Yahari Ore no Seishun Rabu Kome wa Machigatteiru: Volumen 2 capítulo 5

From Baka-Tsuki
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La traducción de este capitulo fue realizada gracias a la versión en inglés.

Capítulo 5ː Hikigaya Hachiman vuelve al camino que originalmente seguía[edit]

Parte 1[edit]

Estaba hundido en los exámenes todos los días durante una semana entera hasta el lunes. Hoy era el día en que serían devueltos todos los resultados de los exámenes.

En nuestra clase, se nos fue regresadas las hojas de respuesta y los problemas se nos explicaron. Siempre que cada sujeto terminaba, Yuigahama salió de su manera a informarme.


"¡Hikki! ¡Mi puntuación en historia de Japón subió! Esa reunión de estudio fue una buena decisión después de todo."


Yuigahama dijo con entusiasmo, pero le di la misma respuesta fría de nuevo.


"Bien por ti."

"¡Sí! Y todo gracias a Yukinon... ah, y a ti también, Hikki."


Así Yuigahama lo dijo, pero no hice nada en absoluto.

Si hubieras estudiado más tus resultados estaban garantizados a subir. Su elogio era fundamentalmente hueco. Es decir, Yuigahama había conseguido esos resultados por su propio trabajo duro.

Hablando de los resultados del examen, había estado defendiendo mi tercer lugar en la clasificación en japonés como de costumbre. Mi puntuación en matemáticas era un 9/100. Wow, ¿cuál es la diferencia en la ecuación de nuevo? Yo acababa de adivinar sobre el significado del nombre de la palabra, pero era demasiado para un estudiante promedio hacer esa clase de cosas.

Ah, y no sólo era el día que llegaron los resultados del examen de nuevo, era el día del evento que se había cernido sobre nosotros desde hace bastante tiempo: el recorrido del lugar de trabajo. Los estudiantes fueron llamados durante el recreo y enviados al lugar de trabajo de su propia elección.

Fuimos a la estación de Kaihin-Makuhari. Esta zona estaba bastante repleta de oficinas y había un número sorprendente de sedes que operaban allí también. Y como si al mismo tiempo que era consciente de lo que había ocurrido el otro día, estaba lleno de actividad. Makuhari no era llamado el nuevo corazón de la ciudad por nada. Incluso se podría decir que era la capital de Chiba hoy en día.

Nuestro grupo estaba formado por Totsuka, Hayama y yo. O al menos, eso fue lo que debería haber sido.

Pero, en realidad estaba toda la gente alrededor de Hayama como moscas cada vez que lo miraban. ¿Qué era él, una especie de cadáver? Bueno, nunca me entretuvo el pensamiento de ir con Hayama para empezar. Pensé que sería más o menos un día con Totsuka — únicamente los dos solos — pero cuando busqué a Totsuka, estaba siendo seguido alrededor por una bandada de chicas. Totsuka iba corriendo tan conmocionado y consternado que se podría pensar que estaba siendo intimidado si no lo conociera bien.

Hayama estaba rodeado por los tres tipos que se suponían iban a estar en un grupo diferente por completo junto con Miura y los demás. Podía detectar la figura de Yuigahama entre ellos. Cuando traté de contar aquí y allá, parecía que alrededor de cinco grupos habían aparecido aquí.

Estar con la gente en realidad no es mi fuerte. En esos días de fiesta de vez en cuando, cuando salía, sólo el gran número de personas en el lugar me hacían querer arrastrarme de vuelta a casa. Naturalmente, terminé muy apartado del resto del grupo. Qué terrible fue eso, ¿asumiendo el cargo de un Lord con mi propia iniciativa? Si yo fuera un comandante en la era de los Estados Combatientes, habría merecido una medalla.

El lugar de nuestro grupo (y con esto me refiero sólo a Hayama) eligió un fabricante de herramientas electrónicas cuyo nombre había oído hablar. Este lugar de función no sólo era un simple edificio de oficinas de la empresa y una institución de investigación, sino que también estaba vinculada a un museo que operaba en la zona. Era una empresa que perfectamente incorporaba la diversión interactiva, como con la pantalla de teatro que ocupaba cada pulgada cuadrada del museo y así sucesivamente.

Si Hayama había escogido este lugar sin ni siquiera ser consciente de lo bueno que era, entonces era una buena cosa sobre él: tenía un excelente sexto sentido. Una vez más, aunque él había recogido el conocimiento de una gran multitud reuniéndose por aquí, el nivel de atención hacia las necesidades de otras personas era francamente sorprendente.

Más que cualquier otra exposición, el trabajo de un fabricante de máquinas era divertido para mirar, aunque fuera para un solitario como yo.

Apreté mi cara contra el cristal, mirando con gran atención las máquinas de zumbido, como un niño que quería un juguete nuevo. La sola observación de las máquinas fue suficiente para que me emocionara.

[No somos máquinas.] Fueron las palabras que la gente decía cuando se rebelaron en contra de ser controladas para hacer trabajos forzados, pero daban completamente en el clavo. No somos máquinas. Y debido a eso, hubo momentos en que la gente soltaba los engranajes porque no comprendían cómo utilizarlos. Si se tratara de un mini coche de cuatro ruedas, estarían preguntando en Tamiya Corporation.

En sentido estricto, las máquinas tenían tales elementos superfluos también. Por lo general, las partes estaban por diversión. Así fue como se explicó el propósito de las partes sobrantes de la cadena de la bicicleta y los engranajes adicionales. Algunos podrían decir que un cuerpo mecánico tendría fácilmente una vida útil más larga.

Eso era lo que uno de los empleados dijo hoy — que las máquinas y los humanos necesitaban su diversión.

Pues bien, no es como si alguien alguna vez me invitara a divertirme...

Como he construido una distancia moderada entre mi persona y el grupo, miré a mí alrededor en el grupo de máquinas. Delante de mí estaban los chicos y chicas que hablaban y disfrutaban de la compañía mutua. Miré hacia atrás, pero no había nadie. La única cosa que me atendió fue un silencio doloroso, ensordecedor.

Pero esa quietud absoluta fue pronto rota por el sonido de un clic de los tacones contra el suelo.


"Hikigaya. Así que viniste todo el camino hasta aquí, ¿eh?"


Por una vez, Hiratsuka-sensei no estaba usando su bata blanca. Eso fue porque si ella llevaba su bata blanca aquí, sería confundida con uno de los empleados.


"¿Estás mirando por los alrededores, sensei?"

"Sí, algo así."


Hiratsuka-sensei respondió, aunque su mirada no se desvió de la maquinaria deslumbrante, ni siquiera dio una mirada a sus estudiantes.


"Eh... la maquinaria japonesa es increíble."


Ella hizo una pausa.


"Me pregunto si alguna vez van a hacer un Gundam[1] mientras que todavía estoy viva."


Ella realmente tenía el cerebro de una niña pequeña. Ella estaba admirando los cuerpos de acero con ojos brillantes. No, por favor, permanece de esa manera.

La idea que se me ocurrió fue que este sería un buen momento para hacer un descanso. Hiratsuka-sensei debió haber notado el sonido de mis pasos cuando empecé a caminar, porque ella hacía juego con los suyos.


"Oh, eso me recuerda, Hikigaya. Acerca de tu competencia hipotética..."


La competencia... se refiere a lo que existe entre Yukinoshita y yo, donde estábamos decidiendo cuál método de ayudar a las personas funciona mejor a través del Club de Servicio. El ganador decidiría el destino del perdedor.

Sensei vaciló sobre el tema que ella había creado por sí misma.

La mandé a continuar con solo mis ojos.

En ese momento, sensei abrió la boca una vez más, esta vez con renovada determinación.


"Hubo demasiada interferencia de factores externos. El marco actual no es capaz de hacer frente a eso. En lugar de eso, propongo alterar una parte del sistema."


Su lenguaje fue salpicado con el mismo tipo de excusas que una compañía de juegos usaría, pero para cortar una larga historia, parecía que la capacidad de sensei estaba sobrecargada, haciendo que se bloqueara.


"Realmente no me importa de cualquier manera..."


Murmuré.

No importa lo que hiciera, las reglas de esta competencia fueron escritas por Hiratsuka-sensei. Podía cambiar las reglas a su antojo sin tener en cuenta lo que dije. Las condiciones para ganar o perder se decidirían basados en el juicio sesgado de Hiratsuka-sensei en primer lugar.

La resistencia era inútil.


"En realidad, ya está decidido, ¿verdad?"

"No..."


Hiratsuka-sensei dijo mientras se rascaba la cabeza.


"Todavía hay una persona que es difícil de manejar."


Difícil de manejar. Cuando oí eso, Yuigahama fue la primera que me vino a la mente. Ella era la chica que se había unido a nuestro club después de que hubiera comenzado — las reglas de la apuesta en el club solamente aplicaban para Yukinoshita y yo.

Se le podía llamar una existencia irregular. Un factor externo era conveniente también. Sin ser parte del plan original, había logrado colarse a su manera en el corazón del Club de Servicio actualmente.

En ese caso, tal vez era un concurso entre los tres: Yukinoshita, yo — y ahora Yuigahama.


"Mmm, parece que este es el final de la línea del camino Mecha Mecha."


¿Qué diablos es un camino Mecha Mecha?


"Si decides hacer un nuevo club, asegúrate de hacérmelo saber. Ahora ven, no voy a hacerte nada malo."


Dijo Hiratsuka-sensei con una sonrisa, pero todas sonaban como las líneas de un villano para mí...

Después de eso, Hiratsuka-sensei volvió al original camino Mecha Mecha. La vi entrar y luego me regresé hacia la salida.

Había pasado demasiado tiempo charlando con Hiratsuka-sensei. Hayama y los demás ya se habían ido, y el sonido más fuerte que podía oír era el susurro del viento del comienzo del verano en un matorral de bambú desierto. Intenté mirar alrededor de la entrada aislada cuando el sol empezó a ponerse y los colores del cielo comenzaron a cambiar.

Y allí, vi un cabello circular familiar. Sin darme cuenta, que la había encontrado.


Parte 2[edit]

La chica estaba sentada en un borde, abrazándose las rodillas y presionando lejos su teléfono celular. Por un momento, Deliberé en llamarla. Pero en mi vacilación, ella terminó por darse cuenta en su lugar.


"¡Oh, Hikki, llegas tarde! Todo el mundo ya se ha ido, ¿sabes?"

"Oh si. Mi error, me distraje con mi robot interior... ¿así que a donde ha ido todo el mundo?"

"A disfrutar."


Los estudiantes de secundaria en Chiba realmente aman disfrutar. Era un restaurante familiar de Chiba desde hace tiempo — hombre, estaba sobrevalorado. La comida era barata y sabrosa, así que no era una sorpresa, sin embargo.


"¿No vas?"


Le pregunté bruscamente.


"¡¿Eh?!"


Yuigahama parpadeó.


"Oh, ya veo, estaba un esperándote, Hikki. Es como que... me siento mal si te quedas atrás, ¿sabes?"


Mientras que jugaba con sus dedos, Yuigahama me miró vacilantemente. Al verla así, estalló en una sonrisa sin pensar en ello.


"Yuigahama, eres tan agradable."

"¡¿Eh?! ¡¿Um que?! ¡E-Eso no es cierto en absoluto!"


Yuigahama agitó los brazos violentamente, con la cara de color rojo brillante, tal vez debido a la puesta del sol.

No tenía ni idea de por qué ella lo negó, pero sabía que Yuigahama era una buena chica. Ella era una buena persona, pensé. Por eso tuve que decirle directamente.


"Sabes, realmente no tienes que preocuparte por mí. Salvé a tu perro por coincidencia, y además probablemente sería un solitario en la escuela secundaria incluso si el accidente nunca hubiera ocurrido. No hay necesidad de preocuparse porque salí herido por ello. Eso es lo que siempre me he dicho a mí mismo."


En realidad nunca había pronunciado esas palabras, pero sabía lo suficiente como para saber que era verdad. Yo probablemente — no, sin duda — no habría estado rodeado de amigos si hubiera entrado en la escuela secundaria con normalidad.


"¿Lo r-recordabas, Hikki?"


Yuigahama me miraba en estado de shock con los ojos abiertos.


"No, no lo recuerdo, en realidad. Es sólo que una vez cuando viniste a mi casa para darme las gracias. Komachi me habló de ello."


"Oh, está bien... Komachi-chan te lo dijo..."


Yuigahama rió débilmente, con una sonrisa hueca en su cara. Ella bajó la cabeza furtivamente.


"En ese momento, parece que saliste de tu camino por mí. Bueno, no tienes que preocuparte por mí a partir de ahora. Yo era un solitario desde el principio y el accidente no tuve nada que ver con ello. No tienes que sentir pena por mí o actuar por obligación."


Hice una pausa, y luego continué.


"Si eres buena conmigo a te preocupas por mis sentimientos, entonces detente."


Por un momento, yo era muy consciente de la forma en que hablaba más o menos.

Prácticamente gruñí esas palabras en ella. Me preguntaba por qué lo hice. No era algo en lo que debería poner más quicio del necesario.

Me rasqué la cabeza como una forma de ocultar mi irritación. Ese fue el sonido desesperadamente de agarrar un popote. El silencio resonó entre nosotros, una extensión de la tranquilidad de antes me puso enfermo.

Fue la primera vez que mi estómago había podido soportar el silencio.


"Bueno, eh, eh..."


Los dos abrimos nuestras bocas, en vano intento de formar las palabras que sabíamos que teníamos que decir, pero no salía nada. A medida que nuestras palabras se enfrentaron unas contra otras, Yuigahama dejó escapar una falsa risa alegre.


"Um, Ya veo ¿cómo decirlo? Eso no es realmente como es. ¿sabes?"


A medida que se fue riendo, me miró fijamente, su cara se retorcía de dolor.


"Quiero decir, en realidad no es así..."


No podía distinguir su expresión después de que ella bajó la cabeza. Y sin embargo, ella habló tan débilmente, con su voz temblando ligeramente.


"No es — no es así... no es así en absoluto..."


Murmuró.

Yuigahama siempre había sido una buena chica, y ella probablemente lo sería para el resto de su vida. Si la realidad es una cruel persona, entonces una mentira era una mentira.

Y así, la bondad en sí era una mentira.


"Um, bueno, mira..."


Comenzó Yuigahama.

Ella giró la cabeza y me miró. Sus ojos estaban borrosos por las lágrimas, y aún así ella me miraba resueltamente y sin apartarme la mirada. Yo era el que tenía que apartar la mirada.


"... Eres un idiota."


Y con esto, se dio la vuelta y Yuigahama corrió. Pero después de un par de metros, sus pasos empezaron a arrastrarse y ella se desaceleró a una caminata un tanto laboriosa.

La observé hasta que ella se había ido, y luego de repente me di la vuelta.

Yuigahama podría haber ido a disfrutar donde todos los demás estaban esperando.

Pero eso no tenía nada que ver conmigo.

No me gusta estar con la gente.

Y no me gustan las chicas bonitas.

Te siguen a donde quiera que vas y sin embargo, están siempre fuera de tu alcance, como la luna que emite su luz hacia ti desde el cielo nocturno. La distancia entre tú y ellas es insuperable.

No puedes dejar de pensar en ellas después de un simple intercambio de saludos y tu corazón aletea cuando les mandas mensajes. Cuando miras tu teléfono, miras fijamente sin decir nada en el historial de llamadas durante todo el día.

Pero sé cómo funciona. Esa es la bondad. Yo casi siempre olvido a aquellos que son amables conmigo, también son amables con los demás. No es como si no sintiera su amabilidad ni nada. No, la siento. Incluso se podría decir que la siento demasiado.

Y debido a eso, consigo una reacción alérgica.

Ya he vivido a través de todo eso una vez. Un solitario que una vez es mordido, dos veces se hace tímido. Las confesiones de amor como castigo por perder piedra, papel o tijeras, cartas de amor falsas escritas por chicos que copian lo que las chicas les dicen — no quiero tener nada que ver con ellos. Soy un veterano de la guerra. No hay nadie mejor en experiencia de derrotas que yo.

Por siempre y para siempre con las expectativas de obtener una idea equivocada — en algún momento acabo aferrandome a falsas esperanzas.

Y es por eso que siempre voy a odiar a las chicas amables.


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Notas del traductor y Referencias

  1. Para quienes no lo conozcan. Imagen