometo."

Louise señaló a la puerta. Después de una reverencia, Julio salió de la habitación.

- "... ¿Por qué todos los hombres son tan arrogantes?"

Louise se acostó en la cama, esperando a que su familiar regresara.

Sin embargo, Saito no regresó.


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