Black Bullet:Volumen5 Prólogo

From Baka-Tsuki
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Prólogo - Fomentando Pesadilla[edit]

La hermosa voz de la soprano estaba exhibiendo todo su potencial variando entre notas altas y bajas que impregnaban con suavidad el vasto teatro.

Kenji Houbara estaba sentado en el auditorio a oscuras conteniendo la respiración, mientras miraba la escena con atención.

Vestidos con trajes escoceses del siglo XVII, los actores cantaban las letras en prosa mientras caminaban de ida y vuelta sobre el escenario.

La pantalla electrónica a un lado del escenario se iluminó repentinamente para mostrar acerca de lo que estaban cantando. El ambiente tenso en el escenario se transmitía directamente a la audiencia, casi como si pudieran vivirlo.

Kenji estaba viendo la ópera llamada «Lucia di Lammermoor», escrita por Donizetti.

Lucía Ashton y Edgardo de Ravenswood estaban enamorados, y trataban de actuar como un puente entre dos familias enfrentadas. Sin embargo, el hermano mayor de Lucía odiaba a la familia Ravenswood e inventó una carta de ruptura, terminando así con su relación y obligando a su hermana a ser utilizada como un acuerdo político con un rico noble.

Sin embargo, al enterarse de que Lucía estaba repentinamente a punto de casarse con alguien, Edgardo apareció en la boda con un loco ataque de furia.

El daño psicológico condujo a Lucía a la locura.

Después de apuñalar a su novio hasta la muerte, Lucía eligió morir al final. Al darse cuenta de la verdad, Edgardo la siguió hasta la muerte suicidándose.

Cuando se hablaba de óperas clásicas, Kenji recomendaría a Mozart sin dudarlo, pero Donizetti… o más bien Lucía de Lammermoor, era la única excepción.

A pesar de que había visto la obra en innumerables ocasiones y que la trama ya estaba grabada en su cerebro, Kenji todavía venía a la casa de la ópera a ver esta obra.

Pensándolo mejor, Kenji había notado que la mayoría de las óperas clásicas que trascendían a través de las épocas terminaban en tragedia.

Lo que parecía un amor irrompible en la superficie, podía caer al rumbo de la destrucción con sólo la más mínima duda o sospecha.

Kenji sabía que era algo de mala educación, pero aun así miró alrededor a la audiencia sentada al lado y detrás de él, sintiéndose muy triste por dentro.

Los mil ochocientos asientos del nuevo teatro nacional sólo estaban llenos en menos de un treinta por ciento, aunque viéndolo de una manera diferente, esto era muy razonable. Con tantas personas con talento perdidas en la Guerra Gastrea de hace diez años, este fenómeno no se limitaba sólo a la industria de la actuación.

De repente, sintiendo que alguien tomaba asiento junto a él en silencio , notó una fragancia dulce que entraba por su nariz.

En silencio, Kenji se sorprendió. La chica era probablemente una estudiante de secundaria. Su rostro estaba oculto bajo un sombrero de paja, y su pequeño pecho estaba cubierto con un vestido de una sola pieza tan blanco como la seda. Lo más sorprendente de todo era el oso de peluche rosado que sostenía en la mano.

¿Por qué eligió uno al lado suyo habiendo tantos asientos vacíos?

En ese momento, el sonido de la orquesta entró a sus oídos como una serie notas graves parecidas a golpes contundentes. Acompañando el inquietante comienzo del aria[1] de la "Escena de Locura" de Lucía.

Para el momento en el que Kenji lo notó, ya era el tercer acto de la obra.

Después de haber apuñalado al novio hasta la muerte en un frenesí, perpleja y cubierta de sangre, Lucia salió desde el lado derecho del escenario para la escena del banquete de bodas, y comenzó a cantar un aria terrorífica llena de locura con la daga manchada de sangre todavía en su mano.

Kenji sintió de pronto un impacto en su pecho, mientras un intenso dolor recorría su cuerpo.

Tan pronto como sintió que algo desagradable se agitaba desde el fondo de su estómago, comenzó a vomitar sangre violentamente.

Cuando miró su pecho, increíblemente encontró que había un cuchillo incrustado allí.

No podía comprender lo que había sucedido.

Girando su cuello lentamente, vio que el cuchillo era empuñado por la chica con el sombrero de paja junto a él. El arma homicida aparentemente había sido escondida de antemano en el oso de peluche. Empujándolo de forma horizontal, el cuchillo se había deslizado limpiamente entre las costillas de Kenji, perforando su corazón para destruirlo…

—Por… Por…

"¿Por qué?"

Cuando quiso preguntarle, la chica cubrió repentinamente la boca de Kenji mientras acercaba su rostro.

Llevando su dedo índice a sus labios par hacer un sonido de «Shiii», con una expresión linda como si le advirtiera a los demás de abstenerse de incumplir con las normas de etiqueta de la audiencia.

A medida que su conciencia se desvanecía, Kenji ni siquiera pudo pronunciar un gemido, perdiendo su vida con su cabeza colgada silenciosamente de esa manera.

La mirada de la chica estaba fija en la ópera enfrente suyo. Mientras observaba, sostenía firmemente la mano del hombre a su lado, confirmando la total desaparición del pulso antes de levantarse.

La obra había llegado al final del tercer acto. Mientras escuchaba la música solemne de la orquesta, la chica salió del escenario.

En el instante que salió del aire acondicionado del teatro, fue confrontada por la pentrante luz del sol y el aire sofocante del verano. Bajo el aire caliente, el asfalto ardiente parecía como si vibrara cuando lo veía.

Mientras operaba su teléfono celular, la chica llamó a un número predeterminado.

—Aquí Hummingbird[2]. Misión cumplida. Esperando más instrucciones, Nest[3]


Las responsabilidades de temprano en la mañana de Saya Takamura comenzaban con despertar a su hijo y a su marido de su sueño.

Al subir las escaleras de roble, entró sucesivamente en las habitaciones contiguas.


Sacudir a estos flojos una o dos veces no sería suficiente para despertarlos de su sueño, así que usaba un truco para despertarlos. Saya les quitaba sus mantas, dejaba las puertas abiertas y las dejaba allí. Entonces bajaba las escaleras para preparar el desayuno. Atraídos por el aroma, su esposo e hijo se levantarían de la cama lentamente, como zombis. Esa era su técnica.

A pesar de que no había mucha semejanza facial entre padre e hijo, uno podría exclamar «de tal palo tal astilla» al ver el comportamiento de ambos.

Desmenuzando las rebanadas de queso para hacer una tortilla, regó los restos del curry de carne picada del día anterior en la tostada.

Después de mirar a ambos terminar su desayuno a un ritmo pausado, envió a su marido a trabajar con un almuerzo lleno de bolas de arroz de salmón mientras veía a su hijo partir en el bus escolar del jardín de infantes.

Luego venía la verdadera batalla.

Atando el delantal detrás de ella con fuerza para aumentar su moral, comprobó el informe del tiempo mientras depositaba la ropa sucia acumulada dentro de la lavadora y presionaba el botón de inicio, colocándose finalmente los guantes de goma.

Ella se había propuesto a sí misma limpiar las manchas entre las baldosas del baño que solía evitar, además de las partes alrededor del inodoro.

Lo que esperaba que fuera un proceso de removido difícil, terminó rápidamente gracias al uso de altas temperaturas en el proceso de remoción de manchas.

Mientras rociaba detergente y fregaba los espacios entre las baldosas con fuerza, Saya sintió una alegría incomparable dentro de su corazón.

Ella cuidaba de su esposo e hijo como si fuese algo natural, al igual que con sus labores de la casa.

En frente de ella, había una escena feliz que no se atrevía a imaginar hace diez años.

Al oír el sonido de la lavadora terminando su ciclo, se colocó de pie en el baño. Llevando la ropa limpia en sus brazos, abrió la puerta corrediza con sus pies y salió a la veranda.

El color del cielo era indescriptiblemente hermoso y un cúmulo de nubes flotaba sin hacer ningún ruido. El sol dejaba salir unos rayos brillantes.

Justo en ese momento oyó el leve sonido del timbre desde el interior de la casa. Poniendo en el suelo el cesto de la ropa rápidamente, corrió hacia la puerta principal mientras limpiaba sus manos en el delantal.

—¡VOOOOOY!

Saya quedó clavada en el suelo por la sorpresa después de abrir la puerta.

De pie, estaba un hombre que despedía un aura particularmente amenazadora. De más de ciento noventa centímetros de altura, iba vestido con una gabardina a pesar del verano, un par de gafas redondas y una barba corta recortada cuidadosamente alrededor de su boca.

Era evidente que no era una visita agradable.

—Uhm…

—¿Eres Saya Takamura?

El hombre habló con una voz monótona mientras le lanzaba numerosas hojas de papel, la cuales se esparcieron sobre el suelo.

Saya se puso a la defensiva, pero cuando miró las hojas detenidamente, no eran más que simples fotografías.

Todos ellas mostraban a Saya. Sólo entonces notó que había sido fotografiada en secreto.

—¡…!

En el instante en que entendió lo que esas fotos significaban, Saya metió la mano en un bolsillo de su delantal para sacar una pistola Glock[4].

Luego, al segundo siguiente, su espalda se golpeó violentamente contra la pared detrás de ella, acompañada por el sonido de un disparo.

—Guh…

El hombre había comenzado a sostener una escopeta en algún momento, con caliente humo blanco fluyendo desde la boca del cañón. Para que fuera más fácil ocultarla, se trataba de un arma compacta creada al hacer más pequeños el cañón y la culata.

Saya presionó su mano contra su abdomen. La bala antipersonal había desgarrado sin piedad su abdomen causando una herida fatal.

La Glock de Saya cayó al suelo. Mirando hacia arriba, ella preguntó:

—¿Quién demonios… eres tú?

Fué respondida con una cañón de escopeta apuntando al centro de su frente.

Al presionar el gatillo de su escopeta, el hombre culminó con un segundo disparo.

Ignorando a Saya, que yacía derrumbada en el suelo con un rastro de sangre a lo largo de la pared, ocultó su escopeta en la chaqueta y partió rápidamente de la casa.

Tan pronto como salió, los vecinos ya habían comenzado a asomar sus cabezas uno tras otro al oír los disparos.

Sólo después de asegurarse que estaba en un lugar seguro, el hombre comenzó a operar su teléfono celular. —Este es Sword Tail[5]. Por favor responde, Nest. Misión cumplida, esperando nuevas instrucciones.


—Por cierto, hablando de la reunión de ayer, no puedo creer que esos hombres sugirieran dividir la cuenta cuando claramente eran más de diez años mayores que nosotras. Totalmente irrazonable.

Gyahaha, kyahaha—brotaron las risas de los demás. Las crudas carcajadas estaban filtrándose por la ventana abierta del salón, resonando a través de la escuela.

Había un desagradable olor a perfume. Claramente un error en la dosis, optando por el exceso en lugar de no ponerse suficiente—Yuuga Mitsugi repentinamente se dió cuenta de lo que la primera persona en acuñar estas palabras trataba de transmitir.

Las cosas se han vuelto muy problemáticas—Estaba pensando Yuuga en un rincón de su mente, pero pronto sacudió su cabeza y se dirigió a su asiento.

—Hey.

—¿Eh?

Miró hacia atrás y vió a una de las mayores chicas delincuente del salón. A pesar de llevar el uniforme de verano de los estudiantes de segundo año de la Preparatoria Nukagari, su atuendo era deliberadamente descuidado. Insistiéndole que había nacido con ese cabello al profesor, llevaba una capa teñida de un brillante rubio. Colocándose pendientes cada vez que sonaba la campana para el fin de las clases, y se los quitaba cuando estas comenzaban, siempre actuaba completamente indiferente en frente de los profesores. Ese tipo de chicas delincuente eran realmente molestas.

Yuuga recordó que su nombre era Yoshiko Kamuro. Cada vez que detectaba a una chica del grupo su mismo año que le caía mal, reuniría a un grupo para rodear a la desdichada víctima y la llevaría al baño para darle un castigo. Qué ridículo que una chica tan malvada se llamara Yoshiko cuando "yoshi" significaba "bueno"[6].

—Ese es mi lugar.

—¿Y qué?

El trasero gordo de Yoshiko estaba sentado en el escritorio de Yuuga, balanceando sus piernas mientras ella replicaba.

—¿Podrías irte por favor? No puedo tomar mis libros de texto así.

Esas palabras congelaron instantáneamente el aire en el aula. A su alrededor, los chicos y chicas estaban mirando en su dirección ojos llenos de hostilidad.

Yoshiko también estaba mirando silenciosamente a Yuuga, entonces, de repente movió sus posaderas a medias, sin hacer nada más. Parecía que eso era lo máximo que ella estaba dispuesta a hacer.

A pesar de sentirse muy turbado, Yuuga sacó los textos y notas que necesitaba para su siguiente clase. Como era su propio asiento, decir gracias se sentía extraño, así que sólo se fue en silencio.

—Eres hombre muerto, Mitsugi-aniki[7].

Yuuga se acercó al asiento de su amigo, Shingo Kuromatsu, sólo para encontrarlo ondeando su mano sorprendido para darle la bienvenida.

—¿Qué ocurre?

—¿Incluso me preguntas qué es lo que ocurre…?

Kuromatsu hizo al instante una expresión de sorpresa, pero pronto suspiró con exasperación:

—Mitsugi-aniki, ya han pasado tres meses desde que te transferiste, así que se supone que somos amigos, ¿no? Es por eso que te aconsejé que trabajaras duro para que encajaras en la escuela. Es imposible para mí imaginar qué tipo de vida llevabas anteriormente en la Preparatoria Seishin.

—…

Entonces, ¿cuál era la respuesta correcta para la situación de hace poco?

Después de todo, Yuuga se había esforzado por actuar como un estudiante común y corriente, pero los demás siempre encontraban su conducta anormal.

Incluso si Yuuga le decía a este amigo bien intencionado que sólo se había inscrito en la Preparatoria Seishin de nombre y no había asistido ni una sola vez a clases, probablemente no sería de ninguna ayuda.

Además, los tres meses que Yuuga había pasado después de transferirse a esta escuela fueron simplemente por el bien de cumplir con la misión de hoy.

—Mitsugi-aniki, espero que no te enojes conmigo por decirte esto, pero a veces me siento muy distante de ti. Es como si fueras un extraterrestre de otro planeta que está viviendo entre nosotros…

—Eso es realmente cruel viniendo de ti.

—¿Eh…?

Yuuga le sonrió alegremente a su amigo que tenía sus ojos abiertos de par en par.

—Sólo bromeaba.


El celular de Yuuga sonó.

¿Está aquí?

Yuuga empujó su libro de biología al pecho de Kurotmasu.

—Lo siento, Kuromatsu-aniki, ¿pero podrías ir a la siguiente clase primero?

—¿Eh? S–Seguro…

Antes de que pudiera terminar de escuchar su respuesta, Yuuga se dio la vuelta y salió del salón de clase. Pasando muchas hileras de salones hasta llegar a un baño donde no había nadie más, se colocó un micrófono de oído de manos libres inalámbrico y operó su Smartphone.

—Hey, aquí Darkstalker[8].

—Malas noticias. Acabo de recibir información de que el objetivo salió un tren bala antes de lo esperado.

Yuuga arqueó sus cejas ligeramente y miró su reloj.

—¿Hace cuántos minutos pasó eso?

—Veinticinco minutos. Hay menos de cinco minutos antes de que el tren pase por ese punto. Dirígete de inmediato al lugar designado.

Yuuga entendió sin necesidad de mayores explicaciones.

Saliendo del baño, Yuuga corrió hacia las escaleras que estaban junto a la sala de preparación del personal, girando rápidamente mientras usaba las barandillas para apoyarse. En un abrir y cerrar de ojos ya había llegado a la puerta cerrada que conducía a la azotea. Insertando la llave que había obtenido con anterioridad, abrió la puerta de hierro.

A pesar de una nota especial de «fragilidad de salud congénita» en su solicitud de transferencia, Yuuga había corrido casi cincuenta metros sin ninguna pérdida de aliento o enrojecimiento en sus mejillas.

La campana acababa de sonar anunciando el inicio de las clases y se podía escuchar a los estudiantes corriendo frenéticamente escaleras abajo.

La puerta se abrió con el chirriar de los goznes mientras la deslumbrante luz del sol y el cielo azul saltaban a la vista.

Cruzando la puerta y girando detrás del tanque de agua, Yuuga sacó un maletín estrecho y largo de la brecha entre el tanque del agua y las barandillas de seguridad del techo, éste también necesitaba una llave para abrirse.

Un rifle apareció al mismo tiempo que la fragancia a aceite de armas.

Este era un rifle de francotirador DSR-1 manufacturado por Servicios Técnicos AMP.

Con el mecanismo y el cargador situados más atrás que las armas normales, acortando de ese modo la longitud total del arma mientras mantenía un cierto nivel de precisión, este era un rifle de francotirador de acción por cerrojo bullpup[9].

Usando balas Lapua Magnum de 0.338, la parte delantera del cañón tenía el apagallamas sustituido por un silenciador, reduciendo así el ruido y el fogonazo generado al disparar. Un espécimen perfecto de belleza funcional no comprometido por las tradiciones arraigadas de un rifle de francotirador.

Probablemente ya era hora de que las clases comenzaran. Música grandiosa estaba siendo tocada en el salón de música, produciendo bajos que eran suficientes para hacer temblar la cavidad abdominal de uno. Era el Himno a la Alegría perteneciente a la Novena Sinfonía de Beethoven.

Yuuga miró la hora. Restaban dos minutos.

Con movimientos fluidos, tomó una postura de francotirador apuntando la boca del cañón a los rieles del tren bala que se extendían a través del ondulante paisaje montañoso frente al edificio de la escuela. Abriendo la tapa sobre la mira óptica, desplegó el bípode del barril. Manteniendo la bocacha apuntando a la vía férrea, extendió el monópode desde el apoyo del hombro hasta el suelo, resultando en tres puntos de contacto que estabilizaban aún más el arma.

Tomando un cargador del contenedor de cargadores de repuesto en frente, lo insertó en el mecanismo y operó la manivela del cerrojo para cargar la primera bala. Colocando su ojo cerca del lente, pudo ver varios lecturas como la velocidad del viento y el ángulo de disparo.

El lente era el último modelo de AG de Carl Zeiss del año 2031, con funciones de cálculo balístico que mostraba todo tipo de datos balísticos en el campo de visión de sólo un vistazo.

La distancia del objetivo era de 1.200 metros. Ya había realizado la calibración de acuerdo al procedimiento habitual.

—Treinta segundos restantes, ¡está viniendo!

La voz en la línea fue incapaz de reprimir la ansiedad que el operador estaba tratando de ocultar. Sin embargo, la mente de Yuuga estaba tan serena como la superficie de un lago con sólo una leve brisa soplando.

Los ruidos circundantes se hicieron gradualmente más pequeños mientras que los latidos de su corazón sonaban especialmente fuertes.

Ajustando su respiración varias veces, puso un dedo en el gatillo y quitó el seguro.

Entonces… liberó el poder en sus ojos prostéticos.

Aparecieron patrones geométricos en ambos ojos de Yuuga mientras los procesadores instalados se activaban dentro de los negros globos oculares, entonces comenzaron a girar.

Su frecuencia de pensamiento fué amplificada cientos de veces, permitiendo que el flujo circundante de tiempo comenzara a parecer como en cámara lenta en su campo de visión.

La sinfonía de Beethoven se convirtió en un débil zumbido sin sentido mientras que el brillo del sol disminuyó en dos grados aproximadamente.

El movimiento de toda la creación se desaceleró e incluso el águila volando en el rabillo de su ojo parecía tan lenta como si estuviera a punto de detenerse.

En el lado derecho de su campo de visión, el tren bala podía ser visto acercándose perezosamente.

En el tren bala, que originalmente se supondría que pasaría en un instante, incluso los dientes de cada pasajero podían verse con claridad.

De acuerdo a los informes anteriores, el objetivo estaba destinada a sentarse en un asiento predeterminado junto a la vigésima quinta ventana contando desde el frente, pero naturalmente, los asientos habían cambiado ahora que se había tomado un tren más temprano.

Lo encontré.

Junto a la duodécima ventana contando desde el frente, había un hombre ligeramente calvo con un cigarro caro en su boca y una expresión impaciente en su rostro. Exactamente el mismo como lo confirmaban las fotografías.

Los cálculos de los ojos prostéticos terminaron, produciendo una fórmula para un acierto garantizado.

Yuuga entrecerró los ojos y apretó el gatillo con intención asesina en todo su cuerpo. El resorte del gatillo dio una sensación elástica. Empujó el gatillo hasta el fondo de un tirón.

Conectado a la acción por cerrojo dentro, el percutor golpeó el fulminante en la parte inferior del cartucho, disparando la bala.

Una pequeña explosión resultó en el interior del mecanismo, produciendo un fogonazo suprimido desde el frente del silenciador. Al mismo tiempo, pasando por el estriado en interior del cañón, la bala Lapua Magnum estaba girando en forma de espiral mientras rasgaba a través de la atmosfera y se dirigía hacia su objetivo.

Yuuga podía sentir el pesado retroceso transmitirse lentamente a su hombro.

Dentro de este mundo donde todo estaba fluyendo lentamente, sólo la bala parecía excepcionalmente rápida. Los cálculos continuados predijeron el momento en el que la bala entraría a través de la ventana del tren, rompiendo el vidrio, perforando la cabeza desde un costado. Arrodillándose lentamente, el objetivo colapsaría en el acto.

Convencido de que no había necesidad de mirar por más tiempo, Yuuga redujo su velocidad de pensamiento y permitió que el flujo del tiempo regresara a la normalidad.

La melodía del Himno a la Alegría invadió de inmediato sus oídos como una explosión, mientras el persistente retroceso aguijoneó el hombro con el que disparó. El brillo del sol también se había recuperado antes de que lo supiera.

Mirando al tren bala pasar por la vía elevada con velocidad feroz, Yuuga se puso de pie y miró hacia el cielo azul con su cabeza ladeada.

—¿Eliminado?

—Eso creo.

Ya suprimido, el sonido del disparo fue hábilmente encubierto por el Himno a la Alegría y el ruido del tren bala al pasar.

Yuuga suspiró:

—Bueno entonces, Nido. Misión cumplida, Darkstalker aguardando nuevas órdenes …

—… ¿J-Justo ahora…? ¿Qué fué eso?

Como si sintiera una descarga eléctrica, Yuuga se voltéo para ver a una compañera de clases de pie allí en shock con ojos de incredulidad.

Yoshiko Kamuro.

En cuanto a por qué ella aparecería repentinamente aquí, Yuuga miró detrás de ella. La puerta de hierro estaba entreabierta, llevándolo a entender instantáneamente.

Incluso cuando el tiempo no permitía ninguna duda, olvidarse de cerrar con llave la puerta seguía siendo muy vergonzoso para él.

Saltándose las clases, Yoshiko había notado que la puerta de la azotea no estaba cerrada con llave y entró aquí, pensando que estaba de suerte… Ella no esperó nunca que esa jugada le costaría la vida.

—Lo viste…

Yuuga dijo ligeramente y dio un paso hacia Yoshiko, causando que ella diera un paso hacia atrás.

—E–Esa cosa se ve como un arma, es jodidamente genial.

Se obligó a sí misma a fanfarronear y sonreír. Por lo menos, si fuera capaz de suprimir el temblor en sus piernas, se vería más convincente.

Yuuga caminó hacia ella silenciosamente y Yoshiko siguió retrocediendo.

Pero pronto fue acorralada, forzada contra la barandilla de metal.

—¿Eres un sicario?

—No, soy un vengador.

Yuuga se encogió de hombros y miró hacia el cielo.

—Lamentablemente, este proyecto estaría arruinado si te dejo vivir. Siento mucho decirle esto a alguien que he conocido durante tres meses aquí… Muere.

Sin ninguna advertencia o movimiento de preparación, Yuuga realizó un golpe con su palma. En el instante en que golpeó su pecho, apareció una depresión masiva junto con el sonido del pecho siendo aplastado.

Esta era un ataque diseñado para destrozar el cuerpo humano utilizando cálculos anatómicos. Rompiendo las costillas a través de los músculos del pecho en el ángulo perfecto del impacto cero, esas costillas rotas eran utilizadas para perforar el corazón, produciendo la muerte instantánea.

Durante la circulación de la sangre del último y fuerte latido del corazón, ¿qué estaría pensando ella? Seguramente debería ser incapaz de comprender el significado de las piernas doblándose contra su voluntad así como de la sangre fresca fluyendo de la comisura de sus labios.

Recogiendo el cuerpo colapsado, Yuuga habló en el micrófono:

—Lo siento, Nido, colocaré un cadáver no planificado en el armario junto a las escaleras. Por favor, recupérenlo antes de que los estudiantes a cargo de la limpieza lo encuentren después de la escuela.

—Tú bastardo, ¿por qué cada vez que...—

Yuuga colgó sin escuchar el resto.

Colocando en el suelo a la chica que se estaba convirtiendo gradualmente en un cadáver frío y tieso, Yuuga contempló el paisaje desde el techo de la preparatoria Nukagari.

La brisa de verano soplando lo golpeó en el rostro mientras miraba sus palmas intensamente:

—¿Por qué soy un fracaso a pesar de ser tan poderoso?...Profesor

Notas del Traductor[edit]

  1. Un aria (de aire en italiano) es una pieza musical creada para ser cantada por una voz solista sin coro, habitualmente con acompañamiento orquestal y como parte de una ópera o de una zarzuela.
  2. Literalmente colibrí en inglés. Hemos decidido dejar los alias de los miembros de la organización enemiga en inglés porque suenan mejor.
  3. Nido.
  4. http://es.wikipedia.org/wiki/Pistola_Glock
  5. Lit. Cola de Espada, se refiere al porta espada (Xiphophorus hellerii), un pez con largas aletas caudales, googleen para más información.
  6. El nombre japonés Yoshiko (佳子) está compuesto de los kanjis 佳 "yoshi" (hermoso, bueno) y 子 "ko" (niño) por lo que Yoshiko significaría "buen niño" o "niña hermosa".
  7. Aniki es literalmente "hermano mayor", pero en japonés coloquial llamar aniki a un amigo equivale a llamarlo "cuate", "camarada", "bro", "pana", o también hermano acá en los países de habla hispana.
  8. Lit. "Acechador Oscuro".
  9. Me da pereza escribir así que aquí está http://es.wikipedia.org/wiki/Bullpup


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