Maru-MA Volumen 05 Capítulo 6

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

Capítulo 6

Hasta ayer él era Lord von Christ Günter.

Al menos así es como todos lo llamaban.

—¿...Y eso puede... durar... guardado en una bodega?

—Es una posibilidad. Sin embargo, es difícil imaginar que una substancia que ha sido guardada por mas de mil años aun se pueda usar adecuadamente. Si no usaron un increíble método de almacenamiento ... No, incluso si lo hicieron, no se si podría ser usado como un veneno en ese estado.

La “cosa” que hasta ahora era Lord von Christ Günter mira desde arriba a dos personas que parecen ser conocidas. Si recuerda correctamente, esos son Lord von Voltaire Gwendal —el hombre inigualablemente imperturbable— y su amiga de la infancia y profesora de tejido, Lady von Karbelnikoff Anissina —una de las Tres Grandes Brujas, de las Tres grandes Pesadillas, la inquieta entusiasta de los experimentos , la Magicalista Loca, la mujer letal definitiva, la Roja.

Sus creciente numero de títulos dejan ver lo asombrosa que es.

—Si es así, deben haber mezclado uno nuevo usando una receta que fue dejada atrás. De ser ese el caso, solo puedo decir “bravo” incluso si son el enemigo. Solo encontrar los ingredientes debería ser sumamente difícil. Ni un solo testic--

—¡Oye!

—...de mono salado se ha vendido en el mercado por quinientos años. ¿Qué?

Desde su lugar de ventaja, Lord von Christ Günter puede ver claramente que Gwendal está perdiendo la compostura. Incluso Gwendal, que solo hace expresiones frías y hoscas, cambia de acuerdo a con quien está lidiando.

—Deberías tener un poco mas de modestia.

—¿Modestia? Incluso concebir la idea de tal cosa, que no se puede usar en ningún experimento, seria una perdida de tiempo. Hablando de modestia, el conejo de nieve de Günter ya casi se ha derretido del todo. A mi no me importa, ¿pero no sería vergonzoso para ustedes los hombres?

Ahora que lo pienso, ¿desde cuando soy mas alto que Gwendal? ¿Ahora lograré superarlo en el top diez del RP de Su Majestad? La cosa que una vez ha sido Günter ríe disimuladamente para sus adentros y deja ir la vista por la habitación. Si se está derritiendo, entonces háganlo de nue--

—¡Akyaaaa!

Lo ha visto. Descubrió su cuerpo recostado en un ataúd de hielo en el medio de la habitación.

Sobre su entrepierna reposa un conejo de nieve desintegrado que lo observa con mirada odiosa.

—Oh, parece que ha despertado.

—Akya, yo, uhhhh, entonces, ¿morí? ¡¿Mi breve vida se fue con el viento, no es así?! Ah, pero que hermoso rostro tras la muerte... Me hubiera gustado mostrarle esta increíble apariencia a Su Majestad...

—Parece que está teniendo algunos pensamientos complicados y perversos. Es como si la frase “el amor es senil” hubiera sido hecha justo para ti... Gwendal, alcánzame eso.

Las manos de Lord von Voltaire, con callos de sostener la espada, lo toman y lo bajan de su lugar. Pensando que su alma ha sido agarrada con las manos desnudas, la cosa que una vez fue Günter comienza a protestar entre chillidos.

—¡Gwendal! ¡¿Qué tienes contra mi?! ¡Un alma frágil que acaba de morir no será capaz de renacer si se la toca sin cuidado! ¡Oh! ¡Probablemente estás celoso de mi porque pretendo mantenerme unido a Su Majestad en la próxima vida y pretendes impedirlo ahora mismo, ¿verdad?! ¡Ukya! ¡Por favor no me pongas en una mesa tan sucia! ¡No voy a poder parar de estornu-- Achú! ¡Achuú! ¡Aaaaachuú!

—¿...No lo puedes callar?

—No va a parar hasta que muera.

—¡No me voy a callar ni aunque mu-- achuú!

Anissina levanta sus bien delineadas cejas y rebusca en un cajón, sacando una pieza de etiqueta adhesiva. Le quita el papel del dorso a una larga y fina pieza y la pega en la cara de la cosa que una vez fue Günter.

—Escucha con cuidado a menos que quieras que te pegue esto.

No digas eso después de haberlo hecho.

—Desafortunadamente, no estás muerto. Esto es solo una simple experiencia extra corporal. Incluso tu cuerpo que aun está en animación suspendida continua sus funciones biológicas así que he protegido tu cuerpo astral para que no se escape.

—¡¿Mmmmmfh?!

—Tenia un envase adecuado para contener tu cuerpo astral, así que ahora estás dentro de ese envase.

—¡Mmmfh!

Cuando escucha la palabra envase, imagina su cerebro colocado cual encurtido en un envase de vidrio del tamaño de un florero... Es simplemente demasiado desagradable. Aunque tenga un color rosado bonito, un cerebro flotando en un envase es demasiado desagradable.

¡Oh, pero que terrible suerte! El cabello gris que Su Majestad adoraba y sus ojos violeta han sido reducidos a una masa de células cerebrales color durazno. Aunque el valor de un mazoku no se define por su aspecto exterior, Su Majestad, ese chico tímido que ha tardado en desarrollarse, incluso llegó a decir: “Me gustaría observar directo a esos ojos amatista para siempre” y parecía tenerles mucho afecto (extracto de una entrada hecha en el segundo mes, cuarto día de otoño, en el “Diario de los Sentimientos Oscilantes de Otoño”)... El diario en su mente va a máxima potencia.

—No te hemos encurtido. Seria poco apetitoso solo de verlo.

Gwendal hace una mueca al escuchar sus palabras parado junto a ella. Presumiblemente, ha imaginado un profesor encurtido. Para aclarar este terrible malentendido de una vez por todas, Gwendal sostiene un espejo frente a la cara del envase que contiene la cosa que una vez fue Günter.

—Este eses tú.

—Hhg...


Novel0505.jpg


En el brillante y pulido espejo, Günter ve piel blanca como la nieve, labios rojo escarlata similares a un capullo antes de florecer, y brillante y largo cabello negro. El envase es una muñeca extrajera en un kimono.

Es del tamaño de un antebrazo y un tercio de esa altura es la cabeza de la muñeca. Su flequillo termina justo por encima de las cejas en una linea recta. El cabello, las curvadas cejas y los ojos sonrientes en forma de luna creciente, son todos de un aristocrático y elegante negro. Anissina arranca brutalmente la cinta de la boca de la muñeca.

—¿Qué te parece? Okiku Günter, Versión Novia del Maou.

—¿Has dicho Novia del Maou?

Que palabras tan apasionadas que conmueven el corazón.

—Correcto. Okiku Günter. Y durmiendo por allí está Günter Nieve. Incluso Lord von Voltaire, que adora los animales pequeños y las cosas bonitas, ha dicho que Okiku Günter es perfecta para Su Majestad.

—¿De verdad?

—...Uh.

La muñeca gira la cabeza ciento ochenta grados y coloca sus ojos sonrientes sobre Gwendal. En ese momento, la espalda del hombre se sacude como si sintiera frió. Debe de ser muy lindo.

—¡Pero que gloriosa obra maestra! —proclama Anissina—. He construido la muñeca de manera que el mecanismo dentro fuera capaz de lograr movimientos imposibles y elegantes, además de varias otras cosas. Su mandíbula castañea cuando habla y su cabello crece con el tiempo aunque se la deje sola[1]. ¡Incluso puede disparar Rayos Asesinos por los ojos!

¿Elegante?

—¡Aun mejor, esta muñeca ha dominado el arte de la levitación tan codiciada a través del tiempo por la gente de clase humana!

—¡¿Puedo volar?! ¡Pero que fantástico! ¡Voy a intentarlo ahora mismo!

Okiku Günter se estira sobre la mesa de trabajo con todas sus fuerzas... y flota.

Se mueve tan lento como un bebé a una altura de un dedo, mientras genera ruidos horripilantes como si una mosca gigante rondara la habitación. Ciertamente la levitación es un éxito, aunque no es realmente volar.

—¿No es esto maravilloso? ¡Solo por hoy su precio es de 98 piezas de oro y viene con una magnifica caja como regalo!

—...Entonces no hay dos por uno —tararea Gwendal.

—De verdad, los hombres son tan codiciosos.

Mientras observa al par que se llevan bastante bien a su manera, la persona de la que hablan comienza a enojarse.

A pesar de todo, Günter tuvo suerte. Cuando uno cae victima de este veneno, la mayoría no mueren con dignidad. Incluso peor, era una costumbre quemar el cuerpo, dividir las cenizas y enterrarlas por separado. Así de horrible es este veneno.

—Solo por si acaso, se le ha asignado un guardia a todos los miembros de la familia Wincott, pero... no sabemos donde están todas las personas que tienen sangre Wincott. Si un joven estudiante Wincott hubiera dejado el país para estudiar y hubiera revelado su identidad sin cuidado, inmediatamente hubieran tomado ventaja de él —explica Anissina.

—¿Q-qué intentas decir? ¿Mi vida fue blanco de una de las diez familias nobles? ¿La punta de la flecha que me golpeó estaba bañada en este... este abominable veneno Wincott? ¿El veneno que te deja ser controlado por la voluntad de tu oponente incluso tras la muerte? ¿El veneno que incluso consume hasta los huesos?

—Así es. A juzgar por tus síntomas, es obvio. La punta de la flecha estaba cubierta con este absurdo veneno que permite a aquellos con sangre Wincott controlar a la victima. En el pasado, ¿tienes idea de cuanta diversión tuvo la sociedad con es-- cuan afligidos se sentían por las victimas de ese veneno y los criminales que se deleitaban en el acto?

Como un zombie que bebe mucho en un bar y se encierra en el baño para luego proceder a vomitar todos sus órganos internos. O como un zombie que escapa de perros salvajes hambrientos y le faltan grandes trozos de su cuerpo. Todos los miembros imprudentes de la familia usarían el veneno específicamente para asustar a otros.

La boca de la muñeca se abre con un claqueteo.

—¿P-pero por qué,clac, alguien querría,clac, controlarme? ...Habiendo,clac, dicho eso, estoy contento de que,clac clac, fui capaz de proteger,clac, a Su Majestad. Si algo, clac clac, le hubiera pasado... clac ¡¿Uh?! ¡Clac! ¡Su Majestad! ¡¿Dónde,clac, está Su Majestad,clac?!

Okiku Günter no tiene manera de saber que Yuuri se está haciendo pasar por un descendiente de los Wincott.





Lord von Bielefeld solo se encuentra parado en silencio frente a la montaña de barro.

Incluso los movimientos de los soldados, que se han pasado la noche entera trabajando para la operación de búsqueda, se han vuelto lentos por el cansancio.

No han sido capaces de recuperar el mas mínimo objeto que pudiera ser relacionado a las personas perdidas, no del lugar tras la iglesia, ni tampoco del terreno en la pendiente que fue afectado por la avalancha. Aun solo se cuenta con el presunto brazo izquierdo de Lord Weller que fue encontrado al principio. No han avanzado ni un solo paso.

—...Al menos debería estar ese maseki.

Si fueron atrapados por la avalancha a causa de la lluvia que debilito la tierra, sus cuerpos ya deberían haber salido a la superficie luego de tanto excavar.

Incluso si la explosión los voló en pedazos, al menos el maseki azul debería estar aquí. En cuanto al segundo hermano, debieran haber partes de su espada, el broche de su solapa, sus botas o algo similar, esas cosas definitivamente estarían presentes incluso luego de quemarse.

Si aun no se ha encontrado nada luego de levantar cada piedra y haberla dado vuelta dos veces, uno podría asumir que las posibilidades de que ambos sobrevivieran son altas.

—¡Escuchen! —ante el llamado de Wolfram, los soldados levantan las cabezas lentamente—. Cuando lleguen los refuerzos, hagan que tomen su lugar. Descansen hasta entonces.

—Pero Su Excelencia... ¿no debemos trabajar lo más rápido posible...?

—No. No parece que vaya a llover por un tiempo. El trabajo no se verá afectado si descansan hasta el medio dia. Morgan, ¿ha habido noticias del castillo?

—No, no desde que fuimos notificados de que Su Excelencia Günter recobró la consciencia. Había algo... sobre un Günter Nieve y un Okiku Günter.

—¿...Él... el mudo de piel o algo?

De ser así, seria el histórico nacimiento de una nueva especie.

—Como sea. Dejo este lugar a tu cargo. Volveré al castillo a ordenar la información.

—Si, señor. Pero, um, ¿Su Excelencia?

—¿Qué pasa?

El soldado no puede esconder su preocupación por Wolfram, que se encuentra subiendo a su caballo rápidamente.

—Por favor lleve un escolta con usted para su seguridad en vez de ir solo. Puede que aun queden algunos de ellos en los alrededores.

—¿Así que crees que si me paseo sin cuidado por el lugar, solo y con cara de tonto, puede que sea atacado?

—Existe la posibilidad.

—Aun mas razón para montar solo. Es la manera mas rápida de descubrir de que país es el enemigo y a donde debemos apuntar.

Mientras Wolfram se aleja con una apariencia masculina que no cuadra con un príncipe mimado, algunos de los hombres lo alientan

Esos son los que han apostado por Wolfram en el RP de Su Majestad.




Aunque los jinetes entran y salen mas de lo usual, un aura de paz envuelve el Castillo Pacto de Sangre.

No pude permitirse que la gente descubra que hubo un intento de asesinado del rey, y que aun es desconocido si está vivo o muerto. Es fácil que el malestar se contagie entre los ciudadanos en este área bajo el control directo del rey, donde la ciudad reposa a los pies del castillo. No existe tal cosa como ser demasiado cauteloso.

Luego de cabalgar muy lentamente por la ciudad, Wolfram se pone impaciente y acelera el trote cerca del castillo. Pasa la puerta principal y voltea su caballo hacia la ladera de las montañas del norte. La primavera está en camino y un delicado verde comienza a enmarcar la ruta.

Wolfram reconforta constantemente a su caballo que ha comenzado a agachar la cabeza, pero a mitad del camino debe comenzar a caminar. En silencio, Lord von Bielefeld encara hacia la pendiente por la cual es mas fácil caminar.

El fuego arde día y noche en el Templo de Shinou, y sin permiso de las sacerdotisas, se le prohíbe la entrada a todo hombre. Incluso hay una soldado femenina parada con la espalada recta haciendo guardia en la entrada, que es alrededor de seis veces mas alta que ella.

—¡Lord von Bielefeld Wolfram! ¿Que asunto lo trae--? ¡¿Su Excelencia?!

—Tengo una pregunta para las sacerdotisas. Voy a entrar.

—¡Por favor espere, Su Excelencia! No importa que tan alto rango tenga, no puede ingresar sin una invitación de Shinou y sus sacerdotisas.

—Esto es una emergencia.

—¡Su Excelencia!

Haciendo a un lado a la guardia, fuerza su entrada en el edificio. Sus rápidos pasos resuenan en el alto techo y su cabello rubio se ondea en el reflejo sobre en el pulido piso negro. Ya ha visitado este lugar un par de veces antes siguiendo los procedimientos necesarios, pero esta es la primera vez que entra solo y como si fuera dueño del lugar.

Hay chicas jóvenes a lo largo del ancho pasillo, observan al intruso de lejos y susurran entre ellas. La mayoría aun están en entrenamiento para convertirse en sacerdotisas y usan el cabello a la acostumbrada altura de las caderas.

—¡Su Excelencia! ¡Su Excelencia Wolfram!

Cuando voltea al ser llamado por su nombre, ve una mujer joven que lo persigue con sus pálidas mejillas ligeramente sonrosadas, cargando una canasta de fruta. Es la hija adoptiva de Lord von Christ Günter y la medica miliar, primera al mando, del país. A diferencia de como luce usualmente, lleva el cabello atado y no viste su uniforme militar pasado de moda. Sus ojos verdes se oscurecen de preocupación y gentilmente reprende a su conocido de la infancia.

—¿Pasó algo? No se permite a los hombres entrar al templo sin permiso y escolta.

—Estoy apurado. ¿Pero y tú, Gisela? A juzgar por tu ropa, no estás de guardia.

—Ah, si. Tengo que ofrecer una plegaria de gratitud por salvar la vida de mi padre y pensé que también podría rezar por la seguridad de Su Majestad y Conrad... Digo, Su Excelencia Conrart.

—Ya veo. Ah, he escuchado que Günter cambio de piel. Felicidades.

—¿C-cambió de piel? No creo que lo haya hecho. Pero gracias de todos modos. Actualmente está en entrenamiento para acohombrarse a su nueva forma.

—¿En que se convirtió luego de mudar la piel? ¿Una mariposa? ¿Un cangrejo? ¿Alguna clase de reptil?

Gisela imagina la nueva cara de su padre adoptivo y decide que es algo aun mas extraño.

—Tiene forma humana... pero Su Excelencia, ¿no está siendo un poco prejuicioso con mi padre adoptivo? Normalmente la gente no pensaría que alguien pudiera cambiar de piel, ¿no es así?

—¿Está bien que no estés con él cuidándolo siendo su hija?

—Lady Anissina me echó. Parece que ha conseguido un buen material de investigación.

Aunque una señorita camina junto a él, Wolfram no afloja el paso. Es por razones como esta que nunca ha terminado siendo el objeto del afecto romántico de nadie. Gisela no busca ser tratada como una mujer, así que al final de cuentas ambos terminan caminando hombro a hombro a paso rápido militar.

Cuanto mas se adentran en el templo, mas alto es el rango de las sacerdotisas que se cruzan. Hay varias chicas jóvenes a los lados de los pasillos y tras los portales, con la cabeza gacha algo tristes. Normalmente estarían en la edad de corretear gritando y divirtiéndose. Es raro verlas a todas con el espíritu abatido a la vez.

—...Parece que les ha afectado mucho haberle perdido el rastro a Su Majestad... Si, eso es obvio, pero... No puedo creer que estén así luego de haber visto como son normalmente —dice Gisela.

—Eso les pasa porque simplemente son insolentes.

Eres el último que podría decir eso.

Justo antes de la entrada al santuario interior, una soldado femenina le niega la entrada de nuevo. Tras esta puerta vive Ulrike, la mas antigua, suma sacerdotisa, receptora y mensajera de la venerable palabra de Shinou.

—La Sacerdotisa Oráculo no recibe a nadie.

—¡Dije que es una emergencia!

La expresión de la guardia no cambia. Tal vez es por ser devota a su trabajo que no se echa un centímetro atrás, incluso al tener que hacer frente a Lord von Bielefeld, a pesar del hecho de que particularmente no posee una gran contextura física.

—¡¿Qué haces encerrándote en tu habitación porque has metido la pata con el viaje de regreso de Yuuri?! ¡Oye, Sacerdotisa Oráculo, abre la puerta!

—Wolfram--... Su Excelencia, eso es un tanto grosero —comenta Gisela.

—¿Quieres dinero? ¡¿No puedo verte a menos que haga una donación?! Si es así, traje bastante. ¡Dime el precio!

—¡Su Excelencia! ¡Eso es un vergonzoso sacrilegio contra la sacerdotisa! Lady Ulrike, si no le responde rápido, puede que rompa la puerta~. En cierta manera, es el prometido de Su Majestad, así que puede que sea consumido por la ira y explote.

—¿En cierta manera? ¡¿Qué quieres decir con “en cierta manera”?!

—¡Shh! Está bien, siga gritando, Su Excelencia.

Esa era su intención de todos modos, así que Wolfram libera sus sentimientos reprimidos en una poderosa explosión. Sus amenazas durante esta explosionó son tan increíblemente intimidantes que incluso la guardia mira hacia el piso.

—¿Así que será de este modo, Sacerdotisa Oráculo? ¡¿Aun no vas a hacerte responsable?! ¡Entonces voy a tirar abajo esta puerta aquí y ahora! ¡Pero quien sabe que podría pasar si uso majutsu en el templo de Shinou!

Cuando el abuso verbal se detiene un momento, Gisela hace a un lado a Wolfram, que respira tan agitadamente que sus hombros se mueven a cada respiro, y la llama con voz amable.

—Lady Ulrike, si me lo deja a mi, contendré la ira de Su Excelencia Wolfram. Así que por favor abra la puerta y escuche lo que tiene que decir. De otro modo, este hombre iracundo no estará satisfecho. Tomaré completa responsabilidad sobre su protección. No dejaré que le ponga un solo dedo encima.

Las puertas dobles de piedra se abren un poco y a través de rendija se puede ver cabello plateado. Es Ulrike.

—¿...De verdad?

—Si, por supuesto —Gisela se inclina lentamente hacia la sacerdotisa—. Después de todo, es la primera vez que usted, Lady Ulrike, ha fallado en realizar un viaje de regreso, ¿no es así?

—¡No fallé!

—Oh no, por supuesto que no. Está claro que no ha fallado. Esto es todo a causa de que un desconocido interfiriera.

—...Es verdad. Un desconocido interfirió. Hicimos lo mejor que pudimos para enviar a Su Majestad al otro mundo, pero fuimos atacadas por un poder maligno que contrarrestó nuestro majutsu.

La sacerdotisa se mueve de la puerta para que Wolfram y Gisela puedan empujar y abrirla. Su brillante cabello plateado llega hasta el piso pulido y se esparce sobre él. La sacerdotisa de Shinou se sienta con un suspiro. Ver a Ulrike pisar fondo no es algo de todos los días.

—Esta vez nosotras no llamamos a Su Majestad.

—También me había enterado de eso —dice Wolfram.

—Aun así, sucedió que el alma de Su Majestad fue traída a nuestro mundo gracias al poder de una entidad desconocida. Por si fuera poco, no fuimos capaces de enviarlo de vuelta a salvo y ahora le hemos perdido el rastro por completo... Siendo la Sacerdotisa Oráculo, nunca he sufrido tal deshonor... tal desgracia desde mi nacimiento hace ochocientos años.

Incluso entre los mas longevos mazokus, alguien que viva tanto es raro. Es como si viera el mundo desde el lugar de un árbol antiguo o una formación geológica de alguna clase. Un escarabajo kabuto que hubiera comprado de chica ahora ya estaría fosilizado.

—Tienes una excelente piel con ochocientos años —observa Wolfram.

—Pero Lady Ulrike, ¿cómo es que las sacerdotisas sabían que Su Majestad estaba en camino hacia aquí?

Por un momento se recompone su confianza y sonríe arrogante, pero inmediatamente recuerda la situación actual y su mirada cae al piso de nuevo.

—Con el poder del todopoderoso Shinou somos capaces de determinar la ubicación de las almas de los Maou del pasado. No se supone que las personas ordinarias deban ver esto, pero...

Wolfram está ofendido de ser considerado una “persona ordinaria”, pero no conseguiría nada empezando un argumento en este momento. Ulrike se acerca a la pared con pasos cortos y abre la cortina alta hasta el techo con un diestro movimiento.

Una esfera blanquecina reposa sobre un pedestal de obsidiana. Es turbia y nubosa como el interior de un huevo. Tan grande como para ser levantada con ambas manos, pero tocarla parece fuera de discusión ya que luce como si fuera a desaparecer.

—Miren, ¿ven la estrella dorada aquí? —pregunta la sacerdotisa.

Como un verdadero mapa del cielo, un numero de estrellas titilan dentro de la esfera. Cuatro de ellas están cerca, mientras que el resto están desperdigado a lo lejos. La estrella dorada que la sacerdotisa apunta brilla en un lugar apartado del resto, pero es la mas brillante de todas.

—Esta es tu madre y el alma del anterior Maou, Lady von Spitzberg Cäcilie.

...Se ve llena de vida.

—No ha pasado mucho tiempo desde que se retiró, así que probablemente aun posee algo del poder de un Maou —dice Gisela.

—No creo que esa sea la única razón...

A continuación, Ulrike apunta a la mas débil de las cuatro que están juntas, un punto dorado borroso.

—Y esta luz parpadeante es la prueba de que el poder del anterior, del anterior... del anterior rey, está casi por desaparecer. Este área es la región Radford. Dentro de poco, Su Majestad Bertrand perderá su inmenso poder como Maou por completo y llevará una vida tranquila ahora jubilado.

—¡¿Puedes saber donde están?! —exclama Gisela.

—Dentro de la frontera del reino, si. En territorio humano, desafortunadamente ni siquiera yo puedo determina su ubicación. Vean, por ejemplo, esta luz dorada de Lady Cherie. Aunque puedo decir sin ninguna duda que se encuentra saludable, no se dónde se encuentra en este momento siendo que está demasiado lejos del reino. Esa lady se la pasa viajando emocionada-- ¡oh!

Durante un segundo, una nueva estrella aparece justo a la dorada. Tiene un fuerte brillo azul blanquecino, pero su forma es mas oblonga que las otras.

—¿Qué fue eso? —pregunta Wolfram.

—...No lo se. Fue anormalmente poderosa e inestable... y atroz. Era errática... tal vez--

—¡Es Yuuri!

Wolfram recuerda haber sentido el maryoku de Yuuri cerca de aquel campo de concentración. Era atroz y desagradable, y ondulaba con extrema irregularidad.

Era muy similar.

—Es verdad que la estrella de Su Majestad siempre parpadea incesantemente, pero esto es un tanto anormal. ¡Oh, miren! ¡Ahí está de nuevo!

—Anormal o normal, ese es Yuuri. ¡Gracias a dios, esta vivo! ¡¿Está vivo, verdad?! —Wolfram presiona la palma de su mano contra su frente para aliviar el dolor punzante que se esparce por sus sienes. Contiene las lagrimas—. ¿Pero dónde está? ¿Sabes la ubicación?

—Si confió en tus palabras, entonces Su Majestad de verdad está en este mundo. Ah, pero ese no es nuestro territorio mazoku, así que no puedo saber donde se encuentra.

—¿Pero qué te pasa[2]? ¡¿Tienes ochocientos años y ni siquiera puedes hacer eso?!

La chica muerde su labio con fuerza.

Esto es malo.

—¡...No tengo porque escuchar eso de alguien de ochenta años!

Presintiendo que Ulrike está a punto de romper en lágrimas en cualquier momento, Gisela cambia inmediatamente su actitud y comienza a sermonearlo como una estudiante de honor.

—Su Excelencia, eso no fue para nada maduro. ¿Cómo puede actuar así contra una chica tan joven?

—¿Joven? ¡Tiene ochocientos años!

El chico lindo de ochenta y dos parece haber sido tomado por sorpresa.

—¡Las chica siguen siendo chicas a cualquier edad! ¿Verdad, Lady Ulrike? De verdad, es siempre lo mismo con ustedes los hombres.

Ella suena un poco como Anissina.

Los hombros de Wolfram caen abatidos al ver la cara de la sacerdotisa que asiente al borde las lágrimas en lo brazos de la medica militar. Es una rotunda derrota. Pensar que yo, a quién incluso han apodado Principito Caprichoso, sería derrotado en un intercambio de idas y venidas como en el juego “tú la llevas”.

En resumen, ¿son las coas así? La Sacerdotisa Oráculo de Shinou, Ulrike, no es una chica joven con un alma vieja que no encaja con su apariencia, sino una mujer vieja cuya mente y apariencia son la de una chica joven? Esta mentira es algo ridícula.

—Bueno, como sea. Al menos sabemos que está vivo. Voy a descubrir donde está por mi cuenta de alguna manera. Oh, se encendió de nuevo.

Justo al lado de la ex Majestad Cäcilie aparece una estrella oblonga de nuevo. Antes que decir que es alargada, luce mas como un cometa que arrastra una cola. Comparada con la luz dorada de Lady Cherie, realmente es titilante e inestable.

—El maryoku de mi madre es más estable-- un momento, si esas dos estrellas están tan cerca, eso significa....

—¡Puedes pensar eso, pero no significa que estén juntas! ¡Puede que parezcan cercanas aquí, pero podrían haber ciudades enteras entre una y la otra!

La sacerdotisa de Shinou ha hecho de Wolfram su enemigo, así que solo pone excusas en voz temblorosa casi en lágrimas, pero a Wolfram eso ya no le importa.

—Mientras que solo estén una o dos ciudades lejos del otro, no es un problema. Es suficiente si podemos determinar una ubicación aproximada e investigar a fondo ese área. A juzgar por la ubicación de las estrellas, Yuuri debe estar cerca de su ex Majestad. Si el rango es pequeño, puede que estén en el mismo país, y si es más grande, en el mismo continente. En este momento, mi madre está en...

Lady Cherie no hace distinciones entre mazokus y humanos mientras va de viaje en busca del amor libre. A quien ha incorporado a su circulo de favoritos hace unos seis meses es un hombre adinerado de un gran país. Él es increíblemente mas joven que ella.

—¡Shimaron! Ella le permitió que le regalase castillos y naves que estaban todos registrados en Shimaron.

—Entonce las probabilidades de que Su Majestad también esté en esa región son... Con él fuera de nuestro alcance, estas no son noticias que celebrar.

La voz de Gisela es intensa. Su opinión tiene la frase “de todos los lugares...” implícita en ella.

De todas las tierras humanas antagonistas a los mazoku, Shimaron es la mas poderosa. El país principal se compone de Dai Shimaron y Shou Shimaron, pero su poder no termina allí. En las ultimas décadas, Shimaron ganó el control de casi todas las naciones del continente a través de guerras y ha expandido su territorio a una velocidad impactante. Ahora incluso se han extendido a las islas de sus alrededores, y Shimaron gobierna casi un cuarto del mundo. Si tan solo comparas recursos, Shin Makoku no tiene ni un tercio de lo que Shimaron.

Y de acuerdo a la información mas reciente, Shimaron también tomó posesión de una “caja” que no debería ser tocada. Con la ayuda de este arma, su poder de combate crecería inmensurablemente. Su objetivo por supuesto que son los mazoku. No hacen reparos en atacar otras razas. Sin embargo, si Shimaron llegara a usar la “caja”, el futuro del mundo entero seria incierto.

—De todos los lugares, tenía que ser Shimaron.

—Es mejor que no saber nada —dice Lord von Bielefeld, girando sobre sus talones y zapateando al alejarse por donde vino. Gisela, que ha estado reconfortando a Ulrike, corre tras él.

—¿Qué planeas hacer?

—Volveré a reportarme con Lord von Voltaire.

—¿Y luego?

—Esperaré mas órdenes.

—¿Órdenes?

—Por supuesto. Siendo que Yuuri no está aquí, el comando recae sobre mi hermano mayor. Y tu padre adoptivo ha mudado de piel hace poco, así que no podemos contar con él.

—No ha mudado su piel.

Con tal de aligerar el ambiente aunque sea un poco, Gisela cambia el tema en torno a la condición de Günter y habla de los rayos de luz que salen de sus ojos y la habilidad de levitación, pero el tercer hijo no tiene humor para reír y solo da respuestas despectivas.

Cuando vuelven a donde ató su caballo, Wolfram finalmente habla.

—Estaba pensando en la estrella de Yuuri.

—Su forma era algo alargada.

—Si. La cola de una estrella fugaz... era muy diferente comparada a las otras. Y el rango de su luz también era mas grade.

—¿Tal vez no está solo? ¿Tal vez Su Excelencia Conrart está con él? —Gisela duda luego de decir eso—. Bueno... he escuchado que su cuerpo nunca fue encontrado. Tal vez estén juntos después de todo, incluso si ha perdido su brazo... él tiene un fuerte sentido del deber después de todo.

—Podría descansar tranquilo si así fuera. Sin embargo, estaría preocupado por otra razón. Pero pensando de forma realista, ese no es el caso. Lord Weller no tiene nada de maryoku, así que su ubicación no puede ser determinada como la de Yuuri o mi madre. Las pocas personas que se mostraban como estrellas son aquellas que poseen un gran poder.

—...Ya veo ...Me pregunto que le ha pasado a Su Excelencia.

Al escuchar ese susurro que casi es un suspiro, Wolfram experimenta una epifanía.

Gisela está locamente enamorada de Lord Weller. Conrart es popular con las mujeres en todos lados, así que no seria raro que una mujer cercana a él sufra de amor no correspondido. Quizás sus preocupaciones son lo que han llevado a Gisela a visitar el templo de Shinou con una ofrenda.

El entendimiento de las cuestiones del corazón del chico lindo es bastante pobre después de todo.



Página principal Anterior Siguiente

Referencias

  1. Las muñecas okiku son típicos juguetes japoneses antiguos, aunque al dia de hoy su diseño sigue siendo popular y se ha readaptado a una variedad de cosas. Existe una leyenda de terror clásica habla sobre la muñeca a la que le crece el pelo como si fuera una niña de verdad.
  2. En japonés Wolfram usa “kisama” para decir “tu”, esta palabra es extremadamente maleducada, un insulto bastante grave. No quise inventarme un término en español para esta escena, pero piensen en algo bien feo que le puedan decir alguien, y eso es lo que hizo Wolfram. Gwendal usa mucho este término, he llegado a traducirlo como “hijo de...” en una ocasión, pero dependiendo del contexto su significado puede variar.