Fate/Zero:Acto 10 Parte 3
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“¡Eso es… increíble! ¡Totalmente increíble!”
Uryū Ryūnosuke estaba tan sobrecogido con la emoción que, sin cuidado de sus alrededores, él alzó su voz dando un extraño grito, con todo su cuerpo sacudiéndose.
A pesar de que él no estaba solo con la multitud de observadores ahora reuniéndose en la rivera, ninguno de ellos estaba preocupado del extraño comportamiento de Ryūnosuke. Cada par de ojos estaba fijo en el imposible fenómeno alienígeno desarrollándose ante ellos.
Un gigante monstruo atacando en la superficie del rio. En el cielo, chispas saltaban en cuanto un OVNI impactaba con un avión de combate de las Fuerzas de Defensa.
Un espectáculo jamás antes visto que cualquiera vería como trillado.
¡Se lo merecen todos! Animaba Ryūnosuke.
Boquiabiertos, todos los presentes miraban mudos la realidad en frente de sus ojos. En la desesperación, lo único que podían hacer era ver su ‘sentido común’, su despreciable ídolo que han adorado ciegamente y en que han creído hasta el último momento, derrumbarse estrepitosamente.
¿Qué les parece eso, bastardos? Siempre he sido yo del lado de los perdedores, hasta ahora. ¿Es frustrante, no? ¿Patético, eh?
Ninguno de ustedes nunca imagino – ni siquiera trataron de imaginar – que increíble y bizarro es el mundo fuera de los muros del sentido común.
¿Pero yo? Por supuesto que yo sé. Yo lo he esperado; lo he deseado. Que algún día pudiera ver algo tremendo. Es por eso que solo yo siempre hago lo anormal, buscando cosas nuevas cada día, deambulando en frenesí.
Y – finalmente lo he encontrado. El cofre del tesoro que he estado buscando.
Sí, Dios definitivamente existe. Esta extraordinaria vista es mi prueba.
El que riendo trajo estas absurdidades solo para ver las expresiones temblorosas de sus lastimosos corderos era el gran Estafador en Su cielo. El Dios que él había buscado siempre finalmente había aparecido; todas las cajas de sorpresas preparadas, todas puestas en este y ese lugar, se abrieron de una sola vez escupiendo llamas.
Esto era una despedida al tedio. Ya no había más una necesidad de dedicar tiempo y esfuerzo en el asesinato. Incluso si lo dejara solo, montones de gente van a morir. Aplastados y hechos pedazos y abiertos a golpes y devorados y muertos y muertos y muertos sin fin. El color de las entrañas de las rubias, la sensación del bazo de un hombre negro, incluso esas entrañas que no he visto antes; ¡puedo experimentarlas una tras otra! ¡Día a día, estaré rodeado en cosas interesantes, justo en medio del mundo!
¡Continuamente, incesantemente!
“¡Aaaahhh! ¡El Señor ha venido! ¡El Señor ha venido!”
El alzó sus puños alto en señal de triunfo, cantando y brincando y celebrando esta victoria de una vida. Ryūnosuke grito alientos a su camarada que se había convertido en el monstruo invasor.
“¡Ve por él, Señor Barba Azul! ¡Destrúyelos! ¡Masácralos! ¡Esta es la caja de juguetes del mismo Dios!”
Justo entonces, él fue azotado fuertemente por una mano invisible.
Cayendo dolorosamente en su espalda, él vio alrededor, en shock. Nadie estaba lo suficientemente cerca para tocar a Ryūnosuke. Por el contrario, la gente alrededor de él comenzó a gritar y a apartarse en cuando lo vieron. Era como si él fuera una de los absurdos en el rio y en el cielo, apareciendo antes sus ojos.
“¿Qué tengo? ¿Oye, qué?”
Cuando Ryūnosuke comenzó a preguntarle con expectativas a la gente alrededor de él dónde ocurría esta nueva rareza, él casualmente puso su mano en su estómago y sintió algo cálido y resbaladizo… y entonces, él miró fijamente su propia mano, teñida de rojo.
“Whoooa…”
Rojo. Puro, rojo cautivante.
El reluciente, vivido color fundamental que él siempre había estado buscando.
Ah, este es – Ryūnosuke entendió instantáneamente, con una leve sonrisa en sus pálidos labios.
El color que siempre había estado buscando. La cosa que él había despedazado toda clase de lugares para encontrar pero nunca pudo obtener, el verdadero “rojo”.
Cariñosamente, el abrazó su abdomen, brotando sangre fresca.
“Ya veo…… nunca me había dado cuenta, huh…”
“El lugar más oscuro es debajo del candelabro” – esas palabras habían sido bien dichas. Él jamás había pensado que lo que él había buscado pudiera estar escondido en un lugar tan cercano a sí mismo…
Él estaba intoxicado, con su cráneo lleno completamente por los analgésicos aumentando. El segundo tiro le dio en el centro de la frente.
Incluso a pesar de que toda su cabeza por sobre su nariz había sido volada sin dejar rastro, sus labios aún trazaban una sonrisa de dicha total.
Lo tengo – confiado, Emiya Kiritsugu, arrodillado con una rodilla en la cubierta del barco, bajó el cañón del rifle de francotirador Walther con visión nocturna.
Él estaba a unos doscientos metros rio abajo del monstruo de Caster, cercano al corazón del rio en el Puente Fuyuki. Kiritsugu, que ocurría estar vigilando en el muelle justo cuando Caster apareció, inmediatamente eligió uno de los yates vacios cercanos y lo tomó, llegando aquí.
No hace falta decir que nunca cruzó por su mente atacar al monstruo en que se había convertido Caster. Usando el pánico como velo, la meta de Kiritsugu era una vez más ‘cazar’ al Maestro.
La mira de amplificación de luz pierde su eficiencia si crece el número de partículas en el aire, volviéndolo inútil con esta neblina; como sea, esto no era problema para la mira infrarroja, crucial para la distinción de magos. Dentro de la multitud reunida de observadores, Kiritsugu buscó el patrón térmico característico de Circuitos Mágicos. Como resultado, uno de esos individuos fue matado a tiros.
Bajo esas circunstancias, cualquiera que holgazaneara cerca de la rivera teniendo Circuitos Mágicos activos debía estar involucrado en la Guerra del Santo Grial.
La probabilidad de que su blanco fuera el Maestro de Caster iba por sobre el sesenta por ciento. Por ahora, dar el tiro ha sido la elección correcta.
Imprevistamente, de acuerdo a la posición de Kiritsugu, los dos magos luchando en la cima de un elevado departamento cercano estaban en un punto ciego, y excusados de sus tiros.
“… Esto es malo.”
Aunque ese incidente particular fue resuelto exitosamente, la expresión de Kiritsugu se agrió cuando se dio una vuelta y confirmó la situación.
Sin importar lo favorablemente que lo mirara, los tenaces intentos de Saber y Rider para detener al monstruo marino iban pobremente.
Incluso suponiendo que él le haya dado a su blanco, aún requerirá una cierta cantidad de tiempo antes de que el Sirviente, separado de un suministro de prana, se vuelva incapaz de mantener su contacto con la era moderna y desaparezca. Si Caster alcanza la tierra y empieza a ‘alimentarse’ antes de que esto suceda, ese sería el final. Una vez que gane un nuevo suministro de prana, no tendrían otra opción más que eliminarlo físicamente.
Y finalmente, el monstruo inmortal, regenerándose infinitamente, está al borde de cargar hasta la superficie de la rivera.
Aún presionando desesperadamente sus dientes, Saber no estaba ni atemorizada ni intimidada, y seguía blandiendo su espada.
Sin importar que tan profundo lo atravesara, la herida se llenaba instantáneamente sin dejar rastro. Este era un esfuerzo sin frutos – no, si ellos pudieran tan solo alentar al monstruo incluso por un poco, esta batalla tendría sentido. Como sea, al considerar el resultado inminente, esto no equivale a más que una resistencia inútil.
Si ella solo pudiera usar su mano izquierda…
Aunque fuera un remordimiento inevitable, Saber no podía evitar considerarlo. Incluso con los Fantasmas Nobles excepcionalmente poderosos de Rider y Archer, no será suficiente para derrotar a este monstruo. Sin importar que tan gran fuerza usen para pisotearlo, no tiene sentido si todas sus heridas pueden ser regeneradas instantáneamente. Para terminar este horror, uno simplemente debe dar un ataque que lo cubra completamente, borrando hasta su último pedazo de carne – lo que necesitan no es un Fantasma Noble Anti-Ejército, sino uno Anti-Fortaleza.
Excalibur podría conseguir esto, pero Saber no podía usarlo ahora. La técnica secreta fatal que libera en un impacto una enorme ola de energía acercándose a su suministro completo de prana; sin importar la circunstancia, para que pueda usarlo, debe blandir la espada con ambas manos.
Naturalmente, arriesgaría el orgullo de Saber el tener que enfrentar ahora a Lancer y quejarse sobre esto – imposible incluso de considerar. La desventaja de su mano izquierda es su deuda por jurar arreglar justamente su enfrentamiento con Lancer. En el bosque Einsbern, Lancer vino por su propia voluntad a ‘servirle como su mano izquierda’; en el nombre de la Rey de los Caballeros, ella debe recompensar su espíritu.
“¡Hey, Saber! No conseguiremos nada así. ¡Retirada por ahora!”
Saber respondió enfadada a la voz de Rider viniendo desde su carro directamente sobre ella.
“¡Qué tonterías estás diciendo! Si no lo detenemos aquí –”
“¡Es un punto ciego! Solo retrocede. ¡Tengo una idea!”
“…”
Se veía obligada. Dando un golpe con toda su fuerza como un regalo de partida, Saber corrió a lo largo de la superficie del rio siguiendo a Rider, y se devolvió a la rivera en donde Lancer e Irisviel estaban esperando. Saber pateó el agua y dio un salto hasta la costa. Al mismo tiempo aterrizó el carro de Rider, descendiendo desde el espacio vacío acompañado por el rayo.
“Escuchen todos. Sin importar que pasos sigamos después de esto, ahora debemos conseguir algo de tiempo.”
Desechando los saludos, Rider habló urgentemente. Incluso el Rey de los Conquistadores no mantenía su dócil compostura esta vez.
“Por ahora yo arrastraré a esa cosa dentro de Ionioi Hetairoi. Bueno, probablemente sea imposible destruirlo completamente incluso con mis elites. Confinarlo en mi Esfera de Realidad es lo mejor que puedo hacer.”
“¿Qué hacemos después de eso?”
A la pregunta de Lancer,
“No tengo idea.”
Respondió planamente Rider. Sin embargo, por su grave expresión, es obvio que no estaba bromeando.
Obtener tiempo para evitar la emergencia – incluso con la técnica oculta del Rey de los Conquistadores, esto era todo lo que podía hacerse.
“Después de tomar a un gigante tan grande, puedo mantener mi campo de tropas por algunos minutos a lo más. Durante ese tiempo, por todos los medios posibles – Espíritus Heroicos, encuentren una estrategia que nos garantice la victoria. Muchacho, tú quédate aquí también.”
Tan pronto como él terminó, Rider tiró a Waver fuera del carruaje.
“¿¡O-oye!?”
“Una vez que use el campo, no tendré manera de saber la situación afuera. Muchacho, si algo pasa, concéntrate y llámame. Yo te enviaré un mensajero.”
“…”
Aunque ellos eran aliados ahora, desde la perspectiva de Waver, tenerse a él y a su Sirviente yendo por caminos separados y dejándolo solo con otros Sirvientes era extremadamente peligroso e insensato. Como sea, nada podía resolverse si todos simplemente se pararan en guardia en contra de la traición de sus aliados.
Aunque su corazón se sacudía de miedo, el joven asintió con una mirada resentida.
“Saber, Lancer, el resto queda en sus manos.”
“… Lo tengo.”
“… Comprendido.”
Aunque los dos estaban de acuerdo, ambos estaban extremadamente amargados. Todos los presentes comprendían que la decisión de Rider era una simple reacción de emergencia sin una verdadera solución.
Sin embargo, era como si hubiera depositado toda su confianza en los Espíritus Heroicos que ha valorado. Después de reunir su resolución, Rider dirigió el carro hacia el gigante monstruo salvaje y partió – sin angustia en su rostro, y sin mirar atrás una sola vez.
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