Strike Witches ~Spanish~:Afrika5 Capitulo6

From Baka-Tsuki
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Inicialmente, el combate estaba a nuestro favor.

Pero una vez que el enemigo empezó a enviar nuevos efectivos, las cosas cambiaron drásticamente. Antes, podíamos fácilmente ocuparnos de ellos con el combate de corta distancia, pero cambiaron sus tácticas a un súper rápido atacar y escapar, y eso nos hizo las cosas mucho más difíciles.

Cuando atacaban y escapaban no podíamos seguirles, ya que su velocidad al descender era más rápida que la nuestra. Volando en la misma altura nosotros teníamos un poco más de velocidad.

Pero lo que hizo que las cosas fueran aún más difíciles fue que su resistencia era mayor, y su poder de regeneración aumentó con creces. Unos cuantos disparos de las balas de 6,5mm de mi Tipo 38 no les hacían nada. Lo que significaba que teníamos que acercarnos mucho y disparar a quemarropa para hacerles daño de verdad, y eso implicaba muchas colisiones en el aire.

Al principio, los mandamases nos ordena simplemente que improvisáramos con lo que teníamos, pero muchas protestas y repetidas peticiones desesperadas de la línea de vanguardia finalmente resultaron en la llegada de las metralletas Tipo 89.

Que resultaron ser un fiasco.

Las armas llegaron, pero de munición andábamos escasos. Cuando pedimos más, nos dijeron que se habían no tenían más. Para poder hacer algo, pedimos que nos enviaran el stock que les quedaban a nuestros compatriotas de la Marina. Estaban cambiando de 7,7mm a 20mm, así que tenían en abundancia.

Al parecer su munición de 7,7mm era incompatible con nuestras metralletas de 7,7mm. Estábamos estupefactos.

Tal descubrimiento hizo que la Armada y la Marina entablaran conversaciones para hacer tipos de munición compatibles. Podéis imaginaros el cabreo que desprendían las tropas en el campo de batalla. Nuestra líder de Sentai fue a quejarse y terminó dándole una paliza a un superior.

La controversia siguió, y las palabras subieron por la cadena de mando. Los comandantes finalmente entendieron lo mala que era la situación logística en el frente.

Nosotras en la Armada y las chicas de la Marina, en la misma base, nos dimos cuenta de cosas en las que nunca antes habíamos reparado, como el hecho de que no sólo nuestra munición era incompatible, sino que lo mismo se aplicaba a las piezas de servicio, combustible o el aceite de motor. La cadena de suministro estaba mal administrada, así que teníamos mucho stock de algunas cosas, mientras que apenas teníamos de otras. Si hubiera compatibilidad entre los dos servicios, podríamos estar mejor preparadas para las operaciones.

Había demasiadas cosas a improvisar durante el vuelo, y estaba claro que esa no era la manera de combatir en condiciones, sin un suministro saneado de la logística que sólo se podía conseguir con una estandarización. Fue una lección duramente aprendida que apreciamos mucho en el frente.

Sólo habían pasado seis meses, y ya estábamos en serios problemas. No podría imaginar lo malas que hubieran sido las cosas si no hubiéramos aprendido esa lección en los conflictos presentes.

Supongo que las quejas masivas que recibieron de la Fuerza Expedicionaria Europea sobre ese problema finalmente ajustaron la balanza, y la estandarización pasó de algo necesario a algo ya implantado. No sé exactamente lo que pasó, pero sé que Takeko estaba furiosa cuando volvió.

Todo eso hizo ponerse las pilas no sólo a la milicia de Fuso, sino a casi todas las naciones de Europa. La estandarización y la uniformidad fueron una prioridad para ellos también. Esa es una de las razones por las que la unidad enviada desde Fuso que comando está designada a los suministros y logística, para averiguar los suministros de Karlsland compatibles. Nuestra prótesis de vuelo es la Ki-61 que usa el mismo motor que el DB601 y además las balas son compatibles con sus MG34.

Pero durante la Batalla del Mar de Fuso, literalmente íbamos averiguándolo sobre la marcha.

La Tipo 89 era un poco más poderosa, pero aún no podría probar su efectividad a menos que nos acercásemos como mínimo a 50 metros. Por eso Tomoko hizo todo lo que pudo para hacer que el enemigo combatiera a corta distancia, pero no se iban a dejar tan fácilmente. Hicimos más peticiones de armas potentes, pero nos respondieron diciendo que no tenían.

Parece que la decisión de conseguir armas más allá del mar estaba tomada, pero los mandamases nos avisaban de que tomaría tiempo hasta que llegaran.

Esa era una de las razones por las que tenía envidia de los 20mm de la Marina. Su balística podía no ser la mejor, pero enviaban mucho stock.

Los días en los que no podíamos ni marcarnos una sola muerte pasaron, pero entonces el número de los ataques de los Neuroi empezó a incrementar. Eso significaba que la frecuencia de los ataques aumentaba, así que estábamos obligadas a estar cada vez más tiempo en el aire. Tres o cuatro salidas al día se convirtieron en el estándar, y a veces incluso se convertían en números de dos dígitos.

Por suerte, nuestras unidades de vuelo eran consistentes y no se rompían con facilidad.

Pero aunque la maquinaria aguantara, no quiere decir que la gente que iba dentro fuera a ser tan dura. Con el paso del tiempo, todo el mundo empezó a estar más fatigado, e incluso algunos estaban tan exhaustos que no podían digerir comida sólida después de volver a la base. Había algunos que comían lo suficiente para seguir pero los que no, apenas podían mantenerse en pie.

El riguroso entrenamiento que recibimos resultó ser bueno para mantenernos ahí, pero también estaba ese reconstituyente que Takeko nos preparaba, y eso supongo que ayudaba… ¿un poco?

Nosotras seguíamos manteniendo activo el frente, aunque a duras penas, pero las witches de la fuerza operacional seguían disminuyendo en número, tanto novatas como veteranas, se quedaban sin magia y no podían seguir volando.

Alas que aguantaban se les pedía que cubriesen a las que no podían más, y esohacía que todas ellas terminaran agotadas también.

Durante los últimos meses de 1937, la situación estaba en una peligrosa espiral. El primer Grupo de Combate se segregó para pasar a ser una unidad operacional, y se abrió una brecha en el frente. Nuestra fuerza había menguado a una sola unidad de vuelo, a pesar de nuestra fuerza oficial.

Nuestros superiores finalmente se dieron cuenta de lo mal que se estaban poniendo las cosas y se apresuraron a enviar a unidades que habían pasado el entrenamiento, pero todas esas witches carecían de experiencia de combate así que no podíamos enviarlas así, a una carnicería. Así que la decisión fue reorganizar a todas las unidades con experiencia. Las que aún podían luchar fueron enviadas a las nuevas unidades para incrementar la efectividad operacional. A cambio, las nuevas witches también serían enviadas como reemplazo a las unidades experimentadas, donde serían entrenadas por las veteranas que quedaban para convertirse en witches capaces. El objetivo era aumentar el nivel incrementando las fuerzas de todas las unidades en el frente.

Como resultado, fui reasignada al décimo primer Grupo de Combate, como Sentai tan experimentada como lo era el primer Grupo de Combate, y Takeko fue transferida al vigésimo cuarto Grupo de Combate, mientras que a Tomoko le permitieron seguir en el primer Grupo de Combate. Así, las Tres Aves del Mar de Fuso se separaron. Como asumí que me iban a reasignar a una nueva unidad, me sorprendió que fuese transferida a otra unidad veterana, pero por lo que parecía tenían a poca gente que pudiera ser líder de escuadrón. Me sorprendió verme tomando el rol de líder de escuadrón en menos de seis meses.

Aun recuerdo lo que nos dolió el tomar caminos separados. Tomoko, Takeko y yo estuvimos juntas desde Akeno, y éramos muy cercanas. Tomoko lloró hasta la extenuación.

El primer, décimo primer y vigésimo cuarto Grupo de Combate compartían vuelos, así que asumí que podríamos reunirnos de vez en cuando, pero resultó que sólo sucedió en contadas ocasiones el que pudiéramos estar las tres juntas.

Bueno, había mucha confusión, pero gracias en parte a que los Neuroi cedieron un poco durante los meses de invierno, pudimos seguir con la reorganización y parecía que podríamos recuperar nuestras fuerzas.

Los refuerzos empezaron a llegar desde más allá del mar, y supuse que lo peor había pasado.

Pero fue un duro revés de la realidad.

Con el deshielo en primavera, el enemigo empezó una ofensiva mayor. Los números contra los que nos enfrentábamos eran lo nunca visto. En el aire los conteníamos a duras penas, pero las tropas de tierra estaban siendo derrotadas. Nuevas witches de infantería blindada se lanzaron al combate, pero había tantos enemigos que terminaban quedándose sin munición.

Muchas veces nos llegaban comunicados desesperados de unidades que habían sido rodeadas, y necesitaban nuestra ayuda para salvarlas desde el aire.

En medio de toda esa situación, recuerdo la batalla que tomó lugar el 24 de Junio. El enemigo estaba muy activo cuando los encuentros aéreos ya eran comunes. Había veces que nos uníamos con otro Sentai, y había veces que podía reunirme con Takeko y Tomoko en los cielos.

Ese día, mi escuadrón volaba a una altitud de 3000 metros, haciendo la ronda de reconocimiento cerca del frente donde las fuerzas terrestres estaban posicionadas, cuando me sentía aprensiva y notaba que algo iba a pasar. Miré hacia abajo y vi a unos 60 Laross II, unidades enemigas, a unos 1000 metros por debajo de nosotros que se dirigían hacia el frente. Parecía que no se habían dado cuenta de nuestra presencia, así que rápidamente alerté a los miembros del escuadrón.

Como era el líder de escuadrón, capitaneé a mis witches al ataque desde arriba mientras descendíamos rápidamente. De esta manera teníamos la oportunidad de devolver el favor que nos habían hecho en varias ocasiones.

Nuestro atacar y escapar inicial fue muy efectivo, y ya estábamos preparadas para lanzar un segundo ataque mientras se reagrupaban para responder a nuestro ataque sorpresa. Perdieron 12 unidades, mientras que nosotras no sufrimos ni un rasguño.

No habíamos experimentado una victoria tan aplastante a nuestro favor desde hacía tiempo.

El enemigo escapaba, así que nuestras fuerzas amigas en tierra estaban a salvo. Yo misma derribé a 6. El hecho de que los sorprendiéramos y fuéramos capaces de enfrentarlos en un combate a corta distancia fue seguramente la clave de nuestra victoria.

Pero no importaba a cuantos derribáramos, los Neuroi seguían viniendo y su número seguía aumentando. Y lo que es peor, empezaron a aparecer unidades voladoras de tamaño medio, y no teníamos ni una oportunidad contra ellos. Necesitábamos los 20mm de la Marina o cortarlos por la mitad con las espadas de Fuso.

Intentamos tirarles granadas, incluso les lanzamos proyectiles, pero sin resultado. Teníamos unos pocos Rifles Automáticos Anti Tanque Tipo 97, pero cuando se trataba de balas de 20mm, las witches de la Marina tenían un suministro mayor, y sus armas eran mucho más fáciles de llevar. Es por eso que la famosa operación teishin (incursión a corta distancia) fue ejecutada. Y Tomoko se convirtió en una famosa heroína de guerra gracias a esa batalla.

Derrotamos a los Neuroi, pero perdimos a un gran número de jóvenes y veteranos, la verdadera columna vertebral del ejército. La Fuerza Witch del Servicio Aéreo de la Armada estaba casi en su total destrucción. Tuvieron que hacerse fuertes a pesar de la pérdida que habían sufrido, y por esa razón se hizo la película The Lightnight Spark of the Fuso Sea.

Y a Tomoko le dieron el papel protagonista.

Oh, como envidiaba a Tomoko.

Entonces, me eligieron para hacer un espectáculo acrobático de vuelo como parte de la ceremonia de la victoria. Estaba eufórica.

Entonces, el mismo día de las celebraciones, me esforcé demasiado para mostrar un gran espectáculo y me estrellé.

Más tarde descubrí que estuve a punto de morir. Sólo sobreviví porque había witches por la zona que podían aplicarme magia curativa.

Por supuesto, si no hubiera luchado no habría sido capaz de volver a los cielos.

Entonces lo recordé, Tomoko lloró como un bebé cuando vino a verme al hospital.