Zero no Tsukaima - Spanish Versión: Volumen 7 Capítulo 4

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Capítulo Cuatro: La Secretaria y el Emperador 4%

En la ciudad capital de Albión, Londinium, había una acalorada discusión sobre el asedio en el Salón Blanco.

Debido a que la armada de Albión fue atraída hacia Dartanes por la Ilusión de Louise, desperdiciaron la oportunidad de vencer a la armada enemiga en su escape por la costa. Si hubieran asaltado apropiadamente al enemigo mientras aterrizaban en Rosais, hubiera sido probable cazarlos desde Albión hasta Halkeginia.

-Ahora que el enemigo ha terminado de desembarcar y organizado su campamento, sería un suicidio intentar un contraataque desde este lado- dijo un joven general sentado a la cabeza de la mesa, a la cual se sentaban unas quince personas.

Era tal como él había dicho. La mitad de la Fuerza Aérea de Albión, que quedaba con cuarenta naves, fue hundida en la batalla de ese día, mientras que las naves restantes recibieron muchos daños. Ni siquiera pudieron atacar diez barcos.

Por otra parte, la flota combinada de Tristain y Germania perdió doce naves y ocho recibieron un gran daño, pero había aún cuarenta de ellos capaces de volar. Ellos tenían completa superioridad aérea en esa situación.

Encima de todo eso, el número de personas en la Armada de Albión decrecía. En la Batalla de Tarbes habían perdido tres mil, y la pérdida de ese día hizo que la moral de la armada entera cayera; muchos grupos terminaron desertando. El vigor mostrado durante la revolución ya no estaba ahí.

Contra los sesenta mil que clamaban superioridad aérea, no había manera en que pudieran continuar atacando. Miradas de culpa se centraban en Cromwell, el Presidente de la Santa República de Albión, y primer Emperador de Albión, quien se sentaba al medio. Había dejado el territorio enemigo luego de fallar con muchas estrategias.

Sin embargo, Cromwell se sacudió las miradas y permació indiferente.

-La inversión de los papeles fue mi culpa- habló el General Hawkins, que había tomado el control substancial de la principal fuerza de Albión-. Dejé escapar la oportunidad de aniquilar al enemigo en un movimiento. No hay palabras para disculparme.

-Nuestra armada está en la mendicidad- sonrió Cromwell.

-Y la operación para tomar de rehenes a los muchachos de la Academia falló también- aun habiendo fallado, parecía que no le preocupaba mucho. Con un suspiro y una voz cansada, Hawkins agregó-. Las armas mágicas que usó el enemigo fueron más fuertes de lo que imaginábamos.

-Señorita Sheffield.