Fate/Zero Spanish:Prologo

From Baka-Tsuki
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Prologo

8 años atrás[edit]

Permítenos contarte la historia de un cierto hombre.

La historia de un hombre que, más que nadie en el mundo, creía de verdad en sus ideales, y fue arrastrado a la desesperación por ellos.

El sueño de ese hombre era puro.

Su deseo era que todos en este mundo fueran felices, eso es todo lo que él deseaba.

Es un sueño infantil por el que todos los jóvenes sienten atracción al menos una vez, aquel que abandonan cuando se acostumbran a lo despiadado de esta realidad.

Cualquier felicidad requiere de un sacrificio, eso es algo que todos los niños aprenden cuando se convierten en adultos.

Pero este hombre fue diferente.

Tal vez fue porque era el más ingenuo de todos ellos. Tal vez fue porque tenía algo dañado dentro de sí. O tal vez, él podría haber sido del tipo de personas a las que llamamos “Santos”, aquellos encargados con la tarea de llevar a cabo la voluntad de Dios. Alguien a quien la gente común no puede entender.

Él sabía que para cualquier existencia en este mundo las únicas dos alternativas eran ser sacrificados o ser salvados.

Después de entender esto, nunca fue capaz de vaciar los platillos de la balanza…

A partir de ese día, puso su mente a trabajar para ser quien fuera ese balance.

Para abatir el dolor de este mundo, no existía manera más eficiente.

Para salvar aunque sea solo una vida en un lado, se tenía que renunciar a una vida en el otro.

Eso quiere decir que para dejar que la mayoría de la gente sobreviviera, él tendría que matar a la minoría.

Por lo tanto, en vez de salvar a la gente solo por el valor de salvarla, él se destacaba en matarla.

Una y otra vez, siguió pintando sus manos del color de la sangre, pero ese hombre nunca dudo.

Nunca se cuestiono lo correcto de sus actos ni dudo de su meta, se forzó a si mismo a inclinar la balanza sin fallo.

Jamás cometiendo el error de juzgar mal el valor de una vida.

Sin ningún respeto a la humildad de la existencia y sin ningún respeto a su edad, todas las vidas eran juzgadas equitativamente.

Sin discriminación, el hombre salvo vidas, y, sin discriminación, él las terminaba.

Pero, desafortunadamente, se dio cuenta demasiado tarde.

El valorar todo equitativamente equivaldría a no amar a nadie de manera única.

Si hubiera gravado esa regla inviolable dentro de su espíritu mucho antes, podría haber logrado la salvación.

Congelando su joven corazón en la necrosis, logrando que su ser se convirtiera en una maquina de medición sin sangre o lagrimas, habría seguido llevando una vida eligiendo a aquellos que vivirían y a aquellos que morirían. Probablemente jamás habría habido algún sufrimiento para él.

Pero ese hombre estaba equivocado.

La sonrisa de alegría de cualquiera llenaba su pecho de orgullo, y los gemidos de cualquiera hacían temblar su corazón.

El odio se añadió a su resentimiento y pronto se lleno de arrepentimientos, mientras que sus lágrimas de soledad añoraban que alguien llegara a acercarse hacia él.

Aun cuando perseguía un ideal mas allá de la razón del mundo del hombre — él también era humano.

¿Cuántas veces fue castigado ese hombre por tal contradicción?

Él en verdad conocía la amistad. Él en verdad conocía el amor.

Aun cuando se puso la vida de ese ser amado y la de incontables números de perfectos desconocidos, en los platillos izquierdo y derecho de la balanza—

Definitivamente jamás cometió un error.

Más que amar a alguien, para juzgar esa vida de igual forma que la de otros, él tenía que evaluar imparcialmente, y renunciar imparcialmente a ella.

Aun cuando se encontrara con alguien amado, siempre parecía estar de luto.

Y ahora, a ese hombre se le estaba infligiendo el más grande de los castigos.

Afuera de la ventana, una tormenta de nieve había congelado todo. Una noche de mediados del invierno había congelado el piso del bosque.

El cuarto se encuentra en un Viejo Castillo construido en el suelo congelado, pero era protegido por una gentil flama ardiendo en la chimenea.

En el calor de ese refugio, el hombre sostenía una nueva existencia entre sus brazos.

En verdad era pequeña — un cuerpo tan diminuto que podría ser efímero, y con tan poco peso que fallaba al indicar que estaba listo.

Una respuesta delicada puede ser peligrosa, como con los primeros copos de nieve sostenidos en la mano, los cuales se desmoronan con el más mínimo movimiento.

En una frágil ansiedad, el bebé preservaba su temperatura corporal durmiendo, respirando frágilmente. Eso es todo lo que el modesto latir de su corazón puede hacer en estos momentos.

“No te preocupes, ella está durmiendo.”

Mientras él levantaba al bebe en sus brazos, la madre, descansando en la cama, les sonreía.

Tomando en cuenta el aspecto débil del bebé, ella aun no se encuentra bien, y su complexión no es perfecta, pero aun así, su bello rostro, parecido al de una joya, no parece rendirse de ninguna manera.

Sobre todo, el color de la felicidad ilumina su sonrisa y borra todo el cansancio que debería descomponer su gentil mirada.

“Ella siempre ha sido algo problemática y llorona, aun con las enfermeras a las que ya se ha acostumbrado. Es la primera vez que deja que la carguen de manera tan silenciosa… Ella lo entiende, ¿no es verdad? Eso es porque eres un buen hombre.”

"..."

Sin responder, atónito, el hombre comparaba a la madre recostada en la cama con el bebé en sus brazos. ¿Acaso la sonrisa de Irisviel se había visto tan deslumbrante?

Ella originalmente era una mujer con poca felicidad. Nadie habría pensado en darle el sentimiento llamado felicidad. Ella no era una creación de los Dioses, fue construida por la mano del hombre…. Como un homúnculo, tal trato era normal para esa mujer. Irisviel nunca había tenido ningún deseo.

Creada como una marioneta, criada como una marioneta, tal vez desde un principio ella nunca entendió el significado de la felicidad.

Y ahora — ella esta tan resplandeciente.

“En verdad estoy feliz de haber tenido a esta bebé.”

Mostrando silenciosamente su amor, Irisviel von Einsbern pronuncio estas palabras, observando al bebé que dormía.

“De ahora en adelante, ella será antes que nada, la imitación de un ser humano. Puede que sea duro y puede que ella odie a la madre que le dio esta dolorosa vida. Pero, a pesar de eso, soy feliz. Este bebé es adorable, ella es esplendida.”

Su apariencia no era nada fuera de lo usual, y, solo observándola, ella era un adorable bebé, pero—

Mientras se encontraba en el vientre de la madre, una cantidad de tratamientos mágicos fueron llevados a cabo en el cuerpo del bebé, adecuándolo para que, aun más que su madre, ella fuera diferente a los humanos. Aunque nació, su utilidad estaba restringida, de tal manera que su cuerpo era solo un mero conjunto de circuitos mágicos. Esta era la verdadera naturaleza de la amada hija de Irisviel.

A pesar de tan cruel nacimiento, Irisviel aun decía, “Está bien” Dando a luz a tal cosa, nacer como tal cosa, ella ama a esta existencia, se enorgullece de ella y sonríe.

La razón de tal fuerza, de ese corazón tan seguro, era que ella, sin ninguna duda, era una “Madre”

La chica que podría haber sido solo una marioneta encontró el amor y se convirtió en una mujer, y encontró una fuerza inamovible como madre. Eso debería de tener la apariencia de una “felicidad” que nadie podría invadir. Justo entonces, la habitación de la madre e hija que era protegida por el calor de la chimenea se encontraba indiferente a toda la desesperación y la tristeza.

Pero — el hombre lo entendía. Que para el mundo del que formaba parte, la tormenta de nieve afuera de la ventana era más apropiada.

"Iri, Yo — "

Al disparar esa única palabra, el pecho del hombre se sintió como si fuera atravesado por una espada. Esa espada era el pacifico rostro durmiente del bebe y la deslumbrante sonrisa de la madre.

“Yo seré, algún día, la causa de tu muerte.”

Como si sintiera que vomitaba sangre, Irisviel asintió con una pacifica expresión a esta declaración.

“Lo comprendo. Por supuesto. Ese es el deseo más profundo de los Einsberns. Es para eso que fui creada.”

Ese era el futuro que ya había sido decidido.

Después de que 6 años hubieran pasado, el hombre llevó a su esposa a su lugar de muerte. Como una de las victimas para salvar al mundo, Irisviel se había convertido en el sacrificio para su ideal.

Ese era un asunto que había sido discutido entre ellos en varias ocasiones, uno en el que habían llegado a un acuerdo.

El corazón del hombre ya se había quedado sin lágrimas ante esa decisión, maldiciéndose por ella, y cada vez, Irisviel lo había perdonado y le había dado ánimos.

“Conozco tus ideales, y me he encariñado con tus plegarias; es por eso que estoy aquí ahora. Tú me guiaste. Tú me diste una vida que no estaba destinada para una marioneta.”

Por el mismo ideal, ella se sacrifica a sí misma. Ella se volvió una parte de él de esa manera. Esa fue la forma que tomo el amor de la mujer llamada Irisviel. Dado que se trataba de ella, el hombre fue capaz de permitirlo.

“No necesitas sufrir por mí. Ya soy una parte de ti. El soportar solo el dolor de tu partida ya es suficiente.”

“… Así que, ¿Qué hay de ella?”

El cuerpo de la infante era tan ligero como una pluma, aun así un peso de una dimensión diferente hacia que las piernas del hombre temblaran.

Él no podía entenderlo aun, ni estaba preparado para hacerlo, sobre lo que haría cuando tuviera que poner a esa niña en contra del ideal que cargaba.

No juzguen o perdonen el estilo de vida de este hombre. Aun no existe el poder para ello.

Pero, aun con una vida tan pura, sus ideales eran crueles.

Sin ningún respeto a la humildad de la vida, y sin ningún respeto a la edad, todos eran tratados igualmente —

“Yo… no merezco sostenerla.”

El hombre solo soltó un murmullo, a pesar de que su dulzura probablemente sería aplastada por la locura.

Una lágrima cayó en la mejilla rosada del bebé en sus brazos.

Llorando silenciosamente, el hombre cayó sobre una de sus rodillas.

Para exiliar la crueldad del mundo, él aspiraba a una crueldad más grande… Y, aun así, para el hombre que aun tenia a gente a la que él amaba, eso era infligir finalmente el más grande de los castigos.

El ser que más amaba en este mundo.

Aun si eso significara la ruina del mundo, él deseaba proteger eso.

Pero, el hombre lo entendía. El momento llegaría cuando la justicia en la que él creía demandaría el sacrificio de una vida tan pura — ¿Qué tipo de decisión tomaría el hombre llamado Emiya Kiritsugu?

Kiritsugu lloraba, asustado del día que podría estar por venir, asustado de esa oportunidad de uno en un millón.

Sosteniendo su pecho aun más fuerte entre sus brazos, Irisviel levanto su cuerpo de la cama y puso su mano gentilmente en el hombro de su marido quien rompió en lágrimas.

“Nunca lo olvides. ¿Acaso no era tu sueño? Un mundo donde nadie tuviera que llorar de esta manera. Ocho años más… Y tu batalla se habrá terminado. Nosotros llevaremos a cabo ese ideal. Estoy segura de que el Grial te salvara.”

Su esposa, entendiendo completamente su agonía, limpiaba las lágrimas de Kiritsugu tan gentilmente como era posible.

“Después de ese día, deberás de sostener a esa niña, Ilyasviel, una vez más. Alza tu pecho como un padre normal.”




3 años atrás[edit]

Cuando hablamos de ocultismo, la teoría de las dimensiones dice que hay un ‘poder’ de más allá de este mundo. Identificar el inicio de todas las cosas. Ese es el deseo más grande de todos los magos, la ‘fuente’,…El hogar de Dios, los Registros Akáshicos, el comienzo y el fin de todas las cosas, que registra todo, que crea todo en este mundo.

200 años atrás, existieron aquellos que pusieron en ejecución experimentos en ese lugar ‘fuera de este mundo’.

Einsbern, Makiri, Tōsaka. Llamados las 3 familias del comienzo, lo que ellos diseñaron era la reproducción del “Santo Grial”, el sujeto de varias tradiciones. Esperando que al invocar el Grial pudieran cumplir cualquier deseo, las tres familias de magos ofrecieron sus artes secretas para finalmente manifestar al ‘contenedor omnipotente’.

… Sin embargo, el Grial solo podía conceder el deseo de una persona. Tan pronto como esa verdad fue conocida, los lazos de cooperación fueron borrados con sangrientos conflictos.

Ese fue el inicio de la ‘Guerra del Santo Grial’, ‘El Toque del Cielo’.

De ahí en adelante, una vez cada 60 años, el Grial sería invocado una vez más en la lejana tierra del Este, ‘Fuyuki’.

Entonces, el Grial seleccionará a 7 magos que posean el poder para tomarlo, y dividirá grandes cantidades de prana y lo distribuirá entre ellos, para hacer posible la invocación de Espíritus Heroicos llamados ‘Sirvientes’. La conclusión de una batalla a muerte que decide cual de los siete es el más adecuado para recibir el Grial.

— Para ponerlo en términos simples, eso es lo que Kotomine Kirei estaba experimentando.

“El patrón que ha aparecido en tu mano derecha es llamado el ‘Sello de Comando’. Es la prueba de que has sido escogido por el Grial, y la marca sagrada que te da el derecho de controlar un Sirviente.”

La persona con la voz clara y lenta que explicaba todo esto era Tōsaka Tokiomi.

En el cuarto de una elegante villa construida sobre una pequeña colina en el distrito más limpio al sur de Turín, Italia, 3 hombres se encontraban sentados en las sillas del recibidor. Kirei y Tokiomi, y el Padre que los había presentado y mediaba la conversación, Kotomine Risei… el padre de Kirei.

Para un amigo del Padre que estaba a punto de alcanzar los 80 años, Tōsaka era en verdad un Japonés excéntrico. Él en verdad parecía ser de la misma edad que Kirei, compuesto y con la presencia de un experto. Proveniente del linaje de una vieja y distinguida familia aun para los estándares Japoneses, esta villa era su residencia secundaria, como explico. Pero lo más interesante es que él se declarara tan casualmente como un ‘mago’.

Ser un mago no es una cosa tan extraña como podría sonar. Kirei era, como su padre, un clérigo, pero los deberes tanto de padre como de hijo diferían bastante de lo que la gente normal conoce como ‘Padre’.

La ‘Santa Iglesia’ a la que pertenece gente como Kirei tiene una doctrina que se encuentra más allá de los limites de los Milagros y los misterios divinos, si no que lleva a cabo el rol de exterminar el estigma de la herejía para desaparecerlo en el olvido. Eso quiere decir, tomar un punto de vista donde puedan supervisar una blasfemia tal como la hechicería.

Los hechiceros conspiran solo con hechiceros, y están organizados en un grupo de auto preservación que se llama a sí mismo la ‘Asociación’, la cual presenta una amenaza como rival de la Santa Iglesia. En estos momentos ambas partes han acordado preservar una tranquilidad temporal; pero aun así, un asunto en el que un Padre de la Santa Iglesia y un mago se reúnan en el mismo edificio para una conversación sería impensable.

En el caso de Risei, el Padre, la familia Tōsaka era una con la que la Iglesia ya tenía viejas conexiones, a pesar de ser una casa de magos.

Se trató de la noche anterior cuando Kirei descubrió la aparición del patrón formado por tres marcas. Él entonces procedió a consultar con su padre, y Risei inmediatamente llevo a su hijo a Turín a la mañana siguiente para encontrarse con el joven mago.

Desde ese momento, después de un apresurado saludo, las explicaciones que Tokiomi le había dado a Kirei en este encuentro secreto concernían todas a la misma guerra, ‘El Toque del Cielo’. El significado detrás de la marca que había aparecido en la mano de Kirei… Lo referente al resultado de que Kirei adquiriera el privilegio a disputar la oportunidad de obtener su deseo de un milagro en la cuarta recreación de la Guerra del Santo Grial que se llevaría a cabo tres años después.

No es que él deseara negarse a pelear. La tarea de Kirei dentro de la Santa Iglesia era, en esencia, la remoción directa de la herejía, lo que significaba que él era un combatiente muy completo. Uno podría decir que era su tarea el realizar una apuesta de vida y muerte contra un mago. El problema era la contradicción que requería que Kirei, un clérigo, participara como un ‘mago’ en el Toque del Cielo, la cual era una disputa entre magos.

“La característica acerca del Toque del Cielo es que se trata de una batalla que utiliza a Sirvientes como familiares. Así que para seguir adelante, la hechicería elemental para la invocación misma se vuelve un requerimiento… Esencialmente, las siete personas que son seleccionadas como Maestros de los Sirvientes tienen que ser magos. Debe de ser excepcional para que alguien como tú, que no vive de la hechicería, seas reconocido por el Grial en una etapa tan temprana.”

“¿Acaso el Grial tiene preferencias sobre la gente que selecciona?”

Tokiomi asintió ante Kirei quien aun parecía poco convencido.

“Ya he mencionado a las ‘3 familias del comienzo’ — ya que la selección favorecerá a los magos relacionados a las casas de Makiri, quienes han cambiado su nombre a Matō, los Einsbern, o a los Tōsaka. En otras palabras…

Tokiomi levanto su mano derecha para mostrar el patrón de tres marcas.

“Como el actual jefe de la familia Tōsaka. Yo participare en la próxima batalla.”

¿Entonces acaso este hombre planeaba trabar batalla con Kirei después de tan amablemente haberlo guiado de manera tan detallada? Aunque Kirei no podía comprenderlo, prosiguió con sus numerosas preguntas.

“Me interesa lo que mencionaste hace poco sobre los Sirvientes. Espíritus Heroicos invocados y usados como familiares fue lo que dijiste…”

“Puede que sea difícil de creer, pero esa es la verdad. Esa podría ser la maravilla de este Grial.”

Las leyendas de hombres excepcionales, súper humanos que han dejado marcado su nombre en la historia y el folclor. Ellos son aquellos que permanecieron permanentemente en la memoria de los hombres aun después de sus muertes, y fueron llevados mas allá de la categoría de humanidad, promovidos incluso en el reino espiritual, ellos son los ‘Espíritus Heroicos’. Ellos se encuentran en un estatus completamente diferente que los espíritus vengativos o los espíritus malignos comunes en la naturaleza que los magos invocan usualmente como familiares. Por decirlo de cierta manera, es una existencia con el estatus espiritual de un Dios. Aunque parte de ese poder puede ser atraído y tomado a préstamo, es impensable que ellos pudieran ser utilizados como familiares en el mundo actual.

“Si uno considera que lograr que lo imposible se vuelva posible es el poder del Grial, es posible entender que tan increíble es ese tesoro. Al final, aun la invocación de un Sirviente es solo un mero fragmento del poder del Grial.”

Como si quisiera dar a entender que él también estaba sorprendido por lo que estaba diciendo. Tōsaka Tokiomi suspiro profundamente y agito su cabeza.

“Se puede invocar a los Espíritus Heroicos que vivieron entre la antigua época de los dioses hasta tal vez un siglo atrás. Siete Espíritus Heroicos guiados por siete Maestros, cada uno protegiendo a su Maestro y exterminando a los Maestros enemigos. Héroes de cualquier era y país son invocados al presente, y se enfrentaran en una mortal competición por la supremacía. Esa es la Guerra del Santo Grial de Fuyuki, el Toque del Cielo."

“… ¿Tal monstruosidad? ¿En un lugar en el que viven miles de personas?”

Todos los magos siguen la idea común de ocultarse a sí mismos. Es el camino obvio a seguir en esta era que cree que la ciencia es la única verdad universal. Revelar su existencia es definitivamente imposible si también tomamos en consideración a la Santa Iglesia.

Por supuesto que uno tiene que ocultar un poder que podría atraer un desastre catastrófico a través de los Espíritus Heroicos. El utilizar a siete Sirvientes en un conflicto entre humanos del presente y hacer que se enfrenten entre ellos…. Es prácticamente lo mismo que ordenar una matanza de un calibre comparado a una guerra masiva.

"—Por supuesto, está implícito que la confrontación debe de llevarse a cabo en secreto. Uno necesita de una supervisión bien preparada para asegurarse de ello.”

Habiendo permanecido en silencio hasta entonces, el padre de Kirei, el sacerdote Risei, se aproximo y explico su parte.

“El Toque del Cielo sucede cada 60 años, y esta ocasión será la cuarta. La civilización de Japón ya había comenzado cuando la segunda Guerra se llevo a cabo. Aun en los lugares más remotos, nosotros no podemos ignorar que la gente sea testigo de la aparición de daños tan serios.”

“Por lo tanto, desde el tercer Toque del Cielo, se logro un acuerdo para que nosotros, la Santa Iglesia, enviemos a un supervisor. Para reducir los desastres de la Guerra a un mínimo, nosotros debemos de ocultar su existencia y lograr que los magos acepten mantener el combate como un secreto.”

“¿Acaso la Iglesia funciona como un árbitro en un conflicto entre magos?”

“Precisamente es porque se trata de un conflicto entre magos. No hay nadie en la Asociación de Magos que sea adecuado para fungir como árbitro a causa de las implicaciones políticas. Simplemente no había otra manera que recurrir a una autoridad externa tal como la Iglesia.”

“Además, para comenzar era simplemente imposible que nuestra Santa Iglesia dejara que el nombre del Santo Grial fuera usado de una manera tan casual. Nosotros no podíamos ignorar tampoco la posibilidad de que en verdad fuera la copa que recibió la sangre del hijo de Dios.”

Tanto Kirei como Risei, padre e hijo, tenían un lugar en la sección llamada la Reunión del 8vo Sacramento. Una de las obligaciones de ese grupo dentro de la Santa Iglesia es recuperar el control de las reliquias sagradas. El tesoro llamado el Santo Grial aparece en diversas historias y leyendas, y la importancia del ‘Grial’ en la doctrina de la Iglesia es particularmente grande.

“Bajo tales condiciones, la ultima vez, en el caos de la Guerra Mundial, una reunión se llevo a cabo en un momento adecuado a mitad del tercer Toque del Cielo, y yo, en ese entonces un jovenzuelo, fui encomendado con esa importante tarea. Para la siguiente batalla, yo procedería a trasladarme a la tierra de Fuyuki a supervisar su pelea.”

En respuesta a las palabras de su padre, Kirei solo pudo inclinar un poco su cabeza.

“Por favor detente. ¿No se espera que el supervisor de la Iglesia sea justo? Es un problema si uno de los participantes está relacionado por sangre a él…”

“Calma, calma. ¿Piensas que ese es un punto ciego de las reglas?”

La sonrisa inusual del terco Padre implicaba algo que Kirei no podía entender.

“Kotomine-san, no debería de molestar a su hijo. Prosigamos con el punto verdadero.”

Tōsaka Tokiomi apresuro explícitamente al Padre para que se dirigiera directo al punto.

“Hm, cierto — Kirei, todo lo que te hemos explicado era solo sobre los ‘aspectos exteriores’ de la Guerra del Grial. Existe otra razón por la que hice que te encontraras con el Sr. Tōsaka el día de hoy."

“… ¿La cuál es?”

“Para ser francos, nosotros hemos tenido pruebas fehacientes desde hace mucho tiempo de que el Grial que aparece en Fuyuki era diferente de la reliquia sagrada del ‘hijo de Dios’. A fin de cuentas, en la batalla del Toque del Cielo de Fuyuki solo se lucha por un tesoro que es una mera copia del contenedor omnipotente, una que abre el camino a una utopía. No está relacionada de ninguna forma a la Iglesia.”

Así se encuentran las cosas. De otra forma, la Santa Iglesia no estaría contenta solamente con el rol de un supervisor silencioso. Si el Grial resultara ser en verdad una ‘Reliquia Sagrada’ la Iglesia ignoraría el acuerdo de cese al fuego y la robaría de las manos de los magos.

“Si la meta final del cáliz es solo ser utilizado para obtener los Registros Akáshicos, eso no es del interés de la Santa Iglesia. Después de todo, el deseo de los magos de encontrar el ‘Akásha’, el origen, no necesariamente entra en conflicto con nuestra doctrina.”

“— Aunque para permitirnos ignorarlo, nosotros debemos dejarlo en manos de una persona fuerte. Si alguien no deseado llegara a obtenerlo, no sabemos qué clases de accidentes podría causar.”

“Entonces, si los eliminamos como herejía —"

“Eso aun sigue siendo difícil. Los magos que entran en conflicto por el Grial tienen una tenacidad poco común. Si fuéramos a llevar a cabo un juicio directo, sería imposible evitar un conflicto con la Asociación de Magos. Y eso crearía demasiadas victimas.”

“En vez de eso, como la segunda mejor opción, no habría nada más interesante que encontrar una forma para entregárselo a una ‘persona de confianza’

"... Ya veo."

Kirei comenzaba a darse cuenta gradualmente del verdadero motivo de esta reunión. Dado que su padre estaba involucrándose con Tōsaka Tokiomi, un mago.

“Dado que ellos han sido oprimidos por la fe de su tierra nativa, la familia Tōsaka ha seguido las mismas doctrinas que las nuestras. Conociendo la personalidad de Tokiomi-kun, él mismo es garantía de ser alguien calificado para utilizar el Grial.”

Tōsaka Tokiomi asintió, entonces procedió a continuar hablando.

“El alcanzar el ‘Akásha’. No hay un propósito más grande que este para nosotros los Tōsaka. Pero, tristemente, los Einsbern y Matō, quienes alguna vez compartieron las mimas metas, lo han perdido de vista en favor de asuntos más terrenales, y han olvidado totalmente sus intenciones originales. Ni siquiera debo de mencionar que ellos han invitado a cuatro Maestros más, provenientes del exterior. Ellos desean el Grial a causa de su despreciable codicia y nada más.”

Eso quiere decir que la Santa Iglesia solo aprobaría que Tōsaka y nadie más sea el portador del Grial. Y así Kirei entendió aun más su tarea asignada.

“¿Así que deseas que participe en la siguiente Guerra del Grial para dejar que el Sr. Tōsaka Tokiomi gane?.”

“Es correcto.”

Finalmente, Tōsaka Tokiomi mostró el primer signo de una sonrisa.

“Por supuesto, nosotros uniremos fuerzas bajo la superficie contra los cinco Maestros restantes y los aniquilaremos. Para incrementar las posibilidades de victoria.”

Ante las palabras de Tokiomi, el Padre Risei solo asintió austeramente. La neutralidad de la Santa Iglesia como árbitro ya se estaba transformando en una farsa. Este "Toque del Cielo" debe de ser interesante en lo que respecta a las expectativas de la Iglesia.

Sobre ese tema, no se trataba de algo bueno o malo para Kirei. Si las intenciones de la Iglesia eran claras, solo existía el cumplimiento de su tarea como un devoto ejecutor.

“Kirei-kun, serás transferido de la Santa Iglesia a la Asociación de Magos, y te convertirás en mi aprendiz.”

“Sin parar y con un tono practico, Tōsaka Tokiomi se apresuro con sus explicaciones.”

“¿Una — transferencia?”

“El intercambio ya se ha hecho de manera formal, Kirei.”

Una vez dicho esto, el Padre Risei saco una carta. Se trataba de una notificación con las firmas tanto de la Santa Iglesia como de la Asociación de Magos, e iba dirigida a Kirei. Kirei estaba más que sorprendido con los meritos de esta ejecución: del día anterior al día de hoy, la carta había sido tramitada inmediatamente.

A fin de cuentas, en realidad no había un verdadero propósito para que Kirei se involucrase en esa situación, ni para que existiera una razón en particular para ofenderse ante esa discusión. Para Kirei, no había propósito alguno.

“Lo más importante será que no realices nada más que practicar hechicería en mi casa en Japón. El siguiente "Toque del Cielo" se realizara en 3 años.”

“Para entonces, deberás tener un Sirviente que te obedezca, y te convertirás en un mago que participara en la batalla como un Maestro.”

“Pero — ¿acaso está bien? Si estudio abiertamente bajo tu tutela, ¿Acaso no habrá sospechas de que nosotros estemos trabajando juntos?”Tokiomi sonrió fríamente y negó con la cabeza.

“Tú no conoces nada sobre los magos. Si sus intereses chocan, un conflicto entre maestro y estudiante que termine en una batalla a muerte es una ocurrencia común en nuestro mundo.”

“Ah, ya veo.”

Aunque a Kirei no le interesaba entender nada sobre los magos, él tenía un buen entendimiento sobre las tendencias de esta raza llamada magos. Él había tenido incontables ocasiones para competir con estos magos ‘heréticos’ en su trabajo como ejecutor. La cantidad de personas que había aniquilado con sus propias manos no eran ni diez ni veinte.

“Así que, ¿tienes alguna otra pregunta?”

Mientras Tokiomi solicitaba una conclusión, Kirei ya había realizado las preguntas que tenía desde el comienzo.

“Solo una — El Grial selecciona a los Maestros, ¿Cuál es su propósito?”

Aparentemente esa no era una pregunta que Tokiomi esperara. Las cejas del mago se juntaron en una mueca por un breve tiempo, entonces respondió relajadamente.

“El Grial… por supuesto, seleccionará preferentemente a Maestros que lo necesiten sinceramente.

Como mencione antes, nosotros los Tōsaka seremos incluidos en la cima de la lista como una de las 3 familias del origen.”

“Así que, ¿Todas los maestros tienen una razón para desear el Grial?”

“No se limita solo a eso. El Grial requiere que se presenten 7 personas. Si no aparecen suficientes personas en estos momentos, gente irregular que normalmente no sería escogida podría llevar los Sellos de Comando. Puede que un caso así haya ocurrido en el pasado, pero — Ah, ya veo.”

Mientras hablaba, Tokiomi pareció darse cuenta de lo que sospechaba Kirei.

“Kirei-kun, tú piensas que no deberías de haber sido seleccionado, ¿o me equivoco?”

Kirei asintió. Sin importar que tan duro buscaras, no existe ninguna razón para que una maquina que cumple deseos se fijara en él.

“Hm, ciertamente, es extraño. La única cosa que te vincula al Grial sería tu padre, quien fue seleccionado como supervisor, pero… No, uno podría pensar que esa es la verdadera razón.”

“… ¿Lo que significa?”

“El Grial pudo haber anticipado que la Santa Iglesia apoyaría a la familia Tōsaka. Así que un ejecutor de la Iglesia adquiriría los Sellos de Comando para apoyar a los Tōsaka.”

Al terminar de decir esto, Tokiomi, sintiéndose satisfecho para terminar la discusión, agrego.

“En otras palabras, el Grial me está otorgando a mí, un Tōsaka, dos juegos de Sellos de Comando, y por esa razón te escogió a ti como un Maestro.”

“… ¿Qué te parece? ¿Acaso esta explicación te satisface?”

Y así, él dio esta conclusión con un tono arrogante.

"..."

Esta confianza tan arrogante parece sentar bien en el hombre llamado Tōsaka Tokiomi. Este hombre lleva dentro de sí una dignidad que está al borde del sarcasmo.

Ciertamente, como mago, él era un hombre de excelencia. Y debería de tener la auto confianza que viene acompañada de esa excelencia. Es por eso que él probablemente jamás ha dudado de su propio juicio.

Eso quería decir que sería imposible obtener otra respuesta de Tokiomi aquí y ahora — Esa fue la conclusión de Kirei.

“¿Cuándo viajaremos a Japón?”

Escondiendo su decepción, Kirei cambio el tópico de la conversación.

“Yo iré a visitar Gran Bretaña por un tiempo. Tengo una pequeña tarea que realizar en la Torre del Reloj.”

“Tú iras a Japón por adelantado. Se lo informare a mi familia.”

“Entendido. Entonces me dirigiré allá en este momento.”

“Kirei, adelántate. Yo necesito discutir algo con el Sr. Tōsaka."

Asintiendo ante las palabras de su padre, Kirei se levanto de su asiento y, después de una reverencia silenciosa, abandono el cuarto a solas.


※※※※※


Permaneciendo en el cuarto, Tōsaka Tokiomi y el Padre Risei observaron marcharse silenciosamente a Kotomine Kirei.

“Tienes un hijo muy confiable, Kotomine-san.”

“Su fuerza como un ‘Ejecutor’ está garantizada. Ninguno de sus colegas fue más estudioso que él durante el entrenamiento. Yo soy de quien deberías dudar.”

“Ho… ¿es esa la actitud ejemplar de un defensor de la fe?”

“Oh, me apena decirlo, pero Kirei es el único orgullo de este tonto viejo senil.”

El anciano Padre era conocido por su rigor, pero, sintiéndose en confianza con Tokiomi, él sonreía. Mientras sus ojos seguían a su único hijo, su confianza y amor se mostraron claramente en sus ojos.

“Dado que yo aun no tenía un hijo cuando pase la edad de 50, había renunciado a la idea de un heredero… Pero ahora, me sorprende lo lejos que ha llegado mi hijo.”

“Aunque, él acepto más fácilmente de lo que pensaba, ¿o no?”

“Mi hijo entraría al fuego si esa fuera la voluntad de la Iglesia. Así de lejos es lo que llegaría por su fe.”

Aunque Tokiomi no quería dudar de las palabras del Viejo Padre, la impresión que él tenía sobre el hijo del Padre Risei no era la de ‘una fe apasionada’. La tranquila apariencia del hombre llamado Kirei se sentía más nihilista para él.

“Para ser honesto, eso es una decepción. Sin importar como lo vea, parece que él se vio envuelto en algo que no le concierne.”

“No… Eso podría ser en verdad la salvación para él.”

Hablando ambiguamente, el Padre Risei murmuro de manera triste.

“Esto es un asunto privado, pero su esposa murió hace algunos días. Ellos no habían estado casados ni siquiera dos años.”

"Oh, Yo—"

Tokiomi se quedo sin palabras bajo las inesperadas circunstancias.

“Aunque no lo parece, él lo ha soportado bastante bien… Tiene demasiadas memorias en Italia. Tal vez, justo ahora, para Kirei, el regresar a su vieja tierra de nacimiento en una nueva misión podría ayudar a curar sus heridas.”

Risei suspiro en medio de su discurso. Tokiomi siguió observándolo directamente.

“Tokiomi-kun, ¿Acaso el valor verdadero de uno no aparece cuando las dificultades se incrementan?”

Tokiomi hizo una reverencia pronunciada ante las palabras del Viejo Padre.

“Me siento obligado. Mi deuda hacia la Santa Iglesia y ambas generaciones de la familia Kotomine serán gravadas como un precepto familiar.”

“En lo absoluto, solo estoy completando mi juramento para la futura generación de Tōsaka — El resto solo será rezar para que Dios te proteja hasta que tu viaje te lleve hasta la ‘Fuente’.”

“Si. Los arrepentimientos de mi abuelo, el más grande deseo de los Tōsaka, esto es para lo que he dedicado toda mi vida.”

Escondiendo que tanta de su auto confianza era sofocada por el peso de sus responsabilidades, Tokiomi asintió de manera resuelta.

“Este año, por fin alcanzare al Grial. Me asegurare de ello.”

Ante la dignidad de Tokiomi, el Padre Risei bendijo la memoria de su amigo fallecido.

‘Mi amigo… En verdad tienes a un buen heredero.’


※※※※※


Con el viento del mar Mediterráneo alborotando su cabello, Kotomine Kirei regreso de la villa en la cima de la colina, solo y en silencio, en el estrecho y ondulante camino.

Finalmente, Kirei pudo poner en orden las diversas impresiones que había percibido del hombre llamado Tōsaka Tokiomi, a quien acababa de conocer hace unos momentos.

Tal vez él había llevado una vida difícil. Como si el orgullo fuera adquirido de manera proporcional a las dificultades vividas en su vida, era un hombre con una firme dignidad de la cual era capaz de presumir.

Entendía ese tipo de personalidad bastante bien. El mismo padre de Kirei era del mismo tipo que Tōsaka Tokiomi. Hombres que han definido el significado detrás de su nacimiento, detrás de sus propias existencias, y que han seguido ese significado sin dudar. Ellos definitivamente nunca vacilaran, nunca dudaran.

Forjándolo en una voluntad de acero para actuar con un objetivo claro, dirigido solo por el lograr ‘algo’ que era identificado como la meta de sus vidas, en todo aspecto de sus vidas.

La ‘forma de convicción’ podía ser, en el caso del padre de Kirei, una fe piadosa, y en el caso de Tōsaka Tokiomi, tal vez era la confianza en sí mismo de ser uno de los elegidos — un privilegio no apto para un plebeyo, y la conciencia de ser alguien con una responsabilidad sobre sus hombros. Él era uno de esos ‘genuinos aristócratas’ que uno rara vez es capaz de encontrar en estos días.

De ahí en adelante, la existencia de Tōsaka Tokiomi probablemente tendría grandes implicaciones para Kirei…. Pero aun así, él era de un tipo que era incompatible con el tipo de Kirei. Eso era lo mismo que decir que él era similar a su padre.

Aquellos que solo ven sus ideales nunca podrán entender el dolor de aquellos incapaces de tener uno. Gente como Tokiomi tienen un ‘sentido del propósito’ como base de sus convicciones, pero eso estaba totalmente ausente de la mente de Kotomine Kirei. Ni una vez, en más de 20 años, había tenido ese sentimiento.

Al ser juzgado de esa manera, él no podría considerar la más noble idea, sentir comodidad en alguna búsqueda o encontrar descanso en algún placer. Tal hombre no podía tener tal cosa como un propósito en primer lugar.

Él ni siquiera podía entender que tan alejado estaba de los valores ordinarios que mantenía el mundo. Kirei no podía encontrar la pasión para adentrase en alguna cosa.

Aun cree que existe un Dios. Que existe una existencia suprema, aunque no tiene la madurez para percibirla.

Él cree que un día, la más sagrada palabra de Dios lo guiara a la verdad suprema y a la salvación. Apostando a esa esperanza, aferrándose a ella.

Pero en lo profundo de su corazón, él ya lo sabía. Que la salvación para un hombre como él ya no vendría del amor de Dios.

El ser confrontado con tanto odio y desesperación lo orillo al masoquismo. Bajo la premisa de penar para un entrenamiento moral, él simplemente seguía lastimándose a sí mismo en repetidas ocasiones. Pero esas torturas forjaron el cuerpo de Kirei como si fuera de acero, y cuando se dio cuenta, él ya había llegado a la cima de la elite de la Santa Iglesia, como un ‘Ejecutor’ a donde nadie podría seguirlo.

Todos llamaban a eso ‘gloria’. El autocontrol y devoción de Kotomine Kirei eran alabados como un modelo para un clérigo. Su padre Risei no era la excepción.

Kirei entendió muy bien el porqué Kotomine Risei tenía tanta fe y admiración por su hijo, pero todo eso era un malentendido demasiado alejado de los hechos, dado que en realidad, su corazón era el de un pecador. El valor de una vida entera probablemente no sería suficiente para arreglar ese malentendido.

Hasta este día, no había nadie que pudiera entender de cuanto carecía Kirei.

Si, incluso la única mujer que él ha amado —

"..."

Sintiéndose algo mareado, Kirei disminuyo su paso y puso su mano en su frente.

Cuando él trato de recordar a la esposa que había perdido, sus pensamientos difusos se perdieron en la niebla que se alzaba en su mente. Se sentía como estar de pie en la niebla frente a un precipicio. Su instinto de supervivencia le dijo que sería mejor que no diera un solo paso hacia delante.

Cuando se dio cuenta, él ya había llegado al fondo de la colina. Kirei se detuvo y miro hacia atrás a la lejana villa en la cima.

Finalmente, aun no había alcanzado una conclusión satisfactoria sobre su entrevista con Tōsaka Tokiomi… Ese era el problema más importante que preocupaba a Kirei.

¿Por qué es que un poder milagroso como el ‘Grial’ había escogido a Kotomine Kirei?

La explicación de Tokiomi era algo desesperada. Si el Grial deseaba a alguien que apoyara a Tokiomi, deberían de haber habido tantas personas capaces como desearas que podrían ser amigos suyos; no a Kirei.

Debía de haber una razón para su selección en la siguiente aparición del Grial.

Pero… Entre más pensaba sobre ello, Kirei encontraba más preocupante la inconsistencia.

Él esencialmente no tenía un ‘sentimiento del propósito’. Ni ningún ideal o aspiración. Como fuera que lo viera, él no tenía razón para ser el portador de un milagro tal como una ‘todopoderosa maquina de los deseos.’

Con un rostro deprimido, Kirei miro los tres símbolos que habían aparecido en el dorso de su mano derecha.

Ellos mencionaron que los Sellos de Comando son una marca sagrada.

¿A caso él encontrara un juramento que llevar a cabo durante los próximos tres años?





1 año atrás[edit]

Él inmediatamente reconoció a la mujer a la que estaba buscando.

Temprano por la tarde en medio de las vacaciones, uno puede ver a los niños jugando en la tierra bañada por la pacifica luz del sol de inicios otoño, con sus padres cuidándolos a lo lejos, siempre sonriendo. La plaza alrededor de la fuente del parque se encontraba repleta de gente del pueblo que había traído a sus familias para relajarse un momento.

Aun en tal multitud, él no perdió su camino.

Sin importar que tan lleno estuviera, sin importar que tan lejos, estaba seguro de que podría encontrarla sin ningún esfuerzo. Aun si no sabía si podría verla siquiera una vez al mes, aun si ella ya tenía un compañero.

Solo cuando caminó hasta ella, la mujer bajo la sombra de los árboles noto su llegada.

"— Hey, hace mucho tiempo que no nos vemos. "

"Oh — Kariya-kun."

Mostrando una modesta y cortes sonrisa, ella levanto su mirada del libro que estaba leyendo.

Cansada — Al verla de esa manera, Kariya se sintió atrapado por la ansiedad. Algo parecía estarla atormentando.

Él inmediatamente deseo preguntar cuál era la causa de ese problema, para forzarse a sí mismo a encontrar una solución a ese ‘algo’ — pero Kariya ni siquiera pudo mencionarlo aunque se encontraba guiado por ese impulso. Él no era lo suficientemente cercano como para mostrar tal cariño sin reservas; esa no era su posición.

“Han pasado 3 meses. El viaje realmente ha sido largo en esta ocasión.”

"Ah... Eh, si."

Seguramente su sonrisa aparecería en sus sueños más dulces. Pero no posee el coraje para enfrentarla cuando de verdad se encuentra ante él. Ha sido así por los últimos 8 años, y Kariya probablemente jamás será capaz de encarar esa sonrisa hasta el fin de sus días.

Esto es a causa de que ella lo pone tan nervioso, tanto que nunca sabe que decir después de que ambos se han saludado el uno al otro y un sutil silencio hace su aparición. Eso también sucede en cada ocasión.

Para romper el incomodo silencio, Kariya busco a aquella persona con la que siempre ha podido hablar fácilmente.

— Ahí. Jugando en medio de los otros chicos en el césped, las dos coletas se encontraban moviéndose felizmente. Aunque aun era muy joven, la chica ya mostraba signos del bello rostro que había heredado de su madre.

"Rin-chan."

Kariya la llamo, agitando su mano. Tan pronto como ella lo noto, la niña llamada Rin se apresuro hacia él con una brillante sonrisa.

“¡Bienvenido tío Kariya! ¿Acaso me trajiste otro regalo?”

“Rin, cuida tus modales…”

La jovencita parecía no notar la voz apenada de su madre. Los ojos de Rin brillaban con expectación, y Kariya, respondiendo con la misma sonrisa, mostró uno de los dos regalos que llevaba tras su espalda.

"Waah, hermoso..."

Un elaborado broche hecho de cuentas de vidrio de varios tamaños capturo el corazón de la chica a primera vista. Aunque parecía demasiado para una chica de su edad, Kariya estaba bien consiente de los precoces gustos de Rin.

“Tío, te lo agradezco como siempre. Lo cuidare mucho.”

“Ha ha, mientras te guste, tu tío también será feliz”

Acariciando gentilmente la cabeza de Rin, Kariya busco a la receptora del otro regalo que él había traído.

Por alguna razón, ella no estaba en ningún lugar del parque.

“¿Dónde se encuentra Sakura-chan?”

Escuchando la pregunta de Kariya, la sonrisa de Rin se desvaneció inmediatamente,

Su rostro se veía como si ella hubiera dejado de pensar totalmente, el rostro de un niño resignado a aceptar la realidad sin pensarlo.

“Sakura, ella ya se ha ido.”

Con un rostro inexpresivo, Rin soltó una respuesta en un tono monótono, entonces, como si quisiera evadir las preguntas de Kariya, ella corrió de regreso con los chicos con los que se encontraba jugando hace unos momentos.

"..."

Sorprendido por las incomprensibles palabras de Rin, Kariya miro a la madre de Rin de manera inquisitiva sin darse cuenta. Ella evadió la mirada observando un punto vació con un rostro triste.

“¿Qué significa eso…?”

“Sakura ya no es mas ni mi hija, ni la hermana de Rin”

Su tono era áspero, pero más fuerte que el de su hija Rin.

“Esa niña, se ha ido con la familia Matō.”

Ma - tō —

El nombre, sonando tan profundamente familiar y aun así abominable, arranco violentamente el corazón de Kariya.

“Eso no puede… ¿¡Qué demonios significa eso, Aoi-san!?”

“Tú ni siquiera deberías de preguntarlo ¿cierto? Especialmente tú Kariya-kun.”

Aplastando el corazón de Kariya, la madre de Rin — Tōsaka Aoi, dejo salir un dura y fría respuesta sin siquiera mirarlo, como si le resultara indiferente.

“Por supuesto que tú, de entre toda la gente, debería de saber porque los Matō necesitan a un niño con sangre de mago que sea su sucesor ¿o no?”

“¿Cómo pudiste aceptar eso?”

“Esto es lo que él decidió. Esta es la decisión del jefe de la familia Tōsaka, accediendo a la petición de sus viejos amigos, los Matō… Mi opinión no importa.”

Por esa razón, madre e hija, hermana mayor y hermana menor, fueron separadas.

Por supuesto que ella no estaría de acuerdo. Pero tanto Aoi como la joven Rin saben bien que no pueden hacer nada más que aceptarlo. Eso es porque ese es el resultado de vivir como un mago. Kariya conocía ese cruel destino demasiado bien.

“… ¿Estás de acuerdo con ello?”

Aoi respondió con una débil y amarga sonrisa ante la fuerte voz de Kariya.

“Yo estaba preparada para algo como eso cuando decide casarme con alguien de la familia Tōsaka, cuando decide convertirme en la esposa de un mago. Cuando uno entra en la línea de sangre de un mago, es un error el buscar la felicidad de una familia normal.”

Y, encarando a Kariya quien parecía desear hablar de nuevo, la esposa del mago, gentil pero claramente, lo detuvo —

“Este es un asunto entre los Tōsaka y los Matō. Esto no te concierne a ti, quien has dado la espalda al mundo de los magos.”

Ella termino esa frase asintiendo ligeramente.

Con esto, Kariya no pudo moverse más. Como si se hubiera transformado en uno de los árboles del parque, sintió como su pecho se ahogaba con debilidad e impotencia.

Desde hace mucho tiempo cuando ella era una niña, después cuando ella se convirtió en esposa, e incluso después de que tuvo dos hijas, la actitud de Aoi hacia Kariya nunca cambio. Tres años mayor que él, amigos desde la infancia, ella siempre atendió a Kariya, amablemente y sin ataduras, como una verdadera hermana a un hermano.

Esta era la primera vez que ella había resaltado claramente sus respectivas posiciones.

“Si tú eres capaz de ver a Sakura alguna vez, por favor trátala con cariño. Ella siempre te ha querido, Kariya-kun.”

Con Aoi cuidándola, Rin se encontraba jugando resplandeciente, llena de energía, como si tratara de ahuyentar su dolor.

Como si el comportamiento de Rin fuera la respuesta que empujara de su lado a Kariya, Tōsaka Aoi mostraba solo el perfil de una pacifica madre en medio de sus vacaciones.

Pero aun así Kariya no dejo de darse cuenta. No había manera de que él pudiera no darse cuenta.

La firme y serena Tōsaka Aoi, quien había aceptado su destino.

Ella ni siquiera era capaz de ocultar las lágrimas que se juntaban en sus ojos.


※※※※※


Kariya se apresuro a través del escenario de su tierra natal, que él pensaba que jamás volvería a ver.

Cada vez que el regresaba a la ciudad de Fuyuki, él nunca cruzaba el Puente hacia Miyama.

De eso han pasado 10 años. A diferencia del área Shinto donde se realizaban negocios todos los días, nada había cambiado en este vecindario donde el tiempo parecía haberse detenido.

Las tranquilas calles llenas de memorias. Pero ninguna placentera vendría a él si se detuviera a mirar. Ignorando una nostalgia tan inútil, Kariya pensó sobre su conversación con Aoi una hora atrás.

"... ¿Estás de acuerdo con ello?"

El indulto inesperado que Aoi le lanzo mientras apartaba su vista de él. Él no había usado un tono tan duro en muchos años.

No levantes la mirada, no seas una molestia…. Era así como él ha vivido. Enojo, odio, Kariya lo había dejado todo en las desoladas calles de Miyama. Después de deshacerse de su ciudad natal, Kariya jamás había hecho un escándalo de nada. Aun el más horrible de los asuntos no era nada comparados a lo que había odiado en esta tierra.

Es por eso — si. Deben de haber pasado 8 años desde que su voz cargó con tales sentimientos.

En esa ocasión, ¿Acaso no fue con la misma mujer que Kariya había utilizado el mismo tono, las mismas palabras?

“¿Estás de acuerdo con ello?” — Él lanzo la misma pregunta en aquella ocasión. Girándose hacia su amiga de la infancia la noche anterior a que ella recibiera el apellido Tōsaka.

Él nunca lo olvido. La expresión que ella llevaba en aquel momento.

Ella había asentido levemente, como si estuviera pidiendo perdón, aunque seguía sonrojada de pena. Kariya había sido derrotado por esa sonrisa silenciosa.

“…Ya estaba preparada…Es un error el buscar la alegría de una familia normal…”

Tales palabras eran una mentira.

Ese día, 8 años atrás, cuando le pidió matrimonio el joven mago, su sonrisa definitivamente mostraba su fe en encontrar la felicidad.

Y así, Kariya acepto completamente su derrota, porque él creía en esa sonrisa.

Tal vez, el hombre que se casaría con Aoi, ese hombre era el único que podría hacerla feliz.

Pero eso fue un error.

Más que nadie en el mundo, Kariya debió de haberse dado cuenta de ese error fatal.

Porque él ya se había dado cuenta completamente de que tan despreciable era la hechicería, ¿Acaso no había rechazado su destino y había abandonado a su familia?

No importa, él podía perdona eso.

Aun él, quien le había dado la espalda a causa del miedo, bien consciente de que tan abominable era en realidad la hechicería… La mujer más importante para él se había rendido, de entre toda la gente, al hombre que era más afín a la palabra mago.

Lo que arde ahora en el pecho de Kariya es la culpa.

No solo una vez, si no dos, él había escogido las palabras equivocadas.

No debió de haber preguntado “¿Estás de acuerdo con ello?”, si no que debió de haber concluido “No debes de hacer eso.”

Y 8 años atrás, si hubiera detenido a Aoi — tal vez habría habido un futuro diferente al del día de hoy. Si no se hubiera unido a los Tōsaka, el día de hoy, ella habría escapado de la maldición de ser un mago, y ella podría haber llevado una vida normal.

Y el día de hoy, esta tensión en el parque, si hubiera reaccionado diferente a la decisión entre los Tōsaka y los Matō, — tal vez la habría sacudido. Ella podría haber rechazado las tonterías de un extraño.

Pero aun así, ella no podría culparse solo a ella misma de esa manera. Ella no tendría que suprimir sus lágrimas completamente.

Kariya absolutamente jamás podría perdonar esto. Él, quien repitió la misma falla dos veces. Por este castigo es que regresó al lugar de esos días que había dejado atrás.

Ciertamente había ahí una forma de obtener el perdón. El mundo al que una vez le había dado la espalda. El destino al que había escapado tan pobremente.

Pero ahora, podría confrontar eso.

Si pensaba en la única mujer en el mundo a la que no quería ver sufrir —

Bajo el cielo donde el crepúsculo se acercaba, él se detuvo ante la imponente y lujosa casa de estilo occidental.

De un salto de 10 años, Matō Kariya estaba de pie ante las puertas de su casa nuevamente.


※※※※※


Observando la puerta frontal, una pequeña pero riesgosa discusión se llevó a cabo dentro de la residencia Matō donde Kariya se sentó en un sofá dentro del cuarto de dibujo.

“Creo haberte dicho que jamás mostraras tu rostro enfrente de mi nuevamente.”

Sentado frente a Kariya, el pequeño viejo que escupió esas detestables palabras era Matō Zōken, el jefe de la familia. Él estaba tan marchito que su calva cabeza y sus miembros lo hacían parecer como si hubiera sido momificado, pero la luz en lo profundo de sus ojos llenaba su espíritu, tanto su apariencia como su personalidad lo hacían una persona poco común y misteriosa.

A decir verdad, ni siquiera Kariya podía determinar la edad exacta del viejo. La aberrante entrada en el registro familiar decía que él era el hermano del padre de Kariya. Pero incluso con su bisabuelo, su ancestro de la tercera generación, había registros de un viejo llamado Zōken en el árbol familiar. No había forma de saber por cuantas generaciones este hombre había reinado sobre la familia Matō.

Hablando de logros repulsivos, él era un mago que podía ser llamado inmortal, alargando y alargando su edad. Una persona en las raíces de la línea de sangre de los Matō con muy poca conexión directa con Kariya. Él era un espectro genuino sobreviviendo en la era actual.

“Me entere de algo imperdonable. Acerca de como la casa Matō estaba llevando a cabo una verdadera desgracia.”

Kariya había admitido múltiples veces que el mago que estaba enfrentando era poderoso y con una crueldad incomparable. Un hombre que era la personificación de todo lo que Kariya había llegado a odiar, despreciar y menospreciar en toda su existencia. Aun si ese hombre fuera a matarlo, Kariya lo odiaría hasta el final definitiva y severamente. Con la confrontación 10 años atrás, Kariya había enfrentado a ese fuerte espíritu y había escapado de los Matō, logrando obtener su libertad.

“He escuchado que adoptaste a la segunda hija de los Tōsakas. ¿Acaso tanto quieres preservar la línea de magos de los Matō?”

Zōken frunció el ceño ante el tono provocador de Kariya.

“¿Acaso quieres hablar de ello? ¿De nada más? ¿Quién crees que fue el responsable de la caída de los Matō?”

“Al final, el hijo con el que termino Byakuya resulto ser alguien desprovisto de Circuitos Mágicos. La línea de pura sangre de los Matōs ha colapsado con esta generación. Pero, más que tu hermano mayor Byakuya, tú eres el que se ha realizado en las bases de un mago, Kariya. Si tú hubieras recibido obedientemente tu herencia y aceptado los secretos de los Matō, nosotros no hubiéramos presionado las circunstancias. Y todo esto es tú…”

Pero Kariya, con un resoplido, rechazo la actitud amenazadora del viejo que estaba enojándose aun más generando espuma en su boca.

“Detén tu comedia, vampiro. ¿Cuál es la necesidad de que la línea Matō persista? No me hagas reír. No tiene nada de malo aun si no se produce una nueva generación de Matō. La discusión se terminó dado que tú mismo continuaras viviendo por doscientos años o dos mil años, ¿eh?”

Dado que Kariya había adivinado correctamente, Zōken soltó una sonrisa recelosa, como si el enojo de hasta ahora fuera una mentira. Esa era la sonrisa de un monstruo que ni siquiera considera las emociones humanas como fragmentos.

“Como siempre, eres un tipo agradable. Hablas y te comportas de manera muy franca.”

“Lo que digas, fue así como me entrenaste. No me gusta darle vueltas a los asuntos.”

Un sonido húmedo fue producido de lo profundo de la garganta del viejo, como si se estuviera riendo placenteramente.

“Es cierto. Tú probablemente vivas más que yo en un futuro distante, más incluso que el hijo de Byakuya.”

“Pero aun entonces, es solo una cuestión de cuánto tiempo pueda preservar este cuerpo de pudrirse aun mas cada día. Aun si un heredero Matō es innecesario, un mago Matō si es requerido. Solo para obtener el Grial.”

“… Así que al final, ¿De eso se trata tu meta?”

Eso iba de acuerdo a lo que había adivinado Kariya. La inmortalidad era lo que este viejo mago venia persiguiendo.

La máquina de los deseos llamada el ‘Grial’ podría realizarlo una vez que fuera completado… Lo que estaba asfixiando a este monstruo que no podía morir aun después de siglos era la esperanza puesta en ese milagro.

“El regreso del ciclo de 60 años se espera para el siguiente año. Pero para la Cuarta Guerra del Grial, el cuarto Toque del Cielo, no habrá ningún jugador por parte de los Matō.”

Byakuya no tiene el nivel de prana para un Sirviente. Él ni siquiera tiene los Sellos de Comando.

“Pero aun si nosotros tenemos que desistir de esta batalla, habrá una oportunidad para la siguiente dentro de 60 años. No hay dudad de que un excelente usuario nacerá de la hija de los Tōsaka. Tengo grandes expectativas de que será una gran recipiente.”

El rostro de Tōsaka Sakura apareció detrás los parpados de Kariya.

Floreciendo tardíamente, siempre detrás de su hermana Rin, una chica de apariencia frágil.

Una niña demasiado joven para soportar el cruel destino de un mago.

Tragándose su ardiente rabia, Kariya fingió una actitud tranquila.

Justo aquí y ahora, él se encontraba aquí para negociar con Zōken. No ganaría nada dejándose llevar por sus emociones.

“— Si eso es de lo que se trata, si tú deseas el Grial, entonces no hay necesidad de utilizar a Tōsaka Sakura, ¿cierto?”

Los ojos de Zōken se entre cerraron, sospechoso del significado oculto en las palabras de Kariya.

“Tú, ¿Qué clase de truco tienes en mente?”

“Un trato, Matō Zōken. Yo llevare el nombre de los Matō al siguiente Toque del Cielo. A cambio, soltaras a Tōsaka Sakura."

Sorprendido solo por lo que duraría un respiro, Zōken se burlo con desprecio.

“Kha, no seas estúpido. ¿Un fracasado que jamás ha estudiado nada podría ser el Maestro de un Sirviente en solo un año?”

“Tú posees el secreto para hacer eso posible, ¿o no?. Con tus habilidades de control de gusanos de las cuales estas tan orgulloso, viejo.”

Kariya salto directamente al punto, observando directamente a los ojos del viejo mago.

“Planta tus “Crestas Gusano” en mi. Puedes hacer eso en la carne y sangre de los sucios Matō. La compatibilidad debe de ser mucho mejor que la que hay con la hija de otra casa.”

El rostro de Zōken cambio del de un humano al de un mago, todas las expresiones se desvanecieron.

“Kariya — ¿Deseas morir?”

“¿No me digas que te preocupa? ‘Tío’.”

Zōken pareció darse cuenta de que Kariya hablaba en serio. Fríamente, el mago evaluó a Kariya, observándolo, entonces respiro profundamente,

“Debo decir que deseo mas de ti que de Byakuya. Después de expandir tus Circuitos Mágicos con las Crestas Gusano, si podemos entrenarte duramente durante un año, tal vez el Grial termine seleccionándote.”

“…Aun así, no puedo entenderlo. ¿Por qué llegar tan lejos solo por una niña pequeña?”

“Solo deja que los Matō sean quienes se encarguen de la tenacidad de los Matō. No involucres a gente del exterior que no está involucrada. ”

“De nuevo con tu admirable dedicación.”

Como si estuviera disfrutándolo, Zōken mostró una sonrisa complacida, llena de su maligna disposición.

“Pero Kariya, si tu propósito era que nadie se viera involucrado, ¿no llegaste un poco tarde?”

“¿Acaso sabes cuantos días han pasado desde que la hija de los Tōsaka llego a nuestra familia?”

La desesperación, creciendo rápidamente, oprimió el pecho de Kariya.

“Viejo, quieres decir —"

“Hubo terribles lamentos por los primeros tres días, pero para el cuarto día, ella cayó en el silencio. Hoy, ella fue lanzada al amanecer en el almacén de los gusanos para probar que tanto duraría, pero, ho ho, ella lo resistió por medio día y aun sigue respirando. Quien lo diría, el material de los Tōsaka no es defectuoso”

Los hombros de Kariya temblaron con un ansia asesina más allá del odio.

Él deseaba sujetar al maligno mago por el cuello, estrangularlo con todas sus fuerzas, romperlo, justo en ese instante —

— Ese era el impulso que estaba enloqueciendo a Kariya desde dentro.

Pero Kariya lo acepto. Aun cuando estaba llegando al punto de marchitarse, Zōken era un mago. Kariya no podía ni siquiera intentar asesinarlo justo aquí. Él ni siquiera tenía un fragmento del poder requerido para ello.

Para salvar a Sakura, no había otro camino que negociar.

Viendo a través del conflicto dentro de Kariya, Zōken dejo salir una risa satisfecha y oscura.

“Así que, ¿Qué es lo que harás? La niña ya está rota, llena con los gusanos de pies a cabeza.”

“Pero si aun piensas que deseas salvarla, bien, yo no lo pensare dos veces.”

“…No tengo objeciones. Solo hagámoslo.”

Respondió Kariya con una voz fría. Por supuesto que él no tenía otra opción.

“Excelente, excelente. Bien, nosotros aun podemos entrenarte tanto como sea posible. Pero, ten en cuenta que proseguiré con el entrenamiento de Sakura mientras no seas capaz de mostrar resultados”

Carcajeándose, el buen humor del mago se debía a burlase de la ira y desesperación de Kariya.

“En vez de reiniciar con un fracasado que ya nos ha traicionado, la probabilidad de éxito de obtener un niño de esto es mucho mas grande. Yo favorezco lo mejor de cada oportunidad una a la vez. Estoy abandonando el Toque del Cielo en esta ocasión, dado que ya lo considero una batalla perdida.”

“Pero, si hay una probabilidad de una en un millón de que obtengas el Grial — estoy de acuerdo. Si eso sucede, naturalmente no tendré ningún asunto con la hija de los Tōsaka. Habré acabado con la única razón de entrenarla.”

“…No estás haciendo una apuesta doble ¿o sí? Matō Zōken."

“Kariya, si piensas que necesitas múltiples rostros para hablar conmigo, trata de soportar las Crestas Gusano primero.”

“Si, primero trata de ser el sustento de los gusanos por una semana. Si no has muerto de locura para entonces, aceptare que en verdad estás hablando en serio.”

Recargándose en su bastón, enderezando su espalda con dificultad, Zōken giro hacia Kariya con una sonrisa alienígena que mostraba su crueldad.

“Entonces, comencemos con las preparaciones sin desperdiciar un segundo. Finalizaremos con el tratamiento de inmediato. Si deseas reconsiderarlo, hazlo ahora.”

Simplemente asintiendo silenciosamente, Kariya abandono sus últimas dudas.

Él se convertirá en la marioneta de Zōken una vez que deje entrar a los gusanos a su cuerpo. Con eso, no habrá ninguna forma de rebelarse contra el anciano mago. Si es que él siquiera puede calificar como un mago, Kariya y su sangre Matō definitivamente recibirán los Sellos de Comando.

El Toque del Cielo. La única esperanza de salvación de Tōsaka Sakura. La elección que él nunca será capaz de alcanzar con su carne y sangre.

Kariya podría perder su vida a cambio. Aun si no es derribado por los otros Maestros, la carne de Kariya será devorada por los gusanos al utilizar las Crestas Gusano por un tiempo tan corto como un año, y su esperanza de vida no será más que la de un par de años.

Pero eso no importa.

La decisión de Kariya fue demasiado lenta. La hija de Aoi podría haber vivido pacíficamente con su madre si él hubiera tenido la misma determinación hace 10 años. El destino que había rechazado había sido trasladado y había recaído en una niña inocente.

No había redención para eso. Si hubiera un camino para redimirse, no sería otro que regresarle una vida normal a esa niña.

En adición, si él tuviera que exterminar a los seis Maestros restantes para llegar al Grial…

Entre aquellos que han traído la tragedia a la niña llamada Sakura, al menos habría una persona a la que podría llevarle un réquiem.

"Tōsaka, Tokiomi..."

Como el jefe de una de las 3 familias del inicio, no había dudad de que él llevaría los Sellos de Comando.

A diferencia de su sentimiento de haber cometido un crimen en contra de Aoi, y de su odio hacia Zōken, había un odio estancado que se había acumulado hasta este día.

Un sentimiento oscuro de venganza había estado ardiendo en las profundidades del corazón de Matō Kariya, como si se tratara de un incendio.





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