Fate/Apocrypha:Volumen2 Prologo

From Baka-Tsuki
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Hubo una vez un héroe. Un gran héroe que mato a un dragón.

Un príncipe de los Piases Bajos, él era valiente y noble, y todos elogiaban su majestuosa apariencia y exaltaban su gloria.

Todos los hombres se apresuraban a convertirse en sus subordinados y todas las mujeres forzaban su afecto hacia su persona.

Este héroe también vivió para cumplir sus expectativas.

Con raras ocasiones para descansar lo único que buscaba era la batalla. No, no era que él buscase las batallas, si no que las batallas nunca dejaban que él y su gran poder pudiesen escapar.

Su famosa espada Balmung, la cual había recibido de la tribu de la niebla, los Nibelungos. Su cuerpo de acero el cual fue bañado en la sangre del dragón maligno Fafnir, a quien había asesinado.

Una espada invencible y un cuerpo invencible. Era lógico que le esperasen múltiples batallas. Intocable hasta su muerte, su vida simplemente fue deslumbrante.

Pero él fue un héroe – tal vez demasiado. Cuando alguien le realizaba una petición el respondía. Cuando alguien se arrodillaba ante él rogando por su ayuda, él sujetaba firmemente la mano que se le tendía. Cuando se le pedía asesinar un dragón, lo asesinaba. Cuando se le pedía ayuda para dormir con una bella doncella sin par a la que nadie podía satisfacer, se quebraba la cabeza para encontrar una forma para hacerlo. Sus acciones no eran ni buenas ni malas. Su forma de vida era como la de una maquina concede deseos. Pensaba que así estaba bien. Después de todo, lo bueno y lo malo dependían solo de la posición en la que te encontraras.

Cuando los oficiales que tomaban ventaja de su posición se quejaban de que sus familias habían sido asesinadas, él tomaba venganza por ellos.

Dado que la gente que sufría en la pobreza simplemente no deseaba nada, los había abandonado.

Porque si no lo hacía así simplemente nunca habría fin. Era simplemente imposible llevar el peso de todo el mundo en los brazos de una sola persona. Así que decidió solo responder a las peticiones que se le hacían.

No actuaba de acuerdo a su propia voluntad. No luchaba porque le gustara. Mientras realizaba tales cosas, el héroe se dio cuenta repentinamente. No sabía en lo más mínimo lo que deseaba. No tenía ni deseos ni sueños. Ni siquiera podía imaginar el futuro. Aun cuando existían aquellos que llamaban a un héroe un ser ideal, el héroe en cuestión había perdido de vista su propio ideal.

—Que fraude. Los engranajes no encajaban en lo absoluto. Si respondía ante todas las peticiones era natural el que terminara sin saber lo que él mismo deseaba.

Había perdido de vista su camino y vagaba sin una meta, pero aun así—creía que había algo al final del camino. Creía que habría algo al final de esta manera de vivir. El héroe solo podía continuar peleando.

Nunca fue derrotado. Tal cosa era imposible. Mientras los demás requirieran de su victoria, él la obtendría sin importar que tanto sufrimiento o desesperación tuviese que superar.

Victoria, victoria, solo conocía la victoria. “Por favor mata a ese monstruo”, “Por favor salva nuestro pueblo”, “Por favor derrota a nuestros enemigos”, “Por favor consígueme esa montaña”, “Por favor consígueme a esa bella doncella”, “Por favor consígueme ese país” — el número de deseos era igual al número de personas y la cantidad de aquellos que concedía era igual a la cantidad de aquellos que le solicitaban algo.

Él ya era nada más que un mero [Sistema] — un [Santo Grial] que llevaba el nombre de ‘héroe’.

Aun así, no había ningún problema, pensó el héroe. Después de todo, el que le agradecieran no se sentía nada mal.

Era natural que su corazón se conmoviera cuando la gente le pedía ayuda con una expresión desesperada.

Así que continuo sin rendirse—y al final incluso fue capaz de asesinar al dragón. Pero había un agujero en algún lugar de su corazón. No había nada al fondo de ese agujero, solamente un espacio vacío y negro dentro de él.

Aun cuando amaba a los humanos.

Aun cuando amaba al mundo.

Nunca logro llenar ese vacío sin importar lo que hiciera.

El nombre de ese héroe fue—

FIN DEL PROLOGO


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