Toradora! (Español):Volumen2 Capitulo5

From Baka-Tsuki
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Capítulo 5[edit]

"...Whoa!"

El Ryuuji se estremeció y retrocedió instintivamente.

Yendo a la escuela como normal mientras mantenía un poco de distancia entre si mismo y la Taiga, él entro la clase y se fue a su asiento. La Ami había venido para agradecerle por el día anterior y él se encontró mirándole la cara.

"...¿Q, qué?"

"Nada... Solo que..."

Ella fue iluminada por la luz brillante del comienzo del día vernal. Desanimada de un modo sorprendente, parecía completamente gastada y exhausta. Su voz estaba aun mas raspada; el día de ayer de veras le había costado.

"...¿Cómo debo decir esto? Pareces bastante cansada..."

"...¿De veras?..."

No pareciendo de su manera normal, y dejando salir un suspiro lastimosa, la Ami jaló un asiento cercano y se sentó con sus codos descansando sobre el escritorio del Ryuuji. Entonces, poniendo una cara de poco ánimo,

"Eso sí es correcto. No pude deshacerme del cansancio de ayer..."

Y así, salió poniendo su cabeza, cara abajo, contra su escritorio. Podía haber sido champú, o quizás jabón, o posiblemente estaba llevando un poco de perfume, pero ella estaba emitiendo una fragancia suave y buena. Solo un poquito estimulado, los ojos del Ryuuji reflejaron la luz de un modo animal. De algún modo, logró mantenerse una apariencia tranquila.

"...Ayer, tuviste una experiencia horrible, de veras. Se puede entender que estás cansada."

Él trataba decir algo así de un modo macho.

"Eso no lo es."

Levantando su cara blanca, la Ami miraba de frente al Ryuuji con ojos brillantes pero estables.

"En el apartamento de la Taiga Aisaka... Haciendo una cosa u otra por cinco horas... No, era mas como seis horas..."

"Hi, hizo algo la Taiga?!"

“Quedaba bailando. Y, quedaba cantando.”

¿Bailando?...¿Cantando?

Dirigiéndose del Ryuuji, quien estaba dándole una mirada curiosa, la Ami dejó salir otro suspiro... Ella estaba mirando a la distancia, dando un aspecto de estar cansada del mundo.

"Que si yo no escuchara a lo que dijo, entonces sería botada a la calle. Me amenazaba así y ... hasta bien de noche ... ella me lo hizo hacer."

"¿Qué te hizo hacer?"

"...Escucharle su serie de impresiones, canciones hechos imitando varios cantores, 150 juegos, uno tras otro."

"Ella seguía haciéndolos continuamente, sin contar, hasta que se mezclaron en una masa continua. Uganda... Falcón... Ami-chan quiere morir." La Ami murmuraba como si fuera un gemido hasta que por fin puso la cabeza otra vez sobre el escritorio del Ryuuji. En la distancia, el Haruta y el Noto estaban hablando de suspiros entre si, "Noto-cchi! Ese pata ahora está del pituco!", "Ya veremos con quién vamos a hacer amigos de ahora en adelante!" Él notaba que los dos estaban mirando hacia él de plenos celos, pero no tuvo nada que ver con él.

"¡Tan cruel!"

Él tembló, enfriado al centro mismo, acordándose de cómo la Taiga había sonreído con lo que parecía bondad cuando invitó a la Ami a su apartamento, y después de su actitud mas tarde mientras devoraba salmón a la muniere como una osa preparándose para invernar.

Aun ahora, cuando miraba, la Taiga y la Minori estaban juntas, riéndose incontrolablemente de alguna cosa u otra. Cuando la Taiga estaba de buen humor, siempre parecía que algún otra persona estaba sufriendo mas bien --- Como la Ami había, básicamente, caído justo delante de él.

Una vez mas estaba mirando al perfil bien ordenado de la Taiga, pensando "qué pata tan horrible", cuando,

"¿Podría hablar contigo por un momento?"

El Kitamura se metió en la conversación entra la Taiga y la Minori. El Ryuuji estaba pensando de qué diablos será la conversación, como no podía escuchar lo que estaban diciendo, pero en todo caso, se veía que la Taiga estaba poniendo aun mas alegre.

Él miraba hacia la Taiga, quien estaba mirando a la Minori, como no pudo mirarle directamente a la cara del Kitamura, y la Ami, quien parecía estar acordándose del alguna de las canciones de anoche que desafortunadamente se había metido en su cabeza, como empezaba a decir algunas palabras sin sentido. El Ryuuji no tenía ninguna idea de cómo cantarlos, ni bailarlos, pero al comparar a las dos chicas, él pensaba,

"Es justo como el cielo y el infierno."

--- Sin embargo, la situación no era nada tan sencillo.


El Ryuuji se dio cuento de su error cuando...

"¿Qué!"

Era durante del descanso de la tarde al sacar (con ganas!) su almuerzo de su bolsa, y estaba cruzando la clase para ir a su gaveta para sacar sus palillos guardados (por supuesto, él los lavaba diariamente después de comer).

"¿Qué demonios estás haciendo?"

"..."

Había sido víctima de un asalto casual.

La rea era la Taiga, silenciosa y deprimida. La arma que había usado era una lata de te bien enfriada que recién había comprado. Como ella había sido pasando por detrás de él, ella lo había puesto contra la piel del cuello, detrás de su cabeza, causando que él se parara de puntapiés y que se torciera todo su cuerpo.

"¿Qué demonios, tu? Si haya algo que quieres decir, dilo pues! Entonces deje de hacer eso...!"

No importaba cuanto trataba de evitarla, la Taiga simplemente seguía viniendo y empujando su lata de te contra él, con fuerza. Ella estaba con sus ojos casi cerrados de una forma que indicaba que estaba para reventar cualquier segundo, crujiendo sus dientes visiblemente, su mandíbula moviendo de lado a lado, y poniendo una cara feroz,

"Mi pecho, siente como si estuviera para reventar!"

"¡Q, qué!"

"Es una sensación horrible!"

"Ya! Déjalo! Yo soy él que está sufriendo ahorita!"

Por fin logró quitarle la lata de sus manos pequeños y lo levantaba bien afuera de su alcance. Portándose como una tigre neurótica en el parque zoológico, la Taiga daba vueltas al Ryuuji.

"No hay modo...! ¿Por qué?!"

Seguía murmurando consigo misma.

"¿Qué, justo qué en el mundo pasó?"

"...Oh, no hay modo, pero, pero..."

"Oye!"

"¿Qué?"

Sin pensar, él había tomado la lata fría en su mano, y había tratado de ponerlo en contra de la nariz de la Taiga. La Taiga se agarró de su nariz y saltó,

"¿Qué demonios estás tratando de hacer?"

"¡Owowow!"

Ella entonces había agarrado y pellizcado la cara del Ryuuji, quien estaba de puntapiés con su brazo extendido. Parecía que por fin ella había vuelto a sus sentidos.

"Carambas... ¡Tu cara dejó sudor sobre mis manos!"

"¡Me arañaste con tu uñas! Oye, si tienes algo que decir, entonces ¡apúrate y dilo! Justo ¿qué te tiene tan perturbada?"

"...Eso es..."

Dejando salir un solo suspiro, la cara de la Taiga se puso casi de arrepentida, y se mordió el labio. Por fin, unos minutos mas tarde, ella bajó la voz mientras rápidamente le dejó saber el problema que condujo a cometer el asalto.

"...Kitamura, esta mañana me dijo... que sea mas amistosa para con la Ami Kawashima y aun que la invite para almorzar hoy..."

"...Q"

El Ryuuji esperaba un momentito, cerró y abrió sus ojos.

"¿Por qué?"

"¡Es justo lo que quiero preguntar!"

Él pudo entender qué estaba sintiendo la Taiga gritona. Simplemente no había modo que eso pasara.

La primera pelea en el restaurante familiar, y el ataque de la Taiga con la Minori, el Kitamura debería de haberlo visto todo por si mismo. Entonces justo por qué querría hacer algo como eso... No podría ser que desde el punto de vista del Kitamura, pareciera que la Taiga y la Ami podrían llevarse bien, ¿no? Si así fuera, entonces ese hombre realmente debe de renovar la receta para sus lentes tan pronto como sea posible.

"...Eso... Esto no parece como sería para el bien de nadie..."

El Ryuuji murmuraba de baja voz, y la cara de la Taiga parecía bien de pobrecita mientras los dos salieron mirándose el uno al otro.

El había estado pensando justo de qué estaba hablando el Kitamura a la Taiga, pero no tenía ninguna idea que sería algo como eso... De lo que dijo la Taiga, andaba así:

"Bien sé que la personalidad de la Ami es bien mala. Pero, si solo conversa con la gente a través de ese tipo de disfraz, entonces no importa cuánto tiempo pasa, ella nunca hará nada parecido a amigos verdaderos, ¿sabes? Entonces estoy pidiendo a la Aisaka, quien ya conoce su personalidad verdadera, y la amiga mas cercana de la Aisaka, la Kushieda, que por favor se cuiden de la Ami. Sabes, Aisaka, que eres una de las pocas amigas con quien puedo contar para hacer esto para mi." --- Eso es lo que dijo el Kitamura.

“Gah!”

Habiendo repetido las palabras del Kitamura, la Taiga estaba torciendo su cuerpo chato incómodamente. Parecía que un conflicto que no podría escapar estaba moviéndose violentamente adentro de ella.

"No lo quiero hacer... De veras quiero negarlo... Pero no es una chiste... Es algo que el Kitamura-kun me ha pedido... O mas bien, ¿por qué demonios está él preocupándose de ella de todos modos... O~h, oo~h, oooh~.”

La Taiga estaba agarrándose de la cabeza mientras gemía hasta que por fin salió sentada en el suelo al lado de los pies del Ryuuji. Algo confundido, el Ryuuji también se bajó al suelo al lado de ella,

"Oye, podrías darte hemorragia de ese modo, ¿sabes?!"

"P, pero...! Oye, de todos modos... él dijo amiga...! Después de todo, solo somos amigos...! Soy una de sus pocas amigas confiables... Hah, ¿se supone que debo de ser feliz con eso? De ningún modo! No estoy feliz nada! Pero, él me pidió ayuda... ¿Debo de ser feliz? ...No lo estoy!"

Sin pensar, el Ryuuji también había comenzado de parecer confligido, sin aliento. No tenía mucha experiencia ni con observar a otros tratando con sus problemas. Sin decir nada a ella, él salió simplemente manteniéndole ojo por un rato.

"Ah, pero.... pero, pero, pero!"

La Taiga firmemente cerró sus ojos y se agarró de la manga del Ryuuji. Sus dedos apenas quedando firmes, la Taiga abrió la boca y comenzaba a jadear de un modo difícil, pero un poco mas tarde asintió con la cabeza. Parecía como si hubiera llegado a una decisión.

"...Aguantaré lo que no se puede aguantar... Tolerar con un montón de tolerancia!"

"...Yo, yo entiendo, mas o menos, de alguna manera."

Asintiendo, el Ryuuji miraba mientras la Taiga se enderezó. Así, caminaba de largos pasos y miraba hacia adelante a la única meta en su mente, caminando rápidamente.

"Ven conmigo. Vamos a almorzar."

...Atónito. Levantándose la vista a lo que estaba delante de ella, con la boca parcialmente abierta, estaba la Ami Kawashima.

La Ami estaba en su asiento, llevando su lonchera y levantándose, y un poco mas allá reclamando "Ami-chan! Apurémonos al techo!", estaban la Maya y la Nánako, esperando para ella.

"¿Qué?", la Ami estaba parpadeando vez tras vez, de sorpresa--- Por fin parece como si hubiera vuelto a sus sentidos. Contestó a la Taiga con una sonrisa tan pura que era una burla, llena de odio.

"Justo ¿qué estabas diciendo? Ya tengo planes con la Maya y las otras."

"Cállate."

“…Q…”

La Taiga volteó las quejas de la Ami con un solo mandato, y en cuanto a las dos Maya y Nánako, ella simplemente dejó salir un gruñido animal. Y con solo eso,

"Ah, ya veo. Si dice la Aisaka-san que así sea, entonces ni modo. Vamos, Nánako."

"Tienes razón, ni modo hay. Bueno, Ami-chan, nos veremos la próxima vez."

Las dos no parecían de temor, pero ni dándolo mucho pensar, asintieron como respuesta a la voz gruñidora, entonces le saludaron a la Ami rápidamente. La criatura conocida como la Tigre de Bolsillo ya se entendía bien entre las chicas de la clase.

Pero, probablemente era natural que la Ami no podría entender.

"...Tu, ¿qué estás pensando? Diciéndome que vaya contigo, justo ¿qué estás planificando?"

"Vamos a almorzar juntas."

"¿Qué?! Esto no es una chiste, ¿por qué comería yo contigo?! ... Como sea. Tengo muchas otras amigas."

"...Michael Jackson haciendo un recorrido como guía de turistas..."

Dijo repentina y secamente la Taiga. Ciertamente sonaba como si solo estuviere hablándose a si misma, pero,

“Hiih~?!”

"...Mona Lisa pegando la esquina a 200 kilómetros por hora... Tsuku desesperadamente tratando de cantar música campesina que no puede cantar... Es todo dentro de mi camera digital... Todo ya revelado completamente... El título es 'Una cierta modela ya lo a hecho; 150 sesiones continuas de monomane' ... Posiblemente, por casualidad, podría dejarlos salir al público..."

"D, deje! Ya! Ya entiendo! Estará bien si solo como contigo, ¿no? ! Está bien, ¿no?! ¡Diablos!"

Casi lista para llorar, la Ami aun se había olvidado de mantenerse su fachada, y agarrando su lonchera rudamente, hizo su camino al escritorio de la Taiga.

La Minori ya estaba lista, esperando por si acaso,

"Oye Kawashima-kun. Voy a comenzar antes de ti."

Ella estaba agarrando una cinta enorme entre sus palillos... Ella mostraba una cosa que parecía algo como quelpo hervido, bien arriba en plena vista.

"...Q, ¿qué es esto? ... Carambas, ni sé lo que quiere decir."

"Ya ya, solo quédate sentada, señorita."

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La Minori sentó la Ami a su izquierda, y con su mano izquierdo se agarró firmemente del hombro de la Ami.

"Ya, dime ‘ah’.”

Ella levantaba el quelpo cerca de los labios de la Ami.

"¡No necesito esto!"

---La Ami gritó algo como eso, pero,

"...Que bien."

La persona quien había dicho eso sin pensar mientras cuidadosamente mantenía un ojo sobre cada cambio de eventos era el Ryuuji. Si solo pudiera estar tan cerca a la Minori, forzado a decir 'ah', siendo engreído por ella, recibiendo ese quelpo como cinta... Haa...

"Takasu, ¿qué haces en la luna con tu boca abierta? Vamos ya."

"...¿Hm? ¿Eh? ¿A dónde?"

Repentinamente llamándole y apareciendo al lado del Ryuuji antes que lo supo, el Kitamura le metió el dedo en su espalda.

"A dónde están la Ami y los demás. Yo pedí que la Aisaka y la Kushieda invitaran a la Ami. Solo hacer ese pedido, y entonces dejarlas solas, ¿cómo podría hacer algo como eso?"

"...¿Qué tiene que ver eso conmigo?"

"Tu sabes que no soy del tipo para simplemente meterme en un grupo de chicas para comer, solo yo."

"Si seas tu, estoy seguro que sería bueno..." era lo que estaba pensando el Ryuuji, pero mas bien dijo solo "No se puede evitar." En realidad de veras complacido, él siguió tras el Kitamura. Podría ser malo para la Taiga, pero para el Ryuuji, es mejor suerte que podría haber esperado. Si podría ser permitido pasar su descanso de almuerzo junto con la Minori, entonces realmente no le importaba el desafío entre la Tigre y la Chihuahua.

"Oye, por favor déjenos entrar al grupo."

"Oh, si no es el Kitamura-kun y el Takasu-kun. Siéntense por acá."

La única que hizo el esfuerzo de dar la bienvenida a los dos chicos quienes se habían metido al grupo de chicas era la Minori. La Ami, a un lado, estaba quejando '¿Por qué? ¿Por qué salen las cosas así?', frunciendo el ceño, y simplemente mostrando que no le gustaba, y viniendo a la Taiga al otro lado,

“…”

Ella quedaba calladita todavía. Quizás preocupada por la presencia del Kitamura, quien repentinamente había aparecido a su lado derecho, los ojos de la Taiga estaban desenfocados como si fuera de trance, como no podía dirigir su mirada, y sus labios rosados estaban flojas, pero,

“…~.”

Como si estuviere acordándose de repente de que la Ami estaba delante de ella, la cara de la Taiga se llenó de enojo, pero una vez mas preocupada por el Kitamura, se puso suave, y entonces, pensando en la Ami otra vez, se puso dura; cambiando por así y asá, era difícil ver qué cosa estaba sintiendo de veras.

"Q, qué increíble..."

La cara de la Taiga se puso tan increíble que sin pensar, el Ryuuji dejaba de respirar. Mientras su lado derecho parecía tonta hacía el Kitamura, y su lado izquierdo parecía bien molesta hacía la Ami--- El modo que su cara parecía perfectamente asimétrico de izquierda y derecha, le hacía acordar perfectamente del Barón Ashura.

Y todavía como eran las cosas, parecía que su cara y aun su mente había llegado a algún tipo de balanza delicada. No estaba atacando a la Ami, y considerando que el Kitamura estaba presente, ella podía abrir la tapa de su lonchera sin que tiemblen sus manos o aun que esté demasiado agitada de otras formas. Aunque su cara salía como algo bien notable, la situación no le permitía que hiciere nada, de una manera y otra, en cuanto a su expresión.

"Bien, bien, tiempo para el almuerzo. Está bien comer juntos con las chicas de vez en cuando, ¿no es así?"

"...¿Será eso la razón que Yuusaku hizo todo este arreglo?"

"¿Hm? No sé, ¿de qué estás hablando? Wah, el bentou de la Kushieda es tan grande esta vez también! Ven, Ami, y míralo también!"

“Fufufu, aunque sea la caja tan enorme, ¿qué pasa con el contenido tan escaso…? Oye, mire, este es maroni, y este otro es konnyaku.”

Mirando a la Minori de una manera discreta mientras mostraba feliz sus varios platitos de lado, el Ryuuji estaba disfrutando completamente de este poquito de felicidad. No le importaba que no era parte de la conversación. Si solo podía estar cerca de ella así por diez o aun doce minutos, entonces él lo contaría como una bendición.

Había pasado mas o menos un mes desde el fracaso de la última vez que trataron la operación 'Queremos Comer Bentou Juntos'. Por lo menos esta vez, de veras podría comer su almuerzo junto con la Minori. Ahh, cuán feliz estaba que la Taiga y la Chihuahua estaban peleando.

Mientras pensaba profundamente, fue para remover la tapa de su caja bentou, se quedó su aliento y se dejó de mover. Estaban para encontrar la mismísima razón por el fracaso anterior. La bentou de la Taiga era igualito al suyo.

Probablemente no había modo... Cuidadosamente se escondió su bentou, cubriéndolo con su tapa para que nadie pudiera ver su contenido. Sin embargo,

“Ah~, entonces de veras hay chicos que hacen algo como esto! Ven, ven, Takasu-kun, ¿para qué te portes tan secretivo?!"

“Ah!”

La Minori así no mas se robó la tapa de él. Ella reveló un omelete llenado de frijol soya, tocino frito y cebollas, arroz tapado de alga... Era un bentou magnífico, hecho a mano, con el mismísimo contenido que él que la Taiga ya había comenzado de comer.

“…Umm…Si.”

Mirando del uno al otro de los dos bentou, la Minori pareció pensar por un rato,

"...Bueno, eso es, huh. Oye... Takasu-kun, ¿cuál es tu seña?"

Ella le devolvió la tapa casualmente.

“P, Piscis.”

"No soy asiento de baño. ¡No!" (Nota: Hay un juego de palabras acá que tiene que ver con que en japonés, la segunda letra del nombre Piscis y la segunda letra para asiento de baño es lo mismo. No sale ni en inglés ni en español.)

Ahahahaha~---Pero sus ojos revelaron que su risa era solo un pretexto.

La Minori seguro habrá sentido cuan delicadamente horrible las cosas estaban en la Ami y la Taiga, y mas bien que hacerle reventar a la Taiga, haciendo cualquiera pregunta en cuanto a las relaciones entre el Ryuuji y la Taiga, ella probablemente había estado pensando desesperadamente de su propia manera para algún modo de preservar la balanza milagrosa que se había establecido.

"J, justo qué tipo de cosa estás diciendo mientras estás comiendo?"

“Lo siennnnto! Soy de verdad una rodilla~ Toradora vol02 heart.png

A la vez, él había sentido aliviado que quizás, de algún tipo de suerte, pudieron cambiar la conversación suficiente que las cosas de algún saldrían bien... suficiente.

Completamente no notada, la Ami había estirado su brazo por la mesa y de repente sacó la tapa del bentou del Ryuuji, dejándolo expuesto otra vez. Se movió tan rápidamente que el Ryuuji, desafortunadamente, ni tuvo tiempo para reaccionar.

"¿Por qué es que el contenido del bentou de la Aisaka y del bentou del Takasu son exactamente lo mismo? Si pienso en ello, los dos eran iguales ayer también."

Con un espasmo, el hombro de la Taiga comenzaba a temblar.

A la vez, la clase que estaba tan llena de energía hace unos momentitos, de repente se paro como muerto en un instante.

"...El lo preguntó...", "De veras lo hizo...", "No se debe hablar de eso...". Eventualmente la gente comenzaba a hablar en suspiros, las voces bajadas mostrando su temor.

"¿Eh? ... ¿Q, qué? ¿Por qué está todo tan silencioso de repente? ¿Hice algo?"

Solo la recién transferida Ami no sabía.

Si cualquier fuera a preguntarle a la Tigre de Bolsillo en cuanto a su relación con el Ryuuji, podría esperar un desastre de proporciones épicas. Eso era algo que todos los miembros de su clase sabían, como recibieron la lección prácticamente a golpes. Entonces, en cuanto a esos dos... aunque hubiera alguien pensando en cuanto al tipo de relación que los dos llevaron, absolutamente nadie podía decir algo en voz alta. La Tigre de Bolsillo había dicho que no estaba saliendo con nadie, entonces no estaba saliendo con nadie. Ella les había dicho que no hablaran de cosas tan importantes otra vez, entonces nadie se atrevía hablar de eso. Sin embargo, la nueva salió haciéndolo...

Golpeados por la tensión casi explosiva, nadie ni se movía los palillos. Toda conversación también se paró mientras todos prestaron atención para ver cómo la Taiga iba a reaccionar. Si mostraba señas algunas de enojo, tendrían que comenzar a huir tan pronto como posible---

"...Qué extraña eres. ¿Algo así te va a molestar?"

Al fin, la persona que contestó tranquilamente era la Taiga.

Su expresión había vuelta a su cara bonita normal, como una muñeca francesa, mientras hablaba con una voz que estaba inesperadamente quieta y nivelada, como si fuera todo normal.

"Entonces, será bien con esto, ¿no?"

"Ah, mi..."

Desafortunadamente, eso fue toda la queja que el Ryuuji pudo hacer. La Taiga así no mas se estiró la mano, se agarró del bentou del Ryuuji, y entonces comenzaba ruidosamente paleando la comida por su garganta... En tres segundos había comido todo su omelete y comidas fritas.

Entonces llena, con las mejillas estiradas, quedaba algunas migas para las esquinas de su boca mientras comenzaba a hablar no claramente,

"Ashi, ahora no hay problemash... Lo mío es un bentou de omelete y cosas fritas. Lo del Ryuuji, de quelpo."

Ella devolvió la caja bentou, ahora una lástima, al Ryuuji. Suspiros aliviados se podían escuchar por aquí y por allá dentro de la clase, y lentamente, los sonidos normales del descanso de la tarde comenzaron a volver. Parecía que habían evitado el alboroto de la Tigre de Bolsillo.

El único de sufrir daños era el Ryuuji.

"¡Eso...! ¡Mi bentou es...!"

Era tan horrible que, sin pensar, se sentía al punto de llorar. Pero, del vacío apareció un par de palillos y le dieron una sola bola de carne.

"Ya. Ahora, el Takasu-kun tiene un bentou de bola de carne."

"Ka, Kawashima...!"

Con una sonrisa de ángel, la Ami compartió parte de su comida. Pero, al hacer esa sonrisa,

"Oye, ¿por qué todos Uds. dejan a la Aisaka hacer lo que le de la gana? ¿Tendrá algún control sobre Uds.?"

Había tocado un puto doloroso. Él no estaba seguro si debería llamarlo debilidad, pero él podría pensar en cuanto a algunas cosas en cuanto a él mismo... Con tal como sucedieron las cosas y todo, las cosas siempre salieron así... Por supuesto no podía decir nada tal, pero si se quedara callado, saldría mal. La persona que contestó mas bien,

"El Ryuuji, sabes, era mi perro en una vida anterior. Maravillando sin entender de lo que decía su dueño y simplemente sacudiendo su cola como su única respuesta. Es el gozo de ser un perro."

Eso fue la Taiga.

Con su sonrisa increíble, parecía sobrepoderosa... Él quiso contestarle, como '¿Justo qué estás diciendo?', pero,

"Ya ya, aunque los dos son destinados para estar juntos~!"

Era justo como la Minori elegir ese momento para jugar con ellos. La Taiga y el Ryuuji tomaron aliento simultáneamente.

""No hay modo.""

Sacudieron sus cabezas en harmonía. La reacción de la Ami a lo que pasó delante de ella,

“...Fu~~h. Tan buen entendimiento el uno del otro...”

Ella apenas se cerraba los ojos y estaba hablando bajo su aliento de una manera casi cantante. Él lo escuchaba indistintamente, entonces podía haberlo escuchado mal --- Ami-chan, no es eso interesante~... o algo como eso.

Haciendo un sonido exasperado, y sonriendo de una manera afectada, no parecía que la Taiga planificaba hacer nada mas por lo pronto en cuanto a la Ami. Tomó sus palillos y estaba para volver a comer cuando,

"Ohh, la Aisaka de veras come bastante, ¿no? Aunque yo sí pienso que eso es mejor que estar de dieta."

“…!”

Quizás de choque por las palabras del Kitamura, ella sin pensar dejó caer sus palillos.

No importa si es que esté subiendo o bajando de peso; las palabras 'come bastante' a una chica era lo mismo como la pena de muerte--- especialmente cuando viene del objeto de su infatuación.

Ahh... Cansado y completamente desinflado, el Ryuuji simplemente miraba a la Taiga mientras su boca seguía abriendo y cerrando flojamente.



* * *



La oportunidad para la Taiga de evitar ser nombrada como 'la chica que come bastante' (aunque nadie se atrevía decir algo así de alta voz de todos modos) vino después de la escuela, justo después de las formalidades de terminar las clases por el día.

"Ooooye, perdóname, todos! ¡Por favor escuchen por un poquito!"

La voz del Kitamura resonaba por el cuarto ruidoso de la clase, y los que estaban preparando para salir voltearon para mirar.

"Bien, como creo que todos ya saben, hoy es el día cuando el concilio de los estudiantes lleva a cabo su limpieza mensual del vecindario! En realidad, esta vez, porque los estudiantes mayores, normalmente abundantes, estarán preocupados preparándose para los exámenes preparativos de mañana, la cantidad de participantes será mas pequeña que normal! Todos, sinceramente espero que escucharán mi pedido y participen!"

---Fingiendo no escucharle, la mayoría eventualmente volvieron a lo que estaban haciendo, preparándose para salir. Por supuesto, el Ryuuji también estaba entre esa mayoría. No era que no le gustaba limpiar, pero esto fue un asunto bien distinto. Porque era el vecindario completo, entonces no importaba cuánto se esforzaba, nunca podría hacerlo perfectamente limpio. Él sabía bien ya que participar solo le haría mas frustrado.

Mientras esta limpieza voluntaria mensual del vecindario podría haber parecido como simplemente una manera de ayudar a la gente, los estudiantes del último año que estaban en una situación delicada realmente pensaban en ello como una manera de recibir unos comentarios mas positivos en sus cartas de recomendación, como 'entusiástico aun para trabajo voluntario', o 'se porta como líder' o en algunos casos 'participante dedicado y extraordinaria', según cuánto hicieron. Eso era por qué, aparte de los miembros del Concilio de Estudiantes, la mayoría de los participantes siempre fueron los del último año de estudios, y entonces los varios clubes deportivos se tornaban enviando unos cuantos de sus miembros cada vez. Básicamente, era un evento que no tenía nada que ver con los estudiantes mas jóvenes que no eran miembros de clubes deportivos. Entonces, no importaba cuánto el Kitamura trataría de invitarlos a que participen, que alguien de veras se levante la mano sería---

"Ya Takasu! Entonces vienes!"

"---¿Qué?!"

Un fenómeno bien extraño.

Por alguna razón inexplicable, la mano derecha del Ryuuji estaba levantada bien arriba.

"Ya, estaré esperando. Cámbiate a tu jersey y reúnanse a la entrada delantera! Bien, ahora puedo pararme delante de la presidenta... como no estoy con cero como había esperado. Bueno, ya he escrito tu nombre en la lista, entonces ya no se puede escapar, ¿ya?"

Con su lapicero en la mano, el Kitamura parecía complacido cuando salió del clase, caminando de un modo energético.

"E, e, espe... Oye tu!"

La persona agarrando y levantando el brazo derecho del Ryuuji después de haberse metido al lado de él completamente sin ser notada era la Taiga. Se había parado firmemente, agarrado su codo, y levantó su brazo arriba con todo su fuerza.

"Oye, suéltame! Justo ¿qué me has hecho hacer?! Si yo he dicho que voy a participar, y entonces no voy, recibiré un desmérito por haber escapado de una actividad fuera de clase, ¿sabes?!"

La Taiga retiró su brazo y delante de los ojos del Ryuuji, comenzaba a comerse las uñas, un poco nerviosa,

"Yo tomaré la responsabilidad, OK... Vendré y participaré contigo."

"¿Qué?"

---O poniéndolo mas sencillo, porque ella quiso participar, ella estaba haciendo que él vaya también. Mientras su cara de la Taiga se puso bien rosada de avergonzada, y jugaba con la cinta de su uniforme, ella suspiraba con una voz pequeña.

"No es solamente que no quiero que él piense en mi como comilona... Quiero que él piense que estuve forzándome a comer para que yo pudiera participar en la limpieza del vecindario, que lo estaba haciendo para que tuviere bastante energía..."

"¿No sería porque simplemente quieres pasar tiempo con el Kitamura?"

"...Supongo que podrías decir algo como eso también."

"¿No podrías haber participado sin jalarme a mi también?"

"Pero eso lo es, es demasiado avergonzoso! Imagínate una situación tal, carambas eres un chico tan lento!"

Él estaba recogiendo su coraje mientras trataba de pensar en una respuesta al comentario duro. Entonces, sintiendo alguien empujar y tocar la espalda de su uniforme, él volteó, y,

"Estoy tan feliz que el Takasu-kun estará participando también!"

La Minori estaba parada allá. Estaba agarrando su bolsa y su jersey.

"Esta vez le toca al club beisbol de mujeres participar. Como la capitán del club, salió que tendría que hacer esto, y estuve pensando que saldría problemático. Somos compadres, amigos!"

Hoy como siempre, la cara de esta chica energética, que brillaba como el sol iluminaba al corazón del Ryuuji de una vez. Deslumbrado y con su temperatura levantando ya, el Ryuuji estaba bien aturdido,

"¿Es... es así...?"

"Es correcto. Pero, participar voluntariamente. Wow, Takasu-kun es un chico tan extraordinario! Estoy tan conmovida!"

Uwawa, estaba alabándole...!

Desesperadamente tratando con las dos manos esconderse la cara, la cual estaba seguro que estaba completamente rojo, sus ojos se hinchaban hasta un parecer sanguinario. Pero solo era vergüenza.

"Minorin, he decidido ir también. Como asociada del Ryuuji."

"¿De veras?! OK, vamos a cambiar juntas! Estaré esperando en el pasadizo."

"OK, estaré pronto."

Lado a lado, dos personas miraron la espalda de la Minori mientras prácticamente rebotaba fuera de la clase,

"...Bueno entonces, ¿no tienes algo que decir?"

"...G, gracias...!"

‘Bueno, con tal que entiendes’ era lo que la Taiga parecía estar diciendo mientras ella asintió la cabeza de un modo como si fuera sabia.

"Aunque yo sabía que la Minorin estaría allá, no tenía ni que invitarte."

"...No me acuerdo de haber sido invitado, mas bien me acuerdo de que me forzaba a levantar la mano."

A pesar de lo que sea que dijeron, ambos estaban de buen ánimo, y después de recoger sus propias bolsas y jerseys, salieron de la clase. Comenzaron a caminar, el Ryuuji yendo al vestuario de los chicos, y la Taiga y la Minori al de las chicas, pero,

"¡Espere!"

Una voz llamativa y dulce causó los tres se pararan. El Ryuuji volteó y, sin pensar, se sentía como ajustarse las lentes, aunque en realidad no llevaba lentes. La Taiga probablemente se sentía igual, y él dirigía sus ojos bien abiertos y feroces para mirarle.

"...¿Qué?", gruñó la Taiga de baja voz. Sin embargo,

"Estoy tan feliz que pude alcanzarles! He decidido hacer esto también! Como recién me he transferido acá, quiero acostumbrarme a los actividades de la escuela!"

Con una sonrisa bien grande --- La sonrisa angélica de la Ami no fue afectada nada por la mirada feroz de la Taiga.

"Umm... ¿Te dijo del Kitamura que participaras? Pienso que sería mejor que escaparas ya. No es precisamente lo que yo llamaría un evento."

Sin pensar, el Ryuuji trataba de darle un poco de consejo serio, pero la Ami simplemente sacudió su cabeza de lado a lado.

"Yuusaku no me dijo nada, ¿OK? Simplemente decidí participar de mi misma. Si no hago ejercicios, entonces no estaría quemando la grasa de mas, ¿no es así, Minori-chan?"

"Si, de verdad. Eso es hacer dieta, ya sabes."

No pareciendo sorprendida nada, la Minori estaba asintiendo sabiamente.

Mirando a la Minori de reojo, la Taiga no parecía nada entretenida, y estaba frunciendo de ceño un poco.

"Hm, ¿por acá?"

Entonces la Ami hábilmente se extendió el brazo y envolvió el brazo del Ryuuji con el suyo--- Por lo menos, así se sentía, él pensaba. Antes que de veras pudo,

"Gah…"

"...El vestuario de mujeres está por aquí."

La Taiga, quien estaba haciendo una cara no tan buena, se agarró a la Ami por su cuello de detrás con su mano derecho como si fuera un guardiana de cárcel. Arrastrando la Ami, casi estrangulándola de ese modo, la Taiga y la Minori se dirigieron al vestuario de mujeres.

"Y, yo puedo caminar por mi misma, Aisaka-san."

"Está bien, está bien, te llevaremos allá, Kawashima-san."

Parado allá sin pensar mientras las miraba discutir deceptivamente, el Ryuuji simplemente dejó salir un suspiro mientras volvió a sus sentidos. Bueno, el vestuario de hombres no estaba en la misma dirección, al fin. Recogiéndose, comenzó a caminar... Mientras caminaba, se levantó una mano a su pecho, lo cual estaba mas ruidoso que normal.

La expresión que la Ami hacía cuando miraba en su dirección, poniendo su cabeza de lado y diciendo 'Hm, por acá?', era tan fuera de lo común, dulce, bonita y pura... No importaba qué, era tan simpática que él pensaba que podría morir. No dependía de cómo era de verdad su personalidad.

Por supuesto, el hecho de que era tan simpática se podía esperar, como era una modela, pero simplemente porque él veía algo bueno, eso no cambiaba la verdad. Le hacía sentir un poco feliz, eso siendo el sentimiento honesto de un hombre, pero todavía, no cambiaba la realidad.


"Ahora, todos! Ya deben de estar completamente cometidos! No dejaremos que nadie se escapara! Vamos a ponernos animados, y lo haremos, todos!"

El clima estaba bastante nublado, y como era bien de tarde, estaba poniéndose dorado de la bajada del sol.

Pasando el megáfono, una voz sonora, casi masculina, estaba resonando a los que estaban en el campo. Y entonces de cerca,

"Estas palabras tocan mi corazón hoy, también. Como se espera de la presidenta!"

El Kitamura, quien era el vicepresidente del concilio de estudiantes, estaba gritando 'Yaaa, vamos!' mientras seguía dando aplausos entusiásticamente.

Delante del portal de la escuela, después de las clases, casi veinte estudiantes estaban reunidos, haciendo caras incómodas parecidos los unos a los otros, mientras el líder del evento les gritaba desde arriba... En otras palabras, estaban todos mirando a la presidenta de los estudiantes. Los estudiantes felices que estaban volviendo a casa siguieron pasándoles continuamente, mirando a ellos como si fueron entretenidos y diciendo cosas como "Entonces lo están haciendo otra vez."

"...Q, ¿qué es esto...?"

Viéndolo por primera vez, la Ami probablemente estaba un poco confundida.

"...Esa es la presidenta de concilio de estudiantes de nuestra escuela. Los otros candidatos no recibieron ningún voto; es la carisma de una reina absoluta."

"E, eh... Entonces esa persona de veras, seriamente, es así..."

"'Seriamente' dices?"

"Bueno, el Yuusaku estaba diciéndome una cosas antes. Como, que el Yuusaku se había unido al concilio de estudiantes por cuestión de algún estudiante mayor asombrante, o algo..."

"¿Se han puesto sus guantes de trabajo?! ¿Tienen sus bolsa para basura?! ¿Han confirmado su área?!"

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Un 'sí' sin fuerza era su respuesta débil,

"¡Qué tiro de idiotas!"

Parada con los pies apartados de forma militar, la presidente de los estudiantes revelaba una garganta blanca mientras gritaba vigorosamente con una voz sobrepoderante.

"¡No están respetando al vecindario! Si esto es el extento de su fuerza de voluntad, entonces Uds. como basura serán tirados del barco! ¡Responden con mas gusto!"

"Siiiiiiiii--~!"

"Son todos demasiado ruidosos---~! Ya pues, este mes estaremos haciendo la limpieza de costumbre del vecindario, como siempre. Que sean realmente cuidadosos de no dañarse ni nada. Si les encontremos flojeando, o comiendo, yo les castigaré allá mismo!... Bueno, no les diré exactamente cuánto~."

La presidenta, cuyos labios estaban levantadas en una sonrisa nihilista--- Sumire Kanou, una estudiante del último año, dio una tirada pronunciada de su cabello negro hermoso. Con su jersey, guantes de trabajo y bolsa para basura, ella estaba mostrando una actitud muy diligente donde se paraba. Tenía piel blanca como la nieve y ojos de forma de almendre, su cabello negro y abundante era bien peinado y liso, y sus labios eran rojos aun sin lápiz labial... Como la elegante Yamato Nadeshiko, tenía el parecer de una señorita japonesa bien portada. Pero por adentro,

"Ya. Entonces, ya vamos chicos. La meta: una bolsa llena de basura por cada persona! Porque el número de participantes es tan pequeña, esa asignación debe de poderse fácilmente. Bueno, aunque digo asignación, no tiene que ser exacto ni nada, pero en todo caso, asegúrense de no portarse relajados delante de la gente afuera de terreno de la escuela. Muestren al mundo su espíritu de voluntario!"

Hombruna, como su fuera esa palabra tallada en su misma alma, ella era experta en mandar... Mas bien, mas francamente, era como en jefe mafioso o en entrenador de sumo.

"...De todos modos, es asombrante... Es bonita, pero algo ruda..."

Hablando en suspiros desde el lado del Ryuuji, la Ami se encontraba cautivada también, pareciendo incapaz de sacar sus ojos de esa jefa mafiosa cuya apariencia y acciones tan completamente no estaban de acuerdo. Cualquier reaccionaría así la primera vez. Como 'si, si', el Ryuuji estaba asintiendo la cabeza, indicando que entendía.

"Pero sabes, he escuchado que ella ha llevado las mejores notas desde que entró a la escuela, y también se conoce como la presidente leyendaria quien rápidamente se salvó el concilio del punto de banco roto."

"Takasu-kun, eso es si detallado."

"Solo estoy recitando lo que escuché del Kitamura."

Pareciendo mas animado que normal, el Kitamura seguía respondiendo con aplauso después de cada segmento de discurso que venía de la jefa mafiosa hermosa en la plataforma. El Ryuuji pensaba si es que él estaba tratando de animarle a todos.

"...¿Piensa él tan altamente de ella...?"

En realidad, el Ryuuji pensaba que el Kitamura daba la mayor impresión de 'líder', pero parecía que aunque él fuera el subordinado, entonces iba a trabajar duro desempeñando sus deberes.

Pero, del modo que el Kitamura estaba portándose, el Ryuuji no sabía justamente cómo la Taiga iba a percibir la situación. Ella estaba parada un poco aparte de él al lado de la Minori, pero fácilmente podía discernir su cara molesta y depresionada. No sabía si fuera a propósito o no, pero estaba escribiendo la letra para 'matar' en el suelo con el punto de su zapato.

"Bueno entonces, tienen una hora comenzando ahorita! Absolutamente no pueden tardar en regresar! No vamos a llamarlo terminado hasta que todos vuelvan!"

Los gritos de la Sumire por el megáfono fueron seguidos por los sonidos agudos de los miembros del concilio de estudiantes, usando pitos, y los veinte-tantos estudiantes hicieron su camino por el portal de la escuela, saliendo al mundo en búsqueda de basura. De todos modos, había por lo menos una persona mezclada entre todos cuya meta era conocerse mejor al vicepresidente del concilio.






"El alcance de esta limpieza es bastante grande, ¿no es?... Oh, ya encontré algo así de rápido."

El Ryuuji justo había pasado el portal cuando vio una revista vieja cerca de la muralla de la escuela, y estaba inclinándose, justo para agarrárselo con sus guantes,

“¡No!”

El fue jalado por el elástico de su jersey y parado de vuelto. Del mismo modo, fue jalado lejos. Cuando se volteó, chocado por indecencia, la persona parada detrás de él con una cara estricta era la Minori. Ella estaba haciendo sonidos y sacudiendo su dedo como de prohibición.

"No puedes, Takasu-kun. El área alrededor de la escuela es para los del último año. De costumbre, nosotros los menores tienen que salir afuera y hacernos cargo de las zonas mas problemáticas.

"¿D, de veras?"

"¡Sí! Ves, mira por allá!"

En la dirección donde la Minori indicaba, había una chica normal, que parecía del último año, diciendo "Esto es tanto una molestia..." mientras tiraba la revista a su bolsa para basura. Quizás cansada de estudiar para su examen, ella estaba dejando salir un largo suspiro mientras se pegaba las caderas como si fuera una vieja.

"Veo..."

"Ahora entonces, los dedicados del segundo año tienen que ir un poco mas lejos."

Ella sonrió--- Ahh, él sentía que hace mucho tiempo que no había visto una sonrisa tan sincera. Enfrentado con la cara sonriente de la Minori, que brillaba como el sol, el Ryuuji estaba completamente atrapado. Los hoyuelos en las dos mejillas, y el punto de su nariz, enrojecidos por el sol parecieron sanos y seriamente maravillosos. En ese mismo momento, el Ryuuji se sentía cautivado todo de nuevo.

No ayudaba que detrás de la espalda de la Minori,

"Huh, esta pieza de basura me hace acordar de la Kawashima-san. Parece que mi lista de monomane ha crecido otra vez."

"Ooh, Aisaka-san, tales chistes~! Me haces reír! Ah, pero esta pieza de basura por acá, ¿no parece como la Aisaka-san? Es tan ridículamente chata~."

Las dos flores, oscuras y encantadoras, quienes competieron entre si mientras florecieron cerca la una a la otra, parecían disfrutar de hacer comentarios burlones entre si... Solo mirarles le estaba cansando,

"...Taiga, deja ya. Vamos, ya vamos."

Pegándole a la Taiga en el trasero con la bolsa vacía de basura, él solo estaba tratando de separarlas. Pero,

"Te he dicho antes, ¡no me toques al trasero!... Carambas... Si todos siguen molestándome..."

Pareciendo mas sensible que normal, la Taiga expuso sus colmillos y entonces rápidamente se adelantó. Tenía que ser porque estaba preocupada en cuanto al Kitamura y la presidenta. La Ami también hizo una cara de molesta, volteando para dirigir su cara lejos de la Taiga mientras se cruzaba los brazos.

Quizás sintiendo algo mientras miraba a las dos, la Minori bajó su voz y suspiró, "Oye, oye" para llamar la atención del Ryuuji.

"Sabes... Estuve pensándolo esta tarde también, pero ¿no te parece que la Taiga y la Ami están de desacuerdo? ¿Quizás?"

Era un comentario que le hizo pensar '¿Estás preocupada de eso recién?', pero como era la Minori que le estaba preguntando, no pudo evitar contestar.

"Mm, supongo que han habido unos cuantos malentendidos malafortunados. Se podría decir que hicieron un comienzo difícil y complicado."

"¿Es así~? ...Bueno, supongo que no se puede evitar."

Los dos salieron caminando lado a lado a un paso relajado--- el Ryuuji estaba tan excitado que estaba temblando. En ese momento, estaba de veras caminando junto con la Minori. Se sentía exactamente como si fuera una cita mientras caminaron relajadamente por debajo de los árboles con sus hojas nuevas. Si no fuera por la cantidad de gente delante y detrás llevando jerseyes, la escena probablemente parecería como una cita. Pensaba si un día llegaría en lo cual la escena se haría realidad...

"Hm, Taiga y Kawashima. Sabes, en cuanto a Kawashima, ella no es nada como la imaginaba al comienzo, aunque no quiero decir nada malo cuando digo eso... Quiero que la Taiga puede llevarse bien con cualquier, pero ella tiene algunos puntos difíciles, sabes... No se si será esta combinación tan malo como parece... Relaciones entre mujeres son complicados, después de todo."

La Minori estaba asintiéndose la cabeza a si misma mientras hacía una cara un poco preocupada. El Ryuuji estaba moviéndose la cabeza del mismo modo. De algún modo, él estaba sintiendo una sensación mas fuerte que normal de unidad mientras caminaba lado a lado con la Minori. Si el sentimiento era genuino, sería la primera vez que tuvieran una conexión directa que no tenía nada que ver con ni la Taiga ni el Kitamura.

Si eso fuera el caso, entonces realmente necesitaba cultivarlo--- Sus ojos se pusieron aun mas agudos que normal al decidir ponerse al ofensivo, aunque sea solo un poco.

"B, bueno, como la Kushieda está cerca, no estoy tan preocupado de la Taiga, sabes."

Eventualmente su voz se le murió, pero sí, por lo menos pudo hablar algo normalmente por el momento.

"Ese es el tipo de cosa que debo de estar diciendo. Pienso que mientras el Takasu-kun está cerca, entonces la Taiga debe de estar bien."

Como siempre, se le malentendía al Ryuuji... pero por lo menos, parecía que la Minori tenía una buena opinión de él. Podría decir aun que tenía buenos sentimientos hacía él. Como los dos estaban sonriendo, las miradas de la Minori y del Ryuuji se conectaron. Entonces, un paso mas. Solo un paso mas para ponerse mucho mas cercano. Él debería de decir algo ahora--- lo que debería de decir como hombre. Los ojos del Ryuuji se pusieron rojos mientras sus pensamientos daban vueltas, y trataba de aclararse la garganta, la cual se sentía constreñida.

'Mas que estar con la Taiga, de veras espero acercarme a la Kushieda...' Eso era lo que iba a decir. Escondidamente mojando sus labios secos con la lengua, casualmente se metió sus manos, temblando de nervios, en sus bolsillos. Con su paso podría parecer natural, y si pareciera de chiste mas bien que de algún modo extraño, entonces todavía podría seguir adelante. Ahora o nunca...

"M,"

"Ryuuji~!"

¡Choque! Fue empujado al lado con fuerza,

"Oye, Ryuuji, ¡hay un problema! Ooh, ¿qué debo de hacer?!"

"..."

No podía hablar. Era capaz de prevenirse justo al punto de caer, pero cuando miraba hacia la cara de la Taiga, no podía hacerse hablar.

"¡Ven conmigo por un momentito! ¡Por acá!"

Así no mas, ella prácticamente le arrastró a un callejón.

"El Kitamura, sabes, ¡ha quedado al lado de la presidenta del concilio de estudiantes todo el tiempo! Todo el tiempo, ¡no ha salido de su lado! Él simplemente queda sonriendo feliz, apenas notando mi presencia! Levanté un poco de coraje y traté decirle, 'Estuve con el Ryuuji, entonces vine también', pero ¿qué piensas que dijo él después de eso?! 'Ah, ¿de veras? No había notado, ¡gracias! ¡De veras ayudas!'--- Eso fue todo. Eso era todo lo que dijo! ¿Es esa la manera de hablar a una chica que te haya confesado antes?! Oye, ¿qué piensas tu?!"

Echando todas sus quejas de una vez sin ni tomarse aliento, la Taiga se acercó aun mas al Ryuuji.

"Entonces... ya sabía, no hay esperanza, ¿no?! ¿Q, qué debo de hacer?! Dime lo que piensas, no me enojaré entonces dime no mas!"

"L, lo que pienso y todo... Si puedo hablar honestamente..."

"Sí, sí"

"...Habría preferido que esperaras... estaba andando tan bueno con la Kushieda..."

"...¿Qué es eso que estás diciendo?"

De cerca, la cara de la Taiga estaba tranquila todavía, pero estaba llenándose de enojo.

"Aunque las cosas no andan bien para mi, las cosas andan bien para el Ryuuji tan bajo?! Qué?! Bien audaz te pones!"

"N, no es tan grande una cosa! No tienes que enojarte, ¿no?!"

"¡Estoy enojada! No hay modo, ¡no permitiré tal cosa! Te dijo antes, ¿no?, que hasta que las cosas anden bien conmigo y el Kitamura, ¡no voy a dejarte que seas feliz! Tu... ¡demonio sin corazón!"

Así no mas, la Taiga tiránica salió del callejón disparada,

"Taiga, ¿qué pasó? Apareciste, y repentinamente te desapareciste~."

"Minorin!"

Ella se tiraba a la Minori, quien estaba parada cerca desocupada, y se agarró de su brazo.

"N, no quiero estar por aquí ya... No importa dónde, pero vayamos lejos, lejos de acá solo las dos de nosotras."

"¿Quieres fugarte conmigo? No hay ningún problema, te haré mi esposa."

La cara de la Minori estaba absolutamente llena de compasión y empatía mientras suavemente se agarró de los hombros pequeños de la Taiga.

Entonces así no mas, las dos estaban juntas y salieron caminando al fin. Ni dando al Ryuuji una señalada final ni nada, pero parecían estar divirtiéndose un montón.

“D, demonios…”

Gimiendo con pesar, y simplemente parado sin mover, el Ryuuji abandonado solo podía mirar a la espalda de la Minori mientras se alejaron cada vez mas. Aunque estaba tratando tanto para progresar---

"¿Estás bien?"

"Eh?"

Llamado de repente así, volteó de sorpresa. Quizás saliendo porque la antipática Taiga había salido, la Ami había venido para parar al lado de él.

"Ahorita fuiste atacada por la Aisaka-san, ¿no? Lo vi. ¿No fuiste dañado?"

"E... N, no... Ya estoy acostumbrado a ello."

"Takasu-kun, qué triste. La Aisaka-san y la Minori-chan las dos te dejaron, ¿no?, y no tengo ninguna idea a dónde se ha ido el Yuusaku."

"Ah...Hm."

Él recién notó, pero los otros estudiantes quienes estaban caminando alrededor estaban mirando a la Ami como si fuera deslumbrante. Aunque ellos estaban mirando atentamente a la bella de los rumores, porque 'ese Takasu' estaba parado a su lado, parecía que nadie podía acercarse y conversar con ella. Parecía que afuera de la clase, el nombre Ryuuji Takasu estaba todavía de pareja con la Tigre de Bolsillo en cuanto a aterrorizarles.

Una chicas con un poco de coraje dijeron ‘Ami-cha~n’ y saludaron al pasar. Cuando la Ami sonreía y saludaba de vuelto, se pusieron bien felices. Dentro de poco, la Ami les dio la espalda a las chicas,

"Bueno entonces, como los que fueron dejados detrás, debemos de llevarnos bien! Oye, ¿por cuál camino quieres ir?"

Ella miraba al Ryuuji con una sonrisa angélica brillante.

"U...mm... ¿No podrías ir junta con esas chicas que acaban de pasar?"

"Está bien, está bien. Ni conozco a esa gente de todos modos. Iré con el Takasu-kun. Vamos a tratar ir al borde del río. Eso está dentro de nuestros límites de limpieza, ¿no?"

"...No me molesta, realmente, pero..."

'¿De veras no tienes alternativo aparte de ir conmigo?', él ni tenía tiempo para hacer tal pregunta antes que la Ami empezaba a caminar alegre, con largos pasos. Y entonces ella giró y volteó.

"Ya ven, o te dejaré detrás!"

Entonces justo como una escena de una película, ella extendió una mano delicada. Ni había modo que él iba a agarrarle la mano, entonces mas bien empezó a caminar rápidamente hasta que le pasó. Era exactamente como que el chico que causaba temor estaba sintiéndose tímido.


* * *


Byo~yo~ing... Chapado con el punto del palo tembleque estaba una botella de plástico, flotando en el agua.

"Lo chapé...!"

"Siga pues!"

Jalando la botella vacía contra la corriente del río, el Ryuuji por fin respiró. Se sacudió su brazo que estaba exhausto por haberse extendido al límite de lo que pudo hacer, y entonces asegurándose de no tocarla, él por fin echó la botella en la bolsa para basura.

"Haa... Con esto, supongo que estoy para la mitad terminado..."

"Para lo mismo para mi. Todavía tenemos que buscar un poco mas, adelante!"

A la ribera del rio (clase A) que fluía al borde de la ciudad, el Ryuuji y la Ami se cuidaban de no mojarse los zapatos mientras comenzaron a caminar otra vez a lo largo de la parte baja del dique de concreto. El cielo se había puesto un poco mas espeso de nubes, y en la tierra, el pasto que no parecía tener quien le cuidara estaba creciendo donde quiera, aun saliendo de las quebradas del concreto.

Había un fragancia suave de pasto, como también un olor que venía del agua no tan limpio del río. Caminando delante de la Ami, el Ryuuji sacó un suspiro a la escondida. Este trabajo era mas cansador que él podría haber imaginado. Las bolsas en sus manos ni estaban cercas de estar llenados. Aunque le dijeron que la cantidad no tenía que ser exacta, no había modo de escapar con tan poco.

Hasta hace poco habían estado buscando basura a lo largo de la parte por arriba de la ribera, por donde había un camino. pero como estaban con dificultad de encontrar una cantidad suficiente de basura, eventualmente bajaron hasta donde estaban ahora. Entonces,

"Uh-oh..."

"Kya!"

Apenas evitando una ola que vino con la misma dirección que el viento, el Ryuuji volteó hacía la Ami. Parecía que la Ami pudo evitar al ola con seguridad, pero,

"Haa... Ya basta... Esto no me gusta nada..."

El Ryuuji guardaba el aliento.

Lo poquito de lo que ella decía a si misma que él escucho sin querer estaba marcado de irritación, y la frente de la Ami estaba marcado por una arruga profunda fuera de lugar. Cuanto sea que el Ryuuji habrá estado cansado, la Ami estaba por lo menos así de cansada también. Habían señas de que su fachada normal estaba para fallar.

De cierto el cielo estaba oscuro y el viento era raspadora, y no ayudaba nada que el trabajo que estaban haciendo era bien aburrido. Aunque no se hubiere puesto tan frio, todavía iba a demorar un buen rato para terminar. Ni estaban avanzando ahorita. En una situación tan pobre, aunque no fuera una persona como la Ami, probablemente sería normal estar de mala actitud. Además, había un ambiente demasiado delicado entre los dos solitos. No podían mantener una conversación, las cosas estaban incómodas y no buenas, y el tímido Ryuuji ni pudo inventar ni una chiste para aliviar al ambiente. Todo lo que podía era tratar tan fuerte como posible para mantenerse tranquilo para que no pensara ella negativamente.

"¿E, estás bien?"

"¿Eh? ¡Sí! ¡Completamente bien~! Esto es justo como si estuviéramos explorando, entonces estoy divirtiéndome! ¡Me gusta este tipo de cosa~!"

Mirando hacia arriba, la cara bonita de la Ami afortunadamente estaba llevando todavía su sonrisa angélica--- Pero, la diferencia entre su apariencia y sus sentimientos verdaderos le hizo a él asustar de nuevo. Con cómo andaban las cosas ahorita, probablemente se sentiría mejor si ella hubiere mostrado su molestia.

"Oye, sabes... No te empujes. Si estás cansada, entonces tómate un descanso. No es como fueras a ser matada simplemente porque no alcanzaste tu cantidad. Algo como esto debe ser bastante duro para una chica."

Eso fue el mejor atento posible del Ryuuji de hacerle sentir mas tranquila, pero,

"Ya pues, ya te dije, ¡estoy de veras bien!"

A cambio de eso, la Ami simplemente reforzó su fachada. Estaba haciendo un gran espectáculo, moviendo su mano delante de su cara, dirigiendo sus ojos tan enormes (como de un perro Chihuahua) hacia arriba, y poniendo su cabeza chiquita de costado mientras seguía pintando sus palabras con miel.

"Todo este tiempo estuve pensando, ¿sabes? Sería realmente bueno si pudiéramos tener la oportunidad de charlar relajadamente así. Entonces... Owah!"

Pasó justo entonces.

Un viento malosa y de fuerza creó una ola mas poderosa que cualquiera de las anteriores del superficie del agua. Huyendo a la ribera instantáneamente, el Ryuuji pudo evitar problemas, pero para la Ami, quien estaba portándose todo dulce mientras se encontraba justo en el punto blanco,

"...No... hay... modo..."

Era demasiado tarde para escapar--- Estaba de mala suerte.

"¿Estás bien?! Lo pude evitar, pero solo para mi mismo... ¿Qué debo...?"

"..."

No parecía que habría una manera de allanarlo, ni con su inconstancia normal. La Ami estaba mirando abajo a los fines de su uniforme y jersey, ahora remojados. Ella estaba congelada, ni diciendo nada, ni mostrando emoción.

"Ka, Kawashima..."

Pero, por fin, él podía ver las esquinas de sus labios comenzando a vacilar. Parecía que estaba temblando, tratando tan fuerte como pudiera para ensuavizar la intensidad en sus ojos al mirar arriba.

"Co..."

Era experta en controlarse las emociones. Lentamente, pero seguramente la Ami estaba haciendo un esfuerzo desesperado para restaurar su sonrisa angélica. Entonces, cuando estaba completamente en el proceso de recogerse,

"Hih-~"

Su cara se congeló otra vez. Mientras la Ami seguía goteando, a la base de sus piernas un poco arriba de sus pasadores, algo extraño, negrito, goteando, estaba moviéndose, sacudiéndose y rebotando... ella los miraba por tres segundos completos,

"Ii~..."

Entonces gritó.

"Yaaaaa, gyaaaaaaaa, sácalos, sácalos!"

Soltando un grito sin control, la Ami se cayó allá mismo. Al fin de sus piernas agitadas,

"N, no te mueves! Te dije, no te mueves! No me pateas la cara, removeré los renacuajos! Deja de moverte!"

Dos, no espere, tres renacuajitos estaban quedándose tranquilamente. Mientras la Ami gritaba histéricamente y apenas consiente, él de algún modo sacó sus zapatos,

"¡Salvados!"

El Ryuuji entonces pudo devolver los pequeños renacuajos al río.

"...~,...~,...~."

Pero.

En el suelo cara arriba, la Ami tenía una expresión petrificada en su cara, su respiración era lenta, y no estaba moviendo. Su cabello estaba miserablemente despeinada, sus piernas descuidadamente abiertas, su jersey mojado casi hasta la rodilla, y sin necesidad de decirlo, sus medias estaban completamente remojadas del agua lodoso también. No era un aspecto tan correcto para la que llamaba la 'Ami Kawashima-chan'.

El Ryuuji se le acercó tímidamente.

"T, tus zapatos... Simplemente los dejaré acá. OK. Son un poco mojados, pero por lo menos los renacuajos no están ya."

Suavemente colocó los zapatos deportivos cerca de los pies de la Ami. La Ami movió sus ojos grandes y miraba abajo hacia sus zapatos. Entonces,

"A, A, A,..."

Ami-chan --- Él la escuchó decir de baja voz.

Él escuchó, y entonces en el próximo instante,

"Ya no quiero hacer esto mas.....!"

Tomando los zapatos en sus manos blancos, ella se los tiró a la ribera mientras gritaba enojada.

"...Wa...Uwa..."

Sin pensar, el Ryuuji se cubrió la boca con sus manos y no podía decir nada mas después de eso. Su disfraz por fin se deshizo...

Los hombros de la Ami sacudieron mientras ella jadeaba como un animal, y entonces decía cosas como "Carambas, no puedo aguantar esto ya", "Ya no" y "La Ami-chan va a volver, definitivamente se va", la Ami seguía desembuchando enojadamente---

"Ah?!"

Cuando ella se volteó, sus miradas se encontraron. Parecía que ella por fin había vuelto a la realidad. Quedaron callados así por unos segundos, simplemente mirándose el uno al otro,

"...Teehee!"

La Ami había puesto sus puñetes a su boca y estaba desesperadamente tratando de hacer una sonrisa pura.

"¡Estuve bromeando! Fue una chiste, una chiste! Oye Takasu-kun, que cara tan espantosa~!"

Tu eres la espantosa... pero no había manera que él diría eso. Siguiendo, mirando detrás de vez en cuando con una sonrisa de risa, la Ami estaba valientemente subiendo la ribera sin zapatos, con solo las medias puestas sobre sus pies,

"Ya vamos, ya vamos... Ah~! Ahí están! Que bueno, los encontré~!"

Agarrando los zapatos que había tirado al lado con ambas manos, y sonriendo con su cara entera, ella gritaba con una dulzura forzada, a la vez señalando dramáticamente. Entonces se puso los zapatos allá mismo,

"Takasu-kun, hagamos una carrera a la cima!"

"...Eh..."

"El perdedor tiene que entregar toda su basura recogida a la ganadora! Eso hará una cuota completa! Ya, listo, vamos!"

---Mirando mientras la Ami comenzaba ruidosamente lanzándose por la ribera, el Ryuuji estaba pensando. "Entrégame la basura, dice... ¿no acaba de dejar su bolsa detrás?", era lo que pensaba él.

Dejado sin alternativos, él se agarró de ambas bolsas, una en cada mano, y rápidamente comenzaba de escalar la ribera. No entendía completamente qué estaban haciendo, pero él simplemente tenía seguir la corriente en este caso.

La espalda de la Ami se había desaparecido en la verdura, fuera de su vista, hace rato. Ya que nadie estaba mirándola, él pensaba si es que ella estaba tratando de poner en orden su apariencia rota. Probablemente sería mejor que demorara en llegar allá arriba. Entonces,

"¡Tan lento!"

Por encima de la ribera, su cara completamente recubierta y bonita rápidamente miró por el otro lado del pasto.

"¡Takasu-kun perdido! Pero, yo te ayudaré debidamente a buscar para basura, entonces ¡no tienes que preocuparte!"

Hablando con una voz brillante mientras miraba hacia abajo a él, parecía que la Ami había recobrado su cara sonriente y perfecta. Pero,

"...Basta ya. Puedes dejar de eso."

"¿Eh? ¿Qué quieres decir con 'eso'?"

En contraste de sus palabras, no podía esconder la expresión en sus ojos, los cuales temblaban como si fueron perturbados--- como sus ojos eran tan grandes. A la vez, era lo mismo para el Ryuuji, quien estaba ya demasiado cansado para tratar de encubrir sus motivos.

"...¿Habrá un significado a esto? Yendo a tales extremos solo para que yo te acepte, justo ¿qué valor hay en eso? ...Yo no voy a decir nada a nadie en cuanto a ello, entonces simplemente puedes dejarlo y volver a cómo estabas hace unos segundos."

Respondiendo a esa declaración franca,

"...No sé, ¿qué estás diciendo? No entiendo qué quieres decir."

La Ami simplemente le miraba vacíamente con sus ojos redondos. Aunque sea que estaba andando por fuerza de voluntad no mas, parecía que planificaba seguirlo hasta el fin mismo. Aun después de haberse caído en pedazos hace un rato, ella mostraba tenacidad mas que lo ordinario. Pero el Ryuuji tampoco quiso dejarse por vencido. Después de todo, él estaba acostumbrado a ello por tratar con la Tigre de Bolsillo día tras día.

"...Si quieres decir que no sabes, eso está bien. Haz lo que quieras. Pero, yo soy la persona quien realmente no entiende. Justo por qué viniste acá afuera y trataste tan duro con tal trabajo molestoso? No hay razón aunque lo hagas."

No era precisamente criticismo, pero él simplemente tuvo que preguntar. Porque él de veras pensaba que este tipo de trabajo era molestoso, y si esto fuera parte de algún plan para reforzar su reputación, entonces no le parecía que valiera. Aun que no hiciere nada como esto, ya existía la opinión general de que la Ami era una buena persona.

Sin embargo, la Ami,

"...Tu, ¿no entiendes el punto? ...No entiendes. Haa..."

Repentinamente dejando caer la sonrisa, ella habló de suspiros.

Tan clara era su expresión que le hizo para el Ryuuji en sus pasos. Sin pensar de qué tipo de cara él estaba haciendo, se enfocó sus ojos, pero el viento se levantó, jalando al cabello de la Ami y escondiendo su cara.

"...Sorprendentemente, no es tan sencillo. Takasu-kun... realmente no puedo hacer que entiendes este tipo de cosa..."

Solo quise jugar con esa enana, pero ahora es como si fuera yo fuera de orden--- Por alguna razón, parecía que su voz de pelusa resonaba de burla contra si misma.

"...Eh? ¿Qué quieres decir por 'jugar'...?"

Pero, cuando él se le preguntó contestando,

"¿Hm? ¿Qué? ¿Lo escuchaste de ese modo? Cuán extraño, seguro que te equivocaste."

Cepillando su cabello atrás, la Ami estaba llevando su sonrisa angélica de siempre mientras miraba abajo hacia el Ryuuji.

"Aun lo he dicho antes, que yo estando acá así era porque quise tener un poco de tiempo para hablar, relajada, con el Takasu-kun, solo nosotros, ¿sabes? Eso, ¿algo ambiguo como eso?"

Palabras dulces y una sonrisa bonita... Eso fue la apariencia definitiva y de costumbre de la Ami. La Ami normal que nunca estaba seria, no importaba qué decía, y que trataba a los demás ligeramente.

El Ryuuji suspiró, decidiendo dejar caer el asunto. No importaba qué diría él, esta Ami no iba a decirle ni nada. Si ella quería seguir portándose así, entonces eso estaba bien; eso no tenía nada que ver con él ya.

Entonces, la Ami de repente miraba al cielo.

"...Lluvia...?"

Las gotas frías comenzaron a caer pesadamente sobre la cara del Ryuuji también.





"...De veras está cayendo..."

En un banco bajo un refugio que estaba situado al lado del camino de la ribera, la Ami estaba sentada, abrazada de sus piernas mientras decía algo que sonaba casi sorprendido.

Había vuelto a su ser anterior, y aunque no mas que diez minutos podría haber pasado--- No era una situación donde podrían seguir con la collección de basura.

Justo como la Ami había dicho, de veras estaba cayendo afuera del refugio simple, lo cual solo era un techo sostenido por columnas. Se encontraba bombardeado por el aguacero repentino.

Nubes grandes cubrieron el cielo, y aunque estaba solo para las cuatro, estaba mucho mas oscuro que normal. Las gotas, cayendo de ángulo, seguían cayendo violentemente sobre la tierra suave, penetrando el suelo como balas. Solo hace unos minutos desde que comenzaba a llover, pero por aquí y por allá los charcos estaban acumulando y fluyendo como riocitos, y dentro de poco el río mismo al pie de la ribera parecía volverse borroso, como si estuviere en una neblina.

Un viento poderoso y rugiente estaba haciendo quejar el refugio.

"...Este refugio puede salir soplado afuera..."

"Eso es imposible."

Trataba de reir, pero la Ami parecía seriamente atemorizada.

"¿Estaremos bien?, realmente..."

"Con una lluvia así, debe de parar si esperamos unos minutos, probablemente."

No pareciendo nada asegurada por lo que estaba diciendo el Ryuuji, quien estaba parado mientras se apoyaba en una de las columnas, la cara pálida de la Ami estaba enyesada con su cabello completamente mojado. Esto ya fue mas allá que un asunto de personalidades reales o fingidas. Simplemente temblando un poco al parecer fría, la Ami miraba preocupada al cielo tormentoso. El jersey que llevaba y de hecho todo su cuerpo debería de haber sido completamente remojado ya.

"...Achoo!"

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Dio un pequeño estornudo como una ratoncita bebita. Era bien distinto de los sonidos extraños de los estornudos de la Taiga, casi reflexivamente quiso removerse la casaca para ponerlo sobre sus hombros. Pero, la ropa del Ryuuji era igual de remojado.

"Tienes que estar fría... Tenemos esa bolsa de basura que no estamos usando, ¿quieres llevártelo? Todo lo que tenemos que hacer es un hueco para tu cabeza."

"Eh?! ¡No voy a hacer nada tal!"

Su idea derribado sin hesitación. Si eso fuera la Ami fingiendo, entonces seguro que se habría reído y aceptado.

"...Ya pues. Llevando una bolsa para basura no puede ser tan malo."

"No, de ninguna manera. No voy a hacer tal cosa! Carambas... Increíble..."

En una voz engreída y nasal, la Ami volteó repentinamente como una chiquilla malcriada.

Casi definitivamente, la Ami normal nunca habría mostrado su disgusto de ese modo. Quizás la disfraz que había roto una vez antes había vuelto mas fácil para quebrarse de vez en cuando. Como por ejemplo, cuando su cuerpo entero había sido completamente enfriado por cuestión de un lluvión o algo.

"...Esta tiene que ser una maldición de esos renacuajos."

Tratando de aliviar el silencio opresivo, él salió diciendo algo sin sentido. La Ami desalentadamente miraba arriba al Ryuuji,

"...¿Por qué tenía que ser hechizada?"

"Es probablemente su ira de haberles puesto las vidas en peligro."

"...Yo pensaba que tu los rescataste, Takasu-kun."

"...La verdad es, solo pretendí salvarlos, pero en realidad los tiré al pasto por allá..."

"Eh?!"

Pareciendo bien desconcertada, la Ami soltó una exclamación de sorpresa tal. Su boca estaba media abierta de choque, y sus ojos quedaban bien abiertos, pareciendo como si fuera para caérsele.

"...¿No pudiste ver que eso fue una chiste? ¿Parezco como el tipo de chico que haría una cosa tal?"

"Q... qué con eso! ¡Carambas! Por un segundo me asustaste, porque Takasu-kun, de veras pareces como un hombre que haría una cosa tal!"

Ella dijo algo un poco inculto allá.

"¿Justo qué quieres decir? Lo siento por hacerte pensar de ese modo, pero de veras soy un chico bueno. Aunque solo soy yo hablando de mi mismo... pero seriamente, de veras me simpatizan lo animales; aun tengo y cuido de un loro que creí del huevito."

"¿Un loro? ...¿No será él que la Taiga Aisaka estaba llamando un loro feo y extraño?"

"Esa Taiga, ¿cómo puede decir tal cosa... él es un buen loro con su propio tipo de encanto."

"Entonces, ¿los loros pueden ser buenos o malos? ¿Cuál es su nombre?"

"Inko-chan."

"..."

La Ami se quedó calladita por solo un momento---

"¡Ahahaha! ¡Qué cosa!"

Se puso de carcajadas. Ella indicó al Ryuuji, quien se puso su vista bien aguda , confundido de qué quería decir ella,

"¡Tan fuera de lo común, un nombre como eso! En realidad ni un nombre, sino el tipo de animal, ¡sabes! Extraño, extraño, extraño, completamente extraño!"

"...¿De veras?"

"¡De veras!"

Cepillando al lado su cabello goteador, se veía su frente curvado. Mientras daba aplausos suaves, la Ami seguía riéndose aun mas. Ella debería de haberlo encontrado bastante chistoso, tanto que esta pegando la tierra con sus pies,

"¡Inko-chan, dijiste! ¡Carambas! Takasu-kun, eres tan diferente de como pareces, aunque no tanto como esa presidenta de los estudiantes~!"

Dirigiéndose al Ryuuji, estaba riéndose tanto que las esquinas de sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Pero entonces,

"---~"

La risa de la Ami cesó tan repentinamente como comenzó. Era como se le hubiere hecho un hechizo de petrificación. La mirada fija de la Ami fue dirigido por el Ryuuji para algún lugar mas allá, y su expresión se había puesto como una estatua de piedra. Entonces,

"¿Qué pasa?... Espere, oye! ¡Kawashima!"

Sin responder al Ryuuji nada, la Ami salió disparada del refugio, entrando a la lluvia continua. El Ryuuji no entendía su comportamiento, lo cual no hacía sentido. Doblando como para esconderse entre el pasto largo mientras corría (mas o menos), ella se alejaba cada vez mas al ser pegada por la lluvia fría. Él no podía entender lo que estaba pasando, pero no había razón para no seguirla.

"¡Espere!"

El Ryuuji también se metió en la lluvia continua. Entonces, después de alcanzarle, se encontró obligado de ponerse justo detrás de ella mientras se escondieron en un lugar abandonado y gastada de guardar bicicletas, un podo aparte del refugio de antes.

Aunque ahora tuvieron un techo de hierro corrugado, en comparación al refugio de antes, era como el cielo y la tierra. Estaban tan expuestos al viento, pero no tenían dónde sentarse, y habían bicicletas oxidadas amontonados cerca desordenadamente.

"¿Qué carambas pasa?! ¿Por qué vinimos hasta este lugar mojado?"

"Shh!"

"...~!"

Sus manos frías se extendieron arriba y alrededor del cuello del Ryuuji. Con el frio y la fragancia de la Ami así de cerca, el Ryuuji no pudo hablar ni respirar.

Aplicando toda el peso de su cuerpo, la Ami estaba bien agarrada del Ryuuji. Bruscamente jalándole hacia abajo con bastante fuerza de eso modo, ella le hizo bajar allá mismo.

"O..., qu..., ...~"

"...Shh, dije!”

En contacto cercano, su cuerpo era extrañamente flexible, pero tan delgada que apenas existía, y la piel de la Ami era tan suave que sentía como si la porción que estaba pegada a él estaba derritiendo, uniendo a la suya.

No podía dejar que nada tal pasara... El Ryuuji estaba seriamente desesperado, y mientras su cara se puso completamente roja, se agarró de una columna, tratando de resistir el peso de la Ami y separarse. El olor de estar mojado por la lluvia era dulce, y mirando arriba, confundido como un hombre ahogado, el Ryuuji exhaló hacia el cielo.

Pero,

"...Solo por un ratito... escondámonos por aquí, así..."

Ella apenas hablaba de suspiros.

Entonces la Ami se hizo una bola aun mas fuertemente, y, usando el cuerpo del Ryuuji como un escudo, ella se colocó contra él aun mas fuerte. Desde esta distancia tan poca, sus párpados cerrados estaban plomitos como perla, y las gotas transparentes en sus pestañas largas y mojadas parecieron brillar.

"A, ah, ah... Es, espe... E, esto es..."

Con una cara que parecía que estaba picada y que estaba fluyendo de sangre, el Ryuuji balbuceó, sobrepoderado de vergüenza. Si tal chico existiera que podría quedarse normal al estar enfrentado con este tipo de contacto increíblemente repentino, con una chica tan increíblemente bonita, el Ryuuji querría conocerle.

"...Por allá..."

Apenas suspirando, la Ami indicó discretamente con su dedo. Todavía confundido, él miraba por allá en ese momento. Su sangre hirviente al toque se enfrió y bajo a sus pies.

"...E, ese hombre..."

El hombre quien corrió al refugio del cual acaban de escapar para evitar la lluvia trajo una memoria no bienvenida.

Cerrando su paraguas y mirando alrededor, parecía un estudiante universitaria normal a la primera vista--- Si no estuviera llevando una cámara digital en la lluvia fuerte, entonces no se vería tan notable.

Instintivamente brotando en piel de gallina, el Ryuuji se paró en lugar de la Ami, tratando de esconderle completamente detrás de él de alguna manera.

"El extraño de ayer... es él. ¿Qué estará haciendo en un lugar como este? Si sea coincidencia, entonces es tanto..."

"...¿De veras piensas que es una coincidencia?"

"..."

No le pudo contestar. No había modo de que sea coincidencia.

"Debería de haber venido a la escuela para emboscarnos..."

Sintiéndose un poco alterado, el Ryuuji temblaba un poco sin pensar--- Y no era solo por el frio.

"¿Cómo sabe él a cuál escuela asistes? Ayer, ¿no dijiste algo como que él era solo algún fanático extraño a quien encontraste por coincidencia?"

"...Si, lo dije, pero..."

Él sintió una hesitación amarga mezclada en la voz vacilante de la Ami. Ella abrió su boca varias veces, pero la cerraba cada vez, y estaba aguantando su respiración mientras estaba en sus brazos. Se enderezó.

"Dilo no mas. Hemos llegado a este punto, ya no vale esconder nada."

Mientras él suavemente tomó sus hombros fríos, su espalda tembló un poquito. Entonces la Ami lentamente comenzaba de hablar,

"Bueno, eso es... francamente, él es, un cazador, un acosador... supongo."

De baja voz, por fin lo había dicho.

Después que lo dijo, el Ryuuji se acordaba de escuchar a la Ami gritar la misma palabra antes--- '¡Tu, acosador!'. Durante su confrontación furiosa con la Taiga, esa era quizás la única vez que la Ami había revelado su emoción.

"¿Cómo debo de decir esto... Ayer, estuve de vergüenza tal que no lo pude decir. Realmente no quise poner las cosas fuera de proporción... Ese hombre, se conoce como uno que hace problemas en la industria. No sé cómo se consigue su información, pero a menudo aparece con su camera, a las casas de personas, a sus escuelas, y así sucesivamente. No sé cuántas personas ha molestado aparte de mi misma, pero ha estado causando problemas para muchas de las otras modelas de revistas también."

"¿...Seriamente...?"

La Ami asintió a la voz gimiendo del Ryuuji, y entonces siguió hablando.

"La razón que me mudé acá también tiene que ver con él. Mi mamá, ella también es actriz, sabes. Su oficina nos dijo que había un hombre extraño estaba merodeando por el vecindario de nuestra casa... Yo fui la única de ser enviada a vivir con parientes. Mi papá también está ocupado con su trabajo, entonces no pudo salir de su oficina en la ciudad. Pero... a dónde me mudé parece que se ha descubierto..."

"¿Es, es eso cómo era...?"

"Sí. Yo pensaba que no tuvimos alternativo a movernos, pero aun así... Me daba miedo. Estoy separada de mis amigos, tengo que tomar un descanso de modelar hasta que las cosas se pongan mas tranquilas, y aun la oficina tuvo que tomarse un descanso. Entonces, no hay nadie para cuidar de mi... Antes, tuve un agente, quien me llevaba por acá y por allá por carro... Carambas, no puedo creer esto... Aun después de hice el esfuerzo de moverme acá, ese pata me siguió..."

Eso debe de dar miedo.

El Ryuuji tenía miedo suficiente para enfriarle aunque era un chico, entonces para la Ami, quien era el objetivo verdadero, el miedo debe ser mas allá que su comprehensión.

Inconscientemente la apretaba un poco mas.

"...Takasu-kun..."

"Quedaremos escondidos hasta que ese se deje por vencido y salga."

Él era un chico tímido que no podría decir algo como "Voy a molerle a golpes", pero si solo fuera mantenerle escondida, aun el Ryuuji podría hacerlo. Entonces así, los dos respiraron calladamente, quedando juntos mientras esperaron que pase el tiempo. Pero, quizás esperando que deje de llover, el hombre simplemente se sentaba en el banco y comenzaba casualmente de limpiar su cámara mojada.

Todo el tiempo, la lluvia implacable seguía llevada por el viento y el jersey del Ryuuji estaba poniéndose remojado y pesado. Estaba pensando justo cuánto tendría que aguantar cuando,

"Oooye! Takasu-kuuun! Kawashima-saaan! ¡Qué extraño! No los podemos encontrar por ningún lugar. Pero con esta lluvia... hmm. Taiga, ¿tienes frio?"

"Estoy bien. ¿Qué tal tu, Minorin?"

"Bien, bien! Pero, tienen que estar por algún lugar. Les vi caminando hacia la ribera del río..."

"Quizás por la lluvia, pueden haber vuelto para la mitad. Tratemos volver."

"Pero si hayan vuelto, ¿no deberíamos de haberles encontrado en el camino?"

Entre la lluvia que posiblemente se puso aun mas fuerte, él escuchó las voces inconfundibles de la Minori y de la Taiga. No seguro si es que ofrecieron salvación o solo harían las cosas peores, él no podía contar con ese par cuyas acciones no podía entender por completo. Aun así, el Ryuuji sin pensar se movió para saludarles,

"Oye, esas voces, definitivamente pertenecen a la Taiga y la Kushi... Buh!"

Casi se puso de carcajadas. Aun considerando la situación actual.

Porque era demasiado--- Como había sugerido a la Ami antes, la Minori estaba alegremente llevando una bolsa de basura con un hueco cortado como si fuera un poncho transparente. Y entonces descansando por encima de la cabeza de la Taiga había algún contenedor transparente que estaba usando como un paraguas improvisado.

"De todos modos, Minorin, en cuanto al takoyaki que tuvimos justo antes, no picaba suficiente. Ya es demasiado tarde, pero de veras me molestaba. Supongo estoy quejando para referencia futura."

Entonces era de veras un contenedor de takoyaki... y aun siendo una cosa tan pequeña, le protegía bien a su cuerpo pequeño. Él pensaba si valdría llevarse aonori (un tipo de alga larga) o katsuobushi (un tipo de atún, cortado bien delgado). De veras, esa persona era simplemente demasiado ridículo... No valía eso, su pansa dolía con la necesidad de reírse... Sus nervios se habían puesto a lado por el momento.

Mirando a su cara mientras él estaba tratando desesperadamente para frenar su risa,

"...Takasu-kun, por alguna razón estás temblando."

Los labios de la Ami se pusieron mas duros como si estuviere acusándole. Pero,

"Lo siento... es que... es demasiado chistoso... un contenedor de takoyaki como paraguas... Buha!"

Con la impresión que recibió, él salió imaginando a la Taiga como monstruo--- El imagen estaba siendo completamente formado en su mente.

Pero, pareció que no era solamente el Ryuuji que fue estimulado por su apariencia extraña. Se capturó la atención del acosador que estaba adentro del refugio.

"¡Me encontré una monstrua miniatura simpática!"

De mal costumbre, se alistó su camera. No había ninguna razón que la reina de bestias, la Tigre de Bolsillo, no notara tales movimientos.

"...Monstrua, ... ¿huh?"

En un instante, la Taiga se torció la cara, exponiendo sus colmillos como si fuera en búsqueda para sangre. Bien precisamente se volteó para mirar malosamente al refugio de donde sonaba la voz.

"¡Oye tu! No sé qué piensas estar haciendo, pero eres mas allá de extraño! No me voy a olvidar ser llamado una monstrua por una persona sospechoso como tu!"

Pasó la lengua rojo una vez por sus labios--- El intento homicidio de la Taiga, el cual sacaba afuera cuando quisiera, lo cual sería completamente inesperado por no conocidos como este extraño, estaba listo para reventar.

Tomando en sus manos el contenedor de takoyaki que tenía en la cabeza, enrollándolo, ella terminó de prepararse un arma improvisada. Entonces tomando firmemente en las dos manos, lo agarró fuerte a su lado,

"Con esta lluvia, no va a quedar evidencia detrás."

A la vez que prácticamente escupió eso, violentamente se lanzó adelante.

“¿Eh? ¡Wa, uwa!”

Con la Taiga no diciendo nada, firmemente agarrando de su arma que parecía una espada, moviéndose asombrosamente rápida, llevando una cara como una máscara hannya, y lanzándose adelante llena de intento homicidico, no sería nada equivocado llamarle una monstrua terrorífica.

"¿Qu, qué carambas es esto?!"

El hombre se agarró su bolsa de confusión y de prisa se levantó su paraguas antes de darle la espalda a la Taiga y tratar de escapar. La Taiga estaba justo para comenzar su cazada cuando,

"¿Quien eres, extraño... Wah!"

Se resbaló en el lodo. Eso pasó justo delante de la estructura vieja donde estaban escondidos el Ryuuji y la Ami. La Taiga estaba justo al punto de caerse plana con su cara en el barro,

"...T, tu..."

El Ryuuji saltó justo a tiempo para capturarle por el cuello de su ropa, y en la lluvia, se congeló en esa posición pareciendo como si acabara de capturar a un animal salvaje.

"¡Tu, torpe!"

Mientras se quedaron inmóviles así,

"...Y, yo pensaba que ya me había caído por completo, entonces estuve aguantando mi aliento!"

Con su cabello de la Taiga, remojado como se podría esperar, colgado hasta su caderas, ella estaba agarrándose del brazo del Ryuuji mientras desesperadamente trataba de ponerse de pie de nuevo. Haciendo una expresión como de una gata que acaba de ser pegado por un carro, ella dejó salir un largo suspiro.

"¡No vayas persiguiendo a gente que no conoces! ¡Y vamos a desecharnos de esto! ¡Ya vamos!"

El Ryuuji derribó la espada improvisada (o paraguas para monstruo) de su mano, ...Por alguna razón parecía que detrás de su cabeza olía a katsuobushi. Mientras sin pensar estaba mirando a la cima de la cabeza de la Taiga, la Minori les alcanzó.

"¿De demonios estabas haciendo, Taiga?! O mas bien, quien del mundo era ese hombre?! O mejor, ¿dónde has estado tu, Takasu-kun?!"

Con preguntillas cubriendo su cara, la Minori limpió el barro de la cara de la Taiga. Entonces la Ami apareció, remojada de modo parecido,

"...O quizás debo preguntar, ¿dónde estabas tu, Kawashima-san?!"

Pareciendo sorprendida cuando se volteó, la Minori sacó unas hojas de pasto que estaba pegados al hombro de la Ami.

"...~"

Una sola lágrima se veía que bajaba por la mejilla de la cara remojada por lluvia de la Ami.


* * *


"¿Un acosador?!"

Ajustando de nuevo sus lentes, que se habían deslizado en momento que gritó,

"...Ni mencionaste nada en cuanto a esto antes. Solo dijiste que estabas cansada de modelar, no te gustaba tu escuela, y no podías volver a tu casa ni a tus padres..."

"Era difícil decir. O sea, si yo fuera a decir algo, entonces el Yuusaku se habría preocupado."

Mirando a la cara de su amiga de niñez que se había madurado tan bonita, el Kitamura se quedaba sin palabras (algo no muy común).

Llamándolo una muestra de gratitud por haber ayudado con la limpieza, y recompensa por haber sido remojados en la lluvia, el Kitamura les había invitado a todos ellos al restaurante familiar esa noche. Quizás por cuestión de cómo se había empeorado la clima, aunque solo estaba lloviendo suavemente ahora, realmente no habían otros clientes en el lugar.

La Ami terminó de contarle al Kitamura de su situación demasiado melancólica antes de bajar su cara linda de un modo triste. El Ryuuji simplemente observaba por lo pronto, quedando relativamente callado cerca. La Minori estaba dirigida a la Ami con una mirada preocupada y el ceño fruncido, mientras la Taiga---

"...Ah..."

Quizás incapaz de vencer sus nervios por estar en el mismo lugar que el Kitamura, un poco de kétchup se cayó de la papita que tenía en la mano. El Ryuuji no dijo nada mientras se sacó una servilleta mojada que llevaba consigo para tratar los accidentes de la Taiga, y limpió su falda.

Llegó a ser casi silente alrededor de la mesa apenas usada donde se sentaban ellos.

"---De todos modos."

La persona tratando de estimular la conversación era el Kitamura.

"De todos modos, debemos tratar la policía y..."

"Ya dije que he tratado de comunicarme con ellos... Parece que aun algunos de los otros de la oficina han tratado de poner denuncios, pero él no deja evidencia detrás, como indicaciones a su identidad ni nada... Para algo como esto, la policía no hará investigaciones serias..."

"Bueno entonces, le chaparé yo mismo y le entregaré a la policía. Ha estado merodeando por tu vecindario, ¿no? Yo puedo hablar con miembros de tu oficina para detallas, y pedir un poco de ayuda,"

"Ya deja, es demasiado peligroso. Y además, algo como eso... Si vaya fuera de control, solo será un problema. Entiendes, ¿no? Este tipo de problema se desvanece eventualmente; solo llegar a ser la supuesta 'víctima' ya basta de daños. Pero si además de eso, algo fuera a pasar inesperadamente al Yuusaku o alguien demás, no podría aguantar esa responsabilidad, y de todos modos mi mamá... No creo que la oficina de mi mamá lo permitiría."

Habiendo recibido todo eso, el hombre tratando de sostener la justicia se puso callado, pero entonces asintiendo ligeramente a si mismo, salió simplemente cruzando sus brazos.

"...Pero, si así es..."

"¡Mm! ¡Ya lo tengo!"

La persona levantando su dedo y hablando repentinamente era la Minori. Abriendo sus ojos grandemente, ella comenzaba decir lo siguiente.

"La razón que la policía no puede agarrar a este hombre es porque no saben su identidad, ¿no? Si eso es el caso, entonces vamos a voltear la situación y cazarle a él. Entonces podremos tomar fotos y video como prueba de que él está siguiendo y acosándole a la Kawashima-san. Podremos entregar todo eso a la policía, entonces ellos podrán adivinar quién es y chaparle. Eso debe de funcionar bien, ¿no?"

"Kushieda...! Eso lo es! Maravilloso! Como se podría esperar de la capitán de la división de chicas! En realidad, ahorita, ni me molestaría pasar la división de chicos a ti!"

"Ya, correcto?! Entréguelo entonces! Remodelaremos sus cuerpos y los haremos chicas, entonces será una división de puras mujeres~!"

"Ahaha, tu eres seriamente la loca~!"

Bromeando como juguetones, el Kitamura y la Minori estaban agarrándose las manos y poniéndose animados, pero el Ryuuji no pudo evitar cortarlo... No, no era como que no quería unirse al grupo también.

"Espere, espere. Lo que acabas de decir, ¿quién lo hará?"

"¿No puedo yo hacerlo no mas?"

Sin pretensiones, la Minori cautivó al Ryuuji con su sonrisa brillante al decir eso.

"Un amigo necesitado es un amigo de hecho! Entonces, ayudaré cuanto puedo yo."

Diciendo "Vaya!", ella hizo la seña V con sus dedos--- Verdaderamente, la Minori es una diosa de buena corazón, descendido a la tierra. Él tenía que taparse la boca y sus ojos brillaban casi como loco mientras el Ryuuji fue movido por el exento de su bondad. No era que se había perdido la mente, solo que se mojaron sus ojos un poco de lágrimas.

"Yo, yo también haré lo poco que yo pueda."

No tenía nada de confianza de su fuera física, pero para el hacer nada después de que la chica que tanto quería había dicho tanto, no se podría perdonar para él como hombre hacer una cosa tan despreciable. Entonces, tiró una mirada a la Taiga, cuya presencia era casi inexistente.

Se había enfrentado a su Barón Ashura.

...El Ryuuji no podía estar cierto, pero él podía adivinar lo que estaba sintiendo. El gesto en su lado derecho era celos para con la Ami, quien estaba tan preocupada por el Kitamura. La mirada animada en el lado izquierdo de su cara era esperanza de la posibilidad de que podrá quizás hacer algo junta con el Kitamura. La pesimismo complicado que estaba por toda su cara era preocupación por la Minori quien estaba declarando su intento de ayudar, y también posiblemente... una posibilidad menor, de que quizás puede haber un poco de afán verdadera para con la Ami, como un poco de especia... O por lo menos era lo que quiso pensar.

"Oye, Taiga."

De todos modos, parecía que la Taiga quedaría tal como estaba, o sea, completamente petrificada, si él no intercediera.

"Por supuesto estarás ayudando, ¿no? Debes de tener un poco de rencor contra ese hombre. O sea, ¿no dijo él eso? Él te llamó eso..."

"...Lo dijo. Me llamó un monstruo."

Sin mencionar el hecho que él había estado pensando lo mismo, el Ryuuji asintió profundamente.

"Entonces, tienes que bajarle."

Guardando silencio por un momento, la mirada de la Taiga que fue dirigido al Ryuuji ya se había limpiado de todo rasgo de enojo o afán sobre un asunto tan pequeño.

"...Tienes razón... tienes razón. Sí, lo haré. No te aguanto, de verdad, pero en este caso, tenemos un enemigo común."

La Taiga estaba dirigida hacia la Ami cuando dio un señal definitivo con la cabeza.

"Por ahora, estamos todos en esto juntos!"

Animándose, la Taiga tenía el tipo de tensión asociado con comenzar un discurso al dirigirse al Kitamura, ---pero, la Ami estaba haciendo una cara que parecía llena de depresión, mordiendo su labio sin hablar. Notando eso,

"¿Estás bien?"

El Ryuuji instintivamente le preguntó, causando que la Ami repentinamente mirara arriba. Rápidamente se puso una sonrisa,

"...Eh, sí! Con tal que todos me van a ayudar, estoy completamente bien. Estoy de veras agradecida, todos son tan confiables!"

Sus palabras extrañamente ligeras resonaron sin fuerza dentro del restaurante vacío.


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