Maru-MA Volumen 08 Capítulo 5

From Baka-Tsuki
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Capítulo 5[edit]

¿Qué le pasó en las semanas que no lo he visto?

Lord Weller Conrart tiene el mismo uniforme militar amarillo y blanco de antes y está sentado del lado de Shimaron con sus largas piernas cruzadas. Justo detrás del tío del rey de Shimaron, Su Alteza Berard II.

De acuerdo a mis malas habilidades para la matemática, solo ha pasado alrededor de un mes desde que nos separamos. A pesar de eso, él se ve un poco más viejo que antes. Aunque es tan sutil que realmente no puedo expresarlo en años.

—Representantes de Caloria, este es Su Alteza Berard II del reino de Dai Shimaron. Sean respetuosos y esperen de pie —nos dice el guía/comandante con gran apuro.

Incluso si no nos dijeras eso nerviosamente, comprendemos nuestra posición.

Justo ahora solo soy el supervisor designado de un territorio de Shimaron, Normal Gilbit, con su máscara plateada. El continente completo fue subyugado por ambos reinos. Por así decirlo, el viejo frente a mi es el tío de mi señor, y es de hecho mi jefe.

Dicho eso, no quiero arrodillarme o postrarme ante el o lamerle las botas. Besar la mano del viejo seria aun peor. Especialmente Conrad... Puede que ya no sea el hombre que conocía, pero... no quiero que me vea actuar sumiso con el hombre que elige como nuevo señor.

Sin embargo, si revelo que no soy Norman aquí, no solo será Flynn, sino que toda la gente de Caloria sufrirá.

Lo acepto e inclino la cabeza levemente. Un simple saludo no herirá mi orgullo Made in Japan. Tratando de hacerme sonar como un joven señor feudal, ofrezco saludos para empezar. Es una frase tomada directamente de una tarjeta de Año Nuevo.

—...Su Alteza Berard II... um, me alegro de verlo con buena salud.

Nunca he recitado el juramento de atletismo sobre el juego limpio para los torneos de verano, así que no puedo pensar en que decir a la realeza. Su Alteza Segundo, ¿como ha estado últimamente?

Y mas importante, ¿qué pasa con “Segundo”? ¿Es miembro de la legislatura o un actor o algo?

Cuando volteo hacia Muraken con el que puedo contar en apuros, está conteniendo un bostezo del aburrimiento.

Increíble.

—Bravos guerreros representantes del territorio de Shimaron, Caloria, primero les ofrezco mis bendiciones por su victoria en ¡Usa tu inteligencia, velocidad y habilidades para ganar! ¡El Torneo del Mejor Luchador del Mundo!”. —Incluso si está enardecido en su interior por la humillación de su país siendo derrotado, no puede perder su racionalidad en el exterior—. Su temeraria valentía y lucha estratégica incluso perdurará en la memoria de nuestros ciudadanos de Shimaron.

Su barba se mueve mientras habla. Me concentro en ese movimiento agradable hacia arriba y abajo, y desesperadamente evito enfocar la vista en la persona esperando tras él.

—Gracias. Todos los miembros de mi equipo cooperaron y avanzamos hacia la victoria como uno.

Me pregunto si este tipo de charla de torneo de béisbol está bien.

El viejo hace un leve gesto con su mano y un hombre bajito que parece ser un sirviente viene hacia aquí.

—Un brindis para consagrar a los representantes de Caloria.

Antes de que pueda decir que no bebo alcohol porque soy un deportista, se nos entrega a Wolfram, Josak y a mi nuestras copas. Es un vaso de licor de piedra con tallo. La cantidad dentro es menos que lo que usa mi madre para cocinar, así que me doy por vencido.

—Esa es el agua ceremonial conocida como el Agua Bendita de Gillesby.

Por suerte no es alcohol.

—Es el agua del pozo donde se dice que el ultimo rey de la presuntuosa familia Gillesby, una de las tres antiguas familias reales, se arrojo debido a la desesperanza.

—Ug.

Alto, alto, alto. No está diciendo que se tiró dentro. Está diciendo que “se dice qué” se tiró dentro. Esas pocas palabras son importantes.

—Por cierto, su cuerpo nunca salio a la superficie.

—Bleg.

Eso probablemente sea porque nunca hubo un cuerpo para empezar. Sería infantil rehusarse a participar en una ceremonia al dejarse influenciar por una leyenda desagradable. No puedo arruinar el humor de los invitados. Prepárate, Shibuya Yuuri. Desde un punto de vista amplio, incluso el agua del océano está llena de cadáveres. Como el plancton.

—E-entonces, ahí voy...

Cuando me resigno y llevo el vaso a mi boca, Josak me toma del brazo.

—Es algo como un amuleto, Su--... Señor Norman. Si no le importa...

—¿Eh?

Inmediatamente intercambia mi copa. Es de la cual Josak tomó un sorbo. Reflexivamente comienzo a preguntar por qué, pero al instante recuerdo la razón. Él lo probó rápidamente por veneno y me lo dio luego de verificar que es seguro.

—Pero eso...

...Dudar del importante Alteza que nos ofreció las bebidas. ¿No se verá como algo rudo?

—Queremos ofrecer la copa más propicia a nuestro líder. ¿Simpatiza Su Alteza Berard II con el sentimiento?

—Por supuesto. Ahora, Señor Normal Gilbit, por favor vacíe la copa.

Me pregunto que es tan propicio sobre ella cuando noto que hay un objeto rojo dentro del agua.

—Em, esto... ¿el pescadito mascota de alguien terminó aquí...?

Está aleteando con su cola energéticamente.

—No, es de buena fortuna. Siéntase libre de beberlo de un trago.

—¡Es un pez dorado!

¿Por casualidad Josak cambio de copas conmigo porque no se quería tomar el pescado saltarín? Estoy por dudar incluso de mi precioso subordinado. Esta bien, prepárate aun más de lo que lo hacías antes, Shibuya Yuuri. Esta es una prueba, Maou. Es un prueba, Norman Gilbit.

—...ng... ug... bleg.

Es horribleeee, estoy por--... los reflejos son terribles. Lo pasé directo hacia el fondo para que no toque mis dientes y así no podría sentir como me tomaba al Sr. Pescadito. Aunque esta es definitivamente una ceremonia en la cual no quiero volver a participar.

—Grandioso, Shibuya. La llama de una pequeña vida se extingue dentro tuyo.

—Bastaaaa. Quiero llorar, me siento tan mal.

—Y ahora, representante de Caloria, Señor Norman Gilbit —Su Vieja Alteza comienza a hablar de nuevo, así que me concentro otra vez en su bigote. Lo que más quiero es mirar a la persona detrás de Su Alteza, pero intento desesperadamente no hacerlo—. Esa fue realmente una impresionante victoria. Especialmente la ultima curva en la entrada con las “opejas”. Me hizo querer reinagurar las carreras por primera vez en largo tiempo.

Oh, ¿Su Alteza Berard II es de la misma aldea que la Maestra de las Ovejas, la Señorita Mary?

—Y luego la decisiva batalla en el tercer encuentro, su poder de batalla fue fascinante. No podía escuchar su voz desde la altura donde estaba sentado a través del vidrio, ¿pero qué era eso? ¿Era majutsu que puede controlar el clima simplemente recitando una maldición?

—Ese era el rumoreado súper majutsu. Podría destruir incluso un edificio nuevo en Odaiba.

Sin embargo, los días en que la gente pensaría que es una maldición hace rato han pasado. Ahora solo pensarían que era el dialecto del Norte de Kanto[1].

—Sin embargo, ¿cómo podría el Señor Norman, gobernante designado de Caloria, ser capaz de usar majutsu? He escuchado que el maryoku se obtiene de la calidad de un alma, no a través de entrenamiento religioso y disciplina. —Siento que el ojo derecho de Berard que se ha puesto borroso por la edad me mira bastante fijo—. Está escrito en las regulaciones que uno de los tres representantes debe ser de la región concerniente, así que si los otros dos resultan ser mazoku no será considerado una violación a las reglas. Sin embargo, no he oído que usted naciera como mazoku.

—El origen de Norman Gilbit... es decir, mi Caloria fue el origen de los Wincott. Su Alteza tiene algún conocimiento sobre esto, me imagino. Usted pidió el veneno Wincott a no otra persona que mi propia esposa despues de todo.

Los ojos de Su Alteza se estrechan. Debe pensar que el acuerdo de mantenerlo confidencial debía afectar hasta su propio esposo.

—Como ya sabe, la familia Wincott cruzó el océano y se convirtió en una distinguida familia mazoku en nuevas tierras. ¡Sin embargo, ¿por qué dice la gente que no queda nadie en el continente que tuviera su sangre?! Parece que mi alma y mi cuerpo están bastante dotados de las cualidades de los Wincott. Humanos como esos nacen en raras oportunidades.

Estoy lleno de mentiras. Tantas mentiras como existen dioses.

—Ya veo. Entonces es por eso que puede usar algo como el majutsu en un lugar como este controlado por las partículas que obedecen al houjutsu. Pero que envidiable historia. No se retiró al tener a Grantz Adalbert como oponente y en vez de eso demostró admirable coraje. Ese hombre, Adalbert, simplemente apareció y derrotó a todos los soldados elegidos para ser representantes a través del severo proceso de selección en todo el país. Acorralarlo para que ya no pudiera continuar luchando fue realmente impresionante. Gracias a eso, —Su Alteza Berard Segundo hecha un vistazo a Lord Weller—. Lord Weller, de la famosa familia de espadachines, perdió su oportunidad de tomar parte. Lo que me recuerda, no pude escucharlo desde arriba, pero me preguntaba de que habló con Conrart antes del encuentro. ¿Exactamente sobre que quedaron de acuerdo? ¿O acaso conoce a nuestro compatriota Conrart Weller de algún lugar con anterioridad, Señor Norman?

—Con anterioridad, uh....

Incluso cuando he decidido que de ninguna manera lo voy a mirar, mis ojos terminan encontrando los de Lord Weller. Tiene los brazos cruzados mientras se apoya contra el respaldo de su silla y mueve el pie con su bota militar irregularmente dibujando patrones sin sentido en el aire.

Él pregunta algo ridículo como si Conrad y yo fuéramos conocidos. Te lo diré, hombre malo y viejo.

Conrad y yo somos...

A mi izquierda, Wolfram pone una mano sobre su frente y mira hacia abajo. El color de su rostro no ha cambiado mucho, pero sus orejas están rojo brillante. Probablemente del enojo o la tristeza.

—...No personalmente, —Norman Gilbit, con su mascara puesta, sacude su cabeza lentamente mientras aprieta los dientes—. Simplemente creí que lo había visto en el ejercito de otro país. Pensé que tal vez fue un soldado en algún lugar antes de venir aquí.

—¿Es así?

Lord Weller deja aparecer una sonrisa sin emociones en su rostro y da una corta respuesta al poder de Dai Shimaron. —He sido un soldado por largo tiempo.

—Cuando lo vi... —estoy apretando los puños tan fuerte que mis uñas se clavan dolorosamente en mis palmas. La piel de mi cuello que me han curado está tirante con las pulsaciones de la sangre en mis venas—. Cuando lo vi, él llamaba a alguien más “Su Majestad” antes que Berard IV.

—Si.

Me quedo mirando perplejo sus largos dedos entrelazados sobre su regazo. Cuando estoy en cuclillas detrás del home base, mi trabajo es leer las mentes de los otros jugadores. Soy un amateur, ni siquiera un catcher decente a medias, así que no puedo leer las mentes de todos mis amigos y enemigos, pero al menos debería ser capaz de leer un poco a la persona más cercana a mi.

Ya no puedo alcanzar a Conrad.

—Terminé llamándolo así. Mi anterior señor siempre me decía que no me dirigiera a él como Su Majestad.

Pensar que ese deseo sería concedido de este modo.

—Y sobre usted... pretendo esforzarme por no llamarle así tampoco.

Murata me está mirando. Probablemente está preocupado de que pierda el control y explote. Wolfram da medio paso hacia mi y apoya su hombro contra mi brazo izquierdo. Es como si el calor de su cuerpo que de repente ha aumentado con sus emociones fluyera directo dentro de mi.

No tienen que preocuparse. No voy a perder el control de mi mismo mientras soy Norman Gilbit.

—Bien, entonces, continuemos con el evento principal.

Berard II no tiene interés en Shin Makoku excepto como enemigo hipotético, así que no le importan nuestras circunstancias y simplemente cambia el tema. Probablemente se cansó de alabar a países que no sean el suyo.

Luego de ser traídos aquí directamente despues del encuentro, el Equipo de Caloria está al borde del mareo por la fatiga y el hambre. Aun así, puede que yo esté mejor que los otros dos. Aunque era pequeño, comí un pescado.

Podría vomitar. O en vez de eso llorar.

—Estoy seguro de que han oído sobre el beneficio que se otorga a los vencedores. Dai Shimaron, en un acto de generosidad y elogiando los buenos esfuerzos, garantizará el deseo del ganador. Sin embargo, son los representantes de Caloria. Tengan en cuenta hacer un pedido relacionado a su región afiliada. ¿Ya han tomado una desicion?

La mayoría de los representantes seguramente decidieron que iban a pedir antes de entrar. Los únicos que pueden decir que participar fue significativo son tres forasteros que no pertenecen al territorio de Shimaron. Wolfram y Josak son terceros hechos y derechos, pero en mi caso es un tanto complicado.

Soy el Maou novato de Shin Makoku, y a veces soy el señor feudal de Caloria. Tengo un deber con el actualmente fallecido Norman Gilbit y al mismo tiempo no puedo elegir algo que tenga consecuencias negativas para los mazokus.

Antes de este torneo, lo decidimos por adelantado. El poder y la visibilidad de Caloria aumentarían y una amenaza para Shin Makoku desaparecería de este mundo.

Era el plan de traer de regreso la peor arma definitiva en toda la historia que Dai Shimaron posee, El Fin del Viento.

Tomo un profundo respiro y digo las esperadas palabras mientras contengo mi mareo. Quiero terminar con esto rápido. Si no hago eso y comienzo a pensar las cosas con cuidado, terminaré diciendo algo estúpido como pedir que liberen a Lord Weller. Mientras que no esté aquí bajo las ordenes de alguien más, mi deseo nunca será concedido.

—Nosotros los representantes de Caloria deseamos El Fin--

—Por cierto, el señor al que serví antes —interrumpe Lord Weller como si quisiera cortar forzosamente mi deseo—, tal vez habiendo rezado a los cielos, fue bendecido con la oportunidad de poner sus manos en un arma poderosa.

—¿Oh? ¿Qué tan poderosa era?

¿De quien está hablando? ¿Qué episodio era ese?

Berard muerde el cebo inmediatamente. La luz regresa a su turbio ojo derecho y su abundante barba se contornea. ¿Así que aunque puso sus manos en El Fin del Viento sigue pensando en juntar armas incluso más poderosas?

El deseo de los humanos es interminable, no hay manera de curar su ansiedad. Incluso si intento pensar una frase filosófica como esa, no cambia que yo mismo soy una gran montaña de deseos. Su Vieja Alteza con el cabello gris y la barba está completamente obsesionado con la historia de Lord Weller.

—Si se la utilizara, tiene el poder suficiente para aniquilar una ciudad entera. Sin embargo, solo una persona es capaz de usarla y si alguien más la sostiene es una simple pieza de metal abominable.

—Es un arma que tiene pocos usos. Dudo que sea útil incluso si la tiene. Aunque, no habría problema si ellos también tuvieran control de la “llave” para manipularla como nosotros.

—Ya veo.

—¿Qué, Yu--... Norman Gilbit? —Wolfram se corrige a si mismo usando el nombre completo de manera poco natural. El problema es que él es demasiado hermoso para jugar el papel de un mercenario mazoku vagabundo contratado por un humano.

—Sé por qué Conrad está aquí.

—No podemos descartar la posibilidad de que le han lavado el cerebro.

—No es eso. Él es la “llave”, así que es alguien que Shimaron necesita.

Berard II siente curiosidad sobre el arma que tiene suficiente poder para destruir una ciudad entera. Dejados fuera de esa conversación, continuamos hablando en voz baja el uno al otro.

—La razón por la cual Dai Shimaron compró el veneno Wincott de Flynn y nos atacó convirtiendo a Günter en Okiku es porque necesitaban la llave. ¿No es así? Si tienen su brazo izquierdo y el veneno Wincott que les permite controlar la gente a voluntad, pueden usar la caja cuando sea que lo necesiten.

—¿Lo cual significa que Conrart está bajo el control del veneno ahora mismo? No, no puedo estar de acuerdo con esa conclusión. En primer lugar, los únicos que pueden controlar a una victima del veneno Wincott son miembros de la familia von Wincott. Mi hermano mayor los investigó a todos, aparentemente sabe donde están todos los miembros con fuertes lazos sanguíneos. Ni uno de ellos está en este continente. Y luego están las victimas del veneno... los afligidos no cuentan con una buena salud. He visto a Günter Nieve con mis propios ojos. Se lo espantosos que son Nieve y Okiku.

—Ah, ya veo.

Recuerdo el estado similar a un cadáver en el que estaba Lord von Christ y un escalofrío recorre mi espina. Nunca vi a Günter Nieve, pero si Wolfram está diciendo todo eso debe haber sido particularmente aterrador. De poder hacerlo, me gustaría evitar ver algo así por el resto de mi vida.

—Él está aquí por propia voluntad. Al menos así es como yo lo veo —dice Murata misteriosamente mientras empuja sus anteojos con su dedo incide. Por supuesto no está usando sus anteojos. Es un habito que su dedo recuerda de años de experiencia—. Así que mientras Lord Weller no acceda por si mismo, no importa lo que nadie diga, el probablemente no volverá.

¿Pero por qué tenias que juntar la llave y la caja en Shimaron, el enemigo de Shin Makoku? ¿No hiciste un juramento? Cuando tenias la misma edad que yo, juraste vivir el resto de tu vida como mazoku.

—...De cualquier modo, voy a recuperar la caja. Si lo hago... entonces Conrad...

—No malentiendas.

—¿Eh?

Wolfram, probablemente teniendo sentimientos similares a los míos de entre todos los presentes, me mira directo a la cara. Lentamente abre los puños, estirando los dedos y cruzando sus brazos con movimientos deliberados. Parado con su espalda levemente arqueada, su pie izquierdo apunta hacia Lord Weller. Me estoy volviendo algo cansador con esto, ¿pero está bien su espalda?

En tanto yo, limpio el sudor de mis palmas en mis muslos y termino solo mirando a mis pies. Bajo mi máscara prestada, no hago nada mas que suspirar penosamente.

—Dije que no malentiendas.

—¿Qué? No estoy malentendiendo...

—¿Entraste al torneo del Mejor del Mundo para hacer volver a Conrart?

—Eso...

—Por supuesto que no me concierne, ¿pero no hiciste una promesa? ¿No prometiste algo a esa mujer descarada, esa gente sucia del puerto y esos niños anti higiénicos que corrían con mocos colgando de la nariz cuando te despedían?

—...Lo hice.

Prometí que lucharía contra Dai Shimaron con honor y como el representante de Caloria.

—¿Está bien echar a perder eso por Conrart que desapareció?

—Pero Wolf...

—Yo siento lo mismo.

Por supuesto que siente lo mismo. Su querido hermano está sirviendo a la persona en el poder de un país enemigo. Probablemente es doloroso que no intenta volver. Si pudiera, siendo el hermano menor probablemente le gustaría usar el poder del ganador para arrastrarlo de vuelta aunque fuera por la fuerza.

—Pero ese no es nuestro derecho. Es el derecho del hombre cuya máscara estás usando.

No, para decirlo con mas precisión, es el derecho de los que viven en Caloria y la aman.

—Si dices que conseguir la caja es por Conrart, entonces eso es un malentendido de tu parte. No olvides quien es el ganador. No olvides quien eres.

Es verdad. Si decido jugar el papel de alguien mas, debo actuarlo perfectamente hasta que se baje el telón. Los laureles que ha ganado Norman Gilbit pertenecen a la gente de Caloria. Si quiero honor, es para su país. Si quiero la caja, tiene que ser para el pueblo.

Para así poder regresar orgulloso con aquellos que me vieron partir en el puerto aquel dia.

—...Sin embargo, el rey al cual juré lealtad no pensó en adquirir ese arma.

La conversación que se vuelve notablemente más fuerte llega a mis oídos al levantar la cabeza. Con sus dedos descansando sobre sus largas piernas cruzadas, Conrad continua como si le contara una historia a un niño.

—Le dio una parte importante que podría ser considerada el detonador a su subordinado y se deshizo de ella.

—¡Que desicion tan tonta! ¡Ese rey y su reino merecen ser maldecidos!

Siendo raro en mi, se forman arrugas entre mis cejas.

Bueno, discúlpame. Yo soy ese tonto rey. Y además, ¿no serás tu maldecido? Siempre se dice que si maldices a alguien estás cavando dos tumbas. Todas las cosas de la cámara del tesoro en este país de este Viejo Alteza deberían volverse objetos malditos.

—No se puede determinar de inmediato si es una sedición sabia o no... Sin embargo, fue una sedición bastante acorde al joven rey. Aun creo que fue la mejor desicion en aquel momento.

El que decidió arbitrariamente no volver con la maken Mörgif en funcionamiento fui yo.

Conrad no hizo ninguna objeción.

—....Hmp....

¿Qué quieres decir con “aun creo”? Te fuiste al otro lado del mar por tu cuenta. Y ahora estás hablando calmadamente con un hombre con que tal ve luchaste en el pasado.

Levanto mi pesado brazo y froto la mascara de Norman Gilbit con mis dedos. No puedo ver como luce cuando la tengo puesta, así que intento sentir con mis dedos, uñas y palmas como es su cara.

—...Oigan, escuchen.

Con el tacto más que con la vista, verifico la cara del difundo señor feudal de Caloria. Y entonces alzo la voz lo mejor que puedo y obtengo de nuevo la atención de Berard II.

—¡Escuchen!

—Ah, ¿ya ha decidido su premio?

—Si, he decidido. Pero no es una cosa. No es algo que puedes sostener en las manos.

—¿Eh? —pregunta Josak, tomado por sorpresa. Él ha pensado todo el tiempo que pediría la caja.

Wolfram mira directo a su hermano y yo fulmino con la mirada a Su Majestad Berard de la forma más intensa posible.

Murata deja escapar un suspiro molesto pero levemente divertido y murmura que pensó que esto terminaría de este modo.

—Yo, Norman Gilbit, deseo la independencia de Caloria y la eterna no-agresión contra ella.


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  1. Esta broma hace referencia a los distintos dialectos dentro de Japón. La gente del area donde vive Yuuri tiene problemas para entender otros dialectos, y por eso compara esta forma de hablar en particular con gente recitando maldiciones.