Fate/Zero:Acto 7

From Baka-Tsuki
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Acto 7[edit]

Act 7.

-130:44:57[edit]

Mirando hacia atrás, está es la primera vez que ella se ha sentido nerviosa desde que Irisviel puso un pie en Fuyuki.

Ahora ella se da cuenta una vez más de la importancia de Saber, quien permanecía a su lado constantemente. La ligera confianza y tolerancia emanando de su ágil constitución le daba a Irisviel mucha seguridad.

No era que Maiya, la reemplazo de Saber para acompañarla, fuera una guardia de desconfiar; Kiritsugu también contemplaba alto las habilidades de Maiya.

¿Así que cual es la razón para esta extraña ansiedad?

Partiendo del castillo por una retirada estratégica, no había dialogo en absoluto entre las dos caminando por el bosque en el campo. Es cierto, Maiya no parecía ser del tipo que disfrutara de bromas, pero su completo silencio parecía ser muy pesado para Irisviel.

¿Maiya respondería si ella hablara primero? Probar una vez no causaría mucho daño. Actualmente, las dos están en una zona segura, aisladas de la batalla y no en una situación precaria donde necesitaran mantener silencio.

Si es así, entonces ella juntará coraje y abrirá su boca – pero porque ella no sabía que decir, una vez más Irisviel se revisó forzadamente a sí misma.

Las cosas que ella quería preguntar se apilaban como montañas. Haber conocido a Kiritsugu; recuerdos del tiempo que ha pasado con él. La integridad de Kiritsugu en los ojos de Maiya… sin importar cuál sea la pregunta, ella quería saber la respuesta. Pero Irisviel titubeaba de preguntar cualquiera de ellas.

Hisau Maiya conocía al Kiritsugu que ella no conocía.

Si la respuesta que viniera de la boca de Maiya tuviera suficiente fuerza para hacer añicos la imagen de su esposo en el corazón de Irisviel –

No, algo así es imposible. No hay evidencia para negarlo de esa manera. Para Irisviel, el corto lapso de nueve años desde su encuentro inicial era el Kiritsugu entero.

El silencio continuó mientras su mente daba círculos irritablemente. Aunque la atmosfera era claramente incómoda, Maiya siguió moviéndose como si la ignorara completamente.

“– Claramente, yo no soy apta de tratar a esta mujer –“

Cuando pendió su cabeza y suspiró profundamente, una advertencia dio un destello en la cabeza de Irisviel.

“ –¡?”

Con una cara llena de sorpresa Maiya miró a Irisviel, cuyo cuerpo entero repentinamente se volvió tieso.

“¿Qué sucede, madame?”

“… Otro nuevo intruso. Solo un poco más delante de nuestra posición. Lo enfrentaremos si continuamos en esta dirección.”

La situación era solo de esperarse. Maiya asintió serenamente.

“Entonces, lentamente serpenteemos alrededor. Sera muy seguro si serpenteamos de aquí hacia el norte.”

“……”

Irisviel, concentrada en sus esfuerzos para atisbar al invasor con la magia de ‘clarividencia’, no respondió inmediatamente.

Vestido en ropas negras, la alta figura era intimidante. Su cabello corto y serio semblante aparecían exactamente como las fotografías encontradas en los recursos que Kiritsugu reunió.

“… Es Kotomine Kirei.”

Comparada con su sentencia, Irisviel está más sorprendida con el cambio en la expresión de Maiya en cuanto hizo el reporte.

Siempre fría y sin expresión, ella es una mujer cuyas emociones son imposibles para que alguien las detecte. Ella había pensado previamente que el corazón de Maiya debía ser verdaderamente frio y cruel hasta su raíz –

Esta es la primera vez que Irisviel veía la “expresión” de Maiya. Estaba entrecruzada con ansiedad y furia. Lo que ella vio era completamente diferente del miedo, sino una sensación de aprehensión. Su miedo probablemente no era de Kirei, sino del hecho de que Kirei apareciera en una situación tal.

Cuando detectó esto, Irisviel comprendió. Aunque el proceso era brusco, Irisviel, de todas maneras, finalmente comprendió la mente de Hisau Maiya.

“Señorita Maiya, las ordenes que usted aceptó de Kiritsugu son asegurar mi seguridad, ¿correcto?”

“Correcto, pero –“

“¿Pero qué? Tú estás pensando “este es el único hombre que yo no puedo permitir que interfiera con Kiritsugu”, ¿cierto?”

Sonriendo astutamente, Irisviel señaló sus pensamientos. Maiya cayó temporalmente sin habla.

“Madame, usted…”

“Imprevistamente, yo tengo exactamente la misma opinión que usted.”

Kotomine Kirei. El hombre que es probablemente la mayor amenaza para Kiritsugu. La respuesta de Maiya frente a meramente oír su nombre lo hace evidente por sí solo.

Aun cuando Irisviel era un homúnculo, ella se enamoró, llenó ese sentimiento e incluso se convirtió en madre. Así, ella obtuvo el sexto sentido que tienen los humanos y que los homúnculos jamás podrían entender – eso es, “la intuición de una mujer”.

“Detengamos las dos a Kirei aquí. ¿Está bien eso, señorita Maiya?”

Luego de un breve momento de vacilación, Maiya asintió con una extraña expresión en su cara.

“Mis más profundas disculpas. Pero por favor prepárese usted, madame.”

“No hay problema. No te preocupes sobre mí. Tú cumple con tu tarea. No las ordenes que te dio Kiritsugu, sino que actúa en base a lo que consideres necesario.”

“Sí.”

Pensándolo, ella quizás ya lo había sospechado. Es por eso que ella temía confirmarlo.

Ahora, Irisviel comprendía. La razón de por qué ella había estado evitando a Maiya… no era que tuviera miedo de ella, sino que le temía a conocer su corazón.

Ella temía a la verdad de que “ella no era la única mujer que se preocupaba de Emiya Kiritsugu.”

Irisviel no pudo evitar sino reír ante la exultación que venía con duelo que se aproximaba. Desenfundando su subametralladora Calico, Maiya le dio una mirada de sorpresa.

“– ¿Qué ocurre?”

“El corazón humano es verdaderamente algo sorprendente.”

Apostando su vida por Kiritsugu – el hecho de que hubiera otra mujer con una determinación tal más que ella misma.

Claramente, la respuesta debía ser chocante. Como sea, ahora – una verdad así la hacía sentir inmensamente en calma.


※※※※※


Para Kotomine Kirei, no es difícil evaluar el bando de Irisviel y su plan de acción.

Todos los otros Maestros posicionan a Caster como su blanco, mientras que Caster tiene sus ojos puestos en Saber. Por lo tanto, no había necesidad de movimientos específicos. La mejor estrategia es hacer las preparaciones completas para confrontar un ataque en la base y esperar a que los oponentes llegaran.

Por lo tanto, no había necesidad de buscar. El bosque Einsbern en los páramos de Fuyuki – no debería estar inhabitado ahora. Emiya Kiritsugu debe seguir allí.

Por supuesto, Kirei nunca planeó entrar a la batalla él mismo. Había una alta posibilidad de que el lado este del bosque se volviera un gran campo de batalla. Tendría sentido que los enemigos de Fuyuki atacaran desde esa dirección.

Así, Kirei mató el tiempo por los bordes del oeste, esperando la batalla que se liberaría. Él también fijó sus apuestas a la oportunidad de que – si la batalla verdaderamente comenzara del lado este como había predicho, entonces él podría dar un ataque sorpresa al castillo desde su dirección opuesta.

Él envió a Assassins al bosque como reconocedores en forma espiritual. Con la habilidad de Encubrimiento de Presencia, Assassin es capaz de entrar al campo sin ser detectado. Aunque ellos no se pueden acercar al castillo, ellos aún eran capaces de observar la batalla alrededor del margen exterior del bosque.

Y – como lo había predicho, la batalla entre Caster y Saber comenzó en el lado este del bosque. Y lo que es más, y afortunadamente para Kirei, Einsbern empleó a la Sirviente sola, mientras el Maestro seguía escondido tras las puertas cerradas. El reporte de Assassin fue una excelente oportunidad para Kirei.

Si Kiritsugu era contratado por Einsbern para ser un perro de caza, entonces él debía estar resguardando a la Maestra indefensa que estaba lejos de su Sirviente. Ahora es una excelente oportunidad para que Kirei los empuje a un camino sin salida.

Aun cuando Assassin lo alertó inmediatamente del hecho que Lord El-Melloi también avanzaba hacia el castillo, Kirei no titubeó. Más bien, se sintió ansioso. Si Kiritsugu moría en manos de Kayneth, entonces sería imposible para Kirei completar su propósito. Por eso, Kirei se preparó para el escenario del peor caso de verse forzado a confrontar a Kayneth y avanzó rápidamente por el bosque.

También, dependiendo de la situación, había una posibilidad de que Einsbern abandonara el castillo para escapar. Siendo así, es obvio que el camino de retirada será la dirección opuesta del campo de batalla del este en donde los Sirvientes pelearían actualmente. Si eso pasara, entonces había una gran posibilidad de que encontraran a Kirei.

Solo para estar seguro, Kirei comenzó sus preparaciones para la batalla más temprano – De esa manera, él reaccionó diestramente frente a la inesperada intención asesina.

Dentro de medio respiro él se agachó y esquivó una tormenta de balas, las que aullaron por sobre su cabeza como truenos. A veces, incluso los veteranos de muchas batallas perderían el juicio y la moral al ser sorprendidos por una ametralladora. Como sea, tales eventos son meras excepciones para los Ejecutores de la Santa Iglesia. Kirei no sudó ninguna gota mientras analizaba tranquilamente la situación.

Hay un solo oponente presente. Juzgando por el sonido de los disparos, era una ametralladora con un cilindro de bajo los 9mm. Como las pistolas de mano no presentaban la habilidad de penetrar troncos de árboles, la amenaza que presentaban era significantemente más baja que la de un rifle de francotirador en el bosque.

Infiriendo la posición del oponente a través del origen de los disparos, Kirei arrojó dos Llaves Negras. Como sea, contrario a lo esperado, él solo oyó el sonido de las hojas atravesando los troncos.

“… ¿Mm?”

El asesino filo de la muerte volvió a asaltarlo, flanqueando al sorprendido Kirei.

El sonido de los disparos apareció una vez más. Esta vez desde la izquierda. A pesar de que él lo evitó en el último segundo, esta descarga fue considerablemente más peligrosa que la descarga anterior. La conclusión que había alcanzado previamente de que el enemigo consistía de una sola persona alentó un poco su reacción.

La posición del segundo disparo fue completamente diferente. Era demasiado rápido para el movimiento. Aunque, si hubieran dos artilleros desde el comienzo, era de todas maneras posible que manejaran a Kirei coordinando un fuego cruzado.

En medio de su confusión, él sintió de nuevo cuatro presencias más. Kirei sostuvo rápidamente dos Llaves Negras en cada mano, cuatro Llaves Negras en total, y armo su postura en cuanto nuevas sintió nuevas presencias en su cerebro.

“Eso quiere decir - ¿una ilusión?”

No era imposible. Él estaba en lo profundo del campo del bosque. Un campo induce la ilusión. Más aún, si había un mago presente que pudiera controlar ilusiones, era enteramente posible que le provocara espejismos al único blanco, Kirei.

¿Era el francotirador aún no visto en realidad una sola persona? ¿Significa esto que aquel que controla la ilusión es el mismo? ¿O significa esto que había alguien más responsable de dar apoyo?...

Sin darlo a cuenta, antes de que descubriera una contra a la ilusión, él solo podía seguir el ritmo del oponente. Kirei empuñó cuatro Llaves Negras, arrojándolas simultáneamente en las cuatro direcciones.

– Como lo había anticipado, no había signo de contacto en ningún lado.

Kirei, molesto por su esfuerzo sin frutos exhibió su frustración. Al mismo tiempo, la bala dio un golpe directo en su espalda.

El tercer disparo no tuvo ninguna esencia que él pudiera sentir. Por así decirlo, los primeros dos ataque fueron tretas preparadas para confundir a Kirei. En teoría, si una trampa ilusionaría pudiera controlar falsas señas de intentos asesinos, debía ser posible también encubrir el autentico intento asesino detrás de ellos.

Sin tiempo ni para gemir de dolor, la alta figura en sotana cayó al suelo con la cara primero, con sus pies confundidos. No hubo ni una sacudida ni gemidos de dolor.

¿Había perforado su columna y lo había matado instantáneamente? Maiya, deduciendo eso, se paró se su sitio de tiroteo mientras apuntaba la Calico al postrado Kirei y se aproximó cuidadosamente.

“– Señorita Maiya, ¡no!”

Irisviel, sintiendo una trampa le advirtió con un grito. Pero era demasiado tarde.

Kirei, manteniendo su posición, no se paró. En lugar de eso arrojó una Llave Negra con un solo mecer de sus brazos. Desde su trayectoria baja, la Llave Negra partió la pantorrilla derecha de Maiya, quitándole su oportunidad para el próximo movimiento.

Como un resorte, Kirei se paró de un salto para luego cargar repentinamente hacia Maiya. Sin temor, Maiya presionó el gatillo.

Pero Kirei solo protegió su cabeza; no se molestó en evadir. Incluso las mangas de la sotana del monje estaban hechas de filamentos de Kevlar. Estaba cubierta con los conjuros especiales de protección de la Iglesia. Balas de pistola de calibro 9mm, incluso a distancias extremadamente próximas, no lo perforarían. Aún así, el impacto de 250 pies-libra de las balas, disparando a 10 rondas por segundo, le dio al cuerpo de Kirei como bates metálicos. Como sea, él fue capaz de proteger completamente sus órganos y huesos por su musculatura bien entrenada que actuó como una armadura.

Sintiendo que Kirei era a prueba de balas de pies a cabeza, Maiya inmediatamente lanzó la Calico y sacó el cuchillo de combate puesto cerca de su cintura. Kevlar, aún protegiendo contra disparos, era muy vulnerable a una filosa cuchilla. Si su arma era inútil, ella solo podía sobrevivir a través de combate cuerpo a cuerpo.

Tan pronto la ráfaga de balas se detuvo, Kirei sacó otro par de Llaves Negras con sus manos. Él dio una cuchillada a Maiya con un movimiento en forma de cruz. Excepto que, la velocidad de Maiya no era afectada en lo más mínimo por su pie derecho herido, y desvió los continuos ataques de las Llaves Negras con su daga pesada.

Aún cuando la hoja de las Llaves Negras era mucho más larga que la de la daga, seguía siendo un arma modificada de arrojar. En combate cercano, las Llaves Negras, debido a su gran largo, faltaban de balance; La daga larga de Maiya, debido a su versátil naturaleza, poseía una ventaja abrumadora.

“¡La victoria aún es posible –!”

Maiya cargó repentinamente adelante en lo que parecía un movimiento mitad suicida. Las Llaves Negras debían pasar un mal momento al defenderse de un ataque tal, y si ella fuera golpeada en contraataque, las chances de ser herida seriamente eran bajas.

Con la Llave Negra en su mano derecha, Kirei bloqueó la daga de Maiya mano a mano. Quizás el confiaba en el largo de la hoja para un contraataque – la sombra de las cuchillas entrelazadas arremetió hacia adelante, posándose para atacar.

Maiya previéndolo, fácilmente evadió el contraataque. Simplemente moviendo un poco su cabeza, la punta de la Llave Negra desacertó en cuanto ella cargaba hacia el pecho del oponente.

Pero aún así, justo cuando Maiya creyó que la victoria estaba en sus manos, su mirada fue atraída por los inusuales movimientos de Kirei.

El punto del ataque entrecruzado es que las manos cruzadas – la mano derecha, en donde Kirei debía tener la Llave Negra, estaba vacía. En cuanto cargó hacia adelante, él abandonó su arma.

Lo que quiere decir, que la mano derecha de Kirei nunca tuvo la intención de usar la Llave Negra para atravesar a Maiya en primer lugar –

Como una abrazadera, los venosos dedos sujetaron la mano derecha de Maiya.

Como una serpiente, la alta sotana negra torció su cuerpo ágilmente, y se sumergió bajo el brazo derecho de Maiya. En el próximo instante, como si apoyara a alguien que estuviera herido, Kirei llevó el brazo derecho de Maiya detrás de su hombro.

El exorcista que blande las Llaves Negras – ella fue engañada por el prejuicio de su primera impresión. En su desesperación letal, la indefensa Maiya finalmente comprendió. Este movimiento es kung fu chino, Ba ji quan.

Al mismo tiempo, el costado de Kirei presionó cerca de la cadera de Maiya. Usando su codo izquierdo para aterrizar un golpe al corazón de Maiya simultáneamente, y una patada brillante de su pie derecho dio contra la pierna de apoyo de Maiya.

Una sorprendente ejecución de “Seis grandes aperturas – golpe de codo vertical”. En cuanto el agarró la mano sosteniendo la daga, todas las acciones se completaron en un instante. Un combo digno del alma de Ba ji quan – combinando ofensiva y defensa.

Maiya ni siquiera pudo moverse mientras caía fuertemente al suelo. Dado al extremo nivel del impacto, la paralizada Maiya pensó que se había dislocado ambos brazos y piernas. Subconscientemente, ella solo pudo sentir el agudo dolor en su peco después de ser tocado por el codo. Ella probablemente se había roto dos o tres costillas.

Aún cuando un solo golpe hubiera sido capaz de inhabilitad a Maiya. Kirei, de todas maneras, estaba satisfecho. Dado que ahora él sabe la posición de Kiritsugu, Kirei no tenía porque otorgarle algo de piedad. Cuando fijó su puño – listo para dar el golpe final – en ese momento, él vio algo que lo hizo dudar sus ojos.

La avergonzada Maiya también estaba sorprendida. Ya había sido acordado que antes de pelear con Kirei, Irisviel solo estaría apoyándola desde una ubicación oculta. Pero ella – Irisviel, quien, excepto por la magia, no debería tener ninguna otro tipo de auto-defensa, gentilmente salió de los arbustos y enfrentó a Kirei.

“¡Madame, no!”

Ahora, Maiya descartó todo su miedo y vergüenza. Para ella, comparado a su propio peligro, era un problema más serio la amenaza para Irisviel.

Si Kiritsugu llegara a perder a su esposa ahora – como alguien que juró protegerlo, no puede haber peligro que lleve a más desesperación.

Para Kirei, esta situación era difícil de comprender.

Él sabía que Irisviel y su familia no eran aptos para usar magia de combate dado a su especialización en alquimia. Durante los tres Toques del Cielo anteriores, ellos eran irremediablemente derrotados durante las primeras rondas. Quizás, esa también era la razón por la que estos magos del norte eran casi inútiles en combate. Juzgando por el hecho de que ellos habían encontrado al mercenario Kiritsugu, ellos debieron haber reflexionado acerca del asunto.

Así, en esta situación en que la guardiana femenina yacía en el suelo, ¿no sería la situación más improbable – el hecho de que la Maestro de la familia Einsbern apareciera sola frente a Kirei?

Kirei estaba bastante seguro de que la doncella de cabello plateado en frente de él era la Maestra de Saber. Si ella muere, entonces el grupo Einsbern estaría derrotado sin vuelta atrás.

Esta mujer debía ser la pieza clave que debía escapar sin importar el costo.

“Mujer, puede sorprenderte pero, mi razón para venir aquí no es derrotarte.”

Ante la Maestra enemiga, la sentencia era equivalente a abandonar la batalla. Aún cuando es improbable que su oponente le crea, al menos Kirei hizo el intento de negociar. Este nuevo desarrollo iba mucho más lejos de lo que él había esperado – encontrar a Kiritsugu en el campo de batalla era su verdadera meta. Comparada a esa meta, la situación del Toque del Cielo puede tomar un papel secundario.

Por supuesto, él no esperó que sus oponentes creyeran sus palabras –

“Sí comprendo, Kirei Kotomine.”

– Pero él no anticipó que la oposición le creyera. La respuesta de la doncella de cabello plateado solo confundió más a Kirei.

“Yo sé porque estás aquí. Pero, esto no es negociable. No podrás llegar a Kiritsugu… Nosotros te detendremos. Aquí.”

“……”

Para Irisviel era algo bueno que el exorcista luciera confundido. El oponente claramente la subestimaba, y su falta de cuidado era su chance de victoria. Quizás, él sabía la especialidad detrás de la magia de Einsbern, y figuró que ella no sería una maga de combate.

Irisviel sacó la “arma oculta” oculta en sus largas mangas. A primera vista, no era magia, sino un objeto de poco fiar. Un suave y delgado ramillete metálico de cables pendía ligeramente entre sus dedos.

“¡Madame, este hombre es un ejecutor – un experto cazador de magos! ¡Este no es un oponente que pueda enfrentarse solo con magia!”

Maiya, suprimiendo su dolor, gritó en el piso. Respondiendo, Irisviel tan solo sonrió serenamente.

“¡Las cosas que aprendí de Kiritsugu, no son solo como operar un auto!”

Mientras Maiya miraba sin habla y Kirei miraba en sorpresa, Irisviel vertió prana en los cables metálicos. Los delgados cables se desembrollaron y movieron por la mano de Irisviel como un organismo viviente.

El entendimiento de Kirei era mitad correcto. La familia Einsbern poseía magia diseñada para forjar, crear, y más importante, usar materia. Kiritsugu no podía enseñarle ninguna magia ofensiva. Originalmente, si uno viera solamente la habilidad mágica, Irisviel era lejos superior a su esposo. Así, Kiritsugu no pudo haberle enseñado magia.

Lo que él le enseño no era como un homúnculo vivía. Más bien, fue como usar lágrimas, risa, goce e ira para cantar sobre la vida – el significado del término “vivir”.

En adición, él también le enseñó la determinación para “seguir viviendo”.

El entendimiento de Kirei era mitad correcto. Irisviel ya tenía un método para convertir su magia para propósitos ofensivos como en una “batalla”. Era algo que ella aprendió de su esposo, quien siempre vivió para la batalla – si ella iba a “sobrevivir” con él, ella debe enfrentar la prueba de la “supervivencia” algún día. Así, ella también necesitará enfrentar la batalla.

“¡Shape ist Leben!” (¡Forma es vida! / ¡Forma, concibe vida!)

A través de dos pequeños conjuros, entretejía la magia en un respiro. El control de formas metálicas era la verdadera habilidad de Irisviel.

Este secreto no tenía par.

Los plateados hilos se entrecruzaban mientras hacían formas complejas. Se entrecruzaban, combinaban, como una entretejida pieza de arte mientras tomaba una compleja forma sólida. Poseyendo intensas alas y pico, y filosas garras. Usando a una gigante águila como base, apareció como una compleja forma de arte plateada.

Los plateados hilos se entrecruzaban mientras hacían formas complejas. Se entrecruzaban, combinaban, como una entretejida pieza de arte mientras tomaba una compleja forma sólida. Poseyendo intensas alas y pico, y filosas garras. Usando a una gigante águila como base, apareció como una compleja forma de arte plateada.

No, momento, este no era un mero armazón –

“¡¡Kyeeeee!!”

Como el sonido de una cuchilla metálica rayando, el águila hecha de cables de plata chilló y voló de las manos de Irisviel. Fue creado por un homúnculo usuario de alquimia en el mismo lugar. Era un arma dada a vida por Irisviel, cuya vida pendía en balance.

El vuelo como bala sobrepasó por mucho la imaginación de Kirei. Sorprendido, él evitó el ataque, pero a pesar de eso el pico como cuchilla rozó pasando su nariz.

En cuanto la primera carga falló, el águila de cables de plata comenzó a rondar por sobre la cabeza de Kirei. Esta vez, ambas garras cargaron hacia abajo. El blanco era la cara de Kirei. Aunque para un ejecutor esta batalla no era simple defensiva. Sin temor de la agudeza de esas garras, él le dio al águila con el poderoso golpe de su puño.

El águila descendiendo no pudo cambiar el curso de su vuelo. El golpe aterrizó un impacto directo en el abdomen del águila.

“¿¡Mm!?”

Pero Kirei fue él que fue sorprendido. En cuanto el águila fue golpeada con su puño, cambió a cables de plata sin forma y envolvieron su puño derecho como parras.

Inmediatamente él haló con su mano izquierda, pero los cables de plata también atraparon a esta. Solo hace unos momentos, los cables de plata volaban en forma de un águila por el aire, pero ahora, como esposas, atrapaban firmemente las manos de Kirei.

“… Hm.”

Pero como un ejecutor, Kirei ha peleado a la muerte contra incontables magos. Solo gruñendo levemente, él cargo hacia Irisviel. No importaba si sus manos estaban atrapadas – en tanto él pueda lanzar una patada desde cerca, la batalla estaría decidida.

“¡Ingenuo!”

Remarcó Irisviel en tanto vertió más prana en los cables de plata.

Ni siquiera Kirei pudo resistir esta vez. Al perder el balance, los cables de plata se envolvieron firmemente alrededor de un árbol y jalaron a Kirei hacia él. Finalmente lo ataron firmemente al tronco del árbol.

El árbol tenía más de 30 centímetros de grosor. Incluso si Kirei quisiera usar su monstruosa fuerza, es imposible para él romper o desenraizar el árbol. Al fin, él estaba completamente inmóvil.

Y aún así, fue Irisviel quien perdió su ventaja bajo la fuerza de Kirei. En teoría, las manos de Kirei debieron ser abrumadas por la presión generada por los cables de plata. Pero sus músculos estaban entrenados al punto en que parecían de acero, y eran poderosos más allá de lo que se pueda creer. Sus cables de plata casi se rompieron en cuanto debatían en un estado saturado cercano al colapso. Para mantenerlo firme y prevenir que el metal se rompa, ella debe usar su prana constantemente para mantenerlo.

“… ¡Maiya-san… apúrese!”

La clave para la victoria – era la aún postrada Maiya. Ella era la única que podía darle a Kirei un impacto final. En cuanto ella permaneciera fuera del alcance de sus patadas, un simple disparo a la cabeza expuesta era suficiente. Para Kirei era imposible cubrir su cabeza con sus mangas como antes.

Como si hubiera recibido un momentáneo respiro, la herida Maiya recuperó la sensación en sus manos y pies. Gimiendo de dolor por sus costillas rotas, ella se movió lentamente hacia la abandonada Calico.

Victoria o derrota es una batalla de voluntad medida en segundos – aún a pesar de que ella apretaba sus dientes de dolor por el contragolpe de la magia, Irisviel aún se animaba a sí misma.

Maiya recogerá el arma para disparar; en cuanto ella pueda mantener la fuerza de los cables a ese punto, estaría bien. Entonces, ellas podrían eliminar a Kirei Kotomine, la mayor amenaza para Kiritsugu.

Podría decirse que las dos mujeres aún subestimaban erróneamente al terror que es el Ejecutor de la Iglesia.

Sin conocimientos del kung fu chino, Irisviel pensó que solo era necesario atar las manos de Kirei para darlo por indefenso. No era su culpa que ella solo lo viera así. Como sea, para alguien que consiguió alcanzar el nivel de entrenamiento tal como Kirei, el cuerpo entero es un arma. Por ejemplo, si él solo plantara ambos pies en el suelo…

“BOOM”, el ensordecedor ruido dejó a Irisviel sin habla.

El tronco del árbol se sacudió erráticamente, como si fuera golpeado por un poderoso puño. Eso significa que el sonido que estaba oyendo – solo alguien usando toda su fuerza para golpear el centro del árbol podría producir ese sonido.

El claro impacto sonó nuevamente. Esta vez, ella comenzó a dudar de sus oídos. Ella oyó el escalofriante sonido de la ruptura.

Ella no agarraba la situación, pero Irisviel comprendía por el tacto de sus cables de plata. El tronco de árbol que ataba a Kirei tenía grandes fisuras en él. Las fisuras estaban próximas a la parte donde los cables de plata se envolvían – el lugar directamente bajo las manos de Kirei.

Kirei, con la parte trasera de sus manos presionando contra la corteza golpeaba el tronco del árbol con toda su fuerza.

Irisviel no lo hubiera sabido – pero la fuerza de un maestro de las artes marciales no era producida meramente desde la cadera. Desde la fuerza de los pies en el suelo, el volteo de la espalda y el giro de los hombros, era posible liberar instantáneamente una ráfaga de poder en los puños. Para un experto en este fenómeno, la fuerza del brazo era insignificante en comparación al poder del cuerpo entero. Si era necesario, uno puede presionar el puño cerca del objetivo y dar un impacto simplemente por virtud de la “fuerza” viniendo del exterior del brazo – esto es conocido como la oculta técnica de “fuerza explosiva”.

El sonido del tercer impacto sacudió el bosque. En comparación a la vez anterior, este era mucho más fuerte. El tronco del árbol dio un último quejido mientras las fibras se rompían con ruidosos crujidos. Como el punto de soporte de los cables de plata, el tronco colapsó. Agarrando los cables con ambas manos, Kirei indiferentemente escapó del anillo plateado en el punto de colapso y desgarró los cables aparte lazo por lazo.

Irisviel se arrodilló instantáneamente tan pronto sintió el poderoso contragolpe de la ruptura de su magia. Caminando tranquilamente hacia delante de manera de un victorioso conquistador, Kirei miró dentro de los desesperados ojos de las dos mujeres y dio una zancada hacia la Calico, aplastando con facilidad su marco de madera con sus pies como martillo.

“Bastardo…”

Aún siendo incapaz de levantarse, postrada, Maiya gimió viciosamente. Después de arrojarle una mirada extremadamente aburrida, con la punta de su pie, Kirei pateó casualmente su estomago. Sollozando compulsivamente, luego Maiya se desmayó en agonía y rodó, ella estaba perfectamente quieta esta vez.

Y entonces, con una mirada falta de cualquier expresión, esta vez su mirada se postró en Irisviel.





-130:32:30[edit]

El campo de batalla de los Espíritus Heroicos ya se había vuelto un pantano lleno de sucio lodo.

La horda de monstruos demoniacos extraterrestres aparecía sin límites indistintos de cuantos fueran asesinados; apilados en montañas de cadáveres, las tripas rociándose y los líquidos corporales mezclándose, eran pateadas y agitadas por dos pares de pies, y formaban un caos más aterrador que el mismo infierno.

Más rancio que el hedor de la putrefacción, el olor de los órganos internos de los monstruos demoniacos era denso como la niebla y llenaba el aire – tal como un gas venenoso letal. Los humanos vivientes probablemente morirían de corrosión en los pulmones con solo inhalarlo.

Por ahora, el número de enemigos rebanados por Saber y Lancer ha superado por mucho los quinientos.

“… No haber hecho ningún progreso tras todo esto, esto es una sorpresa más allá de lo creíble.”

Aunque Lancer aún no ha mostrado signos de cansancio, su musitar estaba lleno de amargura.

El curso de la batalla no puede ser determinado. A pesar de enfrentar el poder de dos Sirvientes de clase caballero, el número de demonios alienígenos aún no disminuía, siendo invocados una y otra vez para llenar los vacios en la horda que formaba un círculo. “Es ese libro de conjuros, Lancer. En cuanto ese Fantasma Noble esté aquí… la situación no cambiará.”

“Ya veo, con que eso es.”

Lancer dio un deprimido suspiro luego de que oyó las débiles palabras de Saber.

“Pero, si queremos remover el libro de las manos del enclenque, debemos atravesar este muro de esbirros ante todo.”

Los monstruos demoniacos agrupados se aproximaban a ellos lentamente mientras sacudían sus tentáculos burlonamente. Quizás estas criaturas alienígenas no sienten miedo de la muerte o el dolor. Como si sintieran que la felicidad solo viniera de ser asesinados, ellos atacaban sin fin a los dos Sirvientes.

Incluso ahora, enfrentando a ambos Saber y Lancer, Caster continuaba su duelo de desgaste. Si esta es su estrategia, esta obviamente le prometería la victoria. La cantidad de prana manejada por Caster y su Fantasma Noble podría también ser infinito.

“… Lancer, en este momento desesperado, ¿quieres hacer una apuesta?”

“Aunque me molesta parecer estar sobreviviendo, jugar con estos esbirros así no llevará a nada.

De acuerdo. Acepto, Saber.”

Lancer consintió y Saber miró al repulsivo muro de carne que se extendía hasta Caster, calculando cuidadosamente su grosor y densidad.

Esta es su más grande habilidad secreta – la intuición le decía que su idea es ‘correcta’, y válida para poner todo en la mesa. “Yo abriré el camino. Solo está esta oportunidad. Lancer. ¿Puedes correr con el viento?”

“¿Hm? – Hehe, con que eso es. Dalo por hecho.”

A pesar de las misteriosas palabras de Saber, Lancer asintió con una sonrisa.

Aunque fue solo una vez, ellos eran enemigos que pelearon apostando sus vidas. Ambos han grabado en su memoria todas las técnicas secretas que el otro usaba. Aún sin ninguna explicación, Lancer podía entender las habilidades e intenciones de la Sirviente Saber.

“¿Qué están murmurando en silencio? ¿Sus últimas plegarias, quizás?”

Caster se burlaba de los dos Sirvientes tranquilamente. Ahora no era él quien peleaba contra Saber y Lancer, sino su Fantasma Noble, Libro de Hechizos de Prelati. Caster era como la audiencia observando la batalla desde fuera del ring. Para él, mofarse elegante y compuestamente de sus oponentes y llegar a sus nervios era suficiente para ser considerado un ‘ataque’.

“Sientan el terror. ¡Sientan la desesperación! Ay un límite a la diferencia en números que la fuerza bruta puede sobrepasar. Hahaha, es humillante, ¿no es así? ¡Ser aplastados y sofocados por estos innobles demonios sin nombre! ¡Para héroes, no hay nada más humillante que esto!”

Incluso inundada por los dichosos desdenes de su oponente, Saber, sin emociones y sin flaquear, apenas blandió la espada en su mano derecha con una expresión serena y decisiva.

Esos inquebrantables ojos solo se plantaban en – la victoria que debía ser obtenida. “Haha, esa hermoso rostro… ¡ahora tuércete en agonía para mí, Juana!”

Giiiiii!

La horda de monstruos demoniacos gritó al mismo tiempo. Ellos fueron en oleada hacia el centro del anillo para dar el golpe seguro mientras emitían extraños sonidos alienígenos, indistinguibles como goce u odio.

Ahora sería – el momento de decidir quién saldrá victorioso.

En voz alta, la Rey de los Caballeros le ordenó a la noble espada sagrada.

“¡Golpe de Aire!”

En el medio del aire arremolinándose, paso el resplandeciente brillo de oro.

La funda de aire a presión súper-alta que protegía a la espada sagrada fue liberado de la atadura de la barrera invisible – aullando como el rugido de un dragón salvaje.

La técnica secreta de la espada que garantizaba el impacto. Era una manera diferente de usar el Fantasma Noble Aire Invisible. Anoche en la batalla contra Lancer ella liberó esta extrema presión de aire para acelerar rápidamente. Si fuera liberada hacia el enemigo se convertiría en una tempestad, un martillo aplastante que impelería a ejércitos enteros.

Agrupados juntos sin ninguna consideración, las bestias demoniacas recibieron el impacto con toda la potencia. La tempestad de presión súper-alta, compactada cono una fuerza sólida, colisionó con los monstruos demoniacos haciéndolos añicos, mezclando la carne despedazada con grava y madera rota. Era como si la mano de un gigante invisible hubiera barrido la tierra entera y dejado un camino directo. El instante en que fueron derribados por el aire a presión, un agujero perfecto apareció en las hileras de monstruos demoniacos. El poder destructivo de Golpe de Aire fue contrarrestado por las varias capas de monstruos demoniacos, reduciéndolo a un fuerte arrebato de viento que meramente sopló a los bordes de la sotana de Caster cuando lo alcanzó.

La apertura penetrada servirá como un sendero. Aún así, frente a la densidad de los monstruos demoniacos invocados, solo se podría contar como una apertura temporal que se sellaría inmediatamente.

“¡¿Qué –?!”

A pesar de eso, Caster dio un grito de shock. No era solo el viento que soplaba lo que atravesaba las hileras.

Cuando los objetos se mueven extremadamente rápido en la atmosfera ellos son capaces de separar el aire en frente a ellos, dejando una estela de vacio detrás. Por supuesto, el vacío se desharía en el aire que lo rodea y solo se volvería una ola que sigue al objeto que pasó. Hay técnicas en las carreras de autos que permiten seguir a los autos seguir a otro justo detrás de este, para usar esa estela para acelerar más rápidamente.

La presión de aire resultando de la liberación de Aire Invisible de Saber gatilló un fenómeno similar. Creó un vacio detrás de la ráfaga que pasaba al mismo tiempo que destruía al ejército de monstruos demoniacos, y preparó un punto de aire en irrupción.

Entonces, aquel que dio un salto hacia esta ola convergiendo sin ninguna vacilación era aquel que esperaba precisamente por este golpe – Lancer. “Ven – ¡prepárate!”

Era una técnica superior que no solo demandaba un físico súper-humano, sino también una completa sincronización con su compañero. Como sea, Lancer consiguió esta milagrosa combinación viendo a su enemiga Saber una sola vez usando la secreta espada del viento.

Con un brinco, Lancer pasó a través del pasaje girando en tormentas de sangre y carne, como una golondrina que plegaba sus alas emplumadas hacia los lados mientras perseguía al viento. Cuando sus pies tocaron una vez más la tierra él estaba a meramente diez pasos de Caster, sin ninguna barrera obstruyéndolos.

“¡Te tengo, Caster!”

“¿¡Ahhh!?”

Los monstruos demoniacos que se dieron la vuelta por la crisis de su maestro alargaron sus tentáculos hacia la espalda de Lancer. Pero Lancer no se volteó. Él agitó la lanza corta en su mano izquierda detrás de él como un molino para reducir los ataques de los perseguidores, al mismo tiempo que volvía la mitad de su cuerpo y se aproximaba a Caster con la lanza larga en su mano derecha extendida.

Quedaba corto para dar un golpe letal. El ataque de la lanza larga solo consiguió que la punta cortara levemente en la superficie, y no lo rasgó seriamente.

Pero el Fantasma Noble en las encantadoras manos del lancero era un arma tal que decidiría la victoria en el campo de batalla incluso con un leve contacto. “¡Perfora, Gáe Dearg!”

Su grito fue seguido por una roja puñalada. La punta de la lanza no tocó el frágil cuerpo de Caster – sino la cubierta del grimorio en sus manos.

Esta es la punta de la lanza roja que una vez penetró el Aire Invisible de Saber y canceló su armadura mágica. Es un “supresor de Fantasmas Nobles” fatal, capaz de cortar todos los lazos de prana. Para Caster, quien se fiaba completamente en el omnipotente poder del grimorio para invocar a monstruos demoniacos para manipular, era un golpe decisivo equivalente a un jaque mate.

“Boom”, un sonido semejante al de las olas rompiendo contra las rocas al lado del mar sonó en el bosque.

Los incontables monstruos demoniacos alienígenos en el suelo todos se licuaron en un parpadeo. Los monstruos demoniacos, que originalmente fueron creados de la carne y sangre de los sacrificios, se volvieron nuevamente a sangre y se dispersaron. Ellos perdieron el poder de materializarse en el momento en que termino el suministro de prana del Libro de Hechizos de Prelati.

Dentro de las manos de Caster retirándose rápidamente, el grimorio activó inmediatamente su habilidad como en horno de prana y rápidamente regeneró la cubierta dañada. El prana solo se cortó durante el breve momento en que la cuchilla de Gáe Dearg estuvo en contacto con el libro; la lanza no tenía poder para dañar al mismo Fantasma Noble. Como sea, una vez cancelado, la magia no podía salvarse. Aún si quería repetir el conjuro de invocación, la espada sagrada y las lanzas gemelas de Saber y Lancer tampoco le darían el tiempo.

“Tú, bastardo – ¡¡BASTARDO bastardo BASTARDO bastardo BASTARDO BASTARDOOOO!!”

Enfrentado a una situación tan desesperada, la expresión de Caster se torció hasta que sus ojos habían rodado hasta detrás de su cabeza y rabiaba llenando de espuma su boca. Lancer indiferentemente dio la sonrisa de canalla con la que había nacido. “¿Cómo estuvo eso? Ahora que Saber ha recuperado su ‘izquierda’, esto es algo que puede hacerse con solo levantar su meñique.”

Pero Saber no estaba de humor para bromear como Lancer.

Hasta el momento en que la victoria esté decidida, lo único que reverberaba en su mente eran los últimos gritos que dejaron los niños mientras eran despedazados y asesinados cruelmente.

“… Mejor que te hayas preparado, hereje.”

La Rey de los Caballeros musitó con un silencioso sonido de ira mientras alzaba la sagrada espada dorada con su mano derecha. La punta de la espada apuntaba directamente hacia Caster.





-130:32:31[edit]

La ira, como acido, corroía a Kayneth gota a gota.

Él es un mago de primera categoría. Él nunca perdería la compostura por las emociones, especialmente enfrentándose a una situación donde pelee por su vida.

De hecho, este es un arte secreto entre colegas magos de primera categoría, Kayneth no abrigaría cosas como ira en absoluto. Él probablemente admiraría y reconocería las habilidades del oponente, tranquilamente analizando su verdadero valor, y se hubiera concentrado en desempeñar su magia como una contra apropiada a la técnica del enemigo. Esos nobles y pomposos juegos entre caballeros son lo que Kayneth conocía como ‘batallas’. Por el derecho a usar el Santo Grial en juego, él pretendía competir con Tōsaka Tokiomi, Matō Zōken, y otros cuatro sobresalientes oponentes aún desconocidos, y llegó a este lugar desolado el borde de la tierra.

Como sea – el dolor de la herida en su hombro derecho palpitaba e invadía sus sentidos como mofándose de Kayneth, continuando el dolor como si lo humillara.

Esta no es una herida obtenida en batalla. Esas cosas – jamás serían apropiadas de llamarse “batallas”. Era como si pusiera un pie en una pieza de piso podrido. Como si volcara una vasija echando vapor. Como si su mejor traje se manchara con barro.

El oponente es tan insignificante como una hormiga, no merecedor de llamarlo un enemigo. Un pedazo de basura que de tan solo verlo lo haría sentir sucio y desagradable.

Sentir “ira” hacia algo como eso, y arriesgar su orgullo como Lord El-Melloi sería impensable.

Estas cosas son fastidios diarios. Algo cercano a ser mordido por un perro vago.

Era solo mala suerte. Solo lo descartaría como simple mala fortuna.

Incluso al tratar de convencerse a sí mismo de esta manera – él gritó de dolor por la herida en su hombro. El dolor severo que se sentía como si él fuera quemado lentamente lo atormentaba y devoraba su orgullo.

La cara fría como el hielo de Kayneth estaba tan inexpresiva como una máscara, sin maldecir ruidosamente o apretando sus dientes. Para un observador, definitivamente esta no es la expresión de alguien enfurecido.

Ciertamente. Él no odiaba a nadie. Toda su ira era dirigida hacia dentro. Meramente era que él había sido provocado por una situación que lo sorprendió – algo que es imposible, irrazonable.

Imposible –

La ira que no tenía hacia donde ir se volvió en impulsos destructivos que se propagaron hasta Volumen Hidrargiro. Kayneth aplastaba los muros de los corredores alrededor de él con sus látigos de cuchillas. Esa vil basura me hizo sangrar… ¡imposible! ¡No debía haber pasado!

Su caminar asemejaba al de un sonámbulo, Kayneth persiguió a Emiya Kiritsugu quien había huido. El bulto sin forma de mercurio, ocupando el rol del corazón de su maestro, lo siguió, lleno de intención asesina.

La puerta que bloqueaba su camino no fue empujada para abrirse sino hecha pedazos por el peso del mercurio.

Sean vasijas de flores, pinturas o elegantes adornos: todas las decoraciones que ocurría que estaban a su vista eran rotas y destruidas.

Había muchas trampas en el camino. Cables le daban zancadillas a los pies indefensos de Kayneth, o una mecha en la alfombra que se prendía cuando la pisaba causaba que una granada pre-instalada explotara o que una mina arrojara una metralla. En esos momentos, la membrana protectora de mercurio se expandía inmediatamente y se apresuraba a bloquearlos.

Esas trampas eran como juguetes para divertir los niños, tan ridículas que Kayneth quería reír. Pero el sonido de su carcajada al mismo tiempo se burlaba de Kayneth, quien fue herido por esos trucos que eran como juguetes para divertir a los niños.

La burla a sí mismo cortaba dentro de su orgullo como una navaja. Esa humillación encendió la ira en su corazón aún más.

El admirable Código Místico de Lord El-Melloi no es algo que fuera hecho para esta clase de trucos tontos. Su mercurio debía ser un arma que recibiera tiros Gandr, desviara espadas mágicas, y pasara a través de fuego sobrenatural, hielo y trueno. Debía ser un arte que hiciera a cualquier mago maravillarse, admirar y al mismo tiempo llegar a su muerte. Entonces, ¿Qué sería esta situación de mal gusto?

El oponente para el que él libero su orgulloso Código Místico no es nada más que un molesto ratón… cada segundo que pasaba lo hacía sentir más humillado. La herida en su hombro dolía más y más.

Un sinfín histérico espiral en bajada – como sea, eso también ya aparecía llegar a su conclusión.

Sin importar que tan grande sea el castillo, las posibilidades de escapar se hacían limitadas si él seguía corriendo hacia adelante. El ratón finalmente fue perseguido hasta el fin de los corredores del tercer piso. El flujo de mercurio que Kayneth mandó más temprano para encontrar con precisión al enemigo lo ubicó esta vez. Parecía que el blanco se había dispuesto a permanecer firmemente en donde está. Él debió decidir tener la confrontación final con Kayneth en ese lugar.

Confrontación – mientras la palabra flotaba en la mente de Kayneth, él no pudo evitar sino dejar salir una risa.

Parecía que el enemigo aún no se ha rendido. Con que así es. Él había herido a Kayneth una vez, así que debería haber otra posibilidad de victoria si la misma suerte lo bendecía de nuevo. Él debe haber tomado esta decisión final con todo el espíritu del ratón desesperado tratando de morder al gato.

“Idiota…”

La estrecha boca de Kayneth se torció con su mueca mientras murmuraba.

No era por sus habilidades o sobresalientes estrategias que el ratón había conseguido tocar a Kayneth. Era solo una coincidencia sin sentido. Necesitaba asegurarle que sepa la diferencia. No una confrontación. Este es una ejecución. Esto es una masacre.

Kayneth, en cuanto su cuerpo se llenaba de la cruel intención de matar, dio vuelta a la última esquina con su Código Místico y llegó al fin del corredor,


Básicamente correspondía al escenario que Kiritsugu esperaba. La tercera confrontación con Kayneth El-Melloi Archibald.

La distancia eran meramente treinta metros. El ancho del corredor era de algo más que seis metros. No hay lugares para ocultarse. No hay lugares para retirarse.

El Volumen Hidrargiro de Kayneth tenía potencialmente una velocidad y poder fatal dentro de un radio de siete metros y medio. La iniciativa no saldría de Kiritsugu hasta que Kayneth no entrara en el rango.

En su mano derecha – cincuenta rondas de balas de 9mm en un nuevo cargador helicoidal. La “bala mágica” ya estaba cargada en la cámara de un solo tiro.

Kiritsugu no mostró ningún miedo ni rogó por piedad; él meramente se paraba silenciosamente sosteniendo ambas armas. Esto puso a Kayneth aún más disgustado y torció su expresión mientras emitía burlas. “No pensarás que el método anterior funcionaría de nuevo, ¿cierto? Despreciable.”

No funcionará. Sería un problema para Kiritsugu si funcionara – como sea, él no necesitaba decirle esto a la otra persona. Él necesitaba tener a Kayneth pensando que Kiritsugu es lo suficientemente estúpido para repetir exactamente el mismo ataque.

“No te mataré simplemente. Solo sanaré tus pulmones y corazón para hacerlos revivir, entonces trataré contigo lentamente partiendo de los dedos de tus pies.”

Dijo Kayneth siniestramente mientras caminaba lentamente hacia Kiritsugu paso a paso. El Volumen Hidrargiro daba vueltas junto a él, flexionando sus incontables látigos intimidantemente a la vez que sacudía sus filosas puntas.

“Muere con arrepentimiento, dolor, desesperación. Y maldice cuando mueras. Maldice la cobardía de tu empleador… ¡el Maestro de Einsbern que humilló la Guerra del Santo Grial!”

Correcto – Kiritsugu dio una pequeña risa dentro de su corazón mientras consideraba la proclamación de ejecución de Kayneth como nada más que una briza pasando por su oído. Parece que el plan de substitución de Maestro que él propuso sirvió al final.

Quince metros. Si él iba a hacer un movimiento, debía ser ahora.

Hacia Kayneth, quien surgía más cerca, Kiritsugu usó primero la Calico en su mano izquierda, disparando una lluvia de balas de 9mm en automático. Era una reproducción completamente idéntica del ataque sorpresa en el corredor del primer piso, un ataque hecho para gatillar la defensa automática de Volumen Hidrargiro. Para volverlo incapaz de defenderse del golpe siguiente del Contendiente, este es un movimiento treta hecho para debilitar la membrana defensiva de mercurio. Por supuesto, Lord El-Melloi no caería en el mismo truco dos veces.

“¡Fevor, mei sanguis!”

La forma defensiva del mercurio se activó inmediatamente, pero esta vez no era una membrana. Volumen Hidrargiro saltó en frente de su maestro y formó incontables puntas desde el piso al techo. Era como si un denso bosque de bambúes cubriera el cuerpo entero de Kayneth, y al mismo tiempo bloqueaba a todas las balas volando cerca.

No necesitaba usar las membranas como defensa si no se estaba enfrentando a un ataque como llamas o niebla. Cosas como balas se volverían inofensivas en tanto no se les permita mover en línea recta. Así, usando tan solo “columnas” como defensa sería suficiente.

Por supuesto, el prana requerido para expandir el mercurio en montañas de espadas no es ni comparable al usado para formar una membrana. Cada punta, moldeada tan delgada como un cable de acero, tenía que ser equipada con toda la fuerza y maleabilidad para desviar balas. La defensa automática de esta vez usaba completamente todo el prana que poseía Kayneth. Las Crestas Mágicas de la familia Archibald en sus hombros circulaban hasta su límite, creando un dolor extraordinario al ejecutor.

Podría decirse que la defensa de esta vez era la verdadera fortaleza impenetrable.

Las balas, estorbadas por las montañas plateadas de espadas, rebotaban de un lado a otro en los espacios entre las numerosas puntas, haciendo estridentes sonidos metálicos. Finalmente perdían todo el poder y caían al suelo. Ninguna de ellas alcanzó el cuerpo de Kayneth. Entonces, el Contendiente en la mano derecha de Kiritsugu dio un rugido. Esta es la pistola de tiro único que hizo a Kayneth cargar su despreciable herida la primera vez que penetró las defensas de Volumen Hidrargiro; algo con poder mucho más destructivo que las balas de 9mm.

De todos modos, el grado de defensa que la montaña de espadas de mercurio ponía no era ni comparable al de la membrana.

Todas las puntas se cerraron juntas como una Venus cazamoscas el instante antes en que el movimiento letal tocaran las espinas de mercurio, y rodearon la bala. El espeso racimo de delgadas espinas se volvió en una sola columna gigante en un parpadeo, cerrando completamente el paso de la bala .30-06 Springfield.

Volumen Hidrargiro, hecho para cambiar libremente de formas, mostró las maravillas que podía hacer. La habilidad sin fallas que controlaba la magia de fluidos a tal perfección claramente debía ser la personificación de este arte sin igual, completamente digno del prestigioso nombre de la casa Archibald.

En el momento en que él completó esta magia en que él consagró todas sus habilidades – el destino de Lord El-Melloi también llegó a su fin.

※※※※※

Incluso un Maestro y un Sirviente que han hecho un contrato deben usar técnicas de comunicación como la conversación para establecer una conexión entre ellos cuando se encuentran a distancia. Pero si ambos están unidos por el lazo de los Sellos de Comando, entonces uno de ellos detectaría rápidamente un disturbio en la esencia del otro si es que este está en una crisis que atente con su vida.

Por esto la fatal situación de Kayneth pasó en un instante a Lancer, quien aún estaba en el bosque.

“¿¡Qué –!?”

Lancer de la nada volvió la vista en la dirección del castillo Einsbern justo después de que destruyera al ejército de monstruos demoniacos de Caster, justo cuando se preparaba a acabar a su némesis con Saber. Por la primera vez, Lancer se dio cuenta del hecho de que su Maestro, quien él había pensado que observaría la batalla desde detrás de la línea frontal, ya había invadido la formación del enemigo y había emprendido otra batalla.

El momentáneo titubeo de Lancer fue una apertura enviada del cielo para el desesperado Caster.

Dentro de las manos de Caster, habiendo acabado de regenerarse, el Libro de Prelati pulsaba torrentes de prana. Por supuesto, Saber no se quedaría parada a un lado y dejaría solo al mago y sus conjuros.

“¡Fútil Resistencia!”

Saber blandió su espada sagrada con su mano derecha y se apresuró adelante, tratando de derrotar al enemigo antes de que pudiera completar su encanto.

Pero Caster no era lo suficientemente tonto para pronunciar encantos en frente a una espada. Él no dijo ni una sola sílaba de encantos, tan solo dejó salir caóticamente una ola de prana que produjo el Fantasma Noble. Aunque la magia de invocación previa había sido nulificada, los charcos de sangre que llenaban el piso aún estaban conectados al prana. El prana incontrolable que brotó fluyó hacia esa red de sangre, pero finalmente se disperso sin armar ninguna forma.

“Ku…”

Su vista fue bloqueada antes de que se acercara lo suficiente para dar el golpe; incluso Saber no dio un movimiento precipitado y detuvo sus pasos.

Para comenzar Caster no intentaba completar su conjuro, sino activar forzosamente una magia que sin duda fallaría. Eso sería suficiente en esta situación. La sangre que no armó a ningún monstruo invocado inmediatamente hirvió y se evaporó por el prana saturado en ella, diseminándose en todas direcciones como bruma. Esta es una habilidad imprudente que solo podía usarse con enormes cantidades de prana suministradas por un Fantasma Noble.

Lo que él esperaba – era una niebla cegadora.

Incluso Caster, con confianza demás, dedujo que sería imposible revertir la situación y llegar a la victoria en este estado. El Sirviente mago removió su materialización en el tiempo en que la sangrienta bruma cubría la vista de Saber y Lancer. Enfrentado a dos de las tres clases de caballeros, él no alcanzó ni a dejar atrás una palabra. Tragándose su ira y humillación, Caster rápidamente dejó el campo de batalla en forma espiritual. Afortunadamente para Caster, Saber no tiene la habilidad de volverse a una forma espiritual y perseguirlo; Lancer, quien tiene esta habilidad, no podía perseguirlo debido a la crisis de su Maestro.

“Bastardo… que increíble cobardía.”

Musitó Saber enfurecida mientras revocaba a Aire Invisible de la atmosfera que la rodeaba. Viento refrescante inmediatamente sopló desde todas las direcciones y diseminó la suciedad de la bruma de sangre. Cuando los dos Sirvientes recuperaron su campo de vista y Aire Invisible fue llamado una vez más para ocultar la forma de la espada sagrada, incluso el aura espiritual de Caster había desaparecido, ni mencionar su forma física.

“Lancer, ¿Qué anda mal?”

Considerando el hecho de que a pesar que Lancer pudo fácilmente haber perseguido a su enemigo, y en vez de eso haya dejado escapar a Caster, Saber no lo urgió sino que solo le preguntó tranquilamente. Era obvio que algo pasó dado su cambio de expresión.

“Mi señor está en problemas… Parece que me dejó y atacó tus cuarteles.”

Explicó vacilante Lancer. Saber también figuro lo que probablemente pasó y puso una expresión abatida.

Entonces… todo ocurrió de acuerdo a los planes de Kiritsugu. No era lo que ella quería. No era que ella quería renegar completamente la táctica del engaño, pero la cruel trampa que Kiritsugu puso es algo que no puede existir a la par de la fe de la Rey de los Caballeros de pararse estoicamente en el campo de batalla sin importar nada.

“Debe ser obra de mi Maestro… Lancer, te deberías apresurar. Ve a salvar a tu señor.”

El lancero al principio estaba sin habla por cómo Saber le urgía sin dudar, pero luego inclinó su cabeza en agradecimiento. Para Saber, esta decisión era igual que ir contra su propio señor. Retener a Lancer aquí para que pueda matar a su Maestro sería la opción razonable para ganar la Guerra del Santo Grial.

Pero si continuara con este tren de pensamiento, entonces no habría necesidad de Lancer peleara con Saber para salvar a Saber de su crisis. Él no pensó que fuera estúpido entonces. Por lo tanto, él no pensaba de Saber, quien lo dejaba ir por su camino, ahora como necia.

“Estoy en deuda, Rey de los Caballeros.”

“Está bien. Nosotros juramos tener un duelo entre caballeros. Aferrémonos a esa gloria hasta el final.”

Lancer asintió brevemente, y entonces desapareció en forma espiritual. Justo así, él galopó hacia el castillo en lo profundo del bosque como un torbellino de viento.

※※※※※

Cuando la familia Emiya de las generaciones anteriores determinó el “Origen” de su hijo y heredero, en un arrebato lo llamaron “Kiritsugu” dado los extraños resultados.

Básicamente, él poseía la habilidad doble de “Fuego” y “Tierra”. Para ser especifico, eran atributos compuestos, “Separar” y “Unir”. Esa es la forma del alma que nació con él, y la verdadera forma de su “Origen”.

Separar, y unir – no es exactamente lo mismo a llamarlo “destrucción y renacimiento”, porque el origen de Kiritsugu no significa de ninguna manera “recuperación”. Por ejemplo, una cuerda que se corta y se conecta de nuevo habría cambiado de grosor en el punto donde se haga el nudo. Eso es, la acción de ‘separar y unir’ inevitablemente provocará una “corrupción” irreversible en el objetivo.

Kiritsugu estuvo particularmente consciente de su Origen cuando se le pidió que completara unos trabajos manuales. Sus manos no eran muy hábiles. Si un dispositivo normal se rompe, él podía arreglarlo. Pero si se tratara de maquinaria delicada entonces todo repentinamente se volvía lo contrario. Por más que quisiera arreglarlo, peor daño le causaba a la maquina.

Como un hecho, la habilidad manual de Kiritsugu no es extraordinaria. Si un cable metálico normal se partía, la función original podía restaurarse solo con conectarlo nuevamente. Como sea, si él tuviera que arreglar un circuito eléctrico complicado usando los mismos principios, el resultado sería fatal. No era algo que funcionaría en tanto todo esté conectado. Si las conexiones se salían de orden, el circuito perdería su función. Esto no era creado por la personalidad o temperamento de Kiritsugu; desde el punto de vista de la magia, esta es la verdadera esencia de lo más profundo de su alma.

Emiya Kiritsugu utilizó su extraordinario “Origen” con todo su potencial cuando creó su Código Místico. Las primera y segunda costillas en ambos lados fueron cortadas y retiradas de su cuerpo. Las costillas extraídas fueron pulverizadas a polvo, condensadas con magia para preservar el alma, y selladas dentro de sesenta y seis balas como sus núcleos.

Estas balas desplegarían el “Origen” de Kiritsugu en el blanco cuando acertaran. Si fuera a dar a una criatura viviente entonces no produciría heridas o sangrado, pero el lugar en donde acertó parecería estar sufriendo necrosis. La superficie parecería haber sanado, pero los nervios y capilares no se regenerarían apropiadamente y perderían la función original.

Aún más, como un Arma Conceptual, esta bala posee una amenaza todavía más grave en particular para los magos.

Kiritsugu ya había usado treinta y siete balas, pero ninguna de ellas había sido mal usada. Las balas que habían sido hechas usando una parte de su cuerpo habían destruido completamente a treinta y siete magos hasta ahora. Ahora la “Bala Origen” numero treinta y ocho cortó la fuerza vital de otro sacrificio.

Kayneth probablemente no comprendió que le ocurría a su cuerpo hasta el final. El momento en que el agudísimo dolor se propagó por su cuerpo, todos sus órganos vitales y nervios habían sido hechos un desorden sin forma.

Antes de que un grito escapara de su garganta de él ya brotaba sangre. Todos los músculos en su cuerpo recibieron espasmos con movimientos descoordinados conducidos por un sistema nervioso que estaba al borde de colapsar; el delgado cuerpo vestido en el elegante traje comenzó a desempeñar una ridícula danza.

Habiendo usado intensa presión para formar el prana densamente empacado, circulando por sus Circuitos Mágicos, este comenzó a ignorar esos circuitos y a fluir caóticamente, destruyendo el cuerpo del practicante en el proceso. En el momento en que Volumen Hidrargiro bloqueó el impacto del Contendiente, Kayneth sufrió daños más severos que de ser golpeado directamente por una bala.

Cuando la bala mágica de Kiritsugu es interferida por magia, el impacto del “Origen” dentro de la bala afectaría a todo el curso de los Circuitos Mágicos del practicante.

Si fuéramos a comparar los Circuitos Mágicos de un mago con un cable de alto voltaje, la bala de Kiritsugu sería como una gota de agua. ¿Qué pasaría si un líquido conductor atacara a un denso circuito eléctrico? La corriente del corto-circuito destruiría al circuito mismo, resultando en un daño permanente.

Tan solo así, dar un corto-circuito a los Circuitos Mágicos es el aterrador efecto del Código Místico de Kiritsugu. Para evitar el daño de las balas mágicas de Kiritsugu, uno debe descartar todo lo que sea magia y defenderse de las balas solo con medios físicos. Respecto a eso, la opción de Kiritsugu de usar balas .30-06 Springfield es maliciosa. No hay algo que pueda bloquear completamente a una ronda de este rifle de caza especializado para comenzar. Este es un tipo de bala excelente para penetración. En cuanto uno no esté en un vehículo armado, no puede evitar ser herido.

Solo un tiro. Eso sería suficiente. Kiritsugu osó a escoger un arma que no se acomode a combate real, la Contendiente Thompson, como su Código Místico, por el hecho de que es el revólver que puede otorgar el máximo daño físico posible.

Kiritsugu puso su dedo en la bobina del arco guardamontes y sacudió el largo cañón como si tratara de sacar una mancha de sangre cuando su amada arma terminó su trabajo. El cartucho vacio salió volando del cargador abierto hacia el aire vacio con el impulso, cayendo en el piso de mármol dejando un leve rastro de sulfuro.

Kiritsugu no sintió nada por esta victoria. Esto era exactamente igual a todas las veces anteriores, una provocación exitosa con una conclusión calculada. Eso es todo.

El poder destructivo de la bala mágica de Kiritsugu depende de cuantos Circuitos Mágicos estaban activados dentro del blanco en el momento del impacto de la bala, ya que lo que destruye el cuerpo del practicante es su propio prana. Respecto a esto, había sido absolutamente fatal para Kayneth. Dado que había sido provocado continuamente y usó la mayor cantidad de prana que tenía, él le garantizó a Kiritsugu el mejor resultado que podría esperar. Incluso el poderoso Volumen Hidrargiro era finado si el prana del practicante era impedido. Kayneth yacía recostado en el mar de mercurio que volvió a su forma original y se esparció por todo el piso; su cuerpo se sacudía levemente. El Lord El-Melloi de antes era ahora tan inofensivo como un bebé. Ni hablar del poder de un mago, su cuerpo podría incluso no perdonarle las funciones normales de un humano.

Aunque él iba a morir tarde o temprano si lo dejaba solo, un principio de Kiritsugu es darle un tiro final concreto al enemigo caído. El puso la Calico en semiautomático y caminó hacia Kayneth, quien ya se asemejaba a un cadáver respirando. Él iba a darle un tiro a la cabeza a una distancia crítica. Entonces, uno de los siete grupos de personas peleando por el Santo Grial quedaría descontado.

Pero justo entonces, Kiritsugu sintió una enorme aura de prana aproximándose intimidantemente y frunció el entrecejo.

Sin titubear, Kiritsugu sostuvo la Calico y apuntó, disparando repetidas veces hacia Kayneth. Pero las balas emitieron chispas en el aire vacio, se rociaron en todas direcciones y desaparecieron. Eran las lanzas gemelas, roja y amarilla que hicieron movimientos muy rápidos para que los vieran los ojos.

Enfrentado a Lancer, quien se había materializado en una posición adecuada para proteger a Kayneth, Kiritsugu estaba perplejo. Esta vez era detenido por el Sirviente del enemigo; esto era definitivamente inesperado. Originalmente Kiritsugu pensó que Saber habría interceptado a Lancer, basado en el hecho de que Kayneth entró al castillo solo. Pero si es así, ¿entonces como pasó el lancero a la Rey de los Caballeros? Si Saber hubiera sido derrotada, Kiritsugu hubiera confirmado que la destinaria de prana habría desaparecido. Como sea, el prana de Kiritsugu definitivamente seguía siendo absorbido por Saber, quien aún existía en alguna parte. Su Sirviente estaba completa sin lugar a duda.

Entonces, hay solo una conclusión – él podía deducir que Saber voluntariamente salió del camino de Lancer.

Lancer miró fijo a Kiritsugu, quien oscilaba mentalmente, con una mirada tan fría como el hielo. El puso ambas lanzas en su mano derecha, vaciando su mano derecha para alzar el cuerpo de Kayneth. Kiritsugu no atacó irreflexivamente frente a este movimiento aparentemente indefenso. Él ya había confirmado que las balas son inútiles contra los Sirvientes.

“– Deberías entender lo fácil que sería que te atravesara aquí mismo, Maestro de Saber.”

Para Lancer, si no hubiera oído lo que Saber le acababa de decir, habría sido muy difícil deducir que este hombre en frente de él, quien no lucía para nada como un mago, es en realidad el Maestro de Einsbern. Como sea, él sabía de la fuerza de su señor Kayneth. Si él había logrado penetrar la magia de Lord El-Melloi no queda lugar para sospechas. Como sea – no, solo por eso la lanza de Lancer no apuntó hacia Kiritsugu.

“No te dejaré matar a mi Maestro. Ni tampoco mataré al Maestro de Saber. Ni yo ni ella queremos que termine así.”

“…”

¿Con que es así? – Kiritsugu se arrepintió otra vez de las personalidades en conflicto de él mismo y su Sirviente bajo contrato.

“Nunca olvides. La única razón por la que te ahorras tu vida ahora es la nobleza de la Rey de los Caballeros.”

Lancer declaró esto a Kiritsugu con su tono cargando un fresco sarcasmo. Entonces sostuvo a Kayneth y dio un salto saliendo del castillo, usando su torso para romper la ventana de vidrio.

Kiritsugu no era tan tonto para perseguirlo. Tal como dijo Lancer, ese sería un movimiento completamente suicida. Ya que Saber no estaba aquí no había nada que Kiritsugu pudiera hacer.

No, incluso si Saber estuviera al lado de él, ¿le confiaría Kiritsugu esto a ella?

Aunque Lancer, el Espíritu Heroico Diarmuid, es ingenuo también, era la idiota caballería de Saber, que rivalizaba a la de Lancer, la que excedía completamente la capacidad de comprensión de Kiritsugu.

Su mente probablemente creía muy firmemente que Lancer no mataría a Kiritsugu. Debe andar algo mal en ella. ¿Cómo podía la Rey de los Caballeros hacer algo como permitir que su Maestro sea expuesto solo al Sirviente del enemigo? Si Lancer decidía retractarse de su palabra entonces su Guerra del Santo Grial terminaría aquí. Incluso si el lancero no tuviera tales pensamientos, si Kayneth hubiera seguido consciente él hubiera usado un Sello de Comando para demandarle. ¿Acaso ella ni siquiera pensó en esa posibilidad? Kiritsugu contempló apropiadamente esto y prendió el cigarrillo en su boca.

Que irónico. Una Espíritu Heroico quien invalidada creó una extremadamente tonta confianza con un Sirviente enemigo alejada enormemente de su propio Maestro.

Parecía que él debió haber escogido a su Sirviente más cuidadosamente después de todo – solo entonces Kiritsugu sintió este fracaso con una punzada, y aspiró el brumoso humo con un suspiro.





-130:32:15[edit]

“Mujer, te haré una pregunta.”

Dijo Kotomine Kirei con una voz profunda mientras caminaba lentamente hacia la mujer que, parada indefensa a un lado, ya no tenía otra forma de resistencia.

La mujer de cabello negro que servía como su guardaespaldas, yaciendo en el suelo como una muñeca de trapo ya implacablemente vencida, ya no era más una amenaza.

“Ambas parecen haberme desafiado para proteger a Kiritsugu. ¿De quién es esa intención?”

“…”

Kirei usó una mano para tomar y suavemente levantar a la silenciosa homúnculo de Einsbern. Su seria y hermosa cara como estatua era desgarrada por la aflicción en su interior.

“Te preguntaré una vez más. Mujer, ¿Bajo las ordenes de quién ustedes dos pelearon conmigo?”

Kirei estaba realmente interesado en la respuesta a esta pregunta. ¿Quién era la persona que puso un obstáculo tan sin sentido en su camino a Kiritsugu? Esa verdad es muy importante para él.

Pero Kirei sí vio a través de una cosa. Sin importar como los buscara, no habían Sellos de Comando en el cuerpo de la homúnculo. Ella no era la Maestra de ningún Sirviente. Este precipitado movimiento de ahora era uno que ningún Maestro haría.

En este caso, era realmente como lo habían sabido él y Tokiomi desde el principio – Emiya Kiritsugu era ciertamente el Maestro de Saber, y estas mujeres eran meramente sus peones.

Ahora, la parte problemática.

Si era Kiritsugu quien les ordenaba a estas mujeres que lo combatieran, entonces él lo habría subestimado. Estas mujeres como adversarios fueron derrotadas por él sin mucho esfuerzo.

También estaba la posibilidad de que alguien más hubiera ordenado esto. La meta principal para Einsbern era encubrir a Kiritsugu como Maestro. Para este propósito ellos sacrificarían lo que sea. Ellos probablemente estaban dispuestos a sacrificar vidas solo para ganar tiempo.

Pero aún, todas las posibilidades llevaban a esta sola pregunta.

Kirei vio cuidadosamente al rostro de la muchacha de cabello plateado quien peleaba por oxígeno. Era una cara como de una muñeca, muy hermosa y bien hecha. Sus pupilas rojas eran como rubíes. Ella era el retrato exacto de la “Dama del Invierno”, Lizleihi Justizia von Einsbern que había fallecido hace muchas épocas.

Esta homúnculo no era un Maestro, pero a pesar de eso participaba en la Guerra del Santo Grial. Así que ella debía ser la marioneta con la responsabilidad de ser el “Recipiente del Grial”. Entonces ella debía ser de gran importancia para las etapas finales de la Guerra del Santo Grial. Enviar a un peón así a la línea frontal de la guerra y exponerla en medio del peligro, definitivamente no es un movimiento tonto hecho por aficionados en vista a una falta de mano de obra.

Repentinamente, Kirei tuvo una extraña sensación de peso en la punta de sus pies y miró hacia abajo.

Kirei no se había dado cuenta hasta ahora porque era algo tan sutil y poco notable. La débil y dolorosa respiración sofocada que venía del suelo ahora estaban al lado de los pies de Kirei antes que lo supiera.

Con el cuerpo lleno de heridas, la mujer de cabello negro alargó una mano temblando y agarró la pierna derecha de Kirei. Aún cuando su agarre era muy débil, esa era probablemente toda la fuerza que le quedaba en el cuerpo. Aún si no tuviera fuerzas para pararse o apretar su puño, de todas maneras esos nublados ojos ardían con odio y se fijaban sin flaquear sobre Kirei.

“…”

Kirei, sin una palabra, levantó si pie y pisoteó sin piedad el pecho de la mujer con las costillas rotas. La mujer que no podía ni gemir no dejó salir un sonido de dolor, solo un trágico sonido ahogado producido por el aire forzado fuera de sus pulmones.

Aún así, la mujer no soltó su mano. Como si fuera empujada por la corriente, firmemente afirmada a un tronco, sus débiles manos agarraron el brazo de Kirei, pero ella sería con la mirada en Kirei con una expresión de odio.

Kirei devolvió su mirada y la movió hacia la mujer de cabello plateado levantada en el aire.

La homúnculo, aun estando muda y torciendo su cuerpo de dolor, no reflejaba terror en su rostro. Si es así, no es nada especial. Si es meramente una imitación de los humanos, es natural que no tenga ningún sentimiento como miedo hacia el dolor o la muerte – pero no parece que sea eso. Porque los rojos ojos de la homúnculo plantados en Kirei ciertamente estaban llenos de odio e ira.

Una suspendida en el aire y la otra en el suelo, ambas mujeres miraron furiosamente a Kirei, con sus ojos llenos de odio.

“No te dejaré pasar de aquí.”

“Aún al costo de mi vida, te detendré aquí.”

Ninguna de las mujeres respondió a la pregunta de Kirei. ¿Quién podría haber sido quien les ordenó que atacaran a Kirei?

Sin importar como viera el problema, siempre había una contradicción en el razonamiento.

Entonces, Kirei pensó acerca de otra situación.

¿Qué tal si estas mujeres no seguían ningunas instrucciones sino que actuaban por su propia voluntad, y así decidieron combatir a Kirei?

Esa era otra posibilidad que no podía ser ignorada.

De repente Kirei sintió un cuerpo espiritual familiar llegando sin hacer ningún sonido hacia él. Las palabras de Assassin se transmitieron directamente a la mente de Kirei.

“Caster y Lancer, como también su Maestro, ya terminaron sus batallas. Han dejado el bosque. Saber alcanzará pronto este lugar. Mi Maestro, es muy peligroso aquí.”

Kirei terminó serenamente de oír el reporte de Assassin y asintió decepcionado. No tenía caso hacer nada aquí. No había chances al combatir a la Sirviente Saber cara a cara. En su lugar, incluso retirarse y escapar seguro de aquí ya era peligroso.

Ahora solo quedaba una estratagema que usar – ¿solo para detener la persecución de Saber?

Kirei sacó de su camisa sus nuevas Llaves Negras y sin oscilar, como si desgarrara ropa, apuñaló casualmente el vientre de la homúnculo de cabello plateado.

“¡Uuu…!”

La mujer artificial dejó salir un grito silencioso y sangre brotó de su boca. Así que era roja – Kirei dejó salir un aburrido suspiro en cuanto dejaba al cuerpo temblando en su mano caer al suelo.

Herirla era inevitable. Debían pasar algunos minutos antes de que muera por la pérdida de sangre. Salvarla, o dejarla morir y perseguir a Kirei: Saber llegará pronto y tendrá que elegir entre esas dos demandantes alternativas.

Estaba hecho. Kirei, sin devolver una mirada hacia las mujeres agonizantes, tomó el camino por donde él vino y comenzó a correr por el bosque.

Al final de un evento, no hay lugar para pensamientos innecesarios. No había nada importante o valioso de recordar respecto a las dos mujeres que recién entraron al combate.

A pesar de esto, en cuanto corría por el bosque, las miradas de las dos personas estaban impresas en la mente de Kirei.

Aquel era verdadero odio. Su intención asesina definitivamente no venía de su sentido de deber o de cumplir con su tarea.

Esas mujeres no trataban de obtener la victoria para los Einsberns, sino que protegían a ese hombre, Emiya Kiritsugu. Si hubiera sido lo primero, ambas mujeres probablemente estarían en la ciudad con Kiritsugu, peleando con los enemigos. Ellas no usaban este tipo de resueltas tácticas de batalla, sino que ponían a un lado a Kiritsugu y avanzaban defensivamente.

Aún permaneciendo lejos de Emiya Kiritsugu lo estaban protegiendo. Con un persistente deseo de ganar una batalla que no puede ser ganada.

¿Qué fe y expectativas tenían esas mujeres hacia Kiritsugu? Cuando las habilidades de batalla están a un nivel totalmente diferente y la victoria es irrazonable, ¿qué estaban protegiendo, qué trataban de hacer?

Una razón para que alguien actúe tan descuidadamente e hiciera algo tan tonto – Kirei solo podía pensar en una.

Fe –

Si esas dos personas apoyaban a Emiya Kiritsugu por la fe que tenían en él, entonces todas sus acciones tontas eran lógicas. Pero al final apareció una importante pregunta.

Las mujeres frecuentemente son seres egoístas. Sacrificarse a ellas mismas para salvarlo a él es algo que solo puede hacerse cuando las dos mujeres lo aceptaran completamente, lo comprendieran completamente.

Lo que quiere decir que – ¿era Emiya Kiritsugu un ser que podía ser comprendido por otros?

“Eso no es posible…”

La garganta d Kirei hizo un quejido como un susurro.

Esas contradicciones no pueden estar ocurriendo.

Sus expectativas de Emiya Kiritsugu se habían dado vuelta completamente, un accidente en sus intuiciones.

Emiya Kiritsugu era un hombre vacio. Él debía ser un hombre que estuviera al borde del vacío y que aún no ha encontrado una razón para pelear. Es por eso que Kirei ansiaba encontrarlo. Él consideraba que profundo en el corazón de Kiritsugu, en esa clase de estilo de vida, debía estar la respuesta que él buscaba.

Si él quería que fuera así, Kiritsugu debía haber sido solitario. Él no debía ser aceptado ni comprendido por nadie, y así se volvería el maestro de un alma que habría sido separada del mundo – Tal como Kirei.

Kirei descartó las sospechas creciendo en su corazón, como escapando de esos pensamientos, y apretó sus dientes en cuanto corría solo por el bosque.

※※※※※

Irisviel oyó a alguien llamándola desde muy lejos y torpemente abrió sus ojos.

Un rostro familiar y cabello dorado brillando aún más bellamente en tanto reflejaba la luz.

“¡Irisviel, aguanta un poco! ¡Irisviel!”

“¿Saber…?”

Luego de que Irisviel confirmó que no era otra persona sino la muchacha que era la Rey de los Caballeros, ella estaba completamente aliviada por una sensación de seguridad y casi colapso nuevamente.

“¡No! ¡Mantén tu consciencia! Iré a llamar a Kiritsugu en seguida. ¡Aguanta hasta entonces!”

“…Kirei… ¿Dónde está el enemigo?”

Preguntó Irisviel con una voz tenue. Saber se quejó arrepentida en cuanto respondió.

“Él escapó. Si solo hubiera estado aquí un poco más temprano esto no hubiera pasado.”

“… ¿y la señorita Maiya?...”

Aunque ella también está severamente herida, no amenaza su vida. ¡Las tuyas son peores! La cantidad de sangre saliendo de esta –“

Saber se detuvo a la mitad, sorprendida.

La sangre que brotaba del abdomen de Irisviel hasta ahora súbitamente se detuvo. Saber cuidadosamente enrolló las ropas partidas y vio que estaba todo manchado en sangre pero no pudo encontrar ningún rastro de las heridas en su suave piel.

“– Lo siento, te asusté.”

Irisviel se levantó del brazo de Saber que la sostenía sin mostrar ningún dolor. Su cara debía estar pálida pero ya había recuperado su color. La herida de hace un poco parecía una simple ilusión.

“Irisviel, que ha –“

“Debe estar bien. No te preocupes. Comparado con la magia para curar a otros, curarme a mi misma es muy fácil... desde el principio mi cuerpo no fue creado como un cuerpo humano.”

“Ah…”

En cuanto Irisviel sonreía gentilmente hacia Saber, cuyos ojos estaban abiertos de sorpresa, ella se disculpó en el corazón por mentirle a esta incomparablemente confiable caballero.

“Es en realidad gracias a ti, Saber…”

Aunque desde la perspectiva de la magia el cuerpo de Irisviel es artificial, el arte de curarse a sí mismo cuando el practicante estaba inconsciente no era parte de ella. Lo que la curó era un milagro que no tenía nada que ver con la magia de Einsbern.

El Fantasma Noble Avalon • Todo es una Utopía Distante – este cura todas las heridas de quien lo porta, e incluso detiene la edad. La funda de la espada sagrada Excalibur. El artefacto usado de vuelta en el castillo Einsbern para invocar al Espíritu Heroico Arturo ahora estaba sellado dentro de Irisviel como un arma conceptual.

Normalmente debía ser una carta de triunfo que el Maestro, Kiritsugu, debía llevar. Pero entonces, sirviendo como protección para la Maestra substituto en la línea frontal, Irisviel, él dejó su último Fantasma Noble defensivo en manos de su esposa. Como sea, si su verdadero dueño, Saber, no estuviera cerca para otorgar prana, la vaina no tendría ninguna propiedad. Para Kiritsugu, quien decidió desde el comienzo actuar separadamente de Saber, era algo inútil.

Kiritsugu, que no confiaba en su propio Sirviente, le había dicho con atención a Irisviel que no debía hacerle saber a Saber sobre la existencia de la funda por seguridad. Pero Irisviel se sentía muy intranquila en su corazón por forzosamente tomar prestado el Fantasma Noble de la Rey de los Caballeros.

Aún así, cuando sus efectos fueron confirmados, era un poder verdaderamente sorprendente. Antes que Saber llegara Irisviel estaba sin lugar a duda en una condición crítica. Solo con el tacto de la mano de la Rey de los Caballeros las heridas sanaron repentinamente, y su fuerza se recuperó rápidamente. No por nada era conocido como un milagroso Fantasma Noble.

Sus Circuitos Mágicos que habían sido rotos a fuerza bruta por Kirei debían presentar malfuncionamientos, pero ya no tenían ningún problema. Así, ella podría ser capaz de usar magia como siempre sin problemas.

Así que lo próximo que debía hacer era tratar las heridas de Maiya. Inconsciente ella no estaba muriendo, pero sí sufría unas serias heridas. Irisviel, mirando a las heridas hechas sin piedad sobre el cuerpo, entendió de nuevo el terror de ese hombre, Kirei.

El Ejecutor era un monstruo. Sea enfrentando armas de fuego o magia, él solo usó sus capacidades físicas para pulverizar los ataque combinados de Irisviel y Maiya.

Este es un enemigo que jamás se le debe permitir acercarse a Kiritsugu – Irisviel mordió sus labios por la intimidación de su presencia.

Esta victoria podría llamarse un milagro obtenido por persistencia. Pero claramente era suerte. Si Saber se hubiera demorado un poco más en la batalla con Caster o Lancer, Kirei hubiera alcanzado el castillo en lo profundo del bosque.

Este no era el final. La próxima vez, Kirei desafiará nuevamente a Emiya Kiritsugu.

“Pero no soy solo yo quien protege a Kiritsugu… ¿cierto, señorita Maiya?”

Como Maiya había sido anestesiada en la preparación antes de curarla su expresión se había vuelto más serena. Ella no había recuperado la consciencia aún, y sin su usual expresión siniestra de rechazo en su rostro durmiendo, ella parecía solo como una niña inocente.

Ella debía odiarla. Irisviel ya no era inhumana. Porque su alma se había vuelto el de una mujer, de una esposa que amaba a un hombre. Pero ahora, Irisviel debe agradecerle a Hisau Maiya. Porque fue Maiya quien le mostró a Irisviel sus objetivos en esta Guerra.

“La próxima vez debemos ganar. Lo protegeremos juntas…”

Después de establecer un nuevo voto, Irisviel se concentró en sanar el cuerpo herido de Maiya.






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