Fate/Strange Fake Prologo

From Baka-Tsuki
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Una hendidura.


Esa ciudad, alzándose desde la oscuridad del territorio era digna de ser llamada una “hendidura”.


No era una barrera disyuntiva, del tipo que podría separar el día de la noche. Si no que se trataba de una barrera harmoniosa, una que demarcaba los límites entre las cosas del mismo tipo. Eso era lo más extraño sobre la ciudad de Snowfield.


Se trataba de una Cuenca, pero las cosas que dividía no eran muy diferentes de la magia y la hechicería, ni eran tan similares como los hombres y las bestias.


De cierto modo, era un límite borroso, como el tinte de los colores del amanecer y el atardecer. Pero era más que solo una división. Era un nexo oscuro, engendrado por una mezcla de pigmentos.


Para decirlo de una manera diferente, era el límite entre una ciudad y otra; el límite entre la naturaleza y el hombre; el límite entre el hombre y una megalópolis. No era muy diferente a ese pantano indistinto que separa los sueños de simplemente dormir.


El Oeste Americano. La ciudad yacía un poco al norte de Las Vegas.


Sus alrededores eran el producto de un delicado balance. Al Norte de la Ciudad se encontraba un vasto acantilado, capaz de recordar al Gran Cañón. Al oeste se encontraba un denso bosque, una vista inusual para un área tan árida. Al este un conjunto de lagos y pantanos; al sur se expandía un vasto desierto.


Aunque la ciudad no tenía ni una pizca de infraestructura agrícola, se encontraba rodeada en las cuatro direcciones por tierra que sería perfectamente adecuada ello. En verdad, esa ciudad por si misma era una extraña existencia que resaltaba de sus alrededores.


Una ciudad con miras hacia el futuro; una ciudad con la justa mezcla de lo natural y lo artificial – así es como algunos describirían a Snowfield, embelesados por su belleza. Pero en realidad la ciudad había sido construida sobre ideas arrogantes. Algunas veces, esas nociones eran aparentes; pero en algunas otras no lo era.


El yacimiento de la tierra circundante era tan natural como podría ser. Era como si esa ciudad – esa grieta, ese nexo, esa mezcla de incontables colores – se hubiese considerado digna de traer consenso a sus alrededores. La ciudad se volvió como un escenario oscuro, evaluando todo lo que la rodeaba.


De acuerdo a los registros que databan de principios del siglo 20, el área fue hogar en ese tiempo de pocas tribus indígenas y esencialmente de nadie más.


Aunque comenzando cerca de 70 años atrás, el área comenzó a desarrollarse rápidamente. Para el momento en que entró el siglo 21, la tierra ya había sufrido una total transformación. Ahora, era hogar de una ciudad en auge de cerca de 800,000 habitantes.


“Por supuesto que un desarrollo rápido se puede dar en cualquier lugar. El hecho de que se nos pidiera investigar una ciudad tan aparentemente típica indica que deberíamos de poner especial atención a los orígenes de esta.”


Dijo gruñendo un hombre mayor envuelto en ropajes azul oscuro.


El cielo nocturno era oscuro y no había ni una sola estrella en el firmamento. Daba la impresión de que las nubes podrían despejarse en cualquier momento.


El viejo observaba a través de unos binoculares desde un pequeño grupo de árboles al borde del vasto bosque al este de la ciudad. Mientras seguía observando la luz arrojada por la aglomeración de rascacielos maravillosos, prosiguió, con un tono de desdén en su voz.


“Hrm… los binoculares de estos días son bastante útiles. Se enfocan solo con el presionar de un botón; y mejor aún, es menos problemático el utilizarlos que el enviar a un familiar… En que época tan perversa estamos viviendo.”


Con una expresión molesta el hombre se dirigió al aprendiz que se encontraba de pie detrás de él. “¿No estás de acuerdo Faldeus?” pregunto.


El hombre llamado Faldeus se encontraba de pie quizás dos metros detrás del viejo. Con una voz llena de duda, contesto, “Eso no importa. Lo que es más importante es el ¿Por qué debemos de estar preocupados por aquella cosa, esa llamada… ‘Guerra del Santo Grial’?”


La Guerra del Santo Grial


Era una frase que aparecía frecuentemente en cuentos de hadas y leyendas del pasado. En el momento en que esa frase abandono los labios de Faldeus, su maestro bajó los binoculares y se dirigió a él, con un cansancio aparente en sus ojos. “Faldeus, ¿acaso eso fue una broma?”


“No… quiero decir…” tartamudeo el aprendiz. Finalmente bajó la mirada, como si esperara un duro castigo.


El viejo agito su cabeza y suspiro, con el enojo invadiendo su voz. “No pensé que tuviera que preguntar, pero… ¿Qué tanto es lo que sabes sobre la Guerra del Santo Grial?”


“En realidad le di un vistazo rápido a los materiales que se me entregaron pero…”


“Entonces sabes lo suficiente. Ya sea que se trate de un mero rumor de niños o los desvaríos de un periódico de tercera categoría – mientras exista alguna posibilidad, sin importar que tan pequeña, el que se materialice un objeto que se describa como el Santo Grial, no podemos permitirnos el ignorarlo.”


“Dado que se trata del verdadero deseo de todos los magos, y aun así al mismo tiempo significa el final definitivo.”

_ _

Hace mucho tiempo – existió una batalla.


Se llevó acabo en un cierto país del lejano este.


La batalla se llevó a cabo en una ciudad ordinaria, sin que la gente que la habitaba lo supiera.


Sin embargo, esa batalla escondía un secreto en verdad aterrador. Es cierto, era una batalla por el milagro conocido como el Santo Grial.


El Santo Grial.


Es un milagro eterno.


Es una leyenda.


Es una reliquia del mundo de los dioses.


Es un fin.


Es una esperanza – y por ello, el buscarlo es admitir a la desesperación.


La misma identidad del objeto que es llamado el Santo Grial cambia de época en época, de lugar en lugar, y de persona a persona. En esa guerra, el Santo Grial no se trata de la “reliquia sagrada” que usualmente es descrita.


Ahí se decía que el milagro llamado el Santo Grial aparecía en la forma de un aparato concede deseos omnipotente.


Pero eso era meramente lo que se decía, dado que durante el tiempo en que la batalla para obtener el Grial comenzaba, este aparato concede deseos llamado el Santo Grial no existió.


Antes de que el mismo Grial apareciera, siete espíritus se manifestaron.


Provenientes de todas las historias, tradiciones, magias y ficciones de este mundo – provenientes de cada medio, fueron seleccionados “Héroes” para ser invocados al presente como “Servants”.


Ellos formaban la base de la Guerra del Santo Grial, y eran absolutamente esenciales para la invocación eventual del Santo Grial.


Aquellos espíritus, seres inmensurablemente más fuertes que los humanos, fueron llamados para destruirse entre ellos.


Los magos que invocaban a aquellos Espíritus Heroicos eran llamados “Masters”. Para obtener el derecho de obtener el Grial, un derecho que solo podría recaer en uno solo de ellos, ellos también se asesinaban el uno al otro. Esa masacre es precisamente la que es conocida como la Guerra del Santo Grial.


Los espíritus, una vez muertos en batalla, viajan al contenedor del Santo Grial; y cuando ese contenedor es llenado, la maquina concede deseos se encuentra completa. Ese es el sistema que soporta la Guerra del Santo Grial.


Esos campos de batalla quizás son los más mortíferos y peligrosos de todo el mundo.


Los magos participantes tienen que ocultar su existencia del resto del mundo, como siempre, así que marchan en silencio por las noches, liberando las llamas de la batalla mientras pasan desapercibidos.


Como parte de su misión de supervisar aquellos objetos descritos como Santos Griales, la Iglesia envía a su propio supervisor. Esos peligrosos campos de batalla brillaban color sangre mientras era limpiados por aquellos espíritus sobrecogedoramente poderosos.


Y ahora –


La Guerra del Santo Grial: una batalla llevada a cabo cinco veces en una isla en el lejano este.


Algo apareció en una ordinaria ciudad en Estados Unidos. Ese algo fue acompañado por un emisario similar a aquellos vistos en esa guerra llevada a cabo en el lejano este. Rumores de ese algo se esparcieron entre los magos.


Como resultado, la Asociación – esa organización que reúne a todos los magos – vio adecuado el llevar a cabo una investigación secreta de esa ciudad. Y así fue como un viejo mago y su discípulo fueron enviados.


_ _


“… muy bien. Tu conocimiento sobre la Guerra del Santo Grial es suficiente. Sin embargo, Faldeus, no estoy impresionado por tu actitud displicente. Me decepciona que sepas tanto de ello y aun así te importe tan poco. Dependiendo de cómo resulten las cosas, esto podría convertirse en un asunto que concierna a toda la Asociación. Si eso sucediera, esos malditos de la Iglesia seguramente aparecerían. Concéntrate, Faldeus.”


“¿Pero en verdad este es el lugar? Respondió Faldeus, escéptico a pesar de los regaños de su maestro. “El sistema en el que se basa la Guerra del Santo Grial fue construido por los Einzberns y los Makiri. ¿Acaso no está atado a la tierra que los Tohosaka habitan? ¿Acaso alguien en verdad podría haber replicado su sistema… hace siete décadas?””


“Si este es en verdad el lugar… ah, sí. En el peor escenario es posible que este lugar solo fuera construido para beneficio de la Guerra del Santo Grial. ”


“¡No podría ser cierto!”


“Tranquilízate, eso es solo una posibilidad. Después de todo se dice que las tres familias fundadoras hicieron todo lo posible y pusieron todas sus habilidades para obtener el Grial. En cualquier caso, aún tenemos que averiguar quién está intentando recrear la Guerra del Santo Grial en esta ciudad, Faldeus. No me sorprendería si el culpable tuviera alguna relación con los Einzberns o los Makiri… Uno de los Tohosaka se encuentra en la Torre del Reloj, así que dudo que sea alguien de ellos.”


El Viejo regreso a observar a través de sus binoculares, dejando abierta la posibilidad de que las familias fundadoras se encontraran involucradas.


Probablemente faltaba una hora para la media noche, y aun así las luces de la ciudad eran tan brillantes como siempre. Snowfield se encontraba de pie serena ante el cielo nocturno, presumiendo su propia existencia.


Después de observar el área por unos minutos, el viejo se preparó para realizar un hechizo, como si fuera lo único razonable por hacer. El hechizo dotaría a sus binoculares de la habilidad de ver el ebb y el flujo de las líneas ley.


El aprendiz observó a su maestro desde atrás y pregunto tímidamente, “Si en verdad se lleva a cabo una Guerra del Santo Grial, ¿seguramente ni nosotros, los pertenecientes a la Asociación, ni los devotos de la Iglesia permanecerían en silencio…?”


“Es verdad… pero solo ha habido presagios hasta ahora. En la Torre del Reloj, Lord El-Melloi dijo que ha habido irregularidades en las líneas ley, pero… Bien, eso solo fue una hipótesis apresurada de su parte, por no decir nada de aquel estudiante suyo. Por lo tanto, ahora nos encontramos en esta tierra, para verificar las predicciones de El-Melloi.”


Exhausto, el anciano solo una risa contenida.


Con una mezcla de irritación y molestia permeando su voz, comenzó a hablar y hablar sin detenerse, tal vez dirigiéndose a su discípulo, o tal vez para sí mismo.


“Por supuesto, ningún Espíritu Heroico puede ser invocado a menos que ya se hayan realizado preparativos para crear un Santo Grial. Si un Espíritu Heroico es convocado en verdad, nuestras dudas se disiparían inmediatamente… pero preferiría que eso no sucediera.”


“Es una sorpresa el escuchar eso de usted, señor.”


“Hablando de mi opinión, desearía que los rumores sobre esta tierra no sean más que eso. Y si algo en verdad se materializa aquí, preferiría que se tratara de un falso Santo Grial.”


“¿Acaso eso no contradice lo que dijo antes? ¿Qué el Santo Grial es el verdadero deseo de todos los magos y significa el fin definitivo…?”


“Bien… supongo que así es” respondió frunciendo el ceño. “Pero aun si, hipotéticamente hablando, existiera algo aquí digno de ser llamado un verdadero Santo Grial, ¡Seria desconcertante! Me dolería el que el Grial apareciera en un país con una historia tan pobre… Estoy seguro de que muchos magos harían lo que fuese para llegar a la Raíz, pero, para ser franco, yo no lo haría. Si fuese a alcanzar la Raíz… Sería como un joven de pocos modales ensuciando mi cuarto con unos zapatos sucios. Eso no me satisfacerla.” Finalmente agito su cabeza exasperado.


“¿En verdad es así?”


Por la onceava vez en ese día, el anciano suspiro ante las palabras de su aprendiz.


“De cualquier forma” comenzó a hablar en voz alta, cambiando el tópico de la conversación, “en esta nueva tierra, no puedo evitar imaginarme… ¿Qué clase de Servants podrían ser invocados?”


“Es verdad. Dejando a Assassin a un lado, la identidad de las otras cinco clases depende por completo de quien los invoque, así que en verdad no hay forma de predecir que podría suceder.”


Incapaz de contener su molestia con Faldeus, el mago lo reprendió fuertemente: “Si dejas fuera a Assassin, ¡aún hay seis clases desconocidas, idiota! ¡Apenas hace dos minutos hable de siete Servants! ¡Basta de hacerte el tonto!”


Cada Espíritu Heroico invocado en la Guerra del Santo Grial es puesto en una de siete clases.


Saber.

Archer.

Lancer.

Rider.

Caster.

Assassin.

Berserker.


Los Espíritus Heroicos son invocados en formas acordes a sus diferentes características especiales, por ello mejorando sus habilidades aún más. Un héroe de la espada podría ser invocado como Saber; un héroe hábil con la lanza podría ser un Lancer.


El revelar su verdadero nombre era sinónimo de revelar sus debilidades y habilidades especiales; por lo tanto, uno se refiere típicamente a los Servants por el nombre de sus clases. Cada clase es dotada con varias habilidades, cada una capaz de influencia el combate a su propia manera.


Por ejemplo, Caster tiene el poder de Creación de Territorios, mientras que Assassin tiene la habilidad del Ocultamiento de Presencia. En cierto sentido, las diferentes clases son como piezas de ajedrez, cada una con una habilidad distinta.


Pero cada jugador tiene solo una pieza. El tablero es irregular, diseñado para una pelea de todos contra todos. Y cada pieza tiene la posibilidad de controlar el tablero, siempre y cuando su controlador – su Master – sea suficientemente fuerte.


Era este principio tan fundamental de la Guerra del Santo Grial el que Faldeus había errado. Su maestro se lamentó de tener un discípulo tan poco merecedor de serlo, pero –


Faldeus permaneció sin mostrar emoción, a pesar de haber sido regañado.


No había ignorado las palabras de su maestro, ni parecía que estuviera pensando sobre su indiscreción. “No, solo hay seis clases en total, Míster Rohngall” dijo con una voz suave y firme.


“… ¿Qué?”


Repentinamente, una sensación de frio recorrió la espalda del Viejo mago, Rohngall. Esta era la primera ocasión en que Faldeus se había referido a él por su nombre.


Deseaba gritarle a Faldeus; preguntarle qué pasaba por su cabeza – pero la mirada fría de Faldeus lo detuvo. Rohngall permaneció en silencio.


El semblante sin emociones de Faldeus se perturbo. “En la Guerra del Santo Grial llevada a cabo en Japón, ciertamente existen siete clases” dijo, señalando fríamente la equivocación de su maestro. “Pero en esta ciudad, solo hay seis. La clase Saber – la más fuerte y más adecuada para la batalla – no existe en esta falsa Guerra del Santo Grial.”


“¿De… de qué estás hablando?”


Algo crujió en su espalda.


Sus Circuitos Mágicos, sus nervios y sus venas, todos ellos enviaron una señal de alarma, causando que sonara hasta sus oídos.


Su aprendiz – o al menos el hombre que debió de haber sido su aprendiz hasta hace unos minutos – dio un paso hacia él. “El sistema creado por los Makiri, Einzberns y Tohosaka en verdad es sorprendente” dijo con una voz carente de emoción. “Es por ello que no pudimos copiarlo perfectamente. Nos hubiera gustado comenzar la guerra con una copia exacta… pero utilizamos la Tercera Guerra del Santo Grial como plantilla, y esa guerra fue un caos por méritos propios. En verdad es una lástima.”


Faldeus claramente se veía como alguien que no podía tener más de 25 años, y aun así se encontraba narrando eventos de más de 70 años atrás como si los hubiera visto él mismo.


Justo cuando parecía que su expresión se volvería siniestra, la esquina de sus labios se contorsiono, como si fuera movida por hilos invisibles. Aun tan frio como siempre, comenzó a hablar desde lo más profundo de su corazón.


“Tú te refieres a mi nación como ‘joven’. Pero esa es una razón más para que recuerdes, anciano.”


“… ¿Qué?”


“Que no debes de menospreciar a una nación joven.”


crunch crunch crik crak creak crack crik crunch


Cada uno de los huesos y músculos de Rohngall crujieron. Tal vez fue porque se encontraba incrementando su defensa, o tal vez porque se encontraba enfurecido.


“Tú, abominación… ¿quién… eres?”


“Soy Faldeus, por supuesto, anciano. Por supuesto, lo único que realmente sabes de mi es mi nombre. De cualquier forma, realmente he aprendido bastante sobre la Asociación hasta ahora. Supongo que debería de agradecerte por ello.”


“......”


Basándose en su extensa experiencia como mago Rohngall supo inmediatamente que el hombre de pie frente a él ya no era más su aprendiz; si no un enemigo.


Rohngall se preparó para asesinar a Faldeus en el instante en que ese conocido de mucho tiempo realizo su movimiento. Y aun así las alarmas seguían sonando en su cabeza.


Debía de conocer precisamente que tan capaz era Faldeus como mago. No había signos de que Faldeus estuviese ocultando su fuerza. Como un experimentado espía de la Asociación, podía estar seguro de ello.


Al mismo tiempo, su experiencia como espía dejo en claro que se encontraba en una situación peligrosa.


“Entonces debes de ser un espía de otra organización, enviado para infiltrar la Asociación. Y debiste de haber sido uno desde el momento en que me dijiste que deseabas convertirte en mago.”


“¿Otra organización, eh? Con una voz dulce y pegajosa, Faldeus corrigió a Rohngall. “La Asociación parece estar bajo la impresión de que un grupo de magos ortodoxos no pertenecientes a ella son responsables de la creación de esta Guerra del Santo Grial, pero… quiero decir, honestamente, como podrían… bien, no importa.”


Como si deseara indicar que no había nada más que decir, Faldeus dio un paso hacia adelante.


No estaba siendo particularmente amenazador, ni se presentó como un enemigo, pero era claro que tramaba algo.


Rohngall apretó sus dientes y suavemente bajo su centro de gravedad, preparándose ante cualquier cosa que Faldeus pudiera hacer.


“No me subestimes, niño.”


Mientras hablaba, preparó un plan para realizar el primer movimiento en este duelo de magos – pero ya había perdido.


En el momento en que comenzó a tratar de ser más listo que el otro como mago, Rohngall ya había sido derrotado por el hombre de pie frente a él—


“No lo estoy subestimando, señor


-- dado que Faldeus no había planeado pelear contra él como mago en primer lugar.


“Lo golpeare con todo lo que tengo.”


Faldeus prendió el encendedor que sostenía en una mano. Un cigarro apareció repentinamente en su otra mano, la cual se encontraba vacía hasta entonces. Pareció como una teletransportación, pero no hubo signos de que utilizara ningún tipo de energía mágica.


Viendo que Rohngall se encontraba confundido con sus acciones, él sonrió. Fue una sonrisa desde el mismo centro de sus ser, “Haha, eso fue solo una ilusión – un truco. No magia.”


“¿…?”


“Ah, bien, vera, realmente no somos una organización de magos específicamente. Espero que no esté demasiado decepcionado” dijo Faldeus, sin siquiera la más mínima tensión en su voz. Encendió su cigarrillo. “Nosotros le respondemos a los Estados Unidos de América. Es solo que tenemos unos cuantos magos entre nuestras filas, eso es todo.”


Rohngall permaneció en silencio por unos momentos, y entonces contesto. “—Ya veo. Ahora dime, ¿Qué es lo que un cigarrillo tiene que ver con ‘todo lo que tienes’?”


Rohngall estaba tratando de ganar tiempo para alistar su magia. Pero en el instante en que dijo esas palabras –


Algo atravesó el costado de su cabeza. Todo fue decidido en ese instante.


Fue una explosión húmeda y burbujeante.


La bala desacelero mientras perforaba su cráneo. El plomo se esparció por todos lados, nadando en un mar de fluido cerebral mientras quemaba su mente.


En vez de salir por el otro lado de su cráneo, la bala reboto en el interior, poniendo un fin permanente al anciano.


Y entonces – aun cuando parecía que estaba completamente muerto, docenas de balas perforaron su cuerpo, como si desearan darle el golpe final. Las balas no fueron disparadas de un solo lugar. Debió de haber habido más de una docena de francotiradores situados en varias locaciones.


Eso fue claramente exagerado. Una manera inexorable de destruir. Sus envejecidos miembros se agitaban sin fuerza, como una marioneta forzada a bailar música rap.


“Gracias por el baile. Fue bastante divertido.”


El cuerpo de Rohngall lanzo un rocío rojo mientras caía al piso. Faldeus miro el cuerpo fresco y aplaudió lentamente.


“Ahora te vez treinta años más joven, Míster Rohngall.”


Unos minutos más tarde –


Faldeus estaba de pie quieto ante el cuerpo de su maestro, el cual estaba colapsado en un charco de su propia sangre. Pero el bosque a su alrededor había cambiado. Había una extraña atmosfera a su alrededor.


Docenas de hombres vestidos con camuflaje salían del bosque detrás de Faldeus. Cada uno de ellos llevaba una bala clava negra y llevaba un rifle de asalto con silenciador, cada uno con un diseño diferente, rustico pero detallado.


Su raza era difícilmente discernible, sin siquiera mencionar sus rasgos emocionales. Uno de ellos se mantuvo erguido y camino hacia Faldeus, brindándole un saludo mientras hablaba. “Reportándose, señor. La situación es normal. No hemos encontrado nada fuera de lo ordinario.”


“Buen trabajo, compañero.” Respondió Faldeus. Mientras que su subordinado hablaba de manera formal, la voz de Faldeus era cálida. Caminó lentamente hasta el cuerpo del anciano mago mirándolo con una leve sonrisa en su rostro.


Aun dándole la espalda a sus subordinados, dijo, “Bien, entonces… Viendo cuantos de ustedes no están familiarizados con estos llamados ‘magos’ permítanme darles una breve explicación.”


Los hombres uniformados ya habían entrado en formación detrás de él. Todos ellos escucharon a Faldeus en silencio.


“Un mago no es un hechicero. No llenen su imaginación con criaturas de cuentos de hadas y bestias legendarias. Piensen en… ah, eso es – piensen más sobre un anime Japonés o una película de Hollywood. Eso es todo lo que son.”


Pisoteo el cuerpo de lo que una vez fue su maestro, tomo un pedazo de este y lo levanto en el aire con sus propias manos. Era una visión bizarra, pero nadie pestañeo siquiera. “Ellos mueren cuando son asesinados, y los ataques físicos son razonablemente efectivos contra ellos. Ahora, hay algunos de ellos que se cubren a sí mismos con un velo de mercurio, suficientemente fuerte para desviar miles de balas. Hay otros que pueden transferir sus conciencias y extender sus vidas con la ayuda de insectos introducidos en sus cuerpos. Pero… bueno, el primero no tiene ninguna defensa contra un rifle anti tanques, mientras que el ultimo ciertamente no podría sobrevivir el ataque de un misil de precisión.”


Ellos fácilmente se dieron cuenta de que Faldeus estaba bromeando. Los hombres en camuflaje tuvieron problemas para suprimir la risa. Pero – en el momento en que escucharon lo siguiente que Faldeus tuvo que decir, todos se quedaron en silencio.


“Aunque hay excepciones… Por ejemplo, este tipo, quien ni siquiera estaba aquí en primer lugar.”


“… ¿podría aclarar lo que dijo un poco Mr. Faldeus?” pregunto uno de los hombres armados de manera formal. Faldeus comenzó a reír y le lanzo un pedazo del cuerpo. Él lo atrapo fácilmente. Miro el pedazo de carne, probablemente un pedazo de un dedo, y dejo salir un suspiro de sorpresa “… ¿Qué—?


Bajo la iluminación de su linterna era fácil ver el color blanco del hueso que emergía de lo rojizo de la carne. Pero había algo mal. Algo que no era común en la carne de un verdadero humano.


Hilos transparentes, no muy diferentes de los cables de fibra óptica, se extendían de la carne y serpenteaban de una manera perturbadora.


“Un cyborg, ¿por llamarlo de cierta manera? Bien, nosotros los llamamos una marioneta. Míster Rohngall es un investigador terriblemente cuidadoso. No es tan tonto como para venir hasta aquí en su cuerpo real. Por el momento, probablemente se encuentra situado en una de las ramas de la Asociación o en su propio altar. ¡Apuesto a que en estos momentos es un manojo de nervios!”


“¿Una marioneta…? ¡Es… es absurdo!”


“En verdad es una técnica espectacular, pero por favor noten que no fue capaz de hacerla parecer perfectamente humana. La forma de un anciano funciona bien para ocultar imperfecciones, supongo. He escuchado que existe una marionetista cuyas muñecas son completamente indistinguibles de los cuerpos que sirvieron de modelo para ellas… incluso pasaron las pruebas de ADN.” Faldeus habló y habló sonando desinteresado, como si se tratara de alguien que no tenía nada que ver con ello.


El soldado frunció el ceño. “En ese caso, ¿Acaso no habría escuchado todo lo que dijiste hace un momento?” le pregunto a Faldeus, su oficial al mando.


“Lo hizo. Justo como lo había planeado.”


“¿Er...?”


“Me tome la molestia de vanagloriarme como un idiota antes de asesinarlo precisamente para asegurarme de que la Asociación se enterara de todo lo que dije.” Faldeus se puso de pie sobre el cuerpo falso, de pie en un charco de sangre falsa y miro hacia el cielo oscuro mientras comenzaba a lloviznar. Contento, comenzó a murmurar, “Consideren esto una declaración… nuestra advertencia a los magos.”


Y eso marcó el comienzo –


El comienzo del banquete de los hombres y los Espíritus Heroicos; el comienzo de esta falsa Guerra del Santo Grial.


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