Tate no Yuusha no Nariagari (Spanish):Web Chapter 34

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capítulo 34 - Viaje en carruaje[edit]

Hrmm...


-Uuu... ¿Acaso lo hicimos?


Cuando llegamos a nuestro destino, mire a Raphtalia que parecía que estaba a punto de derrumbarse, y en eso hizo un gemido débil.


No parecía que estuviera teniendo problemas antes, pero al haber estado Firo fuera de control puede haber sido demasiado.


-¿La llevamos a la cabaña?


Parecía que Firo no había tenido suficiente, ya que incluso después de estar tirando del carro, estaba con las piernas sueltas y retozando.


Raphtalia estaba terriblemente mal mientras se tambaleaba sobre sus pies.


-Bueno, vamos a cargar la madera ahora.


Ayudé al leñador que salió de la choza a cargar la leña en el vagón.


También ayudé a talar algunos árboles. Gracias a mi habilidad [escudo], la calidad de la madera de construcción era más alta.


Mientras lo hacía, Raphtalia continuaba con su adiestramiento de equitación. En una nota que me dieron había una reacción de la madera así que dejé que el escudo la absorbiera.

                                    [Los requisitos para el escudo de Árbol Kino han sido desbloqueados.]
                                    [Los requisitos para el escudo de Árbol Les han sido desbloqueados.]
Escudo de árbol Kino
Poder Verdadero: [Sellado]... - bono de Equipo: Habilidad en Carpintería I
Escudo de árbol Les
Poder Verdadero: [Sellado]... - bono de Equipo: Receta de bajo nivel de funcionamiento de madera.

Es la rama Escudo de madera. Estos dos árboles eran los tipos más comunes que se utilizan para trabajar la madera.


Los árboles kino son como el Kino Hinoki [1] de mi mundo, pero con una fragancia aromática.


Los árboles de la especie Les se asemejan a un Sugi[2], pero el corte del grano del árbol parece ser más pequeño dependiendo de la ubicación. Es un árbol extraño.


Bueno, no me importa demasiado.


Unos días más tarde.


Libra, libra, libra.


Con un mazo de madera en la mano, estaba trabajando con vigor en la modificación de nuestro vagón en un carro lleno de caballos.


Parece que mi habilidad ha mejorado considerablemente y sospecho que se debe a la habilidad de la carpintería II que desbloquee el otro día.


Empecé a fijar un marco en la parte superior de nuestro vagón. Después iba a tener que cubrir la parte superior con una tela gruesa.


El puebo de Ryuuto se está reconstruyendo a las mil maravillas, y parece que van a estar bien sin nuestra ayuda ahora.


Los aldeanos se dieron cuenta que estaba trabajando en la mejora de mi carro e incluso me echaron una mano.


-Muy bien, esto parece estar bastante bien.


-Parece que se hace así.


Yo, junto con los pocos habitantes del pueblo que me ayudaron, dejé escapar un poco de alegría al terminar el carro.


Es un carruaje tirado por caballos, pero el que tire de él será un Philo Rial... Bueno, lo que sea.


-Gracias por ayudarme a todos.


-No es ningún problema en absoluto. Héroe-sama nos ha ayudado mucho, esto es lo menos que podemos hacer.


Todos los aldeanos me ayudaron con amables sonrisas.


Ellos me trataron amablemente como si les hubiera salvado la vida. Por lo que estoy sinceramente agradecido a la gente de aquí.


-Me alegro de que te sientas así.


-¿Sigues vendiendo lo que dijiste?


-Voy a estar en su mayoría como un tipo que hace trabajos ocasionales. Viajando de aldea en aldea, de pueblo en pueblo llevando el transporte de mercancías, vendiendo los productos que me encuentre, escoltando a la gente.


-Ya veo...


Sí, parece que no era realmente lo que los aldeanos pensaban.


Bien es cierto que no es un comportamiento típico de un héroe, como lo haría Motoyasu.


No es que me haya imaginado una ruta clara para el éxito aquí, pero tengo a Firo ahora, y mi único propósito es sacar el máximo provecho de ella.


-¿Hm? Woah... El carro se convirtió en un carruaje.


Firo, que estaba en su forma humana y jugando alrededor, tenía una mirada de sorpresa cuando se dio cuenta del cambio que había tenido el carro.


-¿Firo va a tirar de esto?


Pregunto Firo con los ojos brillantes de emoción.


-Sí. A partir de ahora tiraras de este carruaje mientras viajemos por todo el país.


-¿¡En serio!?


Firo estaba rebosante de felicidad.


Hombre si fuera yo, me habría opuesto a hacer tanto trabajo manual...


-¿De verdad?


Murmuró Raphtalia abatida.


Parece que Raphtalia no estaba muy entusiasmada con nuestro viaje en el carro, mientras ella aún tiene que controlar totalmente su mareo.


-Lo superarás con el tiempo.


-Está bien.


Me enfrente a Firo y le dije lo mismo varias veces.


-Firo, ¿cuál es tu trabajo?


-Uhmm, el trabajo de Firo es tirar del carro hacía donde diga el maestro.


-Bien.


-Y para lanzar a ese tipo de lanza si lo vuelvo a ver.


-Correcto.


-¡Uno de ellos es incorrecto! ¿Qué estás haciéndole hacer?


Raphtalia dejo mis palabras en desconcierto.


-¿Qué...? ¿Estás mirándome como si yo hubiera dicho alguna locura?


Si ve a Motoyasu, dale una patada. No veo nada malo en eso.


En serio, no voy a llegar a ninguna parte si tengo que controlar tanto a cada una de ellas.


-Bueno entonces, vámonos a vender nuestros productos. Voy a estar escondido en el carro. Raphtalia, cuando lleguemos a un pueblo o una ciudad, trata de vender lo que tenemos.


-Está bien... lo haré.


Fuera del pueblo de Ryuuto, todavía tengo una muy mala reputación. Así que si saliera yo y tratara de negociar, las cosas podrían ir mal y no voy a ser capaz de vender nada.


Es por eso que le he mandado a Raphtalia la tarea de vender y regatear nuestros productos.


Ella tiene un aspecto bastante atractiva y no es particularmente tímida tampoco. Ella podría estar bastante bien adaptada a los trabajos de atención al cliente.


-Bueno, vamos a sacar la cabeza fuera.


Nuestra preparación ya estaba completa, cargamos el coche con nuestro equipaje.


-Ah, héroe-sama.


-¿Hm? ¿Qué es?


Dentro del grupo de aldeanos que había fuera, un hombre dio un paso adelante y se puso frente a mí y estaba vestido varios niveles por encima de todos los demás.


-Yo soy el Señor, que es el encargado de la zona en que reside el pueblo de Ryuuto. Héroe del Escudo-sama, le doy las gracias por todo lo que has hecho.


-No se preocupe. Este fue un buen lugar para mí para establecer una base.


-... Por favor, tome esto.


Dijo el señor a medida que me entregaba una hoja de un pergamino.


-¿Qué es esto?


-A medida que vaya a vender bienes, estoy seguro de que esto le será útil. Es una Amnistía de Comercio.


-¿Amnistía de Comercio?


-Si. En este país, si vendes bienes, en todos y cada uno de los pueblos o ciudades que visitas debes pagar una cantidad fija al señor de esa región.


... Es eso así. Bueno, si me hacen hacer alarde de mi autoridad como héroe entonces... No, ya que tengo una reputación de mierda, eso es probablemente contraproducente.


-Pero cuando usted presenta esta Amnistía de Comercio con mi sello en él. Si usted tiene esto, entonces estará exento del pago al señor de la región. Espero que le sea de utilidad.


-Uhmm... ¿Es realmente bueno?


-Si. No voy a ser capaz de hacer frente a mi gente si no le presento al héroe-sama una remuneración adecuada por los servicios que ha hecho.


Ahora que lo pienso, este es el sector agrícola de la región de Melromarc. Es un lugar que recibe un poco de tráfico, por lo que el señor de la región debe tener el mismo grado de influencia y dignidad para que coincida con su afluencia.


Debe haber sido traído a su atención por los aldeanos que reduje al mínimo los posibles daños que podría haber ocurrido en pueblo de Ryuuto durante la ola.


Con mi mala fama que se extendía, el rey sería despreciado por los nobles que me pudieran ayudar. Así que para sus habitantes que van a obligarlo a sí mismo a soportar tal humillación... Pero en cambio lo que se enfrentó a mí era una sonrisa alegre.


-...Yo te lo doy por la preocupación de que su mala reputación puede determinar su futuro negocio.


Él me lo estaba dando con buenas intenciones. Entonces puedo responder con gratitud.


-Gracias. Voy a hacer uso de ello.


-Que tengas un buen viaje.


-... Sí, voy a estar fuera.


-Si hay algo que podamos hacer por ti, permita por favor que lo hagamos.


-Si vosotros sólo podéis vivir y prosperar más, entonces va a ser un montón.


-¡Por supuesto!


Y con eso comenzó nuestro viaje como un todo terreno haciendo trabajos impares.


Al principio empezamos con la venta de la medicina.


No teníamos mucho, pero habíamos sido capaces de vender por debajo del precio de mercado.


Nuestros productos principales son los remedios y suplementos nutricionales. Estos específicamente, yo era capaz de hacerlos con un mayor nivel de calidad y hemos sido capaces de vender a un precio bastante alto.


Y cada vez que pasamos por un pueblo, me gusta comprar las hierbas medicinales que yo conocía y sintetizarlas en la medicina.


Firo era bastante rápida, así que la mayoría de veces llegamos a los pueblos en un día, pero en algunas ocasiones teníamos que acampar.


Cuando eso sucedía deteníamos el carro, hacíamos una fogata y cenábamos.


-¡Maestro! ¡El espacio junto a Firo está abierto! ¡Vamos a dormir juntos!


Pat, Pat, Firo me hizo señales para que me sentara a su lado.


-Es demasiado agobiante estar a tu lado...


Parece que Firo realmente quiera dormir a mi lado. En una posada, he ordenado a Firo que nunca se transforme a su forma de demonio, así que cuando acampamos fuera ella se esfuerza un poco más.


Bueno, si estamos acampando fuera no hay nadie alrededor, así que no habrá ningún problema. Supongo que está bien para dejarla que se relaje un poco de vez en cuando...


-Firo, realmente te gusta Naofumi-sama.


-¡Sí! No quiero perder, Raphtalia onee-chan.


-¿Cómo acabaste en eso?


Siempre que Raphtalia y Firo argumentaban, existe una línea muy fina donde no puedo decir si están en buenas condiciones o malos términos.


Firo es todavía una niña, así que se puede coger una rabieta de casi cualquier cosa.


Oh, espera, Raphtalia también es en realidad una niña. Así que mentalmente son de la misma edad.


-Sí, sí. Daros prisas e iros a dormir vosotras dos. Yo os despertaré cuando sea el momento.


-Ahh- se está tratando a Firo como una niña de nuevo.


-¡Eso es correcto! ¡Por favor, deja de tratarme como a una niña!


-Oh, ¡eso está bien! ¡Raphtalia y Firo son casi adultas!


-¡Tú no lo crees así en absoluto!


-¡Sí! ¡Eres tan malo!


Y con conversaciones tontas como estas, nuestros días de venta ambulante pasaban.


Retroceder a: Capitulo 33. Regresar a: Pagina Principal. Avanzar a: Capitulo 35.
  1. Ciprés japonés
  2. cedro japonés