Fate/Strange Fake Assassin

From Baka-Tsuki
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Acto 3: Assassin[edit]

Acto 3: Assassin


En cierta tierra una vez vivió una mujer de una profunda fe.


Eso fue todo. Esa fue toda la historia.


La mujer devota era tan piadosa que se comportaba como de manera heteróclita.

Y así, la gente la rechazaba como si fuera una fanática.


Aun peor, incluso aquellos que adoraban al mismo dios la miraban con desprecio.


Pero la fanática no odiaba a la gente.


La gente solo la odiaba porque su fe aún era débil.


No era lo suficientemente beata. Era tan simple como eso.


La fanática prosiguió, esforzándose aún más.


Ella buscaba seguir los pasos de los Milagros creados por sus predecesores y recreo cada uno de ellos.


Pero su fe aún era débil.


Era demasiado, demasiado débil.


--o al menos, eso es lo que la fanática escuchaba mientras el mundo le gritaba.


Cada hombre de fe comenzó a aislar a la fanática.


Mi fe es débil.


Mi fe es débil.


Mi fe es débil.


Al final, la fanática fue incapaz de hacer algo. Ella vivió como una fanática y murió siendo una fanática. No como una mártir. Su vida fue para nada, y entonces ella se marchó.


Y aun así la fanática no odió al mundo.


Se encontraba avergonzada de su débil fe y se dejó devorar por la marea de la fe nuevamente.


No sentía odio por la gente. Solo los dioses de los paganos atraían su ira.


Y de esa manera vivió, irredimible ante los ojos de la gente normal.


Esa fue toda su historia.


Ese fue el momento en que se supone que su historia debió terminar.


--hasta el momento en que el Grial falso escogió a la fanática.

_ _


Por la Noche – Snowfield región Este – el distrito de las ciénagas.


El distrito de las ciénagas se desplegaba al este del centro de la ciudad. Era hogar de varios lagos cristalinos.


En medio de los lagos se encontraban incontables pantanos. Una red de caminos fue construida a través de ese distrito.


De toda la tierra que rodeaba la ciudad, la región este— el distrito de las ciénagas— era el más desarrollado; aun así, no había mucho en cuanto a civilización salvo unos cuantos lugares para pescar y algunas casas vacacionales.


Y en esa particular sección de tierra había una enorme casa vacacional.


Un Campo de Restricción había sido elegido ahí. Incluso si un hombre ordinario fuera a detectar la casa aun sería incapaz de preocuparse por ello.


Hablando de su arquitectura, era realmente horrible. Comparando a las casas de la orilla del lago un poco al oeste, era demasiado gótica, diseñada en colores negros y grises.


Y—


En el sótano de esa casa se encontraba presente un cierto número de magos. Acababan de completar la ceremonia de invocación.


La ceremonia fue un éxito.


Todo lo que restaba era responder la pregunta del Servant de manera afirmativa, y con ello completar el contrato.


Pero—


Era algo extraño.


El invocador, un mago llamado Jester Karturei, observaba confuso al Espíritu Heroico que había convocado.


Cerca de diez discípulos suyos también se encontraban presentes.


Y en el centro del círculo de invocación se encontraba de pie otra figura, claramente ni humana ni mago.


Un aire de intimidación, infinitamente profundo y puro, emanaba de una mujer solitaria, envuelta en ropajes negros.


Parecía bastante joven, pero era difícil estar seguro, dado que mantenía su rostro mirando hacia el suelo.


Justo en ese momento, Jester tuvo un fuerte presentimiento.


La invocación debería de haber traído a un Assassin.


La mayor parte del tiempo era imposible escoger la clase en la que sería invocado un Espíritu Heroico.


Pero había excepciones.


Con las preparaciones y encantamientos apropiados uno podía escoger o a Assassin o a Berserker, cada uno con características especiales que hacían esto posible.


De acuerdo a eso Jester decidió escoger a un Servant de la clase Assassin.


Por su misma naturaleza solo un pequeño número de Espíritus Heroicos pueden ser invocados como Servants de la clase Assassin; a primera vista el ser al centro del circulo de invocación parecía ser uno de esos Espíritus Heroicos, pero—


Tenía la impresión de que Assassin siempre llevaba una máscara de calavera en el rostro…


Todos los Espíritus Heroicos de la clase Assassin se visten con un ropaje negro y esconden su rostro con una máscara de calavera. Jester al menos sabía eso en base a su investigación previa.


Pero la mujer ante él, aunque se encontraba envuelta en un ropaje negro, no llevaba la máscara blanca. Su rostro era visible entre las capas de su ropa.


En ese caso, ¿su supone que Yo sea el que realice la pregunta…?


Esta era la primera ocasión en que Jester experimentaba la Guerra del Santo Grial. Por supuesto, esta Guerra del Santo Grial fue una imitación desde el comienzo. Era imposible anticipar la forma en que diferiría de la Guerra en Japón.


En primer lugar, era algo extraño que los causantes detrás de todas esta guerra—las estrellas del show—aún no se hubiesen revelado. Jester asumió que un clan al menos igual de renombrado que los Einzberns habría estado envuelto en la creación de algo tan grande y elaborado como una Guerra del Santo Grial, pero no sentía la presencia de ningún mago que se adecuara a esa descripción.


Tal vez se estaban ocultando bien; o tal vez miraban desde lejos.


Jester dejo todas sus dudas de lado y espero que el Servant hiciera algún movimiento.


Y entonces— la mujer vestida de negro levanto su cabeza lentamente. La figura de Jester se vio reflejada en sus pupilas.


“Te hago esta pregunta…”


Su mirada era tan poderosa como ella era intimidante: profunda e infinitamente negra, pura y sin mancha.


El mago dejo salir un murmullo silencioso de manera involuntaria mientras se reía levemente, esperando que el Servant continuara hablando.


“¿Eres tú… el mago… que me ha invocado… para obtener el Santo Grial?”


Ella acaricio el ropaje negro que cubría su boca y hablo delicadamente de manera deliberada.


Aliviado de que finalmente hubiese hablado, Jester dio un paso hacia adelante. Lleno de una nueva confianza recién encontrada, alzando sus brazos como si le estuviese dando la bienvenida a este mundo.


“Es verdad, yo fui. Debería”


【......Delusional Heartbeat......】


En el momento en que ella habló el tiempo se detuvo.


Jester sintió algo que rozaba su pecho. De inmediato bajo su mirada para observarlo.

¿Qué es esTo?


Y enTonces—vio aLG~o Rojo en fRenTe de s-u torͨso, y NOTo QuE dE HecHO EstAbA SUJe~TaNDo al—g~{O rOJO Y Se DiO cUENta dE Que


l-~o :q{´u{[e


su{^jEt^a.-+B++a eN


rEa{^+´Li}`+DaD eRa


s´+{}U C{}+oRa´+´}{Zo}{´+n


Él nunca más levanto su cabeza. El cuerpo de Jester colapso en el piso.


“¿¡Cómo…!?”


Viendo como el cuerpo de su maestro repentinamente se quedaba inmóvil, los discípulos de Jester entraron en pánico. Sus ojos se ampliaron mientras veían como se desarrollaba la situación ante ellos.


Un tercer brazo, de color rojo, había brotado de la espalda de la mujer. Se extendía todo el camino hasta el cuerpo de Jester y donde rozaba su pecho—


Que extraño. Esa mano roja estaba sosteniendo un corazón— y en ese momento lo aplasto.


Los magos restantes miraron el cuerpo de su maestro y a la mujer, con sus miradas pasando del uno al otro. Ellos comenzaron a gritar entrando en pánico.


“¡T-tú maldita!”


“¿¡Qué le has hecho a Lord Jester!?”


“¿¡Acaso no eres un Servant!?”


Mientras entraban en pánico y comenzaban a gritar, los magos se armaron a sí mismos y enfocaron intensamente sus energías mágicas.


Mientras ella miraba sin ninguna emoción a los discípulos de Jester, la mujer envuelta en ropajes negros solo dijo una cosa.


En verdad fue efímera.


Que extraño. Esa mano roja estaba sosteniendo un corazón— y en ese momento lo aplasto.


“Nuestro dios, el más compasivo… no posee un cáliz…”


Tal vez la escucharon o tal vez no. De cualquier forma cada uno de los hombres extrajo una daga de apariencia mágica y saltaron hacia ella tratando de empalarla por la espalda.


Y entonces—


Un sonido aberrante y húmedo hizo eco alrededor del cuarto mientras sus hombros comenzaron a transformarse.


Su brazo izquierdo se extendió hacia atrás en un Angulo anormal y lo toco de la manera más ligera y—


【......Fantastical Cybermind......】


Y justo en ese momento su cabeza estallo en llamas y se esparció por todos lados acompañada de un sonido de explosión, como si su cabeza misma se hubiese convertido en una bomba.


Al escuchar la explosión y ver el destello de luz los magos se encogieron de miedo.


Solo dos de ellos habían perecido— pero eso fue suficiente para convencerlos de que estaban lidiando con un Servant real: un ser contra el que estaban completamente indefensos.


“Debo de limpiar… a todos los magos heréticos…”


Mientras hablaba deliberadamente, se mantuvo quieta sin moverse por un par de segundos.


Parecía que les estaba dando tiempo a los magos para huir— pero no lo hicieron. Al unísono todos ellos dieron un gran salto hacia atrás y dejaron salir la fuerza completa de sus energías mágicas en la mujer.


Al presenciar esta patética vista, el Servant envuelto en negro agito lentamente su cabeza, con una mirada casi abatida—


Pero aun así, sin un solo rastro de piedad, dejo salir las palabras de poder.


【......Illusional Ependyma......】


Y entonces— el silencio descendió en el cuarto.


El Servant vestido de negro se encontró rodeado por los cuerpos de los magos.


Todos los magos que habían tratado de dejar salir su energía mágica sobre ella habían sido consumidos por sus propias flamas poderosas por alguna razón.


Sus restos se encontraban esparcidos por el piso.


El único que tenía una idea de lo que había sucedido era el Servant.


Ella se apresuró a salir por las escaleras del sótano aun en silencio.


Cambiando a su forma espiritual, y sin ser vista por nadie—


Se apresuró hacia la oscuridad de la noche. Ella, quien una vez había carecido de una dirección en su vida había encontrado finalmente un propósito definido.


_ _


La fanática buscaba una prueba.


Prueba de que en verdad era una persona de fe; prueba de que era una de las personas de Alá. Nada más.


No fue si no mucho después que se dio cuenta que su búsqueda por una prueba era en si misma evidencia de que su fe era débil.


Cuando era joven, ella se pulió a sí misma, con el fin de hacerse de un nombre— un nombre que sirviera como prueba de su fe.


Para lograr hacerse de ese nombre, el cual sería una evidencia de su santidad, ella tenía que obtener poder— poder suficiente para llevar a cabo un milagro divino.


Sin embargo, solo un milagro bastante particular y de un carácter especial sería suficiente.


Tenía que ser un milagro que pudiese traer muerte, rápida y efectiva; un milagro más grande que cualquiera conocido por un zindīq o mohareb.


Ella era un miembro de una secta que perseguía tales milagros: los Hashshashin, un culto de fanáticos desde su más profunda base.


Sin embargo incluso en los círculos más internos del culto ella fue marginada como una fanática entre los fanáticos.


Todos los grandes maestros del culto en el pasado habían llevado a cabo un milagro que llevaba por nombre Shaytān y al lograrlo se habían ganado sus títulos.


Cada uno de ellos quedo impresionado por los logros de ella. Ninguno de ellos estaba preparado para creer lo que veían.


Ella era solo una jovencita, una mera oveja—


¿Cómo es que ella podría haber dominado todos los milagros llevados a cabo por los 18 grandes maestros previos?


No había duda de que ella se había dominado con el esfuerzo más increíble.


Ni siquiera se tenía que mencionar que había derramado mucha de su pura e incorrupta sangre en el proceso. Y aun así, la gente de su secta no la reconoció como un gran maestro.


“¿Qué es lo que has logrado? Solo has imitado Milagros que ya han sido llevados a cabo. Esto no es nada más que una rutina. El que tu fe sea débil es lo que evita que puedas lograr un milagro de tu propia creación.”


Ella ciertamente era talentosa. Eso quiere decir que era lo suficientemente talentosa para dominar las habilidades de todos los grandes maestros del pasado. Poseía la fuerza para soportar el dolor por el que pasó mientras sacrificaba su carne. Tuvo la fortaleza para enfrentar cualquier dificultad a través de su fuerza y voluntad. Pero no fue provista con el talento necesario para crear un milagro de su propia invención.


Y eso solo era la mitad del problema. Su habilidad para dominar tantos milagros, cuando el dominio de siquiera uno solo le llevaría a una persona ordinaria toda su vida— esa era la otra mitad. La gente podría haber incluso comenzado a temerle, sabiendo que fue capaz de lograr todos esos milagros en solo cuestión de años.


“Y por ello tu fe es débil. No podemos dar el título de gran maestro a alguien como tú.”


Ese argumento era un mero sofismo. Y aun así lo acepto por completo. Ya veo. Mi fe no es lo suficientemente fuerte.


Aún hay mucho que tengo que aprender. He traído desgracia a los milagros de los grandes maestros previos.


La chica no le guardaba rencor a nadie. Simplemente continuaba puliendo sus propias habilidades.


Y cuando un nuevo gran maestro—el de los Cien Rostros—fue elegido—Ella vio que él era capaz de todo tipo de cosas, cosas que ella misma no podía realizar, pero no sintió envidia. Solo sintió vergüenza de sus propias carencias.


Al final, la fanática no encontró prueba de su fe y se desvaneció en las nieblas del tiempo.


O así debería de haber sido—


Pero, ¡que intrincado es el destino! Cuando ella fue invocada por el hombre llamado Jester, el Santo Grial le proporciono conocimiento sobre este mundo e inmediatamente supo cuál era su destino.


Ella tendría que dar fin al Santo grial—ese emblema herético— y llevarlo a nada. Eso era todo lo que deseaba.


Y aunque tenía conocimiento de que los grandes maestros previos lo habían tratado de obtener—


Lo único que sintió fue tristeza.


No guardaba resentimiento contra esos grandes maestros. Ni profirió insultos contra ellos. Su fe era, sin ninguna duda, más profunda que la de ella. Incluso ahora aún seguían siendo dignos de su respeto.


Su odio estaba dirigido a lo que los llevó por el mal camino: la Guerra del Santo Grial.


Tenía que ponerle un fin a esta. Atravesando la oscuridad de la noche, apresurándose en su búsqueda del Santo Grial.


Dado que había asesinado a todos esos magos, pronto perdería su fuente de energía mágica.


Aun recibía energía mágica, pero era solo un hilo de ella. Cuando el flujo de ésta se detenga por completo ella desaparecerá.


¿Acaso sucedería después de un par de días? ¿Un par de horas? ¿Un par de segundos incluso—?


Pero no importaba.


Hasta su último momento,


Aun si su cuerpo fuese una mera aparición—


El Assassin sin nombre no cuestionaría su propósito.


Creyendo que la santidad de al menos aquellos que, como ella, habían sido fieles seria recompensada,


Ella, sin dudarlo un momento, hizo de la misma Guerra del Santo Grial su enemigo.

_ _


Unos pocos minutos después.


En el sótano de la cabaña del lago donde el Espíritu Heroico sin nombre había sido invocado, no se encontraba ni un solo hombre; solo cuerpos.


Para el momento en que Assassin se había marchado, esto se volvió una verdad aún más cierta.


“¡Kha!”


Una risa pura comenzó a hacer eco.


Pero la verdad era justo esa.


En ese cuarto no había hombres; solo cuerpos.


“¡Khaa! ¡Ha ha ha ha ha ha!”


Una casa cada de risas hizo eco. Sonaba como la risa de un niño, jubiloso desde el fondo de su corazón; pero a su vez sonaba distorsionada— pervertida de algún modo.


Pero la verdad era justo esa.


En ese cuarto no había hombres; solo cuerpos.


“¡Wow, eso de verdad fue una sorpresa! ¡Pensar que el Santo Grial me proporcionaría una disidente tan confiada!”


El hombre se puso de pie como un juguete de resorte, los Hechizos de Comando en su mano derecha aun brillaban.


“Que belleza…”


Estaba planeando despertar a la Araña por medio del poder del Grial y seguir con vida para observar como este aburrido mundo era destruido, pero…


No tenía idea de que yo aún poseía “emociones”— ¡esos vestigios de mi humanidad!


Su cuerpo comenzó a temblar, acosado por las emociones—


Y la verdad siguió siendo lo que era.


En ese cuarto no había hombres; solo cuerpos.


Dado que la verdad era lo que debía ser, eso significaba solo una cosa. El mago Jester Karturei, ahora ahogado por las emociones, era, en este momento, solo un cuerpo.


“¡Que molestia! ¡Qué pulcritud! ¡Qué encantadora, resplandeciente, delicada, pintoresca y linda! Oh, que error tan trágico he cometido— cuando poseía tanto tiempo y tenía tan poco que hacer, ¡Debería de haber dominado el Ars Poética! ¡Ni siquiera puedo encontrar palabras para describir su santidad!”


Jester estaba disfrutando como nunca. Sin prestarle atención a los cuerpos esparcidos por el cuarto comenzó a desabotonar su camisa. Emblemas de apariencia mágica aparecieron en su pecho desnudo—emblemas que eran completamente diferentes a los Hechizos de Comando.


Se trataba de un anillo de seis marcas rojas, similar a la forma del cilindro de seis balas de un revolver.


Sin embargo, una de las seis marcas—la más cercana a la izquierda de su pecho—se había vuelto oscura.


“¡Ella aplasto mi núcleo conceptual con demasiada facilidad! ¡Y estaba siendo tan cuidadoso como pude ser! ¡Y ni siquiera importo! ¡Con sus brazos ella podría regresar a la nada a un ser incluso mucho más fuerte que yo!”


Jester toco con un dedo la marca oscurecida, donde la punta de su dedo fue absorbida por la piel de su pecho. Extrañamente ni una sola gota de sangre brotó de la marca. Incrustó su mano hasta la muñeca en la húmeda piel de color oscuro y hurgo en sus propias entrañas.


“Mi alma de mago fue completa y absolutamente destruida.”


Entonces, como un engranaje, o como un revolver verdadero, las seis marcas comenzaron a rotar, casi como si se estuvieran retorciendo. La marca oscura giro hacia su flanco izquierdo, cargando una nueva marca roja en el lado izquierdo de su pecho.


“En ese caso, será mejor que utilice un nuevo rostro de ahora en adelante.”


Y entonces, de alguna manera—justo como las marcas que se estaban trasladando, su cuerpo y rostro comenzaron a pulsar. Un momento después tenía la apariencia de un hombre completamente diferente.


Él retiro su dedo de su pecho y lo puso en la marca oscura a su costado. Se encontraba en un estado de éxtasis mientras acariciaba con su dedo el contorno de esta.


“Ese núcleo conceptual estaba resguardado por incontables capaz de magia de protección. Y a pesar de ello, ella lo hizo menos que nada con ese brazo rojo. Sus dedos alcanzaron el mismo centro de mi ser… Un brazo tan simple, ¡y aun así tan diabólico! Y aun así— no, ¡Por ello mismo!— ¡Es bellísimo! ¡Un Noble Phantasm—que cosa tan maravillosa!”


Continúo hablando con los cuerpos tirados alrededor de él, con una voz clara y sonora. Por supuesto, ninguno respondió.


“Estoy sorprendido de que fuera capaz de utilizar una técnica tan feroz sin dudarlo, y en tantas ocasiones. Si hubiese tenido acceso a la energía de cualquier otro mago—uno ordinario a diferencia de mi… se habría quedado sin energía casi de inmediato.”


Él mostro unos caninos inusualmente afilados hacia el altar de cuerpos y prosiguió hablando con una fuerte voz casi encantadora.


“Supongo que aún no debería de estar cansado del mundo… ¡Esa bella Assassin! ¡Su santidad! ¡Nadie le permitiría desvanecerse sin un nombre!”


Esa—fue una declararon que solo podrían haber hecho aquellos que hubiesen visto sus recuerdos.


Vía el vínculo de sus energías mágicas que conectaban al Master y al Servant, el primero podía ver los pensamientos y memorias del segundo como si fueran sueños.


“¡Por supuesto que no! ¿¡Quién se atrevería a dejar que algo como eso se desperdiciara!?”


Si Jester decía la verdad significaba que había aprendido de su fe a través de un sueño que había tenido mientras estaba muerto, pero—


“¡Yo te otorgare un nombre! Tu bello rostro; tu bella alma; tu bello poder; tu bella fe… ¡Yo la profanare y las manchare y las humillare y las corromperé y las degradare por completo! ¿¡Qué placer más grande podría llegar a haber!?”


Su risa venía desde lo profundo de su alma. Su apariencia tomo un color enfermizo gradualmente.


“¡Oh placer! ¡Oh impermanecia! ¡Oh belleza! ¡Yo hare que esa bella Servant se arrodille ante mí, y destruiré su fe, y cuando haya drenado hasta lo último de su poder será una vista digna de apreciarse!”


El corazón de Jester latía con un ritmo eufórico mientras su sombra se extendía por el piso debajo de sus pies.


Era una sombra roja—un rojo tan supremamente profundo como los emblemas en su pecho.


Cuando la sombra finalmente envolvió a todos los cuerpos de los discípulos de Jester, esta finalmente emergió del piso y se convirtió en una marea roja que devoro los incontables cuerpos.


Y justo entonces, en un momento, la sombra se retiró al cuerpo de Jester. Mientras lo hacía, se volvía aún más roja que antes.


En solo segundos, los cuerpos habían sido reducidos a simples esqueletos por la inexorable sombra.


“¿El Santo Grial? ¿La destrucción del mundo? ¡Esas también son cosas maravillosas! ¡Eso puedo concederlo! ¡Pero que irrelevantes son! ¡Solo son una sombra ante su desesperación!”


Y entonces—


Él, un cuerpo viviente— un vampiro—llego al clímax al verse a sí mismo probando la sangre de un Servant, mientras sus ojos muertos brillaban llenos de vida.


“Como compañeros herejes de esta tierra, ¡seamos los mejores amigos! Khaa… ¡Khahahahahahahahahahahaha!”


Y así, sin un contrato real que los vinculara—


El Master de Assassin infundía una oscuridad toxica a la Guerra del Santo Grial. Riendo y riendo y riendo…


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