Baccano ~Spanish~:Volumen1 Capítulo6

From Baka-Tsuki
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“Y… la historia termina aquí.”

Estaba tan absorto escuchándolo que es como si me engullera. Una mano hizo ‘pon’ sobre la mesa antes de que recordara que estaba en el año 2002.

“En esta historia no hay ni monstruos, ni princesas enjauladas en lo alto de una torre ni tesoros que puedan comprar el mundo entero. Aunque para nosotros sigue siendo una leyenda estupenda.”

Estaba totalmente fascinado por sus palabras. Aunque fuese o no real, la historia era realmente fascinante. ¿Aunque era posible que tantas coincidencias sucediesen?

“Jajajaja, ¿no es la historia de nuestro mundo un montón de coincidencias?”

No lo terminaba de entender, pero era muy persuasivo.

“¿Te lo has creído…? Es una historia sin sentido.”

Me está tomando el pelo, ¿no?

“No.”

¿No era cierta? Pues tenía algunas preguntas…

Al parecer satisfecho con la respuesta, el hombre dijo ‘Yo invito’ y pagó mi postre.

“Eres una persona muy rara, piensas que la historia es buena… Aunque sea una leyenda es raro encontrar gente que la quiera escuchar como tú…”

No sonaba como un cumplido, más bien parecía que se burlaba de mi.

Pero… ¿dónde estaba la ¡historia del solitario arrepentido’?

“Szilard era un tipo solitario arrepentido, ¿no?”

Ya veo…

¿Pero qué pasó con los que aparecían en la historia? Los dos ladrones…

“¿Y no están ahora aquí?”

Miró hacia la tienda, a la pareja con pinta de tontos. Sus cuerpos estaban llenos de cadenas, con campanitas en cada cadena.

Entonces, el delgaducho y el gordinflón de la esquina eran…

“Pezzo y Randy. Peezo se estaba quejando no hace mucho de que quería adelgazar, pero dice que la grasa vuelve a regenerarse, aunque sigue comiéndose cinco platos.

¿Y Firo…?

“¿Eh?”

Su expresión cambió.

“Pero bueno… Ah, me dejé llevar tanto contando la historia que la conté como si no fuese la mía propia… Ah… Es cierto, aún no me he presentado. Bueno, como normalmente en las negociaciones no digo mi nombre…”

Espera… yo pensaba que el hombre frente a mi era Maiza…

“Ah, el señor Maiza… Me enseñó lo básico para ser el conta è oro y ha estado viajando durante 30 años… Quería buscar a sus compañeros alquimistas, repartidos por todo el mundo… Pero por lo que dijo, debería volver ya…”

Así es como había ido después de todo… Pero su aspecto era totalmente distinto a como me lo imaginaba. Se lo dije sin rodeos.

“Eso es porque han pasado más de 70 años… Incluso alguien como yo tiene un poco de educación de vez en cuando… Y las gafas… son de decoración. ¿Qué piensas ahora?”

En cuanto lo dijo, Firo Prochainezo sonrió ampliamente. Tenía mucha suerte. Y yo estaba un poco nervioso.

Me acordé de algo, ¿y Ennis?

“Ah, es mi mujer.”

Le había tocado el gordo…

“Ah, no… si fuese una novela de amor los dos se hubiesen enamorado al instante…”

Firo continuó explicándolo, un poco avergonzado.

“Mira… Ennis era una chica sin mucha capacidad para sentir amor… hum… Así que era el único que estaba nervioso… Aish… después de todo, fui el único que sintió el flechazo…”

Desolado por confesar la verdad, hizo una sonrisa nerviosa.

“Estuve como loco intentándome casar con ella… Sólo… qué… ¿50 años?

Así que la historia a veces es cruel. El problema es que tardó en madurar…

Han estado juntos durante más de media década y aún no se han cansado el uno del otro. Al contrario, al haber estado tanto tiempo juntos, ya no pueden separarse el uno del otro.

No, espera… Ennis era parte del cuerpo de Firo… así que… ¿no era narcisismo? Como el comentario era muy embarazoso, no lo dije en voz alta.

“Aish, han pasado muchas cosas, pero siempre nos las hemos arreglado… Desde que abolieron la Ley Seca, hemos tenido problemas monetarios…”

Entonces estuvo un rato refunfuñando sobre lo difícil que era ganar dinero, las peleas entre bandas y la vida. Pero yo sabía que siempre fueron felices. Aunque fuese la buena fortuna de otros, me sentí tan feliz como si fuese la mía propia.

“¿Sabes quién es Eliot Ness…? El agente que fue el actor principal de ‘Los intocables’, el alcoholismo arruinó los últimos años de su vida… ¿No es irónico?”

Mientras seguían con su conversación, el hombre joven de antes volvió. ¡En la mano traía la brillante bolsa de la cámara! ¡Bienvenida de vuelta, cámara mía!

“Ah, Ronnie… Muchas gracias por ocuparte de ello.”

“Ah, sin problemas… no ha habido incidentes. Pero Bobby es realmente idiota, hace lo que quiere en nuestro territorio.” Ronnie… Ah, el chiamatore

“Bueno, no importa. Como tú dices, ‘pasarlos por la parrilla’ estaría bien, ¿no?”

¿Era cómplice de Firo…? ¿Por qué Ronnie hablaba también el japonés tan fluidamente? Incluso había usado un termino yakuza, ‘pasarlo por la parrilla’.

“Bueno, voy a calcular el valor de esto, un momento por favor.”

En cuanto lo dijo se dirigió hacia la tienda… y desapareció por la puerta que parecía sólo autorizada para el personal. Adiós cámara. Bueno, había prometido pagar por ella.


Ronnie me miró, sonriendo ampliamente.

Ahora que lo pienso… al final de la historia de Firo, Ronnie hablaba como el ‘demonio’… Quizás, para ver cómo les iba a los inmortales, el demonio se había hecho pasar por uno de los miembros de la organización… Si él fuese el demonio… no sería extraño que conociese un término como el de ‘asar’. Por alguna razón lo sentí así.

Sin mirarle, pensé, ‘si eres el demonio, muéstrame alguna evidencia’.


No recordaba nada de lo que había pasado en los siguientes minutos, excepto el increíble terror que Ronnie me infundió. El terror que había olvidado, desde el ataque del oso… ¿Qué había hecho?

Mirando hacia mi rostro paralizado, Ronnie tranquilamente dijo,

“Estrictamente hablando no soy ningún demonio… Sólo un alquimista que ha obtenido demasiado conocimiento durante tiempos ancestrales…”


Después de aquello pagué a Firo 300 euros por mi cámara.

Pero… ¿y qué hubiera pasado si me hubiese ido cuando Firo se cortó la mano?

“¿Eh…? Obviamente me hubiera quedado con la cámara. Por eso no me presenté y por eso no te pregunté ni el nombre. En estas situaciones es mejor tomar la iniciativa para beneficiarse…”

¿Cómo se había vuelto todo así? Mis fantasía de que ‘los gánsters buenos existen’ se rompieron en mil pedazos… Por primera vez desde que llegué a esta ciudad, estallé en una risotada.

“Ah, por fin te ríes. Normalmente los japoneses sonríen sin más, pero virtualmente no es ninguna expresión.”

Anda, gracias.

“De todos modos… hace un rato me decías como debía dirigirme a mis mayores… Edward… de hecho fue Paul quién me dijo lo mismo la primera vez que nos conocimos… Aunque las palabras no fueran las mismas el significado sí lo es… si no lo hubieras dicho, seguramente no hubiera querido intimidarte… Si no fueses una persona sin miedo entonces no te hubiera contado la historia, ¿no crees…?”

¿Realmente fue por eso? ¿Por eso me contaste esa historia?

Cuando le pregunté su mirada se perdió, como si estuviera un poco confuso, entonces sonrió y contestó.

“Para ser sinceros… hace poco he sentido que estoy perdiendo mi conexión con el mundo. Nuestra estadía en este mundo será más longeva que la de nadie, así que… supongo que esperaba conectar con alguien que fuera de este mundo. Especialmente con una persona tan franca como tú. Para nosotros, es suficiente con saber que existe gente así… quizás porque aspiramos a estar satisfechos con nosotros mismos. Me siento como si me hubiera quitado un peso de encima…”


“Quiero visitar Japón cuando el señor Maiza vuelva. Si no te importa, ¿nos harás de guía?”

Sin problema. Le di un trozo de papel con mi dirección y mi número de teléfono. Si estuviésemos en Japón nunca le daría el teléfono a nadie… Mientras lo pensaba, finalmente me dieron la bolsa. Bueno, después de pagar.

“Antes de venir, asegúrate de mandar una carta.”

Despidiéndonos tan brevemente, me fui. Era una despedida ridículamente cutre.


Se podía ver el Puente de Manhattan. Después de andar un poco por las calles me llamó la atención un cartel grande de una tienda de sombreros. ¿Era la tienda donde Firo y Maiza compraron sus sombreros?

Entré en la tienda. Había todo tipo de sombreros, había con cintas y todo tipo de accesorios. El casco japonés… no estaba.

La dependienta era una chica joven. Pensándolo bien… el viejo que apenas hablaba no era inmortal. Era de esperar, pero me hizo sentir realmente mal.

A mi lado había un hombre que había cogido un pañuelo. El hombre lo había escogido con un color verde perla. El hombre daba la impresión de ser 10 años menor que Firo.

Maiza Avaro.

Grité sin pensar.

El hombre se giró hacia mi y dijo algo. Pero desafortunadamente mi inglés era terrible.

Repitiendo ‘so-ri’ muchas feches, me fui, con una cara de incredulidad.

Maiza… Se había girado. No había duda. Era Maiza.

Había ganado un premio que no quería, me habían robado en territorio de los Martillo… De entre 30000 policías que tiene Nueva York me topé con Paul Noah… y repitiendo las mismas palabras que él a la misma persona y… ser una persona algo insensible al miedo… ¿Qué probabilidades había?

Al principio suspiré por mi mala suerte, pero… al final no había sido tan malo.

La eterna cárcel. Una cárcel espiral. Los que estaban implicados y yo mismo, que había tenido un último encuentro con Maiza, ¿estábamos realmente atrapados en esa cárcel?

Mientras pensaba en ello llegué al Aeropuerto de Narita.


2002 Verano Ikebukuro


Una habitación como una sauna, tres tatamis de ancho… en pocas palabras, una cárcel.

Sudando como un cerco, comprobé los souvenirs para mi familia y los amigos… y también mi cámara.

Dentro del estuche de la película que nunca había usado había un papel que rezaba así,

“Como agradecimiento por escuchar mi historia.”

Bajo el papel con los hiragana había tres billetes de 100 dólares.

El dinero que le había dado a Firo.


Aunque me había dicho que quería ir a Japón, ¿cómo iba a explicar su edad con la del pasaporte?

Me hubiera gustado ver su expresión en ese momento.

Aún pensando en esas cosas, cada día sigo esperando una carta.