Fate/Zero:Acto 4 Parte 1

From Baka-Tsuki
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Acto 4.

-153:59:42[edit]

“… Maldición. Esto es malo.”

Rider, quien estaba parado en el arco del Puente Fuyuki, observando la batalla que llevaba lugar en el distrito de almacenes, murmuró levemente mientras se levantaba.

“¿Qué, qué pasa?”

Viendo al Sirviente gigante mostrar impaciencia por primera vez, Waver se puso agitado, y le preguntó a Rider mientras se agarraba del marco de hierro.

“Lancer usó una técnica decisiva. Parece que él quiere el duelo decidido rápidamente.”

“¿No sería eso favorable para nosotros?”

“Tonto, ¿De qué estás hablando?”

Rider pateó el marco de hierro en que estaba parado generando un estruendo. Para Waver, cuyo cuerpo entero se sujetaba del marco, el temblor lo sacudió hasta sus huesos, y levantó otro chillido.

“Quería esperar hasta el desarrollo de la batalla antes que todos llegaran, pero viendo la situación actual, Saber va a estar en desventaja, y sería muy tarde para atacar para entonces.”

“¿Muy tarde? – ¿No querías atacar cuando todos ellos estuvieran exhaustos de pelear unos contra otros?”

“… Creo que has malentendido algo, muchacho.”

Rider frunció las cejas y giro su cabeza hacia abajo para mirar al Maestro echado junto a sus pies, como si estuviera decepcionado de la presentación de un payaso sin gracias.

“Yo esperaba que los otros Sirvientes tomaran el anzuelo de Lancer. ¿No es obvio? ¡Aún mejor que pelear con ellos uno a uno, es mucho mejor juntarlos a todos y tener una gran batalla real!”

“…”

Waver olvidó responder; la impresión nublo hasta su razón al descubrir las diferencias entre su entendimiento y el del valiente Espíritu Heroico.

“¿Juntarlos a todos… una gran batalla real?”

“Sí. Es una oportunidad tan rara el cruzar armas con los más grandes héroes a lo largo de todas las eras. Si están los seis completos aquí, no dejaría a ninguno de ellos huir.”

Un fiero y peligroso gruñido como el de un león se escurrió de la garganta de Rider, pero había un matiz de risa cuando levantaba los bordes de sus labios. Waver se dio cuenta de que solo este hombre podía llevar una sonrisa como esa.

“Entonces, Saber y Lancer. Ambos tienen el flameante espíritu de verdaderos guerreros. Los admiro; sería una pena dejarlos morir así.”

“¡¿Qué más hay aparte de matarlos?! No es ese el punto de la Guerra del Santo Gríaaaa-.”

La voz ligeramente histérica de Waver fue interrumpida sin piedad por una palmada en su frente.

“Victoria sin ruina, dominación sin desgracia. ¡Esa es la verdadera conquista!”

Proclamó Rider, sosteniendo firme su pecho; entonces él desenvainó la espada en su cadera y cortó a través del aire vacio con un blandir, surcando el espacio vacío.

Un enorme Fantasma Noble brillante apareció inmediatamente, galopando acompañado de torbellinos de prana. Waver sintió como si estuviera a punto de ser lanzado por la repentina tormenta, tragándose sus gritos y apretando el marco de hierro aún más firmemente.

“Se acabó la observación. Nos unimos a la batalla, muchacho.”

Antes de que terminaran sus palabras, Rider había montado en el Fantasma Noble con un salto, con su capa ondeando.

“¡Idiota Idiota Idiota! ¡Estás actuando sin sentido!”

“¿Oh? Si no quieres ir, te puedes quedar aquí y mirar.”

“¡Yo voy! ¡Llévame, idiota!”

“¡Bien, eso es más acorde a mi Maestro!”

Rider emitió una clara risa, tomó gentilmente a Waver por el cuello de la chaqueta, y dejó a Waver montar por sí mismo.

“¡Ahora vamos, Rueda de Gordius • Rueda de la Autoridad de los Cielos! (1)”

El Fantasma Noble respondió al llamado del Rey de los Conquistadores con un temblor estruendoso.


※※※※※

Una tormenta surgió. Una confusión de vida y muerte.

El momento en que el espadachín y el lancero se deslizaron al lado de cada uno, flores de brillante sangre carmesí revolotearon y florecieron brevemente – antes de desaparecer en un parpadeo.

Saber, que había cargado adelante, se detuvo. Los dos se voltearon al mismo tiempo.

Ambos aún se encontraban de pie erectos, sin perder el pensamiento de la lucha entre ellos. Ambos Espíritus Heroicos seguían intactos.

Finalmente la batalla tuvo la leve posibilidad de alejarse del camino de atacarse el uno al otro. En ese momento Saber se agarró de la situación e hizo una rápida decisión que prolongó su duelo.

Como resultado, la lanza amarilla que se balanceó para atravesar a Saber no aterrizó en su pecho, sino en su brazo izquierdo. Al mismo tiempo, la espada dorada que Saber levantó se desvió tan solo un poco de las partes vitales de Lancer, el filo apuntó al brazo izquierdo de Lancer… Es curioso cómo se lastimaron en la misma parte.

¿Pero estaban dañados de igual manera?

“Aún no me dejarás ganar fácilmente… Están muy bien, esa firme actitud tuya.”

Lancer miró fijamente a Saber con una sonrisa desolada, como si estuviera desesperadamente tratando de no prestarle atención a la herida en su codo. Como era esperado, como una película en reversa, la herida de Lancer se sanó sin que nadie la tocara, y no dejó ninguna marca. La auto-recuperación de un Sirviente no alcanzaría para recuperarlo tan rápidamente; debía ser su Maestro escondido y observante quien utilizo alguna magia de curación.

Contrario a Lancer, incluso la seria belleza de Saber no podía ocultar su dolor y ansiedad.

La lanza flotante de Lancer y la espada empuñada firmemente por ambas manos de Saber tenían un definitivo desbalance en poder. Por lo menos, desde el exterior, la herida causada por la lanza corta en el antebrazo de Saber parecía más bien leve comparada con la de Lancer.

“… Irisviel, sana mi herida también.”

“¡La sané! Lo hice, pero…”

Comparada a Saber, quien estaba herida, la expresión de Irisviel parecía aún más agitada.

Irisviel era indudablemente una maga de primera categoría. La fuerza e intensidad de su destreza queda fuera de discusión. Ella es, en realidad, una excepción en el mundo de los magos, poseyendo un cuerpo que fue ‘diseñado’ y ‘fabricado’.

Sería imposible para ella cometer errores usando magia tan básica como la de sanación. Aún si un error hubiera ocurrido por casualidad, Irisviel hubiera sabido cómo tratarlo por sí misma.

Y aún –

“No, la sanación si funcionó. Saber, tú estado actual es de completa salud.”

“…”

Saber no osó a bajar su guardia mientras seguía estimando a Lancer con precaución, y al mismo tiempo observaba el daño en su brazo izquierdo. La herida no sangraba mucho y era bastante superficial, pero el problema era que sus tendones estaban cortados. El dedo más importante en su mano, el pulgar, estaba inmóvil. Saber no podía ejercer suficiente fuerza para agarrar la empuñadura de su espada.

Saber sabía que no había nada de malo con los métodos de sanación de Irisviel, pero el brazo no estaba curado. Su pulgar izquierdo se sentía como si hubiera nacido inútil, volviéndose completamente inmóvil.

Lancer no prestó atención a Saber, ni tampoco continuó su ataque. Lleno de confianza, él se inclinó y se inclino y recogió con su mano izquierda la lanza amarilla corta que cayó al suelo.

“Frente a mi Fantasma Noble Gáe Dearg •Rosa Carmesí del Exorcismo, es bueno que te hayas dado cuenta que tu armadura era inútil.”

Quizás él pensó que después de mostrar los efectos de su Fantasma Noble, ya no había punto en mantener la mascarada. Lancer dijo el verdadero nombre de su Fantasma Noble sin vacilación.

“Pero fuiste imprudente en deshacerte de tu armadura. Si no lo hubieras hecho, hubiera tenido protección contra Gáe Buidhe • Rosa Dorada de la Inmortalidad.”

Lancer comenzó a blandir exageradamente la larga lanza roja en su brazo derecho y la corta lanza amarilla en su brazo izquierdo como si estuviera extendiendo un par de alas, en exactamente la misma manera como cuando comenzó el duelo. No era un gesto para seducir, sino un estilo único de combate dominado después de un arduo entrenamiento.

“Ya entiendo ahora… Es una lanza maldita; las heridas causadas por ella nunca sanarían. Debí haber notado esto más temprano…”

Una lanza roja que corta prana, una lanza dorada maldita, y un lunar de amor bajo su ojo izquierdo que atraía a las mujeres – era fácil de determinar cuando todos esos eran puestos juntos. Basado en leyendas, el glorioso nombre elogiado por las leyendas de los héroes celtas, estaba en realidad remotamente relacionado al Rey Arturo. Era bastante increíble que esto no se le ocurriera a Saber.

“El primer guerrero de los Caballeros de Fianna… Diarmuid del Lunar de Amor. No sabía que el Grial te otorgaba el honor de participar en la guerra a ti.”

“Esa es la belleza de esta guerra por el Santo Grial… Pero el honor es mío. Cualquiera que atravesara el tiempo y el espacio invitado al Trono de los Héroes, no confundiría tu espada dorada por ningún otra.”

El Sirviente participando en la cuarta Guerra del Santo Grial, Lancer… el Espíritu Heroico de los celtas, Diarmuid ua Duibhne.

Lancer, cuya cubierta fue descuidadamente descubierta, estrechó sus ojos con una refrescante sensación a pesar de eso.

“Competir con el famoso rey de los caballeros, incluso llegar a cruzar espadas – Hmph, yo tampoco renunciaría a esta oportunidad.”

Como Espíritus Heroicos que están separados por el tiempo, ellos no tuvieron conexiones históricas. A través de las leyendas del pasado de las eras a las que son invitados, ellos podían llegar a saber de los héroes que vinieron después de ellos. Diarmuid también conocía la leyenda del Rey Arturo que trajo fama a su tierra natal después de su propio tiempo.

“Así que, ya que conocemos el nombre uno del otro, yo te reto como un caballero a determinar la victoria de esta mundana batalla – aun cuando ya he herido tu brazo. ¿Sientes que eso es injusto, Saber?”

“No bromees. Sería más una vergüenza para mí si tú te preocupas de una herida tan pequeña como la mía.”

Declaró Saber resueltamente, mientras al mismo tiempo apretaba sus dientes con odio profundo en su corazón.

Solo un golpe no es gran cosa…

Saber reunió nuevamente su prana para envolverse en la armadura plateada. Aunque sería un desperdicio de prana frente al Gáe Dreag de Lancer, aún podría bloquear el golpe crítico de Gáe Buidhe. Saber comprimió el aire del alrededor y una vez más selló su espada dorada dentro de Aire Invisible • Frontera del Rey Viento.

Su herida no puede ser curada. Lo más probable es que la maldición de la lanza dorada no se desvanecerá hasta que la misma lanza sea destruida, o su dueño Diarmuid haya perdido.

Saber debe irrumpir a través de las lanzas gemelas de Lancer con sola su mano derecha. Con la ayuda de impulsos de prana, blandir su espada a una mano no sería muy doloroso. Pero la fuerza que solo podía ser cargada con ambas manos estaba sellada, y tampoco podía usar su movimiento definitivo: Excalibur • Espada de la Victoria Prometida.

De todos modos – En este momento, lejos de acobardarse, el espíritu de lucha de Saber se disparó.

Era un plan meticuloso usar uno de sus dos Fantasmas Nobles primero, y astutamente conducir a su enemigo a descuidarse. Saber no estaba molesta con el truco; al contrario, ella deseosamente quería aplaudir el plan de Lancer.

El enemigo es perfecto.

Ella encontró un enemigo sin fallas en su primera batalla de la Guerra del Santo Grial. Como una guerrera que vivía por su espada, era inevitable que su espíritu de lucha ascendiera hasta los cielos cuando se enfrentara a un fabuloso oponente. Al mismo tiempo, Diarmuid ua Duibhne, él que se encontraba oponiéndose a Saber, también se forzaba a sí mismo a no solo enfrentarla con trucos, si no ocupando todo su ingenio en esta gran batalla.

Lancer habría detectado el vigor de Saber sin palabras. Una sonrisa satisfecha se escurrió en la boca de Lancer. Su corazón se sintió de exactamente la misma manera que el de Saber. Lancer respetaba a Saber por sacrificar su brazo izquierdo para bloquear el ataque sorpresa de su Gáe Buidhe que fue lanzado a matar. Eso agregó un lustre extra al goce de Lancer asociado al valor de ganar esta batalla.

Como caballeros, los dos Espíritus Heroicos incluso se respondieron el uno al otro en el deseo de sus almas de combatir.

“Prepárate Saber, yo ganaré esta vez.”

“Solo si yo no gano primero, Lancer.”

Ambos intercambiaron sus vivaces provocaciones mientras planeaban su próximo ataque fatal, lenta y cautelosamente aproximándose el uno al otro.

La espada santa y la lanza demoniaca estaban al filo de una situación explosiva.

El aire estaba helado, claro y lleno de tensión – en ese momento, fue repentinamente hendido por una ruido parecido a truenos.

“-¿!¡?”

Saber y Lancer estaban ambos quietos con sobrecogimiento, volteándose simultáneamente a mirar el cielo del sur-este. El origen del sonido estaba claro para que todos lo vieran.

Un objeto volador hizo una línea recta a través del cielo y se dirigía directamente hacia su ubicación, esparciendo chispas violetas de truenos en su camino. El sonido era sin duda creado por eso.

Irisviel estaba muda de asombro mientras dijo en shock.

“… ¿Un carruaje…?”

Por su apariencia, era un carruaje antiguo con dos proas. No era llevado por caballos de guerra, sino por apuestos toros con músculos ondeando como olas. Sus cascos surcaban el espacio, empujando el lujoso y esplendido carro.

No, el carro no estaba meramente flotando en el aire. Sus ruedas tronaban ruidosamente; no era tierra firme, sino truenos en los que se paraban los toros.

Cada vez que los cascos de los toros y el carro ‘pisaban’ el cielo vacio, rayos violetas se esparcían como redes, levantando el aire con bramidos ensordecedores. El prana brotando de los rayos era probablemente lo que Lancer y Saber podrían liberar si usaran cada pizca de su fuerza.

Solo el Fantasma Noble de un Sirviente podía ser tan extraño y emitir una cantidad tan enorme de prana. Sin duda, un tercer Sirviente había decidido interrumpir el duelo entre Saber y Lancer, y estaba ahí mostrándose a sí mismo.

“…”

Saber y Lancer, ambos se quedaron tensos y observaron la repentina llegada del carruaje, mudos. El estado de alarma de Irisviel era obvio, y el aún no aparecido Maestro de Lancer también debió haber sentido escalofríos.

Al ser envuelto por tal enorme aura de rayos y truenos, el Espíritu Heroico es muy probablemente algún tipo de dios del trueno. Y si era un dios del trueno con conexión a los toros, el primero que venía a la mente sería el más grande de los dioses del Monte Olimpo. Aunque este carro en sí no puede ser llamado un Espíritu Heroico, incluso adjunto a un Espíritu Heroico era bastante amenazante.

El carro que andaba en truenos hacía círculos sobre Lancer y Saber amenazadoramente, y luego se detuvo y se posó en la tierra. Estaba puesto exactamente entre los dos Espíritus Heroicos, bloqueando ambas, la lanza y la espada. La deslumbrante luz que cesó a la vez que el carruaje aterrizó, reveló la figura de un hombre musculoso, parado dominantemente al mando del carro.

“Ustedes dos, pongan sus brazos abajo. ¡Viene un rey!”

Este bramido casual fue casi tan poderoso como los truenos emitidos en el aire. Su fiera mirada casi tenía el poder de devolver el filo de la espada y la punta de la lanza.

Lancer y Saber son ambos Espíritus Heroicos; un bramido o dos no los iba a asustar. Aún así, este nuevo Espíritu Heroico no quería atacarlos, sino que tan solo se unió porque quería intervenir en su duelo. Los dos comenzaron a dudar dado que no comprendían las razones tras su acción.

El imponente dueño del carruaje primero dentó el vigor de Lancer y Saber, y luego siguió hablando en un tono severo.

“Mi nombre es Alejandro, Rey de los Conquistadores. Participo en esta Guerra del Santo Grial y recibí la clase de Rider.”

Fue entonces cuando verdaderamente todos se quedaron atónitos. En la Guerra del Santo Grial ningún Sirviente hubiera declarado su identidad ya que podría ser un componente clave en sus planes de batalla. Mientras tanto, la persona más agitada era Waver, quien estaba sentado al lado de Rider.

“¿Qué – demonios crees que estás haciendo, estúpido idiota?”

Con su miedo al enorme cuerpo de Rider olvidado en la confusión, Waver le gritó a Rider mientras se sostenía del manto del Rey de los Conquistadores.

Bish, el despiadado golpe con el dedo resonó en la noche; la voz protestante se hundió. Solo el dedo del medio de la mano derecha de Rider le prestó atención, y Rider les preguntó con una mirada a Lancer y a Saber que estaban a ambos lados de él.

“Ustedes pelean los unos con otros para obtener el Santo Grial… Antes de que crucen armas quiero preguntarles algo.

No sé qué expectativas tienen del Grial. Pero ahora, consideren por un momento si sus deseos son aún más grandes que el deseo de poseer toda la tierra y los cielos.”

Aunque Saber aún no comprendía lo que él decía, sus instintos le dijeron que esas palabras estaban llenas de peligro. Sus pupilas se ensancharon involuntariamente.

“Tú - ¿Qué es lo que quieres decir?”

“¿Hum? Yo fui bastante claro.”

Para entonces Rider había conservado su dignidad, pero su voz era mucho más gentil y amigable.

“Yo he descendido sobre el campo de batalla, ¿Así que no tienen intención de obtener el Santo Grial para mí? Si hicieran así, yo los consideraría como amigos, y compartiría el gozo de conquistar el mundo.”

“…”

Era una sugerencia tan pasmosa. Saber estaba aturdida antes de que tuviera siquiera la oportunidad de sentir rabia. Por el otro lado, Lancer estaba también atónito y sin habla.

Alejandro, Rey de los Conquistadores. Él es sin duda un Espíritu Heroico extraordinario. No hay nadie más como él en la historia de la humanidad, tan lleno avidez para manifestar su ambición de conquistar el mundo.

Pero aún así, ¿qué hay de la sugerencia de Rider? Llegando repentinamente, declarando orgullosamente su verdadero nombre y demandando a los otros respeto antes de haber mostrado su valor en batalla: todas esas acciones hacían parecer que él no tenía intención de unirse a la guerra por el Santo Grial.

Era la primera vez que alguien había visto algo así. Era difícil decir si esto era una sabia decisión o un movimiento absurdo.

“Admiro tu osadía al declarar tu identidad justo ahora, sin embargo… encuentro difícil consentir a tus propuestas.”

Lancer sacudió su cabeza con una sonrisa amarga, pero no había ese humor en sus ojos. Una mirada tan intimidante como una filosa espada colisionó de frente con la insolente mirada de lado del Rey de los Conquistadores; volaron chispas.

“Yo levantaré el Grial; ese es el voto que he tomado con el único nuevo rey de esta era. El que tendrá el Grial en sus manos no serás tú, Rider.”

“… ¿Detuviste mi duelo con Lancer solo para declarar esos disparates?”

Preguntó Saber, seguido inmediatamente de las palabras de Lancer. Su expresión era diferente de la del hermoso lancero; no se podría encontrar ninguna mueca. La sugerencia de Rider era extremadamente irritante para alguien tan seria como ella.

“Tú broma ha sido demasiado, Rey de los Conquistadores. Esta es una humillación insoportable para un caballero.”

Ambos Lancer y Saber lanzaron miradas hostiles a Rider. Rider farfulló irritado, masajeando sus sienes con sus nudillos subconscientemente a la vez. Aunque parecía que Rider estaba quedándose sin planes, su pose majestuosa no cambió en absoluto; por esto, Rider era alguien bastante poco común.

“… ¿Me están ofreciendo condiciones?”

“¡Suficiente!”

Sintiendo que Rider podría intentar comprarlos, Lancer y Saber lo denegaron simultáneamente. Saber continuó con decepción marcada en su cara.

“Además… Yo también soy aquel señor que domina sobre Bretaña. Sin importar que clase de rey uno sea, uno jamás podría inclinarse ante otro señor.”

“¿Oh? ¿El rey de Bretaña?”

Rider mostró interés en las declaraciones de Saber y levantó sus cejas.

“Que sorprendente. El renombrado Rey de los Caballeros es en realidad una joven muchacha.”

“– ¿Y te gustaría probar el filo de esa joven muchacha, Rey de los Conquistadores?”

Saber levantó su espada mientras bajaba su voz. Su mano izquierda aún no tenía poder para levantar la espada; sus cuatro dedos solo estaban descansando en la empuñadura. El espíritu de pelea que surgió vibrando del filo era más solemne y majestuoso que cuando peleó con Lancer. Rider frunció sus cejas y soltó un largo suspiro.

“Vaya – con que es el quiebre de las negociaciones. Que desperdicio, eso está muy mal.”

Cuando Rider miró hacia abajo y masculló a sí mismo, él encontró la mirada llena de odio que lo observaba por debajo de sus pies.

“Ri, de, eeer…”

Aún tenía el dolor de su frente hinchada, pero su mortificación fue más trágica que su dolor. La voz de Waver pasó áspera por el aire.

“¿Ahora queeé? Hablando una y otra vez sobre conquista, y aún le desagradas a la gente… ¿De verdad crees que le puedes ganar a Saber y Lancer?”

El fornido sirviente enfrentó la pregunta de su Maestro sin signos de remordimiento, sino que comenzó a reír vigorosamente.

“Er, bueno, ¿no había un dicho que dice que las acciones hablan más que las palabras?”

“¿¡Y tu acción es tan solo gritar tu verdadero nombre así!?”

Waver estaba tan molesto que su cabeza le daba vueltas. Usando sus dos débiles puños, comenzó a martillar el peto de Rider, quien estaba parado ahí, y comenzó a soltar lagrimas. Mirando esta triste situación, Irisviel no sintió ni desprecio ni simpatía. Ella tan solo sintió que no lo podía soportar más.

La atmosfera se había relajado levemente –

“¿Oh? Eres tú, de entre toda la gente.”

- y repentinamente se volvió tensa nuevamente con la baja, resentida voz que crepitó en la tierra.

Era el aún oculto maestro de Lancer. Desde que le había ordenado a su Sirviente que usara su Fantasma Noble, su observación había sido muy silenciosa. Ahora estaba interviniendo para preguntar a Waver su propósito de venir aquí.

Era un sonido que era completamente distinto del tono usado antes; algo que exponía un corazón atisbado de odio.

“Y yo me preguntaba para que habías robado mi Reliquia Sagrada en tu alboroto – Yo no pensé que en realidad tendrías las agallas para unirte al Toque del Cielo, Waver Velvet.”

Waver escuchó a alguien llamar su nombre con malicia y supo quién era el sujeto de ese odio. No solo eso, Waver podía adivinar quién era el dueño de esa voz.

“Ah… uh…”

¿Cómo no lo pudo haber predicho? Con un rango tan alto como catedrático de la Torre del Reloj, le podrían preparar una Reliquia Sagrada para otro Espíritu Heroico aún si el manto de Alejandro fuera robado. Por lo tanto, en la tierra de Fuyuki, no era algo sorprendente tener a este hombre parado frente a Waver como su enemigo…

“Que lastima. Es una desilusión, realmente. Yo de hecho quería que mi pobre y querido estudiante fuera feliz. Waver, alguien tan mediocre como tú solo merece poseer la tranquila y estable vida de la gente común.”

Waver estaba aturdido con ilusiones, incapaz de determinar de dónde venía la voz. Él ya no sabía cuántas veces había experimentado la nauseabunda sensación en su estomago – Catedrático Kayneth El-Melloi Archibald. La sensación de tener esos ojos azul cristal que sostenían una mezcla de humillación y lastima, los que miraban hacia abajo a Waver desde la seria y delgada cara del catedrático desde algún lugar sobre la cabeza del muchacho – nuevamente él los sintió agudamente.

Waver quería devolver algunas observaciones astutas al catedrático. Waver había, antes de que este catedrático lo hubiera conseguido, logrado hábilmente el convertir al Espíritu Heroico Alejandro en un Sirviente que lo obedeciera. ¿No era esa la mejor venganza para la humillación que él había sufrido en la Torre del Reloj durante tanto tiempo?

Si. Ya no es más una relación entre profesor y estudiante. Él es ahora mi verdadero enemigo. Lo puedo odiar tanto como quiera, e incluso ir tan lejos como quitarle su vida. Ahora él es sin duda mi verdadero oponente.

Durante los pocos años que Waver pasó en la Torre del Reloj, él siempre había odiado a ese soberbio catedrático en cada momento, despierto o durmiendo, incluso había considerado matarlo en algunas ocasiones – sin embargo, era la primera vez en que él estaba enfrentando con tal enemistad al catedrático. El joven Waver experimentó la punzante mirada de un verdadero mago que estaba lleno del deseo de matarlo por primera vez.

Como sea – el caso opuesto era verdad también.

El dueño de la voz vio el miedo petrificado en la cara de Waver con su aguda vista. Con un tono de fría burla que hizo parar el pelo de Waver en sus puntas, él continuó hablando como si jugara con Waver.

“Bueno, no lo puedo evitar, joven Waver. Déjame darte unas lecciones extra. El verdadero significado de la matanza entre magos – pasaré el terror y el dolor de la muerte a ti sin ninguna reserva. Deberías estar orgulloso.”

De hecho, Waver ya estaba temblando de miedo, ni siquiera prestando atención a la humillación traída por esas palabras.

Para convertirse en un verdadero mago, uno debe estar preparado para ser asesinado… Una teoría que era usualmente comprendida a través de los libros fue sentida profundamente por Waver. La mirada arrojada por ese hombre desde quién-sabe-dónde era aún más letal. El momento en que un mago quiere matar es el momento en que la sentencia de muerte es pronunciada – Waver no sabía eso hasta ahora.

Entonces algo apretó los delgados hombros solitarios del muchacho, que estaba temblando de terror, en un gentil y poderoso abrazo.

Waver estaba confundido con el duro pero aún gentil contacto. La mano del fornido Sirviente – gruesos dedos que eran tan espesos con callos solo podían inducir temor al bajo Maestro.

“Hey, mago. Si yo entiendo bien, se suponía que tú serías mi Maestro en vez de este muchacho, aparentemente.”

Rider llamó al desaparecido Maestro de Lancer. De hecho, su cara estaba cubierta y retorcida por una enorme sonrisa de malevolente lástima.

“Esa idea es más que ridícula. El hombre que merece ser mi Maestro debe ser un guerrero que monta conmigo hasta el campo de batalla, no un cobarde que ni siquiera se atreve a dar la cara.” Descendió el silencio; solo la ira del Maestro aún no visto se podía sentir diseminándose en el aire nocturno. Rider rió repentinamente en el cielo vacio, una risa estruendosa que sacó el aire de sus pulmones.

“¡Salgan ya! Debe haber otros también. ¡Amigos que se ocultan en la oscuridad y nos espían!”

Saber y Lancer estaban ambos choqueados.

“- ¿Qué estás haciendo, Rider?”

Enfrentando a una Saber inquieta, el Rey de los Conquistadores le levantó el pulgar acompañado de una amigable sonrisa.

“Saber y Lancer, su batalla frontal es excelente y está muy bien. El claro sonido hecho por la colisión de sus espada y lanza podría a lo mejor atraer a más de un Espíritu Heroico, ¿no están de acuerdo?”

Irisviel estaba temblando con la idea de que Kiritsugu podría haber sido descubierto en su desconocido escondite, pero Rider solo tenía a otros Sirvientes en mente. Rider quería repartir el sonido ensordecedor a cada esquina de los alrededores y bramó nuevamente.

“Qué pena. ¡Verdaderamente, qué pena! ¡Los héroes se deben haber reunido en Fuyuki! Viendo las proezas demostradas aquí por Saber y Lancer, ¿no les invoca ningún sentimiento? Teniendo un nombre que merece elogio, y aún ocultándose y espiando en secreto; qué cobardía. ¿Incluso los Espíritus Heroicos estarían avergonzados al oír esto, huh?”

Luego de otra ración de risas, Rider sacudió su cabeza con una intrépida expresión en la esquina de su boca, y terminó con una mirada desafiante.

“¡Espíritus Heroicos invitados por el Santo Grial, reúnanse aquí en este momento! Para aquellos cobardes que temen mostrar sus caras, repártanse la humillación que Alejandro, el rey de los Conquistadores, les impartirá. ¡Prepárense!”

El entusiasta discurso de Rider incluso llegó a Emiya Kiritsugu, quien se estaba escondiendo en el distante puerto, conduciendo su observación. También fue oído por Maiya, en la posición opuesta a Kiritsugu.

La mente de los antiguos héroes era tan lejana a la de Kiritsugu que él no pudo más que suspirar en respuesta.

“… ¿Ese tonto consiguió conquistar el mundo?”

“…”

Opuesta a la red, Maiya también parecía no comprender la situación.

Como Kiritsugu y Maiya, Kirei, observando secretamente, también vio todas las acciones de Rider y oyó sus absurdas palabras a través de los ojos y oídos de Assassin. Mientras Kirei estaba en la lejana iglesia Fuyuki, él ya le había dicho todo lo que había visto y oído a Tōsaka Tokiomi por medio de la joya comunicadora al lado de él.

“… Esto es malo.”

Desde la distante residencia de Tōsaka se oyó esa iracunda frase.

Aunque Kirei sabía que el locutor no podía verlo, él frunció sus cejas y asintió.

“Ciertamente.”

Tokiomi y Kirei no hicieron caso omiso a las palabras absurdas de Rider como lo hizo Emiya Kiritsugu. El motivo era que ambos habían pensado en un Espíritu Heroico en particular que jamás ignoraría las desafiantes palabras de Rider.



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