Strike Witches ~Spanish~:Tomoko Capítulo 1

From Baka-Tsuki
Jump to navigation Jump to search

“Bueno, siéntate.”

Aunque dije eso, era la tienda de Tina. Le lancé una mirada, pero no vi en ella idea alguna de rechazo. Al contrario, “Bienvenida a África, el fin de la civilización. ¿Algo para beber?

Lo dijo de manera atenta.

“Está bien, aceptaré la amable oferta. Un café si puede ser.”

“Muy bien. Matilda,”

Matilda ya había comenzado a preparar el café incluso antes de que Tina dijera nada.

“Y bien, ¿qué te trae por aquí?”

Sólo esperaba que no fueran problemas, aunque no podía expresar ese pensamiento con palabras.

“Un poco brusco después de 4 años, ¿no?” Replicó Tomoko.

“Los años no importan. Ya no somos niñas.”

“Bueno, es verdad.”

Mientras Tomoko daba un sorbo a su café recién traído, guiñé el ojo a Matilda y empezamos a hablar del asunto principal.

“Es un poco inesperado, pero al parecer harán un libro sobre el Incidente del Mar de Fuso. ¡Si realmente se hace tendríamos una conmovedora reunión con las ases del ejército! ¿No te gusta la idea?”

“Bueee...”

“No te hace gracia ¿eh? Bueno, puedo entender cómo te sientes.”

“Ya basta, ya no me preocupa lo que ocurrió hace tanto tiempo.”

Eché un vistazo a Tina, con su cuerpo inclinado hacia adelante siguiendo con curiosidad nuestra conversación.

Claro, por eso era tan amable con Tomoko...

“Tranquila, los entrevistadores vendrán otro día. Hoy sólo he venido yo.

“¿Y Takeko y Ayaka?”

“Me comentaron que ninguna de las dos podía abandonar de momento su actual puesto. Como era la única que podía desplazarme quería arreglar primero las cosas contigo. Por lo visto, a los de arriba les gustaría una foto con nosotras cuatro juntas.”

“Ya veo.”

Tina, que se había contenido hasta ese momento, entró finalmente en la conversación.

“Teniente Primera Anabuki, eres una colega de Kei ¿verdad?”

“Sí.”

“Además, una as de Fusou.”

“Sí.”

“¿Y eres fuerte?”

Ay dios, Tina preguntó directamente a Tomoko algo que podría haberle dicho yo más tarde.

“Lo soy.”

Respondió serenamente Tomoko. Al parecer a Tina le había empezado a caer bien.

“Pero ese tipo de cosas ya no me importan mucho.”

Tomoko lo dijo sonriendo, sin el ímpetu ni la imprudencia del pasado, así como sin ningún entusiasmo excesivo. No es que sea malo, simplemente creo que ha madurado.

“Pareces haberte relajado bastante, ¿verdad Tomoko?”

“Puede ser, he pasado por algunas dificultades en Suomus.”

“Jeje, al parecer las medidas drásticas de Takeko han surtido efecto.”

Tan pronto dije eso Tomoko se irguió, inclinando el cuerpo hacia adelante.

“¿¿Cómo sabes eso??”

“Lo consulté con Takeko en una ocasión que vino a visitarme. Hubiera querido ser yo la que te lo enseñara, pero desafortunadamente estaba postrada en una cama en ese entonces.”

Jeje. Respondí mientras intentaba contener la risa.

“¿Hablando de eso, Keiko, que has hecho durante estos años?”

Oh, la situación dio un giro inesperado. Tina detectó el cambio de tema con el instinto de un cazador y le pidió a Matilda que sirviera una segunda ronda de café. No parecía que Tomoko fuera a irse a ninguna parte de inmediato. Mierda.