Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 10 Epílogo

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

[edit]

Tomando un carro de dentro del Castillo de Alhambra, el grupo atravesó las calles en la oscuridad de la noche.

No podían usar a Sylphid - era imposible para ocho personas montar en su cuerpo que aún no se había recuperado. Incluso si estuviera saludable, no podría transportar a ocho personas y volar por una hora. No había otra forma, ya que Sylphid aún era un dragón joven.

El plan era entrar temporalmente a Germania después de viajar dos días en coche, y luego cruzar el territorio de los Zerbst para entrar a Tristain.

Los que estaban sentados en el asiento del conductor, haciéndose cargo de las riendas, eran Guiche y Malicorne. Mirando al frente, charlaban con voces mezcladas de cansancio y excitación.

"Hey, Guiche."

"¿Qué hay?"

"Pensándolo bien, hemos hecho algo terrible, ¿eh?"

"Uh-huh. La hicimos bien esta vez."

"Me sorprende lo que pensarían mi Padre y Madre en casa. Cuando les dije que quería servir en la Guardia Imperial, estaban tan felices... Y ahora volvemos como criminales. Probablemente cause un gran problema. Huh, en verdad los he preocupado. Joder."

"¿Estas arrepentido de tus acciones?" Preguntó Guiche.

"Francamente hablando, un poco. Pero estaría más arrepentido si no lo hubiera hecho, creo. Constantemente asediado por nuestras compañeras de clase. Si no los hubiera ayudado, no sería más un noble, sino un plebeyo."

Malicorne dijo, suspirando.

"En tal caso, no te preocupes."

Guiche palmeó a Malicorne en los hombros.

"¡Eres un buen tipo! Uno de estos días tendrás una novia. Te lo garantizo."

"Incluso si Guiche lo garantiza, aún así no soy feliz."

"Asomando su cabeza desde dentro del carruaje en el espacio entre los dos, Montmorency suspiró.

"Hu-huh, ¿Por qué los seguí a todos ustedes hasta aquí... si lo pienso, no son los límites de Halkeginia?"

"¡Hahaha!

Montmorency miro hacia Guiche quien se reía optimista.

"¡¿De qué te ríes?! ¡Estoy preguntando qué deberíamos hacer cuando regresemos a Tristain!"

"No estoy pensando en eso. Cuando venga, vendrá."

“¿Haa?"

"¿No deberíamos pensar primero en regresar a nuestro país? Aun cuando es bueno que hayamos rescatado a Tabitha, no nos garantiza que volvamos a salvo, ¿cierto? No solo la armada de Galia. Pareciera que los elfos son también aliados de esos tipos."

"Huh..."

Montmorency dejó salir un largo suspiro. Guiche puso su brazo sobre sus hombros.

"No te preocupes, mi Montmorency. Daré mi vida para protegerte."

"¿Por qué obtuve la pajilla más corta?"

"¡Está bien! ¡Por alguna razón, tengo mucha suerte! ¡Lo conseguiremos nuevamente esta ocasión!"

"No es eso. Estoy diciendo que Yo eligiéndote a Ti, es por sí mismo un error."

Mirando fijamente a Guiche, Montmorency dijo eso.

"¿C-Cómo puede ser eso..."

Guiche estaba asombrado. Montmorency le plantó un beso en la cara.

"¿Eh?"

"¿Por qúe esa mirada tan miserable?"

"Montmo..."

Para Guiche, quien lucía con ojos fervorosos, Montmorency declaró.

"Joder. No te rindas. ¡Lo haremos de alguna manera! ¡Que yo realmente no pienso ir a prisión!"


Dentro del carro, cubriendo una pila de paja con una manta, Kirche y la madre y su hija roncaban suavemente. La madre de Tabitha dormía gracias a la poción de Montmorency. Eso porque se habría puesto violenta cuando despertara. Abrazando de cerca a su madre, Tabitha dormía. Ciertamente había pasado por mucho.

Cubierta de vendas, Kirche también estaba dormida. Sus quemaduras sanaban gracias a la magia de agua de Montmorency, pero... Ella había usado mucha de su fuerza.

Sylphid estaba dormida entre Kirche y Tabitha.

Los únicos despiertos en el carro eran Saito y Louise.

Mirando a la dormida Tabitha, Saito dijo,

"Hey, Louise."

"¿Qué?"

"Me pregunto cómo se sentía Tabitha, huh... peleando sola todo el tiempo... no importa como lo veas, parece que soy más afortunado. Aquellos que ayudarían a sus amigos, eso es realmente como tu... pero, esta chica siempre ha estado sola."

"Sip."

"Como yo lo pienso, aún cuando hemos ido en contra de Su Majestad y Agnes hasta ese punto, yo creo que es bueno que lo hiciéramos."

Saito dijo seriamente. Louise asintió también.

"¿Qué vas a hacer una vez que volvamos a Tristain, Louise?" Primero rescataremos al profesor, ¿habrá algún lugar donde podamos escondernos?"

"¿De qué estás hablando?"

Louise miró a Saito.

"¿Eh?"

"Ir directamente al palacio a recibir nuestra sentencia. Lo que hemos hecho podría no estar equivocado. Pero eso no cambia el hecho de que hemos traído problemas a la Princesa y nuestra patria. Rompimos la ley. No tenemos otra opción más que recibir nuestro castigo."

"Es verdad. Uh-huh."

Saito asintió, cansado. ¿Cuanto tiempo estaré prisionero? Sin embargo, no me arrepiento. Creo que me arrepentiría mucho más si no lo hubiera hecho.

Viendo a Saito actuar de este modo, Louise dijo con voz como molesta.

"No. Solo yo iré a la cárcel."

"¿Ehh?"

Solo di que yo, la dama de la corte de Su Majestad, los incité, los Guardias Imperiales, a la acción."

"¿¡Qu-qué!? ¡No bromees! ¡Yo los traje a todos! ¡Es mi culpa!"

Sin embargo, Louis no estaba mirando a Saito. Mirando hacia el frente, su boca estaba muy apretada. y una mirada determinada colgaba de su rostro.

Desechando el vestir un traje de bailarina, la nobleza de Louise no había sido dañada ni un poco. En cambio, ese humilde traje causó que la conducta noble de Louise resaltara aún más.

Saito recordó la época cuando conoció a Louise. El momento cuando casi fue pisoteado por el golem, Louise quien dijo, "¡Un mago que abandona a su familiar no es un mago!" Louise no había cambiado desde entonces. La chica que nunca negó el "orgullo" dentro de ella....

Escondiendo aquellos pensamientos dentro de su corazón, Louise era divinamente hermosa. Terminé queriéndola por ser así. Saito pensó.

"Louise... Yo.... Eres realmente grandiosa. Umm..."

Saito buscó la mano de Louise nerviosamente. Pero esa mano lo evadió.

"No me toques."

"¡N-No te enojes!"

Nervioso, las manos de Saito buscaron los hombros de Louise.

"¡No dije que no me tocaras!"

El rostro de Louise se hinchó, y se dio la vuelta. Las mejillas enrojecidas. La tercera vez que abrazó sus hombros, ella no lo evitó. Ella frunció sus labios con una mirada enfadada, su cuerpo engarrotado.

Simplemente hablando, Louise en este estado era intensamente adorable. Saito no podía hacer otra cosa que presionar sus labios.

"No."

Louise resistió.

"¡E-Es verdad!". Un beso es una recompensa. Aunque no he recibido nada que parezca una recompensa. Pero, aún quiero hacerlo. Mucho."

Saito dijo impacientemente, y nyah~ ella mostró una enorme sonrisa. Era casi una sonrisa malévova.

Como pensaba... ese patético rostro no es algo que adquiriera de ser Gandalfr. Es tal y como Saito lo ha dicho. Coraje, amor... con seguridad nacen dentro de él...

Cuando ella pensaba al respecto, alivio y un sentimiento de triunfo brotaron al unísono. 'Por supuesto, este tipo sigue siendo mi sirviente, ¿verdad? ¿Cómo podría decirlo - fiel por amor, cierto?"

Y aún así me he preocupado por eso y he sido miserable. Mi orgullo herido demanda una restauración de honor. Louise se levantó y cruzó los brazos.

Con una absoluta mirada de triunfo, miró a Saito hacia abajo.

"¿Ehhhhhhhhhhh? ¿Tú, qué has dicho que querías hacerme?"

"...Be-Besar."

"¡No te escucho!"

Peinando su cabello hacia atrás de forma exagerada, Louise declaró arrogantemente.

"Dije que me gustaría be-besarte."

Saito estaba ya arrodillado y hablando con propiedad. Sujetando sus puños firmemente sobre sus rodillas, estaba temblando completamente, parecía arrepentido. ¡Nada que hacer! El momento que dije que quería besarla, ya había perdido.

"¿En verdad quieres hacerlo?" Por favor, di. ¿Qué tanto quieres hacerlo?"

"M-Muchísimo."

"¿Muchísimo? ¡No seas tan abstracto! ¿Quieres besarme, cierto? Es lo más ridículo que he oído en mi vida. Así que esta bestia dice con cara recta que quiere tocar a su maestro. ¡Qué conmovedor!"

"N-No soy una bestia."

Saito había comenzado a usar "mon". Era el resultado de su creciente humildad debido a su deseo de todo su corazón de besar a Louise.

"¿No eres una bestia?"

Louise levantó sus cejas.

Kirche, la sirvienta, Jessica, la pseudo-senos, la Princesa. Varios incidentes que agitaron su orgullo volvieron a ella al igual que un caleidoscopio cambia su forma.

Su rabia a esos recuerdos finalmente habían hecho despertar a Louise.

ZnT10-255.jpg

Louise milagrosamente comenzó a montarse en su papel de chica traviesa. Ella no lo había aprendido de nadie. Probablemente, era como si parte de Louise despertara. Hasta ahora, había permanecido dormida sin salir a la superficie. Mientras observaba la reacción de Saito, Louise comenzó a manipular esa picardía que hasta ese momento había mostrado de forma inconsciente.

Sonriendo, Louise primero permaneció con sus brazos en jarras. Sólo por esa postura, Saito casi se muere.

No satisfecha con eso, Louise levantó una de sus piernas, y la apoyó contra la pared.

La tela que cubría su vientre del vestido de bailarina se levantó, y los muslos que conformaban las delicadas líneas de Louise se quemaron en los ojos de Saito.

Al mismo tiempo, lanzó una mirada coqueta a él.

La respiración se había vuelto difícil para Saito.

En una voz cantarina, Louise le dijo a Saito.

"Así que, ¿qué decías que querías hacerme? ¿qué dijiste? Usa esa graciosa boca tuya. Con esas palabras únicas que me hacen reír. Junto con esa enferma apariencia perruna, di esas palabras!"

"Be-Besar..."

"Bien, entonces... halágame."

Con una creciente actitud de triunfo, Louise dijo más.

"...¿Eh?"

"Halágame hasta que esté satisfecha. Oh si, primeramente, esa sirvienta. Dime 100 partes de me que son mejores que esa Siesta. Si no, no te permitiré hacer nada."

Saito estaba confundido, pero él continuó.

"T-Tú eres... Las mejores partes son errr... tienes buenos puntos; Siesta tiene puntos buenos también... como regla..."

"¿¡Qué es esto!?"

"Parece como si este niño no escuchó adecuadamente. Dije halágame. ¡Halaga a tu maestro, tu amo, tu Dios! ¿Puedes escuchar? Como si murieras, ¿entiendes?"

Con este tremendo caos, el taboo salió de boca de Saito.

"umm... Louise... ¡Sí! ¡Tus pechos!"

"¿Me estás tomando el pelo?"

Los labios de Louise se distorsionaron en algo malvado. Puso mucha fuerza en su patada. Ouuuuuu Un gemido escapo de la boca de Saito.

En ese momento...

El sonido de algo pudo escucharse.

Louise se dio la vuelta, y vio que Guiche, Montmorency y Malicorne la veían desde el asiento del conductor.

En su delirio, se había olvidado completamente de su existencia. La cara de Louise se puso completamente roja. Como Saito había emprendido una jornada en sus sueños, no se dio cuenta de nada.

"Errr... Louise. Si no lo terminas, tu nombre será..."

Guiche dijo eso con cara preocupada.

"¡Estúpido! ¡Si estás aburrido, p-por favor practica tu drama! ¡No es así, Saito?"

Sin embargo, Saito no podría responder ya que se había desmallado. Louise alegremente levantó a Saito, y tal como lo hiciera Siesta la otra vez, le dio vuelta.

"Hey, Aquí Saito. Justo ahora practicábamos nuestra obra."

Mientras meneaban la cabeza, Guiche y los otros miraron al frente. Suspirando, Malicorne golpeó al caballo con las riendas.

El carro en que viajaban aceleró.

Ansiedad, alegría, esperanza, y también orgullo y autoestima... Completamente cargada de varios sentimientos, la carroza se encaminó hacia la frontera de Germania, rodando por las calles bajo la luz de las lunas gemelas.



Tabitha estaba soñando.

En la querida mansión de Orléans junto al lago Ragdorian... Había una mesa al centro, y sus gentiles padres habían colocado algunos bocadillos mientras charlaban animadamente.

Siendo observada por ambos, la muñeca que su madre le compró... con "Thabitha", la muñeca de la que no podría decirse que era muy hermosa, junto a ella, estaba leyendo un libro. Estaba leyendo "El Héroe de Ivaldi" con voz clara, un libro que había leído muchas veces. Una cálida voz que no tenía hacía mucho tiempo, salía de ella.

Esa tranquíla época que se había desvanecido tras el paso del tiempo - estaba ahí ahora.

Dentro del sueño, Tabitha se dio cuenta que soñaba. Eso fue porque su padre, quien le sonreía cariñosamente, ya se había ido.

Percerin, el mayordomo, apareció.

"Su señoría, los huéspedes han llegado." les informó. Por favor tráigalos aquí, dijo su madre. ¿Amigos de Charlotte? Eso es algo raro, dijo su padre con una sonrisa.

Los rostros de sus amigos de la escuela se mostraron en el jardín.

Con montones de flores en sus manos, Guiche y Malicorne llegaron. Montmorency estaba también con ellos.

Con una cara avergonzada, Louise ofreció a Tabitha una bolsa de papel. Había muchos dulces dentro.

Con su deslumbrante cabellera roja, Kirche se mostró. Sonriendo dulcemente, abrazó a Tabitha. Abrazada por su cercana amiga, Tabitha se sientió conmovida sin motivos. La calidez de un amigo es la más difícil de sustituir. Tabitha sintió como si su congelado corazón se derritiera.

Otro amigo cercano descenció del cielo y lamió a Tabitha.

"Tú les has dicho, ¿cierto?"

Kyui Sylphid ronroneó felizmente. Tabitha palmeó gentilmente la cabeza de su leal familiar. Sylphid cerró los ojos.

El último en mostrarse fue Saito.

Portando una espada a su espalda, se acercó a Tabitha lentamente, e hizo una reverencia.

"Lo siento, llego tarde."

Tabitha sonrió tímidamente y se dio la vuelta.

"El Héroe de Ivaldi" que ella llevaba se deslizó de sus manos.

¿Es porque encontré a mi héroe?

En ese inmensamente cálido y apacible sueño, Tabitha lo pensó así.


Anterior: Capítulo 10 Pagina Principal