Bakemonogatari/Bakemonogatari/El Cangrejo Hitagi/001

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001

Senjougahara es extensamente conocida como una niña enfermiza — por eso no es sorpresa que ella este exenta de clases de educación física. Hasta para las reuniones de la mañana, ella se sienta en la sombra por causa de su anemia. Aunque estuve en las mismas clases con ella por tres años en la preparatoria, nunca la he visto activamente moviéndose. Ella es frecuente visitante de la enfermería y a causa de visitas al hospital ella llega muchas veces tarde a clase, se va temprano, o esta completamente ausente. Muchos de nuestros compañeros bromean que el hospital es su hogar.

Aunque ella esta enferma, esta muy lejos de ser insubstancial. Como si fuera tan delgada como un hilo, ella da la impresión que se rompería con el más ligero toque. Por esa razón, tal vez, los niños en nuestra clase medio-bromean que ella es la heredera de una compañía grande. Parecía posible. Hasta yo pienso que es adecuado para Senjougahara.

En la esquina del salón, Senjougahara siempre leía sola. Aveces era un libro de pasta dura o a veces leía uno de esos cómics que te bajan el coficiente intelectual. Ella es indiscriminadamente selectiva con su elección de libros. Puede ser que ella lea lo que sea que tenga palabras, pero debe de haber calidad en ellos.

Ella es inteligente y esta en el más alto nivel de la clase.

Siempre esta en los mejores diez de la lista de clasificación después de los exámenes. Y eso es en todas la materias. Pero es presuntuoso comparar a ella con alguien como yo (quien falla todas las materias con excepción de matemáticas), puede ser que nuestros cerebros estén construidos de manera diferente.

Parece que ella no tiene amigos.

Ni uno.

Nunca la he visto conversando con alguien. Desde mi punto de vista, la escena de ella leyendo un libro, crea una pared a su alrededor. Por eso, aunque me he sentado al lado de ella por más de dos años, yo puedo decir con confianza que nunca he hablado con ella. Lamentablemente. Con respecto a su voz, yo solo la he oído decir “No se” en respuesta a la pregunta del maestro en clase. (Pero de verdad nunca supe si ella sabia la respuesta a la pregunta o no, por que siempre respondió con “No se.”) En el dominio especializado de la escuela es común que la gente sin amigos formen comunidades con otras personas sin amigos, (en otras palabras una colonia). En realidad, yo estuve en una comunidad así hasta el año pasado. Pero, Senjougahara es una excepción a esta regla. Claro, ella tampoco es abusada. Por bien o mal, nunca la he visto siendo victima. Siempre he dado por sentado, que ella siempre iba estar en la esquina de la clase, leyendo su libro. Ha creado una pared alrededor de si misma.

Su presencia era un hecho.

Su ausencia era esperada.

Pero, no importa

Después de estos tres años de preparatoria, con doscientos estudiantes en cada nivel de primer a tercer años, senpais, kouhais, compañeros, y maestros hacen casi 1,000 personas juntas en un mismo espacio. He empezado a pensar en cuantas personas conozco yo personalmente. Pienso que la respuesta es deprimente para quien sea.

Aunque un milagro ocurriera y compartieras la clase con quien sea por 3 años, yo no creo que me sintiera solo por no intercambiar palabras con esa persona. Solo termina como una memoria que esa persona existió. Aunque no se que me pasara un año después de graduarme de la preparatoria, probablemente no tenga razón por que recordar la cara de Senjougahara, ni debo poder hacerlo.

Eso esta bien conmigo. Debería ser lo mismo con Senjougahara también. No solo con ella, pero con todos en la escuela. Debería ser equivocado pensar en algo tan deprimente.

Eso es lo que pensaba.

Pero.

En un particular día.

Para ser sincero, apenas termine una infernal excusa por vacaciones de primavera, me hice estudiante de tercer año, y vi el final de la pesadilla que era la Semana de Oro. Era el 8 de mayo.

Como previamente mencione, tengo una tendencia a llegar tarde, y por eso corría por las escaleras de la escuela. En ese momento, una chica cayó del cielo.

La chica era Senjougahara Hitagi.

Para ser sincero, ella probablemente no cayó del cielo. Probablemente tropezó en las escalera y cayó de espaldas. La pude haber ignorado, pero escogí atraparla y evitar su caída.

Parecía ser una mejor elección que ignorarla.

No, eso probablemente era un error.

¿Por qué?

Porque Senjougahara, a quien yo atrape y detuve su caída, era muy ligera. Sin bromear, ella era misteriosamente, espeluznantemente, ligera.

Es como si ella no estuviera ahí. Eso es, Senjougahara era tan ligera; era como si no tuviera peso alguno.


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