Fate/Zero:Acto 13 Parte 2

From Baka-Tsuki
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-47:42:07[edit]

En el aire fresco de la mañana, Emiya Kiritsugu se presentó ante cierta casa abandonada en Miyama.

Era un antiguo edificio construido hace varias décadas, carente de renovación o mantenimiento. El patio incluso poseía un almacén construido en la época anterior. Para ser exactos, este era el lugar que había comprado como sede de preparación para Irisviel. Considerando que incluso el Castillo Einsbern, con su ubicación fuera de los límites de la ciudad, ya había sido atacado por los enemigos, se hizo evidente que la compra de este escondite estaba lejos de ser innecesario.

Saber no estaba aquí. Normalmente, él podía sentir la presencia del Sirviente a través de sus Sellos de comando, pero ahora no sentía nada. Tal vez ella se dirigía a la sede de Rider. Consciente de eso, Kiritsugu planeó seguirla.

Sería muy fácil asesinar a un mago aprendiz como Waver cuando se conociese su escondite - sin embargo, él sólo podía hacer su movimiento una vez Saber hubiese atraído al Sirviente opositor. Kiritsugu también había seguido a Tōsaka Tokiomi, quien había dejado la Iglesia Fuyuki por cuenta propia, todo el camino hasta la casa Tōsaka la noche anterior, pero no había encontrado ninguna oportunidad para atacar. Él había sentido la vigilancia de Archer sobre la situación desde algún lugar desconocido. Si él hubiera golpeado valientemente a su Master en tales condiciones, habría sido suicida.

A pesar de que había afirmado la localización del objetivo, Kiritsugu no fue a la escena inmediatamente. En su lugar, se apresuró a este edificio abandonado que sirve como sede temporal.

No era su intuición, sino una premonición compuesta de muchos factores... temía que está fuese su última oportunidad de comunicarse con su esposa.

Ahora, con tres Sirvientes caídos en batalla, Kiritsugu estaba muy consciente de la situación en torno a Irisviel, el “Recipiente” del Santo Grial. Hubiese sido su corazón frágil, nunca habría venido aquí.

El encuentro con su esposa era ahora una prueba para Kiritsugu, de alguna manera su castigo.

El sacrificio exigido por el Santo Grial que él busca, era la vida de la mujer que amaba profundamente - tenía que enfrentar este hecho, sin mostrar ni una pisca de indecisión.

Si él podría superar esta prueba, entonces el Emiya Kiritsugu que emerge sería capaz de derrotar todos los sentimientos en su corazón y remover toda duda. Prudentemente y concretamente, al igual que una máquina, sería seguro que sostendría el Santo Grial en sus manos.

Por lo tanto, para el auto llamado “un arma de guerra”, ésta era la final y más grande prueba.

Si no podía manejarlo... entonces eso significa que todos los sueños en el pecho del hombre llamado Emiya Kiritsugu no tenían ningún sentido en absoluto.

De pie delante de la puerta que conduce al almacenamiento subterráneo, Kiritsugu tocó un patrón de acuerdo a la contraseña acordada. Pronto, Maiya abrió las pesadas puertas de aceró desde el interior.

Kiritsugu notó los cambios en Maiya antes de que cualquier palabra fuese dicha.

Maiya, cuyos ojos estaban llenos de indiferencia y nihilismo en cada situación, ahora tienen piscas de nerviosismo, como si la presencia de Kiritsugu la hiciera vacilar.

"... Estás aquí para visitar a la madam?"

Kiritsugu asintió sin decir palabra. Maiya bajó la cabeza y dijo en voz baja.

"Su situación actual..."

"Lo sé, lo sé todo."

No importa qué, Kiritsugu necesita mirar la escena en esta bodega subterránea con sus propios ojos. Por otra parte, había estado preparado mentalmente para esto - comprendiendo esto, Maiya no dijo nada más y salió del camino de Kiritsugu, y luego caminó hacia el exterior de la bodega subterránea.

Irisviel silenciosamente postrada en el Círculo Mágico lleno de pulsaciones de prana, en la apenas iluminada esquina de la bodega subterránea. Ésta figura provocó los recuerdos de Kiritsugu.

La primera reunión de Kiritsugu e Irisviel fue justamente así. Traída por el padre de la familia, Acht, en la parte más profunda del taller de la familia Einsbern, él estuvo delante de una Irisviel profundamente dormida dentro de líquido amniótico.

Como el recipiente del Grial - ¿por qué le dan a un artilugio con una vida útil de pocos años, tan hermosa apariencia? En aquel entonces, él sintió que no era razonable.

¿Es está cosa el Santo Grial? Cuando hubo hecho esta pregunta al antiguo mago junto a él, ella que había estado profundamente dormida repentinamente abrió los ojos. Los ojos se le quedaron mirando a él, a través del líquido amniótico que flotaba frente a su cara, esa mirada llena de carmesí oscuro, habían cautivado por completo a Kiritsugu. No podía olvidarlo hasta este día.

Era igual ahora como lo fue entonces.

Irisviel abrió los ojos. Ella y Kiritsugu se miraron, luego, ella le dio una pequeña y dulce sonrisa.

"Ahh - Kiritsugu -"

Irisviel extendió la mano y acarició la cara de Kiritsugu.

Incluso un simple movimiento como ese, requiere que la actual Irisviel gaste una cantidad relativamente grande de energía - sus dedos helados convulsionaron un poco en reflejo a esto.

"- ¿Es esto un sueño? ¿De verdad – has venido a verme otra vez - "

"Ahh, sí."

Era más fácil de lo que él pensaba, y aún podía hablar libremente. Fue igual que cuando hundió a Natalia. El lenguaje y las acciones no se vieron afectados en lo absoluto. No importa qué tan enredado estaba su corazón o qué tan desechas sus emociones se volviesen, sus dos manos todavía podían completar el trabajo con precisión.

Él podría obtener la victoria - lo creía con firmeza.

Ahora, Emiya Kiritsugu estaba preparado para cualquier cosa y puede garantizar completamente la fiabilidad de sus funciones. La fuerza de los humanos nunca fue algo que molestase a Kiritsugu. Ninguna cantidad de confusión o angustia puede afectar su trabajo. Para Kiritsugu, su sistema mental de reconocer una meta y actuar hacia ella puede funcionar sin ser molestados por ningún factor.

Desde esta perspectiva - él era el instrumento más perfecto porque tenía ese defecto fatal como ser humano.

"Me… siento muy feliz..."

Irisviel acarició suavemente la mejilla del hombre que sólo puede ser llamado máquina y dijo en voz baja.

"Para ser capaz de enamorarme de ti... casarme contigo... tener un esposo, tener una hija. En los pocos años que pasaron rápido... me diste todo lo que quería... ya no tengo ningún arrepentimiento. Todo, toda la felicidad en este mundo, ya la he... "

"... Lo siento, hay muchas, muchas promesas sin cumplir."

Dije que te sacaría de ese eterno castillo invernal para ir a ver las flores florecer afuera, para mirar el mar que brillaba con luz sobre las olas.

Una vez te prometí que un día te llevaría conmigo a mirar todas esas cosas.

Ahora que lo recuerda, ha sido una promesa irresponsable.

"No, fue lo suficientemente bueno. Mmm. "

Irisviel no se quejó de esas promesas incumplidas y dijo con una sonrisa.

"Todas esas alegrías que no experimenté... todo lo que queda sin hacer, por favor dáselo a Illya. Tu hija - mi más importante Illya."

En ese momento, Kiritsugu finalmente entendió la razón por la que Irisviel, quien se acercaba al borde de la destrucción, podía aún sonreír con tal fuerza.

"Tú debes, traer a esa niña."

La madre que otorga su esperanza sobre su hija, no tenía miedo.

Así era como ella podría enfrentar su propia muerte, con una sonrisa, sin ningún rastro de terror.

"Deja que esa niña, vea todo lo que no vi en mi lugar... déjala ver, las flores de cerezos en la primavera, las nubes en verano...”

"Entiendo".

Kiritsugu asintió.

Para una máquina que sólo sabía obtener el Santo Grial, está era una acción sin sentido y sin embargo, otra promesa sin sentido.

Aún así, todavía asentía como ser humano.

Después de haber obtenido el Santo Grial y cumplido su deseo de salvar al mundo... la máquina que había cumplido con su deber, cambiaría a humano de nuevo, ¿verdad?

En aquel momento, sin duda recordaría su promesa a su esposa. Y en aquel momento, hacer el deber de un buen padre y amar a su hija completamente.

Eso fue algo para el futuro cercano. Podría hacerse realidad después de sólo unos cortos y pocos días más.

Sin embargo - esté no era ese momento.

"Esto... tiene que ser devuelto a..."

Temblando, Irsiviel puso su mano sobre su pecho y concentró todo el prana dentro de ella en la punta de sus dedos.

De pronto, en sus manos vacías una luz dorada empezó a brillar, envolviendo la bodega entera con una cubierta de brillo cálido.

"..."

Aguantando la respiración, Kiritsugu miró todo lo que ocurría delante de él. La luz gradualmente formó una silueta, luego se convirtió en un objeto que brillaba con un esplendor metálico y cayó en manos de Irisviel.

La vaina de oro.

"Iri...”

"Esto... es algo muy importante para ti. En la batalla final, será definitivamente útil... "

La voz de Irisviel sonó aún más débil que antes.

Eso era de esperarse. Irisviel, quien se escondió en el Círculo Mágico en esta bodega subterránea con el fin de reducir la velocidad de su destrucción, se había separado de la última cosa que la protegía, el milagroso Fantasma Noble - Avalon • Todo es una Distante Utopía, sellada en su interior como un Arma Conceptual - de su cuerpo usando sus propias manos.

"Yo... estaré bien. Maiya está aquí para protegerme... así que..."

"... Lo entiendo."

Sobre tal calmada contemplación.

En un principio, como el Fantasma Noble de Saber, Avalon tiene la habilidad de proveer prana al Sirviente. Ahora, desde que Irisviel ya no puede participar en la primera línea de batallas junto a Saber, continuar equipándola con Avalon ya no tiene ningún significado estratégico.

Incluso si este Fantasma Noble pudiese reducir la velocidad de su destrucción, no sirvió de nada desde una perspectiva más grande - la opción más correcta ahora era recuperar de ella este Fantasma Noble.

Kiritsugu tomó la vaina dorada, puso el cuerpo débil de su esposa en el suelo helado, se levantó y dijo.

"Entonces, me voy."

"Mm - cuídate".

Las palabras de despedida fueron muy breves.

Emiya Kiritsugu dio media vuelta y salió.

Maiya, que había estado de pie y esperando afuera, no pudo evitar dibujar un clara pausa cuando vio a Kiritsugu saliendo de la bodega subterránea. Por supuesto, ella no sabía el verdadero significado del Fantasma Noble brillando con luz en las manos de Kiritsugu. De hecho, lo que sorprendió a Maiya fue el cambio en el mismo Kiritsugu.

"Vamos a ir a terminar con el Master de Rider hoy. Saber ya se ha ido, ¿verdad? "

"... Sí. Esta misma mañana, no hace mucho tiempo antes de que vinieras aquí."

"Muy bien - Maiya, voy a seguir encomendando el trabajo de proteger a Irisviel a ti."

"Sí, señor... Hmm, Kiritsugu?"

Justo cuando Kiritsugu estaba a punto de salir de la puerta, Maiya lo detuvo con una voz aturdida.

"¿Qué pasa?"

Maiya miró por un momento a los ojos que se volvieron hacia ella, luego hizo un pequeño suspiro y dijo después de bajar la cabeza.

"Por fin ha vuelto. La expresión que tenías en aquel entonces. "

"... ¿En serio?"

Después de una respuesta suave, Kiritsugu continuó caminando hacia afuera sin voltear una sola vez.



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