To Aru Majutsu no Index:NT Volumen4 Sub 14

From Baka-Tsuki
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Sub 14[edit]

Kihara Byouri se encuentra inclinada a un costado.

Las múltiples patas creadas a partir de las ruedas de su silla se han abollado debido a poderosos impactos y ya no funcionan adecuadamente. Algunas pistolas y cables salen de la parte posterior, pero ninguno parece estar funcionando tampoco.

Su oponente simplemente es demasiado.

Marian Slingeneyer, una maga de GREMLIN, ha controlado totalmente el campo de batalla con su sierra y martillo dorados. Ha acorralado a Kihara Byouri en el área de basura para quemar de las instalaciones de depósito de desechos. El área contiene lo que parece una alberca hecha de acero que es usada para guardar temporalmente la basura a ser quemada.

Madera, papel, e incluso huesos demasiado grandes para composta son secados y después quemados en conjunto. El horrible olor se incrusta en sus narices. La cantidad de lo que califica como basura para quemar se expande debido a la necesidad de calor de Ciudad Baggage.

Kihara Byouri se encuentra detenida a la orilla de la alberca metálica y Marian Slingeneyer gira su martillo en su mano.

“Parece ser que este es el límite. Aún tengo que acabar con otros Kiharas, así que te modificaré en algo útil tan pronto como sea posible.”

“Oh, querida. ¿En verdad parece que me he quedado sin opciones, cierto?”

“Pero no te preocupes. Mis modificaciones serán mejoras. Ya que estás en esa silla de ruedas, ¿qué tal si te fabrico 8 o 10 piernas? Diablos, incluso podría hacer que giraran como el rotor de un helicóptero.”

“Me gustaría dejar algo en claro. No veo ninguna razón para rendirme todavía.”

“Sí, probablemente te queden algunas armas, pero mira tú silla de ruedas. Está rota. ¿Cómo se supone que pelearás si no puedes desplazarte?”

“Siempre puedo hacer esto.”

Con un chasquido seco, los pantalones del pijama de Kihara Byouri se rasgan. En vez de las suaves piernas desnudas de una mujer, una máquina plástica extendiéndose desde la parte posterior de sus rodillas y cubriendo por completo sus piernas se encuentra debajo. Parece menos como una armadura y más como listones enredados en sus piernas.

Con el sonido de un motor proveniente de la parte posterior de sus rodillas, Kihara Byouri se levanta fácilmente.

Marian chasquea la lengua y dice, “Así que incluso el no poder caminar era mentira.”

“Me he rendido en tantas cosas, así que realmente me gusta evitar levantarme por mi cuenta.”

"¿Eso es yeso reforzado para pacientes? ¿No los fabrica una compañía de automóviles? Creo que utiliza la tecnología de un robot que baila. Lo vi en un comercial.”

“Eso simplemente era lo que podía crearse con la tecnología del exterior de Ciudad Academia. De hecho, probablemente sea una mala idea darle a un paciente algo con la fuerza para patear a un tigre hasta morir.” Con un desagradable sonido, Kihara Byouri saca una daga similar a un machete de la parte posterior de la silla de ruedas. “Pero ya has utilizado la mayoría de tus „armas‟ para poder acorralarme. De hecho, ya no tienes municiones. Ya no tienes más personas a las que alterar para poder llevar a cabo tus estrategias engañosas. Incluso esa técnica para deslizar tu sierra parecía requerir grasa y aceite frescos de un cuerpo humano. Por esa razón, no parece que sigas siendo una amenaza, ¿así que qué tal si te rindes?”

Marian Slingeneyer baja la mirada hacia la sierra y el martillo en sus manos y suelta un suspiro.

Todo lo que tiene son herramientas. No son armas. Claro que pueden usarse para matar y hacer otras cosas horribles, pero su habilidad total no puede usarse de esa forma.

Los restos color carne regados por todos lados han sido demasiado destruidos desde su base como para ser transformados en cualquier otra cosa.

Además, el terreno de Marian como Dvergr es el de cuerpos vivos.

Manipular a los muertos es el terreno de los Dioses o los gigantes.

Ella solamente puede usar la sangre y grasa que deja un cuerpo humano por la docena de segundos hasta que “mueren”.

“Este es un problema. Dudo poder ganar en una pelea física. Además, ¿no crees que estás exagerando con esto de las transformaciones?”

“Es parte de la cultura japonesa. Además, aquellos que son odiados ponen más esfuerzo y habilidad que aquellos que son populares para sobrevivir hasta tales instancias. Los humanos crecen más cuando enfrentan las dificultades.”

“Es una pena que las personas odien a los más fuertes y habilidosos.”

“Realmente lo es. Gracias a eso, me he rendido con muchas cosas. Pero también he hecho que otros se rindan en tantas cosas como yo, así que no guardo algún tipo de rencor contra el mundo.”

Kihara Byouri da un paso y después otro.

Se aproxima. Pisando los restos color carne regados por el suelo, Marian Slingeneyer retrocede unos cuantos pasos, pero no piensa huir. Con la ayuda de la máquina, no sería difícil que Kihara Byouri cargara hacia adelante a velocidades mayores a la de un león o un tigre si lo intentara.

“¿Qué tal si te rindes?”

“No, aún no.”

“¿Entonces esperas resistir hasta el final? Aplastaré esa esperanza con todo lo que tengo, así que ríndete.”

“Entonces tendré que aceptar tu oferta.”

Marian Slingeneyer usa su talón para patear algo en tirado a sus pies. Similar a una manera engañosa de dominar un balón de fútbol, el pequeño aparato forma un arco sobre su cabeza desde atrás de ella y lo atrapa con una mano.

El aparato era propiedad de uno de los objetos color carne en el suelo.

Es una radio usada por la unidad de combate del lado oscuro que estaba bajo el control de los Kiharas.

“Ahh, ahh. Un miembro de GREMLIN está acorralado en las instalaciones para desechos subterráneas. Pidiendo fuego concentrado inmediato de todas las unidades cercanas.”

Se comunica a propósito con el enemigo.”

Sin embargo, Marian Slingeneyer ni siquiera los ve como enemigos. Con un nivel tan bajo, ellos no son más que materiales para sus armas.

La mejilla de Kihara Byouri se contrae un poco.

“…Ahora si estás en problemas.”

“Ahora, ¿cuántos de tus excelentes subordinados vendrán corriendo? Y entre mejores sean, más pronto llegarán aquí.” Marian lanza a un lado la radio y ajusta su agarre sobre el martillo y la sierra de oro. “Además, esos soldados están bajo el mando de una líder espeluznante. Si arruinan algo, probablemente recibirán un cruel castigo. Después de ser entrenados bajo circunstancias tan terroríficas, probablemente llegarán aquí tan pronto como puedan.”

“…”

Con la daga similar a un machete en mano, Kihara Byouri corre a toda velocidad hacia Marian Slingeneyer.

Pero el rápido arribo de sus subordinados bien entrenados trabaja en su contra.

El arma de Kihara Byouri se queda a solamente 3 cm de la garganta de Marian Slingeneyer.

La Dvergr había blandido su sierra de oro y el soldado que tuvo la mala suerte de llegar primero sufre la transformación de su brazo derecho que crece el doble de su tamaño normal. Ante la orden de Marian, sujeta un extinguidor como una máquina lanzadora de un solo uso, tensa su brazo lo suficiente como para hacerse daño, y lo “lanza” con suficiente fuerza para herirse aún más.

Con un sonido seco, el cuerpo de Kihara Byouri es lanzado por los aires y cae en medio de la alberca de depósito de basura.


“Hoo, al fin murieron todos,” Marian Slingeneyer murmura mientras regresa sus herramientas de oro a su overol.

Con todos los enemigos del área derrotados, finalmente comienza a sentir las señales de daño--- o sea, dolor--- siendo enviadas por todo su cuerpo. Se tambalea y se recarga contra un muro.

Mientras continúa apoyando su mano contra el muro, comienza a caminar lentamente por el pasillo.

Su objetivo principal era proteger las instalaciones de calefacción, así que no sale de las instalaciones de depósito de desechos. Sorprendentemente, los espacios para vivir para los trabajadores no están tan mal. Ella ha remodelado una de esas habitaciones en un hotel para sí misma.

Originalmente estaba protegido por una barrera mágica, pero el ataque de los Kiharas y Ciudad Academia causó mucho daño a la construcción del propio edificio. El acomodo de las “señales” había sido desordenado y la barrera ya no funciona.

“Supongo que cuando tiembla el suelo debajo del edificio, éste no saldrá sin ningún rasguño.”

Parece ser que la situación no mejorará si simplemente hace lo que los Guardianes de la Ciencia Anti-Ciudad Academia le indicaron. La escala de sus ideas es simplemente muy pequeña. En cuanto a eso, ya habían perdido contra Ciudad Academia desde el principio. Así que la chica decide tomar acción por sus propias manos.

Por esa razón, no necesita preocuparse por la pequeña barrera que sólo cubría una habitación.

Necesita adquirir algunas herramientas de mayor nivel.

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“¿En dónde estaba…? Ah, aquí vamos.”

Abre la tapa de una caja de madera en la esquina de la habitación y mete su mano en el interior, pero se detiene repentinamente. Saca un par de pinzas similares a tenazas de su overol y las usa para sujetar el objeto espiritual.

La orilla de la caja de madera es rebanada del costado de donde lo saca.

“Preferiría que no hicieran temblar más, así que creo que es hora de contraatacar.”


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